de Inuyasha - Un beso, Un lo siento y Un dolor incomprendido [Sesshoumaru&Rin]

Un beso, Un lo siento y Un dolor incomprendido [Sesshoumaru&Rin]

La miró y el humo del cigarrillo hiso círculos en el aire.

Parecía un enfermo observándola, pero no podía dejar de hacerlo, estaba engatusado por el misterio de la más sincera sonrisa.

Sus ojos chocolates, su cabello liso y negro, y su sonrisa de felicidad que hacia que todos la compartieran.

Ella era perfecta, rara y única.

Pero no podía comprenderla, no podía descifrarla, y eso le daba dolor de cabeza.

Aun seguía en aquella esquina escondido, con la camisa abierta en los tres primeros botones, y las mangas arremangadas; tenía demasiado calor.

El humo salía del cigarrillo, delatándolo en medio de la oscuridad.

Y ella seguía allí, buscando algún vaso, empinándose para alcanzarlo, ajena a su observador.

El cigarro terminó en el suelo, debajo de la suela de su zapato.

No era un cobarde.

Se acercó y pasó su mano por el hombro descubierto de la chica, rozándolo; esta se estremeció y casi pierde el equilibrio.

Ella se volteó y la sorpresa la invadió un instante, pero luego sonrió como si fuera el acontecimiento más feliz de su vida.

Y él curioso, siguió debatiéndose internamente.
—No debería de estar disfrutando de la fiesta, Sesshoumaru –dijo disfrutando de pronunciar su nombre, divertida y con inocente sonrisa.
—Kagome sigue hablando burradas e Inuyasha sigue apremiándola como idiota, no es muy divertido –dijo frio y monótonamente, lo máximo que podía responderle.

Ella sonrió un poco, aun después de tantos años, le divertía la tonta enemistad natural de aquellos hermanos.

Se volteó de nuevo y comenzó a empinarse para poder alcanzar el vaso inútilmente.

Él se acerco más, y estiró su brazo, alcanzando el objeto sin ningún esfuerzo.
Dio la vuelta, lentamente y con el diminuto espacio que los separaba, alzando un poco la cabeza para poder mirarlo mejor.

Sus ojos ambarinos seguían mirándola fijamente, y ella cayó en cuenta.
Su mirada se volvió repentinamente seria y su boca se tenso en una línea recta.
—No por favor, no –suplicó susurrando, pudo leer sus intenciones con solo mirarlo, era un libro abierto, o al menos para ella lo era.

Él no hizo caso.
Dejó el vaso en la repisa y su mano paró en la mejilla de ella. Se inclinó y acercó su boca a la de ella, sintiendo su aliento en sus labios.

La beso y se pegó mucho mas, dejándola incapacitada para librarse.
Y ella no pudo hacer nada, porque cuando se trataba de él, quedaba inútilmente luchando contra la razón, que se exterminaba cuando él recorría su boca con su fina lengua.

Él se separo un poco, detallándola.
Sus mejillas sonrosadas, sus labios rojos e hinchados y su boca sutilmente entre abierta.

Ella reacciono rápido, antes de volver a caer.
Se separó y se libro del encarcelamiento. Se retiró evitándolo mirarlo. Porque si lo hacia, seguramente todo la fuerzas que había acumulado, se desmoronarían con solo mirarlo.

—No huyas –escuchó a su espalda su voz fría y profunda.

Cerró los ojos fuertemente y respiró profundo. Se volteó un poco y con los ojos vidriosos respondió.

—No puedo hacerle daño –dijo casi para convencerse a si misma.
Y él lo sabía.
La traspasó con esa mirada que leía el alma.


No.

Retomó su camino y salió lo mas rápido de allí, murmurando un lo siento al aire.

Y él la dejo ir.
Porque no pudo hacer nada, porque ella no se dejaría caer tan fácilmente, porque ella no quería lastimar a más personas a parte de ella.

Sacó otro cigarro y este acabó en su boca, intentando de nuevo inútilmente tratar de comprender el masoquismo de Rin.

Pero ella volverá y lo sabe, porque esta tan ligada a él como lo esta él a ella.


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ahh por fin pude hacer otro Sess&Rin, espero les haya gustado y les puedo decir que este one-shot tuvo un final feliz, uno raro pero al fin y al cabo lo que Sesshomaru dice se cumple.

este es el ultimo One-shot que hago para volver a continuar "caza vampiros encubiertas"

perdón por el Ooc, si hay, ah y los orrores mios.