Un amor incondicional (InuXKag)

Hola bueno para las que me conocen sabrán que es nada más otra idea alocada mía, espero les guste y trataré en lo más posible de no cometer Ooc.

Advertencias: Ooc ( ya expliqué arribita) y UA (universo alterno).

Dedicado: Mis hermanitas: mi Alexa Mosary, te quiero linda, a Hokotto mi hermana más grande, a Kagome Tatiana mi hermanita querida, a mi Xinthiia querida, y a mi amada Kohome las adoro chicas, Uds me inspiran.

Mis admiraciones: Fernandha, Kahory, George Asai y Miss Love.



Capitulo 1: “Un chico en el café”.

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Pov's Kagome​

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Me desperté somnolienta, no descansé, pero eso ya no es ninguna novedad, ¿Qué?, mi reloj no me despertó con la alarma, de hecho marca las 4 am con quince minutos, ¡Demonios!, es la puerta, bajo sin ningún animo, ni siquiera el más mínimo, veo por el pequeño orificio destinado a esta tarea, no hay nadie, abro los candados, después la puerta, con mi Bate favorito en mano si se trata de un asalto, tampoco hay señales de vida en ningún lugar aquí, la cierro con sus seguridades y me encamino a mi cocina, al abrir el refrigerador no me sorprendo de encontrarlo sin algún contenido, desanimada y con un vaso de agua ¿Potable? me encamino a mi habitación, me acomodo como puedo entre las sábanas que ya perdieron todo su calor, y cuando creo que me dormiré encuentro ese ruido de vibración con pitido que me despeja en el acto, me siento alarmada en mi cama, de pronto y sintiéndome estúpida noto para mi sorpresa que mi celular es el causante del alarido, algo furibunda me levanto y busco y rebusco en mis pantalones el aparato de llamadas, al fin en un Blue Jean lo encuentro, su luz me sega por un mínimo instante, al incorporarme veo que se trata de mi jefe no tengo ánimos de hablarle a ese patán, cuando quiero abrirlo y cortar, prosiguiendo a apagar por accidente y debido a tratarse de un celular táctil doy un toque en "Aceptar".​

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--Higurashi, te necesito mañana a las ocho en punto acá.

--Señor Makken, no puedo debo estudiar para el examen del Lunes.

--No me importa.

--Señor, es un examen decisivo para la carrera, podría perder el año, y bien sabe Ud. que si pierdo este año mis abuelos no me podrán seguir pagando la universidad, no más años.

--Eso no me incumbe, no lo necesitas, yo no fui a las universidad, y mirame soy gerente.

--Si, de un café de mala muerte en el que obligan a sus empleadas a trabajar más de la cuenta.

--Higurashi, no temetas en lios solo te advierto, es una ordén.

--Si Señor Makken- dijo en el tono más sinico que le dio la voz.

Colgó enfadada el teléfono y lo apagó, volvió a su cama y programó la alarma a la hora mencionada, se recostó y cerró sus ojos.

Como se le indicó a las ocho debía estar lista, se despertó pues a las siete, se dio una buena ducha y se vistió con el uniforme, el cual detestaba, era nada más un vestido muy corto hasta unos seis dedos por siobre la rodilla, amarillo y sin mangas, con un escote que ni se notaba, delantal hasta el nivel del vestido y debía hacerse a juego con zapatos negros, por el clima Kagome elegía siempre botas, o sandaleas, nunca un termino medio.

Al llegar de mala gana saluda a su jefe, y al voltearse le hace muecas de despección, se dirige a firmar el libro y saluda a sus amigas y amigos en el café, todos con la misma historia, estudiantes en buenas universidades, pero solo se trataba de becas, en realidad vivían en Japón, pero se los pelearon las Universidades de Estados Unidos y ellos aceptaron sabiendo que se trataba de un mejor futuro, se mantenían de sus empleos, mientras que sus familiares con mucho esfuerzo les mandaban el dinero para sus estudios, ya que todos modos debían contribuir con el 50%, trabajaban en ese café repulsivo mientras que a la vez estudiaban el resto del tiempo, Kagome, quien no era la excepción a la historia, estudiaba para ser medico forense, Sango, otra camarera estudiaba Geología, carrera en ese entonces bien pagada, Miroku, el Cheff, estudiaba la administración de los hoteles, todos sufrían con sus empleos pero sabían que la vida es cuesta arriba pero la vista es increíble, además solo les quedaban dos años.

--Higurashi, mesa dos- ordenó el señor Makken.

Kagome de mal ánimo de dirigió a la mesa mencionada, en ella había un joven de cabello plateado, ojos ámbares un joven realmente apuesto.

--¿Q-Qué desea u-usted?-- espetó tartamudeando la miko.

-- Solo quiero un café.

--Enseguida.

Pov's Inuyasha.

--Qué muchacha más hermosa, que lindo cabello- pensaba el joven sorprendido de la singular belleza de la agraciada.


Realmente quedó algo atontado con su impacto, pero recobró la compostura enseguida.

--Su café- indicó Kagome depositándolo frente del muchacho.

--Disculpa, ¿Cuál es tu nombre?

Kagome se sorprendió de escucharlo preguntarle algo así, no sabía que decir.

--S-Soy Kagome, ¿Usted?

--I-inuyasha, un gusto-- dijo estrechando la mano de la joven.

Después de tomar su café Inuyasha se fue, pero antes se despidió de la bella joven con un beso en su mano, al cerrar la puerta la joven no podía estar más sonrojada.

Por supuesto Sango lo notó y le puso los pies sobre la tierra.

Aunque Kagome pensaba en el joven siguió su día sin percance, todo normal, salió del trabajo y se puso a estudiar, su Lunes fue normal, termino tipo 6:00 pm sus clases en la universidad y estudió hasta las 8:00 pm, hora en la que debería presentarse a trabajar, al llegar todo normal, pero cuando se tocarían las nueve y media un joven amabarino y de cabello plateado cruzó el unbral, se sentó en la mesa dos y esperó que lo antendieran, Sango se dirigía a empeñar esa tarea, pero Kagome le rogó que le cediera la mesa, ella asintió sospechando de que se trataba.

--¿Que desea?-- dijo Kagome intentando de que no se le notara el nerviosismo.

--Hola.

Continuara...

Espero les guste y espero que si es así lo menifiesten para poder seguir el fic.

 

Hola, bueno sé que es algo pronto para traer la continuación y es que tengo mucho tiempo libre este fin de semana, ya en el transcurso de esta estaré muy ocupada como para actualizar y tampoco tendré el Pc muy seguido, bueno da igual, la letra la cambié por que la verdad no sé si quedarme con esta o la Verdana.

Advertencias: Ooc (en este capitulo es más notorio, pero en lo posible lo evitaré a futuro), UA (universo alterno).

Dedicado: Mis hermanitas: mi Alexa Mosary, te quiero linda, a Hokotto mi hermana más grande, a Kagome Tatiana mi hermanita querida, a mi Xinthiia querida, y a mi amada Kohome las adoro chicas, Uds me inspiran.

Mis admiraciones: Fernandha, Kahory, George Asai y Miss Love


Mis amigos: White Kitty, Yanin, Nicolsita y Scarlett Jara.

Notas de la autora: Por favor, si comentan, díganme que letra os gusta más, si esta Tahoma o la anterior Verdana, y no puedo poner ambos signos en este Pc es inglés y allá solo se usa el de cierre.

Capitulo 2: "Un lio".​

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Povs Kagome.​

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No puedo creerlo, vino hasta aquí, qué se supone que deba hacer, no lo sé, mejor hubiera dejado que Sango atendiera, más encima Dios Sango jamás me dejará en paz hasta que le diga quien es, no es nadie solo un cliente que...​

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--Hola- reiteró Inuyasha.​

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--Ho-hola, Qué desea?​

​

-- Solo café, por favor.​

​

--En-seguida.​

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Porqué tartamudeaba si nada más era un joven, un chico, era apuesto pero a juzgar por su aspecto debía ser de una familia adinerada, vestía camisas de las mejores marcas, pantalones finos y zapatos de buena calidad, además en que pensaba el tiempo no la daba ni siquiera para respirar y pensaba en chicos, que demonios, apenas y si estudiaba, si lo pienso podría sentir envidia, no necesita un empleo si es de buena familia, parece tener mucho tiempo si viene a tan solo pasearse por un café, mejor que no siga viniendo si es por mí, no tiene caso, debería matarle las ilusiones, si, eso es lo que haré, así no perderá su tiempo en alguien que no lo tiene.​

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Povs Narradora​

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--Sango, pst!- le llamó la azabache a su amiga.​

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--Que quieres?, recuerda que estamos en el trabajo.​

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--Puedes tomar la mesa dos, es tan solo un café.​

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--Quién es?- añadió la castaña con una sonrisa picara en el rostro, era muy apuesto el joven de la mesa dos, porqué su amiga no querrá atenderle.​

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--Es solo un chico.​

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--Sabes su nombre?​

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--Inuyasha, ahora puedes atenderlo por favor, no quiero verle.​

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--Lo siento pero y es que estoy tan ocupada- dijo sarcástica y burlona mente la castaña retirándose.​

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--Me las pagarás- dijo molesta Kagome.​

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Kagome llevó la taza de mala gana a la afamada mesa dos, en ella sonriente aún con la demora, Inuyasha hermoso, pero que pensaba solo le dejó el café y la cuenta, añadiendo en una servilleta.​

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"No es necesaria la propina".​

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--Que cortante- pensó el ambarino.​

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Al retirarse Kagome hizo lo posible por desaparecer del planeta, evitando su cordialidad de despedirse besando su mano nerviosa.​

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Pasado el susto la azabache continuó su trabajo como siempre, salió a las 12: 00 pm llegó a su casa, se duchó y se recostó en su cama, no podía dormir pensando en ese joven llamado Inuyasha, Irá mañana?, pensaba Kagome en su habitación recostada contra el respaldo de su cama, encendió la televisión, se quedó hasta tarde viendo un reportaje de pinguinos en la Antartica, el pinguino macho busca en toda la playa una sola piedra, la indicada, para darsela a la que será, en el caso de ser aceptado, su hembra por toda la eternidad.​

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--Que ternura- se durmió pensando Kagome.​

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Povs Kagome​

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Sonó mi alarma pre-programada, odiaba con mi ser ese momento, no me sentía aún descansada, despejada, pero que da, me levanté, y coloqué en mi mochila los libros del día, me dirigí a mi armario, nada que vestir, me decidí por un Blue Jean cortado, en fin un Short de un color azul muy opaco, un top café y un pañuelo estilo Africa colgándome desde el cuello, zapatillas caña alta y con ese problema de mi cabello, tan solo una liga me hizo falta, una coleta alta, mi fleco suelto y unos cabellos sobre las orejas, sin maquillaje al natural así es como me gusta, una pulsera de varios colgantes y un collar de delfin saltante.​

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Al salir de mi apartamento, le saludo al portero Luis y me encamino a mi universidad, en el camino pasó a buscar a Kouga, el estudia conmigo, a Houyo, conmigo en la misma universidad, Ayame, Sango, Kikyo y Miroku, y el grupo estaba completo, eramos amigos desde preescolar, si bien somos diferentes por lo general nos la pasamos bien juntos, todos estudiamos en la misma universidad, con becas, pero vivimos en Japón.​

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Tuvimos clases normales, todo bien, pero no dejaba de pensar en ese chico ambarino, Inuyasha, que haría para que se alejase de mí, de pronto se me ocurrió algo.​

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Pondría en practica mi plan, pero debía elegir a uno de mis amigos, estaba entre dos de ellos, cuando lo eligiera sabría si el me haría un gran favor, pero, estaría jugando con sus sentimientos, Bah es algo muy común, solo son celos.​

​

Povs Narrador​

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La azabache en fin se decidió por uno de sus mejores amigos, Kouga, lo llamó a solas y le indicó tomar asiento a su lado.​

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--Que es lo que sucede Kagome?​

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--Necesito pedirte un favor muy grande, en serio me llega a dar verguenza- dijo son la voz pesada y forsoza Kagome.​

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--Lo que sea.​

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Kagome se acercó y en secreto le susurró su plan a el peli negro, cuando terminó de hablarle se separó y lo miró a los ojos buscando su aprobación o negación, el joven de ojos azules meditó un poco la propuesta de su chica amada y en fin decidió en aceptarla, el dicho plan se pondría en acción en la tarde siguiente.​

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Al día siguiente.​

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Kagome llegó a su trabajo el Sabado, estaba demasiado nerviosa y se le notaba, no podía esperar que llegará ese momento, no por felicidad, lo que hacía no era correcto en si, pero por saber el resultado, de pronto su ansia se calmó un poco, dando paso a los latidos desenfrenados de su corazón, la cara roja y el tartamudeo, Inuyasha atravesó la puerta, se sentó como del normal, en la mesa dos, Kagome intentó no cruzar palabras con él, le dio su café y la cuenta, al pagarla, Kagome se quedó esperando y de pronto tras la puerta de vidrio divisó al joven y apuesto Kouga, salió enseguida y le dio las gracias nuevamente por hacerle el favor.​

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El peli plateado notó que la azabache salió del café, creyendo que su turno acabó le siguió saliendo por la puerta, para su desgracia encontró a la azabache a brazada a un joven, en seguida le detestó, se veía muy feliz, de seguro era su novio, Wow era la primera vez que comenzaba a odiar a alguien tan rápidamente, Kagome estaba por poco decir colgada de la nuca del joven, mientras el la miraba con ternura, Inuyasha sentía como la sangre le hervía bajo de su piel, como estaba dejando de controlarse, quería romperle la dentadura a ese maldito que sostenía a Kagome, no se contuvo mucho y se dirigió decidido al lugar de la "pareja", corrió a un lado a Kagome delicadamente y miró asesino a Kouga.​

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--Qué te sucede?- dio el oji azul, realmente Kagome no esperaba esa reacción.​

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--Deja de hablar torpe- dijo Inuyasha golpeando a Kouga en el mentón.​

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Enseguida este se defendió empujando a Inuyasha contra un bote de basura, al levantarse le arrojó una malteada que bueno, antes, sostenía una mujer que estaba, junto con todo el personal y los clientes del café, observando la escena.​

​

--Maldito.​

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Y continuaron peleando, se pateaban, se golpeaban, de todo hasta que Kouga empujó muy fuerte a Inuyasha quien tropezó y cayó sobre Kagoe, enseguida se puso de pie, pero Kouga perdió el control, la pelea se hacia más intensa a cada segundo.​

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En otro lugar.​

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Un auto que parecía la última evolución de lo que hubiera sido alguna vez una limosina, pasaba frente de una universidad, pasaba a buscar a un joven que se quedó en la biblioteca, el lujoso auto era de la familia Tekimashi, una familia también adinerada que se intentaba aliar por matrimonio con la familia Taisho, se quería unir a los jovenes Taisho, tan a Sesshomaru como a Inuyasha, con las muchachas Tekimashi, la mayor Kagura, de la misma edad que Sesshomaru, y a Rin un año menor alcanzando la edad de Inuyasha, ninguno de los dos estaba muy interesado por lo que los obligaban a pasar tiempo juntos, Kagura estaba locamente enamorada de Sesshomaru, su forma de ser, etc, y Rin aunque lo negase una y mil veces sentía una extraña atracción, le inspiraba seguridad y cariño, pero era demasiado frío y reservado.​

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--Señor Taisho se retrasó.​

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--Nadie dijo que necesitara transporte.​

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--Gracias es lo adecuado, solo por cortesia, no hay de que- coqueteó Kagura.​

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--Philip, Donde iremos ahora?- dijo con dulzura Rin.​

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--Necesitamos recoger al menor Taisho, después a su casa señorita Tekimashi.​

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--Hmp- bufó Sesshomaru, no le hacía ninguna gracia su hermanito menor, menos andar de chofer suyo en su transporte, simplemente intolerable.​

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Kagura tomó asiento al lado de su prospecto y le sonrió coquetamente, a lo que Sesshomaru se limitó a responder con un gruñido y mirada fulminante.​

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Mientras que la pelea se desarrollaba aún en el estacionamiento, Kagome solo rogaba al cielo que se diese por finalizada, no quería que ninguno resultase herido, menos Kouga, pero por razones desconocidas sabía que si le sucediese algo a Inuyasha no se lo perdonaría.​

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De pronto al otro lado de la calle, se estacionó un auto lujosísimo tocando la bocina, dentro de el Philip mandó a Sesshomaru por su hermano, al principio negó rotundamente pero cedió ya que odiaba perder el tiempo.​

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--Estorbo, sube ya.​

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--Que npo ves que estoy ocupado- dijo Inuyasha golpeando a Kouga el la nariz por distraido, mientras recibía golpes Sesshomaru ya perdía la paciencia.​

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--Date prisa inutil-dijo lo más antipático que le dio la voz y con cara de pocos amigos.​

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En un momento que ya fue cumbre para la azabache intervino entre ese par de imbéciles haciendo que se detuvieran o la lastimarian.​

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--Se acabó.​

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Kouga alento el paso y se acercó a Kagome, su "chica".​

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--Tan solo alejate de Kagome.​

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--No lograrás que me aleje de ella.​

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-- Los dos ya basta, solo vayanse y déjenme volver a mi trabajo Si?​

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Ambos suspiraron y se miraron fijando cuentas para saldar pronto.​

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--Está bien, adiós Kagome- dijo Inuyasha cojeando a la salida del lugar.​

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--Te veré mañana- dijo Kouga y antes de retirarse depositó en las comisuras de los labios de la azabache un tierno beso, lleno de amor, que necesitaba expresar, al fin lo logró besó a Kagome, esta se separó no muy rápidamente del joven, y le miró confusa.​

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--Te amo- dijo Kouga sin una sola pisca de indecisión o inseguridad en su voz, claro y conciso, tal como era, se había enamorado de su mejor amiga, le robó el corazón.​

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Kagome se sorprendió mucho, lo sospechaba, pero no se le había declarado así de esa manera.​

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Inuyasha tras ver esa escena que le rompió el corazón, se dirigió sin cruzar si quiera la mirada con su hermano, hacia la limosina, abrió la puerta desganado y entró sin meros ánimos, Sesshomaru le siguió y sin más palabras se dirigieron a la pesadilla de la mansión Tekimashi.​

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Kouga se retiró dejando a una muy confundida Kagome, esta a su vez entró y continuó con la media hora que le quedaba de trabajo al salir la llamó Sango para que se juntaran en casa de Houyo, nunca estaban sus padres, por tanto era como su casa club, esa noche se reunirían para hablar de varias cosas, una pijamada de Sabado en la noche, sin mucho aliento se dirigió a la casa de su amigo, al entrar abarcó las miradas habían oído la historia, Sango y Miroku la presensiaróin y Kouga obvio pero aún no llegaba, se sentó siendo aún el centro depositable de miradas, incomoda aún tomó la palabra.​

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--Chicos lo que sucedió hoy...​

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-- Quién es Inuyasha y Porqué te va a ver?​

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--Escuchen no lo sé, solo y es que lo conocí en el café y ahora va diario.​

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--Mira- dijo Sango extendiendo una revista.​

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--Son los hermanos Taisho, son muy adinerados, más que famosos y son muy extraños.​

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--Suponía que eran adinerados.​

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--Lo son, además son demasiado extraños Kagome.​

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Continuara...​

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Notas de la autora 2: No todos, pero la mayoría de los personajes de la serie aparecerán, este capitulo fue el debut de: Kouga, Houyo, Kikyo, Ayame, Sesshomaru, Rin y Kagura, En el proximo: Shippo.​

No quise dejar a ninguno fuera.​

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Por favor comenten por la letra y eso.​

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Gracias por tomarse la molestia de leer el fic.​

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Hola bueno ésta va a ser la continuación más corta *I am Sorry, lamento la tardanza pero lo hice con beteo, Gracias Miss Love, les prometo una continuación interesante por la tardanza.

Advertencias: Ooc (*) y UA (universo alterno).

Dedicado: Kagome Tatiana. Te quiero, bella y mi Beta-Reader Miss Love.

Notas de la autora: Bueno sí soy chica, yo no cacho mucho de eso SweetSong.

Capitulo 3: "Alejarnos".​

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El auto de los Tekimashi se estacionó frente de la mansión de la familia y de él bajaron sus pasajeros.

— Señores Taisho, que agrado su visita, sus padres están adentro esperándoles, también con unos trajes, es una fiesta— dijo con entusiasmo Jorge, el portero y guardia.

— Genial— dijo Inuyasha obviando el sarcasmo.

Entraron por el portón, Rin sabía que no debía comportarse así, pero se abrazó del brazo de Sesshomaru, el era frío; pero si otra persona lo hubiese hecho, de seguro no vive para contarlo, en cambio con ella era diferente, así que simplemente la dejó.

— Hijo— dijo haciendo mueca de ¿Qué demonios ocurrió contigo?, estás horrible— arriba hay un traje decente.

— Philip— dijo la madre cuándo su hijo se hubo ido— ¿Dónde está mi hijo, ya averiguaste dónde va cada tarde?

— Si señora, es un café de mala muerte, va a ver a una de las camareras, y ¿Dónde está mi pago?

— Aquí tienes, pero antes dime ¿La chica este, es de buena familia o es po...pobre?

— Lamentablemente, y a juzgar por su vestimenta, es nada más una pobre mujerzuela— dijo Philip sacando su lado más despreciable y dando la cara a su odio de los pobres, según él, gentecita inferior.

La mujer con la que platicaba se fue a la mansión, subió hasta dónde estaba su hijo, y entró en la habitación.

— Hijo debemos hablar.

— ¿De qué?— dijo Inuyasha sin mero interés.

— Bueno supe por ahí, que vas diario a un café sucio a ver a una de las camareras, bueno eso se debe acabar, hijo tú estás comprometido y además ella no es buena para ti.

— ¿Cómo demonios podrías saber eso tú?

— Hijo no te exaltes, sólo digo que debes pasar más tiempo con Rin, y menos buscando gente barata como esa chica.

— Tú no la conoces.

— Hijo soy tu madre, me obedecerás lo quieras o no, así tenga que encerrarte aquí lo haré.

— No madre, haré lo que me digas— dijo indicándole que se vaya.

— Eso es, si me entero de que la vuelves a ver, volveremos a Japón, no entiendes, quédate lejos de esas mujeres baratas.

Quizá Kagome no me corresponde en realidad, pensaba Inuyasha, o simplemente mi madre está en un error, debo ir a la fiesta, como me gusta estar con gente que presume su dinero y toma tequila se dijo para sí con tono burlón y sarcástico.

…​

— Tan sólo olvídenlo chicos—dijo Kagome al tiempo que entraba Kouga.

Todos guardaron silencio, realmente era una escena incómoda, Kagome se limitó a mirarlo y desviar la vista al toparse con la suya; Sango se aclaró casualmente la garganta y tomó la palabra.

— Está bien, ¿Quién tiene hambre?

Aprovechando la oportunidad de zafarse de la situación todos corrieron a la cocina dejando al muchacho de ojos azules y a la azabache a solas.

— Lamento lo de hoy, ¿Todavía tienes el golpe marcado?

— No es importante, la verdad, quería hablar contigo.

— ¿Sobre qué?—realmente era obvio el tema pero le asustaba dar el primer paso y tomar la palabra.

— Lo que te dije hoy era cierto, no lo dije porque me lo hubieses pedido, y ya no quiero fingir más, de verdad siento lo que siento por ti y me duele fingir que mi sueño se vuelva realidad.


— Kouga, lo lamento, olvídalo, ya no te pediré que lo hagas, tan sólo, gracias, no tenía ni idea de esto, me lo hubieses dicho y así ni siquiera te lo hubiera pedido.


— Kagome, ¿Puedo pedirte algo?

— Sí, por supuesto.

Kouga le miró a los ojos para que lo comprendiera con más facilidad, se acercó a ella, el brillo en sus ojos azules, que destacaba por sobre la obscuridad a su alrededor, atemorizaba un poco a Kagome, él temor se esfumo en un segundo, cuando sus labios estuvieron unidos, podía sentir la magia y la felicidad de Kouga, pero para Kagome no era ese él sentimiento, no amaba a Kouga, lo quería muchísimo, como un amigo.

Kouga podía comprender a la perfección que Kagome no correspondía sus sentimientos, lo quería y con eso era feliz, se separó de ella disfrutando el último rose de sus labios dulces.

Se abrazaron, puesto que con ellos el lenguaje de palabras no era lo más común, sino las miradas y los gestos, o los abrazos y tomadas de la mano.



Continuará...

Se reciben golpes por poco texto.

¿Eso es todo para la pareja de Kouga y Kagome? ¿Habrá más romance?

¿Inuyasha obedecerá a su madre alejándose de su primer y único amor?

¿Cuánto podrá soportar Inuyasha sin la azabache?

¿Rin se revelará ante sus padres con el fin de no casarse con Inuyasha debido a su fuerte amor por Sesshomaru? ¿Qué opinaría su hermana mayor Kagura?

Si el amor entre Inuyasha y Kagome sólo pudiese prevalecer a escondidas de sus padres ¿Cuánto podría sacrificar esta pareja por su amor, incluyendo fingir que no existe como tal?

¿Qué se esperan del próximo capítulo?

Gracias por leerlo. ^^

 

Me tardé un siglo pero aquí está, se perdió (Junto con muchos más capis ¬¬) en el enredo de mi pc y al no encontrarlo me vi olbigada a reescribirlo.

Hola FFL.​

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Advertencias: OoC ?¿​

Dedicado: kohome​

Notas de la autora: Espero les guste.​

Capítulo 4: "Baile de máscaras".​

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— Kagome...— la chico volteó para mirar al joven peliazabache a los ojos— de todas formas quisiera que me acompañaras a un baile que se celebrará, es un baile de máscaras.​

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— ¿Cómo es un baile de máscaras?​

​

— Bueno pues todos usarán máscaras ese día y vestirán de negro, es una baile de familias ricas pero cómo mis padres son sirvientes de una familia rica de niño logré llevare relativamente bien con el hijo de esa familia y él casi no tiene amigos, a sobra de invitaciones mandó seis para mi familia, de las cuales pedí dos, para ti y para mí.​

​

— No lo sé, no creo encajar en un lugar así, ni siquiera tengo que usar.​

​

— Eso déjamelo a mí, tendrás un hermoso vestido— dijo Kouga besando la frente de la chica.​

​

— Kouga no te molestes, sólo vamos al cine...​

​

— No, por favor.​

​

— Está bien, ¿Cuándo es?​

​

— Hoy por la noche, ven debemos comprar tu vestido — dicho esto el ojiazul arrastró a la azabache al auto y a las compras, se detuvieron frente a la tienda más cara de la ciudad, lo cual no tardó en llamar la atención de la chica.​

​

— Kouga, acepto que quieras comprarme un vestido, pero vamos a una tienda más barata, no es necesario tener un vestido de cientos de dolares por ser de marca.​

​

— Dije que yo me preocuparé de ello, yo decido la tienda y esta es.​

​

La azabache movió la cabeza a modo de reproche para luego descender del auto, Kouga igualmente salió del auto pero se quedó plasmado en la vereda viendo a la azabache, el viento hacía que sus ondas desordenadas volaran y la hiciesen ver aún más bella, cuando la chica entró en la tienda el joven reaccionó y le siguió, habían tantos vestidos por doquier que sería más rápido y fácil contar las estrellas en el cielo que las prendas al interior de esa tienda, eran cientos, no miles, me atrevería a decir que millones los vestidos, los colores, las texturas, las costuras, todo..., mientras la chica seguía probándose cientos y cientos de vestidos Kouga distraído pero fascinado viendo cómo le quedaba cada prenda a su amada, de pronto desvía la vista y una prenda en especial entre millones más, bajo tantos demás vestidos de colores tan exuberantes que el contraste de aquella simple y fina prenda apenas y si resaltaba.​

​

El joven se puso de pie enseguida y sacó con esfuerzo de la pila de vestidos de diseñador, de marca, etc... aquella simple prenda que le llamó la atención, Kagome que salía para preguntar la opinión de su amigo se deleitó visualmente con aquella fina prenda, resultaba tratarse de una elegante obra de arte de Gustav Armanddi de color negro, strapless, corto hasta las rodillas, de falda pomposa pero no exagerada, ajustada en el torso y con una pequeña mariposa que apenas si se veía al estar unos tonos más clara que es resto de la prenda, resultaba ser perfecto para la ocasión, sin pensarlo más de un segundo la azabache se lo probó, Kouga impaciente esperaba fuera de los probadores, con ansias esperaba que saliese la chica, de pronto ataviada con la fina prenda salió Kagome, se veía exageradamente hermosa, muy deseable y bastante más grande, a eso lo que le faltaban eran el que usar en los pies por lo que con prisa salieron apenas el vestido estuvo pagado a comprar zapatos de taco...​

​

Mientras la vendedora de la tienda celebraba haber vendido esa prenda tan costosa suena la campanilla de la tienda.​

​

— Señoritas Tekimashi, Hola Rin, Buenos días Kagura, ¿En qué puedo servirles?​

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— Necesitamos vestidos para el baile de máscaras, queremos llevar vestidos idénticos, iguales, pero queremos que sean perfectos y únicos...​

​

— Tengo exactamente lo que necesitan— la mujer salió del mostrador y se dirigió a la bodega, a la vuelta traía dos vestidos del mismo diseñador que el de Kagome unos Gustav Armanddi de primera.​

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Sin meditarlo siquiera— Los queremos— espetó Kagura.​

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— ¿Eso está bien señorita Rin?​

​

— Sí.​

​

— Bien se los pondré en bolsas— lo lamentable de la situación es que los vestidos de las Tekimashi no sólo eran idénticos entre si, sino además era iguales al de Kagome...​

​

Las sonrientes azabaches ingenuamente creían que serían las estrellas de la fiesta con los vestidos más glamorosos y espectaculares.​

​

​

​

...​

En la fiesta ya estaban las hermanas Tekimashi, mientras esperaban a sus parejas y Sesshomaru e Inuyasha luchaban por ponerse esos trajes tan cursis.​

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— Esto es un fastidio— gruñó Inuyasha.​

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— Ya cállate, sólo espera a tener que bailar toda la noche con las hermanas Tekimashi, ellas sí son un fastidio— musitó el peliblanco mayor.​

​

—O al menos una de ellas— pensó Sesshomaru.​

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— Ni hablar.​

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Bajaron vestidos tan elegantemente que los murmullos de lo que fuera se callaron y empezaron a circular los que hablaban de los atractivos que lucían los jóvenes Taisho, Kagura se mordió el labio inferior de sólo ver a "su hombre", Rin quedó boquiabierta, pero luego despierta y con quien realmente debe bailar es con Inuyasha, si bien mal no el caía Sesshomaru la quemaba más que mil soles juntos, Inuyasha pensaba con fastidio— desearía que se tratara de Kagome—tomó a la chica azabache frente suyo de la cintura y comenzó con la canción lenta, cada paso se hacía más a la idea de que se trataba de su niña azabache amada.​

​

Inuyasha bailaba acaloradamente con la que deseaba fuera Kagome, y Sesshomaru hacía lo mismo con Kagura, pero sólo por obligación mientras a cada segundo pensaba en el fastidio que se le hacía bailar así con esa mujer por la cual no dirigía sentimiento alguno, a veces simplemente no se le hacía tan fastidioso cuando involuntariamente pensaba que la mujer con al que bailaba tan cerca y acaloradamente era nada más y nada menos que Rin, pero que pensaba se remecía y continuaba bailando desganado.​

En eso un auto por mucho menos lujoso que cualquier otro en el aparcamiento se estacionó, de el descendieron Kouga, vestido de una manera tan elegante y atractiva que hasta a Kagome la hacía sentir que las mejillas le quemaban, ella vestida con su Gustav Armanddi se veía magnifica, ambos ingresaron y aprovechando que la canción era llevadora se dejaron llevar y comenzaron a bailar.​

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Inuyasha ya se convenció de que con quien bailaba era con Kagome, hasta sentía el deseo de besar sus labios, bailaba apasionadamente mientras la temperatura subía y la distancia se hacía nula entre las anatomías, igualmente para Sesshomaru y Kagura, ella lo gozaba y él.. ¿También?, sus pensamientos lo dejaron emprender vuelo y sus intenciones ocultas salieron a flor de piel, gozaba de cada baile y igualmente sentía antojos de besar a su compañera, Kouga y Kagome que ni se diga estaban en las mismas que los demás, Kouga anhelaba ese momento desde hace bastante y la distancia ya no existía, pronto, ¿tampoco existiría entre ambos labios?, eso no lo sabían, Kagome se dejaba llevar pensando que era Inuyasha y deleitándose con que se tratara de Kouga, a quien amaba, a quien quería...​

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En un momento ya estaban ta cerca el trío de parejas que podían sentir la respiración del otro, tan cerca que sentían sus labios sin aún haberse tocado, su anatomías tan cerca que disfrutaban de que cada recoveco del cuerpo del otro, tan caluroso que las chicas aún usando vestidos strapless y sin hombros ni mangas no sentían frío alguno, las mujeres danzaban por toda la pista a grado que ya todas habían pasado por las manos de cada uno de los tres hombres, ahora mismo Rin danzaba con Sesshomaru, Kagome con Inuyasha y Kouga extrañamente danzaba con Kagura, bailaban cada uno tan apasionadamente con la pareja, la mayoría deseando que se trate de alguien más a tal grado que así es para ellos, que les daba lo mismo, en este momento aún que estuviesen bailando cada uno con quien deseaban, exceptuando a Kouga y Kagura, de todas formas con quien bailaban podía tratarse de un cualquiera y ellos jurando que son sus amados, la canción era eterna, la más larga todas y era toda de los jóvenes esa noche, gozaban de sentir los cuerpos de sus bailarines, su aliento el sabor de sus labios aún intactos, todo, faltandole la anda misma para el termino de la canción las parejas se mantenían así, Sesshomaru bailando con fervor con Rin, Kouga danzando acaloradamente con Kagura y Inuyasha moviéndose con pasión al ritmo de la música, con Kagome a distancia cero de su cuerpo.​

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Cuando la última tocada dio fin, a corta distancia todos los labios se unieron, Sesshomaru al fin saboreaba los labios de Rin, Inuyasha gozaba con el dulce de la boca de Kagome y Kouga y Kagura sin sentir nada entre ambos les daba igual, para sus pareceres no era con quienes bailaban realmente con los cuales compartían ese beso...​

Inuyasha aún con Kagome tomando a la azabache, una de las tres, de la cintura y deleitándose del dulce sabor de sus labios escucha la femenina voz de su madre quejándose por algo...​

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— Hijo, suelta a esa muchacha cualquiera.​

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El grito atroz de la mujer llamó la atención de todos los presentes, Sesshomaru salió de su apasionado beso tanto cómo Kagura y Kouga quien hasta se llegó a ofender con lo que debía ser para Kagome, y la rabia lo hacía hasta sentir calor bajo la piel, Sesshomaru y Rin se miraron sin saber que más decir, la pequeña se puso cuerdamente de pie y al voltear la mirada fulminante de su hermana la hizo sentir mayor culpa por lo que salió casi llorando del lugar, su hermana tras sentirse profundamente decepcionada y furiosa siguió por los pasos de su hermana y huyó en el acto, Kouga no sabía que hacer o que decir en defensa de su amiga, y Sesshomaru se sentía completamente idiota primeramente por hacer público su deseo oculto por Rin y además por no guardar la compostura, pero de que estaba feliz y deseoso de más no lo negaría, Kagome miraba avergonzada a la madre de Inuyasha y este la miraba con odio.​

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Continuará...​

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Cómo dije me demoré un siglo pero ahí está, es corta pero está...​