Microrrelato Un amor del más allá

Tema en 'Nano y Microrrelatos' iniciado por ScarSteban, 17 Diciembre 2018.

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    ScarSteban

    ScarSteban Entusiasta

    Aries
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    1 Noviembre 2018
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    70
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    Escritor
    Título:
    Un amor del más allá
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    498
    Un amor del más allá


    Es un día como cualquier otro.

    Chizuru, una joven ama de casa, prepara todo lo necesario para que sus hijos asistan a la escuela. Almuerzos empacados, sonrisa en el rostro, y la promesa de una cena deliciosa, son las tácticas que utiliza para intentar minimizar y hacer olvidar el impacto de su divorcio a sus pequeños.

    La crisis de su matrimonio finalmente llego al punto de quiebre y con ello la separación de su familia. Todo por haber sobrepasado la edad que su esposo consideraba lo apropiado para estar casado con una mujer veinteañera y no con una anciana.

    — ¡Maldito idiota!— explotó Chizuru al recordar las palabras de ese hombre, mientras aseaba la casa a media mañana. De haber conocido la clase de patán con la que se casaba, lo habría dejado en el altar sin dudar. Pero una sonrisa atravesó el rostro de la bella mujer debido al recuerdo que surco su mente, el día que su esposo se marcho y pudo finalmente descargar toda la rabia y frustración que tenía acumulada pateándolo en la entrepierna.

    — ¿Recordaste algo interesante, cariño?— Chizuru frunció el ceño y dio un ligero respingo cuando escucho aquella voz masculina junto a su oreja y siguió un toque helado sobre su cintura.

    — ¡Nada de “cariño”, ya te dije que te largues de mi casa!— la ama de casa comenzó a abanicar el aire a su alrededor con molestia por aquel atrevimiento.

    Este era el otro problema que se sumó a la crisis por la que atravesaba su vida.

    Se trataba de nada más y nada menos que un fantasma que se autoproclamó su nuevo esposo, apenas sobrellevaba el disgusto de su divorcio y ahora le sucedía aquello. Lo que intentó hacer fue lanzarle un hechizo de impotencia a su ex esposo y en lugar de eso recibió a un inquilino etéreo y desvergonzado.

    Afortunadamente sus hijos no percibían nada extraño, y lo único que ella lograba ver era una bola de gas informe, pero el problema era las confianzas que aquel espectro se tomaba, acurrucándose a su lado en la cama durante la noche, irrumpiendo sus duchas, y sujetándola de la cintura a cada oportunidad. Chizuru se daba cuenta de su presencia debido al toque gélido que le provocaban las manos de aquel fantasma.

    De no ser por eso podría aguantarlo— la mente de Chizuru divagó momentáneamente con aquel pensamiento, pero de inmediato recupero la cordura y se golpeó la cabeza contra la pared un par de veces como castigo por haberse dejado llevar.

    — ¿Pero que es lo que haces, cariño?— la ama de casa sintió un toque helado sobre su frente, aliviando la molestia— ¿Te encuentras bien?— la ternura en aquella pregunta le erizó la piel, hace mucho que nadie era tan afectuoso con ella.

    Aquel momento casi hizo que Chizuru se arrepintiera de contratar a un exorcista; casi, hasta que sintió otro toque helado, esta vez en su trasero.
     

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