Toy Story Un amigo fiel [ Toy Story]

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Fénix Kazeblade, 6 Noviembre 2013.

  1.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

    Cáncer
    Miembro desde:
    9 Noviembre 2011
    Mensajes:
    2,341
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Un amigo fiel [ Toy Story]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1176
    Antes que nada aclaro no saldrán ninguno de los personajes de la pelicula normal, ni Woody ni Buzz ni Jessy, habla de una historia de un juguete y su niño, nada más. Espero que les guste, esconde mucho de la canción tema, espero les guste :D.

    *********************************​
    Me había convertido en su juguete favorito, hacía ya un año de su elección, no me había sentido tan feliz en toda mi existencia, el destino de un juguete era estar con su niño, divertirlos, estar siempre allí y a veces más, aunque eso implique superar cualquier límite.

    Fuertes ventarrones sacudían la pequeña lancha que buscaba mantenerse a flote en medio de aquel violento mar a través de esa inclemente tormenta, lo único que podía verse era el barco hecho trizas a los lejos consumiéndose por las llamas de aceite que se resistían en aminorarse con la lluvia y tenebrosos relámpagos de la tempestad.

    —Tengo miedo Jumpy…tengo miedo…— susurraba mi niño mientras me aferraba más a su pecho.

    Yo, era una ranita de peluche algunas partes de plástico como mis enormes ojos de batracio y lo que era mi abdomen color amarillo en mi cuerpo azul eléctrico de terciopelo, tres dedos en unas extremidad y una cabeza prominente. Bueno, ya se los había dicho, David me llevaba a todos lados y esto, se suponía eran unas vacaciones.

    Fue demasiado repentino, jugábamos en la cubierta del barco, cuando la lluvia se tornó más agresiva, una media hora después apenas se podía mantener a flote la embarcación hasta golpeo contra unas rocas y terminó volcándose, salimos de prisa, me llevaba cargando, sus padres apenas lograron echarnos al barco, subirían ellos pero un movimiento brusco terminó haciendo que la polea que sostenía el bote se rompiera y cayera violentamente al agua y entre gritos de desesperación de sus padres y de David, nuestra lancha se alejó rápidamente y les perdimos de vista.

    Se encontraba ensimismado, tenía miedo, demasiado, lloriqueada y se aferraba a mi mientras daba sobresaltos cada vez que nuestra pequeña barca era golpeada por una lancha dando gritos de terror. Deseaba ayudarle, estar con él, no podía imaginar lo que pasaba del todo pero lo imaginaba, sabía que era una familia, entendía lo que era estar en medio de una situación difícil, cuando todo el mundo que transcurre a tu alrededor se mueve, se precipita y amedrenta contra ti y tu, solamente debes de esperar lo mejor.

    —¡Jumpy, por favor dime algo!, ¡Dime que papá y mamá están bien!—gritaba David desesperado.

    Me sentía terrible teniendo que ocultar todos mis sentimientos, mi rabia, mi miedo, mi piedad, mi clemencia ante el que consideraba era mi mejor amigo, todo por seguir las reglas.

    Nadie sabe exactamente de donde surgió ese decreto, parece venir con cada juguete desde el momento que es fabricado, el parecer que somos simples objetos y no seres animados que tenemos tanto aprecio por ellos, como ellos por nosotros, pero así es incluso en momentos así.

    —¡Es un barco!

    A los lejos se dibujaba una pequeña lucecilla como la de un foro o una lámpara, destellaba por momentos en los que quien la portaba era ocultado pro el vaivén de las olas, había surgido en ambos un halo de esperanza al creer que alguien vendría a nuestro rescate.

    David comenzó a avanzar hasta querer llegar a uno de los remos, ese instinto por sobrevivir que nos habían enseñado los humanos era evidente desde que eran pequeños, tuvo que apartarse de mi para poder tomarse de uno de los tablones que fungían el papel de asientos y alcanzar la paleta de madera, parecía que todo iría bien, llegaríamos hasta ellos y nos rescatarían pero…

    Una ola casi tan grande como el barco del que habíamos naufragado, al menos desde mi percepción se alzó sobre nosotros y como un monstruo acuático nos engulló sin piedad, por segundo ante mi vista todo fueron imágenes borrosas, descendía como los trozos de madera que habían formado la lancha, dejándome llevar solo con el impulso del agua. David, ¡él no estaba!.

    Lo busque desesperadamente con vista encontrándome solo maderos, rocas y nada más. Una silueta, a lejos, no era muy claro pero estaba seguro que era de él, parecía inconsciente. ¿Cómo es que serviría para hacerlo feliz, jugando conmigo si lo dejaba morir?...

    —¡David! —exclamé en un gritó que se perdió al instante entre el mar.

    Comencé a nadar precipitadamente hacia él, resistiéndome al oleaje que me llevaba a causa de mi poco peso, dos ocasiones me hizo vacilar antes de alcanzar su mano, el mero instinto la hizo estrecharla con fuerza, era ventaja considerable el que yo no tuviera que respirar, además que por efecto de la densidad podía arrastrarlo aunque fuera más grande que yo.

    Sin embargo, lo que más me movía en ese momento, era su amistad, era los recuerdos de tantas horas jugando a rescatar princesas, vencer a villanos, detener invasiones, esas noches donde lo protegí del monstruo bajo su cama y juntos nos volvimos más valientes, más seguros, como en el jardín de niños hicimos tantos amiguitos, como tantas veces me decía que era su mejor amigo.

    —Jumpy…me salvaste…—dijo David semiconsciente.

    —Eres mi mejor amigo…—respondí.

    Una lancha de rescate nos recogió unos minutos después, por fortuna sus padres estaban a adentro y la tormenta fue cesando hasta solo era un mal recuerdo antes de tocar puerto.

    Epilogo

    23 años más tarde.

    Un niño de unos cinco años observaba la estampa blanca de nieve que decoraba la acera mientras colocaba la última esfera en el árbol de navidad, en ese momento vio un auto estacionarse en la entrada y se levantó emocionado.

    —¡Es papá!, ¡Es papá! —exclamaba pegando saltos.

    Se encontraba con una mujer en el pasillo y la abrazaba ansioso.

    —¿Lo escuchaste?

    — Si, Martín, pudo llegar a tiempo para navidad.

    La puerta se abría, frente al umbral se dibujaba la silueta de un hombre alto portando una gruesa gabardina, el chico sin pesarlo dos ves le saltaba encima y lo abrazaba, el hombre lo tomaba en sus brazos y lo cargaba mientras la mujer se acercaba para besarlo en los labios.

    —Bienvenido, esposo mío—le decía a modo de un amoroso susurró

    —Hola preciosa, estás tan bella como siempre—le respondía él.

    —Papá, te extrañe mucho—exclamaba el niño saltando entre ambos.

    El hombre sonreía y con el brazo libre sacaba un paquete que tenía oculto en su espalda.

    —Mira lo que te traje…

    —¡Un obsequio!...

    —Uno muy especial, tómalo…

    Al niño lo tenían que decir dos veces cuando salía disparado hacia la sala, se sentaba en el sillón para abrirlo. El hombre y la mujer se sonreían mutuamente.

    —Lo tenía entre mis cosas, fui con una persona que se dedica a restaurar juguetes y lo dejó como nuevo…

    El niño tomaba con ilusión a la ranita de peluche que sacaba de la caja mirándola contento para luego abrazarla.

    —Promete que lo vas a cuidar mucho hijo…

    —Lo prometo papá.

    —Él siempre fue muy importante para mí, es como si fuera, mi mejor amigo.
     
    Última edición: 28 Julio 2014
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
    Miembro desde:
    13 Mayo 2008
    Mensajes:
    2,911
    Pluma de
    Escritor
    Oh, que lindo ha sido esto. Pensé que sería algo sobre la pelicula, pero creo que el título es abierto para una historia de juguetes independiente, y bueno, no he quedado para nada decepcionada.
    Yo solía tener un peluche de tigger llamado Bambi, no hagan preguntas sobre el nombre, me gustaba y ya ._. , con el paso de los años ese peluche se perdió y jamas lo volví a encontrar. Así que de algún modo me has puesto algo nostálgica, yo amaba a ese muñeco ;-;.

    En fin, volviendo a tu relato, me he quedado confundida con algunas cosas, como con eso de que al final el niño ya sabia que el muñeco tenia vida pues el lo salvo y hasta le habló, mi pregunta aquí es. ¿Por qué años después sigue fingiendo que el muñeco no tiene vida?, no me refiero a que lo haya olvidado u algo, por que queda bastante claro que le tiene y le seguirá teniendo un amor incondicional al juguete, y se lo ha heredado a su hijo para que ahora él lo cuide y juegue con el.

    Pero pienso que la parte en la que le muñeco habla debió haber sido omitida, pero la parte en la que el niño se da cuenta de que lo salva es bastante buena, pero que después de salvarlo volviera a quedarse inmóvil habría sido interesante. Pues aunque Jumpy ya no se mueva, él se habría dado cuenta de que lo había rescatado y de ahí seguir con la historia como la has puesto.

    No sé, me parece que eso habría quedado mucho mejor. Aunque así tampoco está mal.

    Fijándome en lo técnico te ha fallado un poco la puntuación, hubo comas y tildes ausentes; también tuviste algunos errores gramaticales como este:

    .

    También te comiste algunas palabras en las oraciones y puedo señalártelas después si quieres.

    Pero dejando de lado los errores, el relato no deja de ser lindo y adorable. Por lo que puedo decir que hiciste un buen trabajo :3.


    Espero que sigas escribiendo por aquí, saludos.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso