Microrrelato Un adios para mi hermano

Tu y yo estábamos muy unidos, nadie se lo explicaba, todos decían que nuestra relación no era una normal entre hermano, pero a nosotros nos daba igual, tu eres mi hermano mayor, siempre me protegías, pero ahora… eso ya no iba a pasar, tu te ibas, y eso que hacía ya tiempo me había prometido quedarte conmigo, ¡pero me metiste!, cuando me lo dijiste, al principio pensé que me estabas engañando, que no era cierto, que era solo una broma, pero tu seriedad me hizo ver la realidad, mis lágrimas empezaron a salir de mis ojos deslizándose por mis mejillas, te acercaste a mí y me abrazaste, pero estaba muy enfadada, te empuje y te dije cosas horribles, luego corrí a mi habitación y me encerré en ella, me sentía mal por lo que te había dicho, pero el dolor que sentía dentro no tenía explicación.
Estaba tumbada en mi cama, abrazada a mi almohada empapada de lágrimas, entonces oí la puerta y luego tu voz, te ignoré, y seguí llorando.
A la mañana siguiente la puerta volvió a sonar, eran las ocho de la mañana, justo la hora en que te ibas a la universidad, abriste la puerta, y te acercaste a mí:
─ siento todo lo que ha pasado… pero me tengo que ir, ¿te despedirás al menos de mí?─ me los pensé durante unos instantes, pero decidí que no, no lo soportaría
─ esta bien… no te despidas de mi, si no quieres ─ caminaste a la puerta, pero antes de salir paraste y volviste a mi lado
─ te quería regalar esto, se que te gustan mucho ─ me dejó un oso de peluche a mi lado, se acercó y me dio un beso, yo seguía llorando, saliste de mi habitación, cogí el peluche y lo miré, había una nota escrita “aunque no este siempre te cuidare” Después de leer la nota, pensé en mi hermano, oí la puerta de la calle abriéndose y las voces de mis padres, mi hermano se iba a ir y no me había despedido de él, salí corriendo, el estaba saliendo y le abracé por la espalda:
─ no te vayas por favor… ─ lloré mucho, el me abrazó muy fuerte y se fue.