Explícito UCA - Una vez en diciembre

Tema en 'Relatos' iniciado por Sora Taka, 1 Febrero 2018.

  1.  
    Sora Taka

    Sora Taka Halcón del cielo

    Sagitario
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    22 Febrero 2013
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    14
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    UCA - Una vez en diciembre
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    6041
    ¡Buenas a todos! Paso a dejar por aquí como se había quedado, la historia con la que participe en el concurso Una caliente navidad realizado por Neru con la iniciativa de integrar el contenido explicito que se acaba de aprobar en la página. En la que de manera sorprendente aún para mi, ¡gane el primer lugar en un tri empate! :omg<3::<3: aun estoy en shock y feliz por ello :3

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    :muffin:ADVERTENCIA:muffin:
    El siguiente texto a continuación contiene escenas explicita de sexo, por favor ser conscientes de ese detalle al momento de leer, si no os gusta este tipo de contenido mejor deja esta historia y silenciosamente entra a leer otra jeje

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    Una vez en diciembre
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    ¿Cómo es que había llegado a estar en ese tipo de situación? Sin poder evitarlo, tragó saliva con nerviosismo, se encontraba jadeante y el sonido de villancicos navideños aún resonaba en la calle, haciendo que recordase como había comenzado todo…

    —x—

    Katherine White, una joven oficinista de 28 años se encontraba trabajando animadamente en su computador, se encontraba levemente frustrada, pues siendo ya diciembre su trabajo se incrementaba el doble, lo cual la frustraba, pues su jefe se encontraba encima suyo exigiéndole rapidez laboral.

    ¡¿Qué creía que era, una maquina?!

    El solo pensar aquello hizo que nuevamente su ceño se frunciera, no es que odiase a su jefe, todo lo contrario, tenía hasta un flechazo por él, pero es que una vez llegaba este mes se convertía en un auténtico monstruo.

    — ¿Ya están todas las redacciones? Te recuerdo que la eficacia de nuestro trabajo está en la puntualidad de entrega, señorita White —lo escuchó decir, haciendo que ella rodase los ojos.

    —Le recuerdo que no soy la única redactora en esta empresa, señor Malcon, todo el departamento se encuentra tan ocupado como yo revisando todas las áreas —mencionó moderadamente, encontrándose con los castaños ojos de su jefe, aquellos que se encontraban completamente en modo trabajo, mostrando una mirada dura y severa, lo cual le daba un aire sexy según Katherine.

    Su jefe, Thomas Malcon, era de aquellas personas de las cuales te preguntas si es que nacieron siendo hermosos genéticamente o es que tienen un oscuro pasado de cirugías, su cabello y ojos castaños, en contraste con su piel blanca y su cuerpo bien tonificado hacían que cualquiera se derritiera.

    — ¿Me está escuchando señorita White?

    — ¿Sí, disculpe?

    —Le decía que el trabajo que más me interesa es el suyo por ser el que encabezará el informe para los inversionistas, sabe tan bien como yo lo que significa llegar a fin de año y tan exigente son ellos sobre los detalles de todo el año.

    —Me disculpo en todo caso, le informo que ya me encontraba terminando, solo unas pequeñas correcciones y se lo pasaré a su oficina —comentó Katherine una vez escuchado la palabrería de su jefe, quien le envió una mirada indiferente y se regresó a su oficina, ¿cómo es que le gustaba ese hombre? Sin poder evitarlo suspiró en cansando y disipo sus pensamientos para enfocarse en su trabajo.

    Pasado unas horas entregó su redacción a su jefe, quien lo aceptó y luego de leerlo y verificar que no hubiera errores la dejó irse a casa, a lo que Katherine agradeció de buena manera pues ya eran pasados de las once de la noche.

    Salió de la oficina con un aura cansada, miró a su alrededor con suspicacia, encontrándose con adornos navideños por todos lados, hace apenas cinco días que había empezado el mes y todo el lugar ya estaba adornado.

    Que gran desperdicio de dinero” pensó para sus adentros, no es que le disgustara navidad, pero desde que había ascendido en su trabajo se encontraba tan ocupada en esas fechas que hasta ya no le podía ver sentido el gastar dinero en adornos, regalos y todas esas cosas.

    El trabajo me ha amargado” suspiró con pesadez una vez más, al momento que chocaba con alguien.

    —Disculpe

    —Disculpe usted, debí haber notado que una hermosa señorita estaba en el camino —bastó escucharlo para saber que había chocado contra un hombre, y al levantar la mirada se encontró con uno, parecía tener su edad, era simpático a la vista, nada fuera de lo común.

    —Hum, gracias… —fue su respuesta intentando retroceder, a esta hora uno no se podía fiar de nadie.

    —No desea tomar unas bebidas, sería bueno una compañía femenina —habló el muchacho, a lo que Katherine miró desconfiada, tomándose recién el tiempo de mirarlo; era unos centímetros más alto que ella, de cabellos negros desordenados y de ojos más claro que los de su jefe, llegando a ser miel, gracias a la poco luz notó también la piel entre clara entrando a morena, su rostro mostraba una sonrisa desinteresada, como intentando mostrar confianza— Si me sigue mirando de esa forma, me sentiré muy avergonzado...

    Katherine regresó a la realidad al escucharlo, dándole una pequeña sonrisa— Discúlpeme, no es tan normal que personas me inviten a tomar unas bebidas a este tipo de hora —dijo ella— Me encuentro muy cansada con ganas de llegar a casa, así que discúlpeme por rechazar su petición.

    —Oh claro, en otra ocasión será entonces —decir que estaba sorprendida de la soltura de sus palabras era poco, pero lo tomó para bien, al menos había sido fácil lidiar con aquella rara situación.

    Con duda dio unos pasos para alejarse, aún podía sentir la mirada de aquel chico en su nuca, pero trató de no darle importancia y se perdió entre las calles del centro, esperando encontrar algún trasporte en cual irse a casa…

    —x—

    Había pasado ya una semana, su trabajo como siempre la tenía ocupada gran parte del día y el resto de este la pasaba en casa, disfrutando de un descanso para sus manos, ojos, columna y cabeza.

    Pero una que otra duda aún asaltaba su cabeza en medio de su descanso, y eran sobre aquel muchacho con el que se había topado hace días, con el cual curiosamente se había chocado unas tres veces más en la semana.

    ¿Me estará siguiendo?” se preguntó, pues se lo había encontrado al finalizar su trabajo en dos ocasiones y en la tercera ocasión se lo encontró en el mismo café donde iba a desayunar…

    Un encuentro es pasable, pero con este ya son cuatro” pensó mientras revolvía su cabello y se miraba en el espejo, se encontraba mojado, pues había salido hace poco de la ducha y estaba en el tocador.

    Su cabello castaño y rizado enmarcaba su rostro mientras gotas de agua se deslizaban por sus brazos y pecho. Sus ojos verdes se encontraban adornados por unas ojeras de cansancio mucho más notorias en su piel que tiraba a blanca en la que resaltaban unas cuantas pecas en sus mejillas y el puente de su nariz.

    Siempre había odiado sus pecas, pues la hacían parecer una niña a pesar de su edad, quizás por aquello siempre era acosada, solo quizás…

    — ¿Será que trabajamos cerca? —Se preguntó mientras escogía su piyama— Bueno, puede que este exagerando, solo fueron unos cuantos encuentros….

    ¿Cómo es que había terminado pensando en aquel chico? No entendía realmente el por qué, pero lo había hecho, le resultaba curioso todo en él, a pesar de sentirlo como un acosador, en realidad era muy amable al hablar y a decir verdad no tenía ningún aura de ser alguien malo…

    Aunque no podía confiarse de aquello, pues hoy en día la gente podía tener tantas mascaras que uno no podría decir en realidad si eran o no así.

    Con aquellos pensamientos Katherine se durmió, demasiado cansada para seguir en aquellas cuestiones…

    —x—

    Domingo, como le gustaba ese día, no tenía trabajo y ningún asunto que atender, podía simplemente relajarse en casa y aquello era lo que hacía.

    Con una sonrisa en el rostro Katherine se acomodó en su sofá de jardín y se deleitó de ver a los pájaros cantar en medio de la mañana en la fuente para pájaros que tenía.

    Un sonido llego a desconcentrarla, encontrándose a su vecino estar acomodando cosas navideñas en los pilares de su casa, miró curiosa como su vecino adornaba su casa y luego miró la suya, la cual no tenía ningún adorno…

    El trabajo no deja tiempo para otras cosas para algunos” se defendió sola y siguió mirando como su vecino acomodaba sus foquitos y demás, a espaldas de ella.

    Pero una vez volteó, sus ojos se desorbitaron y terminó soltando su taza de café— ¡Tú! —dijo en alto que hasta el chico la escuchó, levantando su mirada y devolviéndole la mirada sorprendida tras sus lentes que traía puesto.

    —Pero que sorpre-

    — ¡Nada de sorpresas, me estas siguiendo! —acusó.

    — ¿Eh? Señorita, creo que se está confundiendo…

    — ¿Entonces por qué estás ahí?

    —Señorita… esta es mi casa, me mude hace poco, no sabía que usted vivía a espaldas de mi casa, que coincidencia —la sonrisa alegre en el rostro del joven hizo que Katherine se quedase con sus palabras en la boca.

    ¿Qué era todo aquello? ¿Otra coincidencia más?

    —Vas a decir entonces que esas veces también fueron coincidencias —lo miró acusante, haciendo que el chico ladeara la cabeza hasta entender sus palabras.

    — ¿Se refiere a las veces que nos encontramos en el camino? Vaya que sí, he empezado a trabajar en una librería por la zona y cerramos tarde algunos días a la semana, es mi primera semana allí de hecho —contestó sonriente.

    —Y lo del café…

    — ¡Oh! ¿Esa vez? Mi jefe me había enviado por un café de ese local, me ha gustado la calidad de sus productos, en cierta forma pienso volver a frecuentar ese lugar para mi alimentación también, no me esperaba encontrarla… quizás es el destino quien la pone en mi camino —le guiñó un ojo seguido a sus palabras y miró divertido como la chica fruncía el ceño, no muy segura de creer en sus palabras.

    Entonces… solo fueron coincidencias” pensó para sí misma sin creérselo aún, quizás el trabajo la tenía tan estresada que andaba imaginando cosas…

    —Ahora será posible que me acepte la bebida, o quizás ¿alguna taza de café? —dijo riéndose al ver el tiradero de la taza de café de la chica.

    Katherine sin poder evitarlo se ruborizó, pues había soltado su taza al sorprenderse de verlo y ahora estaba todo un tiradero en su piso…

    —Me llamo Roy, Roy Malcon —se presentó sonriente.

    — ¿Malcon? —mencionó con duda y sorpresa Katherine ¿Seria acaso algún familiar de su jefe?— ¿Conoces algún Thomas Malcon?

    — ¿Hum? Para nada ¿señorita?

    —Katherine, Katherine White

    —Señorita Katherine

    —Por favor solo Katherine, no estamos en alguna zona de etiqueta —repuso la chica.

    —Está bien

    Entonces no tiene parentesco con mi jefe… quizás solo tenga su mismo apellido, digo no es nada extraño” pensó la muchacha aún desde su lugar sin acercarse a la cerca que separaba su casa de la del chico.

    —Entonces… ¿acepta el café? —volvió a preguntar, sonriendo al ver que la muchacha asintió…

    —x—

    Estaban ya cerca de navidad, era 23 de diciembre a tan solo no más de dos días y como siempre Katherine se encontraba trabajando, sus dedos ya le dolían de tanto escribir pero aun así seguía, tenía que terminar aquello si es que quería salir de su trabajo, además tenía una cita después, con Roy.

    Era en plan amigos, como todas sus salidas en las últimas dos semanas, iban al Karaoke, a algún bar, o simplemente charlaban desde cada lado de la cerca que separaba sus casas…. Era lindo, Katherine no podía no estar más a gusto, no eran de esos hombres pesados, él era tranquilo, de charlas ligeras, mantenía su espacio y a pesar que sus encuentros eran nocturnos por el horario de sus trabajos, él era todo un caballero.

    —La veo muy animada, señorita White —escuchó decir a alguien, quien no tuvo que mirar para saber que era su jefe, con quien confirmo que no tenían parentesco con Roy, al preguntarle si conocía a alguien con ese nombre.

    —Me encuentro animada señor, por que con este clic más mi trabajo de hoy a terminado —le respondió sonriente mientras empezaba a imprimir su informe y se lo pasaba a su jefe mientras ella se ponía en una pose de triunfadora por terminar su trabajo.

    —Hum, indudablemente tu trabajo siempre es el mejor, muy bien, puedes retirarte —le dijo su jefe luego de terminar de revisarlo a lo que ella infló el pecho y agradeciendo se dispuso a acomodar sus cosas— Por cierto, tienes libre de aquí al 26, por tu trabajo, disfruta el descanso estos días que al volver habrá más en que trabajar —le dijo para alegría de la chica.

    Luego de unos minutos ya se encontraba fuera de la empresa, acomodándose su ropa de trabajo y su pelo se dispuso a ir a encontrarse con Roy, quien ya salía de su trabajo también y acomodando su chamarra le regaló una sonrisa.

    — ¿Qué será esta vez? —le preguntó él al llegar donde ella.

    — ¡Vamos a tomar! ¡Me han dado libre estos dos días que vienen! —Dijo ella sonriente— Oh espera… pero tú tienes trabajo…

    —No pasa nada, puedo pedir permiso para mañana —le respondió para alegría de la castaña.

    —Entonces tomemos un trago, Roy —pidió la castaña con una sonrisa, haciendo que el chico la mirase un momento, admirándola, pensando cómo habían cambiado los papeles y ahora era ella quien le pedía un trago después del trabajo.

    —Conozco un buen bar cerca de aquí —mencionó tomando la mano de la chica para empezar a correr, agarrando de sorpresa a Katherine.

    —x—

    Los recuerdos se mezclaban en medio de la situación, una petición, basto hacer una petición y aquella víspera de navidad cambio todo…

    —x—

    — ¡Vamos! ¡No es tan difícil! Siempre quise ver aquello… hazme ese pequeño favor Roy —dijo Katherine con voz disuelta por los tragos que traía encima, se encontraba regresando a casa con Roy, quien parecía estar como ella, entrado en copas pero consciente.

    — No estoy seguro… mejor pídemelo cuando no estemos en este estado, Kathy —le respondió con algo de vergüenza a la petición de la chica.

    — ¡Mareada no tengo vergüenza de mi petición, sobria si lo tendré! —fue la evasiva de ella con un pequeño puchero al llegar al porche de su casa.

    Roy la miró, no muy seguro de la petición, ¿Katherine estaba segura de lo que pedía? ¿Un striptease? y a todo esto, ¿por qué eso? Necesitaba estar sobrio para poder procesar mejor esto, no estar como estaban ahora, alcoholizados a poco menos de una hora del amanecer…

    — ¿Lo quieres… con todo…? —pidió saber…

    — ¿Eh? ¡No, no! Solo el baile… ¿podrías hacerlo? Tengo curiosidad… —sin vergüenza alguna lo dijo, ¿tanta era la confianza para pedir aquello? Quizás en su estado de embriaguez lo era…

    Lo invitó a pasar, y una vez dentro se sentó en una silla y encendió la música, lista para ver ese curioso espectáculo del cual siempre tuvo curiosidad, siempre lo había visto de mujeres, ¿pero cómo sería en hombres?

    Roy aun en su estado sintió vergüenza de hacer lo que haría, ¿Cómo se bailaba aquello? Nunca lo había hecho…. Al poco que empezó ella empezó a reírse por los movimientos del chico.

    —No puedes culparme, no sé nada de esto —fueron sus palabras.

    — ¡Pero es como un juego de danza! ¡Un juego! Solo muévete al ritmo de la música… —a medida que hablaba su cuerpo empezó a moverse, primero los hombros, luego su cabeza en conjunto con sus manos y al poco rato se levantó de la silla para mover sus caderas mientras agarraba su pelo rizado por encima de su cabeza…

    Decir que Roy no estaba maravillado seria mentira, pues basto verla para que su corazón latiera con rapidez por la mezcla de sus emociones y el alcohol.

    La sonrisa coqueta que había puesto Katherine para su demostración tampoco estaba ayudando…

    —Kathy… es mejor que pares, ya entendí tu explicación —dijo abochornado Roy, mientras se acercaba a parar la demostración de ella.

    — ¿No te parece bien mi baile? ¿Lo estoy haciendo mal? ¿No soy linda? —fueron las palabras de ella al malinterpretar la situación.

    —Para nada… lo cierto es que me pareces linda pero… es mejor parar eso…

    — ¿Te parezco linda? ¡Que coincidencia, a mí también me pareces lindo! —la sonrisa que tenía en compañía de sus pecas le resultó de más de adorable para Roy, quien no pudo no empezar a hacerle cosquillas de la nada.

    — Jajajajajaja, deja, jajajajajajaja, Roy me estas jajajaja matando jajajaja

    —Es tu castigo por hacer que me sintiera feliz de escuchar a alguien llamarme lindo —fue su justificación mientras seguía sus ataques hasta caer en el sofá de la sala donde estaban…

    Se miraron unos instantes estando ahí, Katherine contra el sofá y Roy encima, con las manos en sus costillas y una sonrisa en el rostro, el sonido de algunos foquitos navideños de algún vecino sonaba de fondo débilmente mientras sus miradas se conectaban.

    ¿Quién había dado el primer movimiento? Todo era muy confuso para recordar, pero, ¿Acaso importaba? Por el momento, simplemente se dedicaron a disfrutarlo.

    Se hallaban en medio de un beso, uno muy tierno hay que decir, como tímidos de hacer algún otro movimiento, sus labios danzaban, una y otra vez en conjunto.

    ¿Acaso era posible que hubiera labios tan suaves como los de él? Puede que era su falta de experiencia o que se hubiera olvidado como eran los besos o hasta que puede que fuera por el alcohol en sus venas… No importaba el motivo, pero para Katherine aquellos labios eran adictivos en esos momentos.

    —Para… Kathy, debemos parar esto, no es bueno —a todo pronóstico Roy detuvo el entrelazamiento de sus labios, no era bueno lo que hacían, no mientras estaban bajo los efectos del alcohol…

    Katherine lo miró unos momentos, encontrándose maravillada de como en ese estado Roy seguía siendo tan caballeroso, sonrió ante aquello, y nuevamente atacó los labios del muchacho, encontrándose acariciando los cabellos del chico en medio de su beso.

    Él tardo un poco en seguirle el paso, pero al hacerlo las manos de Roy dibujaron su cuerpo, haciéndola estremecer, ¿Tan bien se sentía ser tocada por alguien? Se preguntaba ella al sentirlo.

    Jadeo sin poder evitarlo, y empezó también a intentar tocar la piel del chico, metiendo una de sus manos bajo la playera de Roy, recorriendo el costado derecho del joven que tenía encima.

    —Kathy —jadeo su nombre haciéndola estremecer de escucharlo, una de sus manos de él tomó su rostro y acarició sus pecas para luego besarlos haciéndola sonrojar— Que linda —musitó en su afán.

    La temperatura empezó a subir, las caricias aumentaron aún por encima de las ropas, ambos toques quemaban, era como si en sus manos tuvieran algún objeto tan caliente que a medida que tocaban mutuamente sus cuerpos sentían un toque ardiente como el fuego…

    Roy se había separado del sofá aún en medio de su cascada de besos con aquella mujer de mirada esmeralda, la abrazó con ternura y empezó a conducirla por el lugar, llegando a estamparse contra alguna pared.

    —Tu…

    —A la derecha…

    No era necesario decir mucho, ambos sabían a qué se refería ella…

    Roy alzó a Kathy para acelerar el proceso, teniéndola en posición nupcial la besó con besos fugases por todo el rostro y cuello mientras con cuidado daba pasos a la habitación.

    Katherine no pudo evitar sentir algo de vergüenza de sí misma una vez estampada contra su propia cama con él encima… Aún traía su traje del trabajo y su cabello estaba completamente suelto y revuelto.

    —Eres hermosa con esa expresión señorita —dijo él con el mismo tono de la primera vez, haciéndola reír un poco.

    —Supongo que debo agradecer sus palabras —fue su respuesta de ella, mirando para algún otro lado como no dándole importancia, para después reír y volverlo a ver con una sonrisa.

    La mano de Roy se acercó a la mejilla de Katherine y mientras la acariciaba le dio un apasionado beso, con su otra mano la hizo sentarse al filo de la cama, y una vez teniéndola allí empezó a desabotonar torpemente los botones de la camisa de mangas cortas de la chica.

    Una vez fuera se dedicó a admirar el cuerpo de ella, gracias a la poca luz del lugar podía distinguir como en los hombros y clavícula de ella también se encontraba esparcida de pecas, lo que le hacía ver más linda de lo que ya era…

    Sus besos y caricias siguieron, cada vez más calientes que el anterior, ¿La temperatura había aumentado drásticamente o solo eran ellos dos?

    Beso tras besos, caricia tras caricia, las ropas fueron esparciéndose alrededor de la cama, hasta que terminaron en ropas íntimas, con Katherine encima y Roy abajo.

    — ¡Ah!

    Al sentir la prominencia de Roy estar rozándose con su parte íntima, Katherine no pudo evitar jadear, se sentía palpitante, caliente y dura a pesar de estar aún bajo la tela.

    Roy no estaba ajeno a aquello tampoco, sentirla ahí en esa posición encima suyo… Nunca había estado con alguna mujer y tampoco quería estar con alguna otra después de esto, solo con ella, solo con Katherine.

    Un nuevo beso comenzó, y Katherine jadeo, recordando todo, su primer encuentro, los otros, su descubrimiento de que era su nuevo vecino, sus salidas… todo…

    Una sonrisa se posó en sus labios, si a alguien le iba a entregar su flor, era bueno que fuera él… quizás eran los efectos del alcohol aún o quizás sus sinceros pensamientos, pero su corazón le decía que estaba bien, que no estaba haciendo algo malo… que era el correcto…

    Un nuevo beso inicio, y las manos de Roy empezaron a enmarcar los senos de ella por encima de su sostén, mientras ella se frotaba su zona baja contra él.

    Un gruñido de parte de Roy se dejó escuchar y el corpiño de Kathy desapareció de su cuerpo, haciéndole dar escalofrío.

    Sus labios se separaron y un grito de sorpresa de Kathy se dejó oír...

    —R-Roy…

    La sensación que sentía era extraña, la sensación cálida de la boca de Roy en uno de sus pezones y su mano en la otra activaban cierta parte de su cuerpo, haciendo que una y otra vez una corriente recorriera su espalda, haciendo que estampara sus puños en el colchón a cada lado del cuerpo de Roy, mientras jadeaba de las caricias de la lengua y mano del chico.

    ¿Cómo es que hacer aquello se sentía tan sublime? La piel de Kathy bajo su boca y su mano era tan suave que lo eclipsaban, era adictiva, aquellos pezones con esa textura suave eran tan adictivos que podía vivir chupándolos y apretándolos de por vida y estaba más que seguro que Kathy también lo disfrutaba, lo podía escuchar, cada jadeo y gemido de ella lo confirmaban.

    — ¡R-Roy! ¡Ahh!

    Era extraño, una sensación tan pero tan grande la había atacado, haciéndola sentir mareada unos segundos, su cuerpo se sintió debilitado hasta el punto de flaquear sus brazos.

    — ¡Ka-Kathy!

    Esta vez fue su turno de susurrar su nombre en medio de la pasión, ella había empezado a besar su pecho y continuar en su cuello, mientras sus caderas se movían sobre su miembro ya excitado bajo su bóxer… como le estorbaba tanto aquella tela, podía sentir el calor y la palpitación pero no podía sentirla directamente, haciéndolo enloquecer…

    Una y otra vez, los puntos de su cuello se volvían sensibles bajo esos finos labios, la tomó de la cintura haciendo que sus partes una vez más rozaran, ambos gimieron a gusto con ese roce.

    No sobraron ganas de terminar de quitar las últimas prendas, Kathy empezó a besar el pecho y abdomen de Roy hasta llegar a la línea de su cadera que con solo tocarla el pelinegro suspiró excitado.

    Con delicadeza quitó la tela de la cintura baja de su acompañante, siendo ayudado por él en el proceso, dejando a la vista todo el orgullo del joven, haciendo que ella lo mirase con toda su atención.

    Lo tomó por la base y al sentirlo no pudo no curiosear el resto, era suave, aquella zona de él era sumamente suave y caliente, unas tres o cuatro veces subió y bajó su palma alrededor del miembro viril de Roy, haciendo que este sintiera electricidad por cada poro de su cuerpo.

    Ella lo estaba haciendo suave y lento, con delicadeza, lo cual lo estaba matando, con una mano palpó la cabeza de la chica intentando decirle que pare, pero ella lo había tomado de otra manera…

    — ¡Ah, uff, ah!

    Su sorpresa fue aún mayor cuando luego de sentir unos pequeños besos en la cabeza de su miembro, este mismo era sumergido en la boca de ella, lentamente, tanto como entrase.

    ¿Lo estaba haciendo bien? A pesar de sus dudas ella seguía, se acomodó y ya lista empezó a meter y sacar el pene de Roy de su boca, teniendo cuidado de no morderlo, ensalivándolo un montón.

    Se sentía excitada, hacer aquello estaba haciendo que su propia intimidad se mojara, ¿Qué era esa electricidad que movía a su cuerpo a seguir? Era como una droga, una y otra vez siendo administrada en sus venas, aquella corriente que recorría todo su cuerpo era demasiado excitante…

    Un jalón hizo que se desprendiera de aquel miembro que chupaba y lamia como su fuera una paleta, lo siguiente que sintió era como alguien atacaba su cuello, masajeaba su seno y acariciaba su espalda baja, bajando cada vez más hasta llegar donde sus bragas y dar un jalón para quitarlas…

    Deteniéndose un momento Kathy terminó de quitárselas y en menos de lo que pudo darse cuenta se encontraba nuevamente en aquella situación, jadeando sin poder articular alguna palabra mientras su cuello era besado y mordido, mientras turnadamente sus pezones eran torturados por las yemas de los dedos de Roy.

    — ¡Mmm Ahh!

    Sintió sus brazos y piernas temblar, en aquella posición, estando en cuatro encima de Roy y esté jugando con todo lo que tenía acceso, había llegado a empezar a explorar el premio mayor, un dedo y luego dos, aquellos dedos dentro de sus mojadas paredes la estaban volviendo loca, la excitaban cada vez más…

    —Kathy —susurró en el lóbulo de su oreja para después morderla, haciendo que ella se removiera como un gatito.

    —Roy… —contestó ella entre gemidos, sentía cada vez más fallar sus piernas al tenerlo jugando ahí abajo con sus dedos y aumentó aún más cuando a la par de ello empezaba a lamer sus pechos, era demasiado excitante, su pobre corazón no iba a poder con todo aquello.

    La tuvo así por unos segundos más, hasta que no pudo contenerse, escucharla gemir y jadear en su oído mientras las caderas de ella se movían a la par de sus dedos era demasiado, necesitaba más…

    Kathy se encontró con la mirada cristalina de Roy, ambas miradas reflejaban solamente deseo en esos momentos, uno que estaban dispuestos a cumplir…

    Se acomodó encima de él, froto unos instantes el pene de Roy con su vagina y seguido a aquello lo introdujo, lentamente, para evitar que le doliera.

    Roy resoplo más de una vez al sentir la estreches con la que Kathy le recibía, ella retuvo su aliento al tenerlo completamente dentro, podía sentirlo, era caliente, sus paredes lo apretaban como para no soltarlo, hasta su vientre por fuera se encontraba tensado, de hecho, hasta podía notar como su piel se distorsionaba como dejando a entender hasta donde había entrado el miembro de Roy.

    Le costó unos instantes por la profundidad en la que estaba metida, pero al poco tiempo las caderas de Kathy hacían un vaine constante sobre el miembro de Roy, sintiendo como entraba más y más profundo en su ser, haciéndola gemir de placer.

    Roy no se quedaba atrás, ¿Era acaso esta la sensación de estar en el cielo? Se preguntaba mientras trataba de mirar a Kathy en su afán, su parte baja estaba en una fiesta de sensaciones y placeres y sus ojos también estaban en otro.

    Las mejillas pecosas y sonrojadas de Kathy, su cabello rizado y alborotado como una leona, sus pechos subiendo y bajando por el movimiento de sus caderas, su boca entreabierta suspirante y jadeante mientras disfrutaba de sus movimientos.

    Oh señor, si este no era el cielo a Roy no le importaba, pues había encontrado otro lugar más hermoso que el mismo cielo y aquello era el cuerpo de la hermosa mujer que tenía encima…

    Kathy empezó a gritar una vez sintió como Roy había vuelto a atacar su pecho, la sensación de ser tocada en esa parte mientras era penetrada era completamente otro nivel y más cuando las manos de Roy empezaron a coordinar los movimientos de sus caderas, estando posicionados celosamente sobre sus nalgas.

    De un momento a otro las posiciones se invirtieron, esta vez teniendo a Roy arriba y Kathy contra la cama, su pecho subía y bajaba visiblemente exaltada por la situación, ambos ya se encontraban así, con falta de aire, pero eso no los detuvo, Roy besó de nueva cuenta los labios de Katherine, y en medio de su beso la penetró en sorpresa, haciendo que gritase en medio del beso.

    Ella se aferró con las manos por encima de su cabeza al espaldar de la cama, dándole una vista mucho más favorable a Roy, como una invitación a que le diera con todo en aquella pose tan sumisa.

    La agarró de la cintura y con las fuerzas que tenía la penetró tanto como pudo, una y otra vez, escuchando en cada estocada los gemidos de Kathy, besándola cada tanto que podía, recorriendo alguna otra zona de su cuerpo mientras aún la penetraba.

    Kathy jadeaba y gemía como nunca, quería incluso callar esos sonidos de sus labios por que le resultaban embarazosos pero no podía, la sensación en su cuerpo era tanta que no lograba aminorar aquellos sonidos de placer.

    Por su parte Roy quería seguir escuchándolos, ¿Cómo es que una mujer lo estaba volviendo loco en tan pocas horas? No lo entendía, y tampoco quería entenderlo, solo lo disfrutaba, disfrutaba de hacerla gritar de puro placer.

    —Roy, Roy, Roy —al escuchar la voz de ella en un tono un poco más agudo y sentirla tensarse alrededor de su miembro aún dentro de su vagina, le hizo querer seguir penetrándola con más rapidez— ¡Ah, sí! ¡¡¡AHHH!!!

    Kathy se sentía sumamente excitadísima, tanto que su corazón parecía estar en un frenesi, y en medio de aquellas estocadas rápidas lo sintió, sintió como aquella zona que estaba frotando Roy se deshinchó adentro y como un líquido empezó a fluir de ella, ella había llegado a su clímax.

    Roy no tardó mucho en comprenderlo y se apresuró a seguir pinchando el lugar, él también estaba cerca, entreabrió sus labios al sentirlo, y se mordió el mismo al sentir fluir su semen dentro de la cálida y apretada vagina de Katherine.

    La sensación cálida que era introducida en su vientre le quemaba, podía sentirlo a la perfección como la llenaba, era demasiado, tanto que hasta empezó a filtrarse por los costados del miembro de Roy, manchando las sabanas.

    La miró unos momentos y le regaló una sonrisa, se acercó a su rostro y le depositó un beso mientras que con su mano ayudaba a salir a su miembro del interior de ella, la cual empezó a extrañarlo una vez fuera, sintiéndose vacía sin la calidez del miembro de Roy adentro, aunque ahora se encontraba llena de otro tipo de calidez que ese mismo miembro había dejado…

    Ambos se abrazaron, completamente desnudos, jadeantes, con el débil sonido aún de los villancicos de los foquitos de los vecinos, ¿Cómo habían llegado a esto? En esos momentos mientras sus miradas se encontraron no les importo saber cómo habían llegado a ello, no era necesario pensarlo… simplemente había pasado y lo habían disfrutado…

    Una vez más se besaron, hasta caer dormidos en la cama, completamente rendidos mientras que el sol de la mañana ya brillaba tras la ventana.

    —x—

    —Feliz navidad —decía ella mientras abrazaba a sus compañeros de trabajo, era 26, el día que tenía que regresar a su trabajo y entre todos se deseaban feliz navidad atrasado.

    Katherine White estaba radiante hasta donde se podía ver y decir, se encontraba de tan buen humor que no le importaba que sus días libres hubieran acabado.

    Se puso a teclear en su ordenador al terminar de felicitar y recibir felicitaciones de todos.

    ¿Qué era aquello que la tenía tan contenta a la castaña?

    Era simple, y solo se necesitaba dos palabras para responder; Roy Malcon.

    ¿Quién hubiera pensado que, aquel muchacho que conoció con una frase galante de él, sería el causante de tanta felicidad?

    Todo había tomado un giro extraño y lo ocurrido el 24 por la madrugada había dado fin a su inocente convivencia que antes tenían, pasando a una relación amorosa en proceso, aun cuando ya hubieran probado la cereza del pastel antes, sucumbidos por el alcohol y las circunstancias de esos momentos.

    —Veo que ha regresado relajada —mencionó su jefe a sus espaldas, como siempre asegurándose de que sus trabajadores estuviesen trabajando y no en sus laureles.

    — ¿Cómo no lo estaría? Si me ha dejado ir dos días en lugar de solo uno —mencionó ella mientras levantaba la mirada y le regalaba una sonrisa.

    —Por lo que veo, tuvo un muy buen descanso y diversión estos días…. —le respondió él mientras cerraba los ojos y le dejaba una bandita en el escritorio— Debería de ocuparla —fueron sus palabras confundiéndola un momento, pero su rostro cambio al verlo apuntarse algún punto de su cuello, haciendo que se ruborizara.

    ¿Acaso aún quedaban algunas marcas?

    Pero la expresión de Kathy cambió al notar como en el cuello de su jefe, en una pequeña comisura sobresaliente del nivel del cuello de su camisa se encontraba una bandita, sin poder evitarlo lo miró pícaramente.

    —Por lo que veo nuestro jefe también ha descansado y se ha divertido en estas fiestas —le dijo haciendo que se tensara, pues no se esperaba que alguien notase lo que traía en el cuello para tapar algunas huellas de su anterior noche.

    —Mientras estemos en mutuo silencio, todo estará bien —fueron sus palabras para luego desaparecer con dirección a su despacho.

    Kathy no pudo evitar reírse, la expresión de su jefe en tratar de conservar la calma al ser encontrado era muy graciosa… Hah su jefe, ¿Cómo había pasado a olvidarse su flechazo que tenía con él y a terminar con Roy? No es que fuera un mal cambio, si no que le resultaba curiosa la situación…

    Su día siguió tranquilo después de ello, hasta finalizar su jornada laboral y procedió a retirarse.

    —Hola Kathy —le recibió Roy al salir del edificio de su trabajo, con un beso en la boca y dándole un peluche de oso polar con gorro navideño.

    —Gracias —fue su respuesta dándole un beso en la mejilla— ¿A dónde vamos hoy? —preguntó contenta mientras abrazaba a su oso.

    —No vayamos a ningún lado, mejor disfrutemos del resto de la noche en mi casa, o si quieres en la tuya —le dijo mientras le tomaba de la mano y se disponían a caminar por la acera.

    Kathy asintió a su petición y en silencio miró el camino a casa, aún conservaba toda su decoración navideña, estaría así todo el mes de diciembre…

    Tal vez, estas fechas vuelvan a tener significado” se decía a ella misma, puede que ahora diciembre no sería su mes meno agraciado, pues era en este mes que había conocido a Roy, fue en aquellas calles adornadas con la navidad que lo había hecho…

    Con una última mirada a aquello, besó los labios de Roy una vez más, frente a un árbol de navidad que había por la acera…

    —Felices fiestas —fueron sus palabras para luego reírse de ellas mismas y en compañía de su pareja se alejaron por las calles adornadas, hasta poder llegar a casa...
     
    Última edición: 2 Febrero 2018
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    DoctorSpring

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    Buenos días, señorita Taka.

    Primero que nada, felicidades por su victoria en el concurso para el que se hizo este relato, aunque ya haya pasado tiempo de ello. Desde hace días he querido criticar esta historia que tiene sus mesesitos en el foro.

    Empecemos con los detalles técnicos.

    Hay unas cuantas comas mal puestas y algunos pleonasmos pero no son suficientes para arruinar la inmersión. Así que podríamos decir que has cumplido decentemente con este aspecto.

    Aquí algunos párrafos de ejemplo corregidos por mí, para que te hagas una idea.

    “Katherine White—una joven oficinista de 28 años—se encontraba trabajando animadamente en su computador. Estaba levemente frustrada, pues siendo diciembre su trabajo se incrementaba el doble. Su jefe andaba encima suyo, exigiéndole rapidez laboral.”

    “Con una sonrisa en el rostro, Katherine se acomodó en su sofá de jardín y se deleitó de ver a los pájaros cantar en medio de la mañana, en la pequeña fuente que tenía”.
    Sigamos con la historia.

    Es el típico relato de la chica virgen de veintitantos que se encuentra con un muchacho de mera casualidad y al final ambos acaban en la cama. Aun así, no está nada mal ejecutada en mi opinión.

    Entre las escenas hay varios skiptimes, por lo cual solo vemos unos flash de como se forma la relación, hasta llegar al clímax (nunca mejor dicho :v). Es comprensible pues es un relato de un solo capítulo.

    Mientras que la escena de sexo…no soy muy profesional en estas cosas pero creo que podrías haber sido un poco más original aquí. No me malentiendas, esta bien escrita pero veo que sigue una línea trazada que juro haber visto en demás escenas así.

    Primero llegan borrachos a la casa de la señorita, después de un poco de jugueteo por el alcohol, acaban en el sofá mediante un accidente tonto, donde comienza el acto y milagrosamente tienen un poco de lucidez para irse a la cama, lo que es mucho más práctico.

    Después de esto, todo es un preámbulo hasta llegar al coito; caricias cada vez más calientes, pasando por algo de sexo oral junto con una metáfora que compara el pene con una paleta y finalmente llegar a lo potente.

    No esta nada mal pero podría haber estado mucho mejor y variar un poco.

    En mi opinión, el relato me ha gustado y es una buena opción si quieres leer algo básico sobre estos temas.

    Sin embargo, sé que puedes hacer las cosas mejor.

    (Seguramente ya la has hecho pues este relato es de hace tiempito, pero bueno :v)

    Un saludo.
     
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  1. Paulijem
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