Torpe Amor

Tema en 'One Piece' iniciado por Monii-chan, 30 Octubre 2011.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Monii-chan

    Monii-chan Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Mayo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Torpe Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1565
    NOTA:
    -Es un ZoNa (ZoroXNami)
    -Es un 3D2Y (es decir, ocurrió después del timeskip)
    -Los personajes no me pertenecen, sino que pertenecen a Eiichiro Oda
    -Pensamientos en cursiva
    -Lenguaje obsceno
    Chapter 1: Pesas

    El Grand Line, un gran lugar para navegar, pero con un montón de peligros e inestabilidades del clima. Donde muchas bandas de piratas se dirigen hacia el Nuevo Mundo en busca del One Piece el tesoro que solo Gol D.Roger logró encontrar. Pero, por ahora, nos centraremos en un pequeño barco, el Thousand Sunny, en el que se encontraban Los Mugiwaras, una de las bandas más buscadas por todo el mundo, con su capitán Monkey D.Luffy.
    Cada uno se encontraba en su tarea habitual, Luffy, Chopper y Usopp, se encontraban pescando; Sanji, estaba en la cocina preparando la cena, Brook se encontraba a unos metros de distancia de Luffy y los demás, tocando una alegre melodía; mientras que Franky, estaba retocando uno de sus nuevos inventos. Cada uno de ellos muy concentrado en su trabajo.
    Pero, nos centraremos en la cubierta más alta, en la que dos hermosas muchachas: una alta, de tez muy morena, pelo negro, largo y liso; tenía unos hermosos ojos azules, llevaba un bikini morado conjuntado con un sombrero del mismo color que le tapaba parte de la cara, se la podía observar leyendo un gran libro y acostada en una tumbona. A su lado, se hallaba una bella pelirroja de cabellera larga y ondulada y naranja; sus ojos eran grandes y de un color castañas rojizo, llevaba un bikini azul mar con un pareo del mismo color que le hacía resaltar las curvas, y unas gafas de sol oscuras que le tapaban los ojos. Ambas mujeres se veían hermosas con esos trajes y, las dos se encontraban a la sombra de los mandarinos de la pelirroja tomando el sol.
    Mientras que, a unos pocos metros, se podía observar la silueta de un hombre de unos 21 años levantando unas pesas, tenía el pelo verde y una cicatriz en su ojo izquierdo, sus ojos eran de un color negro intenso; llevaba unos pantalones largos negros e iba sin camiseta, dejando así su atractivo torso al aire libre.
    También se podía ver como miraba de reojo a la pelirroja que estaba tomando el sol. Claramente, la morena se percató de como éste miraba a su amiga, así que, decidió divertirse un poco e intentar averiguar los sentimientos del peliverde. Por lo que decidió hablar:
    —Oi, navegante-san —dijo la morena quitando la vista de su libro y dirigiéndola hacia la muchacha que se encontraba a su lado.
    —¿Sí? ¿Qué pasa, Robin?—preguntó curiosa la pelirroja quitándose las gafas y dejando a la vista sus hermosos ojos, quienes en este momento observaban a la morena.
    —Nada, es solo que quería hacerte unas preguntas…—dijo Robin volviendo la vista hacia su libro.
    —¿Sí? ¿Y qué preguntas?— volvió a preguntar la pelirroja aún más curiosa que antes.
    —No, si, no es nada importante, Nami-san —negó la arqueóloga pareciendo arrepentida de haber hablado.
    —Venga ya, Robin, no me dejes con la curiosidad—dijo Nami poniendo un puchero, intentando convencer a su amiga, quien ahora mismo le sonreía al ver el tan tierno e infantil rostro de su amiga.
    —Bueno, si insistes, te las haré —comentó la morena haciendo una pequeña pausa con una sonrisa tras haber conseguido lo que ella quería—. Me preguntaba que qué pensabas de los chicos —continuó Robin dejando a una Nami un poco desconcertada.
    —¿Cómo? ¿A qué te refieres con eso? —decidió preguntar la pelirroja sin comprender a qué se refería su amiga.
    —Pues eso, que qué opinas de los chicos, ya sabes, atractivos, feos, etc — explico la arqueóloga mirando al espadachín, para ver si su plan estaba resultando positivo.
    Ya podría haberse explicado desde el principio, en fin, da igual…—pensó suspirando la pelirroja—. Pues... no sé… Algunos atractivos, otros horribles — contestó Nami, pero fue interrumpida por una pesa que se calló al suelo, y un “Mierda’’ que se oyó de fondo— ¿Zoro? ¿Estás bien? —preguntó al ver que era Zoro quien la había interrumpido y que ahora se encontraba recogiendo la pesa muy torpe y nerviosamente.
    —Sí, sí, muy bien, seguid hablando de lo que estéis hablando— respondió él mirando hacia el lado contrario de las chicas para que no vieran su sonrojo; se encontraba totalmente avergonzado, había hecho el ridículo al caérsele la pesa.
    —Si tú lo dices… —dijo la navegante sin darle importancia al tema— continúa con las preguntas, Robin —dijo ésta desviando la vista hacia la morena, de nuevo, muy impaciente.
    —De acuerdo —contestó pausando Robin— Antes habías dicho que algunos te parecían atractivos, así que, te pregunto… ¿Quiénes son esos “atractivos”?
    —¿Eh? Pues… Luffy, Sanji y... Zoro, supongo; no hay mucha variedad que digamos… —contestó ella pensativa; haciendo que nuevamente se le cayera a Zoro la pesa, pero esta vez, encima de su pie, consiguiendo oírse de fondo otro “mierda” acompañado de un gemido de dolor— ¡Zoro! Ahora sí, ¿Estás bien? —preguntó aún más preocupada la pelirroja dirigiéndose a el peliverde.
    —Que sí, que sí, ¿No ves que no me ha pasado nada? —contestó él tentando convencer a la muchacha, que se estaba acercando todavía más a él.
    —Entonces si es así, levántate y camina —le ordenó a Zoro, quien ya se encontraba cara a cara con ella-
    —No sé por qué demonios tendría que hacer caso a una bruja como tú… – comentó él negándose.
    —Muy sencillo, porque sino, te subiré un 30% todas tus deudas —sonrió astuta la pelirroja, sabiendo que a eso Zoro no se negaría e ignorando el último comentario que dijo.
    —Maldita bruja —comentó Zoro por lo bajo para que Nami no le oyera, que afortunadamente, estaba demasiado ocupada mirando el pie de éste último como para no oírlo, o simplemente hizo caso omiso— Está bien, lo haré —dijo rendido ya Zoro, levantándose e intentando caminar; pero lo único que consiguió fue un fuerte golpe en la parte inferior de su cuerpo, ya que, nada más levantarse se calló de espaldas.
    —¡Lo sabía! —comentó victoriosa y alegre la pelirroja, para hacer un pausa y volverse a acercar a Zoro una vez más, quedando sus rostros a unos pocos centímetros; dejando al espadachín muy nervioso y sonrojado, haciendo competencia al habitual chaleco rojo que su capitán solía llevar—. Anda, apóyate en mi — le ordenó la pelirroja suavemente separándose un poco de él.
    —Es… está bien —dijo él obedeciendo, milagrosamente, a la chica, a la primera, y apoyándose en ella.
    —Hm... Así me gusta, bueno… Robin, voy a llevar a Zoro a la enfermería para que Chopper le mire el pie, me temo que ya me terminaras de hacer las preguntas más tarde. Nos vemos —y dicho esto, la navegante se marchó con un sonrojado, y a la vez avergonzado Zoro a la enfermería, dejando sola a la morena junto con su libro y una enigmática sonrisa.
    Así que no estaba equivocada, bueno es saberlo —se comentó así misma la morena y soltando una traviesa risita.
    Continuará...
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  2.  
    Monii-chan

    Monii-chan Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Mayo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Torpe Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2165
    Holaaa, e aqui la continuacion:

    NOTA: Los personajes no me pertenecen, son de Eiichiro Oda
    _____________________________________________________________________________

    Capitulo 2: Imposible

    Y así, la morena sonrío victoriosa al descubrir los sentimientos del espadachín, quedándole solamente descubrir los de la navegante – Esto va a ser muy divertido, pero antes necesito averiguar los sentimientos de la naveganteY pensado esto se dirigió al camarote de las chicas para pensar en un plan para averiguar los sentimientos de su amiga, la navegante.

    -*En la enfermería*-

    - Quédate aquí mientras voy a buscar a Chopper ¿de acuerdo? – y dicho esto se fue a buscar al pequeño reno sin dar tiempo al peliverde para que contestase.

    - Si, si… lo que tú digas – dijo el peliverde todavía sonrojado mirando al lado contrario en el que su compañera se había ido para que no notase su sonrojo – Menuda suerte he tenido, pero, ¿¡Cómo se me ha podido caer la pesa mientras entrenaba!? Y por si fuera poco hice el ridículo delante de Nami… aunque ahora que lo pienso… ¿¡Por qué coño me interesa lo que piense esa bruja de mi!? Y si… no… pero y si… - pensaba confuso el peliverde, sin duda a él le gustaba la navegante, pero su orgullo le impedía admitirlo – ¡No me lo puedo creer! – dijo esto último gritando, tanto, que se oyó por todo el barco, oyéndolo todos perfectamente, pero, “Conociendo a Zoro, seguro que habrá tenido alguna pesadilla” así que decidieron no darle mucha importancia al tema y seguir con lo suyo; todos, excepto Nami y Chopper, que se encontraban en el marco de la puerta.

    -¿Qué no te puedes creer, Zoro? – preguntó la pelirroja ante el tan extraño comportamiento del peliverde.

    - ¿Que qué? – Preguntó asustado Zoro, al ver a su amada pelirroja junto con Chopper, éste último escondido detrás de Nami, por el grito del peliverde.

    - ¡Que qué no te puedes creer! – contestó algo furiosa la pelirroja al ver que el peliverde no le había escuchado.

    -Pues… pues… esto… que… que empiece a sentir algo por- pero al darse cuenta de lo que iba a decir se tapo la boca, tras tranquilizarse un poco, decidió inventarse alguna mentira – digo… que no me puedo creer que haya vuelto a romper otra espada más – corrigió riendo nervioso y un poco sonrojado.

    - Si tú lo dices, pero que sepas que si quieres otra espada no te pienso dar ni un solo berrie más – dijo la pelirroja algo extraña por el comportamiento de su amigo – por cierto, aquí traje a Chopper, así que yo me voy – y dicho esto se marchó sin darle mucha importancia a lo que había sucedido anteriormente, dejando a un pequeño reno asustado y a un espadachín aburrido por fuera, y nervioso por dentro.

    -*En la cubierta del Sunny*-

    -Este tío cada vez está peor – dijo suspirando Nami.

    -Hola navegante-san – dijo Robin por detrás asustando a Nami.

    -Uff… Robin… menudo susto me has dado – suspiró aliviada la pelirroja – pero dime, ¿ocurre algo?

    -Lo siento, navegante, y sí, quería hacerte unas preguntas – contestó la morena.

    -¿Y a qué esperas para preguntarme? – dijo tranquila la pelirroja, pero a la vez muy curiosa.

    - Pues verás… me preguntaba si sentías algo por el espadachín – contestó rápidamente la morena, dejando a su amiga en shock por la pregunta que le había hecho – navegante-san , ¿ocurre algo? – preguntó tranquila intentando aguantarse la risa al ver la cara de su amiga –

    -No- ¡no! Estoy bien tranquila, pero, me gustaría saber a qué viene esa pregunta – dijo Nami nerviosa y un poco sonrojada por la pregunta que le había hecho la arqueóloga.

    -Pues por simple curiosidad y por… - pero se vió interrumpida por un rubio que se dirigía a ellas a toda velocidad con corazones en los ojos.

    -¡Namicilla! ¡Aquí tienes tu merienda! – dijo el rubio mostrándole a la pelirroja una bandeja con un zumo de naranja en una copa –

    -Gracias, Sanji – contestó Nami cogiendo la copa y dándole un pequeño sorbo – mm... ¡delicioso! – dijo con una sonrisa volviendo loco a Sanji, que paró en cuanto se dio cuenta de la presencia de Robin.

    - ¿Y tú deseas algo, Robinceta? – preguntó el rubio caballeroso a la morena.

    -No, gracias cocinero, pero no tengo hambre – contestó educadamente Robin.

    -Está bien, si me necesitáis estaré en la cocina – dijo Sanji dirigiéndose a la cocina, pero fue detenida por Robin.

    - Cocinero, ¿le importa si voy con usted? – preguntó la morena todavía sonriendo, haciendo que Sanji se girara para mirarla, con ojos de corazones, medio embobado, dándole un “Como tú quieras, Robinceta” yéndose éste último con la morena a la cocina, dejando sola a la pelirroja.

    -Esto es una tripulación de locos… - suspiró Nami, para luego dirigirse a su camarote.

    -*En la enfermería*-

    -Oi, Zoro – dijo el pequeño reno mirando el pie del espadachín.

    - ¿Si? ¿Qué pasa, Chopper? – preguntó Zoro curioso.

    -Pues… me preguntaba qué te pasó en el pie – contestó Chopper.

    -P-pu-pues… se me calló la pesa en el pie mientras entrenaba… - dijo sonrojado el peliverde al recordar la razón por la cual se le calló la pesa en el pie.

    -¿Y cómo se te cayó la pesa en el pie? Tuvo que haber alguna razón justificada ¿no? – comentó Chopper.

    -B-bu-bueno, estaba algo distraído – dijotodavía más sonrojado Zoro.

    -¿Y con qué? –siguió preguntando el pequeño reno de la nariz azul.

    -¡Pero esto es un cuestionario! ¡¿O qué?! – dijo casi gritando Zoro, asustando así al pequeño médico.

    -Vale, vale, pero no grites ¡Por favor! – suplicó llorando Chopper.

    -¡Está bien, está bien, me tranquilizaré, pero no llores! – dijo Zoro intentando calmar a Chopper.

    -Da acuerdo – dijo calmándose, y todavía sollozando Chopper.

    Pasaron unos 15 minutos hasta que Chopper, terminara de vendar el pie del espadachín, para suerte de éste último, que ya se estaba aburriendo y desesperando.

    -¡Esto ya está! – Comentó Chopperalegre al haber curado a su amigo - ahora quédate descansando mientras que yo voy a buscar a Nami, para decirle todo lo que debe saber sobre como cuidarte – y dicho esto se marchó, dejando a Zoro con la palabra en la boca.

    -De acuerdo… - dijo sin ganas el espadachín, mientras recopilaba todo lo que le había dicho el pequeño médico, alterándose cada vez más, al ir recordando lo que le dijo Chopper – espera… ¿¡Qué!? ¿¡Nami!? ¿¡Cuidarme!? ¿¡Por qué grito!? ¡Estoy loco! – Dijo casi gritando-para que nadie le oyera-muy alterado y nervioso – debe ser el sueño – dijo ya más calmado para soltar un gruñido, tumbarse en la cama y quedarse dormido como un tronco.

    -*En la cocina*-

    Todo era puro silencio, Sanji se encontraba en la despensa buscando algo especial para hacer de cenar para “sus chicas”. Mientras que Robin, estaba sentada en una silla leyendo el libro que leía hace un momento cuando estaba con Nami en cubierta.

    -Oi, cocinero-san –dijo Robin intentando romper el silencio.

    -Si, ¿Qué pasa? – contestó Sanji sin mirarle, que seguía muy ocupado buscando comida en la despensa .

    -¿Tú crees que entra la navegante y el espadachín hay algo? – preguntó la morena directamente, haciendo que a Sanji se le cayeran un cuantas cajas, sartenes y ollas encima.

    -Que… que… que... ¿¡Qué!? ¿¡Como una hermosa dama como mi Namicilla va a estar enamorada de un cabeza alga como el marimo!? – dijo muy alterado Sanji, imaginándose a su pelirroja y al marimo juntos y cogidos de la mano, para pasar después a una boda.

    -Ya… es poco creíble… pero… ¿y si fuera así? ¿Y Nami-san sintiera algo por el espadachín? ¿No harías lo posible para que ella fuera feliz? –ahí la arqueóloga dio en el clavo, dejando sin palabra al rubio, quien sabía perfectamente que ella tenía razón.

    Ya había pasado un rato del que la morena le hizo esa pregunta al rubio, y éste último, todavía seguía en shock, así que, la morena decidió hablar.

    -¿Y bien? – Preguntó la morena, haciendo reaccionar por fin al cocinero.

    -Supongo que tienes razón, siempre y cuando que mi Namicilla sea feliz, yo también estaré feliz – contestó el rubio con corazones en los ojos imaginándose a Nami vestida de Novia.

    -Genial, entonces me ayudarás ¿no? – Preguntó Robin, ganándose un “Todo sea por la felicidad de mi pelirroja” – Bien, este es el plan – continuó la morena, acercándose al oído de Sanji para contarle su plan.

    -*En el camarote de las chicas*-

    Nami se encontraba tumbada en su cama bocarriba mirando el techo, había intentado distraerse con uno de sus mapas, pero no podía sacarse de la cabeza la pregunta que su amiga le hizo hace un rato -

    [FLASHBACK]

    -Lo siento, navegante, y sí, quería hacerte unas preguntas – contestó la morena.

    -¿Y a qué esperas para preguntarme? – dijo tranquila la pelirroja, pero a la vez muy curiosa.

    - Pues verás… me preguntaba si sentías algo por el espadachín – contestó rápidamente la morena, dejando a su amiga en shock por la pregunta que le había hecho – navegante-san, ¿ocurre algo? – preguntó tranquila intentando aguantarse la risa al ver la cara de su amiga.

    - No- ¡no! Estoy bien tranquila, pero, me gustaría saber a qué viene esa pregunta – dijo Nami nerviosa y un poco sonrojada por la pregunta que le había hecho la arqueóloga.

    -Pues por simple curiosidad y por… - pero se vio interrumpida por un rubio que se dirigía a ellas a toda velocidad con corazones en los ojos.

    [FIN FLASHBACK]

    -¿¡Pero por qué no puedo parar de pensar en la pregunta que me hizo Robin!? Aunque ahora que lo pienso… ¿¡A qué coño vino esa pregunta!? Si se sabe desde lejos que la respuesta en un ¡NO! Es un bruto, un insensible, un amargado que se tira todo el día durmiendo, etc… aunque… - hizo una pequeña pausa – también tiene lo suyo, es atractivo, aunque siempre sea de sangre fría, se preocupa por los demás (N/A: a su modo, claro xD), y esos pectorales podrían volver loca a cualquier chica, reconócelo Nami… - volvió a hacer otra pausa para recordar lo que acababa de pensar - ¿¡Pero en qué coño estoy pensando!? Tienes que estar enferma, Nami… Es imposible que esté empezando a sentir algo por… ¡No! ¡¡IMPOSIBLE!!

    Continuara…
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  3.  
    Eternatus

    Eternatus Fanático

    Piscis
    Miembro desde:
    11 Agosto 2011
    Mensajes:
    1,279
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Bueno, el fic tiene buen argumento y podría llegar a convertirse en un buen fic, pero hay que resaltar algunos puntos:

    Guión largo: Para comenzar y terminar los diálogos (este último si tiene alguna descripción de acción y/o sentimiento a continuación), si no sabes como ponerlo yo te explico. Solo debes ir a Word, insertar, símbolos (a la derecha de todo, un botón pequeñito con un símbolo de pi) y buscas (—). Después, no debes ponerlo al final de una descripción a menos que haya más dialogo detrás:



    Negrita: Haces un uso EXCESIVO de la negrita, no se puede utilizar la negrita, tan solo en palabras o frases localizadas para darles una importancia determinada. En NINGÚN caso se la utilizará para diálogos.

    Ortografía: Por lo general bastante buena, pero te saltaste algunas palabras:



    Ese más debe ir con tilde diacrítica, pues es un adverbio que indica cantidad.



    Haber... la mayoría de los tenía no los acentúas... DEBEN acentuarse.


    Otra.. los verbos tener, haber... se ACENTÚAN, son palabras AGUDAS, pero con diptongo... De esta palabra también tienes muchos errores.



    Ese debe llevar tilde, pues es una afirmación no un condicional.
    Y así hay muchas más que no tengo ganas de buscar ahora mismo.

    Narración: Demasiado rápida para mi gusto, si tan solo narraras con más detalles podrías hacer de éste un fic con una lectura mucho más completa y fluida. Aparte tienes expresiones mal puestas, pero ahora mismo estoy cansada para buscarlas.

    Puntos, comas y demás: A lo largo del fic, me he estado dando cuenta de que sabes muy bien como utilizarlos, o un uso excesivo de comas, o falta de ellas, unas con punto y otras no... y así.

    Supongo que no tengo nada más que decir, espero que mis críticas te hagan mejorar, que esta historia tiene buena base y me gustaría ver como procede ^^.

    White Rock Shooter.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    7 Diciembre 2009
    Mensajes:
    3,026
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Oh White me ganó con las correcciones :(
    Pero bueno amiga, aquí estoy (por fin) comentando tu fic!!
    Bien, debo decir que la trama en sí esta buena, me gusta y me atrapa, en especial por la actitud de Robin, la amo es tan genial *salen brillitos de los ojos estilo Chopper*
    Hmm.... me sorpendió el apodo de Sanji, "Namicilla".... siempre se ha referido a ella como "Nami-san" o "Nami-swan"... y Robin a Nami como "Nami-chan" o "navegante-san", o simplemente Nami tras del timeskip... pero puede que me equivoque, si me dices donde Sanji la llamó así me reportaré equivocada XD
    Oh, las negritas no estan permitidas por el reglamento... por lo menos no así, se pueden usar para enfatizar una palabra pero no para todo el fic o para el diálogo. Editalo en el próximo capitulo, ¿si?
    ¿Qué más? Oh sí, no incluyas notas de autor en el medio del fic, tampoco esta permitido. Mi recomendación es que hagas (como hago yo) un asterisco/número/lo que más te guste y luego lo pones como aclaración al final (o comienzo) del capitulo, ¿si?
    Por favor, no te enojes con lo que dije, tómalo como crítica constructiva y trabaja para mejorar, ¡que no te falta mucho y puedes llegar a ser una autora excelente con el rumbo que viene tomando este fic!
    Espero seguir leyendo de tí, Moni-chan :)
    Rochi
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  5.  
    Monii-chan

    Monii-chan Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Mayo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Torpe Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2863
    Bueno... antes de nada agradecimientos a Nami Roronoa y a White Rock Shooter por la ayuda, ahora se verá que tanto he mejorado (que aunque se que no está perfecto por lo menos espero haber mejorado)
    NOTA:
    - Los personajes no me pertenecen, sino que pertenecen a Eiichiro Oda
    - Es un 3D2Y (Es decir, que se situa después del Timeskip)
    - Pensamientos en cursiva
    ______________________________________________________________________________________________
    CHAPTER 3: ¿Qué es eso?
    Esta vez, empezaremos en una pequeña zona de cubierta del Thousand Sunny, donde podíamos encontrar un muchacho moreno, con el pelo alborotado; se podía distinguir una cicatriz debajo de su ojo izquierdo, y otra en su pecho con forma de “X”, tapada por una sudadera verde, conjuntada con unos pantalones vaqueros piratas. Llevaba también unas sandalias y un sombrero de paja con una cinta roja. Su nombre, Luffy, Monkey D. Luffy; el capitán de la famosa y temida banda de ‘’Los Mugiwara’’, cuya cabeza vale nada más y nada menos que 400.000.000 berries.

    A su lado, se encontraba un joven de, al parecer su misma edad. Era de pelo largo, rizado y sus cabellos eran de un negro intenso. Iba conjuntado con unos pantalones color vainilla y una camiseta negra, haciéndole resaltar sus negros ojos. ¿Su nombre? Usopp, claro. Uno de los mejores amigos de su capitán.

    Ambos muchachos se encontraban sentados en la barandilla del barco pescando, se notaba a simple vista que estaban muy aburridos, ya que, llevaban ahí sentados 1 hora, y todavía no había picado ningún pez.

    A unos pocos metros de ellos, se hallaba un gran muchacho, un Cyborg, para ser más exactos; portaba unas gafas oscuras negras, una camisa sin abrochar de manga corta con estampado de flores, roja, y un llamativo tanga color azul marino. Por lo que se podía observar a simple vista, se podría decir que estaba trabajando en lo que parecía ser un nuevo vehículo. Se le veía muy concentrado y, no nos olvidemos de su correspondiente nombre, Franky.

    Los tres chicos se encontraban muy concentrados y tranquilos, Luffy, quien se había cansado de que estar pescando – ya que a que como se dijo antes, no había picado ni un solo pez desde hace 1 hora –ya muerto de aburrimiento, decidió darse un paseo por el barco, todos, y todo estaba muy tranquilo; hasta que se oyó un grito de parte del morocho con sombrero de paja, preocupando así, a los otros dos muchachos que, fueron corriendo y a la vez muy preocupados por si le había sucedido algo a su capitán.

    — ¡Sombrero de paja! ¡¿Qué pasa?! — preguntó el Cyborg preocupado por su capitán al mismo tiempo que le inspeccionaba por si estaba herido.

    —Shi shi shi— empezó a reírse el moreno, consiguiendo desconcertar así, a sus amigos.

    — ¡¿Quieres dejar de reírte y decirnos qué demonios te pasa?! — Dijo el otro moreno algo histérico, mientras que zarandeaba por los hombros a su amigo.

    —Shi shi shi, eso— contestó Luffy señalando lo que parecía ser un barco.

    Era un barco muy grande, se podía observar lo grande que era desde a kilómetros de distancia. Tenía varios edificios, unos más grandes que otros, y de unos colores diferentes, pero muy llamativos. También se podía distinguir varios letreros en cada uno de los edificios del barco. Todo era muy colorido, parecía un lugar muy agradable para viajar por el mar. Y, conociendo a Luffy, supongo que más de uno sabrá lo que se le pasó por la cabeza nada más ver el extraño barco.

    — ¡Wow! ¿Qué es eso? ¡Parece un barco gigante! ¡Súper! —comentó Franky haciendo su típica pose.

    —Espera un momento, Luffy, no estarás pensando en… — pero Usopp fue interrumpido por Luffy.

    — ¡Rumbo a ese barco gigante! — le interrumpió el capitán del barco gritando.

    Pasados unos segundos, Luffy se dio cuenta de que faltaba algo, y decidió buscar a ese algo, — o más bien, a ese alguien — con la mirada pero, al no encontrar resultados positivos, decidió preguntar.

    —Eh… ¿y Nami? — preguntó el moreno aún buscando con la mirada a la navegante.

    —Pues… ahora que lo dices, llevo un buen rato sin verla. ¿Y tú, Franky?— preguntó el francotirador al Cyborg –

    — Hm…— se puso a pensar — ¡Ah!, ya lo recuerdo, la última vez que la vi fue en cubierta tomando el sol con Robin hace un rato, tal vez esté ahí— contestó Franky.

    —Shi shi shi, ¡Está bien!, ¡Gracias chicos!— dio las gracias a sus compañeros y se fue corriendo a cubierta para encontrarla, pero, fue grande su sorpresa al no ver a nadie, por lo que decidió llamarla — ¡NAMIIIIIIIIIIII!.

    ~*Unos minutos antes en el camarote de las chicas*~

    En el camarote de las chicas, podíamos observar como una muchacha pelirroja seguía todavía hecha un lío, metida en sus pensamientos, hasta que se oyó un ruido de fuera de la habitación. Tras ese ruido, la pelirroja se vio interrumpida, y posó toda su atención en la puerta, de la que se oían unas suaves golpes, junto con un — ¿Puedo pasar?— de parte de un pequeño reno de nariz azul, quien poco a poco iba abriendo la puerta suavemente.

    — ¿Chopper? — Preguntó la pelirroja un tanto sorprendida al ver al pequeño reno entrando por la puerta — ¿Ocurre algo?.

    — ¿Eh? ¡Ah! Pues venía para avisarte de que ya he revisado y curado el pie de Zoro — Hizo una pequeña pausa, para poder espirar hondo, ya que se había pasado mucho tiempo buscando a Nami, corriendo de un lado para el otro.

    Al ver como la pelirroja le miraba fijamente indicándole que siguiera, decidió continuar — No es nada grave, tranquila, solo fue un golpe, dentro de una semana o así se le curará, ya verás — continuó Chopper.

    —Uff… menos mal… ya me pensaba que tendría que estar cuidando yo de él todo el tiempo… — suspiró aliviada Nami.

    —Bueno… en realidad, si que vas a tener que cuidar tú de él… — dijo Chopper temeroso por la posible reacción de la navegante, pero aún así— necesito que le cuides durante una semana, puede andar, y correr un poco, pero sin realizar mucho esfuerzo, por el cual no podrá pelear ni nada parecido — y el pequeño siguió contándole todo lo que necesitaba saber, ya más calmado — ¿entiendes?.

    — Sí, aunque, tengo una duda… ¿Por cuidar de Zoro te refieres a estar con él día y noche, a su lado todo el tiempo, hasta que se le recupere completamente el pie? —preguntó Nami con una expresión aburrida en su rostro, a la vez que hacía pucheros.

    — ¡Sí! — Contestó Chopper ignorando los pucheros de la pelirroja — Bueno, vamos a ver a…— pero se vio interrumpido por unos gritos de fuera que, al parecer, llamaban a la navegante.

    — ¿Luffy? — se preguntó a si misma la navegante.

    —Parece él, ¡Vamos! — Sugirió Chopper, a lo que la navegante solo asintió.

    ~*En cubierta*~

    — ¡NAMIIIIIIIIIII! — Gritaba Luffy llamando a Nami, a la vez que corría de un lado para el otro.

    —Oye Luffy, ¿no crees que sería más fácil ir a buscarla, que estar dejándose la voz? —preguntó Usopp con una gota estilo anime en la cabeza.

    — ¡Luffy! ¡¿Pero qué demonios te pasa!? — preguntó la navegante, algo molesta, jadeando de ‘’la carrera’’ que se había pegado junto a Chopper.

    — ¡Ah!, ¡Nami, al fin te encuentro! — dijo el morocho alegre mientras se reía.

    — ¡Pero si hemos sido nosotros los que te hemos estado buscando! — Gritaron Chopper y Nami, a la vez que dejaban a Luffy con la cara llena de moratones.

    —Vale, pero necesito que cambies el rumbo y lo pongas hacia ese barco gigante — ordenó Luffy señalando el barco gigante de hace unos momentos, a lo que la navegante respondió propinándole con un fuerte capón en la cabeza, dejando al morocho tirado en el suelo.

    — ¡Para eso me buscas y me lo dices, idiota! ¡Ya me estaba yo preocupando, pensando que habían atracado el barco, y que se habían llevado mi oro! — regañó la pelirroja a su capitán muy enfadada.

    —Lo… lo siento… —dijo Luffy todavía en el suelo — Pero… por favor… pon rumbo a ese barco… — pidió el muchacho de sombrero de paja.

    —Si no fuera porque eres mi capitán…— suspiró la navegante, para luego dirigirse a Luffy— Avisa a los demás, debemos cambiar el rumbo antes de perder de vista al barco.

    — ¡Siiii! ¡Yuhuuu! — comentó el capitán, con estrellas en los ojos.

    — ¡Pero date prisa! — Y de una patada, la pelirroja envió a Luffy a la otra punta del barco —A veces no me puedo creer que sea nuestro capitán… —se dijo para si, suspirando.

    —Y que lo digas… — Dijeron la razón los otros dos muchachos.

    — ¡¿Pero que demonios hacéis ahí parados?! ¡Daos prisa! ¡¿O es que acaso no habéis escuchado lo que le dije a Luffy?! — dijo la pelirroja mirando a Franky y a Usopp con una mirada asesina. A lo que estos solo asintieron nerviosamente y salieron en busca de los demás corriendo torpemente —Supongo que tendré que ir a visitar a Zoro más tarde, lo primero es el capricho de Luffy….

    ~*En la cocina*~

    En la cocina, Robin seguía contándole su plan al rubio, quien, lo único que hacia era escuchar, asentir, y mirar al techo con una mirada pervertida.
    Pasados unos minutos, Robin terminó de contarle su plan a Sanji.

    — ¿Entendiste? — preguntó la morena observando al cocinero como hacía su típico baile con corazones en los ojos.

    —Por supuesto, ¡Robin-chwan! ¡Me encanta la idea! — Contestó Sanji encantado con la idea de su amiga — ¿y cuánd…?— pero no pudo seguir porque fue interrumpido por un muchacho que entró en la cocina con un semblante un poco serio, acompañado con su inseparable sombrero de paja.

    — ¡SANJIIIIIIIII! Te necesitamos en cubierta, así que date prisa – Ordenó el capitán – ¡Cambiamos el rumbo a un barco gigante a buscar comida! —Gritó el morocho elevando una mano con estrellas en los ojos.

    — ¡Para eso no hace falta que te pongas tan serio, imbécil! ¡Yo ya me pensaba que habían secuestrado a mi Nami-swan!— Dijo gritando Sanji, propinándole una fuerte patada en la cara a su capitán estampándolo contra la pared.

    —Vale… pero date prisa… que Nami nos está esperando en cubierta — Ordenó Luffy al rubio.

    — ¡¿Nami?! ¡¿Mi Nami-swan me está esperando?! ¡Haber empezado por ahí! —Sugirió Sanji con corazones en los ojos, saliendo disparado por la puerta, hacia la cubierta.

    — ¿Estás bien, capitán? —Preguntó Robin, ofreciéndole la mano a Luffy para ayudarle a levantarse. A lo que éste aceptó gustoso, recibiendo la morena un —Gracias— de parte del moreno.

    Se quedaron unos segundos ahí, parados, mirándose a los ojos fijamente, haciendo aparecer así, un pequeño rubor en los rostros de ambos. Poco a poco se iban acercando y, cuando sus labios se encontraban a tan solo unos milímetros de rozarse, la voz de la navegante — junto con otras voces— los interrumpieron, de lo que podría haber sido “un beso”.
    Ambos se alejaron rápidamente y giraron sus rostros hacia el lado contrario para que no se encontrasen; prestando más atención a las voces de fuera.

    — ¡Luffy! ¡Date prisa! ¡Solo faltas tú! — Se escuchaba una voz, ésta, correspondiendo a la de la navegante, quien estaba llamando a Luffy, y por su tono de voz no se podría decir que estuviera muy contenta.

    — Oh, pelirroja mía, ¿Por qué no pasas de todo ese rollo de piratas, barcos, aventuras, Luffy, el marimo, y todos los demás, y nos escapamos tu y yo juntos?— Preguntó Sanji, aún con corazones en los ojos, pudiendo distinguir como le sangraba un poco la nariz, pues la navegante aún no se había cambiado, e iba todavía con el bikini.

    Pero, desafortunadamente para el rubio, lo único que recibió fue un puñetazo en toda la cara que lo estampó contra la pared que conectaba con la cocina y un —Cállate— de parte de la pelirroja.

    Tras lo oído, e imaginándose la escena, les fue imposible a los dos morochos aguantarse la risa, haciendo soltar a ambos una leve y pequeña carcajada. Consiguiendo romper la tensión que había en el ambiente.

    —Bueno, creo que será mejor que me vaya a ayudar, no quiero acabar igual que Sanji — Dijo todavía riéndose Luffy, a la vez que se despedía de la arqueóloga, ya más calmado.

    —Jejejeje, está bien, luego nos vemos, capitán-san — Se despidió la morena. Y dicho esto, el morocho se marchó, dejando a la morena sola, en la cocina, pensando en lo último que acababa de pasar — Tal vez pueda ser verdad — Pensó para si misma la arqueóloga, para después ir a hacerse un café.


    Continuará…
    ______________________________________________________________________________________________
    -White Rock Shoot:
    Gracias! De verdad, me has ayudado un montón (bueno, tu y Nami Roronoa); ya me estaba cansando de que nadie me corrigiera ni me dijera nada, la verdad (no me refiero a FFL). Es que hay otros lugares en los que ya voy mucho más adelantada que aqui y NADIE me corregia, y por eso tuve que darme cuenta yo misma de los errores, uno de los ejemplos; la negrita, a pesar de que aqui no lo hice, a partir del capitulo 3 dejé de usar la negrita y me centré en corregir los errores como eso de saltarme algunas palabras y las tildes (que no sé por qué el word no me las corregía) y en el 4º me centré más en la narración (ya se verá más adelante) a parte de que los capítulos serán bastante más largos comparados con este 3er capitulo.

    -Nami Roronoa:
    Muchas gracias a ti también por la corrección de algunas faltas, te digo lo mismo que le dije a White Rock Shoot.
    En cuanto a la forma de referirse Sanji a Nami, sí; es verdad que se refiere a ella como Nami-san o Nami-swan aunque, (te parecerá un poco estupida la razón) pero, me dediqué a ver los nuevos capitulos de One Piece en castellano, y como en España Sanji se refiere a Nami como Namicilla y a Robin como Robinceta. Consiguió quedarseme eso en la cabeza, pero solo fue por esa vez, no más, ya que suena un poco extraño para tanto los que no han visto los nuevos capitulos en castellano como los que sí (o por lo menos eso me ha parecido) aunque para algunos más que otros, eso por eso que mejor Sanji se seguirá refiriendo a Nami y Robin como Nami-swan, Robin-chwan, Nami-san y Robin-chan.
    En cuanto a Robin, que decir, he visto a Robin referirse a Nami de tantas maneras que ya tengo una mezcla entre bruja, Nami-swan, Namicilla, navegante, etc.
    En cuanto a lo de las notas de autor; lo tendré en cuenta a partir de ahora ;D

    Gracias a las dos de nuevo! Ya sin más que decir me despido!

    Nos leemos~~
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

    Libra
    Miembro desde:
    2 Marzo 2010
    Mensajes:
    333
    Pluma de
    Escritor
    Vamos a ver… ¡Al fin un Long Fic de OP! Tenía ganas de prenderme con uno ya ^^ Comentaré capítulo por capítulo:

    Capítulo 1:

    Asd, siempre poniendo mujeres en bikini!!! Que sufrimiento para los lectores como yo T.T

    Asd, típica pregunta de chicas, les encanta hablar nosotros los hombres a nuestras espaldas, ¿verdad?
    Jajaja, pobre Zoro, se le cayó todo al suelo.
    No tienes errores, pero te voy a pedir que escribas con el “usted” no con el “vosotros”. Sé que en España lo acostumbran mucho, pero en Latinoamérica nadie lo usa… y si ustedes pueden escribir de las dos maneras, creo que a la hora de hacer un fic pueden usar mejor la primera que es más global.
    Jajaja, me encanta la gracia del fic, Zoro le hará un agujero al barco de tanto que se le caen las pesas xD Luffy no es atractivo, ¿qué tiene de atractivo? ¿Qué puede estirar ilimitadamente cada parte de su cuerpo? :P
    Mmm, la palabra “coño” en España la usan hasta para saludarse, supongo, pero para los latinos queda bastante malsonante… y dos de tus lectores son latinos, así que por mayoría Nami Roronoa y yo te pedimos que trates de evitar estos modismos xD

    Cayó*. Y trata de no usar esas palabras xD En un relato no quedan bien.

    A sí* misma.
    Fue un buen capítulo, la historia es emocionante y cómica. Estoy seguro que va a llegar muy lejos si le das alas ^^ Sólo corrige los errores y pon atención porque estoy seguro que tienes la capacidad de no cometer ninguno. ¡Me encanta la pareja y los histeriqueos que hay entre ellos! Espero seguir leyendo de ti además de estos tres capis.

    Capítulo 2:

    Jaja, Robin pone en jacke a todos ahí. Creo que vi a Sanji un poco blando en sus acosos, me parece que podrías usarlo más para el elevar la carga de comedia del fic.

    Separa las palabras. Relee lo que escribes luego de hacerlo y usa los correctores. Pobre Chopper y su forma tan emo de vivir xD
    Jajaja, ese Zoro. Sí que sabes darle gracia al espadachín…
    Jaja, también Sanji tiene buen sentido del humor. Creo que sabes cómo hacer a los hombres en tus historias.
    Asd, no me gusta que describan a Sanji todo el tiempo con corazones en vez de ojos. Sé que en la serie así pasa, pero preferiría que en fic lo describieran como un brillo en sus ojos o con el corazón latiéndole…
    Está bien el fic, aunque no me gusta mucho cuando los terceros intentan unir la pareja, je. Los veo como unos metidos xD
    Ja, la negación es el primer camino a la aceptación dicen. Me gusta está entretenido, sólo espero que corrijas para los próximos capis los errores que te indico. Pobre Nami, tiene serios problemas con su corazón, al igual que Zoro, pero él es hombre…

    Capítulo 3:

    ¿Barco súper gigante? ¡Al abordaje! (?)

    Por más de que todos conozcamos su pose típica extendiendo los brazos y formando la estrella con sus muñecas creo que deberías describirla, queda mejor en un relato.

    Jaja, lo imaginé, espero que sea un barco con cientos de muchachas piratas ^^
    Jaja, para mí que Chopper fue sobornado por Robin para que le diga a Nami que cuide de Zoro… ¿por qué sólo tiene que hacerlo ella? La pueden ayudar todos los demás, son un equipo.
    Jaja, al fin te encuentro dice el caradura de Luffy xD
    O:!! ¿Es RobinxLuffy este fic? Nunca había pensado en esa pareja… Pero queda bien, no la veo para nada mal ^^
    Jaja, un genio Luffy con lo que dijo al final ^^ ¡Muy buen fic! Me gustó mucho, es emocionante y tenía muchas, muchas ganas de leer un Long Fic. ¡Espero que lo continúes! Nos vemos!
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  7.  
    Monii-chan

    Monii-chan Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Mayo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Torpe Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    4687
    NOTA:

    - Los personajes no me pertenecen, sino que pertenecen a Eiichiro Oda
    - Es un ZoNa, acompañado por un leve LuRo
    - La historia transcurre después del Timeskip
    - Pensamientos en cursiva.
    - Recuerdo que Zoro Roronoa tenía el pie fracturado, por eso varias de las acciones que realice a continuación, aunque no lo diga, las realizará con mucho esfuerzo.

    Chapter 4: Llegada al barco

    / PoV Nami /

    Me he duchado y cambiado de ropa – pues odio que Sanji esté todo el rato babeando alrededor de mi – y aun así, estoy agotada, ya está puesto el rumbo hacia aquella especie de barco, según mis cálculos, llegaremos al atardecer, así que todavía tenemos tiempo de sobra antes de atracar.

    Caminaba dispuesta a ir a la enfermería para ver a Zoro. Llegué a la enfermería, estaba en frente de la puerta y decidí tocarla, pero, al ver que nadie me respondía, la volví a tocar, pero esta vez con más fuerza.

    — ¡Zoro! Soy yo Nami ¿Puedo pasar?

    Estuve esperando unos segundos, hasta que por fin, me contestó. Aunque no fue lo que yo esperaba como respuesta.

    — ¡Espera un momento! En seguida te abro — me contestó.

    Estaba esperando aburrida, y asada de calor. ¡¿Por qué demonios Zoro tardaba tanto?! Estaba sentada en el suelo, apoyada en una pared que comunicaba con la enfermería, jugando con mi pelo, cuando de repente oí un ruido; como si algo se hubiera roto, así que, sin pensármelo dos veces, me levanté y abrí la puerta de la sala en la que se encontraba Zoro, muy alarmada.
    Pero, al entrar, fue tal mi sorpresa que lo único que pude atinar a decir fue:

    — ¡Zoro! ¡¿Pero qué demonios ha pasado aquí?! — pregunté gritando, pude notar como se me subían los colores, estaba en una mezcla de entre enfadada y preocupada.

    / Fin PoV Nami /

    / PoV Zoro /

    ~* En la enfermería, unos minutos antes *~

    Que sueño. Chopper se había ido hace ya tiempo, lo único que se podían oír eran los gritos de Luffy, Nami y Sanji desde lejos; al parecer cambiaremos el rumbo a lo que según parece ser una especie de barco gigante.

    Un bostezo se escapó por mi boca, era normal, ayer no dormí nada, así que lo mejor que podía hacer era dormir.

    Por lo que me tumbé en la cama, cerré los ojos para quedarme dormido, o al menos eso intenté.

    -¡Dios mío pero que calor que hace! – Pensé, y no era de extrañar que hiciera calor, pues según dijo Nami hace unos días, nos estábamos acercando a una isla de verano – para que luego digan que me quedo dormido cuando hay reunión – Hacía demasiado calor para mi, por lo que, decidí quitarme la ropa y dejarme en ropa interior.*(1)
    Ya se estaba mucho mejor, ahora si que me dispuse a dormir, y así fue, conseguí quedarme dormido y… bueno, dormido… hasta que un suave golpe en la puerta me despertó, pero, al ir todavía medio dormido, hice caso omiso y continué con mi pequeña siesta, lastimosamente, no aguanté más de 10 segundos; debido a que de nuevo se oyó otro golpe, solo que con más fuerza que el anterior, y me vi obligado a despertar.

    Iba a contestar y darle una paliza a aquel que había osado despertarme hasta que oí una voz, esa voz que reconocería en cualquier parte.

    — ¡Zoro! Soy yo Nami ¿Puedo pasar?

    Me quedé en blanco, ¡¿Qué demonios hacia ella aquí?! Estuve unos segundos haciéndome toda clase de preguntas, hasta que recordé lo que Chopper me dijo:

    <<Ahora quédate descansando mientras que yo voy a buscar a Nami, para decirle todo lo que debe saber sobre como cuidarte >>

    Al terminar de recordar lo que Chopper me dijo, no tardé mucho en responderle.

    — ¡Espera un momento! En seguida te abro.

    Le dije, pues todavía seguía en ropa interior y… como muchas ganas de que me viera así no tenía.

    Me senté en la cama buscando con la mirada mi ropa. ¡¿Dónde demonios había dejado la ropa?! Estuve buscándola por unos minutos, hasta que al final la encontré. Se hallaba encima de una pequeña silla, en una esquina de la habitación.

    Con rapidez, me levanté de la cama, me dirigí a la silla en donde se encontraba la ropa que anteriormente llevaba puesta y en un rápido movimiento, cogí mis pantalones dispuesto a ponérmelos, pero, tal era mi nerviosismo, que al intentar ponérmelos me tropecé con algo y perdí el equilibrio; consiguiendo así, tirar varias de las estanterías –con libros, medicinas, botes, etc– junto con varias cosas más que se hallaban en el camarote al suelo.

    Haciendo así, que yo acabara tirado encima de todo lo que había tirado ya anteriormente aun en ropa interior. Tuve suerte de que nadie me hubiera visto así; aunque esa alegría no duró mucho, pues antes de que me diera cuenta alguien había entrado en el camarote, y ahora se encontraba en frente de la puerta.

    ¡Madre mía! Nunca me había sentido tan humillado, lo único que quería en ese momento era unos pantalones, y que la tierra me tragase, pero, para mi desgracia, no podía ser. Estaba en ropa interior, encima de un montón de cosas que había tirado y roto y, para que fuera todavía peor, estaba delante de la persona que menos quería que me viera; sí, ella, esa mujer tan egoísta a la que lo único que le importaba era el dinero y las mandarinas; aquella bruja con mal genio que siempre me estaba manipulando, y con la que tenía mas deudas que años tengo.

    Se encontraba ahí, parada, en la puerta, un poco sonrojada, ya no llevaba aquel provocativo bikini. Ahora llevaba unos shorts vaqueros, una camiseta blanca ajustada con mucho escote y unas converse rojas; tenía la mitad del pelo recogido con una coleta. Y tenía que admitir, –muy a mi pesar– que con ese conjunto estaba muy guapa y… ahora olvidaré todo lo último que acabo de pensar, ya que es imposible que Roronoa Zoro, hubiera pensado esto…

    Bueno, volviendo a lo que iba; ella se encontraba ahí parada en shock, y yo, intentando ocultar mi sonrojo dirigiendo mi mirada hacia otro lado. Estaba absorto en mis pensamientos, hasta que un grito por su parte me hizo reaccionar.

    — ¡Zoro! ¡¿Pero qué demonios ha pasado aquí?! — me preguntó gritando, se la notaba enfadada, y a la vez preocupada, pero, ¿de qué?

    / Fin PoV Zoro /

    / PoV Autor /

    ~* En la cubierta del Sunny *~

    Todo era paz y tranquilidad. Se encontraba un gran esqueleto de pelo afro y cabellera negra; llevaba una camisa blanca conjuntada con unos pantalones negros, junto con un sombrero de copa del mismo color. A su lado, se hallaba un bastón, también negro, apoyado en la pared.

    El esqueleto se encontraba tocando una alegre y tranquila canción con su viejo violín; siendo escuchado por el pequeño médico del barco. Ambos muy tranquilos y relajados, bueno, tranquilos y relajados hasta que apareció un muchacho con un sombrero de paja corriendo y a la vez gritando, parecía como si estuviera buscando algo, o más bien a alguien.

    — ¡Sanjiiiiiiiii! — Llamaba el capitán del barco alarmado a quien parecía ser el cocinero – ¡Sanji! ¿Dónde estás? – siguió llamándole, consiguiendo así –una vez más– que sus compañeros se alarmaran, dejando todo lo que se encontraban haciendo anteriormente, para fijar toda su atención en su capitán.

    — ¿Ocurre algo Luffy-sama? — preguntó tranquilo el esqueleto dejando de tocar su violín.

    —Pues si, veréis, he estado buscando a Sanji por todas partes, pero no lo encuentro. ¡Y esta si que es una gran emergencia! — contestó el moreno muy alarmado.

    — ¡¿Y de qué se trata?! ¡¿Acaso nos ataca la armada o algo parecido?! – se decidió a preguntar el renito atemorizado por la posible respuesta del Mugiwara.

    — ¡Que va! ¡Aun peor! – negó el morocho alarmando todavía más a los otros dos muchachos — ¡Es mucho peor que eso! Veréis… resulta que… ¡ME MUERO DE HAMBRE! — y en ese mismo instante, por pura casualidad, se oyó por toda la cubierta un rugido proveniente del estómago del muchacho.

    Un completo silencio ahogó toda la cubierta aunque, no duró mucho, pues inmediatamente se oyó la risa del morocho.

    —Jajajajajajaja, ¿veis? — Preguntó Luffy contento mientras se reía pero, paró de reírse al no ver a sus dos compañeros por ninguna parte — eh… ¿chicos? ¿Dónde estáis? — volvió a preguntar el muchacho buscando con la mirada a sus compañeros.

    —Luffy, aquí abajo — le indicó el pequeño médico, que se encontraba en el suelo.

    — ¿Eh? ¿Y qué hacéis ahí abajo? — volvió a preguntar el Mugiwara extrañado.

    —No, nada Luffy-sama, no te preocupes — contestó el esqueleto, que se encontraba junto al renito de nariz azul. *(2)

    —Jajajaja, está bien, pero ahora en serio, ¿habéis visto a Sanji? — Preguntó ya serio el moreno — Es que es un poco raro que todavía no se haya puesto a hacer la comida… — comentó Luffy pensativo.

    —Pues ahora que lo dices si que es un poco raro, sí — dijo el muchacho de pelo afro igual de pensativo que el morocho.

    —Yo le vi meterse en el camarote de las chicas con Robin — informó el renito al moreno.

    — ¡Genial! Gracias Chopper, Brook. ¡Nos vemos! — y eso fue lo último que se le escuchó decir al Mugiwara antes de salir pitando hacia el camarote de las chicas en busca del cocinero.

    —Yohohoho, ¡no cambiará! — comentó para si mismo Brook en voz alta.

    —Jajaja, y que lo digas, Brook, pero eso es lo que le diferencia de los demás capitanes piratas— dijo Chopper a la vez que soltaba una suave y pequeña risita.

    ~* De vuelta en la enfermería *~

    — ¿Y bien? ¿Me vas a contar lo que ha pasado, hoy o mañana? — preguntó la pelirroja, se podía distinguir a simple vista su enfado. Y más que ya estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba.

    —Oh, ¡no te preocupes, estoy bien, no me duele el pie ni nada parecido! — dijo el peliverde en un sarcasmo; ganándose un fuerte capón por parte de la muchacha.

    — ¡Qué me digas que demonios ha pasado! — ordenó la navegante aun más enfadada, con el puño elevado y listo para darle otro –y aun más fuerte– capón al muchacho.

    —Vale, está bien, está bien — se resignó el espadachín — resulta que… — y así, le contó a la pelirroja todo lo que había sucedido desde que Chopper se fue hasta el momento actual— ¡Ya está! ¿Contenta? — le preguntó el muchacho, con un pequeño tono de enfado.

    — ¡Pues claro que si! ¿Ves que fácil es decir la verdad directamente? — preguntó la muchacha como respuesta a la anterior pregunta del chico.

    —Si, si… lo que tú digas… — afirmó el peliverde tranquilo, haciendo parecer que no había escuchado nada –aguantándose el enfado, por supuesto–.

    —Pero… — comenzó a decir la pelirroja a sí misma preocupada.

    — ¿Pero qué? — preguntó de nuevo el espadachín, sin comprender a que venia tanta preocupación de golpe.

    — ¡¿Cómo se lo vamos a explicar a Chopper?! ¡¿Cómo se lo tomará?! ¡¿Qué pasará cuando se lo digamos?! — empezó a preguntarse la navegante a sí misma, preocupada, en voz alta, sin hacer mucho caso a lo que el muchacho le decía, que éste, lo único que hizo fue desconcertarse todavía más.

    — ¿Cómo? ¿A qué te refieres, Nami? — le preguntó el chico aun sin comprender.

    —Me refiero… a Chopper… ¡¿Cómo se lo diremos, Zoro?! — le explicó Nami al espadachín.

    —Pues… ahora que lo dices… no había pensado en eso… — comentó Zoro — ¿a ti se te ocurre algo? — le preguntó a la muchacha.

    —Sí… pero lo primero que deberías hacer es vestirte — dijo la pelirroja nerviosa, con un pequeño rubor en sus mejillas al acordarse de cómo iba el espadachín — y ya después, ayudarme a colocar todo lo que podamos en su sitio; para después buscar a Chopper y contarle todo lo sucedido — le explicó — ¿De acuerdo?.

    —Está bien, reconozco que es una buena idea, aun viniendo de ti — afirmó el peliverde.

    — ¡¿Qué se supone que has querido decir con eso?! — le preguntó Nami propinando a Zoro con unos cuantos capones, que le dejaron la cabeza a Zoro llena de chichones, arañazos y un ojo morado.

    —Nada, nada, será mejor que nos demos prisa si queremos acabar antes de llegar al barco ¿no? — preguntó el peliverde ya recuperado de los golpes que Nami le había propinado.

    —Hm… —gruñó la pelirroja — está bien, pero no tardes mucho, aun tengo muchas cosas que contarte que deberías saber — continuó. Mientras que Zoro solo asentía, para después acordarse de su herida y de que no podía levantarse.

    —Aunque sería mejor si me ayudaras a levantarme — dijo Zoro irónico, a lo que la navegante le ayudó a ponerse de pie a su compañero.

    Y así, el peliverde se puso su anterior ropa y ayudó a su compañera a ordenar el camarote –y a la vez en enfermería– de Chopper. Para después buscar a este último y contarle todo lo sucedido.

    ~* En el camarote de las chicas *~

    — ¿Estás segura de que funcionará? — preguntó un muchacho de cejas rizadas, no muy seguro de lo que le había dicho su compañera.

    —Por supuesto, créeme, al ir a esa especie de barco tenemos mucha más ventaja, y hay muchas más posibilidades de que el plan de resultado, créeme, Sanji — le aseguró una mujer de cabellera negra y ojos azules. A lo que el muchacho solo asintió, dando a entender que lo había entendido, aunque todavía le quedaba una duda.

    —Está bien, confío en ti, pero, ¿cómo es que estás tan segura? — volvió a preguntar el cocinero curioso.

    —Muy sencillo, estuve buscando información sobre ese barco —le contestó la morocha— resulta que ese barco es un hotel, y al parecer de los mejores del Nuevo Mundo, en él se permiten piratas, aunque, al ser un lugar tan refinado y caro no va ninguna banda. Luego, también encontré, que no solo hay un hotel, según vimos desde lejos, parecía tener varios edificios, y cada uno de diferentes colores ¿no? — le preguntó, a lo que Sanji solo asintió atento a la explicación de la muchacha — Bien, pues cada uno de los edificios es un lugar diferente, hay un bar, un restaurante, unas pequeñas tiendas y un gran hotel. Mucha gente hace turismo en ese lugar, mientras que otras se alojan en el hotel para pasar días, semanas o incluso meses. Eso es toda la información que encontré — terminó de explicar la morena.

    — ¡Vaya! Parece un lugar muy relajante y agradable — comentó el rubio impresionado.

    —Así es, por eso, te digo que está asegurado que el plan funcione — dijo la arqueóloga.

    —Si, bueno, mejor me voy. Ya debería de empezar a hacer la comida, antes de que el idiota de Luffy se ponga a protestar y a echarme la bronca por no estar la comida lista — se despidió Sanji — nos vemos, Robin — e iba a decir algo más, pero, para su desgracia, por la puerta que se encontraba medio abierta apareció un muchacho con sombrero de paja llamando al cocinero.

    — ¡Sanjiiiiii! — Llamó el moreno a Sanji — ¡Tengo hambre! ¡Haz ya la comida! ¡Te lo ordeno como tu capitán que soy! – ordenó el morocho, sin percatarse de la presencia de Robin; parecía un niño pequeño cuando no le habían dado una golosina o no le habían comprado el juguete que quería.

    —Si, si, ya voy — contestó Sanji saliendo de la cocina, a la vez que encendía un cigarrillo, no sin antes despedirse de Robin.

    — ¿Robin? — se preguntó el moreno buscando con la mirada a la ya anteriormente nombrada muchacha. Hasta que por fin la encontró, como siempre, con su típica sonrisa enigmática — Ah, ¡hola, Robin! — saludó el muchacho.

    — ¡Hola capitán! — correspondió al saludo la morocha.

    Se quedaron unos minutos en silencio, mirándose fijamente a los ojos, ambos un poco ruborizados. Poco a poco el silencio inundaba más y más la sala, lo único que se escuchaba eran los gritos de Nami, Zoro y Sanji. Seguramente Zoro y Sanji ya se estarían peleando otra vez y Nami, como no, fue la encargada de parar la pelea, dando un capón bien fuerte a cada uno.

    Inmediatamente, se oyó por todo el barco la voz de Sanji que avisaba de que la comida ya estaba lista.

    —Vamos capitán, no estarán esperando para empezar a comer — sugirió Robin.

    — ¡Está bien! ¡Andando! — dijo animadamente Luffy mientras salía por la puerta del camarote en dirección a la cocina. Ante tal comportamiento por parte del morocho, Robin no pudo evitar soltar una pequeña risita, para después, salir del camarote siguiendo el mismo camino que Luffy.

    ~.~

    — ¡Ya llegamos! ¡Ya llegamos! ¡Ya llegamos! — decía una y otra vez el morocho con sombrero de paja muy ilusionado y emocionado.

    —Cálmate, Luffy, nada más llegar y ya nos van a tomar por los locos de los siete mares — comentó otro morocho de nariz larga, intentando calmar a su amigo; aunque el resultado era negativo.

    —Venga, déjale en paz, Usopp, si ya le conoces, como si fuera a hacer caso de lo que le dices — dijo otro muchacho, solo que éste tenia el pelo verde. Iba acompañado de una hermosa joven de cabellera roja como el fuego.

    —Si, ahora que lo dices tienes razón, Zoro… — suspiró Usopp — no tiene remedio… —comentó el moreno.

    — ¿Y por qué no dejáis ese tema a un lado y desembarcamos ya? —preguntó la pelirroja ya nombrada anteriormente, que se encontraba un poco impaciente. Y como respuesta todos asintieron — ¡Luffy! — llamó a Luffy.

    — ¿Eh? ¿Ocurre algo, Nami? — preguntó Luffy curioso, yendo hacia donde se encontraban Zoro y Nami.

    —No quiero que te separes de ninguno de nosotros en ningún momento, y mucho menos que vayas haciendo el tonto o diciendo cosas sin sentido por ahí, o si no… despídete de la comida durante toda una semana — amenazó la navegante dirigiéndose a él con una mirada asesina que puso los pelos de punta a todos los del barco –a excepción de Robin y Zoro–.

    El trigueño ante tal amenaza, lo único que pudo hacer fue asentir muy rápida y enérgicamente la cabeza, como si de militares se tratase –cosa que parecía un poco–.

    — Bueno, ¿nos vamos ya? — preguntó la ojiazul, indiferente.

    — Pues claro — afirmó la otra muchacha — Vamos, Zoro.

    —Ya voy, ya voy, no me metas prisa, mujer. Intenta andar tu con el pie así — se defendió el peliverde, aunque de poco le sirvió, pues la muchacha de cabellos naranjas le propino otro capón y un “Lo que tú digas”.

    ~.~

    Los nueve muchachos ya habían desembarcado y ahora se encontraban en el interior del barco. Era enorme, como se dijo anteriormente, tenía varios edificios de distintos colores cada uno; solo que esta vez, daban una sensación de vértigo increíble, tenía dos piscinas, una más pequeña que la otra, ambas piscinas estaban llenas de gente. En uno de los edificios ponía Bar karaoke era de un color azul; en otro un poco más grande, Restaurante, el edificio era de un color rojo muy claro, en otro; Tiendas, era de un color verde y ya, por último, se podían encontrar con un edificio mucho más grande con los otros tres edificios, en éste ponía Hotel, y era de un color amarillento muy, muy clarito, casi no se podía distinguir el color, parecía blanco.

    El barco tenia pinta de ser muy acogedor. Estaba rodeado de vegetación y la gente parecía pasárselo en grande.

    Los sombrero de paja estaban muy impresionados, todos miraban de un lado para otro con estrellas en los ojos; bueno, más bien, solo Luffy, Usopp y Chopper, los demás, estaban impresionados pero seguían al frente mostrando indeferencia.

    Todos –o casi todos– iban muy tranquilos dirigiéndose a la puerta del edificio amarillento en el que ponía Hotel, dispuestos a conseguir información. Ya que, lo único que sabían –a excepción de Robin y Sanji– era que en ese barco estaban permitidos los piratas, solo que ninguna banda se acercaba por el precio, y porque a más de una banda la echaron por cosas que ahora mismo no importan.

    Se disponían a abrir la puerta del hotel, cuando de repente alguien se les apareció por sorpresa delante de ellos.

    — ¡Buenos días, piratas de Sombrero de paja! Les estábamos esperando — dijo un hombre bajito y regordete de pintas muy extrañas y misteriosas.


    Continuará…

    N/A:
    * (1): Se que suena un poco mal, pero no sean mal pensados, por favor.
    * (2): Por quien no se haya dado cuenta, Luffy, al decir que tenia hambre, hizo que Chopper y Brook se cayeran al estilo anime



     
    • Me gusta Me gusta x 1
  8.  
    Monii-chan

    Monii-chan Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Mayo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Torpe Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3051
    NOTA:
    - Los personajes no me pertenecen, sino que pertenecen a Oda-sama
    - Es un 3D2Y (es decir, después del timeskip)
    - Es un ZoNa acompañado por un leve LuRo
    - Recuerdo que Zoro Roronoa tenía el pie fracturado, por eso varias de las acciones que realice a continuación, aunque no lo diga, las realizará con mucho esfuerzo.
    - Pensamientos en cursiva.


    CHAPTER 5: Suposiciones
    En capítulos anteriores:


    Nos encontramos en el “Red Line S.A.” uno de los barcos más lujosos y caros de todo el Nuevo Mundo, en él, los piratas de Sombrero de Paja se disponían a entrar en uno de los edificios del barco ya nombrado anteriormente, pero, cuando estaban a punto de entrar, un hombre de pintas misteriosas se les aparece.
    —¡Buenos días, piratas de Sombrero de paja! —dijo un hombre bajito y regordete de pintas muy extrañas y misteriosas.

    —¡¿Qui… quién demonios eres?!— preguntó Nami asustada a la vez que sacaba su Sorcery Clima Tact preparada para atacar.

    —¡¿Quieres pelea?! – preguntó Sanji mientras daba una calada a su cigarrillo y se preparaba para darle una fuerte patada al extraño hombre.

    —¿Es eso lo que quieres? —preguntó también Zoro sacando una de sus espadas, poniendo una pose que mostraba que estaba listo para atacar.

    —¡No, no, no, no, no, no, no, no, nooo! ¡Por favor! ¡No es eso, de verdad! —Negó el hombre rápidamente atemorizado y nervioso – ¡Yo simplemente vine para recibiros! —se explicó moviendo las dos manos en señal de negación.

    —¿Hm? ¿Recibirnos? —preguntó Luffy muy desconcertado.

    —¡Si, si, si, si, si, si, si, si! ¡A recibiros no es ninguna broma, ni ninguna trampa, en serio! – explicó el hombre aun todavía más nervioso.

    —¿Entonces? —Preguntó esta vez un extrañado Franky —¡Explícate!— le ordenó intimidante.

    —Veréis… hace ya unas horas que vimos como vuestro barco se acercaba a nosotros; al principio no estábamos seguros, pero al cabo de un rato supimos con seguridad que os dirigíais hacia nosotros y, según parece no nos equivocábamos —contestó ya más tranquilo.

    —Muy bien… y fue por eso que saliste a recibirnos ¿verdad? —razonó el cocinero indiferente.

    —Así es, así es.

    Hubo un pequeño momento en el que solo se oían los gritos de gente divirtiéndose. Todo el mundo se había quedado en silencio, nadie articulaba palabra, ninguno sabia que decir; excepto la navegante que no paraba de mirar a todos lados, como si algo le llamara la
    atención, aunque nadie se percataba de eso, pues todos estaban sumidos en sus pensamientos; hasta que finalmente habló, rompiendo ese incómodo silencio.

    —Eh… disculpa, esto… —empezó a decir Nami, sacando de sus pensamientos a todos, y consiguiendo ser el centro de atención de los 9 presentes allí mismo.

    —Paolo, mi nombre es Paolo, soy el director de esta maravilla de barco y gerente del hotel.

    —Bien, Paolo, resulta que tengo una pequeña pregunta que hacerte.

    —¡Oh! ¡Me encanta que me hagan preguntas! ¡Adelante! —Comentó emocionado Paolo— Continúa, por favor.

    —Verás, me he dado cuenta de aquí casi todo lo que hay son parejitas muy encariñadas. Ya me imaginaba yo que habría parejas: que vendrían para pasar el día o semanas, pero no me imaginaba que hubiera tantas.

    Ante tal pregunta —si se le puede llamar así— el resto de la tripulación hizo lo que en momentos anteriores la pelirroja había hecho, y comprobaron con sus propios ojos como lo que había dicho su compañera era totalmente cierto.

    —Ah, ¿es eso? Bueno, tiene una respuesta muy sencilla; y es que Red Line S.A. está hecho especialmente para las parejas, pero aun así vienen familias a pasar el día o a registrarse. ¡Es por eso que Red Line S.A. es tan famoso en el Grand Line! —Explicó— y suponiendo que vosotros estáis aquí y hay dos hermosas damas en la tripulación, debe haber una o dos parejitas por aquí —supuso Paolo con picardía.

    —¡¿Qué?! —preguntaron todos a la misma vez asombrados.

    —Jijijiji, eso es que he acertado ¿no? —Afirmó con una mirada pícara, para después dirigirse rápidamente al morocho con sombrero de paja – ¡TÚ! ¡Sombrero de paja! ¡De seguro que tú estás con una de ellas!

    —¡¿Q-qué?! —preguntaron tanto Luffy, como Robin y Nami.

    —¡Lo dicho! —Contestó —Hm… el problema es con cual, ambas serían una buena opción— comentaba para si mientras terminaba de observar atentamente a la pelirroja, para dirigirse a la morena.

    —¿Es cierto lo que dice? —preguntó Zoro a Nami con lo que se podrían decir “celos” en su mirada, aunque nadie se dio cuenta de eso.

    —¡Para nada! ¡A mi no me metas en sus paranoias! —contestó rápidamente negando con las manos y la cabeza. A lo que el espadachín solo respondió dirigiendo su mirada hacia Paolo, quien ya se disponía a dar su opinión.

    —¡Ya lo tengo! —Dijo en voz alta el extraño hombre— ¡Tú, Sombrero de paja! ¡Y tú, Nico Robin; vosotros dos tenéis algo! – Afirmó, para sorpresa de todos sus compañeros, y gran alivio en Zoro y Nami— ¿Verdad? He acertado ¿no? Sí, por la expresión de vuestros rostros se nota que sí.

    Y nada más decir esto último, todas las miradas del lugar fueron a parar directamente a un Luffy y una Robin más que sorprendidos.

    El morocho se encontraba más rojo que un tomate, haciendo competencia a su habitual sudadera roja. Mientras que la morocha solo tenía un pequeño rubor en su rostro, que se podía distinguir fácilmente.

    Ambos no articulaban palabra alguna; tampoco había nada que decir, era solo una suposición de un completo extraño, y no estaban obligados a decir nada. Paolo, al ver que nadie decía nada, decidió continuar él hablando.

    —Bueno, bueno… como veo que nadie dice nada, creo que continuaré con la hermosa navegante de Sombrero de Paja —dijo Paolo dirigiendo una pícara sonrisa a la navegante.

    —¡Oh, no! ¡A mi no me metas en tus paranoias porque no! —le ordenó la navegante inmediatamente. Aunque de nada sirvió, pues él lo único que hizo fue ignorar su reciente comentario y volver a dirigirse hacia ella, para más alerta de Zoro.

    —Hm… lo tuyo sí que es fácil, es evidente que tú estás saliendo con… —empezó a hablar Paolo, consiguiendo poner a una Nami y a un Zoro más que furiosos y nerviosos; y hacer ilusiones a Sanji.

    El director del barco, al ver tan espectáculo, no dudó en aguantarse la risa y continuar con su suposición —…el espadachín, Zoro Roronoa –—terminó de decir, intentando no reírse delante de todos ellos, pues el cocinero, ante tal respuesta, no pudo ponerse más dramático: Puso el gesto con la cara más dramático que pudo, y se fue a una esquina haciendo círculos en el suelo con la típica nube azul en cima suyo y murmurando cosas para sí que nadie podía entender.

    Por otro lado, la reacción del espadachín y la navegante fueron muy distintas a las del cocinero: Ambos se encontraban asombrados y sonrojados a la vez <<¡¿Cómo podía emparejarlos?! ¡¿Estaba loco ese hombre?! ¡¿Si se llevan como el perro y el gato?!>> Éstas, junto a muchas otras preguntas se les pasaba por la mente a ambos muchachos, y por muchas cosas que se dijesen para intentar convencerse de que no era para exagerar tanto, no conseguían convencerse:

    Si que antes ya nos habían emparejado más de una vez, pero nunca antes habíamos reaccionado de esta manera, ni nos habíamos sonrojado ni nada parecido, al contrario, no les hacíamos caso; ¡¿Por qué hemos reaccionado de esta manera?! ¡¿Qué nos está pasando?!— Se preguntaban a la misma vez Zoro y Nami. Ambos se encontraban mirando al suelo intentando ocultar su rubor y evitar las atónitas miradas de sus compañeros.

    —Bueno, bueno… está bien, ya veo que acerté, pero, ¿por qué no dejamos este tema a parte y continuamos por donde íbamos antes? — Preguntó impaciente Paolo, una vez que estaba empezando a aburrirse —Por favor, adelante, pasad —les ofreció abriéndoles la puerta para que pasaran al interior del edificio.

    —Claro, ¡Vamos! —Respondió Usopp por los demás pasando ya adentro —no cabe mencionar que fue el primero de la tripulación en reaccionar—, no sin antes hacer reaccionar a sus demás compañeros.

    ~/Una vez dentro…/~

    Todos estaban fascinados, ¡Nunca antes habían visto lugar más precioso, lujoso y grande! Empleados iban de un lado a otro muy rápido y apresurados, se notaba cuan se esmeraban en su trabajo.

    -—¡Vaya… esto es genial! ¡Cómo mola! —comentaron Luffy, Usopp y Chopper con estrellas en los ojos.

    —¿A que sí? Fue todo diseño mío, para que veáis que tan buen gusto tengo —presumió el hombre. Para después cambiar todo el rostro de su alegre cara por una al borde de las lágrimas— ¡No sabéis cuan agradecido estoy al Dios del cielo por haber hecho que de todas las bandas de piratas que hay en todo Grand Line hayáis sido vosotros los que tras tantos años sin ver a pirata alguno, hayáis aparecido en mi barco! —Comentó agradecido— ¡Es un honor para nosotros que los Piratas de Sombrero de paja sean los primeros después de tanto tiempo en alojarse en nuestro hotel, ya veréis como no os arrepentiréis! —Continuó el morocho— ¡Ai, ai, ai, ai, ai, estoy tan feliz que creo que voy a llorar! ¡Hala, pero si ya estoy llorando! ¡Muchas gracias, señor! —dijo llorando de la emoción, desconcertando un poco a todos, aunque a un grupito en especial:

    —Este tío está mal —comentó Nami, con una gota estilo anime en su cabeza, acompañada por Usopp, Sanji y Zoro; quienes se habían alejado del grupo.

    —Y que lo digas —afirmó Sanji dando la razón a Nami, también con una gota estilo anime en su cabeza.

    —Es un rarito —comentó el narizotas, a lo que los demás solo asintieron.

    —Tal vez habría sido mejor quedarse en el barco —comentó también Zoro, a lo que los demás solo volvieron a asentir.

    —¡Eh, chicos! ¡Daos prisa, que os estamos esperando! —llamó Luffy a sus amigos.

    —¡Sí, sí, ya vamos! —contestó Nami.

    Y así, Zoro, Nami, Sanji y Usopp se dirigieron corriendo a donde se encontraba el resto de la tripulación y el extraño hombre.

    —Y bien, ¿Cuántas habitaciones queréis? — preguntó Paolo desde el mostrador de recepción apuntando quien sabe que cosas en una pequeña libreta.

    —Ey, ey, ey, espera, amigo ¿Cómo que habitaciones? ¿A qué te refieres? —preguntó Nami inmediatamente pensándose lo peor.

    —Pues a qué va a ser si no, a cuántas habitaciones queréis para alojaros. Para algo habéis venido ¿no? —Contestó el hombre extrañado —¿Cuántos sois, por cierto?

    —¡Pues claro! Y somos nueve personas —contestó Luffy por Nami, entusiasmado por la idea de alojarse en un hotel así; quién fue interrumpido por una Nami no muy contenta con la idea de gastar su preciado dinero.

    —¡Pues claro que no! ¡No pienso soltar ni un solo berrie! A parte, no me fío ni un solo pelo de este tío.

    —¿Y quién dijo qué teníais que pagar? —Preguntó Paolo con una sonrisa, extrañando a toda la tripulación —¡Como lo oís, podéis registraros completamente gratis! —se explicó inmediatamente, como si supiera lo que pensaban cada uno de los Sombrero de paja.

    —¡¿Gratis?! ¡Eres genial, tío! ¡Adelante, apunta bien grande a “Los Sombrero de paja”! —le ordenó Nami con los ojos en forma de berries.

    —¿Pero no era ella la primera en decir que no confiáramos en un desconocido? —preguntó Usopp con una gota estilo anime en su cabeza.

    —Tú ya sabes como es, ¿de qué te extrañas? Eres uno de los que mejor la conocen ¿no? —preguntó Franky dirigiéndose al francotirador.

    —¡Está claro que mi Nami-Swan no ha cambiado nada en estos dos años, salvo que se ha vuelto mucho más atractiva y fuerte! —omentó Sanji con corazones en los ojos. Para después dirigirse corriendo a donde se encontraba la pelirroja gritando que si podía ayudar en algo; aunque la navegante solo lo ignoraba.

    —Él tampoco se puede decir que haya cambiado mucho – comentó Usopp en voz baja, para que nadie pudiera oírle, salvo Franky.

    —Cuanta razón tienes, muchacho, cuanta razón tienes… —sintió el carpintero acercándose junto con el narizotas a sus compañeros para saber de qué estaban hablando.

    —Entonces, pongo una habitación para la navegante y el espadachín; otra para Sombrero de paja y Nico Robin; y… el resto de los hombres ya me diréis vosotros… - dijo el gerente apuntando en la libreta las habitaciones de cada uno, y esperando una respuesta por parte de la navegante acerca de las habitaciones del resto de sus compañeros.

    —Pues… Franky y Brook podrían ir en una, y luego Usopp, Chopper y Sanji en otra. ¿Tenéis habitaciones para tres?

    — Pues claro, entonces una para ti y tu novio, otra para Sombrero de paja y Nico Robin… y luego una para el Cyborg y el músico, y ya por último, otra para el cocinero, el mapache y el narizotas ¿no es así?

    —¡Oye, que no soy un mapache, soy un renito! ¡¿O es que acaso no ves mis cuernos?! —dijo Chopper enfadado.

    —Tranquilo, cálmate doctor-san —dijo Robin intentando calmar el renito de nariz azul.

    — Sí, así está perfecto —confirmó Nami, dirigiéndose a Paolo.

    —Perfecto, en ese caso aquí están sus llaves: Son la 900, 901, 930 y 989. La 900 tiene tres camas pequeñas, la 901 dos camas pequeñas y las 930 y 989 una cama matrimonial. Espero que sean de su estancia. Por favor, si tienen alguna duda no duden en preguntarme —dijo Paolo entregándole a Nami las llaves.

    —De acuerdo, muchas gracias —dijo Nami agradecida, cogiendo las llaves que Paolo le había dado— Robin, por favor, avisa a los demás —pidió a la morena intentando ocultar su cansancio.

    —Está bien, navegante —confirmó la arqueóloga— ¡Por favor, chicos, venid aquí, vamos a repartir las habitaciones!

    Segundos más tarde, todos se encontraban reunidos en una zona apartada del mostrador para no molestar a las demás personas ni a los empleados.

    —Bien, Zoro y yo dormiremos en la 989 ¿Algún problema, Zoro? —preguntó la pelirroja, dirigiendo una mirada asesina al peliverde.

    —N-no… ninguno.

    —Bien, el capitán y yo dormiremos en la 930— afirmó la morena mientras que la pelirroja le entregaba su correspondiente llave.

    — Franky y Brook dormirán en la 900 y Usopp, Chopper y Sanji dormirán en la 901 —dijo Nami entregándole su conveniente llave a Franky y Usopp.

    —¡Está bien! —dijeron todos, excepto Sanji, que se volvió a otra esquina y volvió a empezar a murmurar cosas por lo bajo que nadie podía entender, como ocurrió anteriormente.

    Segundos más tarde, ya todos y cada uno de los tripulantes —a excepción de Sanji— se dirigían al ascensor que les llevaría a sus correspondientes habitaciones.

    —Vamos, Sanji-kun, te estamos esperando —dijo Nami, quien ya se encontraba en un pequeño ascensor, en compañía del resto de la tripulación, haciendo reaccionar a Sanji.

    —¡Ya voy, Nami-swaaan! —dijo Sanji inmediatamente con corazones en los ojos, dirigiéndose rápidamente al ascensor.

    —Pues si ya estamos todos, ¡Adelante! —Confirmó Franky una vez haber entrado el cocinero al ascensor, a la vez que pulsaba el botón del ascensor que los llevaría a su correspondiente piso.

    A todos se les podía notar emocionados, unos más que otros, y cada uno por razones distintas. Una vez ya llegado a su correspondiente piso, cada uno siguió su camino; poco a poco fueron separándose, ¿Qué se podía hacer si no les habían puesto en habitaciones juntas? Lo importante era que habían conseguido habitaciones gratis en uno de los más famosos barcos del Nuevo Mundo y que, aun siendo un simple —pero lujoso— barco, les esperarían aventuras, aunque más de las que ellos se esperaban.

    Continuará…
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  9.  
    Monii-chan

    Monii-chan Entusiasta

    Capricornio
    Miembro desde:
    7 Mayo 2011
    Mensajes:
    83
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Torpe Amor
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    4518
    NOTA:
    -Es un ZoNa acompañado por un leve LuRo.

    -El LuRo estará acompañado por un SanRo.
    -Los personajes no me pertenecen, sino que pertenecen a Eiichiro Oda.
    - Recuerdo que Zoro Roronoa tenía el pie fracturado, por eso varias de las acciones que realice a continuación, aunque no lo diga, las realizará con mucho esfuerzo.
    - Pensamientos en cursiva.
    - Es un 3D2Y (es decir, después del timeskip)
    - La mayoría de las cosas están basadas en mi imaginación, así que muchas de las cosas o descripciones que haga serán un poco raras e imposibles en el mundo real.

    CHAPTER 6: Beso
    En capítulos anteriores…

    Los Sombrero de Paja, tras tener una extraña y larga conversación con el director del barco; descubrieron que es un lugar muy popular entre parejas y familias.

    Decidieron pasar un tiempo alojados en el hotel. Las habitaciones fueron distribuidas de esta manera:

    Zoro-Nami= 989
    Luffy-Robin= 930
    Chopper-Usopp-Sanji= 901
    Franky-Brook= 900

    Y así, cada pareja y trío se dirigieron cada uno a su habitación

    ~/Con Robin & Luffy/~

    El pasillo era largo, extenso pero muy lujoso; miraras a donde miraras siempre se veían puertas, cada una con número diferente, las paredes eran de un color rojizo muy oscuro, casi granate se podría decir; se podía distinguir a simple vista que eran de terciopelo, adornadas por una pequeña pero lujosa lámpara que separa cada una de las muchas puertas que había. Y, el suelo no iba a ser menos; la moqueta era lisa y suave; el color era un poco más oscuro que las paredes, llegando al granate.

    Sin duda daba una sensación muy cálida de comodidad pero, eso no quitaba lo largos y agotadores que eran. Había que reconocer que incluso antes de que llegaras al final uno ya se encontraba agotado y, los dos morochos, cuyos nombres correspondían a Nico Robin y Monkey D Luffy, no iban a ser menos.

    Ambos compañeros andaban alegremente mientras conversaban sobre diferentes cosas. No parecían aburrirse juntos, solo había un pequeño problema y, ese era Monkey D Luffy y su apetito.

    —Robin… ¿Cuándo llegamos a la habitación? Tengo mucha hambre y estoy muy cansado… —dijo cambiando de tema el moreno.

    —Jajaja, ya falta poco, Luffy-san, no te deprimas —contestó— Aunque si que es verdad que son demasiado largos y agotadores, un poco extraño para un barco.

    —Está bien… por cierto… ¿Por qué tenemos que compartir habitación tú y yo, Robin? —preguntó Luffy dirigiendo su mirada hacia la muchacha de cabellera negra.

    —Bueno… Paolo lo dijo.

    —¿Lo dijo él? ¿Entonces nos ha obligado a dormir juntos? —volvió a preguntar sorprendido por la respuesta de su amiga.

    —No, bueno, en parte…; tú ya has visto que se ha encabezonado en que tú y yo somos pareja y en que Zoro y Nami son otra ¿no? —explicó ella al moreno, quien asentía atento a la explicación de ésta— pues a la hora de elegir las habitaciones…

    [Flashback]

    —Entonces, pongo una habitación para la navegante y el espadachín; otra para Sombrero de paja y Nico Robin; y… el resto de los hombres ya me diréis vosotros… — dijo el gerente apuntando en la libreta las habitaciones de cada uno, y esperando una respuesta por parte de la navegante acerca de las habitaciones del resto de sus compañeros.

    —Pues… Franky y Brook podrían ir en una, y luego Usopp, Chopper y Sanji en otra. ¿Tenéis habitaciones para tres? — preguntó la pelirroja.

    —Pues claro, entonces una para ti y tu novio, otra para Sombrero de paja y Nico Robin… y luego una para el Cyborg y el músico, y ya por último, otra para el cocinero, el mapache y el narizotas ¿no es así? — afirmó Paolo sereno.

    [Fin Flashback]

    —…y como la navegante estaba cansada y no tenía ganas de protestar ni nada parecido, estuvimos de acuerdo en todo lo que nos dijo —terminó de explicar la morocha.

    —Ajá…, pero tú también podrías haberte quejado ¿no? ¿Por qué no lo hiciste?

    —Bueno, creo que tú sabes mejor que nadie que es mejor hacer caso a la navegante si no queremos hacerla enfadar ¿no?

    —Tienes razón, bueno, ¡de todas formas no importa! —comentó él con una sonrisa despreocupada y colocando sus manos detrás de su cabeza.

    Pasaron unos pocos minutos cuando llegaron a una puerta, la 930 para ser exactos. En la que la arqueóloga sacó de su bolsillo una pequeña llave con número pegado, el 930, y la introdujo en la cerradura de la puerta, para después girar la llave y abrir la puerta.

    ~/Habitación 989/~

    —¡Madre mía es enorme!

    —Sí, sí, sí, lo que tú digas —contestó él mientras se tumbaba en la gran cama que se encontraba en el centro de la habitación—, aunque no se si te has fijado del todo en la habitación, creo que esta noche me costará más trabajo dormirme… Además ¡¿Desde cuándo nos hemos sacado una foto, juntos?!

    La habitación era enorme, tenía las paredes coloreadas de un color azul casi blanco y la moqueta del suelo de un color negro. Una de las paredes era ocupada por un gran ventanal que permitía ver gran parte del barco.

    En una orilla de la habitación podíamos encontrar una cama matrimonial acompañada a cada lado por una pequeña mesita de noche. En la esquina opuesta había un gran armario y una pequeña cómoda en la que se posaban diferentes figuras que decoraban la habitación. Diferentes cuadros decoraban también las paredes del camarote.

    Cerca del gran ventanal ya nombrado anteriormente, se hallaba un pequeño sofá negro de piel y, justo en frente, una pequeña mesa, también negra, sobre la que se posaba una pequeña televisión de pantalla plana.

    Cerca de ahí, había una puerta negra de madera que daba lugar al baño. Era pequeño, pero sencillo: Una gran bañera negra con ducha, un inodoro, un lavabo, un pequeño espejo, un perchero y un pequeño armario en el que poder guardar los utensilios del aseo; todo negro, con los mismos colores que la habitación principal.

    Todo muy bien decorado y sencillo, se podría decir que aquel que había elegido tales tonos, colores y muebles tenía un muy buen gusto.

    —¡Y yo que sé! ¡Pero qué más da, el camarote es precioso! —contestó la muchacha observando por el ventanal la maravillosa vista que ofrecía.

    —¡¿Pero cómo puedes estar tan tranquila?! ¡Míralo! —le ordenó él irritado.

    —Voy… —dijo ella resignada dirigiéndose hacia su compañero— ¡¿Pero qué…?! —murmuró ella en shock.

    En efecto, como había dicho antes el muchacho, era una foto, una foto un tanto similar: la foto no era ni muy grande, ni muy pequeña, de un tamaño mediano, muy bien enmarcado. En él, se podía observar dos caras: una la de una muchacha de cabellos naranjas y largos y otra de un muchacho de cabellera verde con una cicatriz en su ojo izquierdo; a ambos se les podía observar muy felices y contentos. Y en la parte inferior del marco las letras de Nami y Zoro un poco en relieve destacando en todo el marco.

    —Vaya… esto sí que no me lo esperaba, se han superado, eso desde luego. Me pregunto dónde y cuándo nos sacaron esa foto…—comentó pensativa la muchacha para sí; hasta que se cansó de tanto pensar— En fin, es igual; ya pensaré en eso más tarde, ahora estoy muy cansada —pensó mientras se dirigía a la cama para acostarse y descansar. Consiguiendo desconcertar al hombre.

    —¿A dónde vas? ¿Por qué no estás enfadada, Nami? ¿Qué vas a hacer? —preguntó él aun más desconcertado al ver a su compañera acostarse en la cama.

    —¿Pues a dónde va a ser sino? Tengo sueño, así que voy a aprovechar el tiempo libre que tenemos antes de cenar. Además no hace falta exagerar tanto las cosas ¡Nos han sacado una foto! Pues vale, total, no es la primera vez —Contestó Nami sin importancia mientras cerraba los ojos para dormirse—. Por cierto, antes de que se me olvide, tú duermes en el sofá.

    —Maldita bruja con mala leche… —murmuró el peliverde por lo bajo para que ella no le oyera—. Está bien tú ganas, yo mientras exploraré el camarote y… —dijo haciendo una pequeña pausa para recopilar todo lo que su compañera le había dicho— ¡¿Cómo que yo duermo en el sofá?! —preguntó rápidamente alterado.

    —No te pensabas que iríamos a dormir los dos juntos en la misma cama ¿verdad? —Vaciló ella con una sonrisa traviesa en su rostro—. La única razón por la que compartimos camarote es porque el tío se ha encabezonado en que tú y yo, y Robin y Luffy compartiéramos camarote y… como estaba cansada no tenía ganas de protestar no dije nada. ¿Algún problema, Zoro?—explicó ella— ¿O es que prefieres dormir en el suelo? —preguntó ella dirigiéndole una mirada asesina.

    Maldita bruja, no sé que es peor: si dormir en la misma cama que ella o dormir en el suelo… —pensó enfadado Zoro— Está bien, tú ganas —suspiró rendido—. Voy a ducharme, que tengas dulces sueños —se despidió irónico mientras se dirigía al aseo; dejando a Nami con la palabra en la boca; tocándole callarse y aguantarse, eso sí, esa noche Zoro sufriría. Y así, la navegante se durmió, pensando en muchas cosas que podría hacerle a su compañero esa noche.

    ~.~

    —¡¿Pero cómo se te pudo ocurrir algo así?! ¡Gracias a tu estúpida idea ahora llegamos tarde a la cena! ¡Seguro que nos echan la bronca! ¡Y todo por tu culpa! —decía una alarmada muchacha de cabellera larga y naranja mientras corría. Iba muy elegante, portaba un vestido palabra de honor negro corto de noche, con lentejuelas negras en cada borde de la parte inferior del vestido. Acompañado por una pulsera con diamantes pequeños, un collar y unos pendientes iguales, todo conjuntado con unos zapatos negros de tacón alto; sin olvidar que iba con el pelo suelto, mostrando qué tan largo era su hermoso cabello. *(1)

    —Discúlpame, pero tú también me seguiste el rollo, por lo que estamos los dos metidos en el embrollo, a la próxima no te “dejes llevar” —contestó él, que se encontraba a unos cuantos metros por detrás de ella, defendiéndose e intentando alcanzar a su compañera. Él también iba vestido muy elegante, solo que con un conjunto más sencillo: llevaba un smoking y zapatos negros; debajo de la chaqueta del smoking portaba una camisa blanca, con un chaleco y una corbata también negra. *(2)

    —¡Yo no me dejé llevar! ¡Al contrario, lo hice para que pararas con esa broma!

    —Pues ya ves de lo mucho que te ha servido… —comentó él una vez haber alcanzado a la pelirroja.

    —¡Lo mismo te digo, fuiste tú el que se lanzó!

    —¡Pero fue porque me resbalé! ¡A parte de que tú continuaste! —protestó él.

    —¿Y qué iba a hacer sino? —preguntó ella irritada.

    —Muchas cosas. Pero, de todas formar da igual, lo pasado, pasado está; no hay vuelta atrás —dijo él poniendo fin a la conversación una vez llegaron al ascensor —. Aunque tampoco estaría nada mal repetirlo…

    [Flashback]

    Nos encontramos en la habitación 989, donde una muchacha pelirroja acaba de despertar de su pequeña y corta siesta. Fue justo cuando del baño salía un hombre de pelo verde tapado únicamente con una toalla atada a la cintura que le tapaba desde la cadera hasta un poco por encima de las rodillas; sonrojando así a la chica.

    —¡Zoro!, ¡¿pero qué haces semidesnudo?! —preguntó, o más bien gritó ella muy ruborizada y nerviosa mirando al lado contrario de donde se encontraba Zoro.

    —Me dejé la ropa, ¿vale? Además hoy mismo me has visto en ropa interior, ¿de qué te quejas, Nami? —preguntó él despreocupado acercándose sensualmente a la navegante.

    —¡No te me acerques! —dijo rápidamente ella aun más nerviosa y ruborizada, y a la vez alarmada de no poder encontrar nada para pararlo; quería amenazarlo con tirar sus espadas por el gran ventanal, pero daba la casualidad de que las espadas estaban al otro lado de la habitación y Zoro ya estaba llegando a la cama —Mierda, cómo puedo estar tan nerviosa, éste ya ha querido vengarse por algo, por las deudas o algo así; seguramente por verle así en la enfermería esta mañana. ¡Mierda! Y no puedo hacer nada… será mejor seguirle la corriente.

    —Venga, no tengas miedo, no te voy a violar ni nada parecido ¿Por quién me tomas? —dijo él riéndose aun caminando hacia la chica.

    —Tienes razón; porque voy a ser yo la que te lo haga —contestó ella, cambiando su nerviosismo por una sonrisa traviesa y segura, acercándose a Zoro, quien ahora mismo se encontraba en shock, del que rápidamente se liberó y volvió a la realidad; pero no contó con un pequeño detalle: la mochila de la pelirroja.

    A partir de ahí todo fue a cámara lenta; Zoro se tropezó con la mochila de Nami, cayendo en la cama, justo encima de Nami y, sin aguantarlo más, y haciendo como si hubiera sido parte de la caída que él acababa de tener, se lanzó a los labios de la pelirroja, convirtiendo ese roce en un beso cargado de pasión que, consiguió dejar en estado de shock a la pelirroja; hasta que, una vez haber reaccionado y meditarlo unos segundos, y al verse incapaz de moverse, pues el peliverde le había agarrado ambos brazos, se vio obligada a corresponder el beso, del que en un principio se arrepintió, que pasó a ser todo lo contrario.

    El beso duró unos cuantos segundos hasta que se vieron obligados a romperlo debido a la falta de aire. La respiración de ambos era irregular y ninguno de ellos articulaba palabra alguna, solo se oía el débil sonido de las manecillas del reloj.

    [Fin Flashback]

    Una vez bajaron del ascensor Nami salió corriendo hacia recepción, donde supuestamente le estaban esperando sus camaradas. Seguida de un Zoro que iba también corriendo solo que cojeando un poco.

    —¡Oye, bruja! ¿Te acuerdas de mí y de mi tobillo? —Preguntó él gritando, haciendo parar inmediatamente a la chica, quien se dirigió hacia él para ayudarle a regañadientes— Gracias —dijo sarcásticamente.

    —Vamos, date prisa. Aunque, ahora que lo pienso, ¡ya tenemos una excusa! —comentó ella feliz mientras apoyaba a Zoro en su hombro para que él pudiera andar mejor.

    —De nada, Zoro —dijo él sarcástico imitando la voz de la chica, ganándose un capón por parte de ésta— Además, no sé por qué tenemos que ir vestidos tan elegantemente, si solo vamos a cenar.

    —Sí, vamos a cenar; pero nos vamos a una fiesta ¿O es que ya no te acuerdas? —preguntó ella con una sonrisa burlona.

    Y así siguieron cinchándose, como si hubieran olvidado lo que pasó minutos antes; hasta que llegaron a recepción donde se encontraron, tal y como predijeron, a sus amigos. Unos estaban aburridos sin saber que hacer, otros se entretenían con lo que había por ahí, mientras que otros solo esperaban pacientemente con una sonrisa.

    —Por fin llegasteis, nos teníais muy preocupados —dijo la ojiazul mientras se levantaba del sofá en el que anteriormente estaba charlando con Franky y se dirigía a su compañera de cabellos naranjas con una sonrisa.

    Iba hermosa, llevaba un vestido largo rojo con un gran escote que dejaba poco a la imaginación y un pequeño broche en medio del escote. Iba conjuntado con una pulsera de diamantes y unos pendientes con forma de rombo de diamantes también; acompañado por unos tacones altos y finos de color blanco, y su pelo suelto, dejando ver su larga y lisa melena negra.

    —Eh, sí, pero ya sabes… con Zoro así tampoco es que pudiéramos ir muy rápido ¿Verdad, Zoro? —preguntó la navegante dándole un codazo sin que nadie se diera cuenta, salvo Zoro, haciéndole soltar un gemido de dolor; pero comprendiendo lo que su compañera quería decirle.

    —Por supuesto; ha ocurrido de todo en la habitación, aunque la verdad fue que Nami y yo…—pero fue interrumpido por él mismo que se tapó la boca nada más darse cuenta de que se estaba yendo de la lengua —. Mierda, a ver como salgo yo ahora de ésta… —pensó nervioso, esperando un golpe por parte de su compañera al casi contar lo que ocurrió en la habitación; pero al abrir los ojos lo único que encontró fue a él mismo y a ella acorralados por toda la tripulación.

    —¿Eh? ¿Tú y Nami qué? —preguntó Luffy curioso.

    Muchas gracias, Zoro; de verdad… Pero bueno… a ver como salimos ahora de ésta, tal vez debería contarles la verdad, total, fue un accidente… —La verdad, es que Zoro y yo… —empezó a explicar, pero hizo una pausa pensando en lo que iba a decir, dirigiendo su mirada hacia Zoro, para ver si daba alguna señal de vida, pero nada; se encontraba en shock, tapándose la boca el mismo por lo que acababa de decir— Zoro y yo… nos quedamos dormidos… ¡sí!… y por eso llegamos tarde a parte de que ya de por sí Zoro iba lento de camino. Pero bueno, ¡dejemos el tema de lado y vayamos a la fiesta! —sugirió ella nerviosa, pero tranquila al ver que sus compañeros la habían creído, o casi todos al menos.

    ~.~

    —Oye Zoro, no deberías beber tanto; yo sola no podré llevarte a la habitación, que lo sepas; y mucho me temo que tendrías que dormir en la calle.

    —Venga, mujer… no seas tan aguafiestas; estamos aquí para divertirnos ¿no? ¡Pues bebe un poco, que no te pasará nada! —intentó convencerle Zoro, se le notaba en el aliento que estaba borracho, a parte de sus reacciones y movimientos.

    —No, gracias. Prefiero irme a dormir ya. Nos vemos mañana y buenas noches —dijo ella levantándose de la silla del bar en el que estaba para dirigirse a su habitación y acostarse.

    No es que hubiera bebido tanto como Zoro, pero bebió, y no precisamente poco, que digamos. Le estaba empezando a doler un poco la cabeza, y no quería terminar acostada con algún desconocido y después no acordarse de nada y andar con la resaca. Por eso prefería irse a dormir cuanto antes.

    —De eso nada, si tú te vas a dormir, yo también. Además, será mejor, ya tengo planeado un juego para cuando lleguemos, jejejeje —comentó él siguiéndola y amarrándola de la mano para que no escapara, con una sonrisa entre traviesa, segura y juguetona que no daba muy buena espina.

    ~/Nami PoV/~

    Llegamos a la habitación, por fin. Eso de estar tanto rato con Zoro me afectará mucho, posiblemente llegue hasta a traumatizarme. O bueno… tal vez esté exagerando demasiado, pero sí que me afectará mucho, eso seguro.

    Ahora mismo acabo de ponerme el pijama: una camiseta blanca de tirantes con escote y unos shorts cortos también blancos y el pelo recogido en una media coleta *(5). Zoro también se había cambiado o bueno, más o menos; ya que lo único que hizo fue quitarse la camiseta y las botas, junto con su hamaraki. He de admitir que se veía atractivo sin camiseta, pero ya pensaré mejor sobre todo lo que acaba de pasar hoy… y pensar que han sucedido tantas cosas en un solo día.

    Un momento… ¿Qué está haciendo Zoro? ¿Me quiere volver a gastar otra broma como la de antes o qué? Dios santo, en serio que son muchas cosas en un solo día…

    ~/Fin Nami PoV/~

    —Zoro… ¿Ésta es otra broma como la de antes o qué? —preguntó Nami alejándose de Zoro.

    —¿Qué broma? ¿Acaso no puedo acercarme a ti y saborear tus labios como antes? —preguntó él acorralándola en la cama, esta vez no tenía escapatoria, y no había ningún objeto que hiciera que se tropezase o algo así. Solo había un problema… y era que Zoro no era consciente de lo que hacía, estaba sometido bajo los efectos del alcohol, ebrio y borracho.

    Tal vez la navegante sí que tenía razón: que él acabaría en una cama desconocida con alguien que no conocía y después no acordarse de nada y andar con una resaca de narices. Solo que, esta vez había una pequeña diferencia, y esa era que… a ese paso acabaría acostada con Zoro y… que al no estar bajo los efectos del alcohol ella se acordaría de todo y él no…

    —Mierda, Zoro; estas bajo los efectos del alcohol, será mejor que te vayas a dormir ya o…—intentaba convencer a el hombre hasta que se vio interrumpida por unas manos que la agarraron de los brazos con mucha fuerza, aun sin hacerle daño, impidiendo moverse, y el tacto de algo húmedo rozar su cuello. Era… era… la lengua de Zoro.

    ¡Dios! ¡Y le estaba besando el cuello! ¿Qué podía hacer ella ahora? ¿Dejarse llevar por el placer como antes, o pedir ayuda gritando con la esperanza de que alguien la oyera? No… no podía… recordó las palabras que el gerente del hotel, Paolo, le había dicho:

    <<Y no te preocupes… las paredes son lo suficientemente gruesas y sólidas como para que no se oiga hasta el más fuerte y agudo de los gritos>>

    Ahora sí que estaba en un dilema y, lo peor de todo era que no podía elegir… Por lo que, sin remedio… no le quedó otra que forzarse e intentar parar a su compañero, aun sin tener éxito.

    Así siguieron, mientras él besaba, saboreaba y devoraba el cuello de la chica satisfecho, ésta, gemía sin parar; no podía más, era demasiado para ella. Ya se había rendido, y dejó que él hiciera lo que quisiera con su cuerpo, ya no le importaba, se dio cuenta de que nada podía hacer; él era demasiado fuerte y aunque intentara soltarse del agarre no lo conseguiría. Así se dio por vencida, hasta que el manillar de la puerta giró, mostrando a una señora mayor, de pelo lila, corto y rizado, estaba gorda, muy gorda y llena de arrugas. Se le podría echar más años de los que ya tenía con facilidad.

    —Disculpe, señorita, veo que interrumpo. Pero no se preocupe, yo solo venía a dejar toallas limpias y a comprobar una cosa del aseo. Por favor, continúen, como si yo no estuviera —dijo la señora mayor dirigiéndose al aseo rápidamente.

    —¿Toallas? ¿Pero eso no se hacía por la mañana? Que excusa más mala, ésta sería seguramente una cotilla enviada por Paolo. Y éste continúa como si nada hubiera pasado… —pensaba ella al ver que Zoro todavía seguía con lo suyo; como si nadie les hubiera interrumpido.



    —Muy bien, ya está todo listo. Que tengan una buena noche, y lamento la interrupción —se disculpó la mujer mayor mientras cerraba la puerta tras de sí, dejando a los dos jóvenes solos en la habitación, otra vez; como al principio.


    ~/En algún lugar del Red Line S.A./~

    —Aquí estoy, mi señor. Tal y como me pidió, entré en la habitación de Zoro Roronoa y Nami; se podría decir que estaban de fiesta, por la situación en la que los pillé al menos uno de ellos habría bebido más de la cuenta. Pero no hay duda de que aun así están juntos, jijijiji —dijo una señora mayor.

    —Gracias, Camila; pero, ¿estás segura de que están juntos? —preguntó el hombre.

    —Por supuesto, Paolo. Pero lo que no entiendo es por qué son ellos y no Nico Robin y Monkey D.Luffy —comentó la mujer sin entender.

    —Muy sencillo, si por casualidad no fuera verdad eso de que están juntos; nosotros estaríamos metidos en un buen lío, ya que al haber una diferencia de edad tan grande poca gente se lo creería. Pero, con el Cazador de piratas Zoro Roronoa y la Gata ladrona Nami hay más posibilidades de que la gente se lo crea, ya sea verdad o no.

    —Ya veo, ¿entonces, para cuándo crees que estará? —preguntó Camila con una sonrisa siniestra.

    —Jajaja, paciencia, dentro de una semana; cuando Los Sombrero de Paja abandonen el Red Line S.A. todo Grand Line, incluido el Nuevo Mundo; verá en los periódicos y en las revistas: “Nami la Gata Ladrona y Zoro Roronoa el cazador de piratas, amor en secreto”, pero antes quiero que me traigas más imágenes de ellos dos, ésta está más que claro que irá en portada, pero quiero confirmarlo con más fotos. ¿Podrás hacerlo?

    —Por supuesto, todo sea por usted. Me gustaría ver sus caras cuando se enteren, jijijiji.

    Continuará…

    *(1) Imagen del vestido que Nami llevaba (es el de la izquierda, el negro): http://misxvporsiempre.com/vesti2/wp-content/uploads/2009/08/elegante.jpg

    *(2) El traje que Zoro llevaba es el mismo que el de la película 10 de One Piece: Strong World

    *(3) Nami no llegó a ver nada de la parte baja de Zoro

    *(4) Imagen del vestido que Robin llevaba: http://www.vestidos-noche.com/wp-content/uploads/2011/09/largo-rojo.jpg

    *(5) Estilo como al principio de la película 10 de One Piece: Strong World
     
    • Me gusta Me gusta x 1
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso