Harry Potter Todo esto es por Lily.

Tema en 'Fanfics sobre Libros' iniciado por Paulijem, 14 Julio 2017.

  1.  
    Paulijem

    Paulijem Hija de Aslan, Larcha y Tributo del andén 9 y 3/4

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    Escritora
    Título:
    Todo esto es por Lily.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1548
    Este OneShot participa en la actividad de Amane ¿Dónde están las Musas cuándo las necesitas?
    Espero que les guste :). Por cierto se encontrarán un Severus Snape vivito y coleando, pero es que aún no puedo concebir la idea de que JK lo hubiese llevado a mejor vida :'( así que aquí me tomaré la libertad de que esté vivo. *BENDITOS SEAN FANFICS*


    Sabía que el día en que fuese padre sería uno de sus más grandes retos. Pues la paternidad estaba a lo alto de la cadena de desafíos que uno podía llegar a tener en la vida. Y claro, ni los enfrentamientos con Voldemort se comparaba, no para Harry Potter, con el significado de tener hijos.

    Ese campo también era uno de batallas dónde no siempre podía estar de acuerdo o en desacuerdo al mismo tiempo, y en el que no podía agradar a todos de la misma manera. Es por ello que Harry a veces perdía la paciencia fácilmente, no con sus pequeños pero sí con él mismo y esos miedos que aparecían cuando no era capaz de resolver algo tan simple como un berrinche.

    Ginny era de gran ayuda, y la adoraba por esa compañía incondicional. No encontraría a nadie como ella y se alegraba de que así fuese. Pero en fin, Harry estaba seguro que algún día podía llegar a ser un buen padre como deseaba, y como había anhelado tener cuando era un simple niño bajo el cuidado de sus crueles tíos.

    A todo esto sus hijos no siempre lograban entenderlo, Albus principalmente. Pero lo comprendía, quizá no le había dado la atención debida. James por otra parte era inquieto y muchas de esas veces que podía invertir con su hijo del medio, sus ojos debían estar sobre el mayor todo el tiempo si no quería ver a su hogar en pedazos.

    Y luego estaba Lily, su princesa.

    Ella se contentaba solo con verlo en las noches a su sola disposición. Era ya un acto religioso que ambos se encontraran para compartir un momento de padre e hija para los cuentos antes de dormir. Ya le había leído «Los cuentos de Beedle el Bardo», «Alicia en el País de las Maravillas» e incluso algo de su propia historia. Pero una noche, Lily cansada ya de lo mismo, le pidió algo que lo dejó completamente en blanco.

    —¿Sobre los abuelos? —Ella asintió, con ese brillo en sus ojos castaños que a Harry lo doblegaban tanto o más que cuando Ginny lo hacía. Él opinaba que se convertía inevitablemente en una marioneta y no siempre era capaz de negarse a algo viniendo de la dulce Lily Luna. —Bueno ¿qué tal si me das tiempo para recordar algo bonito de ellos? Prometo que serás a la primera que buscaré mañana a la noche.

    —¿En serio? —Harry se sintió más tranquilo cuando Lily aceptó, más esa burbuja explotó una vez se vió fuera de la habitación. ¿Qué haría ahora? Llegó blanco como el papel a la cama, tan blanco que Ginny no lograba recordar la última vez que lo había visto así.

    —¿Harry, estás bien? —Él dio un respingo del susto y llevó sus manos a su pecho.

    —Por Merlín... Casi me matas de un susto, cariño. —Ella lo miró y él supo inmediatamente que debía soltarlo todo. —No sé, sinceramente no sé qué me pasa, pero cuando Lily me preguntó sobre mis padres me sentí tan aterrado. —Se sentó lentamente en la cama.

    —Eso explica que tu cabello esté más desordenado de lo habitual. —Rió la pelirroja acercándose a Harry por detrás.

    —No es gracioso, Gin. ¿Por qué parece que siempre soy el único que sale espantado de alguna de las habitaciones de nuestros hijos?

    —Porque te lo tomas todo muy en serio. Son niños, Harry ¿qué esperabas? —Soltó un suspiro acomodándose mejor cuando sintió que Ginny comenzaba a darle masajes.

    —Lo sé, es que odio defraudarlos. Al final he terminado siendo un asco de padre.

    —No lo eres y no te atrevas a repetirlo jamás. —Lo pellizcó y Harry se quejó.

    —¡Eso dolió! —le devolvió el pellizco a lo que Ginny lo golpeó en la cabeza. —Creo que estamos demasiado obsoletos para esto. —Rió por lo bajo contagiando a su esposa; se sentía relativamente mejor. Sin embargo, esa pequeña preocupación estaba allí aún rondando entre sus más profundos pensamientos.

    —Mejor vamos a dormir, mañana será otro día y si algo sé del Harry Potter que conozco, es que logrará resolver esta misión tarde o temprano.

    —Ojalá él te oiga.

    •••

    Ron no había sido de mucha ayuda, George le había ofrecido un jarabe para dormir. Luna, sí había recurrido a su peculiar amiga, sólo le había hablado sobre una criatura extraña de los recuerdos. Aunque dudaba que existiera realmente algo como aquello y Neville sólo le deseó suerte, demasiado amable para admitir que no tenía las respuestas que necesitaba. Al final tuvo que pedir una audiencia con Hermione, luego de que la ascendieran como Ministra de la Magia verla con algún tiempo libre era imposible. Pedir un tiempo, por otra parte, de forma legal le aseguraba que no podía más que aceptar su visita.

    ¿Quién dijo que Harry Potrer no era listo?

    —¡Harry! —Saludó ella desde el otro lado de su escritorio, el mismo que rodeó para darle un apretado y efusivo abrazo. —Ya te he dicho que no hace falta que pidas un turno, eres más que bienvenido aquí.

    —Lo sé, lo sé pero me mirarían mal. —Murmuró sonriendo apenado.

    —Tonterías, tú salvaste al mundo. ¡El niño que vivió! —Harry se rascó la nuca.

    —Si tú lo dices suena increíble. En fin, lamento molestarte, Hermione pero tengo una situación de vida y bueno, no creo que sea de muerte. Pero es importante, al menos para mí lo es.

    —Claro, lo que sea. —Lo invitó a sentarse, cada dos por tres los memorándums interdepartamentales aparecían por allí para quedar sobre otros papeles sobre el escritorio que Hermione ignoró por completo.

    —Verás...

    Después de contarle su exhaustiva historia, hasta el más mínimo detalle, incluyendo lo del "jarabe para dormir" ella lo observó en silencio. Parecía que su cabeza realmente estaba buscando esa solución que Harry no había encontrado hasta entonces. Y estaba muy esperanzado hasta que ella soltó la peor de las ideas, hasta llegó a pensar que lo de George no estaba tan mal después de todo.

    —¿Snape? ¿Estamos hablando de Severus Snape?

    —No conozco a nadie más con ese nombre que a «ese» Severus Snape. Él debe ser el único que sepa algo de tus padres, más de lo que ya te han dicho y conoces.

    —Pero vayamos a lo más importante, Hermione ¿por qué él?

    •••

    Debía estar demente.

    No, Hermione debía estar demente. Él estaba desesperado pero no tanto como para estar en ese instante frente a la puerta de Severus Snape. Se tiró el cabello y dio un grito inaudible al cielo despejado. Ni siquiera era capaz de irse, temiendo que su mejor amiga lo estuviera observando, lo que en realidad era un pensamiento tan enfermizo.

    —Señor Potter. —Harry dió un salto tan similar a un gato asustadizo. De hecho de haber habido alguien más lo habría encontrado cómico. Más para el único presente era la ridiculez en persona.

    —Por las barbas de Merlín... —Susurró negando con la cabeza y una mano en el pecho sintiendo como su corazón latía desbocado.

    —Sea la razón por la que esté aquí, señor Potter no me importa en lo absoluto. Pero sigue frente a mi puerta y deseo entrar a mi casa.

    —Oh, claro, claro lo siento tanto... Profesor.

    —No me obligue a decirle que ya no lo soy.

    —Es la costumbre. —Snape lo miró con desdén antes de pasarlo por al lado, tomándose su tiempo para abrir la puerta. Harry lo observó completamente en silencio, ya siendo un hombre se dió cuenta que aún le temía tanto como cuando era un niño. Y aquello no lo encontraba sano.

    —¿Se quedará ahí o va a pasar?

    Todo esto es por Lily, todo.


    •••

    La noche había llegado pronto para Harry, lo que agradecía enormemente dado al último de los acontecimientos de ese día. El mismo que deseaba de todas las formas posibles olvidar y que a la vez se había encontrado añorando.

    Pero allí estaba, después de acomodar la Snitch Dorada de James bajo su brazo, arropar a Albus una vez recibió el «beso de las buenas noches» de Ginny, llegó el turno de Lily Luna que con una gran sonrisa lo estaba esperando.

    Harry le sonrió a Ginny desde el otro lado de la puerta antes de cerrarla y acercarse a la cama de la más pequeña de la familia. No había un solo lugar en la habitación que no estuviera cubierto por peluches de unicornios e hipogrifos. Incluso su pijama los tenía estampados.

    Eso en algún momento le había parecido lo más raro, sin embargo tenía un James Potter que le hacía ver que habían cosas peores que un par de unicornios de ojos saltones. Y había terminado por aceptar que jamás lograría que Lily Luna se interesara por algo más que no fueran «unicornios e hipogrifos».

    —¿Pudiste recordar algo?

    —Hubo alguien que me ayudó a hacerlo. ¿Estás preparada?

    —¡Sí!

    —Entonces, aquí vamos...
     
    Última edición: 14 Julio 2017
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  2.  
    Ichiinou

    Ichiinou Amo de FFL Comentarista destacado

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    Owww, nos quedamos sin la historia de Lily y James, que curiosamente son los nombres de los hijos de Harry, suena algo extraño. (?)
    Por otra parte, me ha gustado bastante el relato, me lo he leído del tirón y la verdad, me ha hecho mucha gracia en algunos puntos. El pobre Harry solo quiere ser un buen padre y haría cualquier cosa para lograrlo, incluso acudir a Severus, al adorable Severus. <3
    Ains, me ha encantado. La narrativa es hermosa y todo te ha quedado muy bien. Aunque me has dejado con ganas, tengo que decírtelo. D:
    En fin, espero leer más cosas tuyas. ¡Saludos! :3
     
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