Titiritero de almas

Tema en 'Relatos' iniciado por Titiritero de almas, 6 Noviembre 2011.

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    Titiritero de almas

    Titiritero de almas Usuario común

    Sagitario
    Miembro desde:
    4 Abril 2011
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    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Titiritero de almas
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    4545
    n-n hola bueno, he publicado éste escrito para que obviamente me den su opinión acerca de los personajes de la historia, pondré una que otra escena del primer libro de “el titiritero de almas”, es una historia original, hasta ahora llevo escritos 4 libros, en total van a ser 9 (cada libro contiene 600pág como mínimo) no publico la historia porque pienso hacerla pública (valga la redundancia) como libro en un futuro no muy lejano n-n
    mmm podré el capitulo desde que Günther (jiunda) choca el carro de su mami xD
    Cuando digo “el de cabellos azules” o “el de ojos grises” me refiero a un chico llamado Jack.
    Empezamos…

    —“Vaya problema en el que me he metido”— aseguró en sus adentros el chico de cabello castaño.

    Había sido un día sumamente difícil, y sobretodo problemático. Ahora se encontraba recostado sobre su cama, boca abajo, apoyando su deprimente rostro sobre las frías colchas, las cuales, debido a la presión aplastaban la fina nariz del chico, logrando así acercar más su cara a la cama.
    Por primera vez en su vida Günther tenía que pensar en algo, no había opción.

    —“¿Cómo jodidos resolveré el problema?”—cuestionó mentalmente, acompañado de una incontenible tortura ante el pensamiento.

    Apretó ambas viriles manos, de esa manera formando unos anchos y rígidos puños.
    Tenía, debía actuar, no existía escapatoria; su madre se lo había dicho horas atrás, y al parecer era la única manera de salir de tal caso…

    —“Jamás he conseguido trabajo, y no sé cómo buscarlo”—el dolor se adueñó de su cabeza, ahora debía dedicarse al estudio y al trabajo, a partir de esos instantes todo cambiaría para el propietario de semejante problema—“Dirk, él es igual o más amargado que Jack, cuando se entere de todo—tragó saliva temeroso ante su cruel, o mejor dicho su muy justo futuro, el cual se haría presente en unos pocos minutos—cuando se entere de esto—erectó más ambos puños al punto de lastimarse—me querrá fumigar”—así finalizó su veredicto mental—como la maldita cucaracha que soy—completó, ésta vez en un susurro lleno demasiado doloroso, el cual se reflejaba en su rostro actualmente cubierto.

    Günther Schiffer deshizo en seco ambos puños, permitiendo así que la sangre circulase nuevamente por las manos, también quitó el muy erecto ceño y finalmente abrió sus azulinas y miedosas orbes como si se tratasen de dos platos gigantescos.
    Todo se debía a que el temible Dirk se encontraba estacionando el carro que cotidianamente usaba para transportarse al trabajo.

    —“Joder, ya llegó”—dijo la mente del castaño al oír cómo la puerta de un carro era abierta, para después ser cerrada.

    El de ojos azules se sentó en la cama ante los aterradores sonidos ya escuchados.
    El chico apoyó las manos en la holgada mezclilla que cubría sus muslos, y de manera inconsciente comenzó a respirar agitado.
    Mordió su labio inferior tratando de hacer cesar la ansiedad, la cual iba en aumento con frenesí, sin embargo tal acto fue hecho en vano, incluso ello había empeorado su crisis nerviosa.

    —A ver Günther, vas a “tranquilizar” a Dirk asegurándole el hecho de que te vas a poner a trabajar en cuanto antes, que mañana vas a comenzar a buscar trab…

    —¡Günther, baja por favor!—fue lo que se escuchó gritar de una voz femenina y madura desde abajo, la cual reconoció el nombrado al instante.

    —“No pierdas la calma Günther”—se mentalizó el Schiffer con inconsciente ironía ante el pensamiento, ironía que no fue percibida ni en lo más mínimo por su joven dueño—ah…

    —¡Günther!—sus pensamientos fueron nuevamente suspendidos por la voz ya anteriormente escuchada.

    La contraparte de Jack suspiró, apoyó las juveniles palmas en el colchón y se levantó, a éstas alturas el chico ya no pensaba, ahora solo temblaba involuntariamente, quiso, luchaba por mantener la cabeza fría, pero la situación actual y su personalidad se lo impedían.
    Dio unos escasos pasos para llegar a la puerta de su cuarto, acto seguido tomó temeroso la gélida perilla y su palma se posó ahí por varios segundos, logrando aumentar la temperatura en el dorado metal.
    Después de pensarlo por un buen tiempo el chico de azulinas pupilas giró la perilla y así abrió la puerta de fina madera. Inhaló aire frío, muy diferente al de su alcoba.

    —¡Günther, ven por favor!—ahora los gritos eran pertenecientes a una voz viril, una que extrañamente lucía relajada.
    —​
    —¿Qué es lo que quieren decirme?—preguntó curioso y a la vez cansada la cabecilla de los Schiffer.

    —Sé paciente—sugirió Adalgisa en contraste a Dirk.

    Pasaron a penas unos escasos seis segundos para que se comenzaran a escuchar unos pasos bajar por las escaleras. La pareja miró al responsable del ruido escuchado, y obviamente se trataba de su “amado” hijo Günther.
    Por parte del castaño, detuvo en seco sus temblorosos y vacilantes pasos, miró pavoroso a su padre, y lo hizo de pies a cabeza. Por primera vez en su corta vida, el hermano de Jack contempló a su progenitor, de manera lenta, como si los segundos no corriesen.
    El cabello del viril Dirk era castaño oscuro, demasiado común, ondulado y dócil en demasía, haciendo contraste con su tersa y nívea piel.

    —Dirk—apenas y salió de los labios carnosos y titilantes del hijo del nombrado; dicho ello el de ojos azul celeste miró miedoso a los ojos color miel de su padre.

    —Baja Günther—sugirió el hombre, quien aún se encontraba confuso.

    ¿Qué pasaba?, ¿por qué el deseducado Schiffer le miraba pavoroso desde las escaleras? y ¿por qué su mujer se mostraba tan seria?
    Si Dirk seguía haciéndose esas preguntas la migraña crónica le invadiría como ya era de costumbre.
    Por otra parte el castaño acató la orden de su padre como si fuese un cachorro, bajó por completo las escaleras y caminó hasta llegar a la fina sala de fría piel negra, una vez ahí detuvo su trayecto.
    El hombre de ojos color miel suspiró, intentando relajarse un poco, y a la vez tratando de hacer un poco más ligera la densa atmósfera que sentía.

    —Dirk—habló ahora la voz fémina de Adalgisa, tomó el brazo izquierdo de su pareja y se sentó en uno de los elegantes sillones, logrando así que su marido le imitara.

    Günther fue el último en sentarse, pues, ahora su mente se encontraba nublada y por ende disfuncional. Una vez sentado en el sillón individual el joven Schiffer se inclinó, apoyó ambos codos en cada muslo, entrelazó sus diez dedos y en ellos apoyó su barbilla.

    —Dirk,—ahora, por primera vez en su vida, a Günther le daba escalofríos el nombrar a su padre, de esos que te calan los huesos, y que crees que es mejor estar muerto a seguirlos sintiendo, de aquellos que te hacen sentir tan vulnerable y débil.—yo… choqué el carro de mamá—soltó el castaño de una vez por todas, y ahora se encontraba mirando los ostentosos zapatos negros de vestir que portaba su padre, pues, después de haber hecho semejante declaración no podía reunir ni siquiera el valor suficiente para mirarle el cuello al de ojos miel.

    —¿Q-qué?—masculló Dirk entre dientes con dejo amargo e incrédulo de tales palabras recién escuchadas.

    Günther cerró los grandes y azulinos ojos, para después fruncir el ceño, ¿qué acaso no era suficiente su tortura?

    —Lo que escuchaste—habló con obviedad la hermosa Adalgisa—Günther chocó mi carro ésta tarde—el marido de la mujer de rubia cabellera y ojos verde esmeralda masajeó sus sienes.

    —Y yo—pronunció en tono débil el chico Schiffer.

    —¡Tú quedas castigado hasta nuevo aviso!—gritó Dirk dotado de histeria, la cual era muy bien acompañada por los ojos miel, ahora saltones, al igual que una muy inusual piel roja, producto de los gritos del hombre.

    Günther Schiffer quiso cubrirse los oídos hasta quedarse sordo, correr y huir eternamente de Dirk; pero si hacía ello quedaría como un cobarde y las cosas empeorarían radicalmente.
    La contraparte de Jack se limitó a tragar saliva, y con ése acto trató de coger un “poco” de valor.

    —Yo…—quiso seguir con su explicación, sin embargo Dirk “habló” nuevamente.

    —¡Tú saldarás todo, no me importa cómo, pero todo daño ocasionado será pagado de tu bolsillo!—los imponentes gritos del hombre inundaron nuevamente la planta baja de la residencia.

    —No te preocupes, eso ya lo había decidido desde el inicio—pronunció el joven castaño, procurando parecer superficialmente firme ante las palabras provenientes de él.

    —¡Ahora largo!—ordenó el progenitor de Jack y de Günther eufórico, y a la vez lleno de cólera.

    —Pero falta explicar más cosas—habló nuevamente el menor de los Schiffer, quien tenía un colosal nudo en la garganta que casi le dejaba mudo.

    Los dientes de Dirk rechinaron, él sabía a la perfección que siempre se estresaba de más, pero esta vez su enfado era justificable con muy sobrada razón.

    —Sólo quiero que te largues—ordenó en tono medio el marido de Adalgisa, ésta vez con sus ojos miel cerrados, al igual que su ceño completamente relajado.

    Al hombre de cabellos oscuros y ojos miel, por primera vez, el ver a uno de sus hijos le causaba repulsión.
    Dirk se recargó en el respaldo del sillón, extendió su brazo izquierdo, y con la mano de tal extremidad tomó el cálido y suave muslo de Adalgisa y lo acarició, tratando así de obtener conforte, abrió lentamente sus amargos ojos, y notó al instante que Günther se encontraba todavía ahí, de pie, frente a él.
    El hombre de familia erectó la quijada, y su mirada se recobró gelidez.

    —¿Qué acaso no escuchaste?—cuestionó molesto, a lo que el interrogado respondió de la mejor manera posible, retirándose de ése lugar.
    —​
    —Pfff—fue el sonido producido por Günther al exhalar con la boca cerrada.

    Nuestro querido Günther se encontraba subiendo las escaleras, en esos instantes éste ya se encontraba más relajado, sin embargo sintió un vacío en la boca del estómago, y también un ardor en el pecho. Trató de ignorar ello y subió, fingiendo que nada le estaba pasando. El de ojos azules entró por fin a su alcoba, una vez ahí adentro azotó la puerta y finalmente se tumbó en la cama.

    —Ahora,—pasó saliva—¿cómo conseguiré trabajo?—preguntó al viento como si éste le pudiese dar una respuesta.

    El chico cerró los ojos y suspiró. Tenía que encontrar empleo en cuanto antes, o de lo contrario Dirk lo echaría de la casa como a un perro sarnoso.
    No pasó mucho tiempo para que alguien llamara a la puerta de la recamara.
    Günther tomó una almohada, se acostó de lado derecho, y en el oído izquierdo depositó ésta, la apretó contra su cabeza y trató de ignorar todo el ruido que era causado por alguien del exterior.

    —Maldición—susurró el de cabello ondulado, largo y castaño, pues al parecer algien seguía insistiendo en la puerta—¡adelante!—gritó con fastidio, y acto seguido se sentó en la cama.

    La puerta se abrió, y la esbelta figura de Adalgisa se hizo presente, quien mostraba algo de cariño, o tan siquiera ello denotaba facialmente.
    —¿Ahora qué pasa?—interrogó el joven ya harto, ahora, ya todo había pasado y lo venidero no le provocaba pavor ni en lo más mínimo, en esos instantes ya todo le era indiferente.

    —Se me olvido esto—pronunció Adalgisa en tono pasivo, y dio unos cuantos pasos con el fin de llegar a la guitarra eléctrica de su hijo.

    Günther sintió una presión en el pecho y mordió su labio inferior; al parecer la de ojos verdes le había dado en la yugular con ese acto tan ruin.

    —¿Cómo puedes hacerme esto?—preguntó el chico dolido con una estocada en el corazón, pues, la rubia se estaba llevando el instrumento eléctrico color carmesí.

    —No Günther,—pronunció en tono amargo—¿cómo pudiste haberme hecho esto?—cuestionó Adalgisa con sentimiento, después de todo, ¿qué había hecho mal para que el castaño le hiciese eso?, ella era una madre comprensible, sobretodo consentidora, y Günther le había pagado con la peor moneda.

    El interrogado jamás respondió, aquella pregunta le había dolido demasiado, pues Adalgisa tenía toda la razón.
    La señora de Schiffer esperó paciente por una respuesta, mas los segundos pasaron y no hubo nada, por lo que la fémina rechinó los dientes, y se retiró de la alcoba con el instrumento.

    —“Creo que ya nada puede empeorar”—aseguró dentro de sus pensamientos, tan siquiera ahí se encontraba seguro de toda perturbación.

    Después de sentirse culpable por todo lo ocurrido, Günther Schiffer se recostó nuevamente; ahora su prioridad era conseguir empleo y reponer todos los daños causados.
    —​
    ¿Qué clase de lugar era éste?, comparado con el lugar en el que vivía éste era un lugar completamente opuesto a su hogar.
    Se situaba en un lugar extraño y ruidoso, que contenía incontables y diversas construcciones. Muchas eran coloridas, también había grises, así como pequeñas, y una que otra colosal, pero la mayoría de esas obras mortales eran sofisticadas.

    —Vaya lugar al que he parado a dar—habló en tono despectivo la arrogante voz de Beatus, sólo para el viento y para su elegante dueño.

    Una vez ahí, el hombre quedó estupefacto con toda la atmósfera que estaba presenciando, le daba asco el lugar, se sentía extraño, y de ser por él ahora mismo regresaría al olimpo o por lo menos a los campos elíceos; pero por desgracia su rey le había ordenado ahí e investigar el área por meses.

    —“Hay que empezar con la misión, Beatus”—pensó severo el estratega, el cual, miraba desde lejos la moderna ciudad de Berlín.
    —​
    —Son las 11:27am—pronunció Chwuchow en tono amable, ya que una compañera le había preguntado la hora.


    Miroslav suspiró, estaba ansioso por contarle las buenas nuevas a su compinche.
    Y no era para menos, a él casi no le pasaba cosas de ésa índole.
    El rubio volteo noventa grados el rostro a la derecha y en seguida pudo ver a su querido charolastra, entrando cabizbajo al edificio, quien al parecer aún no se percataba de su presencia.
    Miroslav sonrió y corrió para encontrarse con su amigo.

    —¡Günther, tengo algo que contarte!—habló feliz e impaciente.

    El nombrado miró curioso a su amigo.
    El suplente del de cabellos azulinos se miró mutuamente con el de orbes azules.
    Mientras que la mirada de Chwuchow reflejaba incontenible felicidad e ilusión la de Günther era opaca, sin gracia, y por muy extraño que se escuchase era seria y triste.

    —¿Qué pasa Günther?—cuestionó preocupado Miroslav, ya que jamás había visto así a su amigo.

    —Choqué el carro de Adalgisa—pronunció en tono bajo, casi en un susurro.

    Miroslav abrió los ojos de manera drástica y tragó saliva dificultosamente, ¿Qué acaso Günther era un estúpido?, al parecer sí, su amigo el castaño sólo sabía hacer cosas estúpidas…

    —“¿Qué sólo acaso tienes aserrín en la cabeza?”—cuestionó Miroslav en sus adentros, pues, por mucho que quisiese y apreciase al hermano de Jack éste actuaba como mocoso, como si no tuviese ni el más mínimo sentido común—¿qué sólo acaso tienes aserrín en la cabeza?—preguntó nuevamente, pero ésta vez lo hizo en tono alto y claro.

    Schiffer miró a Chwuchow y frunció el ceño. Sí, él cometía muchas estupideces, pero Miroslav era cruel en hacer ése tipo de bromas, y eso había empeorado su estado de ánimo.

    —Creo que es mejor que guardes silencio—sugirió Günther deprimido, mientras sentía cómo Miroslav lo tomaba por los hombros.

    —¿Qué te dijeron tus padres?—cuestionó nuevamente el rubio, nada más que ésta vez en tono severo, acompañado de una mirada penetrante, muy rara en él.

    Schiffer suspiró molesto. Ya había tenido suficiente con la noche anterior y ahora su mejor amigo se encontraba haciéndole pasar un momento nada grato.

    —En resumen,—el de cabello ondulado hizo una pausa—debo conseguir empleo o rodará mi cabeza por todos lados—Miroslav sonrió, el sólo hecho de ver al de azulinas orbes preocupado y serio le era una tremenda novedad.

    —Te vas a molestar, pero—mordió su labio inferior para contener la risa—creo que por fin obtienes lo que te mereces—la voz del rubio se quebró, pues la risa insistía en hacerse pública.

    —Éste día vienes muy pesado—masculló el molesto castaño y acto seguido se deshizo del agarre de su acompañante.

    —Tsk,—emitió Chwuchow divertido—lo que pasa es que hoy vienes de mal humor.

    —¿Qué era lo que querías decirme?—preguntó Schiffer tratando de cambiar la temática de su conversación, a lo que Miroslav arrugó sus labios y arqueó éstos, formando así una amplia sonrisa.

    —Te lo contaré en un lugar más tranquilo—Miroslav caminó en dirección a la salida del edificio en el que se encontraban, ya que necesitaba en esos instantes respirar aire fresco, sentir menos presión y ansiedad, y más comodidad.

    Günther lo siguió lleno de intriga y trató de ya no sentirse triste por el suceso de ayer, ahora lo que le interesaba el qué ocultaba su amigo, ya que entre menos pensara acerca del suceso del carro no se sentiría tan mal.

    —¡Eso es imposible!—aseguró Günther entre carcajadas después de haber escuchado a Miroslav.

    El amigo de Günther agudizó la mirada y la clavó en Schiffer. Le molestaba, él le había dicho todo lo que sentía, y a cambio el castaño se carcajeaba y revolcaba sobre el pasto.

    —Culero—masculló entre dientes con notable enfado.

    —¿Por qué?,—preguntó el de ojos azules mientras intentaba cesar la risa—no te creo en nada—el volumen y frecuencia de la risa aumentó.

    ¿A Miroslav Chwuchow le pasaba eso?, no, eso no era realidad, eran puras incoherencias.
    El hermano de Jack recobró “postura” y se sentó en el húmedo pasto; miró a su compinche lleno de duda, todavía no asimilaba ello, seguía creyendo que el rubio estaba bromeando. Pero éste seguía en pie con su confesión, y lucía serio.

    —Si es que hablas en serio—habló el castaño incrédulo, con mirada socarrona—quiero conocerla—pidió ansioso sin cambiar ni en lo más mínimo su semblante—aunque sea de vista—añadió.

    Y primero tenía que ver para creer.

    —¿Qué no tienes que buscar trabajo?—fue lo único que a Miroslav se le ocurrió decir, necesitaba decirle algo hiriente al castaño, o por lo menos algo que ayudase a bajar el autoestima de éste.

    Günther agachó la cabeza, y varios ondulados mechones quedaron fuera de lugar, quiso reponerse ante el ataque verbal de Chwuchow, pero su estado de ánimo se lo impedía.

    —Ese tema es tabú, ¿entendido?—comentó deprimida la contraparte de Jack, a lo que Miroslav soltó una risa mesurada como respuesta, para acto seguido extender la pierna derecha sobre el refrescante pasto, flexionar la izquierda y apoyar la cabeza en el tronco del frondoso árbol, así, elevando la oval y fina barbilla que poseía.

    —Ahora entiendo,—suspiró el suplente de Jack demasiado relajado y cerró pausadamente los ojos—tú no tienes aserrín en la cabeza—fueron las palabras que hicieron llamar la atención de Günther—lo que tienes es la cabeza llena de mierda—dicho esto el rubio rompió a carcajadas, pues ese pensamiento jamás se lo guardaría, pues a su parecer, esa era la única teoría que explicaba el por qué del comportamiento y pensamientos de Günther a sus ya veinte años de edad.

    —Cabrón—masculló amargo el acompañante de Miroslav entre dientes.
    —​
    —¿Entendieron?—preguntó paciente el profesor, el cual se encontraba frente a todos sus alumnos dando clase.

    Cada vez los días se hacían más y más largos, torturantes y aburridos; todo era lo mismo para Günther, ahora prácticamente no vivía. ¿Por qué seguía respirando?, ya no valía la pena, ya tenía días sin salir a fiestas, jugar videojuegos, ver anime y mucho menos sin tocar la guitarra eléctrica. Todo seguiría igual o empeoraría si no se apresuraba en conseguir empleo y cubrir todos los gastos de los daños causados.

    —Schiffer—escuchó el castaño retumbar por todo el salón, sin embargo hizo caso omiso y suspiró con toda tranquilidad, para después agachar la cabeza—¡joven Günther!—la voz gritó esta vez, claramente ésta perteneciente al profesor.

    —Disculpe—el Schiffer de ojos celeste sacudió la cabeza perturbado—¿qué era lo que quería señor Wilson?—todo el salón rompió a carcajadas por culpa de la pregunta elaborada por Günther.

    El castaño frunció el ceño, ¿por qué todos se estaban riendo?. Miró de reojo a Chwuchow, éste le miró también y meneó los labios, a lo que Günther pudo leer en ellos dos o tres groserías claramente dirigidas a su persona. Ahora el chico se encontraba más confundido, no sólo por lo que había hecho Miroslav ya hace unos dos o tres segundos, sino porque el profesor se encontraba mirándole distante, y claramente lucía furioso.

    —“¿Qué era lo que quería señor Wilson?”—hizo eco en el interior de Schiffer, y éste por fin lo comprendió todo; agachó nuevamente la cabeza y susurró un “maldición”, muy bien acompañado de un “la cagué”, a lo que sus compañeros de clase rieron más.

    Miroslav sonrió, y poco después rió en tono alto, mientras que Jack se ajustó los anteojos de manera arrogante y susurró un “que idiota eres”.
    El profesor de administración de proyectos se llamaba Bogart Schumant. Era un hombre mezquino y amargo, de calvicie avanzada, también era propietario de una nariz boluda y granujienta a tope, al igual que unos ojos gigantescos, negros y gélidos.
    Él era el profesor de más exigente toda la universidad y capaz de todo Berlín, era un hombre meticuloso, quisquilloso y arrogante, un hombre elitista en pocas palabras.

    —Joven Schiffer—habló Schumant con notoria pesadez—estamos a punto de acabar el cuatrimestre, le recomiendo que dé de baja mi materia, porque no le volveré a aceptar en clases—los ojos del señor Wilson denotaban enfado—¿entendido?—interrogó el hombre de sesenta y cuatro años “paciente”, tratando de contener el furor provocado por el castaño.

    Günther mordió el carnoso labio inferior, y parpadeó con demasiada dificultad, pues a pesar de escuchar a su profesor “relajado” sabía a la perfección que no era así. Bogart se mostraba así en esos instantes para hacer las cosas por “las buenas” con su alumno, o de lo contrario se vería obligado a tomar medidas drásticas con él, o mejor dicho salvajes, para que el castaño se sometiera bajo su poderoso yugo, como si se tratase de un corderito esponjoso y noble.

    —¡¿Entendió joven?!—esta vez la voz del profesor sonó grave y severa, y acto seguido azotó ambas viriles y verrugosas manos sobre el firme escritorio color terracota—estoy esperando su respuesta—añadió en tono retador y socarrón.

    —Pero señor Bogart—salió por parte del castaño, quien trató de apaciguar al señor Wilson, quiso hablar más pero su cabeza no carburaba en esos instantes.

    Estuvo un poquito largo n-n mmm lo bueno es que casi no escribo en este foro, espero y no se les haya hecho tedioso todo esto, espero post, y uno que otro like u-u
    Sólo publiqué una pequeña parte del primer libro, pues a Jack a Beatus y Günther los pongo desde que son bebés.
    A Bogart le apodan “señor Wilson” porque su físico es idéntico al de ése personaje de Daniel el travieso (la caricatura)

    Respecto a esto…

    ¿Qué clase de lugar era éste?, comparado con el lugar en el que vivía éste era un lugar completamente opuesto a su hogar.
    Se situaba en un lugar extraño y ruidoso, que contenía incontables y diversas construcciones. Muchas eran coloridas, también había grises, así como pequeñas, y una que otra colosal, pero la mayoría de esas obras mortales eran sofisticadas.

    —Vaya lugar al que he parado a dar—habló en tono despectivo la arrogante voz de Beatus, sólo para el viento y para su elegante dueño.

    Una vez ahí, el hombre quedó estupefacto con toda la atmósfera que estaba presenciando, le daba asco el lugar, se sentía extraño, y de ser por él ahora mismo regresaría al olimpo o por lo menos a los campos elíceos; pero por desgracia su rey le había ordenado ahí e investigar el área por meses.

    —“Hay que empezar con la misión, Beatus”—pensó severo el estratega, el cual, miraba desde lejos la moderna ciudad de Berlín.

    el que aparece en esa escena se llama Beatus, es hermano gemelo de Günther (0-0)
    es muy difícil de explicar…
    Si quieren saber cual es el trabajo al que entró Günther (se pronuncia “jiunda” n-n) pues se los diré, él trabaja disfrazándose con una botarga de rebanada de Pizza y baila en la entrada de un establecimiento de “Pizza Hut” xD
    La confesión que le hizo Miroslav a Günther fue que está enamorado de una chica (la cual se convierte en rival de Jack, y poco después en su novia)

    Jack es éste n-n

    http://www.facebook.com/photo.php?f...519834212.4927.100002101931255&type=3&theater

    O es un dibujo mierdoso que hice de él e-e, bueno, él es MUY importante dentro de la historia (es igual o más importante que Günther), es hijo de Adalgisa y Dirk también, casi no lo puse, pero después sabrán de él.
    Beatus es enviado a Berlín por once meses ya que es una misión que le asignó Zeus (y acabando tal misión éste le heredará el trono a Beatus), él domina el trueno, tiempo, mares, terremotos, y tiene una gran inteligencia, siendo llamado “dios estratega” por los dioses, ya que Atenea le dio tal título, en teoría Günther debería tener los mismos poderes, pero no. Al final del primer libro Beatus es secuestrado por el quien en un futuro será su aliado. (Y juntos querrán asesinar a Günther)

    Günther es idéntico a Aizen de bleach (en cuanto a facciones faciales y cabello), nada más que más joven, escuálido, y éste tiene ojos color azul celeste n-n
    Beatus es igual que Günther, solo que musculoso(pero sin exagerar o verse grandote e-e), con traje de dios griego y tiene una guirnalda puesta con uno que otro detalle de oro n-n
    Jack, ya vieron el dibujo, pero tiene el cabello negro azulino, es pálido (tipo muerto) y tiene los ojos grises.

    Éste es Aizen (para los que no lo conocen)

    http://ui25.gamespot.com/1272/aizen3kitamurakoume_2.jpg

    Según Jack y Günther son hermanos, pero en el segundo libro se descubre que ellos no eran (porque Jack es asesinado a mitad de primer libro) hermanos ni que eran hijos de Dirk y Adalgisa (ellos también mueren) e-e les puse escenas de la primer tercer parte del primer libro, lo interesante se pone a partir de la segunda mitad, ya que Günther va a dar a un centro psiquiátrico porque más adelante se convierte en un asesino serial… ¬¬ lo sé ya me excité con esto, bueno, si quieren saber un poquito más sobre el titiritero de almas mándenme un mensaje privado (aunque dudo muuuucho que lo hagan T^T snifff) que contenga un comentario extra o lo que quieran saber sobre la historia. (o que me digan: eres una mierda escribiendo y creando historias xD)

    Bueno, solo respondan: qué opinan de Gunther, miroslav, adalgisa y dirk?
    cual es su personaje favorito?
    llené sus espectativas? no? xq?
    las superé?
    que opinan del titulo?
    que les pareció la historia?
     
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    Blood Dupre

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    Hola linda y gracias por invitarme, en primera te remarco algunos detalles:

    Los pensamientos o presentaciones de un tiempo pasado se colocan en cursiva:

    “Vaya problema en el que me he metido”— aseguró en sus adentros el chico de cabello castaño. (Vaya problema en el que me he metido— aseguró en sus adentros el chico de cabello castaño. )

    Después de una pregunta o exclamación va mayúscula, esto se omite si hay una coma de por medio:

    “¿Cómo jodidos resolveré el problema?”cuestionó mentalmente, acompañado de una incontenible tortura ante el pensamiento. (¿Cómo jodidos resolveré el problema?Cuestionó mentalmente, acompañado de una incontenible tortura ante el pensamiento.)

    Si no hay verbo despectivo se coloca esto ".—":

    —Dirk—apenas y salió de los labios carnosos y titilantes del hijo del nombrado; dicho ello el de ojos azul celeste miró miedoso a los ojos color miel de su padre. (—Dirk. —Apenas y salió de los labios carnosos y titilantes del hijo del nombrado; dicho ello el de ojos azul celeste miró miedoso a los ojos color miel de su padre.)

    Ahora las preguntas y la trama:

    ¿Qué opinan de Gunther, miroslav, adalgisa y dirk?

    Levemente te diré que me gustaron las personalidades de los personajes que has presentado en esté fragmento.

    ¿cual es su personaje favorito?

    Necesito un poco más de desenvolvimiento para mencionarte cual es que más me agrada hasta ahora es Gunther

    llené sus espectativas? no? xq?

    Como escritora de misterio te diré que en esté fragmento de la obra no pude descifrar que es lo que quieres dar a conocer o cual es el misterio, creo que tenuemente lo explicaste pero debiste haber mostrado el primer capítulo para dar a conocer una idea; no está mal la obra ya que me atrae pero debiste haber explicado las cosas desde un principio.

    las superé?

    Es una buena obra, pero lo vuelvo a repetir debiste haber explicado el principio.

    que opinan del titulo?

    A mi parecer esta bien, logra captar la atención de el lector

    que les pareció la historia?

    Suena interesante así que me encantará leer los detalles si es que lo publicas.

     
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  3.  
    kuroi masuta

    kuroi masuta Guest

    Muy buena historia, me quede intrigado con ella,
    los dibujos son geniales, narrativa perfecta,
    jejeje pobre Gunther, Miroslav es genial,
    quien pensaria que el es un aborto de atenea ups, ya di spoil,
    gracias por pasarme los caps por mp, sin duda alguna esto es mejor que
    crepusculo o que harry potter, no publiques mas porque te lo plagiaran.
     
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