Tiempo Sus ojos negros se encontraron con los de la pequeña del mismo color. Todavía no podía creer cuán parecida era a ellos. Sintió una sensación extraña en su pecho, una mezcla entre calidez, por la inocencia que aquella pequeña le transmitía, y culpa al mismo tiempo al ver en sus infantes ojos desconfianza; no se había separado de su padre en ningún momento, ni siquiera cuando intentó tomar su mano, la cual fue rechazada al instante. No esperaba otra reacción de su parte, comprendía la razón de su comportamiento y no la culpaba por eso. Aunque doloroso, para ella, él era un extraño. Un extraño demasiado parecido a su padre. —Dale tiempo. —La voz de su hermano desvió su atención. Tiempo. Eso era lo que justamente había perdido: valiosos momentos, facetas y cambios que no tendría la oportunidad de volver a vivir. —Dale tiempo, Itachi. —La voz de su hermano de nuevo. Lo miró a los ojos esta vez. ¿En verdad era el mismo hermano pequeño que conocía? Algo en su mirada le decía que ya no era el de antes. Bueno, la pequeña de unos dos años aferrada a su cuello era una clara señal de que las cosas ya no eran las mismas. El simple hecho de haber recibido una llamada de su parte le decía mucho. Los ojos oscuros que alguna vez reflejaron orgullo y rencor habían desaparecido. Ahora reflejaban otra cosa, algo que sin lugar a dudas tenía que ver con ella. —Lo siento. —Yo también. Porque a veces deben ocurrir ciertas cosas para que nos demos cuenta de otras. Porque a veces el tiempo ayuda a que las heridas se cierren y los malos entendidos se aclaren. —¿P-papá? —¿Sí? Itachi observaba la conversación entre padre e hija. —Tengo hambre —¿Quieres ir a comer algo? No cabía dudas que esa pequeña niña era la causante del cambio en Sasuke. —¿Qué te parece si el tío Itachi nos acompaña? —¿Tío? —Sarada pestañeó varias veces, sorprendida al escuchar esa palabra—. Bien. Sasuke sonrió al ver a su hija más relajada, miró a Itachi, éste asintió. —Vamos, entonces. Sasuke dejó a Sarada en el suelo, tomó su mano y comenzaron a caminar. La niña giró y vio como su tío los seguía desde atrás, se detuvo de repente, Sasuke la miró extrañado. Itachi nunca creyó ver con sus propios ojos una escena como la que transcurría frente a él. —Tío, mano. No lo dudó ni un segundo, tomó la mano que su pequeña sobrina le ofrecía con confianza. Porque sabemos que es doloroso no poder volver el tiempo atrás, pero a veces el tiempo que tenemos adelante es la única oportunidad que nos queda de hacer las cosas bien. . . . . . . . Fin
CHAMA, éste es el escrito más lindo que he leído hasta ahorita. En serio, algo fuera de amor y eso... porque reflejas un sentimiento puro, como el amor familiar, el valor de los lazos, de la sangre y de la familia. Nos reflejas aquí como algo que influye en tu vida positivamente puede cambiar tantas cosas. El amor fue drenando todo el odio de la vida de Sasuke, y sé que Itachi hubiese amado ser parte de eso. Es hermoso.
Creo que de verdad anhelabas ver esa relación de tio/sobrina que por desgracia no pudo apreciarse. Es normal que ella no confíe en el y más cuando jamás lo ha visto aunque es casi idéntico que su padre. Me gustó el enfoque que le diste a Sasuke, como una sola personita fue capaz de cambiarlo cuando una aldea completa no pudo(? pero el poder de la sangre llama y tiene que escucharlo. Me agradó bastante, de verdad y espero ver más relatos así, de pequeños momentos de ti parte que me alegran el día (:
Itachi, me das justo en el kokoro con estos fics </3 con lo adorable que es Itachi y lo amoroso que es ¡Sarada! No puedes esconderte de él <3 adoré que lo llamara tío y le pidiera la mano para caminar juntos ¡la carita de Itachi de felicidad debía haber sido divina! ¡Un abrazo!