The Only One

Veo esto se supone que era para el cumple de Sasuke pero, ya me pase un dia aun asi espero que le guste este fic de SasuSaku
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

The Only One​

Que increíble que todas las chicas se derritan al verlo pasar, viéndolo no sólo como su ídolo sino como el hombre que toda mujer desearían tener. Aunque no lo parezca para Sasuke Uchiha todo es pasajero, no solo porque estudia en una de las prestigiosas escuelas que exista en la ciudad de Nueva Jersey sino que también se había llevado la increíble sorpresa de trabajar como modelo en una compañía a la que llaman “The Illusion Of a Perfect Man”; como lo indica el nombre, esa agencia sólo trabaja con hombres y jóvenes adolescente que tenga no solo su destacada belleza varonil de cualquiera de sus modelos, sino que también hace ver a todas las mujeres los dioses que estos hombres son, aparte de que hacen también nacer la sensación del deseo que les provoca tenerlos a ellos como sus legítimos esposos.

Lo más extraño que le puede pasar es que sólo existe una mujer que no lo ve de esa forma y es la estudiante de medicina Sakura Haruno que desde siempre fue su mejor amiga de infancia al igual que su otro mejor amigo y el mas hiperactivo de todos Naruto Uzumaki. Muchos le habían comentado que ella desde siempre ha estado enamorada él pero, al notar la forma en cómo lo trataba era más que evidente que solamente eran simples rumores; secretamente esta joven mujer de cabellos rosados le daba la razón a todo lo que le contaban sus amigos solo que no puede permitir que la vea de la misma forma en cómo ve a las demás por lo que ha decido conquistar el corazón de uno de sus mejores amigos pero... a su manera.

¿Qué es lo que esta chica estará tramando? ¿Cómo será que le hará ver a Sasuke lo que siente hacia ella sin que la vea de la misma forma en cómo ve a las otras chicas? Muchas preguntas se están comenzando a formular en su cabeza pero, eso no la detendría en lo absoluto porque su determinación era fija y no existía nadie en este mundo que pudiera evitar ser la novia de Sasuke Uchiha.

 

Bueno aquí esta el primer capítulo perdon los inconvenientes es que tuve algunos problemas personales que aun no resuelvo pero, hare lo posible con actualizar un poco más seguido espero que les guste... :)
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo I​

Eran las ocho de la mañana y una hermosa joven de diecisiete años se encontraba sentada en el comedor de su apartamento comiendo de lo mas tranquila lo que era su desayuno, mirando sus alrededores parecía estar conforme con vivir en un espacio que no estuviera rodeado de cualquier ley paterna, no es que nunca le agrado el hecho de vivir con sus padres hasta el segundo semestre de lo que era su carrera de medicina sino que se sentía manipulada por ellos ya que siempre se la pasaban averiguando todo lo que hacia o dejaba de hacer por lo que había tomado las riendas de su vida al momento en que decidió irse de su casa.

Tomando con suma tranquilidad su jugo de naranja sentía ese liquido pasar por su garganta causándole un poco de piquiña desvió sus orbes verde jade a una revista de moda que dada casualidad se le había quitado a una de sus mejores amiga que era una fanática de esos modelos o actores de cine que salían a diario en este tipo de prensa por cualquier escándalo que hicieran. Mirando al joven de la portada, al bajar su vaso sonrió de forma cerrada ya que le recordaba a un viejo amigo de ella que tenia mucho tiempo que no veía, de una semi bronceada piel blanca, sus cabellos puntiagudos color negros azabaches lo hacían ver lo varonil que era al igual que sus ojos penetrantes que eran del mismo color –como decía en muchos casos, cualquiera que los viera se derrite por ellos– aunque, para ella no era la gran cosa porque así tuviese fama de todas manera seguía siendo el mismo Sasuke que conocía.

—Lo que no comprendo es como todas las chicas se ponen a suspirar por él como si fuera un dios griego. —Comentó en bajo mientras que se levantaba para irse a vestir.

Solamente le tomo unos diez minutos poder alistarse ya que no tenia porque impresionar a cualquier chico en la universidad y eso que poca atención le daba a su apariencia, salió del edificio para poder irse a su bicicleta; pedaleando con suavidad miraba sus alrededores con una mirada serena y eso que una hermosa pero a la vez sincera sonrisa se dibujaba en su rostro ya que le encantaba el vecindario en donde estaba y eso que al principio no parecía muy agusto con ella pero luego de ver sus alrededores se dio cuenta que era el lugar indicado para vivir.

Pensando en sus estudio, lo que si se preguntaba era por la vida de sus dos amigos uno de ellos era demasiado hiperactivo y le gustaba mucho hacer loqueras que cuando lo veían decían que no tenia quietud después esta el antes mencionado, una de las cosas que por ahora no se logran explicar es como fue que llego a tener fama y eso que estudia diseño grafico en una universidad que esta a una cuadra de la suya.

Metida en sus pensamientos no parecía fuera de si porque de igual forma a la universidad había logrado llegar, guardo su bicicleta en el lugar en donde estaban las demás y tomó su mochila para poder adentrarse al lugar. Caminando por los pasillos saludaba a las personas que la miraban así fueran algunos de ellos sus compañeros de clases a quienes le devolvía el saludo con un “Hola” y a los demás que la miraban solamente los miraba de reojo para continuar con su trayecto.

Llegando a su salón de clases se fue hasta su mesa de estudio que se encontraba ubicado casi al final del lugar, colocando sus cosas con pesadez se sentó en la silla para suspirar con algo de fastidio. Era lo mas obvio que su profesor no allá llegado todavía porque ya se volvía costumbre que tardara más de media hora en aparecer.

—No es raro que Kakashi-sensei no aparezca todavía ¿Verdad? —Comentó una voz femenina que para la joven era algo familiar.

Girándose a un lado quedo de frente con una chica de piel blanca, cabello rubio largos hasta la mitad de su espalda en donde la tenía amarrado en una alta coleta esos ojos color azul mar parecían brillar con mucha alegría y eso que pocas veces se le notaba eso a Ino.

—Créeme aunque esto sea un fastidio para mi ya me logre acostumbrar. —Dijo Sakura recostando el codo en la mesa para apoyar su mandíbula con la mano.

—Aun así me parece una falta de etiqueta que aparezca media hora tarde. —Dijo su amiga sentándose en la mesa que tenia está al frente.

— ¿Estudiaste para el examen de hoy? —Preguntó Sakura.

— ¿Por qué crees tú que me acosté tarde anoche? —Preguntó de forma atacante.

— ¿A qué hora te acostaste? —Preguntó de nuevo.

—Casi a la una de la mañana. —Respondió.

—Con razón que andas con unos muy buenos humores. —Dijo eso con un toque de sarcasmo pero está no logro alcanzar a notarlo.

— ¿Viste la revista que te di? —Preguntó la rubia ignorando su comentario.

—Claro que lo vi y créeme no tiene nada de interesante esa revista. —Respondió la chica de cabellos rosas.

—No te la di con esa intención, sino para que notase quien estaba en la portada. —Mencionó a ver como la miraría.

Pero se sorprendió mucho de ver cómo está mantenía la misma compostura.


—No es nada del otro mundo, solamente es Sasuke. —Dijo.

— ¿Quién lo diría? Uno de nuestros amigos se convierte en un reconocido súper modelo de un día para otro. —Habló con una sonrisa divertida, como si fuera un chiste lo que estuviera diciendo.

—Eso es lo que nosotros no explicamos. —Habló desconcentrada como si eso fuera para ella misma.

— ¿A qué te refieres con eso? —Preguntó confundida.

—Que… nunca sabemos como la vida nos puede llegar a sorprender. —Respondió la chica de ojos jades.

 

hola chicas vengo de nuevo con el otro capítulo, lo que si me dio curiosidad fue lo que dijeron Yuriko y Lady que dicen haber parecido en otra historia, y si no fuera molestia me gustaria que me comentaran cual es para poder yo detectar dicho parecido :)
si mas que decir solo digo esto:

Cursiva: llamada telefónica.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo II​

Sonándole la alarma, la golpeo un par de veces para poder callarla. Se sentó en su cama completamente cansado con una terrible reseca lo único que se preguntaba es que fue eso que ocurrió anoche cuando decidió tener una noche de chicos que por lo visto le salió muy bien sólo que existía un pequeño detalle no estaba en condiciones para asistir a clases.
Levantándose con dificultad parecía que su cuerpo varonil le impedía que se moviese con libertad porque este creaba un gran peso que se lo impedía, al conseguirlo se fue al baño a darse una ducha larga que medio la ayudo a despertarse, después de eso se fue para su armario a ponerse un pantalón jeans color negro, camisa blanca manga corta y un chaleco del mismo color que el pantalón con sus zapatos deportivo puesto bajo a la cocina para tomarse un café bien cargado que lo mantendría despierto el tiempo que duraba estar en esa universidad en la cual estudiaba.

Siendo modelo como es que sigue esta carrera, fácil quería tener una opción más al momento en que toda esta repentina fama se vaya. Se recostó en la mesa apoyándose de sus dos brazos la cabeza, miró con dificultad esa taza blanca que tenia al frente y soltó un fuerte suspiro señal de que era mala idea salir de su apartamento.

—No sé cómo fue que me deje convencer por esos idiotas para salir anoche. —Murmuró para sí mismo.

Apretó con fuerza sus ojos al momento en que su teléfono celular comenzó a sonar ya que el sonido le molestaba a sus tímpanos por lo que fue rápidamente por él para poder callarlo.

— ¿Alo?

— ¿En dónde estas, Teme? —Preguntó su rubio amigo desde la otra línea.

—En casa tomándome una taza de café, intentando despertarme. —Respondió con esa misma actitud fría que estaba siendo acompañada por un mal humor provocado por su reseca.

—Deberías apresurarte en venir a clases si no quieres tener otra falta. —Advirtió Naruto.

— ¿Cómo puedes hablar con tanta confianza después de lo que paso? —Preguntó extrañado del humor que tenia.

—Yo no me sobrepase tanto con las bebidas como hicieron tu y Neji que de seguro debe estar igual.—Respondió el Uzumaki.

—Te lo aseguro, porque ahora es que me logro mantener en pie. —Acotó el Uchiha.

—Bueno, Teme apúrate mira que tenemos clases.—Dijo colgando la llamada.

Miró una vez más su teléfono para suspirar de nuevo, guardándolo en su bolsillo busco todas sus cosas y se coloco unos lentes negros porque estaba seguro que esos rayos solares le iban a afectar muchos sus ojos. Salió del apartamento y montó una motocicleta que estaba estacionada en un árbol, prendió los motores para irse del lugar con mucho estilo. Pasando por los alrededores muchas chicas lo miraban con cara de expertas en la seducción ya que con el revólver de sus cabellos azabaches muchas de ellas suspiraban al verlo, se sentía bien ser modelo y todo lo demás porque sientes que te comes al mundo al tenerlo bajo tus pies pero… De que todas las chicas pierdan la baba por él y no puedan establecer una confortable conversación lo molestaba porque con tan sólo decirle su nombre de una vez pierden la baba.
Deteniéndose en una luz roja miró a su izquierda un convertible blanco que era manejado por una chica de cabellos rojos que lo miraba con ese mismo rostro de seducción Aquí vamos pensó intentando no mostrar interés.

— ¿Cómo te llamas, lindura? —Preguntó ella.

—Sasuke Uchiha, ¿Cuál es el tuyo? —Preguntó de vuelta.

—Karin, es un placer. —Respondió. — ¿Para donde te diriges? —Preguntó esta vez con un poco mas de interés.

—Para la Universidad Hermosa Libertada. —Respondió el chico.

—Ya veo. —Dijo con el mismo interés anotándole algo en un papel. —Si no tienes nada que hacer más tarde, llámame ¿Si? —Comentó pensándole su número para darle arranque a su convertible al momento en que la luz dio verde.

Sasuke sonrió de forma orgullosa tomando el pedazo de papel, guardándolo en el bolsillo de su chaleco le dio de nuevo arranque a la moto para poder seguir con su rumbo. Llegando a la universidad estaciono su vehículo de transporte cerca de la entrada en donde se bajo de él con un poco de estilo en donde muchas de las chicas que pasaban en ese momento lo miraban con una sonrisa divina, esa sonrisa que le hacía ver lo sexy que se veía cuando hacia eso –esto sí que era molesto para el joven– camino al interior del lugar aun con esos lentes puesto llego a su salón de clases en donde se dirigió a su asiento que se encontraba cerca de una ventaba en la última fila.

Coloco sus cosas arriba de la mesa para sentarse con pesadez en su asiento, por lo visto su cuerpo lo estaba matando con lo pesado que se encontraba; recostó la cabeza en su maleta intentando cerrar sus ojos aun con los lentes puesto Este será un largo día pensó completamente fastidiado.

—Teme te vez terrible. —Dijo Naruto quien se le estaba acercando en ese momento.

—No me digas, se nota mucho. —Habló con sarcasmo.

—Tranquilízate no tienes porque ponerte así. —Habló exaltado de su estado de humor.

—Dobe, estoy cansando cargo una reseca enorme y para colmo después de la última clase tengo que ir a la agencia a ver donde me toca hacer mis siguiente dos sesiones fotográfica. —Dijo desviando la mirada hacia un lado.

—Si te que te explotan en ese lugar. —Comentó sentándose en su lugar que se encontraba al lado del suyo.

—No lo creas, no he podido descansar bien porque siempre que tengo una sesión duro como cuatro o cinco horas en ella y eso que la única noche que tuve libre fue la de ayer y es porque la pedí con anticipación. —Aspecto.

—Pero, si no lo hubieras podido pedirla no hubiésemos ido a ese club. —Dijo riéndose con una sonrisa amplia.

—Lo que no creo es la ridiculez que hizo Kiba ayer. —Mencionó con esa arrogante sonrisa.

—Pensó que podía tener a la camarera cuando a la final se entera que es casada, eso sí era para reírse. —Dijo el chico de ojos azules burlándose de tal acto.

—Dobe cállate que me duele la cabeza. —Replicó tapándose los oídos.

—Sí que estas mal… —Dijo en bajo.

Durante toda la clase se le fue difícil concentrarse porque sentía la fuerte presión en su cabeza que le costaba mucho enfocarlo en una sola cosa, lo único que alivio fue la hora del receso que se pudo perder hasta lo más profundo de la universidad para recostarse en un árbol a descansar.

—Definitivamente me costara trabajar con esta terrible reseca. —Comentó para sí mismo.

Cerró sus ojos dejando que ese silencio invadiera su cuerpo por primera vez en varias semanas sentía una paz que lo rodeaba demasiado y eso que todo el tiempo tenía que estar atorado no sólo con las cosas que le mandaba la agencia a hacer sino también por las peticiones que le pedía su manager al momento de prepararlo para una sesión de foto Si fueran todos mis días así, sería completamente feliz pensó Sasuke intentando quedarse dormido.

Lo que evito que consiguiera eso fue que varias chicas lo miraban de lejos con esos comentarios molestos que alcanzaban llegar a los tímpanos del chico.

—Se nota que no puedo ni recostarme porque me siento rodeados de todas ella. —Masculló molesto mientras que se levantaba y se sacudía el pantalón, metiendo sus manos en el bolsillo camino de regreso a su salón.

Transcurriendo esas tres horas restando, siendo ya las siete de la noche se encontraba en la oficina de una mujer de cabellos rubios platinados largos hasta el pecho y ojos color rubí que lo miraba con seriedad, para ser su manager era muy hermosa pero sí que era buena para encontrarle un buen tratado, y mas con lo que le tenía preparado ahora.

—Sasuke se que has tenido un día pesado pero, es momento de que mañana realices una sesión de foto en una universidad que esta cerca de la tuya. —Anunció.

— ¿Cuál es el tema de la sesión? —Preguntó el moreno.

—Un día en la universidad. La revista que hará ese artículo quieren trabajar con jóvenes dedicados a su estudio. —Respondió la rubia.

—Nanako, no pudiste pedirle que lo hiciéramos en la universidad en donde me encuentro. —Fanfarroneó en un suspiro.

—Lo intente querido pero no pude lograr nada, es su elección y dice que es el lugar perfecto para realizar una buena sesión de foto. —Dijo.

— ¿En dónde es la sesión de foto? —Preguntó.

—En la Universidad Buena Vista. —Respondió la mujer de cabellos rojos.

Parecía conocida el nombre de ese lugar pero no estaba seguro de donde le provenía, lo que si es que mañana a las siete de la mañana tenía que estar en dicho lugar puntual para su sesión de foto Que fastidio en otra universidad y con todas esas chicas persiguiéndome toda la mañana entera pensó con el mismo fastidio recostándose en la silla para poder suspirar.

 

Lo siento el retraso chicas, miré el capítulo anterior y les juro que no se que me paso. Pero, relei este ahorita y espero no tener tanto errores como antes e,e

De mí para ustedes, espero que sea de su agrado.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo III​

Siendo las ocho de la mañana, miraba cada edificio que pasaba a través de ese vidrio negro, y con un terrible cansancio lo único que estaba deseando es poder descansar con mucha tranquilidad ya que sentía nuevamente ese cuerpo pesar pero era a causa de que no dormías sus horas completas de sueño.

— ¿Qué tanto durara esta sección de foto? —Preguntó el Uchiha.

—Según me informaron será hasta las seis de la tarde. —Respondió su manager.

Con tan sólo escuchar esa respuesta de su parte se dio cuenta que sería como cualquier otra sección de foto en donde se fastidiaba de seguir las ordenes de unos exigentes fotógrafos que siempre quiere que sus fotos se vean no solamente reales sino muy perfectas e hermosas.

Llegando a la universidad paso de nuevo lo que algunas veces era una completas molestia para el moreno, un montón de chicas enloquecidas por su presencia lo esperaba en la entrada del lugar con pancartas que marcaban su nombre con corazones y fotos suyas que tenían escrito lo mismo; suspiró cansadamente y se coloco tanto sus anteojos como su gorra negra para salir del auto seguido de su manager que se interpuso en su camino para ayudarlo a pasar el mar de mujeres que morían con tomarse una foto o que le diera su autógrafo.

—Esto es lo que odio de trabajar en universidades en las horas de la mañana. —Masculló la mujer sin detener su paso.

—No entiendo porque no hablaste con el director de la universidad para que cancelara las clases. —Comentó Sasuke arqueando una ceja.

—Lo hice, pero el vejete ese me dijo que no podían atrasar a sus estudiantes por una simple tontería. —Dijo eso fastidiada intentando pasar.

— ¿Una simple tontería? —Cuestionó lo último que dijo.

—No le paras, ese hombre parecía no saber de moda. —Aclaró Nanako haciéndolo entrar a la sala de profesores.

Viendo a los modelos con los que trabajaría pudo distinguir a la pelirroja que había visto en la parada del semáforo el día anterior, sonriéndole al verlo esté de forma amable le devolvió aquella sonrisa ya que para cuidar su imagen tenía que ser un poco cortes aunque eso le costara un poco.

—Nanako, menos mal que llegas. —Habló aliviado el fotógrafo encargado de la sección de fotos. —Tenemos un problema.

— ¿Qué pasa? —Preguntó la rubia extraña de tan “cálida” bienvenida.

—Dos de las modelos que serian las estudiantes enfermaron y ahora nos encontramos incompletos. —Respondió el hombre, dándole detalles de su actual situación.

Giró sus orbes en señal de fastidio para después acercarse a su representado.

—Tendrás que esperar unos momentos que tengo un ligero inconveniente. —Anunció.

— ¿Todo bien? —Preguntó extrañado.

—No es nada grave, quédate tranquilo. —Respondió con confianza indicándole que se pusiera cómodo.

Completamente extrañado de lo que decía se dirigió a un sofá para tomar una revista que se encontraba en la mesita que tenia al frente poniéndose a leer al momento en que se quito los anteojo.

Nanako caminaba por los pasillos de dicha universidad en dirección a la administración en donde comentaría un par de cosas con el hombre que hace unos días le había dicho que esto que hacían los jóvenes de su agencia era una tontería Espero que no se ponga fastidioso como aquella vez pensó la mujer de ojos rubí deteniéndose en una puerta de madera, mirando con seriedad el letrero dorado que tenia la palabra “Administración” incrustada en el tomó aire que lleno sus pulmones para ser luego expulsada por un hondo suspiro que le permitió tomar con firmeza la manilla para entrar al lugar.

La secretaria concentrada en su trabajo detuvo el tecleo en su computadora al sentir que no se encontraba sola por lo que desvió la mirada hacia la serena mujer que se le estaba acercándose a su escritorio.

— ¿En qué la puedo ayudar, señorita? —Preguntó con una voz dulce la joven.

—Necesito hablar con el director de esta universidad. —Respondió la mujer.

—En estos momentos no se encuentra en condiciones para atenderla. —Informó volviendo a lo suyo.

—Pues tendrá que atenderme ya que esto es una emergencia de carácter urgente y tiene que ser atendido inmediatamente. —Insistió Nanako.

Deteniendo de nuevos sus dedos la miro de reojo para después tomar el teléfono y marcar el número de su oficina en donde asintió dos veces la cabeza por la orden que se le estaba dando.

—El director la atenderá ahora, por favor pase adelante. —Dijo volviendo a trabajar en su computadora.

—Gracias, muy amable de su parte. —Hablando con sarcasmo se encamino hasta la oficina.

Entrando en ese lugar miró al mismo hombre de 35 años piel blanca, cabello blanco y ojos negros que mostraba seriedad en ellos. La mujer suspiro cansada porque desde siempre le ha tenido un rencor y mas por la forma en cómo termino las cosas cuando comento el trabajo que hacía.

—Es bueno volverla a ver por aquí, Nanako-san. —Habló el hombre con respecto.

—Tengo unas cosas que pedirte a usted Jiraiya-sama. —Decentemente le hablaba acercándose a su escritorio.

— ¿Qué necesita? —Preguntó el hombre de cabellos blancos.

—No le molestaría prestarme a dos estudiantes del primer semestre. —Respondió en forma de petición.

— ¿De qué carrera? —Preguntó nuevamente.

—De cualquiera carrera, solamente necesito chicas que sean del primer semestre. —Respondió ella.

— ¿Qué sean de la misma edad que el modelo que viene contigo? —Cuestionó esté.

Nanako afirmó.

—Si no es mucho pedir. —Dijo.

El hombre teniéndole tranquilidad se levanto de su silla para salir de la oficina con la mujer a su lado, incomodidad mostraba el silencio que los invadía y pues el director no soportaba eso que decidió romperlo.

— ¿Qué tal la llegada del chico? —Preguntó.

—Perfectamente bien, aunque como de costumbre muchas de sus fans lo reciben con grandes energía. —Respondió en seco.

— ¿Son favorables las instalaciones para ustedes? —Preguntó de nuevo.

—Sí, muy favorable y con perfectas condiciones para hacer nuestro trabajo. —Respondió con esa misma sequedad.

Llegando al salón de la clase de medicina Jiraiya toca con los nudillos la puerta para interrumpir a la profesora de Biología Kurenai.

—Me permite unos cuantos minutos, sensei. —Pidió esté entrando al salón con la mujer a su lado.

—Para nada, Jiraiya-sama adelante. —Aceptó la mujer yéndose a su escritorio para tomar asiento.

—Buenos días, chicos. —Saludó a todos los presente para caminar hasta el frente del pizarrón dándole a esta la espalda. —Vengo a quitarle unos cuantos minutos ya que la señorita que nos acompaña va a elegir a dos chicas de esta clase para realizar una sesión de fotos. —Anuncio dándole la palabra a la manager del moreno.

Nanako caminó con pasos serenos hasta el director en donde se detuvo a su lado para mirar de reojos a todos los estudiantes presente.

—Buenos días a todos, soy Nanako Hamakiro y vengo a ustedes con la petición de que dos jovencitas de esta clase me presten su hermosa presencia para una sesión de fotos. —Se presentó con tanta elegancia que les hizo una reverencia a todos.

Los chicos sorprendidos de su forma de hablar se mostraron interesados en su propuesta.

—Voy a pasar por cada puesto viendo a las chicas para ver quiénes serán las dos que me acompañaran en esta sesión de fotos. —Anunció para comenzar con su caminata.

Pasando por cada puesto miraba de reojo a cada chica que la miraba y con verlas a los ojos sabia quienes querían estar en la sesión y quienes querían estar con su modelo. Durante su recorrido vio a la joven de cabellos rubios y ojos azules quien le llamo la atención, deteniéndose en seco la tomo de una mano para levantarla de su lugar y darle una lenta vuelta.

—Eres muy hermosa. —La halagó con una sonrisa.

—Gracias. —Dijo eso apenada.

—Vendrás conmigo, querida. —Acotó Nanako hacerle llevar al frente. —Sólo tengo una bacante más, por lo que seguiré mirando para ver quién será la segunda chica que vendrá a esta sesión. —Comentó volviendo a caminarse por el salón.

Varias chicas parecían tener el estándar que deseaba pero no la convencía por completo hasta que vio a una chica de cabellos roas y ojos verde jade que no parecía interesada en lo que decía ya que tenía su mirada en la ventana distraída con un pajarito que estaba parado en un árbol cercado a su campo visual, sonrió por ello ya que se le hacía familiar Por lo visto ella es la famosa, Sakura pensó caminando hasta donde se encontraba su lugar.

— ¿Cuál es tu nombre, linda? —Preguntó con una voz suave.

Al saber que hablaban con ella la miro algo extrañado.

—Sakura Haruno ¿Quién es usted? —Contesto extrañada.

—Mi nombre es Nanako Hamakiro es un placer. —Se presentó con una sonrisa. — ¿Puedes levantarte de tu asiento por unos segundos? —Preguntó en forma de petición mientras que le extendía la mano.

Aun confundida por su extraña actitud tomó su mano y se levanto de su puesto dejando que la mujer de cabellos rubios le diera una vuelta lenta para poder observar muy bien su figura.

—Nada mal, es lo que busco; una estudiante natural. —Murmuró halagándola. — ¿Quisieras ser parte de esta sección de fotos? —Preguntó Nanako.

Dudo antes de responder ya que no sabía a lo que se metía, desviando la mirada hacia su amiga esta con los labios le decía: “No seas tonta y ven hagamos juntas, no me dejes morir en esto” por lo que suspiro del fastidio ya que este tipo de cosas para Sakura era algo superficial porque dicen que estas personas lo que hacen es explotar la belleza del ser humano con sus campañas.

—Esta bien, lo hare. —Respondiendo de forma afirmativa vio como esa sonrisa se dibujaba en el rostro de la mujer.

—Entonces… vámonos, no tenemos mucho tiempo. —Dijo llevándose a las dos jóvenes fuera del salón.

Por los pasillos iban las dos jóvenes acompañadas del director que había regresado a su oficina al tomar un desvió por lo que estas chicas seguían caminando en total silencio sin sentirse incomodas en el. Al llegar a la sala de juntas unos orbes ónix miraron fríamente a una chica que se sorprendió por completo de verlo ya que hace mucho que no sabía de…

 

Capítulo IV​

Esos orbes ónix miraban a esa figura femenina de cabellos rosados que se comenzaba a preguntar del porque había aceptado su propuesta si él iba a estar en su lugar.

—Hace mucho que no te veía, Sasuke. —Habló la rubia de alta coleta intentando romper el tenso silencio que había entre esos dos.

—Lo mismo digo. —Dijo el Uchiha mirando de reojos.
La única que no hablaba era ella, la incomodidad que sentía era enorme y es porque hace mucho que no veía uno de sus mejores amigos, y verlo así como así justo al frente del otro era algo a lo que no se le podía llamar “coincidencia”.

—Bueno chicos, tenemos que hacer y tenemos que comenzar lo más pronto posible, porque tenemos poco tiempo y muchas fotos por tomar. —Anunció Nanako para ver como todo el personal comenzaba a trabajar.

—Esto será divertido. —Le susurró al oído de su amiga, con un tono chillón emocionada por esta sección foto.

Arqueo una ceja fastidiada porque no se extrañaba que dijera tal cosa como siempre quiso ser una modelo, esta era una oportunidad que no podía desperdiciar.

En ese momento, dos jóvenes chicas se le acercaron para rodear su cuerpos una y otra vez, agarrándolas de la mano se la llevaron hasta una silla de maderas de esas en donde se sientan las estrellas de cine, Ino tan emocionada se sentía que se recostó un poco al momento en que comenzaron a prepararle el maquillaje, en tanto la otra chica tocaba delicadamente los mechones rosados de la Haruno fascinándose del cuidado que está le daba.

—Tienes un encantador cabello. —La halagó en un murmuro para que solo ella la escuchase.

—Gracias…

— ¿Algún tratamiento le das? —Preguntó interesada.

Sakura negó.

—Jamás le haría eso a mi cabello, es muy… Delicado en cierto punto. —Respondió.

— ¿Lo dices por el tinte? —La cuestionó.

Volvió a negar.

—Mi cabello es totalmente natural. —Aclaró.

— ¿En serio? —Nuevamente la cuestionó exaltada.

Asintió fijando esos orbes jades en ella.

—Desde que nací lo tengo así, nunca lo he puesto bajo ningún tratamiento. —Volvió a aclarar con esa misma tranquilidad.

—Querida, es para hoy necesito a la chica lista. —Pidió Nanako acercándose a la joven.

—Si discúlpeme estuve conversando un poco con la chica. —Se excusó tomando un cepillo para peinarle con cuidado su cabello.

— ¿Qué le hacemos a estas jovencitas? —Preguntó la otra chica quien comenzaba a quitarle la coleta a la Yamanaka para comenzárselo a peinar.

La rubia antes de contestar se puso en el medio de éstas pero de frente para mirarle el rostro a ambas.

—A está que esta aquí. —Señaló a Sakura. —Como va a ser una estudiante van a tomar los mechones del sentido izquierdo de la misma y lo van a llevar hasta la parte de atrás colocándole unos tres ganchos, ¿Cuál es la idea? Que le quede una parte de su frente al descubierto. —Explicó.

Ino se rió en bajo por lo que está decía ya que Sakura era una chica algo diferente a las otras ya que tenía una frente grandes, la joven no decía nada y apenada con lo que le dijo bajo la mirada apenada, la manager notó eso y se le acerco para tomar delicadamente su mentó con una de sus manos llevando esa mirada al frente para que la mirase a los ojos.

—No te quiero humillar si es lo que piensas, quiero es que todo el mundo al ver a revista note el hermoso rostro que tienes. —Murmuró en bajo con motivos de que no solamente ella la escuchara, sino que también quería darle ánimos para que hiciera esto.

Ella asintió levemente sonrojada por el halago que había recibido de su parte. Separándose de la joven, miró esta vez a la rubia de ojos azules notando en ella una buena perspectiva para el sentido de la orientación.

—Está que estoy mirando le vas a recoger todo el cabello para hacerle una coleta tipo cebollita, dejándole por fuera un largo mechón de sus rubios cabellos para que tenga apariencia de profesor. —Dando de nuevos sus indicaciones, está se exalto de lo que dijo.

— ¿Cómo que seré profesora? —La cuestionó escuchando una risita de burla de parte de su mejor amiga. —Cállate la boca, frentona. —Replicó molesta.

—Discúlpame pero, tienes cara para hacer una, Ino puerca. —Burló divertida mientras se dejaba peinar.
Esta vez Nanako era la que reía en bajo divertida con la manera en como éstas peleaban.

—Tranquila Ino, sé que odias al cuerpo estudiantil pero… Vas a ser una profesora sexy, que estoy segura que deslumbraras en nuestra sección. —Comentó con elegancia para darle ánimos.

—Bueno, si así van a ser las cosas entonces con mucho gusto lo haré. —Aceptó con glamur al saber que tendrá más atención que los demás, o es lo que ella piensa.

—Veré a los varones masculinos, por favor que todas las chicas estén listas. —Pidió para irse del lugar haciendo resonar sus tacones.

Un Uchiha de ojos negros, se encontraba mirándose en el espejo, con maquillaje de base suspiraba del cansancio ya que no acostumbraba a que le pusieran mucha base encima de su piel.

— ¿Todo bien? —Preguntó la estilista tomando un cepillo para peinarle los cabellos, notando lo fuera de sí que se encontraba.

—Es sólo que… No pensé que la volvería a ver. —Comentó el azabache. Era muy extraño tener una conversación con una estilista sabiendo la forma de ser del muchacho.

— ¿Una vieja conocida? —Preguntó nuevamente intentando mantener la plática, comenzado a tomarme sus mechones de cabellos negros con reflejos azulados para darle más volumen.

—Es una amiga que tengo desde la infancia. —Respondió con tanta tranquila que la chica se extraña por completo la forma en cómo le contestaba, como si quisiera hablar sobre ello.

En ese instante que éstos conversaban apareció su manager que se recostaba en la mesa para mirarlo con serenidad.

— ¿Qué es lo que quieres? —Preguntó fríamente.

—Que mi representado se concentre en esto, porque sabes lo importante que es para la empresa. —Respondió la mujer.

— ¿De verdad te importa la reputación de la compañía? —La cuestionó con esa misma frialdad.

—En realidad me preocupo por ti. —Aclaró. —Con ver la manera en cómo te pusiste al momento en que la vista, sabía que te pondrías de esta manera. —Comentó.

—Nanako, quédate tranquila que de todas maneras haré mi trabajo, así me toque hacerlo con Sakura. —Aseguró el Uchiha con la mirada fija en ella.

—No lo decía precisamente por ti, sino por ella que por lo visto pareciera tener un resentimiento hacia tu persona. —Comentó la rubia extrañada.

—Porque ella piensa que al momento en que me volví famoso la abandone, y me olvide por completo de su existencia. —Contó Sasuke.

—Sabiendo que aún tienes contacto con Naruto, comenzó a darse la idea que ambos la abandonaron. —Dedujo su manager.

Esté asintió a su deducción.

—Sé que si habláramos de esto no me escuchara. —Citó.

—Por el resentimiento que te tiene. —Especuló. —De todas maneras, hoy no vas a poder porque tenemos que encargarnos de esta sección de foto y tenemos poco tiempo ahora; después si quieres me pides tiempo para que hables con ella. —Sugirió.

—No lo creo posible pero… Con saber que estudia aquí, ya tengo una forma de que podamos conversar sobre el asunto. —Dijo el moreno.

Arqueando una ceja extrañada de la confusa seguridad que tenía el Uchiha, encogiéndose de hombros a los segundos suspiro del cansancio porque estaba deseando que esté no cometiera una estupidez Sólo espero que tengas la razón a lo que estás pensando hacer pensó la mujer para poder irse del lugar.

 

Capítulo V​

Ya con todos los modelos preparado, fueron al primer set de la sección, que era un salón de clases, que tenía minutos de haber sido desocupado por los alumnos que tuvieron clases de Psicología. Como no tenía director artístico, la manager del Uchiha se encargo de eso al quitarse su chaleco para sentirse un poco más cómoda.

— Bueno hora de comenzar, necesito que la profesora Yamanaka se siente encima de su escritorio con las piernas cruzadas hacia un lado. —indicó llevando a la chica a su lugar.

Está hizo exactamente lo que se le indico, en donde tuvo que recostarse con un brazo, sacando un poco de busto, tomó la manzana que se le fue entregada. El fotógrafo se le acerco y comenzó a calcular el perímetro que utilizaría para sacar la perfecta foto.

— Muy bien, linda; mira la cámara. —dijo esté sacándole una sonrisa a la joven rubia que le dedico un gesto seductor al susodicho. —De eso es lo que hablo. —fascinado con sus gestos, tomaba una foto detrás de la otra.

— Recuerda que tenemos más modelos, no todo ella, aunque tengo que decir que tiene dotes para ser una. —halagó a la Yamanaka que seguía mostrando esas poses seductoras.

Mientras que le ponía dos modelos más que alentaría la siguiente foto a tomarse. La chica de cabellos rosas se mantenía sentada mirando a su amiga divertirse, si que era evidente que no estaba del todo contenta con hacer esto. No por su uniforme escolar, que constituía de una camisa de gabardina blanca oculta por un chaleco azul marino y corbata negra, con zapatos del mismo color, y una falda de cinco dedos más arriba de sus rodillas del mismo color que el chaleco Esto es increíble, hace mucho que no veo a Sasuke, y justamente hoy tenía que encontrármelo para ayudarlo con una sección de foto pensó la Haruno mirándolo de reojo.

Al sentirse observado por ella intento acercarse a donde estaba para entrelazar palabras con ella, recostándose a su lado con un uniforme con la misma descripción que la chica, sólo que esté usaba pantalón y zapatos colegiales negros.

— ¡Sasuke, Sakura vengan les toca! —gritó Nanako.

Eso lo enfureció porque no le pudo decir nada en ese momento, la chica no parecía importarle eso, sólo fue a cumplir con lo que le habían propuesto con las intenciones de terminar todo esto. Durante la sección de fotos éstos tuvieron que hacer diferentes poses que los ocasionaban tener contacto físico con el otro. Abrazándose y quedando a pocos metros del otro, el moreno intento articular una palabra para hablar con la chica de ojos jades.

— Necesito que hablemos. —susurró con dificultad.

— No tengo nada que hablar. —dijo ella de lo más tranquila, con la mirada fija en el fotógrafo.

— Chicos, por favor. —replicó su director artístico.

Éstos no hablaron sino hasta que tuvieron un descanso de diez minutos. Tomándose su soda con tranquilidad, sintió su presencia cerca de ella que se molesto al ver como se le recostaba a un lado para tomar una soda.

— ¿Se te ofrece algo? —preguntó cortésmente.

— ¿Podemos hablar? —preguntó el Uchiha ignorando lo que pregunto anteriormente.

Lo miro de reojo considerando lo que había propuesto, que lleno sus pulmones con oxígenos para dejarlo salir en un hondo suspiro.

— Esta bien…

— ¿Por qué dejaste de hablarme? —la cuestiono, porque eso no lo podía considerar una pregunta. — ¿Por qué me tratas de esta forma? —preguntó atacante.

Sakura no le respondía, sólo lo miraba con esos orbes verde jade que parecían hablar por ella. Poniéndose a pensar, esas dos preguntas eran no solamente interesantes, pero también buenas porque jamás pudo comprender el porqué odiaba al chico; ahora que se le preguntaba no sabía si responderle.

— Siéndote sincera, ni yo misma sé cómo responderte eso. —dijo.

— Aquella vez que me propusieron trabajo como modelo no estuviste de acuerdo, y eso que el dobe estaba de mi lado en ese entonces. —contó desviando la mirada hacia arriba.

— Porque… —quería decirle pero se quedo callada en ese momento. Pensando en eso, recordó que hace unos años su padre las había abandonado a ella y a su madre porque tenía la misma profecía que tenía Sasuke, por eso tenía temor de perderlo a él por las mismas razones.

— ¿Vas a decirme o qué? —preguntó insistente.

— Mi padre tenía la misma carrera que tú, y con el amor que le tenía al modelaje nos abandono a mí y a mi madre, al casarse con una modelo de pasarela. —respondió la chica.

— El rencor es por tu padre que tienes miedo de que yo haga lo mismo, al romper nuestra amistad. —dedujo el chico.

Se le quedo callado al ver su forma de hablar, tan fría y serena que parecía no importarle eso. Con eso declararon su charla terminada; terminando de tomarse las últimas fotos para completar la sección de fotos, la rubia de ojos rubí se acerco a su representado que tenía un gesto de frialdad que parecía no querer estar encima de alguien, y mucho menos con lo que supo.

— ¿Por qué esa cara? —preguntó extrañada.

— ¿Nos podemos ir? —preguntó molesto.

Ella asintió. Encaminándose hasta su transportes, éstos abandonaron el lugar sin siquiera despedirse de los demás.

— ¿Qué hablaste con ella? —preguntó la mujer.

— Ella piensa que haré lo mismo que su padre, que… Me alejare de ella por mi carrera. —respondió.

— ¿Cómo puede ofenderte de tal forma? Te esta cuestionando. —comentó exaltada de escuchar eso.

— Era lo mismo que pensaba, y no la culpo que tenga esa expectativa. Recuerda que tuve que irme de esa universidad para ir a otra que me fue asignada por la agencia. —especuló el azabache.

— Es cierto, pero sabes que tuvimos que hacerlo ya que es parte de nuestro programa de educación, para nuestros jóvenes modelos. —aspecto Nanako.

Resentido por sus palabras desvió la mirada hacia la ventana en donde su rostro era reflejado por cada farol que se prendía a causa de que estaba comenzando a anochecer Ahora entiendo el porqué tenías ese resentimiento desde que comencé a trabajar ese día en la agencia de modelaje pensó el moreno, suspirando cansadamente.

Llego a su casa y tomó una ducha, cansada de su agotador día fue hasta la ventana en donde se sentó en el marco para abrazar sus piernas, mirando con distracción la luna, pensaba en todo lo ocurrido este día Que bueno fue verte de nuevo, Sasuke–kun pensó la Haruno, sonriendo serenamente. Colocándose sus audífonos, se puso a escuchar una canción que era un poco peculiar para la joven, teniendo una suave tonalidad entre cerro sus ojos para dejarse influir por la música, esa cuerda de guitarra hacía resonar su corazón, inconscientemente esa lágrima se deslizo lentamente por su mejilla, secándoselo con rapidez comenzó a preguntarse el porqué estaba llorando si no tenía razones para hacerlo ¿O sí?

 

Mil disculpa por tardar, he tenido como de costumbre complicaciones pero... De todas maneras, n olas defraudo y les traigo el siguiente capítulo.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capítulo VI​

Era ya un nuevo día, se levantó de lo más tranquila de su cama, fue a tomar una ducha en donde sólo le tomo unos minutos mantenerse dentro del baño ya que se vestía de una vez en ese lugar después de salir de la ducha. Bajando a la cocina a desayunar, sentada ya en la mesa, comenzó a pensar en la conversación que tuvo con el moreno sobre su carrera como modelo profesional; a los poco segundo fue que se le paso por la cabeza de forma rápida esa discusión que tuvieron su padres, una discusión que para Sakura fue dura porque había provocado lo peor… Un divorcio.

Flash Back

Recordó escuchar esos gritos desde su habitación. Con tan sólo tener nueve años, no podía entender muy bien las discusiones que casi a diario que tenía que soportarlo. Se levantó de su cama, mostrando una conjunto de camisa de mangas largar y pantalón color rosado pálido, con algunas flores de cerezo en él.

Sus cabellos rosados se encontraban alborotados, y esos orbes de color jade llenos de vida se encontraba adormilados, por lo que se los restregaba con la ayuda de su mano izquierda. Colocándose sus pantuflas rosadas para salir de su habitación, bajando lentamente cada escalón de las escaleras, encaminándose hasta la puerta de la sala, se recostó en la pared con la mirada a sus pantuflas, determinada a escuchar atentamente el porqué éstos discutían.

—¡Vas a acabar todo así como así! —gritaba enojada su madre.

—¡Es lo que evidentemente no has entendido nada, te dije que no quiero seguir con esto! ¡Ya me canse de todo! —gritó esta vez su padre.

—Que considerado, ¿Y Sakura? ¿Acaso no te importa tu hija? —lo cuestionó completamente desconcertada por sus palabras.

—Te soy sincero, sabes que yo nunca quise a esta niña, ese embarazo fue imprevisto. La única razón por la que me case contigo fue por ella, por esa niña es que estoy encadenado a una molestia como tú. —respondió el hombre.

Esas palabras la molestaron por completo, ¿Cómo puede ser tan cruel para decirle una cosa así? La pobre niña que estaba escondida en ese lugar, intentaba no creer en sus palabras, pero… Siendo su padre quien las decía, le era difícil hacerlo. Nunca pensó que su padre, su misma sangre, aquel que admiraba le decía tan crueles palabras.

—¿Qué clase de monstruo diría eso de su propia hija? —lo volvió a cuestionar, con la voz quebrantada.

—El monstruo con el que terriblemente estas casada. —respondió el hombre, saliendo de la sala.

Con darse cuenta que la chiquita los escucho, la miró con esa misma frialdad para que supiera que cada palabra que le estaba diciendo era verdad, que se diera de cuenta que todo esto que estaba pasando era su culpa, y solamente su culpa… ¿Cómo le puede hacer eso? Es sólo una niña, no tiene la culpa de que haber nacido, de haber sido ese dulce milagro que su madre ha querido con toda su alma.

Fin del Flash Back

Se incorporó en su silla para poder respirar profundamente, y con notar que esa cristalina gota de lágrima se deslizaba lentamente por su mejilla; se atormentaba a sí misma por tan difícil pasado. Con recordar que su madre lloró hasta el cansancio, cuando a los días su padre le había mandando los papeles que le indicaban el divorcio.

—Sabes muy bien, que esto nunca te lo pienso perdonar, papá. —repitió la misma palabra que dijo aquella vez que llego a su habitación, luego de escuchar esas palabras salir de la boca de su padre.

~o~​

Una mujer de 53 años, piel blanca, cabello rubio largo hasta la mitad de su espalda con dos coletas atadas hasta las puntas, poseedora de unos hermosos, pero a la vez vivos orbes miel, miraba impresionada las fotos que fueran tomadas en la sección de fotos, realizada el día de ayer.

Nanako quien se encontraba sentada al frente de su escritorio la miraba serenamente, esperando una respuesta afirmativa de su parte.

—Me tienes impresionada, has hecho un increíble trabajo. —la halagó asombrada sin quitarle la mirada de encima a las fotos.

—Tuvimos algunas dificultades al principio, pero de todas maneras pudimos seguir adelante con la sección de foto. —contó la mujer.

—Eso es lo que estoy notando en estos momentos, por lo visto… No han tenido ningún problema con seguir la sección. —especuló Tsunade.

Mirando detalladamente a las chicas que utilizó pudo notar que éstas eran estudiante de la universidad que se utilizó como escenario.

—Con esas dos fue todavía más fácil las cosas. —aspecto Nanako.

—Muy bien. —entre tanta miradas, detiene sus ojos en una joven de cabellos rosas. —Esta chica se ve que tiene dominio en la cámara, pareciera que la adorase. —comentó.

—Ella es una persona muy cercana a mi representado. —contó la mujer.

—Me gusto, mucho la forma en cómo se muestran estos dos en la foto, parecieran que tuvieran química natural. —insinúo algo con ese comentario.

La manager frunció el ceño a darse cuenta de que le estaba intentando decir algo.

—Puedo hablar con ella, si usted esta de acuerdo. —propuso la mujer de ojos rubí.

Su jefe se recostó de su silla para virarla hacia un lado, observando de reojo el paisaje que se mostraba a estas horas de la mañana para pensar cuidadosamente su propuesta.

—Perfecto, ve con esa chica y móntale la propuesta. —ordenó Tsunade.

Ella asintió, y se levantó de la silla para poder retirarse de la oficina.

~o~​

Se notaba que no podía concentrarse ya que seguía recordando lo de ayer, y era por qué no esperaba tal cosa de la chica de cabellos rosas, nunca espero que ella pensara eso… Más bien, no espero que Sakura dijera tal cosa sobre su persona, diciéndole con muchas indirectas que se parecía a su padre, y le haría exactamente lo mismo que le hizo a ella y a su madre hace algunos años atrás.

Naruto sabía que su amigo estaba distraído, y eso que disimulaba muy bien que estaba prestándole atención a la clase. Al sonar la campana que le indicó el final de la clase, se levantó de su lugar para salir del salón de clases; caminando sin rumbo, buscaba un lugar en donde pudiera pensar, y no tener a esas molestas admiradoras que a diario lo acosaban, ese lugar perfecto era el sótano de la universidad.

Se recostó en el piso en el piso, y miró perdidamente el cielo, completamente distraído, pensaba en ese día en que le contó esa noticia.

Flash Back

Estaban en la hora del reces, y un chico de cabellos negros y ojos del mismo color se les acercaba a sus dos amigos que lo miraba con los ojos parpadeantes.

—¿Qué te dijo esa mujer? —preguntó la Haruno con curiosidad.

—Vino a ofrecerme un trabajo. —respondió el Uchiha.

—¿Sobre qué trabajaras? —preguntó esta vez el joven de ojos azules.

—Modelo de medio tiempo. —respondió Sasuke.

En eso notó la cara de nostalgia en ella, como si algo le molestaba.

—¿Todo esta bien? —preguntó con indiferencia para no mostrar interés.

Perdida en sus pensamientos no le respondió a su pregunta, y eso que esas misma nostalgia se mantenía reflejado en su rostro.

Fin del Flash Back


Ahora es que comprendía el porqué andaba muy extraña ese día, y eso que sentía que otra cosa no se encontraba bien.