Hush Hush The Hottie [Hush Hush/SPOILER]

The Hottie


Nora no quería mucho a Patch en ese momento, pero eso no le impedía amarlo como lo hacía. Estaba con Marcie, ¡Marcie! La media hermana que la detesta sólo por eso, por llevar la misma sangre en las venas.

Y es que le era altamente molesto, y recordaba frases que el ángel caído le había dicho, unas más osadas que otras, y un cliché que amaba: «Ésas ganas de comerte a besos», susurraba con su voz aterciopelada cerca de su oído.

Suspiró. Metió las manos en la gabardina gris, y se encogió lo más posible en la bufanda que llevaba, no deseaba ser vista, menos por él.

―No sé ni qué hago. ―Se lamentó―. Pero quiero verle ―rezongó.

Se aseguró de que el Volkswagen estuviese bien cerrado y con la alarma. Una vez que las llaves pitaron se encaminó al local. Las luces la envolvieron: el rojo sangre, el verde limón y el azul eléctrico resultaron ser muy estrambóticos para ella. Se tapó los ojos con la mano para sofocar un poco el resplandor, fue en busca de la barra, allí se encontraría con Scott, le había citado en ese sitio.

Le divisó a través del humo del tabaco. Agitó la mano para que le viera. Scott correspondió el saludo con la mano en alto, indicándole que se acercara. No era el Salón de Boo y mucho menos el Cajón del Diablo. Era más “civilizado” ―por decirlo de alguna manera―. Un ala del establecimiento se expandía hacía la izquierda, dando un lugar más reservado a quienes pisaran allí.

―Gray ―dijo el chico al tomar su mano y besarla. Ella no se sonrojó ni mucho menos, sólo alzó una ceja y le vio interrogante―, sólo quise ser un caballero. ―Se excusó.

―Pues no te queda, Parnell ―aseguró ella con una leve sonrisa.

Estuvieron tomando un poco, y bailando otro tanto. No podía evitarlo, se la pasaba de maravilla con Scott, quizás era el cariño de antaño, las bromas que se daban, la capacidad que tenían de correr como críos y reírse.

Aunque también había coqueteos…

Y no sabía si era el alcohol haciendo de las suyas, o qué, porque Nora también correspondía. No quería pensar en nada, porque eso se sentía bien, no había presiones de ningún tipo, le agradaba.

Cuando Serpentine subió a tocar ella les aupó desde cerca, sonriente, Scott no dejaba de mirarla. Al bajar del escenario de un salto le quitó la cerveza que tenía en la mano para terminar de tomársela, y Nora quiso protestar, pero ver esa gota de líquido bajar por su mentón y perderse en la camisa del joven, la dejó de piedra.

—¿Algo que llame tu atención Grey?

—Puff, ¿tú? Já, para nada.

—Nunca dije que fuera yo, Nora.

Bufó mientras sentía su cara arder, y no supo si fue entre copas u otra cosa, pero al parecer ese gesto al otro le fascinó, acercó su rostro al de ella, fingiendo darle un beso. Nora se quedó quieta, deseaba el beso, pero el joven solo besó su mejilla y se volteó.

Y algo se apoderó de ella.

Le haló por el cuello de la camisa, y cuando lo tuvo al frente le besó, con fuerza, él no se hizo de rogar y la rodeó con sus brazos. Se dejó llevar por aquél beso, apretándose a él, sin ninguna preocupación.

—¿Y Patch? —preguntó él, jadeante.

—No tiene por qué enterarse —susurró ella contra sus labios.

Y en cuanto Scott la iba a abrazar de nuevo y con fuerza Nora dejó de sentir sus labios. Abrió los ojos y le vio caer frente a ella, murmurando algo y luego hacerse polvo.

Se despertó entre el llanto.

Hace dos años ya que Scott había muerto, que había muerto por ella.

Y siempre que soñaba lo de ese encuentro el sueño terminaba igual, quizás, simplemente no estaban destinados a estar juntos.