Fantasía The deepest desire

Tema en 'Relatos' iniciado por Fernandha, 1 Octubre 2019.

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    Fernandha

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    Escritora
    Título:
    The deepest desire
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1139
    La verdad, no recuerdo si esto lo publiqué en algún momento (?
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    The deepest desire


    Acto I: ¿Quién es?
    A Desire le gustan muchas cosas.

    Vive de momentos efímeros pero intensos, ríe con diversión entre sonrojos provenientes de tímidas acciones, se alimenta día a día con las pasiones escondidas de individuos libres. Desire ama ser quien es, porque sabe el alcance de su fuerza y tiene en claro cada una de sus metas.

    Ama, por ejemplo, ingresar muy lentamente en la vida de dos personas, incitándolas a seguir todo aquello que sus instintos claman por hacer; adora en demasía saberse ganadora cuando ambos dejan atrás todas esas inhibiciones para entregarse pura y completamente al sentir. Le fascina admirar tanta bella obra nacida de sí pese a que los modos empleados no sean bien vistos por los demás.

    Detesta, porque ciertamente Desire puede hacerlo, cómo sus semillas de la pasión muchas veces son desechadas por "principios morales" de alguien allá en la tierra, aborrece la forma en que sus más lindas creaciones terminan por quebrarse debido a la intervención de la "sabiduría" y "reflexión".

    Desire es sentir, puede que su nombre y actuar emanen feminidad mas ni ella (¿o él?) entiende qué es. Sabe que es pasión, que es lujuria. Comprende que su sola mención represente pecado, ¿y no es eso algo más excitante?

    Desire… no, Lujuria. Lujuria es el pecado más ansiado y poco bien apreciado.

    Porque nadie más que ese ente entiende de verdad la maravillosa musicalidad de dos almas pasionales juntándose, nadie sabe apreciar lo hermoso que es ver a dos cuerpos sudorosos entregándose al desenfreno. Beber de deseos insanos pero excitantes, reír de promesas sin valor en medio de un ambiente cargado de sensualidad. De dejarse llevar por los brazos libidinosos de alguien más.

    Su culpa no es que los humanos tan idiotas sean infieles. Para Desire peor es saber que uno está con otro mientras el lazo de la lujuria se encuentra arraigado en un tercero. Es fastidioso verlos pelear sabiendo esto. ¿Es que acaso nadie podía entenderlo?

    Fácil es engañar a la mente, al cuerpo, al corazón… difícil es, sin embargo, mentirle al deseo. Porque este no razona, no piensa en el antes y después, no nada. Sólo vive, tan efímeramente como puede, vive y deja detrás satisfacción. Complemento.

    Nadie se detiene a entender qué tan difícil es ser lo que es. No por nada sólo existen siete pecados, no por nada este ente lo es.

    Sonriendo, Desire camina entre los mortales seduciéndolos en busca una próxima presa que le haga reír, anhelar… desear entregarse a algo más.

    Acto II: Se queja.

    Desconoce en realidad cuándo es que "nació" mas sí sabe que fueron un grupo de humanos los que le dieron un nombre. "Eres lujuria" parecían decirle "eres un pecado que debe ser erradicado". Y desde ese momento el ente odió.

    Porque aún no sabía ni lo que era cuando un puñado de humanos ignorantes de su natural belleza lo condenaron al abandono, es quizá por esta razón que Desire adora hacerlos sufrir un poquito. Escribieron del ente como un error garrafal en un libro de hojas amarillentas que poblaciones parecen adorar y Desire como castigo los hace ahora dudar de su superioridad, amando así su arte de una peculiar manera.

    "La biblia" le dijo una vez Nahrung, su compañero representante de la gula, "es un arma de doble filo que tiende acallar nuestras voces en la gente".

    Desire sonríe, porque la lujuria es pura diversión y placer, antes de dirigirse a las personas de un club nocturno para dejar salir su encanto.

    Cuando el primer hombre gime entre los labios de una jovencita es que se permite soltar una suave y erótica risa. Baila entre ellos, juntándolos, separándolos… dejándoles ver quiénes serán las personas que más lujuria disfrutarán. Hombre con hombre, mujer con mujer, hombre con mujer… todos comienzan a unirse.

    Desire se permite disfrutar de un juego también mientras seduce a su víctima en la pista de baile para salir minutos después en busca de un mejor lugar.

    Acto III: Demuestra.

    Se dice que alguna vez en su existencia terrenal, Tomás de Aquino dijo que los pecados capitales son aquellos a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada y Desire, tan buen ente como se dice ser, acepta junto a sus hermanos que sí: es natural en el humano desear y caer, pero que no es necesariamente su culpa el que lo hagan.

    Ellos sólo dan esa ayudita para quitar, como una nubecilla de polvo con la mano, aquellas dudas; como lo haría un ángel guardián o una buena y recta persona de esa podrida sociedad. Así que se niega aceptar que su mera existencia es errónea.

    Pues Desire entiende que si de verdad fuera tan mala su presencia no habría tantos humanos deseando caer con ella, no sería aclamada en esos días de pasión cuando individuo en turno contornea su figura con manos torpes por el desespero. No sería la representación de los gemidos al hacer un buen movimiento, no sería el ente que llenaría el cuarto con calor, no los embriagaría con la excitación y no sería los ojos adoradores que veneran la visión del cuerpo delante suyo.

    Realmente no sería nada pero, lastimase a quien lastimase, sí lo era. Lo fue, lo es y lo será siempre.

    Hay acciones que no siempre terminan por entusiasmar su esencia, como las violaciones, sin embargo no puede evitar estar presente pues la lujuria inicia donde ha terminado la temperancia. Y mentir es algo que Desire no hará: el ente adora la locura, la abraza y se divierte, ya que es tomando su mano que el actuar del humano se vuelve más desenfrenado. Tal vez no sea bueno, ¿pero quién en ese mundo realmente lo es?


    Acto IV: Promete.

    A Desire le gustan muchas cosas.

    Vive de momentos efímeros pero intensos, ríe con diversión entre sonrojos provenientes de tímidas acciones, se alimenta día a día con las pasiones escondidas de individuos libres. Desire ama ser quien es, porque sabe el alcance de su fuerza y tiene en claro cada una de sus metas.

    La principal es que la lujuria desaparecerá cuando el humano, tan podrido como anda ya, desaparezca de este mundo llamado Tierra.

    Ya que del humano nació y con el humano morirá.

    Desire ahora se dedica sólo a disfrutar, porque: "Mañana puede ser el último" se dice. "Y aún hay tanta lujuria por liberar".
     
    Última edición: 1 Octubre 2019
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    Elliot

    Elliot Usuario común

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    Muy interesante relato con toques hasta filosóficos sobre el deseo, me ha gustado bastante!
     

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