Te encontré, te perdí y te volví a encontrar

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por Thithalia, 27 Diciembre 2011.

  1.  
    Thithalia

    Thithalia Usuario común

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    Te encontré, te perdí y te volví a encontrar
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    2729
    Una bufanda, una simple y estúpida bufanda ¿Cómo se le ocurría ir por una estúpida bufanda cuando tenía y podría conseguir mil más? Bueno no cualquier bufanda pero igual… De verdad se pasaba de estúpido. Ya no tenia cinco años para andar corriendo tras una bufanda por mas frío que hiciera, solo se la pediría a alguna de las estúpidas que le perseguían por todo Hogwarts y así tenia. ¡Pero no! ¡Tenia que ir tras una bufanda!

    —¡Tanta queja e igual estoy siguiendo una bufanda! —Murmuró con fastidio.


    Frente al lago negro y congelado.


    Se hallaba una chica de cabellos castaños recogidos en dos coletas bajas, de ojos avellanas quien leía un libro más pesado que ella. Al estar sentada en la nieve habia usado un hechizo contra el frío.


    —¿Mmm...? ¿Qué es eso? —Preguntó antes de que una bufanda color verde y rojo, estaba un poco gastada y mal cocida —No puede ser —Murmuró La castaña al ver la bufanda y apartando el libro dejándolo en el piso tomo la bufanda y la apretó a su pecho con ahínco, sus manos temblaban imperceptiblemente, su respiración se aceleraba con el pasar de los segundo.

    —¡Eh Sangre sucia! —Escucho voz del huron mimado.

    —Apréndete algo más, albino… —Dijo mientras escondía la bufanda entre sus ropas. Tomando el libro siguió su camino.

    —Cierra la boca, ¿Haz visto una bufanda roja y verde por aquí? —pregunto mirando a todos lados con preocupación que no se notaba en su forma de pararse como el rey del mundo, ni en su fría expresión, pero si en su voz y sus ojos. Ella se paro y lo miro largamente.

    —Y si te dijera que se donde esta ¿Qué recibiría a cambio, Malfoy? —El albino dirigió su vista de golpe a la leona. Con una mirada de sorpresa se paso los brazos por los ojos y parpadeo varias veces, hasta se metió los dedos en las orejas para ver si no los tenia sucios.

    —¿Me ha preguntado que recibiría a cambio? —Pensó el príncipe de las serpientes conmocionado. — ¿Qué? —fue lo único que atino a decir.

    —Okay, ya te volviste sordo. —Dijo con fastidio y tomando con más firmeza su libro — ¿Qué que obtendría a cambio?

    El Slythering parecía ido, mirando a la nada con melancolía y con un suave susurro dijo: —Nada. —la leona se sorprendió pero igual contesto.

    —Esta por allá —Señalo el lago —La vi caer al lago, no me preguntes porque fue que traspaso el hielo, talvez algún animal pasó por allí…


    El menor de los Malfoy salio corriendo quitándose su abrigo, los zapatos y con un pequeño bombarda rompió el hielo y entro en el agua.

    —Malfoy, Malfoy ¿Qué haces? —la leona estaba sorprendida ¿Qué demonios estaba haciendo? —¡Malfoy! —lo vio salir a respirar y volver a sumergirse, tiro el libro a un lado y corrió al hueco que habia hecho el joven. Cuando el volvió a salir ella lo tomo de los brazos —¿Qué crees que haces?

    —Tengo que hallarla… —Murmuró, tratando de liberarse del agarre de la joven. —¡Tengo que hallarla! ¡Déjame! —la empujo y volvió a sumergirse.

    —¿Qué rayos hice? —se pregunto y cuando el rubio volvió a emerger lo tomo de las muñecas y lo jalo, pero no calculo y este cayó sobre ella. El estaba frío, estaba ¡Helado! —¡Maldita sea Malfoy, párate! —pero no se paraba, lo empujo y vio que se estaba poniendo azul. Lo empujo como pudo a un lado y empezó a vestirlo, le puso su abrigo, tomó sus zapatos y encogiendo el libro que llevaba, guardándolo en sus ropas junto a la bufanda se dirigió al castillo con el rubio. ¡Suerte que eran vacaciones de navidad y no habia casi gente en el castillo! Camino con el medio cargándolo y llego frente a la pared de la sala de menesteres —Un lugar calido, un lugar calido donde descansar —y con este pensamiento apareció una puerta grande, la tomó con una mano y la abrió adentrándose en ella.

    Vio un lugar bastante grande, casi como la sala común, con las paredes de madera y una chimenea bastante amplia, como si de una cabaña en la Alaska se tratara. Había una cama en el medio unas butacas frente a la chimenea y una pequeña repisa con libros. Camino hasta la cama y coloco al rubio allí, le quito las medias y con dificultad la camisa mojada, las coloco frente a la chimenea para que se secaran y tapo al rubio con las sabanas y cobijas de la cama. Lo dejo allí y se fue a sentar frente al fuego de la chimenea.


    Sacándose su tunica y de ella la bufanda, mirando la bufanda de colores navideños miró al rubio —¿Por qué es tan importante para ti? —Preguntó mirando al rubio que se empezó a retorcer entre sueños.

    —Lo siento, perdonadme ¡Perdón! —Gritó el rubio sobresaltando a la castaña, quien se levanto con bufanda en mano y se sentó junto al rubio, cuando iba a poner su mano en su frente noto lo caliente que estaba.

    —Tiene fiebre —pensó preocupada. Y salió de la sala hacia la enfermería dejando en el piso la bufanda. Luego de que la señora Pomfrey la revisara y de varias excusas pobres pudo salir de la enfermería con una poción para bajar la fiebre. Cuando llego al lado del rubio el seguía delirando, trato de hacerlo beber la poción pero no lo conseguía —¡Por merlín! —Murmuró sonrojada y tomo un sorbo de la poción se subió al rubio y le dio de beber la poción desde sus labios a los del rubio.


    —Toma —Dijo una niña de ojos avellana y cabellos castaños y alborotados. Le entregaba un paquete mal envuelto a un niño rubio de ojos azul casi gris.

    —¿Para… Mi? —Preguntó sorprendido y la niña solo asintió sonrojada, con una pequeña sonrisa. El cogió el paquete con sorpresa y las manos temblando.

    —Lo envolví yo misma —Dijo sonrojada, con sus manitas tras la espalda.

    —Gra-gracias —Respondió sonrojado y se sentó en el suelo, abriendo el regalo desesperadamente. Frente a el estaba una bufanda mal cocida de color verde, la alzo y se sorprendió de ver que la otra mitad era roja, miró a la niña —¿Qué?

    —Me quede sin más hilo —Respondió roja como un tomate. Cuando el la abrió más se quedo viendo a la niña otra vez —Y me entusiasme —Respondió otra vez a la pregunta silenciosa de su amigo. La bufanda era dos veces su tamaño actual. La niña sonrojada se arrodillo en el suelo y tomó la bufanda colocándosela a un sonrojado rubio, pero aun después de tres vueltas le quedaba bastante grande.

    —Yo-yo también te-tengo algo para ti —Dijo el niño y saco del bolsillo derecho de su pantalón una cajita verde del tamaño de su manita —Toma —La niña lo tomo sonrojada y la abrió, dentro había un anillo pequeño de color oro y escarlata.

    —Pero… No, esto es mucho —el pequeño primero se sintió mal cuando dijo que no, pero cuando hablo que no lo aceptaría por ser caro sonrío y tomo la mano izquierda de la niña y le puso el anillo en el dedo anular.

    —No importa, esto es para que me recuerdes —Dijo con su carita mirando al suelo. Ella le levanto la cara.

    —Yo siempre, siempre te recordaré, en una navidad te encontré y en otra te perdí, pero espero que en otra navidad, te vuelva a encontrar —Se levanto pues escucho a sus padres llamarla —Te quiero y siempre te querré, mi ser alado.

    —Jean… —la pequeña se dio vuelta —Prometo que te encontrare y… ¡Te haré mi esposa! —la pequeña de siete años se sonrojo y sonrío alegremente.

    —Si —asintió y se dio vuelta para seguir su camino.


    —¡Jean! —Gritó un rubio sentándose en la cama con la respiración acelerada.

    —¿Qué? —una Hermione le miraba con cara de "¿Qué quieres? ¿Estas bien?".

    —¿Eh? —el rubio se paso una mano por la cara y luego la miro acusadoramente —¡Me quieres violar!


    La castaña que tomaba un té casi lo escupe y se cae al suelo. Miro al rubio con sorpresa y luego se largo a reír.

    —Buena esa, hurón —Respondió con una sonrisa. —Disculpa que te hiciera saltar al lago —se disculpo tristemente mirando la chimenea.

    —¿Cómo llegue aquí, Granger? —Pregunto el rubio cogiendo sus ropas.

    —Te traje —Respondió sin más. Y antes de que el rubio volviera a preguntar dijo: —Esa bufanda, es importante para ti. No lo supe hasta que relacione…

    —¿Qué? —Hermione le sirvió una taza de té y se la ofreció, el la tomo; tenia frío aun.

    —Tuviste fiebre. Ya es 25 de diciembre ¿Sabes? —Preguntó sin esperar respuesta —En navidad yo encontré a una persona que llegue a querer y fue justo un año después que la perdí —Dijo antes de tomar un sorbo de té.

    —Eso… Eso me recuerda… A, ella. Pero no puede ser, porque sino, yo… —Pensó el rubio.

    —Malfoy —Ella se volteo y con una sonrisa dijo: —Me quede sin más hilo.
     
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    Adiós


    —¿Qué carajo estas diciendo Granger? —Dijo el rubio consternado.
    —Nada que te importe —Respondió la joven y le volteo el rostro, estaba enojada. —Maldito hurón oxigenado —Murmuró levantándose de la butaca frente al fuego. Dejo la taza sobre una mesita y tomo los ropajes que se había quitado. Caminando sin ver atrás abrió la puerta y sin mirar atrás pregunto: —¿Por qué te quedaste en Hogwarts? ¿No prefieres pasar las navidades en tu asquerosa mansión? —la palabra "Mansión" Salio con un ligero toque de rabia y miedo.

    —Ese no es tu problema —Respondió serio —Castor… —y con una sonrisa la empujo fuera de la sala.

    —Jodete, Malfoy —de entre su ropa sacó la bufanda y la olió. Siguiendo su camino hasta su torre y ya dentro de su sala común cayó rendida en el sofá.



    —Herms, Herms, despierta —era sacudida por un pelinegro.

    —¿Harry? ¿Qué pasa? —Preguntó aún soñolienta y con la voz ligeramente ronca. Mientras se sentaba en el sillón color vino tinto. Frente a ella estaba Harry mirándola preocupado.

    —No llegaste a noche y pues…. —no pudo continuar su respuesta.

    —Pues creía que te habías fugado con algún personaje nuevo —Dijo Ginny, quien le salio por detrás del sillón, sobresaltándola.

    —¡Ginny! —con una mano en el pecho y mirándola mal. La pelirroja solo se encogió de hombros y se sentó a su lado junto a Harry. Es decir que Hermione estaba en medio de ambos.

    —No estoy de humor, chicos —se levanto y se fue a su habitación dejando a la reciente pareja mirándose extrañados del comportamiento de la chica.





    En la habitación;


    Hermione se encontraba boca abajo, con la almohada en su rostro, las cortinas de su cama cerradas, y sumida en la oscuridad, se podían escuchar sollozos, los sollozos de la joven.

    —¿Por qué? ¿Por qué mi ser alado tenia que ser Malfoy? ¿Qué debo hacer? ¿Qué hacer contra tantos insultos, con sus tratos? ¿Podré perdonar? ¿Es que ese niño de mirada dulce ya no existe? —estas y más preguntas se hacia la joven, hasta que tristemente se quedo dormida una vez más sin abrir sus regalos.

    Ginny quien la había perseguido solo se sentó al pie de la cama de la mayor y allí se quedo acompañándola en su dolor, aunque ella era feliz. La joven castaña la ayudo mucho, era su amiga, la única verdadera, simplemente se quedo allí y lloro en silencio con ella.


    —Matare al desgraciado —Susurro mirando al techo. Ya había sido lastimada por el infeliz de su hermano Ronald, quien después de la guerra dijo que el beso que se dieron no fue nada, solo quería saber porque Krum lo disfruto tanto.

    —No vales nada, me voy a casar con Lav-lav.

    —Infeliz —Susurro nuevamente. Que ella no le hiciera nado no significa que los gemelos no se vengaran. Y que siguiera teniendo la cara morada aún. —Buenas noches, Mione.



    Al día siguiente:


    —¡Que te levantes! —Gritaba una pelirroja golpeando con una almohada a una castaña.

    —¡No fastidies! —le pegaba con otra almohada la castaña.


    Quince minutos después;

    —Vale, déjame arreglarme —Respondió la mayor.

    —Sip —y como si se tratara de Luna, risueña se fue la pelirroja.


    Abajo (Sala común)



    —¡Feliz Navidad! —Gritaron Harry y Ginny con dos regalos en mano extendiéndoselos. Ella sonrió.

    —Gracias —Dijo mientras tomaba el regalo y se sentaba junto a la chimenea. Quitando el papel lentamente encontró un libro de cubierta oscura y letras extrañas. Un libro de Runas Antiguas que hace mucho quería, pero no podía costearlo —Harry… —la mayor le miro reprobatoriamente.

    —Ya, Herms —Dijo negando pero con una gran sonrisa.

    Al regalo de Harry le siguió el de Ginny, el cual era un hermoso vestido azul marino, de corte imperio corto hasta la rodilla, de espalda descubierta, y se amarraba en el cuello. Abrió otros regalos, de Neville, Luna, los gemelos, Molly y Arthur, Bill y Fleur, de algunos de la corte, un extraño pollito con alas que cambiaba de color de parte de Tonks (Era el pollito así, porque Teddy lo hechizo como primera muestra de magia y no supieron quitar el hechizo).




    Ya había pasado casi seis meses desde lo ocurrido, el año escolar estaba por terminar, Draco y Hermione no se volvieron a dirigir palabra, ni miradas. Cada que se rozaban se alejaban pero ni una palabra. Ginny trato de sacarle algo a su amiga pero no pudo ¡Y el hurón! Lo había amenazado y todo y el ni pío.


    Flash Back




    Ginny había seguido al rubio luego de que Slythering terminara su entrenamiento. Por alguna razón no se duchaba con sus compañeros ¿Será que alguno era gay y le daba cosa que le vieran lo suyo?


    —Seguro lo tiene chiquito —Dijo muy por lo bajo la menor de los Wesley. Quien caminó tras el rubio hasta un pasillo solitario, lo silencio y con un Petrificus Totalus, petrifico todo el cuerpo menos la cabeza. —Nadie te escuchara Hurón. —salió de las sombras.

    —Wesely —Dijo con burla —¿Qué carajo quieres? —Pregunto.

    —Mmm, bueno. No se tu, pero toda la escuela se ha dado cuenta de tu actitud frente a Hermione. Y la de ella contigo —la bruja lo apunto con su varita.

    —Nada —volteo la cara y sus facciones estaban tristes.

    —¿Es en serio? —Preguntó más para ella misma que para su "Acompañante" —Parecen novios, son igualitos —Dijo ya en un murmullo pero que el alcanzo a escuchar.


    End Flash Back




    Después de dos días de griteríos, de que el quedara sordo y que un niño de primer año lo encontrara dejo de estar petrificado y Ginny solo se preguntaba ¿Cómo fue al baño?



    El año había terminado, y estaban hoy en su ultima comida en el majestuoso castillo, cada quien despidiéndose (Aunque después en el anden 9 ¾ también lo haría; pero eran adolescentes). Cuando abordaron el tren todo eran risas y recuerdos de vida en ellos. Harry, Ginny y Hermione conversaban alegremente hasta que la castaña se levanto anunciando que llegarían a su destino, así que se fue a hacer su trabajo como prefecta. Luego de que todos estuviesen fuera del tren la castaña se reunió con sus amigos, con la familia Wesley -Miró a Ronald quien estaba junto a su prosti- perdón novia; solo les saludo con un asentimiento de cabeza -Ya no le era importante, ahora era otro quien ocupaba su corazón -Por desgracia, peor que el otro -.


    Estaban todos hablando de cómo les había ido, que harían cuando la castaña les dijo que tenia algo que hacer y corrió tras lo que quedaba de la familia Malfoy -La madre, Narcisa y su hijo Malfoy -.


    —Malfoy —Dijo ya muy cerca y sin levantar la voz. Ambos, madre e hijo voltearon. La mayor la miro severamente y la menor la ignoro. La mayor se extrañó que su hijo no le dijera nada y solo volteara el rostro ¿Sonrojado? La castaña llevo sus manos a su cuello quitándose una cadena de oro. Narcisa la veía fijamente y abrió sus ojos impresionada al ver un anillo de oro y escarlata.

    —¿Draco? —Murmuró la mayor mirando a su hijo. El anillo era de un tamaño pequeño, el de la mano de un niño. La castaña saco el anillo de la cadena y lo miro fijamente.

    —Toma —lo coloco en la mano del rubio quien miro como ella tomaba su mano y con la otra colocaba algo en ella. —Lo siento. Lo pensé mucho —De sus ropas saco una pequeña bolsita y se la extendió a la mayor —Désela cuando salga del shock, y dígale que me disculpe, que disculpe a esta sangre sucia de enamorarse de un ser alado. —El rubio veía a la castaña, veía las expresiones tristes y sus ojos cristalinos.

    —¡Oh, Granger! ¿Te gusta mi hi…? —la rubia no termino su cruel pregunta. Pues la castaña corrió hacia la salida con lágrimas en sus ojos. El rubio abrió su mano y en ella se encontraba un anillo de oro y escarlata. En las manos de su madre estaba una bufanda de colores navideños y esta le veía con repugnancia. Luego miro a su hijo que perdía color en su rostro y caía al suelo, desmayado.
     
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    Rosadito, rechoncho, come todo y tiene rizos en la cola.

    Un nuevo capitulo a llegado! Por cierto cuando comience el capitulo me van a querer matar u.u
    Pero todo tiene su razón de ser :p Espero les guste y espero recibir sus comentarios. Como veran este cap esta narrado por Draco que hace un tiempo no lo hacia. Sin mas les dejo para lee el capitulo :)


    Rosadito, rechoncho y tiene rizos en la cola.




    Ella, siempre la tuvo, siempre tuvo la bufanda, con ella entonces ¿Por qué me hizo saltar al lago?

    —Seguro para reírse de mí —Susurré a la nada de mi habitación.

    Llegue a casa hace ya una semana, mamá me veía severamente pero de igual forma preocupada. Luego de mi desmayo me llevo a casa y me cuido, cuando desperté me dijo: "disculpe a esta sangre sucia de enamorarse de un ser alado. Eso dijo Granger" -me dijo con frialdad preguntándome si tuve algo que ver con ella, yo solo me callé y tome la bufanda con mis manos.


    Flash Back



    —¿Sabes Draco? —empezó a hablar mi madre, mientras tomaba el té en el jardín.

    —¿Qué cosa, madre? —yo solo miraba los árboles que cubrían los alrededores de la mansión.

    —Nunca supe porque esa navidad regresaste con esa asquerosa bufanda. —La voltee a ver por fin enojado —Hasta, ahora —su miraba que antes se posaba en su té ahora estaba sobre mi fijamente. Tome una bocanada de aire.

    —¿Te acuerdas aquella navidad donde papá nos obligo a ir en Londres muggle? —mi madre hizo una mueca de asco. Esa navidad a mi padre lo investigaban por estar implicado por Voldemort y nos hizo pasear por Londres muggle como muggles —Recuerdas que me perdí —no fue pregunta, fue afirmación. Mi madre asintió —Acabe en un parque muggle y jugué con unos muggles —mi madre palideció, fue graciosa, pocas veces la veía así.

    —¡¿Qué?!

    —Calla —la mire aburrido y ella se tambaleo en la silla, jamás la había tratado así, ambos nos sorprendimos. —Unos niños la estaban molestando, ella se trataba de defender inútilmente hasta que... Volvió a los niños ranas —me largue a reír y vi como mi madre sonrío levemente —Digna leona, luego de eso me senté junto a ella y pasamos la tarde en silencio. Con el tiempo días de escapadas —mi madre me miro con esos ojos de "Estas castigado" —Nos conocimos mejor, le tome confianza la quería, pero cuando nos tuvimos que separar. Padre ya no queríamos que volviéramos con los muggles fui por el anillo de la abuela, padre dijo una vez que fue algo que ella atesoró mucho y yo se lo quería dar a ella por que era muy valioso.

    —Draco…

    —Ella un día me llamo ser alado —Dije parándome de la silla y caminando hacia el pequeño bosque. —Le pregunte por qué y ¿Sabes qué respondió? —Madre negó —Porque tus ojos son tan claros como el alma de un ángel… Ella nunca me dijo su nombre real, solo dijo: Jean. Esa bufanda, fue su regalo de despedida, como el mío el anillo. Es así de deforme porque se quedo sin hilo verde y siguió con el rojo y tan emocionada estaba de hacer una bufanda que le quedara medianamente bien siguió y siguió hasta que me dio una bufanda 100 veces mi tamaño…

    —Draco… ¿La quieres?

    —No lo sé, madre.


    End Flash Back




    3 años después:



    —Maldición, Astoria ¡Apúrate! —Grite enojado —Ya todos deben de haber llegado.

    —¿Y eso qué? —Decía mientras bajaba las escaleras con un vestido morado de corte imperio, de hombros bajos y… Ya parezco gay explicando como se ve, se ve bien y punto —Las damas nunca llegan tarde, todos los demás llegan antes.

    —Si, si lo que digas… Nini estas a cargo de Scorpius —Ordené a la elfa domestica de Scorpius. Una de los pocos que se quedaron luego de ser liberados.

    —Si señor. —y con una exagerada reverencia desapareció en un puff.


    Hace ya dos años y medio me case con Astoria, y hace un año nació Scorpius. Mi madre a pesar de saber lo sucedió con Jean no comento nada después de ese día, el contrato entre familias estaba hecho y no podía romperlo por lo que me casé con Astoria, no la amo y jamás la amare; tampoco es un querer de amigos, es solo conveniencia. Lo que si amo es a mi hijo, mi pequeño Scorpius. Cuando tenga edad, estudiara como un niño cualquiera, nada de cosas de la pureza de sangre. Quiero que sepa que todos somos iguales y no sufra… Como lo hice yo.



    5 años desde hogwarts:


    Hace des años Astoria murió, luego de aquella fiesta a la que llegamos tarde, pasaron dos mese en los que no veía casi a Astoria, hasta que un día en el profeta apareció un gran articulo donde decía: "No solo traiciona sino muere con su amante, pobrecito Draco que yo te consuelo" -Esta mujer se acostó con un mago de X nombre, no quiero saber, y alguien los torturo, hasta la muerte. Evite lo más posible Scorpius odiara a su madre, por lo que nos alejamos de Londres mágico. No quería tampoco que lo señalaran y tuvieran pena de el. Nos fuimos a Francia y allí vivimos actualmente.


    Decir que no he pensado en Jean es mentira ¿Y para qué mentir? Extraño nuestras peleas, su rostro cuando se enojaba, su aura confiada pero inocente. No he sabido de ella desde el fin en el tren, es más nadie supo de ella desde ese día. Ni si quiera sus amigos, simplemente desapareció de la faz de la tierra por así decirlo.


    Estando aquí en Francia, nos asentamos en Aiguéze, es un pueblito alejado, con casas de fachadas de piedra, un castillo en su cima, un bello lugar. Madre, no quiso venir, dijo que ella da la cara ante todo. Scorpius rara vez preguntaba su madre, nunca le mentía sobre ella, ni si se quisieron o no. Pero al parecer a mi pequeño no le importaba eso. Recuerdo un día dijo que el ya tenía a su ángel guardia; cuando le pregunte quién era, me contestó: "¡Mi maestra! Papi ¿Por qué no te casas con ella?" Cabe decir que casi escupo el champagne.


    —Señor, le llaman desde el colegio —Advirtió Nini, quien seguía fiel a nosotros —Al parecer el señorito se peleo con otro joven.

    —Gracias Nini. Ya voy —me levanto de la silla donde estaba pensando, cierro la ventana y me encamino a las afueras de la casa. El colegio muggle no está lejos así que voy a pie. —¿Qué habrá sucedido? —me pregunte internamente.



    Cuando llegue al colegio, las mujeres me querían comer -literalmente, pero no hice caso, ahora mi preocupación era Scorpius, fui donde la secretaria a anunciarme y ella me dijo que me esperaban en el patio. Camine un tanto apurado y en una banca del patio estaba mi hijo con cara de felicidad. Cuando me vio salio corriendo y me abrazo.


    —No me vas a convencer con esa cara, Scorp —Le dije y el me miro confundido.

    —¡Pero papá! ¡Ese niño me estaba molestando! Dijo que yo no tenia mamá porque era un fenómeno, te insulto y también a mi, dijo que mi abuela se parecía a Frankstein yo no aguante más y bueno… —Dijo bajando la cabeza.

    —¿Qué sucedió? —Pregunte imaginándome algo.

    —Le convertí en cerdo —Subió su mirada con un toque de picardía.

    —¿Alguien te vio? —Pregunte, y el asintió —Además del afectado —Volvió a asentir —¿Quién?

    —Mi maestra y todo el salón —Respondió con una sonrisa y no sabia por qué, después de todo nos tendríamos que mudar de nuevo si venía el ministerio. Camine al que seria su salón pero el me detuvo —¿Qué haces? —Preguntó.

    —A borrarles la memoria.

    —Mi maestra ya lo hizo —Respondió dando vueltas con los brazos abiertos —¡Es una bruja!

    —¿Qué…?

    —¡No me llames bruja Scorpius! Suena feo. Soy una hechicera —esa voz, esa voz. No puede ser.

    —Ya todos tienen memorias falsas, se están quedando con la profesora Marie, mientras yo hablo con tu padre. —se arrodillo en el suelo y le revolvió los cabellos a mi pequeño. Luego alzo la mirada, se levanto y me extendió su mano derecha. —Tanto tiempo sin vernos, Draco.
     
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    Neith Abendroth

    Neith Abendroth Iniciado

    Escorpión
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    Wow, me ha gustado mucho tu historia =D Me parece muy interesante el Dramione ^^ Adoré la trama *-* es muy atrayente ^^
    Espero seguir leyéndote ;) Que estés bien ^^
     
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    Thithalia

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    Nuevo capi!! :) Espero guste ;) Tarde un poco, pero aquí está. Pocos capis para el final.
    Sin más, a leer.


    Castor aerofobico, hurón serpenteante, zorro con estilo de cordero, águila comandante , vanshee bailarina


    No podía ser, allí estaba ella, más hermosa de lo que recordaba. Su melena castaña ahora lucia corta y ondeada, sus ojos chocolates refulgían vivazmente, su piel blanca levemente bronceada, sus labios sonrojados naturalmente los cuales le dedicaban una sonrisa encantadora; su cuerpo por supuesto había crecido, era un poco más alta pero si acaso le llegaba a los hombros; de piernas largas y estilizadas, caderas anchas y cintura de infarto, unos senos de tamaño perfecto ni muy grande ni muy pequeño. La mujer perfecta su mujer.


    POV's Draco


    —¿Cuánto tiempo, Draco? ¿Cómo estas? — ¡Dulce demencia! ¡Que bien sonaba su nombre en sus labios! Que hermosa esta ¿Qué hace? ¿Por qué me mira así? —¡Oh, genial! Se nota que no has cambiado Malfoy… —y allí va otra vez con el apellido —… Yo tratando de ser amable y tú… —¿De que estará hablando? —¡Desaparece huron oxigenado!


    —¡Oh ya cállate! Castor aerofobico… —respondí con fastidio, vi como su mirada se encendía y achicaba sus parpados quedando un par de rendijas que nada debían envidiar al Lord derrocado.

    —¿Cómo me llamaste anoréxico emo? —sus manos estaban apretadas en un puño, sus brazos extendidos fuertemente hacia abajo y ligeramente hacia atrás, su torso levemente hacia delante; típica pose de una niña mimada que no le concedieron su pedido, pensándolo bien se parece a mi cuando niño ¡Pero ella que sabe!

    —¡Castor aerofobico! ¿Que sucede? Pensé que eras "La bruja más inteligente de tu generación" lo siento me equivoque ¿Qué? ¿Vivir tanto tiempo entre basura te afecto la poca inteligencia que tenias? O ¿Es que te hace falta aduladores a tu lado que te digan cuan inteligente eres Granger? —no se que me pasa, solo quiero ver sus mejillas encendidas de rabia como en antaño, quiero recordarla.

    —¡Mira vete tú! Asqueroso huron con complejos serpentarios ¿No te das cuenta que si soy la más inteligente de mi generación? Si siempre he estado por encima de ti ¿Crees que el castillo nunca se entero de cómo tu padre te amenazaba por que me superaras? Y jamás, jamás, jamás lo lograste "Soy sangre pura, soy mejor que tú" y que bien que admitas te equivocaste, ya lo sabia, siempre lo haces —su mirada era retadora mirándome fijamente y con gran burla —Y mejor fíjate en un espejo que el único que necesita aduladores eres tú ¡Oh! Espera tu papito no te puede dar dinero para comprar aduladores perros guarda espaldas, que lastima —su rostro mostró falsa tristeza ¡Mi sangre esta en ebullición!

    —Maldita sangre sucia —espete, más por quien peleaba, la costumbre de callarla con ese apelativo. Hace ya mucho no lo usaba, ni quería recordarlo. Ella avanzo hacia mí y de dos grandes zancadas llego hasta mí.


    ¡Plaff!



    Como ese día en tercero me asesto un gran y sonoro golpe en la mejilla, una cachetada seguramente dejaría una marca roja. Su cabeza estaba alzada mirándome furiosa.


    —Repítelo una sola vez más, y me olvidare de todo, me olvidare de todo cuanto aprendí, cuanto se y ¡te mato! —dio media vuelta alejándose de mi, no lo permitiría.

    —No, no de nuevo... —murmure y camine hacia ella, la tome de su muñeca derecha; jalándola hacia mí, dándole la vuelta, que su pecho pegara al mío, y su rostro frente al mío. La tome de la cintura impidiendo que escapase con mi otra mano. Ella trataba de separarse mas no podía, soy más fuerte y alto que ella. —Entonces mátame, porque por nada del mundo sangre sucia me despegaré de ti de nuevo. Prefiero que me odies y quieras matarme a que te olvides de mi, Jean.

    —¡Cierra la boca asqueroso oxigenado niño de papá! —me pegaba con su otro brazo libre en el pecho. Solté la mano que sostenía su muñeca y la lleve a su nuca, y la estampe contre mis labios. Beso furioso, salvaje, sus golpes no cesaban en mi pecho, abrió su boca para gritarme y adentre la lengua, una batalla se formo por el control de la situación, sus golpes pararon y llevo sus brazos a mi cuello atrayéndome hacia ella. El beso poco a poco se torno lento, seductor, lleno de cada sentimiento que ninguno decía. —Te amo —Dijo luego de que el aire nos cobraba factura.

    —Y yo siempre lo he hecho —pegue su frente a la mía, y mis manos descansaban en sus caderas —Jean… —sonreí suavemente y la vi sonrojarse aun más si era posible, su cuerpo tembló levemente y escondió su rostro en mi pecho. Alcé su cabeza tomando su mentón con mi mano derecha aun con una sonrisa —Jean…

    —¡Se mi mamá!

    —¿Qué? —Ambos nos preguntamos, nos miramos y luego miramos a un niño que se encontraba parado justo a nuestro lado derecho. Scorpius sonreía picadamente.

    Hermione se deshizo de mi agarre y camino hacia Scorpius quien retrocedía con una sonrisa nerviosa —¡Ven a aquí mocoso! —y salio corriendo tras Scorpius quien sonreía feliz, parecían un par de niños. Se escondió tras de mi.


    —Mala jugada, hijo —lo tome en vuelo y el me hizo un puchero.

    —Eso es trampa papá —se quejo mientras Jean llegaba y le alborotaba el cabello.

    —¿Entonces? —me pregunto Hermione.

    —¿Entonces qué? —Pregunte como idiota confundido.

    —¿Qué ibas a decir cuando este mocoso fanfarrón digno hijo de su padre—Señalo a Scorpius y este sonrío enigmáticamente junto a mi —Te interrumpió?

    —¡Ah si! ¿Te casarías conmigo Jean? —me miro fríamente y luego a Scorpius quien se recostó en mi pecho, y luego de unos minutos eternos donde ella solo me veía fríamente, escuche una voz y no la suya precisamente.

    —¡Oh, vamos! ¡Ya dile que si! Que se va a convulsionar —Dijo Scorpius mirando severamente a su próxima madre. Hermione le saco la lengua y me sonrío.

    —Claro que si, Draco. —tome su cintura con mi brazo izquierdo -En el derecho esta Scorpius y la bese.


    Cuando nos separamos Scorpius solo decía: "Eugh" clara seña de asco tapándose los ojos "Váyanse a un motel" también soltó. Mi quería Jean se acerco a su oído y le susurro algo que hizo que mi pequeño sonriera y le sacara la lengua.




    6 años después

    POV´s Hermione


    La mansión era un gallinero, que más por gritos que por otra cosa, desde una planta se escuchaba a Draco gritar: "Esto y aquello" mientras que en otra un Scorpius corría de acá para allá murmurando cosas como: "Esto y aquello" y cargando un montón de cosas innecesarias, en otra planta se escuchaba el llanto de un bebe a quien no le habían dado su comida, mientras en otra Narcisa daba ordenes a diestra y siniestra.


    —Ya, ya Vallora —le decía a mi pequeña niña, tenia un año y seis meses, su piel era tan blanca como el marfil, de ojos chocolates con un aro de plata en el iris derecho, sus cabellos eras tan o más blanco que en de sus antepasados, con el nacimiento de mi pequeña me he dado de cuenta que realmente esta familia no se oxigena el pelo. Si, creía firmemente en eso. La casa o más bien mansión no dejaba de gritar, bueno más bien sus habitantes y tenían estresada a mí pequeña. Tome mi varita y la puse en su garganta, con el hechizo de amplificar la voz, ella sonrió encantada y grito tan fuerte como sus pulmones lo permitían, claro esta que ya sin varita nadie la soportaba apenas nació. Y así el silencio hizo acto de presencia. —Bien hecho querida —chocamos la palma de la mano, ya le había dado de comer así que salimos de la habitación hacia el hall. —Por merlín si que son ruidosos.


    —Querida, son hombres —Dijo Narcisa y yo la mire fijamente al igual que Vallora.

    —Cissy, tu también andabas gritando —La rubia se sonrojo y fue a seguir dando ordenes. Creo que eso le encanta.

    —¿Nos vamos? —frente a mi estaban mis dos hombres favoritos, mi hijo y mi esposo. Sonreí y asentí, mire a Narcisa con una sonrisa y ella me la devolvió. Al principio nos llevábamos como perro y gato, pero cuando me embarazo su hijo estuvo conmigo todo el tiempo ayudándome y riéndose de su hijo y mis arranques de humor y ansiedad. Y Scorpius ese si se daba un festín burlándose de su padre; aunque este también terminara con la suela de algún zapato impresa en su frente.


    —De que te ríes querida? —Pregunto Cissy.

    —Mi época de embarazo —Respondí mientras salía bajando las escaleras junto a mi suegra.

    —Oh, si. Por Merlín, Morgana y Salazar. No puedo evitar reírme de mis amores —Sonrío malvadamente y yo le correspondí.

    —Bueno, puede que se repita —Dije subiendo al carruaje, ante la mirada de pregunta de ese par de bobos. Narcisa me miro fijamente y luego a mi vientre, siguiendo así todo el camino.

    Llegados a la zona de aparición, todos aparecimos en la estación de trenes y respirando profundo voltee a mi derecha a mirar a mi bebe, luego a Narcisa quien me sonreía suavemente, mas en sus ojos veía un claro: "Cuando lleguemos a casa escupes la sopa" luego voltee a mi izquierda y les vi, sonreímos con complicidad. Draco me tomo de la cintura con su brazo derecho, Scorpius empujaba su carro con sus pertenencias, Narcissa se posó al lado derecho se du nieto y coloco su mano en el hombro para darle confianza, ellos cruzaron primero la pared.


    —Aquí vamos, Jean —Susurro antes de besarme y luego ser cacheteados suavemente por la pequeña en mis brazos con cara enojada.

    —Si, si. Toma a tu hija —le pase a Vallora, ya le comenzó su papitis. Bese a Draco en los labios y luego en la frente a Vallora quien sonrió encantada y sonrojada.

    —Aquí vamos, mi querido alado —el al cargar a Vall con su mano derecha su izquierda se aferro a mi cintura y en cuatro pasos traspasamos la barrera de la pared.

    —¡Se tardaron! —Grito Scorpius —Oh, cambio de lugar —Sonrío altanero, como todo un Malfoy y me abrazo por la cintura sacando el brazo de su padre —Ella es mía. —Susurro Scorps mientras los tres Malfoys se peleaban con la mirada.

    —¡Hermione! —un grito al unísono de voces nos llamo a todos, y cuando digo todos digo a toda la estación, la atención.

    —Oh, mierda. —pensé.



    Continuara...




    Por cierto este es el corte de cabello que lleva hermione cuando la reencontro draco :)

    http://static.nanopress.es/ellahoy/...rtes-de-pelo-rizado-corto-segun-facciones.jpg
     
  6.  
    Thithalia

    Thithalia Usuario común

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    Disculpen la tardanza, estaba en proceso de mudanza :/

    Me quede por...


    —¡Hermione! ¡Por merlín! —Ginny salto sobre mi abrazándome fuertemente, metiéndome su enorme barriga en la espalda baja —¿Cuánto tiempo? ¿Sabes que estábamos preocupados por ti? Desapareciste ¡Desapareciste Mione! —me di la vuelta luego de que soltó su agarre férreo y la mire; había crecido, su cabello rojo estaba recogido en una trenza, tenia un vestido de verano azul y unas sandalias bajas blancas.

    —Ginn… ¿Hola? —hizo un mohín enojada cruzándose de brazos—Harry… ¿Qué tal?

    —¡Mione! —Harry me abrazo fuertemente y siento que hasta lloro.

    —Ya, ya, Harry. Todo está bien. —Lo tranquilice sobando la espalda —No estoy muerta ¿O si? —pregunte a Scorps, quien se rió.

    —Yo no se. Creo que moriste aquel día en el hospital, pero ahora como el vampiro te mordió estas con vida ¿Relativamente, no? —el silencio no se hizo esperar, Harry se separo bruscamente de mi y tomo mis hombros fuertemente mirándome fijo.

    —Herm…

    —¡Oye Bruto! —las miradas ahora estaban en Draco. —¡Suéltala, que le dejaras marcas y el único que puede hacerle marcas soy yo!

    Cuando Harry me soltó, le agradecí y mire con agradecimiento a Draco, hasta que capte lo que dijo —Draco Lucius Malfoy Black…

    —Uh, papá estas en problemas ¿No ves que hay niños presentes? —le dijo mi pequeño diablito.

    —Tú también Scorpius… Los voy a mat… —Cissy no me dejo terminar, pues halaba a un Scorpius amarrillo de miedo, si ese pequeño se ponía amarillo de miedo ¿Qué raro no? Igualito a su padre.

    —Oigan chicos ¿Dónde estaban? —lo ultimo que faltaba. Ron llego hablándole a su hermana y amigo, ellos le respondieron algo. Tras el llego una Lavender sonrojada por la carrera, me imagino.

    —Hola, Ronald —salude a mi viejo amigo que ahora se convirtió en piedra. Cual robot giro su cuerpo hacia mí.

    —¿Hermione?

    —Granger —esa fue Lavender. Que boba ¿Cree que todavía quiero a Ron de esa forma?

    —¡Hermione! —Ron me abrazo y dio vueltas conmigo. Cuando me bajo no me soltó.

    —Ron, será mejor que me sueltes —advertí.

    —¿Por qué?

    —¡Oye Troglodita! ¡Suelta a mi mamá! —Scorpius man salio a mi rescate desde no se donde y pateo la pantorrilla de Ron y me abrazo pegando su cabeza a mi abdomen, mirando a Ron fríamente. Coloque una mano sobre los cabellos de mi pequeño.

    —Mione, ese cabello… —Ginny me veía asustada.

    —Te lo advertí. Si, me case con Draco, este es hijo de Astoria, pero es mi hijo de corazón, mente y vida pasada —él sonrió, pero junto a esa mirada recelosa a Ron, se vio aterrorizante. —Ella es Cissy —señale a Narcisa quien me miro como quien mira un payaso que no da risa —Ya la conocen. Siguiendo con la cosa, me case con Draco, tengo dos hijos…

    —Solo llegue al “Me case con Draco” de ahí no pase… —dijo Lavender.

    —¡Mamá! —grito tan fuerte Vall que todos se nos quedaron viendo, me sonroje pero Draco por fin me tomo bajo su ala, ya se había tardado en ser celoso. Vall me extendió sus bracitos y la cargue. Cissy sonrío, un típico cuadro familiar de celos es lo que debía estar pensando.

    Claro, si tienes a un hijo que es celoso hasta de su padre, a un padre que es celoso hasta de la pijama y a una hija sobre protectora, porque su mamá es solo suya, pues bueno este es nuestro cuadro familiar cada vez que salimos de la mansión.
    Piiii~


    El silbato del tren dio su aviso de que pronto partirían.

    —¡Vamos Scorpius! —tome a Scorpius de la mano derecha, Draco empujaba el equipaje y Cissy de la otra mano de Scorpius iba. Ignorando a mis amigos seguimos al vagón de los nuevos, en casa tuvimos una discusión de que en que vagón iría, si en Sly o en Gryff, al final Cissy no tiro un Aguamenti y dijo terreno neutral, luego se fue a seguir leyendo a Vall, murmurando un “Ya se de donde saco esos pulmones”. Cuando llegamos a la puerta Draco la abrió y junto a un prefecto fueron subiendo el equipaje. —Vamos Scorps.

    Se separo de mí y abrazo a Cissy. Narcisa no era una mujer cariñosa, pero bueno, todos cambian. Y aunque a veces se tense antes las muestras de cariño igual las parecía. —Hasta pronto pequeño diablillo. —le dio un beso en la mejilla que luego se limpio con esa típica cara de asco que nos hizo sonreír. Camino, hasta mí luego.

    —Es hora —susurre suavemente

    —Sipi —Scorpius se abrazo fuertemente a mi y restregó su rostro a mi abdomen —Te voy a extrañar Mami.

    —Yo también, hijo. Yo también —y alborote sus cabellos. Me incline hacia el, separándolo brevemente de mi y le di un beso en la frente.

    —¡Y por que su beso no te lo quitas! Mal nieto —dijo indignada Cissy y todo reímos. De su comportamiento infantil.

    —Nos vemos pronto Vall —dijo dando un beso en la mejilla a su hermanita quien empezó a llorar —no, no llores pequeña, prometo que en navidad nos veremos —Vall se calmo un poco pero igual gimoteaba —esas es mi chica.

    —Vamos campeón —dijo Draco y luego ambos se despidieron con un abrazo.


    Cuando entro no pude evitar soltar una lagrima, Draco me abrazo y Cissy se coloco del otro lado de su hijo preparada con el pañuelo. Para el momento que Scorps se asomo por una ventana sonreí y con una mano lo despedí igual que vall, junto a Draco y a Narcissa que se despedía con el pañuelo. Ciertamente éramos un gran espectáculo, pensé. Pues nunca un Malfoy fue tan… ¿Afectivo? Pero ya que importa, es hora de soltar la sopa. Bueno esa no la otra.

    —Hasta la próxima —Grito Scorps y sonrío luego metió la cabeza. El tren arranco y empecé a llorar como magdalena.

    —¿No estarás embarazada de nuevo verdad? —dijo un Draco alegre y miedoso.

    —Mmm, no lo tengo confirmado —susurre sin darme cuenta, hasta que mire a Draco en el suelo. Mire a Cissy con interrogación y me hizo las señas de cuando le estampe una patada en las partes intimas, el día del parto. —Bueno, Draco voy con mis amigos. Es hora de la verdad…

    En menos de lo que canta un gallo llegue con mis amigos, contando: 10, 9, 8. Ya llegaría de no se donde la mente de Draco.

    —Emm, mione… ¿Qué le pasa? —señalo Ginny.

    —Esta si porque cuando Hermione fue a dar a luz ella lo pateo en sus partes intimas por desmayarse. —dijo Luna.

    —¡Luna! —exclamaron todos.

    —Y ¿Tu como sabes eso? —pregunto Lavender, despóticamente.

    —Theo, fue quien lo saco del quirófano. —respondió simplemente, luego me sonrió —Ah…

    —¿Qué sucede Luna? —pregunte creyendo saber sus razones de estar aquí.

    —El año que viene Zacarian se va a Hogwart y me quedo sola…

    —No estas sola, me tienes a mi —respondió una voz tras nosotros. Cuando volteamos vimos a un Theo y a un enfuruñado Draco llegando.

    —Si, pero no es lo mismo —dijo. Ahora el deprimido no era Draco sino Theo.

    —Mione ¿Quirófano? —pregunto Harry.

    Mire furiosa a Draco recordando el porque tuve un parto muggle, y lo desastroso que fue. —Fue un parto supuestamente Muggle —respondió Cissy ya que yo “semi” ahorcaba a mi marido.

    —Estaban paseando en Londres muggle cuando sufrió contracciones, y no se podían aparecer en ese estado asi que fueron al hospital más cercano. Luego Draco mando una carta al medico de cabecera de la familia. Bueno…


    Flash Back



    La tarde era tranquila, una tarde de verano. Los pájaros cantando los niños riendo, el matrimonio Malfoy estaba en un parque muggle de París. Conversando alegremente disfrutando del día, cuando a Hermione le vino una fuerte contracción empezando a gritar.


    —Draco, ya viene —le dijo entrecortadamente Hermione.

    —Viene ¡Viene! No ¿Ahora? ¿No puede venir más tarde? —pregunto dando vueltas de un lado a otro. Una mujer de avanzada edad que veia lo sucedido ayudo a Hermione a pararse.

    —Siempre es así, mi marido cuando fui a dar a luz se desmayo antes de llegar al hospital y fui yo quien tuvo que conducir al hospital.

    —Que esperanza —murmuro la castaña mirando a su marido. —¡Draco Lucius Malfoy Black! ¡Trae tu oxigenado culo para acá! —grito la embarazada seriamente, lo que causo que muchos de los niños rieran y el rubio la mirara con furia.

    —¡Que yo no me tiño el cabello, castor! —grito. Bajando la colina que la mujer ayudaba a la embarazada a decender.

    —¡Ven aquí y te vuelo los dientes huron volador!

    —No me llames así, sangre sucia. —las mujeres no sabían nada de lo que pasaba pero si que lo disfrutaban. Claro Sangre sucia hace mucho dejo de ser un apelativo feo para la pareja, ahora lo que significaba era una ida a la cama directa, pero en este caso…

    —Mimado, oxigenado, emo, al hospital más cercano, —dijo ya dentro del taxi —mortifago, prepotente, ¡Ahh! Orgulloso, presumido, huron, perro, llorica, afeminado, cobarde, ¡Ay! Soplón, marica,…

    —Ratón de biblioteca, pelos de escoba, sangre sucia, orgullosa, simplona, arrogante, loca, llorona, marimacho, tonta, lanzada… —los insultos de parte de ambos no pararon ni dentro del auto (Taxi) claro que el chofer estaba que se hacia pipi de la risa.

    Cuando el taxi paro, ayudo a bajar a la mujer o eso intento pues el esposo se la arrebato de los brazos gritando “No la toques” para luego llevarla adentro. El taxista solo se encogió de hombros, pensando “Que pareja tan estúpida”

    —¡Una mujer con patas! —grito Malfoy. —¡Diablos no! ¡Una mujer con bebe! ¡Embarazada homicida! —gritaba en la puerta del hospital, las enfermeras procedieron a llevar una silla de ruedas y a que el hombre la colocara allí.

    —Señor debe esperar un poco.

    —¡Pero si la pata esta embarazada! —luego de esta frase Hermione casi, casi lo patea al estomago pero la panza no le dejo llegar más arriba.

    —Cállate huron gay —respondió fríamente causando un frío anormal en la estancia.

    —Señor por favor venga conmigo —dijo llevándose a Draco a otro lado. —¿Es usted el padre de la criatura? —Draco solo asintió viendo por donde se habían llevado a su mujer —Bien, me da sus dato —Draco la miro interrogantemente —Nombres, dirección, etc.

    —Draco Malfoy y ella Hermione Malfoy, eh… Esta embarazada —“Obviamente” pensó la enfermera, pero no comento nada. —Eh, ¿Puedo ir con ella?

    —Claro señor, ya tenemos su nombre pero después tiene que rellenar estas formulas —le entrego como días hojas —¿Tiene algún medico en especial?

    —¡Claro! —Empezó a hurgar en sus bolsillos —¡Diablos! ¿Tiene un teléfono que me preste? —La mujer dio el teléfono de la recepción, viendo así como llamaba a cuanta persona supiera —Amm… —saco de su bolsillo un silbato y lo soplo, al minuto un águila entro a la estancia.

    —¡Pero que rayos!

    —Scooter, lleva esto al Dr. Parson a San mungo ¡Hermione dará a luz! —El ave lo miro fijo y luego partió —¿Ya puedo ir con mi mujer?

    —Claro señor Malfoy…

    En otro lugar del mismo hospital


    —¡Malditos imbeciles! ¡Traigan a mi marico marido ya! —las groserías no se hacían esperar. Todos sudaban frío por lo atemorizante que se veía la mujer —No luche contra un loco asesino con cara de serpiente y complejos de superioridad para nada ¡Traigan a ese cobarde ahora mismo hijos de puta!

    —Su marido viene en camino —dijo un enfermero asustado.

    —¡Claro porque si no viene los mato y luego a él!

    —S-s-si. ¡Pero mire aquí esta! —dijo un asistente trayendo al marido.

    —¡Malfoy! —Grito la mujer y el hombre corrió a su lado. La castaña puso un puchero —¿Me veo gorda? —Malfoy sonrió suavemente, pero como todo en este día sus palabras se voltearon.

    —No, tranquila. No te ves golfa —uno, dos, tres.

    —¿Cómo que golfa? ¡Pedazo de animal!

    —Ya llegue —dijo el dr. Parson. Quien se cayo al ver la escena frente a el: una mujer embarazada recostada en una cama de sabanas blancas, su cara roja de ira, en sus manos el cuello de su señor Malfoy. No pudo evitar que una gota de sudor corriera por su nuca. De todas las pacientes que atendió en su vida –si porque creía Moria hoy, seguro; ella era la más violenta. —A trabajar.


    El parto prosiguió entre gritos, alaridos de dolor mejor dicho. Entre las cosas volando, no precisamente por ser lazadas a mano; la magia se hacia presente en este parto, por eso los hijos de magos nacen siempre en lugares con magias ancestrales. Pero como era Draco de cobarde, al ver como una cabeza del tamaño de un melón salía de allí simplemente y como una tabla de madera calló al suelo. Y para socorrerlo se lo llevaron a sus amigos fuera.


    La fuerza de la magia la sentía fuera de la estancia de parto como también los gritos, en la sala de espera Scorpius jugaba con Zacharian, mientras decía una y otra vez lo cobarde que era su padre, Theo le comentaba a su esposa que su amiga era una demente y Narcissa se limito a pararse y dirigirse al lugar de donde sacaron a su hijo. Fue así como Narcisa fue quien ayudo al doctor en el parto, conociendo a la pequeña trompeta de Vallora.

    Cuando Hermione despertó luego del parto era la persona más dulce con todos, así que los hombre Malfoy estaban más que agradecidos y aliviados, se acabo el maltrato masculino.

    Claro que la memoria de los Muggles tuvo que ser modificada por el ministerio quienes los miraban molestos por semejante barbaridad (a los Malfoy’s) quienes aun no eran aceptados del todo por la sociedad, aunque para acompañarlos estuviera Luna Lovegood ahora Nott, heroína de guerra. Pero sus miradas se acabaron cuando vieron salir a la principal heroína de guerra Hermione Granger, quien venia tomada de la cintura de Draco Malfoy y en brazos la heroína llevaba a una bebe de cabellos platinados, de piel sumamente clara, quien venia envuelta en una sabana color morada.

    —Draco Malfoy, era de esperar que causara tal embrollo aquí —respondió mordaz un supervisador.

    —¡Oiga! —llamo la atención Hermione. Narcissa iba a respóndele al “tipejo ese” pero fue Hermione quien interrumpió, claro que al principio no le gusto, pero luego. —Fui yo quien causo el despelote, fui yo quien dio a luz, fui yo la embarazada y aun tengo síntomas como tal, así que si no quiere sufrir las consecuencias, cerrara la boca y no dirá nada de lo que vio aquí ¿Verdad? —su mirada daba miedo y juntando a todos los presentes, los magos del ministerio desaparecieron dejando carcajadas atrás.

    —Típico de ti, leona —escucharon una voz.

    —Pansy, Blaise —dijeron ambos esposos.

    —¿Se han dado cuenta que sus nombres terminas en una fonética: “i”? — preguntaron ambos niños, Zacharian y Scorpius.

    —Yo se los he dicho pero no me hacen caso —respondió un niño moreno de ojos verdes y cabellos marrón oscuro. El hijo de los Zabini’s.

    —Cierra la boca, Castlow —el niño de no más de siete años se encogio de hombros susurrando: “no me gusta ese nombre”


    End Flash Back
     
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