Seven Taberna

Tema en 'Partidas Inacabadas' iniciado por SacriDH, 28 Abril 2017.

  1.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

    Libra
    Miembro desde:
    2 Marzo 2010
    Mensajes:
    333
    Pluma de
    Escritor
    TABERNA

    La Cornaberna es uno de los lugares más apestosos de Soxe. También es uno de los sitios más peligrosos. Y por último es uno de los escondrijos más condenadamente apretados de todo el maldito continente. Y no se debe solamente a que el espacio sea pequeño y el Minotauro dueño del lugar tenga muy pocos conocimientos de organización hogareña sino que la razón es la cantidad de cazafortunas de todas las razas, lenguas y edades que allí se pueden encontrar. Los gigantes, sentados en taburetes incómodamente pequeños para sus voluminosos traseros, ríen y agitan sus cuerpos haciendo crujir las paredes de madera como si estuvieran en una férrea caverna de las Montañas Gélidas. Los goblin corretean por el lugar arrebatando desperdicios de los distraídos comensales y lamiendo sustancias de dudosa procedencia que quedaron pegadas al piso. Los ogros y los enanos organizan campeonatos de sudor mientras tratan de no desmayarse luego de la décima jarra de cerveza de zarigueya. Las elfas y las reptilianas, afraganciadas con todo tipo de productos casi totalmente inofensivos para la salud pulmonar, coquetean con los acalorados jugadores de poker para recibir un poco (o todo si son lo suficientemente listas y tienen relativamente pocos escrúpulos) de lo recaudado por los ganadores.


    Ustedes están ahí, en esa pocilga llena de oportunidades y amenazas.

    Se reconocen entre sí, ustedes saben que son avatares de pecados en estado puro y salvaje. No son una raza realmente, son entidades. Tomaron forma humana, al menos hasta ese momento. No se llevan bien entre sí... en realidad nadie se lleva bien con ustedes. ¿A quien podría caerle bien Soberbia con su acostumbrado maltrato a todo el que le pase cerca? ¿Quien podría llevarse bien con Voracidad mientras ingiere una cantidad de champán de troll de las catacumbas equivalente al peso de una hidra elefántida? A Codicia no lo puede ver ni su madre, si es que alguna vez tuvo una. Pereza... por lo general no molesta a nadie pero tampoco va a ponerse a ayudar a nadie. Y así, como bien ustedes saben, nadie los soporta.

    Pero son tipos muy inteligentes y hábiles para los negocios. Y en esa taberna, a pesar de su jovialidad y su informalidad, se gestan negocios muy suculentos.

    Fraghu, el minotauro dueño de la taberna, no cobra dinero para ofrecer comida, bebida o placer. Él alimenta a quien sea que le ayude a vaciar su enorme tablón de pedidos.

    Los siete prefieren trabajar por separado aunque reconocen que trabajar con algún otro pecado es divertido y mucho más productivo. Saben que un buen día llegará a esa misma taberna un aviso. Una misión especial. No saben todavía de qué trata, pero desde que tienen uso de razón saben que nacieron para llevar a cabo lo que sea que aparezca. El día en que ese aviso empiece a llenarse de basura en la pizarra de la Cornaberna saben que tendrán que unirse los siete para llevarlo a cabo.

    Mientras esperan eso, sobrevivir no es fácil, más para gente con tantas debilidades mundanas como ustedes. Ira no puede ser feliz si no mantiene alguna riña a causa de los juegos de azar o del alcohol. Lujuria no puede dormir tranquila si no destroza una de las camas de la posada luego de conseguir compañía en la Cornaberna. Envidia no puede...


    Envidia estaba devorando lentamente su dedo índice mientras contemplaba embelesada cada movimiento en cada mesa de la taberna. Había guerreros con armas de primera calidad, únicas, irrepetibles... ¡ella no podía creer que esos seres las tuvieran! ¿Una espada de dragón náutica? ¡Eso era una reliquia! ¿Una armadura completa de ardilla? ¡Eso era más raro que ver un tritón nadando en lava volcánica! ¿Y esa elfa tan alta? ¡Ya quisiera ella esa altura! Los guerreros presentes no podían contarse a simple vista pero ella podía ver muchos con los cuales uno podría emprender una aventura

    Lista de cazarrecompensas actual:

    Nombre: Eseias
    Género: Masculino
    Clase: Soldado
    Raza: Humano

    Nombre: Magfyndirel
    Género: Femenino
    Clase: Soldado
    Raza: Elfo

    Nombre:
    Gfung
    Género: Masculino
    Clase: Arquero
    Raza: Goblin

    Nombre:
    Stakatia
    Género: Femenino
    Clase: Paladín
    Raza: Leonino

    Nombre:
    Rug
    Género: Masculino
    Clase: Paladín
    Raza: Orco

    Nombre:
    Aquitalinoapevi
    Género: Femenino
    Clase: Hechicero
    Raza: Hada

    Nombre:
    Drif
    Género: Masculino
    Clase: Arquero
    Raza: Humano

    Nombre: Wlycia
    Género: Femenino
    Clase: Hechicero
    Raza: Elfo


    Nombre:
    Toriato
    Género: Masculino
    Clase: Asesino
    Raza: Enano

    Nombre: Arra
    Género: Femenino
    Clase: Jinete
    Raza: Orco

    Cerca de allí, en la gran barra de madera de robleférreo, Fraghu, el tabernero, limpiaba con gran maestría unas grandes jarras usando sus pezuñas. A sus espaldas, un tablero de madera pulida más alto que el mismo minotauro y dos veces más ancho exhibía pergaminos escritos con letras grandes y algunos tenían imágenes poco agraciadas.

    Pereza caminó hacia allí unos pocos metros desde su confortable asiento y con un suspiro inspeccionó el tablón. Se rascó la nuca encontrando completamente estresante la tarea de leer uno por uno. Desvió su vista a un costado y encontró ahí un viejo humano achaparrado tomando de un diminuto vasito. Lo sujetó de un hombro, oprimió con una fuerza demoníaca y tiró de él hasta colocarlo de frente a los anuncios. Le ordenó en un susurro que leyera y el viejo no tardó en obedecer, adolorido y asustado.


    Lista de actividades actual:

    Tipo: Recolección.
    Descripción: ¡Se precisa una gran cantidad de Abejas Negras del Pantano para hacer rica y casi saludable miel! Busca algunas en los oasis del desierto pero cuidado con las abejas reinas, ellas vuelan y pueden ser un dolor de cabeza para las unidades que no tienen distancia.
    Recompensa: Arco corto de maderamohosa, 100 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Fácil.


    Tipo: Rescate.
    Descripción: Esos bastardos perros de las arenas han secuestrado a la Lincesa Iyodi... ¡ve a buscarla, debe estar entre las mesetas de arena líquida! Pero cuidado con el líder de los perros de las arenas, es un duro rival para cualquiera y, sobre todas las cosas, odia los hechiceros.
    Recompensa: Báculo de huesos pútridos, 100 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Fácil.


    Tipo: Combate.
    Descripción: Un troll está causando estragos en el paso del bosque al desierto, ¡no hay un cargamento de maquillaje terrenal que pase por su guardia! ¡Las mujeres y los nohombres están desesperados! Busca un héroe con espada y enséñale a esa criatura que con la belleza no se juega
    Recompensa: Espada corta de cobrescarabajo, 100 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Fácil.

    Tipo:
    Exploración.
    Descripción: Últimamente se rumorea mucho sobre el estánque de aguas termales de las Montañas Gélidas. Lleva un mapa y pide ayuda de un cazarrecompensas veloz para ver qué encuentras. Quizá de paso no venga mal un chapuzón.
    Recompensa: Lanza de dracoludo, 100 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Fácil.

    Tipo: Combate.
    Descripción: Un guerrero que dice ser invencible espera un retador a su altura en la plaza principal de Soxe. Si vas a retarlo puedes obtener una gran recompensa pero más te vale encontrar alguien que soporte esos espadazos.
    Recompensa: Hacha pequeña de cristalbarroso, 100 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Fácil.
    Estado: Completada (Soberbia)


    Tipo:
    Recolección.
    Descripción: El herrero necesita que le traigas un cargamento completo de tulipanes de plata para forjar armaduras. En las montañas gélidas se encuentran practicamente al alcance de la mano pero debes llevar un cazarrecompensas protector para evitar que la engañosa montaña te presente un desafío letal.
    Recompensa: Yelmo de cuero de comadreja, 100 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Fácil.

    Tipo:
    Secuestro.
    Descripción: Un sujeto tiene problemas económicos y mando a secuestrar a sus propios hijos. Con que le saques uno de encima alcanza. Luego llevalo lo más lejos posible de Soxe y a rogar que no encuentre el camino de vuelta. La misión requiere mucho sigilo.
    Recompensa: Daga de cuerno de araña marina, 100 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Fácil.

    Tipo:
    Exploración
    Descripción: Los rumores dicen que es en la costa entre el desierto y el mar están apareciendo extrañas criaturas que podrían ser peligrosas o quizá sabrosas. Ve a investigar. Sólo tienes que traer detalles de los bichos, sin mucha información no es bueno enfrentar a un nuevo rival. Lo ideal sería que te acompañe un nutrido y variado equipo.
    Recompensa: 500 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Difícil.

    Tipo:
    Combate.
    Descripción: No es seguro salir de Elfendor desde que esos bandidos están merodeando los portales. Los elfos están aterrados a causa de dos Orcos, uno enorme con armadura y otro pequeño con una gran puntería. Podría ser una batalla terrible si no sabes cómo tratarlos. Lo recomendable sería ir bien equipado y acompañado para al menos espantarlos de ahí.
    Recompensa: 500 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Difícil.

    Tipo: Secuestro.
    Descripción: Una carabana se dirige de Targhen a las Montañas Gélidas. El príncipe enano Mancogrudo está mezclado entre su enorme cantidad de sirvientes. La fuente dice que la compañía no esta armada, probablemente haya ido a una misión de negocios. Si alguien evita que Mancogrudo llegue a tiempo a las montañas el Torneo Mensual de Borrachos perderá a su invicto campeón desde hace 2 años y será una competencia más justa. Para evitar problemas, el grupo que boicotee su viaje debería ser numeroso.
    Recompensa: 600 g. Polvo Astral.
    Dificultad: Difícil.


    Codicia, detrás de sus ropajes rotosos y su apariencia sombría, se encontraba muy metido en sus pensamientos. Nunca era tarde para conseguir un cazarrecompenzas y realizar algún trabajo de última hora para llenar un poco más su cofre. Pero realmente estaba cansado y podría tomar la decisión de ir a la posada, a su habitación, y terminar el día para levantarse temprano y, con energías renovadas, emprender una nueva cruzada para amansar una fortuna digna de un emperador de ese mundo miserable en el que se encontraba. Podría también... pasar por el mercado... No. No debía gastar innecesariamente. Armas, armaduras y víveres eran necesarios para sobrevivir, sin dudas, pero podría también encontrar esas cosas... quitándoselas a otros.

    Lujuria abandonó un momento la taberna para fumar un cigarrillo mientras saludo, con un natural agitar de su mano libre, a antiguos amantes que pasaron junto a ella para ingresar. Mientras suspiró una densa bocanada de humo contempló la vieja pero brillante capilla de Morcandyrell, el altísimo. Las creencias de que el viejo elfo lunar llegó de los cielos en un barco hecho de polvo astral puro llevando con él una gran cantidad de prostitutas espaciales y licor de estrellas le resultaban divertidas y excitantes. La historia de que el viejo hubiera fundado la mitad de las ciudades del continente le parecía absurda pero la de las prostitutas, aburridas de que el elfo no les prestara atención, dispersándose por toda la extensión de tierra buscando formas de vida que les dieron cariño y formando toda esa infinidad de especies que en ese momento habitaban Terranova le parecía sumamente realista. Sonrió y arrojó su cigarro a un costado mientras pensaba que no sería una mala idea visitar la capilla. Después de todo, una pecadora como ella siempre necesitaba el favor de los santos aunque estos no fueran para nada fáciles de conseguir.

    Las campanas del gran reloj de la plaza principal de Soxe sonaron dando las doce de la noche. Uno no podía simplemente recibir un nuevo día sin pensar en lo que podría traer. Un puñado de escandalosas hadas llenaron de polen el lugar, como si el nuevo día significara para ellas una nueva vida (y para muchas lo era realmente porque no vivían más de unas pocas horas)

    ¿Qué deciden hacer hoy, grandes aventureros de esta tierra llena de desperdicios y falsas esperanzas?


    *****************************************
    A modo de explicación rápida, dejen aquí sus decisiones. Recuerden que pueden tomar todas las que quieran al mismo tiempo pero denle orden a sus decisiones, como por ejemplo:

    *Tratar de incorporar cazarrecompensas a su equipo simplemente hablando con ellos (limitado a 1 por el momento)
    *Conseguir algún desafío del tablero de avisos de Fraghu (limitado a 1 también)
    *Ir a la posada a descansar.
    *Ir a la Iglesia a rezar (?)
    *Ir al mercado a ver qué se hace por ahí.
    *Charlar con otro pecado e incluso tratar de ponerse de acuerdo para realizar un desafío de nivel alto.
    *Conversar con gente aleatoria.
    *Asesinar gente aleatoria.
    *Seducir gente aleatoria.
    *Robar a gente aleatoria.
    *Etc (es un maldito mundo abierto, pueden hasta ir a tocar la campana de la plaza si quieren)

    Espero sus respuestas.
     
    SacriDH ha tirado dados de 10 caras para Ira Total: 2 $dice
    Última edición: 21 Mayo 2017
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Ganador Ganador x 2
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Creativo Creativo x 1
  2.  
    Ana inukk

    Ana inukk Gurú

    Libra
    Miembro desde:
    14 Abril 2012
    Mensajes:
    2,526
    Pluma de
    Escritora
    Kyrie Románov

    Un cigarro y varios saludos sin importancia después me dedique solo a observar la capilla, debería iniciar mi camino hacia allí, quizás el elfo me envíe una de sus prostitutas... A ver que tan buenas son criadas entre polvo astral.

    Decido avanzar, quizás al llegar allí algo interesante me espere pues sino tendré que volver a la barra para escoger entre a quien llevare a mi cama esta noche.

    Si voy a trabajar mañana pues hoy tendré que jugar, eso de la abstinencia durante el trabajo no es lo mío.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  3.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Dylan Toward

    Parpadeó varias veces, observando a aquel hombrecillo aterrado huir de la taberna con su vasito por la enormidad de su fuerza una vez terminó de leer el tablón de anuncios, y bostezó, cansado. Siempre le agotaba tener que hacer uso de su fuerza para imponer sus propias tareas a los demás, y aquella vez no era la excepción. Volvió a revisar por encima aquel tablón cargado de misiones extenuantes, sin prestar atención a ninguna en concreto, y cuando parecía que iba a alargar su brazo para tomar alguna de ellas... Rascó su nuca una vez más y regresó a su cómodo y confortable asiento. Y esta vez, no parecía tener intenciones de querer levantarse de nuevo.

    Hoy no tengo ganas, ya mañana si eso... —susurró, colocando su mejilla contra la mesa putrefacta (porque tener que limpiar la suciedad de otros era demasiado agotador), e ignorando todo el escándalo a su alrededor se dispuso a recuperar las fuerzas con su sexta siesta en lo que llevaba de día. Total, nunca era suficiente.

    El tiempo pasaba, y el escándalo en la taberna se acrecentaba a medida que transcurría el mismo. Los habitantes habían llegado a su fase de borrachera máxima, y eso trajo consigo estridentes cantos, vasos rotos y objetos voladores. Uno de estos últimos pasó a escasos centímetros del cuerpo de Dylan, tendido sobre la mesa mientras dormía como si no hubiera un mañana, y muchos de los presentes se preguntaban cómo podía tener alguien un sueño tan pesado como el suyo.

    Sin embargo, uno de los presentes correteó a su alrededor, y tomó con brusquedad la tela encogida a modo de almohada que el propio muchacho se había colocado bajo su cabeza. Esto hizo que se golpease ante el gesto, y por consiguiente, logró despertarle en el proceso. Dylan intentó encontrar a su alrededor el culpable de tal acto, con su vista aún borrosa y un rastro de saliva decorando su mejilla (y su consiguiente mancha en la mesa). Con extrema calma dio media vuelta al ubicar al tipo que tenía su tela, y frunció el ceño aún con cierta somnolencia.

    Oye, tú —murmuró con una voz ronca, intentando aparentar seriedad sin éxito, pues el estar limpiando su mejilla de saliva a medida que hablaba no le daba una imagen muy sobria que digamos—. Deja esa tela donde estaba si no quieres tener problemas. Es mi almohada.

    Y su poco habitual expresión de determinación indicaba que de verdad iba en serio cuando se refería a tener problemas. Porque para él, atentar contra el sueño ajeno sí que era un pecado, y el resto eran tonterías.

    Pero oye, que si resultaba que se lo daba sin necesidad de armar jaleo, mejor que mejor. Después de todo, prefería evitar moverse lo menos posible. No podía permitirse desperdiciar sus fuerzas de esa forma.

    "Conversar" con gente aleatoria (?)
     
    Última edición: 30 Abril 2017
    • Me gusta Me gusta x 3
    • Ganador Ganador x 1
    • Creativo Creativo x 1
  4.  
    Nekita

    Nekita Amo de FFL

    Piscis
    Miembro desde:
    18 Marzo 2012
    Mensajes:
    8,424
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Connor Mane

    Jugar juegos de azar con los humanos era su actividad favorita.

    Le encantaba ver cómo ellos se acercaban a él cuando los efectos del alcohol comenzaban a hacer efecto en sus cuerpos y esto les otorgaba la valentía necesaria para entrar a su zona de juegos para jugar un par de partidas de lo que su alcoholizado cerebro les dijera que tenían una gran oportunidad de ganar. A diferencia de ellos, el alcohol no le hacía mucho efecto como para actuar fuera de sus sentidos aunque eso pareciera a los ojos ajenos, al contrario, el alcohol solo era una excusa más para poder explotar con cualquiera que se le cruzara en su camino, una excusa más para reclamar cualquier cosa o iniciar peleas en su habitad natural.

    Y que esos humanos creyeran que él era como ellos y podían venir a su territorio a jugar sus juegos era un error muy lamentable, pero disfrutaba esos errores.

    Esta vez, un pobre humano había decidido iniciar la riña que tanto había esperado y que él había estado a punto de iniciar, ¡se veía que el humano tenía iniciativa! La riña en sí, había iniciado cuando se percataron de que sus tiros hacia la diana daban siempre en el blanco y lo habían acusado de hacer alguna clase de trampa.

    —¿Trampa? ¿¡En serio!? —preguntó alzando su voz ligeramente, disfrutando el momento, poco a poco había abandonado su posición encorvada para erguirse completamente y una sonrisa perversa se adueñaba de sus labios —¿Y eso supondría un problema para ti, humano patético? —gruñó en el momento que sus manos se colocaron en el pecho de su contrincante y lo empujaron con "un poco" de fuerza, haciendo que cayera al suelo.

    Sentía una sensación agradable recorrer su cuerpo al ver como el rostro de ese humano se tornaba en un gesto molesto, ¿cómo podía negarse a ese sentimiento?


    Conversar discutir con gente aleatoria

    [​IMG] Btw, nunca he hecho un personaje muy agresivo, es una de mis primeras pruebas (?) Pero mejoraré :'D
     
    Nekita ha tirado dados de 10 caras para ¿Puñetazo? Total: 1 $dice
    Última edición: 28 Abril 2017
    • Gracioso Gracioso x 3
    • Fangirl Fangirl x 2
  5.  
    Nyxbel

    Nyxbel ♣ El Orgen ♣ Game Master

    Sagitario
    Miembro desde:
    13 Enero 2016
    Mensajes:
    2,456
    Pluma de
    Escritor
    Gaspar Lemos

    La taberna era reconfortante, al menos, con la comida regada en mi mesa, así me podía sentir.
    Terminaba un plato y pedía otro, mientras comenzaba otro anteriormente traído, tenía la manía de probar todo el menú de un restaurante o cualquier lugar donde hubiese algo que comer, y ésta taberna no era la excepción.
    Me importaba una mierda lo que sucedía a mi alrededor, la verdad no sé cuantas botellas y platos se habían roto desde que me senté a comer.
    La gente se alteraba cada vez más con el paso del tiempo, y las discusiones de los alcoholizados se hacían presentes.
    ¡Ñam! ¡Ñam!, sonaba mi boca cuando masticaba y el típico sonido de mi garganta atragantándose para luego bajar un poco la comida con una jarra de cerveza.

    Se estaban acumulando varios platos en mi mesa, cuando sentía mi barriga a explotar y con un eructo recuperaba gula para seguir comiendo hasta saciarme.
    —Oh mier... —un eructo salió de mi boca. —Estoy lleno. —le hice señas a la camarera para que se acercara; le di las gracias, felicité el menú (irónicamente felicitaba todos los menús hasta ahora...) del chef y le di su propina.
    Como pude me levanté del asiento y caminando entre grupos y parejas de personas me fui abriendo paso hasta el bar.
    Una vez allí, hablé con el posadero y le pedí una habitación, era momento de acostarme con la barriga llena.

    Una vez en mi habitación, me dispuse a relajarme y poco a poco me quedé dormido.

    Ir a la posada a Descansar
     
    • Me gusta Me gusta x 5
  6.  
    Ana inukk

    Ana inukk Gurú

    Libra
    Miembro desde:
    14 Abril 2012
    Mensajes:
    2,526
    Pluma de
    Escritora
    Kyrie Románov

    Mi paso es lento, mis caderas se mueven con mi caminar, ajusto la ropa en su lugar intentando que me deje de molestar sobre el cuerpo, a esta hora debería estar sobre el suelo de alguna alcoba no rozando con mi piel ¡Maldita sea!

    Llego al templo, vago entre grandes pilares, no puedo evitar recordar con una ligera sonrisa la ultima vez que estuve aquí... Fue un ligero revolcón entre unos bancos para que no nos vieran, pero los gemidos de ese alto elfo guerrero hacían un coro espectacular contra las paredes, el eco y los cánticos de ese hombre... Sonaban bien, demonios.

    Ahora si que me molesta la ropa, quizás debería volver a la taberna.
     
    • Me gusta Me gusta x 6
  7.  
    Ryo

    Ryo Ayúdenme a contactar a Syel

    Leo
    Miembro desde:
    6 Marzo 2014
    Mensajes:
    664
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Marny Elderly

    Sentada en una mesa apartada de la muchedumbre apestosa, me encontraba observando el movimiento rutinario de la gente vulgar, no había nada nuevo, mas que la curiosa presencia de los otros 6, me sorprendía bastante su calma al ver pasas a mugrosas criaturas a su lado, rozando piel con piel, el solo pensar el tacto con criaturas de baja estirpe me daba un ataque de nervios.

    En realidad me molestaba bastante la falta de espacio y me sofocaba entre el aliento apestoso de todos los presentes y el olor que emanaba de la falta de limpieza y mantenimiento.

    Una mueca de asco se plasmo en mi hermoso rostro cuando un orco se acerco a mi mesa tomando asiento, sabia que mi belleza era inigualable pero por favor, tengo estándares.

    Inmediatamente me levante con la mirada en alto y un gesto arrogante y me dirigí al tablero de avisos, a leer algo interesante que me sacara de tan insoportable sitio.

    ¿Qué debía hacer? Un guerrero se creía el mejor y eso era obviamente falso, pero había un viaje a las aguas termales que me parecía prometedor, jugueteaba con las telas finas de mi vestido intentando elegir la mejor opción.

    1.- Estoy casi segura de que la misión del guerrero esta diseñada para Soberbia, pero me tientan las aguas termales uvu

    2.-Como no había narración sobre que cosa estaba haciendo Marny decidí empezar así

    3.- Lamento algún error en mi redacción, hace mucho que no roleo por foro :C
     
    Última edición: 28 Abril 2017
    • Me gusta Me gusta x 5
  8.  
    medusgamerXD

    medusgamerXD Reina Chibi

    Tauro
    Miembro desde:
    11 Septiembre 2013
    Mensajes:
    87
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Erik Maxen

    El ruido de la taberna no me dejaba sumergirme en mis pensamientos, todos ahí hacían demasiado ruido para mi gusto, incluso un pobre desgraciado y aquel al que reconocía como el pecado de la ira habían empezado una pelea...pero no iba a ganar nada quejándome ¿cierto?

    Con eso en mente me acerqué al tablón de anuncios, no me importaba cuál tomar mientras pagará bien y no tuviera que compartir la recompensa con muchos.

    No sabía que hacer, no podía ir solo a las mejor pagadas pero secuestrar a ese enano sonaba bien, quizá incluso pudiera cobrar rescate después.

    Lamentó cualquier error, primera vez que roleo por foro
     
    Última edición: 28 Abril 2017
    • Me gusta Me gusta x 4
    • Gracioso Gracioso x 1
  9.  
    Ryo

    Ryo Ayúdenme a contactar a Syel

    Leo
    Miembro desde:
    6 Marzo 2014
    Mensajes:
    664
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Marny Elderly

    Una batalla se encontraba en mi mente, realmente quería ir a las aguas termales a quitarme el asqueroso aroma de todos, pero por otro lado me comía la rabia de saber que un idiota se pavoneaba por ahí diciendo ser el mejor, cuando era obvio que yo lo era.

    Comenzaba a desesperarme, así que en un intento de aclarar mi mente solo atine a patear con la punta de mi tacón el sucio piso de madera, llamando la atención de algunos a mi alrededor, como quería.
     
    Última edición: 28 Abril 2017
    • Me gusta Me gusta x 3
  10.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

    Libra
    Miembro desde:
    2 Marzo 2010
    Mensajes:
    333
    Pluma de
    Escritor
    Dylan Toward (Pereza)

    El que arrebató tu mantita era un Leprechaun juguetón que cuando chocó con la espalda de un gigante en su torpe huída soltó a su alrededor una gran cantidad de polvo astral desintegrándose al instante. Viste con total tranquilidad como la manta caia al suelo y refunfuñaste sabiendo que deberías ir a buscarla.

    En cambio, un delgado y alto paladín humano la levantó del suelo, buscó el dueño con la mirada y se encontró con tu rostro. Caminó lentamente hacia ti. De lejos te pareció un tipo bonachón, quizá algo corto de ingenio. Mientras sirviera para evitar que te movieras sería suficiente.

    Se acercó a tu mesa, inspeccionó el sitio hecho un chiquero y con su robusta mano limpio el sitio en un santiamén. Luego levantó con delicadeza tu cabeza, colocó expertamente la manta y volvió a bajarla para que quedara cómodamente asentada, incluso mucho mejor que antes ya que no te habían dado ganas de acomodarla tan bien.

    Sin decir ni una palabra se dio media vuelta, tratando quizá de volver a su lugar, pero no dejarías que eso sucediera. Hablaste casi en un susurro pero estando seguro de que él escuchaba incluso entre el alboroto de la multitud. Le pediste algo para beber. El sujeto pareció pensar un momento la orden. Estabas por tomar su pierna y estrujarla para castigarlo por no obedecerte cuando fue derecho a la barra. Volvió de ella con dos largos vasos de leche de minotauro. Estrelló la bebida frente a ti y él se sentó en un taburete junto a ti en la mesa.

    —¡Hola! ¡Soy Glastab! ¿Qué te tiene tan afligido?


    *******************************

    Connor Mane (Ira)

    El empujón en realidad no le provocó nada al humano que se levantó como un rananejo en época de reproducción. Te sondeo con la mirada y disfrutaste de su enojo. Recibiste cada pensamiento homicida que cruzó la mente de él con total regocijo. Eres experto en ese tipo de cosas, puedes respirar la furia y el enfado de cada persona en ese lugar. Tu rival, además de ganar odio hacia ti con cada segundo, tiene miedo. Lo puedes percibir también. No un miedo como para hacerse en los pantalones pero sí el suficiente como para usarlo en su contra.

    En un rápido movimiento sin dejar tiempo a la lectura él te arrojó un puñetazo. De cualquier forma lo viste venir, eres una persona con unos reflejos inhumanos, pero dejaste que te golpee. Te gustó sentir el dolor, te agradó saber que tu cara se deformaba por la presión y que la dureza de la piel de tu contrincante hizo saltar microfisuras en tu pómulo drenando pequeñas motas de sangre.

    Apretaste los dientes sintiendo con éxtasis como el corazón se te retorcía de emoción. Un manantial de sangre puesta a hervir por una rabia primal que ningún ser en esa faz de la tierra podría llegar a sentir empezó a bombear hacia tu cerebro.

    ¿Terminas con él antes de que la ira crezca más? ¿O te dejas llevar?


    ********************************
    Marny Elderly (Soberbia)

    Al verte patear con frustración, un elegante y alto humano vistiendo armadura de cuero se te acercó con una gran sonrisa en el rostro, como si eso fuera a impresionarte.

    —¿Pasa algo, señorita? ¿El piso no la deja en paz?

    ¿Acaso estaba burlándose de ti? El tipo asentó sus codos sobre la barra de madera sin dejar de mirarte y le dio unos sorbos a su bebida.

    —Apártate de ella.

    La voz grave sólo podía ser el orco que llevaba su torso verdoso y mugriento descubierto, completamente bañado en sudor. Apestaba a aguas estancadas luego de que se revolcara allí un cerdo de las ciénagas. Podrías haberte hecho una bufanda con los pelos que salían de su nariz.

    La vista del humano cambió de objetivo al orco y soltó una risita, como si no le importara en absoluto la presencia de esa criatura.

    Ninguno de los dos era digno ni de besarte los pies pero sentías tus venas bombeando sangre caliente por la agradable situación de tenerlos ahí luchando por ti. Tu ego estaba agradecido.

    Mientras los escuchabas arrojarse algunas frases irónicas denigrándose el uno al otro como si fueran poco más que basura, pensabas a cual de las misiones podrías ir. Podrías llevarte a uno de esos para enfrentar al tipo en la plaza, las aguas termales no se moverán de donde están. El orco quizá sea la opción más indicada para esa tarea. Sin embargo, el tipo de la plaza, supuestamente invencible debía ser un problema tan insignificante que sólo te demoraría y llegarías a las aguas termales posiblemente a la noche siguiente… y no te daba buena espina andar bañándote por ahí con uno de esos dos rondándote en la oscuridad. El humano parecía ser más indicado para reconocer el terreno y defenderte en el caso de un ataque.

    Vas a tener que terminar la pelea porque esos dos cobardes no parecen decididos a matarse para que puedas elegir ir con el sobreviviente a donde más convenga.
     
    SacriDH ha tirado dados de 10 caras para Ira Total: 6 $dice
    SacriDH ha tirado dados de 10 caras para Envidia Total: 9 $dice
    Última edición: 29 Abril 2017
    • Me gusta Me gusta x 2
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Ganador Ganador x 1
  11.  
    Nekita

    Nekita Amo de FFL

    Piscis
    Miembro desde:
    18 Marzo 2012
    Mensajes:
    8,424
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Connor Mane (Ira)

    El humano sorpresivamente se había levantado después de haberlo hecho caer al suelo, cosa que me había animado bastante, no solo el humano tenía iniciativa en iniciar la pelea sino que también parecía tener el coraje suficiente (quizás por el alcohol de su cuerpo) para continuar lo que ya había iniciado, ¡bendito sea el valor de ese cuerpo mortal!

    Su mirada me había transmitido todo el odio que le había provocado mi acción, sus pensamientos guiados por la ira no hacían más que incrementar la emoción que recorría mi cuerpo, quería que explotara, quería que ese odio se incrementara más y más para que se combinara con ese miedo que quería controlar su cuerpo pero se esforzaba en mantener a raya y poder sentirme satisfecho con mi trabajo.

    Pero, de pronto noté como un puñetazo de su parte se dirigía a mi rostro, quizás él tenía la intención de derrumbarme o hacerme caer al igual que lo había hecho yo hace no mucho tiempo pero no, lamentablemente ni siquiera me había movido de mi lugar pero si le di la satisfacción de tocarme porque realmente, si eso no pasaba iba a ser demasiado aburrido. El humano en cuestión tenía fuerza y había sido agradable comprobar eso e incluso noté como mi sonrisa se ensanchaba al notar como la sangre se acumulaba en mi pómulo.

    Me quedé quito uno...dos...tres segundos quieto, manteniendo mi rostro en la dirección en el que el puñetazo lo había dirigido hasta que sin pensármelo dos veces dirigí un puñetazo en el mismo lugar en el que él había lanzado el suyo, esta vez sin aplicar demasiada fuerza, no quería matarlo, no ahora, menos cuando sentía ganas de romperle el rostro por mero instinto pero...

    ¿Cómo podía deshacerme un humano que me había sorprendido de esa forma?

    —Realmente me sorprendiste —comenté tocando mi pómulo con la yema de mi dedo índice con la sonrisa más grande que podía tener, mi corazón seguía latiendo con fuerza por todo lo sucedido —, eres un humano bastante curioso... tienes miedo pero aun así decides enfrentarme, ¡eso es fantástico, realmente fantástico!

    Dirigí mi mirada rojiza a los ojos del humano, revelando todo el peligro que guardaba mi mirada, como si en cualquier momento pudiera explotar por alguna respuesta que no me agradara —Así que, pequeño alcohólico valiente...¿cómo debo de llamarte?

    Conversar
     
    Última edición: 29 Abril 2017
    • Me gusta Me gusta x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
    • Gracioso Gracioso x 1
  12.  
    Ryo

    Ryo Ayúdenme a contactar a Syel

    Leo
    Miembro desde:
    6 Marzo 2014
    Mensajes:
    664
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Marnye Elderly (Soberbia)

    —Caballeros— comencé a encantarlos con mi voz —Es verdad que las palabras pueden llegar a herir, pero seamos sinceros, solo a los débiles logran hacer sangrar, la única manera de hacer daño es en un enfrentamiento— hice una pausa para hacer un marcado suspiro.

    —Pero la verdad es, que en un escenario como este, ninguno de ustedes alzará una espada en muestra de su virilidad y honor por una dama— con un delicado gesto coloqué mi mano derecha sobre mi frente en un gesto desesperado —Es una pena que los caballeros de hoy no tengan tales agallas, es por ello que partire sola a una misión— cada palabra tenía un tono de tristeza y decepción tal, que no cabía duda en ambas sabandijas que lo que decía, era real.

    —Tal vez, a quién logre ayudarme a vencer a un guerrero engreído podría ganar mi afecto— un suspiro lleno de pesadez terminó mi frase —Lo sé, imposible—
     
    Última edición: 29 Abril 2017
    • Creativo Creativo x 2
    • Me gusta Me gusta x 1
  13.  
    Ana inukk

    Ana inukk Gurú

    Libra
    Miembro desde:
    14 Abril 2012
    Mensajes:
    2,526
    Pluma de
    Escritora
    Kyrie Románov

    Antes de entrar ajusto mi ropa: cuello abierto para que se noten el comienzo de mis senos, el brassier en su lugar, botones superiores de la camisa desabrochados, chaleco acentuando mi pequeña cintura, pantalones ajustados al cuerpo y que no disimulan mis piernas fuertes o mi trasero perfecto.

    Con el cabello alborotado y las armas fijadas en sus respectivos sitios puedo entrar finalmente. Siento todas las miradas en mí, hay pocas sensaciones que fuera de la cama me causen tal euforia como sentir el deseo que provoco al abrirme paso en un lugar.

    Voy a la barra a pedir algo frío pero fuerte, además de que estar apoyada ligeramente en la madera al pedir el trago da una vista espectacular de mi retaguardia, por supuesto.

    Mientras espero doy un ligero vistazo sobre mi hombro para distinguir la estancia. Solo confirmo mis sospechas de ser comida con los ojos.

    Apuesto un mes de abstinencia a que no tardaré mucho en recibir un acercamiento, mejor una semana sin embargo.
     
    Última edición: 29 Abril 2017
    • Me gusta Me gusta x 3
  14.  
    medusgamerXD

    medusgamerXD Reina Chibi

    Tauro
    Miembro desde:
    11 Septiembre 2013
    Mensajes:
    87
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Erik Maxen (Codicia)

    Tal parecía que no era el único de los 7 que quería planeaba tomar un encargo, me daba igual de quien se tratara ya estaba reuniendo subordinados sin embargo con un poco de suerte podría aprovecharme de su inflado ego y hacerme con pequeño ejército, tome la misión que más beneficio me traería sin siquiera leerla y la rete.

    -¿Entonces tomará una misión fácil señorita? ¿No puede con un reto mayor?-
     
    • Me gusta Me gusta x 2
  15.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Dylan Toward (Pereza)

    Levantó con extrema calma su cabeza de aquella improvisada almohada, y paseó su siempre perdida mirada entre el vaso de leche que tenía ahora frente a él y aquel extraño sujeto, alternando uno con otro repetidas veces. Tomó el vaso y lo llevó a sus labios, sintiendo el líquido recorrer su garganta mientras relajaba de nuevo sus músculos, y lo depositó una vez vacío de nuevo en la mesa, sin detenerse siquiera a analizar su dudosa procedencia. No es que se fiase o no de aquel tipo, es que le era totalmente indiferente su sola presencia. Pero el hecho de haber sabido complacerle hizo que permaneciera allí con él, al menos mientras tanto.

    O quizás tan solo se debiera al hecho de que le daba pereza tener que moverse del sitio.

    "¡Hola! ¡Soy Glastab! ¿Qué te tiene tan afligido?"

    Cierta sensación de agobio le embargó al verse en la obligación de responderle a aquel sujeto, sintiendo con desgano el tener que abrir la boca y pronunciar palabra alguna. Sobretodo le molestaba el hecho de tener que hacer énfasis en ellas para que, al menos, su esfuerzo fuera escuchado, y no tuviera que repetirlo dos veces.

    No estoy afligido. Estoy hibernando —murmuró, con la mayor brevedad posible, volviendo a colocar su mejilla sobre la improvisada almohada sin dejar de mirarle. Frunció la nariz con desagrado al avistar otro objeto volador pasar cerca de él y del propio Glastab—. Pero no se callan. Diles que se callen. Ahora.
     
    Última edición: 30 Abril 2017
    • Adorable Adorable x 3
    • Gracioso Gracioso x 1
  16.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,528
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Isabel Whitenight (Envidia)

    No tenía nada en contra de las criaturas que habitaban esta tierra y que parecían tener una particular preferencia por las tabernas. Pero me parecía inadmisible que ellas tuvieran, y no yo, todos esos objetos tan fantásticos y aquellos rasgos tan excelsos. ¡Ya me gustaría a mí tener esa armadura, ese color de ojos, esas pecas, ese aliento pestilente capaz de enamorar a hombres rudos, esa estatura, esas, esas… ay! Tantas cosas en manos ajenas y no en las mías. No me parecía justo. Caminaba entre las criaturas apretando los labios con tristeza, sintiendo que todo lo que tenía, mi belleza, mi poder y mis objetos de valor, eran insuficientes al lado de lo que poseían lo demás.

    Merodeando casi sin sentido, con el único afán de imaginarme vistiendo o portando las posesiones de la gente, me encontré con que los demás Pecados habían elegido la misma taberna que yo para apersonarse. Vi a Pereza, Ira y Soberbia conversando con las criaturas que asistían a la taberna. La sangre ardió en mis venas mientras mi corazón se encogía con pesar. Me llevé el dedo índice a la boca y comencé a mordisquearlo, sintiéndome molesta. ¿Por qué ellos estaban manteniendo amenas charlas y yo no? ¡Esto no podía seguir así! Giré la cabeza rápidamente, haciendo que mis blancos cabellos se sacudieran, en busca de alguien con quien hablar. Sintiendo casi desesperación por hacer lo mismo que los otros Pecados.

    Distinguí a lo lejos, en medio del alboroto, las anchas espaldas de un enano que sostenía un jarrón de cerveza enorme. Sonreí. Mientras miraba de forma jocosa a mis “compañeros”, me dirigí hasta el enano dando saltitos y tomé asiento a su lado.

    Mi decepción fue grande cuando vi que estaba dormido. Pero más lo fue la envidia que sentí ante su capacidad de conciliar el sueño en medio de tanto ruido; yo no podía dormir bien por estar siempre pensando en que me gustaría tener lo que tenían los demás. Y debía ser muy lindo tener una estatura tan baja, porque el mundo seguro se mostraba más grande, siendo así más interesante. Aunque yo lo superaba en estatura, me sentía tan enana como él, gracias a esa elfa que pasó frente a mí como vanagloriándose de sus incontables centímetros.

    Soberbia se marchó, pero noté que Ira y Pereza seguían haciendo amigos. Me exasperó el sólo verlos, así, charlando...

    ¡Hey! —saludé al enano dándole una palmada bestial en la espalda, tan fuerte que resonó por encima de los gritos de la taberna e hizo que la cerveza de su jarrón diera un salto— ¡Vaya locura es este lugar! Me gusta tu barba, ojalá yo tuviera una así, pero la vida no me concedió la oportunidad. ¿Cómo te llamas?

    *Conversar con gente aleatoria*
     
    • Ganador Ganador x 2
    • Gracioso Gracioso x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  17.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

    Libra
    Miembro desde:
    2 Marzo 2010
    Mensajes:
    333
    Pluma de
    Escritor
    Gaspar Lemos (Voracidad)

    Roxy te siguió muy de cerca mientras abandonabas la Posada y te dirigías a la Taberna. La pequeña scravit era veloz y parecía tener buen olfato. Su cuerpo delgado era muy similar al de un humano joven, pero era afelpado, totalmente recubierto de una capa de fina pelusa. Su rostro era redondo, con grandes incisivos listos para roer zanahoras y remolachas, mejillas globosas para acumular allí mucha comida, ojos pequeños totalmente negros y largas orejas colgando semiflácidas a los costados de su cabeza. Su pelaje era naranja.

    —¿Yo comer?

    Su forma de hablar te recordaba la de los goblins. De hecho, eran muy parecidos, salvando la excepción de que dejando de lado la mugre que los scravits solían tener encima por sus trabajos en la tierra eran adorables y bonitos y los goblins con o sin tierra eran feos como un montón de comida echada a perder.

    Nunca fuiste demasiado comunicativo, gastar energía te daba hambre. Decidiste dejar que te acompañe, ella reemplazará a tus galletas como comida de emergencia, el scravit asado no sabía para nada mal.

    Entras en la posada y las meseras se sostienen la cabeza. Eres una pesadilla para ellas, las haces trabajar mucho.

    Pides un buen desayuno y algo de comida para tu acompañante. Te sientas en una mesa. Roxy se queda parada junto a ti, inspeccionándote con sus ojos negros sin parpadear. Estaba empezando a ponerte nervioso cuando la comida y la bebida llegaron y dejaste de prestarle atención. La mesera puso un pequeño plato para la coneja que empezó a devorar las verduras sin ningún tipo de vergüenza. Sus modales a la hora de comer te agradaron, eran muy similares a los tuyos, ambos repartían restos de comida por doquier sin dejar de masticar ni un solo segundo.

    Estabas concentrado en tu comida tranquilo cuando un alto leonino se acercó y tomó a Roxy por sus orejas con una de sus manos. La scravit chilló por la sorpresa y luego dio varios manotazos para tratar de que el tipo la suelte.

    —¡Ja! Miren este campesino. ¿No tienes tierras para arar, pequeña? ¿A quién le has robado para no tener que trabajar hoy?

    Seguiste comiendo pero ese engreído estaba molestándote. No sabías si te molestaba que tratara así a la scravit o que te estuviera distrayendo aunque sea un poco de tu desayuno.

    ¿Vas a interferir o seguirás comiendo hasta que se canse?


    Mientras tanto también puedes elegir alguna actividad del tablón de la taberna, conversar con algún cazafortunas o hacer lo que se te antoje por el lugar.


    *****************
    Kyrie Románov (Lujuria)

    Luego de hacer tu súplica vuelves a la taberna con muchas ganas de encontrar una pareja adecuada para tirar abajo la posada y gritar como una manada de flamencos draconianos. No te interesa si es masculino o femenino, mientras sea digno de verdad de perder una noche con ese ser.

    Tus cabellos rojizos ya llaman la atención de por sí pero tu cuerpazo está más allá del control de cualquier ser vivo. Tu habilidad no se limita sólo a un enorme e interminable apetito sexual sino que puedes saber quien en esa taberna está en un estado de excitación más elevado, quien está en su cúspide de fertilidad ese día y a quien se le aceleran las pulsaciones por otra persona cuando la mira. Claro que eso no hace falta contigo pues todos se excitan, son fértiles y tienen las pulsaciones al máximo cuando están a tu lado.

    Sientes como humanos, elfos, enanos, orcos, goblins y otras especies te merodean. Todos miran sin disimular tu cuerpo y eso te provoca una sonrisa que no puedes evitar mordisquear hasta que sientes la saliva volverse salada por la sangre. Te están observando y están teniendo graves problemas mentales para decidir si se acercan o no.

    Un humano (típico de esa raza, atrevidos aún sabiendo que los pueden aplastar) se acercó y se colocó a tu lado, su espalda apoyada a la barra tratando de encontrar tus ojos con los suyos. No necesitas ni verlo para darte cuenta que no es digno. Es apenas un jovenzuelo sin experiencia.

    Un elfo hermoso, rubio y de músculos firmes se colocó a tu otro lado y te lanzó una sonrisa radiante. Estaba mejorando. Sería perfecto si su pantalón… tuviera una sorpresa algo más interesante. Puedes darte cuenta que ese sujeto no alcanzará para saciarte ni un cuarto de las ganas.

    Un enano y un ogro riñen a tus espaldas, por lo que te das la vuelta bebiendo de la jarra sin dejar de sonreír. Esos dos… tienen potencial pero… son asquerosos realmente. El enano es bastante viejo, parece fuerte. El ogro es muy gordo y su cara está llena de viruela pero parece muy bien dotado, su pantalón rotoso parece a punto de explotar en su entrepierna.

    Suspiras con desdicha. Ni los cuatro llegarían a ser lo suficiente para ti. Cada vez es más difícil encontrar buenos especímenes en ese continente.

    Entonces lo ves llegar. Entró por la puerta de la taberna a paso firme. Era muy alto y sólo cubría la parte inferior de su cuerpo un manto de color negro. Caminó con determinación pura en su mirada hasta cerca de donde estabas. De un empujón y un codazo dejó al enano y al ogro revolcándose en el suelo. Estiró dos manos de un color verde intenso, tomó al humano y al elfo del cuello y los hizo a un lado también.

    Se quedó frente a ti, mirándote sin miedo, con sus pulsaciones asombrosamente bajas y su excitación increíblemente calmada por estar tan cerca de ti. Te sorprendió ver que era un reptiloide. No eran demasiado comunes en ninguna parte, les gusta la soledad. A pesar de que su piel dura y escamosa no te atrae demasiado ese tipejo no se ve nada mal. Su rostro es alargado y serpentino, como el de cualquier reptiloide. Tiene dos grandes ojos turquesa que probablemente jamás vuelvas a verlos en otro ser vivo. Sus músculos son anchos y firmes. Su pecho es un cofre cuadrado que se infla con cada respiración y podría llegar a oprimir tus senos hasta sacarte gemidos de dolor. Su cintura moteada de blanco es estrecha y cuando sigues bajando la mirada te detienes de repente y te das la vuelta para dejar de mirarlo, un poco avergonzada y sorprendida.

    No puedes evitar sentir que la mano que sostiene la jarra te tiembla. Tratas de llamar tu calma, sólo es un reptiloide, debe estar ahí para tomar un trago, él…

    Sientes una fuerte garra posarse en tu hombro derecho y percibes que el espacio físico entre los dos se cierra. Casi puedes sentir su cuerpo pegado al tuyo.

    —¿Sseñorita Románov? Ssoy Dyrekos, he… ssentido el llamado de los diosess. Yo… yo debo sservirla. Por favor, utilíceme.

    El reptiloide se inclinó con una rodilla en gesto de redención. En esa posición puedes ver un organizado y poblado mechón de pelos naranja en la punta de su alargada cabeza. Sus labios finos parecen rústicos y fríos. No puedes evitar sentir que se te humedecían los muslos con su voz suave y draconiana.

    ¡Consigues un nuevo compañero!


    Nombre: Dyrekos
    Género: Masculino
    Clase: Soldado
    Raza: Reptiloide


    *******************************
    Connor Mane (Ira)


    Tu puñetazo le dio al humano en la cara y lo arrojó hacia atrás. El tipo trató le levantarse a la primera y no pudo, trastabilló y volvió a quedar tirado. Intentó con mucho más esfuerzo y pudiste ver su boca ensangrentada. Con un sollozo, escupió varios dientes de su boca en su mano y te contempló, paralizado por el miedo.

    Te sientes sorprendido de cualquier manera. Tener cerca un tipo así quizá no sea mala idea. Siempre es necesario tener alguien a mano en donde descargar tu ira.

    —Yo me llamo Stenhar.

    Te acercas a él con los músculos temblando de ganas de aplastarlo en un poco más que excremento de humano. Estiras tu mano para ver si se arriesga a aferrarla. Esperas que lo haga porque sino no estás seguro de que puedas contenerte de no darle otro puñetazo.

    El humano observa tu mano como sopesando la idea. O no se anima a tomarla o el muy idiota sigue creyendo que eres un tramposo.

    Entonces una de las meseras atraviesa la multitud y va hacia él.

    —¡Sten! ¿Estás bien?

    La mesera es una humana bonita, muy joven, probablemente haya alcanzado la mayoría de edad muy poco tiempo atrás. El humano le asiente y ella lo abraza con fuerza, limpiando con un trapo su rostro y su boca llenos de sangre.

    Esa situación hace que te den unas terribles ganas de convertirlos a los dos en monigotes de entrenamiento para tus puños. La humana empieza a empujarlo lejos del lugar, parece que no quiere que su amante termine con toda su dentadura en el suelo.

    ¿Ellos creen que se van a ir así sin más?

    Esperas en un costado a que salgan de la taberna y entonces los sigues. Puedes ver la odiosa escena de ella con la cabeza apoyada al pecho de él a unos pocos pasos de la puerta de la taberna. Ella es de baja altura, tiene cabellos castaños y la piel muy pálida.

    Te acercas con decisión y los tomas a los dos por el cuello con una sonrisa.

    —¡Basta, no le pegues más! —te suplicó la mujer.

    —¡Suéltala! ¡Ella no tiene nada que ver con esto!

    Te provoca mucha gracia. No estás pensando en hacerles nada. Pero esos dos sí que saben como hacer aparecer tu odio. Será mejor que no los pierdas de vista.

    ¡Tienes dos no muy convencidos compañeros!

    Nombre: Stenhar
    Género: Masculino
    Clase: Arquero
    Raza: Humano


    Nombre: Gryda
    Género: Femenino
    Clase: Ninguna
    Raza: Humano

    Puedes llevártelos a una misión, obligarlos a acompañarte a recorrer la ciudad o la taberna o liberarlos si no te gustan.

    ********************************
    Dylan Toward (Pereza)

    Tu interlocutor pareció algo confundido ante tu pedido. ¿Desde qué punto de vista un ser mortal podría pedir silencio en esa taberna y no terminar muerto?

    Glastab se rasco su rubia cabezota y contempló a sus alrededores. Entre los presentes encontró a una muchacha y la llamó. La chica era increíblemente pequeña, muy delgada y de una estatura anormalmente baja. Debía ser una duendecilla aunque te impresionó que fuera tan linda y parecida a un humano normal a pesar de sus rasgos diminutos.

    El paladín le pidió algo y la muchacha le sonrió. Dio un saltito en el aire y estiró sus manos hacia el cielo. El ruido en el lugar se detuvo por completo. Glastab sonrió.

    Te quedaste impresionado con la demostración de efectividad tanto del humano para conseguir llevar a cabo tu petición como de la duendecilla para crear ese… ¿campo de energía antialboroto? No sabías qué rayos era pero estaba rodeando la mesa en ese mismo instante. La pequeña hizo un gran esfuerzo para subirse a una silla en tu otro costado, de frente a Glastab y te miró con la misma sonrisa aterradora que usaba el muchacho.

    —¿Y qué tal, amigo? Ya no hay más ruido. ¿Luego de hibernar quieres ir ayudarme con un problema que tengo? No quiero molestarte pero…

    De repente la sonrisa del sujeto desapareció por completo. Su semblante se volvió oscuro y triste.

    —Hace tiempo que no veo a mi hermanita. Ella fue al mercado hace dos días, ¿sabes? La he buscado en la ciudad desde entonces pero ya me he quedado sin ideas y sin pistas. Pondría la misión en el tablero pero… no confío en estos cazarecompensas. Temo que… le pongan las manos encima a mi hermana, si sabes a lo que me refiero.

    Luego de la primera frase dejaste de escucharlo pero con ver su triste cara ya sabes más o menos que tiene un problema y, lógicamente, quiere que lo ayudes. Contemplas entonces a la duendecilla. Su cara es el rostro mismo de la alegría y una energía universal y primaria que te agobia de sólo pensarlo.

    Llegó la hora de que tomes una decisión. Vas a tener que moverte porque esos dos están empezando a ponerse más pesados que la multitud. O vas a ayudar al amable y molesto humano o los sacas a patadas de ahí.

    ¡Haz hecho dos compañeros!

    Nombre: Glastab
    Género: Masculino
    Clase: Paladín
    Raza: Humano

    Nombre: Ni
    Género: Femenino
    Clase: Hechicero
    Raza: Duendecillo

    *******************
    Isabel Whitenight (Envidia)

    La palmada en la espalda no le hizo vomitar sus pulmones al enano porque probablemente la mesa donde tenia apoyado el rostro los contuvo dentro de su cuerpo. El crujido de su columna tronando como el concierto de flatulencias de una granja de jabalíes te aterrorizó. Te lamentaste por no poder controlar tan bien tu fuerza como los demás pecados.

    Trataste de no quedar mal elogiando su barba aunque el enano trató con todas sus fuerzas de recuperar aire y de salir del terrible estupor que le había causado esa sorpresa.

    Cuando logró componerse un poco se levantó de su silla y se alejó de ti unos centímetros, asustado. No pediste evitar morderte los nudillos por tu torpeza pero lo que realmente te estrujó el corazón fueron las botas de cuero de unicornio con detalles de peltre bruñido del enano. Eran únicas, probablemente las confeccionó el mismo.

    —¿Vas a matarme? Por favor, no lo hagas, tengo mujer… bueno, tengo varias de ellas pero todas me necesitan para sobrevivir… bueno, en realidad no del todo pero se pondrán muy tristes... eh... creo.

    Inclinas tu cabeza un poco entretenida por el comportamiento conservador de ese enano que parecía tan despreocupado durmiendo en un bar donde podría morir en cualquier momento. No pudiste evitar sentirte desolada al saber que ese enano barbudo y rechoncho tuviera varias parejas y tampoco pudiste controlar tus deseos de ser mantenida por alguien como aquellas mujeres lo eran.

    No querías entrar a jugar con tu mente pensando en si el enano estaría mejor vivo o muerto porque te llevaría a anhelar estar muerta como tantas almas que descansan en paz y eso ya te pasó unas cuantas veces en las cuales terminas con serios problemas de depresión cataclísmica en tu habitación. Sólo se te ocurrió asentir con la cabeza en respuesta para evitar pensar en ello.

    —¡¿Qué?! ¿Vas a hacerlo? Oh, por la Montaña de Mancoduro, te lo ruego. Puedo trabajar para ti, yo creo que…

    El enano rebuscó algo con su mirada y sus manos, quizá su hacha que estaba en la mesa, demasiado cerca de ti como para que estuviera tranquilo. Muy servicial la levantaste. Era una buena hacha también, ¿cuanta gente habría pasado por su hoja? Con desgano, sabiendo que no era tuya, se la ofreciste.

    El enano pareció interpretar mal el gesto.

    —¿Vas a matarme con mi propia hacha? No lo hagas, te lo suplico, está muy desafilada, sufriré mucho. ¿Quieres quedarte con mi barba? ¡Puedes llevártela! ¡Es mágica! Bueno, a veces, sobre todo cuando en el cobertizo no hay tela luego haber desayunado unas cuantas frutas bien maduras…

    Te sientes un poco mejor. No es la mejor conversación que podrías haber conseguido (seguro Soberbia tuvo una mejor, ella siempre tiene cosas mejores) pero no eres muy exigente, después de todo nunca estás conforme aunque pongas todo tu empeño en ello.

    ¡Tienes un nuevo compañero!

    Nombre: Hehenio
    Género: Masculino
    Clase: Paladín
    Raza: Enano
     
    SacriDH ha tirado dados de 10 caras para Voracidad Total: 8 $dice
    Última edición: 1 Mayo 2017
    • Gracioso Gracioso x 2
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  18.  
    Ana inukk

    Ana inukk Gurú

    Libra
    Miembro desde:
    14 Abril 2012
    Mensajes:
    2,526
    Pluma de
    Escritora
    Kyrie Románov

    Una noche fresca se abre un abanico de posibilidades tan amplio, puedo disfrutar de una jarra de licor como aperitivo para calentar el cuerpo, cosa que no puedo hace siempre. No es como si realmente necesite de ello, el retumbar de los latidos a mi alrededor y el aroma de las hormonas revueltas es suficiente por si mismo, pero no pienso dejar escapar ningún lujo esta noche.

    Siento los aromas peculiares de cada especie, se como los enanos se ponen de puntillas o como los orcos inflan el pecho y eso me tiene revoloteando de felicidad mientras paso la mirada sobre ellos. El rojo de la sangre en mis labios no hace sino resaltarlos y mi sonrisa los desafía a intentar lograrlo.

    Una serie de machos no se hacen esperar, humano destilando testosterona es el primero pero apenas hace contacto visual conmigo noto como flanquea u realmente cuando hablo de lujos no esta en mi mente enseñar a un crío a tocar un par de senos; el rostro del elfo que le siguió me hizo preguntarme como se vería retorcido de placer, probablemente seria una vista digna de admirar sin embargo sus inseguridades sobre su virilidad me repelieron (si una mujer me puede complacer para qué querría tener puntos intermedios).

    ¡Vamos destino! ¡Hoy era una noche para darse gustos y tú me envías un puto enano y un ogro repleto de viruela! ¡Demonios!

    En otra ocasión podría montar la envergadura del ogro de espalda, ignorando otra cosa que no sea mi placer mas hoy no es uno de esos días. Sonrío y resoplo suavemente, tomo otro trago, tan solo espero que la competencia atraiga a otros competidores a sus filas. Eso funciona casi siempre.

    Quizás debería plantearme una misión en el extranjero.

    Entonces mi cuerpo responde a otra presencia. Entró por la puerta de la taberna a paso firme. Era muy alto y sólo cubría la parte inferior de su cuerpo un manto de color negro. Caminó con determinación pura en su mirada hasta cerca de donde estoy. No hay vacilación en ninguno de sus movimientos si quiera cuando de unos empujones aleja a todos los pretendientes que habian tenido la valia de venir.

    No había agresividad ni ninguna de sus formas demostraba estar preocupado (corazón tranquilo y respiración calmada), se sentía de esos hombres que sin la violencia podían dominar a una multitud, todos pararían a escuchar lo que tiene que decir.

    Se quedó frente a mi, mirándome sin miedo, aunque sus niveles de excitación están tan bajos... No se si debería ofenderme, jamás me había sucedido algo así. No es una especie común en ninguna parte, les gusta la soledad y tampoco recuerdo haberme llevado alguno entre mis piernas.

    Todo se vuelve demasiado rápido para seguirlo: ojos increíblemente brillantes, cuerpo sensual, gran virilidad y una seguridad que iba con ello, temblor en mi mano, ¿sonrojo?, me toca y luego sólo habla..

    Una fuerte garra en mi hombro derecho y el espacio físico entre los dos se cierra, casi desaparece. Casi puedo sentir su cuerpo pegado al mío.

    —¿Sseñorita Románov? Ssoy Dyrekos, he… ssentido el llamado de los diosess. Yo… yo debo sservirla. Por favor, utilíceme.

    El reptiloide se inclinó con una rodilla en gesto de redención, la sorpresa se volvio más grande cuando mis muslos se humedecían con su voz suave y draconiana.

    —¿Q-qué yo-o qué?— apenas me escuché pues me recompuse. No podía permitirme tan debilidad ¡es solo un macho más! No se si sentirme encantada de esa entrega o decepcionarme de no estar observando al férreo reptiliano de antes.

    —Arriba, cariño— mi mano va acariciando su mandíbula invitándolo a hacer lo que le digo. —Deberías explicarte un poco mejor, o podría darte tantos usos...

    Me lo como con la mirada y sonrío —Aunque te prometo que no te arrepentirías de ninguno de ellos— me acerco a su cuerpo rompiendo cualquier barrera, la gente puede responder de tantas formas: algunos se ponen incómodos y otros solo se sienten alentados por mí comportamiento. Estoy ansiosa por averiguar cual será su respuesta, aun me angustia un poco que sus niveles de excitación cuando entro fueran tan... Mundanos.

    Yo no soy alguien mundana, no obtendré respuestas comunes de cualquier humanoide, menos de este sexy reptil.

    Mi nariz recorre su mandíbula hasta que mis labios están frente a su oído para susurrar —¿Qué haces aquí, cariño?
     
    Última edición: 2 Mayo 2017
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Ganador Ganador x 1
    • Adorable Adorable x 1
  19.  
    Nekita

    Nekita Amo de FFL

    Piscis
    Miembro desde:
    18 Marzo 2012
    Mensajes:
    8,424
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Connor Mane (Ira)

    El chico parecía querer levantarse del suelo, pero para su mala suerte no lo había logrado. Había comenzado a sollozar y solo pude contemplar con una sonrisa como escupía los pares de dientes que había tirado al momento de golpearlo y sus pequeños ojos me miraban con ese temor que tanto me encantaba de los humanos.

    Cuando me dijo su nombre me acerqué lentamente hacia él, podía jurar que mis manos temblaban intentando mantener el control para evitar romperlo allí mismo al verlo allí tan... vulnerable, para su suerte cuando extendí mi mano hacia él no recibió un golpe de mi parte, pero estaba completamente seguro de que si no aceptaba ese saludo sería el fin de su vida.

    Uno... dos... tres segundos y Stenhar solo miraba mi mano con cierta duda, nada convencido de lo que le estaba ofreciendo. Mi puño se fue cerrando lentamente y podría jurar que una de las venas de mi cuello se había saltado de mi ansias por golpearlo, pero cuando estaba a punto de hacerlo... una chica apareció.

    Era una chica bastante agraciada a decir verdad, se veía muy joven para mí y llamarme la atención de una forma a la que estaba segura que Lu le llamaría. De igual forma... la chica parecía muy preocupada por ese pequeño humano, cuando noté que ella estaba llorando no pude evitar un gruñido de frustración, él estaba vivo, ¿por qué los humanos tenían que ser tan dramáticos?

    Cuando ambos se marcharon no pude evitar contener una risa, ¿realmente esa chica creía que podían escaparse de mí así de fácil?

    Lentamente los seguí fuera de la taberna y la escena que contemplé solo dio a lugar a una sensación de querer separarlos a golpes para desquitar toda la frustración sobre ellos. Una sonrisa se dibujó en mi rostro y antes de que ellos se dieran cuenta, sus cuellos estaban siendo sostenidos por mis manos.

    "¡Basta, no le pegues más!"
    "¡Suéltala! ¡Ella no tiene nada que ver con esto!"
    Lentamente unas pequeñas risas salieron de mis labios e inconscientemente apreté un poco más sus cuellos para hacerlos callar de una buena vez —Se ven tan graciosos suplicando por el bien del otro... —volví a reír y antes de continuar mi rostro volvió a tomar un semblante serio —, pero si realmente quisiera hacer algo tu querido...¿novio? ¿amante? ¿hermano? ¿pariente? ya estaría muerto dentro del bar.

    Finalmente, solté sus cuellos y me crucé de brazos, mi vista se dirigió específicamente a la pequeña chica —Mira, enana, debes estar completamente agradecida que "Sten" me pareciera un humano tan interesante, se ve que tiene potencial para hacer muchas cosas... —mis ojos se pasearon por su cuerpo, examinándola por completo, juzgándola —tú, en cambio no parece que seas algo realmente especial pero confio en que tienes un gran sentido común y no trataras de hacer algo estúpido junto con él.

    Me di media vuelta y me dirigí hacia la puerta de la taberna, antes de entrar me giré a mirarlos, indicándoles que era mejor que me siguieran antes de que me arrepintiera de algo —Síganme, veré que clase de misión puedo tomar para ver que tan bien se desenvuelven.... —sin más que decir me adentré hacia el tablón de anuncios de la taberna, sabiendo que esa extraña pareja me seguía, ya encontraría algo interesante que hacer.
     
    • Me gusta Me gusta x 2
    • Adorable Adorable x 1
  20.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,207
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Dylan Toward (Pereza)

    Cuando Glastab acabó de hablar, y este junto a la enana recién llegada le observaron con un ímpetu y energía anormales, una sensación de agobio y agotamiento le mermó la poca vitalidad de la que podía hacer alarde (si es que acaso contaba con alguna). Apoyó su rostro de nuevo contra la mesa, y esta vez usó la tela para echársela encima y taparse por completo, como si con ese hecho no pudiesen verle y desapareciese de su vista. Sus ojillos brillantes y miradas esperanzadoras le estaban crispando los nervios. Si no les veía, no podrían ejercer su influencia maligna sobre él.

    Al cerrar los ojos aún así, no dejaba de repetirse en su cabeza la escena que se había llevado a cabo hacia apenas unos instantes. Ese peculiar ser que acababa de llegar había hecho alguna clase de magia o brujeria, eliminando cualquier rastro de bullicio a su alrededor. Cómo lo había hecho no era precisamente la duda que pasaba por su mente, más bien... se estaba quedando dormido sin darse cuenta. Pero aquel detalle le mantuvo entre el sueño y la vigilia. No podía dejar que se le escapase tal oportunidad.

    Esa oportunidad, sí, esa tan importante... ¿Cuál era esa oportunidad tan importante? Se le había olvidado. Pereza no era muy dotado a conservar por mucho tiempo los recuerdos de lo sucedido, a lo sumo resistían en su cabeza hasta que volviese a conciliar el sue...

    Oh, sí, la enana y su brujería.

    El joven se bajó de su asiento, como si de repente tuviese las ideas bien claras. Glastab y su acompañante se sorprendieron ante este gesto, pero no pudieron mostrarlo por mucho tiempo, pues este se acercó a ellos y tomó entre sus brazos el diminuto cuerpo de la enana que los acompañaba. Temiendo por su vida, el humano suspiró de alivio al ver que se la colocó bajo su hombro, como si de un maletín o un costal de patatas se tratase. Lo miró con los ojos entrecerrados, y bostezó.

    Quiero una de estas. Lo demás no me importa —dejó caer sus palabras con brevedad, comenzando a caminar hacia la salida de la posada con la mayor tranquilidad posible, pero con la pobre enana bajo su brazo.

    Al menos, eso era un sí en su idioma para Glastab, había aceptado ir a buscar a su hermana; definitivamente, hoy era su día de suerte.
     
    Última edición: 2 Mayo 2017
    • Adorable Adorable x 3

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso