Este escrito participa en Días de Abcedario. Hace un año y medio que había ocurrido fue inevitable, paso tantos días sin saber que haría ahora y lidiando con lo Wilson ahora vivo en su conciencia impidiéndole dejarse consumir por el alcohol o el vicodin, entendiendo hasta ese momento que era la soledad lo que realmente le había dolido todo ese tiempo, excesos no lo repararían, jamás lo habían hecho, pero volver luego de tanto solo le haría recordar a su mejor amigo que había partido. Habían pasado tantos buenos momentos, había pasado tanto tiempo. ************** Ella caminaba entre las calles esperando entender que le había ocurrido, su sueño más grande se había cumplido, pero este estaba a punto de pasar capitulo a la página. Rachel era una muchacha que había escapado por tercera ocasión de noche luego de impedirle que se viera con aquel muchacho tatuado de motocicleta, no dejaba de recordarle que dos años más y sería libre, entonces aprendería tal vez a la mala que la vida no es tan sencilla, pero ella luego de tantas relaciones fallidas y ningún amigo, quedaría sola. Había pasado tanto tiempo. ************** Tenía un perro que había adoptado de un refugió, caminaba de la misma forma de él y solía orinarse en el jardín del vecino si la noche anterior había tenido una fiesta, le llamaba Wilson de una forma melancólica, alguna vez escuchó la frase “llega un momento en que la vida deja de darte cosas y comienza a quitártelas” y se dio cuenta de los cientos de momentos que perdió siendo miserable, hoy realmente lo era. ************** Escuchó el tono de celular dentro de su bolso y miró el número de su hija destellando en la pantalla, contestó al instante dispuesta a darle una reprimenda, pero algo ocurrió. —Señora Cuddy…Rachel tuvo un accidente —murmuró una voz en el auricular y luego todo se enmudeció. La cabeza comenzó a darle vueltas y sintió que perdía la conciencia, la voz en el auricular seguía hablando y se obligó a volver en sí. —…solo estábamos bailando y ella se derrumbó…. —No la muevan…dime donde están e iré por ella… Se escuchó un silencio sepulcral y miles de ideas pasaron por la mente de la doctora que sentía que el mundo se le caía encima. —Es que Rozco…bueno…él la llevó a un lugar…puedo darle la dirección… ************** Él se levantó de golpe al escuchar los golpes, un muchacho transpiraba agitado con alguien en sus brazos, le rogó que la ayudara mientras usando una pequeña lámpara examinaba sus pupilas, había algo familiar en ella. Buscó entre las medicinas que poseía,la recostó en el sofá y encendió la luz. —¿Tomó algo? — preguntó —No, no… a ella no le gusta nada de eso, no me gusta obligarla… —Vaya, eres el primer pandillero con corazón, todos mienten, ¿por qué no me explicas?, ¿acaso quieres que la chica muera y lo tengas en tu conciencia?—le senteció. —Nosotros…bueno íbamos a tener relaciones y no quería que se embarazara, tome algunas pastillas anticonceptivas de mi madre y se las di ¿eso le enfermo?. ************** Ella iba toda velocidad sumergiendo su pie en el acelerador, mirando como las luces de la ciudad quedaban atrás, estaba preocupada por tantos niveles, por lo que le podría ocurrir, porque no llegara a tiempo, por que dudaba que en medio de la carretera en una cabaña hubiera un doctor seguro. — Rachel…por favor…quédate… Ella miró un número mal dibujado en una vieja cabaña y un auto estacionado en ella, estaban allí. ************** Escuchó que tocaban la puerta mientras terminaba con confirmar su pulso, era estable, se levantó y cojeando mientras le indicaba con la mano al muchacho que no intentara nada más. Abrió pues le había explicado que en cualquier momento llegaría su madre en su búsqueda y decidió que era a ella a la que le daría el diagnostico, de los pocos placeres que le quedaban era ver caer a algunos cuantos por su propia idiotez. Dio la vuelta y comenzó a hablar. — Este muchacho listo, quería tener relaciones con tu hija la cual creo que es menor de edad, estos adolescentes, es la primera vez que busca proteger a alguien, eso puede contarse como algo positivo, si no hubiera sido un idiota que confundió un anticonceptivo con diazepan y le dio varias pues sabía cómo se usan…ella despertará con dolor de cabeza, pero estará bien.. —¿House? ¿Eres tú? —preguntó sorprendida Él reconoció su voz al instante, más por unos segundos lo creyó imposible, sintió su mano en el hombro y giro sobre la pierna que cojeaba para mirarla a los ojos. —Cuddy… —murmuró Gregory House atónito. —Creí que tú habías muerto… —Creí que me querías en la cárcel… Unas cuantas veces soñaron que algo así ocurría pero su conciencia les indicaba que era imposible, otras más pensaron que ocurría lo opuesto pero su corazón les indicó lo mismo. Recordaron lo que habían vivido juntos, tan difuso, tan inestable, tan imposible, pero tan deseable por mucho. Habían estado juntos alguna vez, había pasado tanto tiempo. Ambos en silencio observándose, olvidando por segundos lo que ocurría, entendiendo que no querían que pasara un segundo más.
¡Hola! Me encantaba esta serie y es un gusto encontrar fanfics de la misma. Aunque creo que éste cuesta un poco engancharlo. En vez de párrafos sueltos, hubiese quedado mejor que fuera una historia lineal, sin cambios bruscos de escena o hacerlos, pero poniendo un poco más de contexto y mencionando a los personajes participantes, que yo releí un par de veces los párrafos por eso. En cuanto a trama ¡Me encantó! Muy bien plasmados los sentimientos de los personajes, aunque siendo muy sincera, Cuddy nunca fue de mis parejas favoritas para House </3 me ha gustado ese reencuentro que han tenido ¡House debe haber tenido el corazón en pausa al verla! Curioso que siempre esté cerca cuando lo necesiten XD En fin, lo disfruté mucho. ¡Un abrazo!
