Noviembre 11 La nieve ya caía sin falta y ahora un manto blanco cubría casas, edificios, calles, arboles... prados. Caminaba sin rumbo dejando pisadas leves; la música navideña que empezaban a colocar desde ya, se entraba por sus oídos. Traía una chaqueta blanca, una bufanda rosa pálida, unos pantalones negros, unas botas cafés al igual que sus guantes y el pasamontañas que cubría su largo cabello liso negro. Se detuvo al frente de una tienda, bastante bonita y decorada. No lo decidió mucho y entro al local. Busco por varios minutos... ¿Qué sería bonito para regalarle? Al final solo compro un llavero que decía: ''Mejores amigos'' y junto con él una pulsera que completaba la frase: ''por siempre''. La chica encargada de la caja le hizo el favor de envolvérsela en una pequeña caja azul y después de meterla a su abrigo salió de nuevo. Su vista negra se fijo en una chica que iba enredada con un montón de cajas y por lo mismo se cayó tirando todo al piso. Se acerco a ayudarle mientras que se daba cuenta de que era una de sus amigas. Kate Roberts, una chica de 16 años de edad, cabellos cortos castaños y ojos verdes. Se apresuro a coger las cosas que estaban regadas. — ¡Oh! Hola Emily... Gracias por ayudarme—Dijo al momento de ver a su amiga. —Es para la fiesta de Joseph. ¿Vendrás a ella mañana, cierto?—pregunto ya de nuevo levantada con todas sus cajas. —Si... Eso creo—contesto en casi un susurro, pero no se tardo en mostrar una sonrisa. —Claro que iré, en fin de cuentas es mi mejor amigo— — ¡Me alegro que así sea! ¡No lo olvides, mañana a las doce del medio día!— Grito ya lejos mientras se despedía con la mano y dejaba a Emily sola. Camino por otro lado hasta llegar a un gran edificio. Entro y tomo el elevador. — ¿Por qué todo esto me pasa a mi?— se pregunto a si misma mientras apoyaba su cabeza en la pared del aparato. Al final llego al piso que necesitaba, camino por el corredor hasta encontrar la puerta que daba a su casa. Se quito su abrigo y lo aventó en el sofá luego se tiro ella misma a su cama, tapo su rostro con la almohada para romper en llanto... No lo admitía, pero se había enamorado. ¿Qué tanto más se engañaría? No le aria daño a nadie mas... aunque ella estuviera de por medio. Sufriría ella para que no sufrieran los demás... Lo prometió y lo cumpliría a toda costa. Continuara
¡Dios~ ~ ~ ~! Mi ama tus escritos *O*, es tan tierno, se parece a zan dah, que tonta, ¡Súper! Nada de errores, buena narativa y blá, blá... Muñeca Ha NEko