Sumergido en una idea.

Tema en 'Relatos' iniciado por Tomoee, 31 Agosto 2012.

  1.  
    Tomoee

    Tomoee Elfases de los bosqueses Espectroses Comentarista destacado

    Virgo
    Miembro desde:
    31 Octubre 2007
    Mensajes:
    2,179
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Sumergido en una idea.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1986
    Bueno, este lo mandé para el concurso de los siete pecados capitales. Se tuvo que cancelar =( pero bueno, dejo lo que mandé.

    Quedó medio bastante raro, así que veré.

    Espero les guste, la canción es la de Envidia - The tailor shop of Embizaka. Interpretada por Megurine Luka de Vocaloid.

    Los personajes son originales, no es ningún personaje de otro anime o vocaloid.

    La canción está tomada tal cual de la página del wiki de vocaloid.

    ------------------------------------------


    En un pequeño rincón de la aldea de Enbizaka​
    Vive una bella sastre que su negocio posee​
    Que con su buen carácter y su gran habilidad​
    Siempre daban de que hablar de ella en el pueblo aquel.​

    En su mente todo va de maravilla y su trabajo le satisface en gran medida. Él era una persona que aparentaba muchas cosas, pero por dentro tenía demasiadas dudas sobre lo que pasaba a su alrededor. ¿Qué tan sincera eran las personas con él? No lo sabía, y pensaba que la única manera de averiguarlo era siendo alguien ejemplar que se pudiera rodear de ellas.

    Tristemente, la vida de un hombre trabajador absorbe más tiempo del planeado, y las montañas de papeles lo fueron ahogando hasta el punto en que se perdía más cosas de las planeadas. Su capacidad fue cada vez más grande. Sus hermosos diseños eran algo envidiable, nadie más hacía edificios más hermosos y funcionales que él. Era un arquitecto muy solicitado.

    Pero algo la tenía incómoda en su hogar​
    Todo era por su esposo y su infidelidad​
    A pesar de que tiene a alguien como yo​
    El nunca en las noches logra a casa llegar​

    En una mañana se presentó una oportunidad única, esta vez la vería comer con él. Sin embargo había cerrado la puerta cuando él apenas se había ido a sentar.

    Ella siempre estaba muy apurada.

    No tenía nada en contra de que el amor de su vida estudiase, ella tenía cuatro años menos que él y aún le faltaban unos más para completar su carrera; estaba tan ocupada como él, pensaba a manera de aligerar la tristeza de su corazón.

    Pero ella no hacía mucho esfuerzo por verlo, y le pesaba en su mente no saber casi nada de su vida. Es el precio del amor, se decía frecuentemente.

    Pero aún así debo de seguir trabajando​
    Tengo mis tijeras en una mano,​
    Estas son las mismas que mi madre solía usar​
    Cuan mas afiladas estén, mejor han de cortar​

    — ¿Qué estará haciendo? —se preguntaba cuando trazaba unas cuantas líneas. Debía terminar esos planos para mañana pero comenzaba a sentirse inquieto en la habitación.
    Saliendo, tomó su auto y se dirigió a la Universidad donde estaba su amada, con cuidado se quedó estático esperando observar un poco de lo que tanto le inquietaba.
    Al mirarlo ella le sonrió. Él esperó a que se acercase a darle un abrazo, mas ella siguió de lado acercándose a un hombre al que besó.

    Hoy tal vez sea un día no muy particular​
    Un aire tranquilo puedo respirar​
    Pero caminando por la calle principal​
    Logre reconocerlo a él y alguien más​

    Aquél hombre la abrazó como nunca había tenido la oportunidad de abrazarla, tras otras muestras de cariño que le causaron gran dolor. La curiosidad por ver hasta dónde llegaba no fue más grande que la tristeza de su corazón al pensar en tantas cosas que le venían a su mente como relámpagos.

    ¿En qué era mejor que él? Se notaba que era de su misma edad, ¿acaso era eso lo que movía su amor?
    Llevaba un kimono de rojizo color​
    Entre ustedes se veía un gran amor​
    No pude soportar seguir viéndolos así​
    Solo di media vuelta y luego huí de ahí​
    Pero aún así debo de seguir trabajando​
    Tengo mis tijeras en una mano,​
    Gruesas lágrimas resbalaban por mi rostro​
    Y seguía arreglando el traje que había ante mí​

    Al día siguiente después de desvelarse terminando su trabajo, decidió iniciar el día afeitándose la barba. “Así me veré más joven” pensó al recordar el rostro limpio de aquél muchacho.

    Ella ya no estaba en la casa, quien sabe si habría llegado, después de todo estaba tan concentrado que pareció ausentarse de la realidad. La casa lucía tan sola como siempre, y al prender el televisor pudo ver algo realmente apantallante.

    —Un muchacho de la Universidad del condado fue brutalmente asesinado en el laboratorio mientras terminaba un trabajo. El asesino fue alguien que le encajó un objeto punzocortante. La muerte fue rápida, pero después de fallecido se vieron múltiples lesiones en su rostro causadas por azotes continuos en el suelo. —el locutor tomó aire—dados los resultados del forense, el psicólogo piensa que ha sido alguien con problemas de ira.

    Hoy por la mañana una noticia escuché​
    Alguien cometió un asesinato al parecer​
    Pero caminando en frente del puente​
    Pude reconocerlo a él y alguien más​
    Un poco deprimido tu parecías estar​
    Y esa otra mujer te quiso reconfortar​
    Una bella cinta verde ella ha de llevar​
    Ah, ¿entonces eso es lo que yo he de usar?​

    La preocupación de él se hizo mayor, pues esa era la misma Universidad en la que iba su esposa ¿Y si le había acontecido algo a ella?

    Al llegar al edificio todo estaba rodeado de policías y gente que por curiosidad miraba lo acontecido.
    Su mirada se concentraba en buscar a una persona y tan pronto como la vio su corazón se alivió de verla completamente sana.

    Acompañada de otro joven que demostraba gran jovialidad, que la consolaba tras un llanto que no cesaba, la tristeza anterior fueron sustituidas por los celos ¿realmente todos eran preferibles a él? Parecía que estaba pintado completamente fuera de su vida.

    Pero aún así debo de seguir trabajando​
    Tengo mis tijeras en una mano,​
    Mis ojos rojos ya están de tanto llorar​
    Y arreglaba aquella cinta que había ante mí.​

    Esta vez las cosas serán diferentes, pues tomó otra actitud al despertar; mirándose al espejo ensayó una sonrisa para cautivar su corazón e indicarle que ahí estaba, como siempre… esperando.

    Al salir de su habitación —y estudio también—observó a la joven que lucía sumamente callada y con los ojos cansados. ¿Estaría sintiendo el mismo sufrimiento que él? Tal vez ahora pensaba en lo mucho que le dañaban con sus actitudes.

    Ella tenía un objeto en su mano que metió en una bolsa de regalo; con una sonrisa un tanto forzada se dirigió a la puerta sin mencionar palabra alguna. Trató de adivinar a dónde fue, pero sólo atinó a mirar el periódico con un encabezado de lo más gráfico y trágico.

    Al parecer había un asesino serial.

    Otra horrible noticia dio mucho de qué hablar​
    A otra persona acaban de asesinar​
    Pero caminando frente a una tienda​
    Pude reconocerlo a él y a alguien más​
    Esa linda mujer era muy joven de edad​
    Y un broche amarillo acababa de comprar​
    ¿Cómo es que te gusta ver que sufro así?​
    Realmente yo ya no confiare nunca más en ti.​

    La impaciencia se hacía notar en su interior, ya no soportaba quedarse esperando sin saber qué estaría pasando. ¿Acaso estaría actuando con mayor descaro? No entendía como podía andar como una abeja de flor en flor.

    Las cosas iban de mal en peor, estaba demasiado animada con un chiquillo muy por debajo de su edad. ¿Es así como se mostraba? Aunque él quería seguir viéndola con los mejores ojos su opinión variaba de manera constante.

    La esperanza de que ella vuelva a ser como antes se va perdiendo, pero él no se resigna a darse por vencido.

    Quizás se estaba manteniendo demasiado alejado, y debía empezar a moverse. Podría ser que él era demasiado serio y quería la diversión de un niño con menos preocupaciones; por muy enfermo que sonara, él tenía que darle lo que ella estaba buscando.

    Tenía que intentarlo.

    Pero aún así debo de seguir trabajando​
    Tengo mis tijeras en una mano,​
    Pero ahora creo que tienen un color diferente​
    Aun así más duro yo he de trabajar​
    Finalmente ya conseguí​
    Este trabajo terminar​
    Y si tú ya no has de venir hacia mí​
    Entonces tendré que ir yo hacia ti.​


    Como de costumbre ella no está en casa, así que él se ha decidido a esperar fuera de la Universidad a que terminen las clases. En su mano lleva un pequeño presente y trata de ensayar su mejor postura para darle una buena impresión y cautivar una segunda vez al amor de su vida.

    Cuando sale, ella se acerca a él y le brinda una sonrisa.

    — ¿Qué haces aquí? ¿No tenías mucho trabajo? —inquirió sentándose en una banca que estaba al lado.

    Las palabras no salían como esperaba ¿por qué le preguntaba eso? Debería estar feliz porque él se tomaba su tiempo en ir a verla y recibirle con algo más cálido que sólo una pregunta.

    —No sé—musitó suavemente sin olvidar sonreír. Le extendió el presente y se retiró.

    “Gracias” fue lo último que ella dijo.

    El kimono rojo, La cinta Verde​
    Y el broche amarillo puse en mi cabello​
    Ahora soy el tipo de mujer que te gusta​
    ¿No me veo hermosa?​
    Hoy todo vecindario de luto ha de estar​
    Parece que a un hombre acaban de asesinar​
    A una familia entera de cuatro personas​
    A sangre fría sus vidas tuvieron que terminar​

    Los ojos de él lucen tan hinchados que se le ha dificultado mirar con precisión sus trazos. Ese día estaba realmente sombrío y no había nada por lo que sonreír.

    Sin embargo el trabajo no hace acepción de emociones, y él debía seguir haciendo su deber.

    Alguien tocó a su puerta, cuando abrió miró el rostro de su madre totalmente demacrado.

    —Alguien la mató—dijo antes de echarse a llorar a sus brazos. Su camisa se empapó totalmente de las lágrimas continuas que no cesaban.

    Él también estaba triste.

    Una visita breve, su madre apenas había pasado unos minutos llorando y dijo que tenía que ir arreglar unas cosas que faltaban; el asesino serial ya llevaba cuatro víctimas, todas muy jóvenes y esta vez le había tocado a ella.

    Siguió trabajando en lo mismo aún después de todas las malas noticias, debía mantener su mente fuera de la tristeza o terminaría por consumir su vida en el sufrimiento.

    Por la calle se miraba a su madre perdida en sus pensamientos, si bien su hijo siempre había sido serio y poco expresivo, pensó que tendría otra reacción a la muerte de su hermana.

    Pero a pesar todo él seguía actuando igual​
    "Un gusto en conocerte" fue lo que dijo él​
    Como si yo fuera una extraña para él​
    Una completa extraña ahora soy yo​
    Pero aún así debo de seguir trabajando​
    Tengo mis tijeras en una mano,​
    Ahora teñidas están de color rojo​
    Cuan mas afiladas estén, mejor han de cortar​



    -------------


    Nota: No es incesto como tal, ya que nunca hubo una relación fuera de su mente enfermiza, así que no creo se salga de las reglas del foro, al menos en mi consideración. Pero igual me dices cualquier problema.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    cuki

    cuki Entusiasta

    Cáncer
    Miembro desde:
    8 Junio 2008
    Mensajes:
    106
    Pluma de
    Escritor
    La historia me ha gustado mucho, pero he de admitir que la canción no pega con la historia, sobre todo el comienzo.
    Piensa que la canción habla de un sastre, que además es una chica, y el protagonista es un hombre y además arquitecto.
    En la segunda estrofa la canción dice que el marido le es infiel, cuando en la mente del protagonista sería ella la infiel.
    Creo que tendrías que haber tenido esos pequeños detalles ala hora de hacer la historia, pero por lo demás y como ya te he dicho, la historia me ha gustado mucho.
    Solo te diría un pequeño fallo que he visto al principio. `` ¿Qué tan sincera era las personas con él? Ese sincera, sería sinceras, ya que el resto de la frase está en plural, otra cosa sería que en lugar de haber utilizado la palabra personas, hubieses utilizado la palabra gente, entonces la frase si que estaría bien formada.
    Bueno, nos vemos, a la espera de más historias.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso