One-shot Sueño de verano [Margarita | NITWRol | AU Humanos]

No me aguanté escribir un fanfic sobre estos dos. El personaje de Will pertenece a Gigavehl


De verano
Sueño






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Era 2012, lo recuerdo perfectamente; el día en que un par de viejos llegaron al orfanato. Fue muy raro, porque nadie imaginaría que un par de ancianos soportaría adoptar un hijo, a esa edad los huesos y el cuerpo les empezaba a dar malas jugadas... pero parece que el cerebro no quedaba atrás con las estupideces de la vejez. Habían distintos tipos de niños y niñas, desde meses de vida hasta un máximo de 17 años. Yo estaba en un punto bastante medio, tenía 8... Y ellos decidieron adoptarme; adoptaron a Margarita, la niña desolada.

No me fue difícil desprenderme del orfanato, sentí pena por alguno de mis conocidos; me caían muy bien y la preocupación de no volver a verlos me afecta hasta hoy en día, pero al mismo tiempo era un alivio gigante... nunca me gustó estar encadenada a un lugar, menos al que te trata como mercancía simplona, por suerte el orfanato aquel no tenía tan mala fama.

Possum Springs; un pueblo tan peculiar como sus habitantes. Dos meses fueron suficiente para entender por qué unos ancianos adoptaban a una niña; eran de aquel pruebo repleto de brillantes rarezas. El nombre de por sí era raro, y muy gracioso "Zarigüeya" Disfruté mis nueve años como nunca: Hogar nuevo, gente nueva, libros nuevos y una nueva vida pacifica. Conocí a unos pocos niños y niñas de mi barrio, a la mayoría les encantaba jugar afuera, en la calle; era comprensible, el cableado eléctrico y la pobreza del lugar era tal, que la televisión y las computadoras eran casi juguetes aburridos y sinsentido... pero yo era diferente; tenía mis libros, y mis libros eran mi escape a lo problemas, no jugar a ser héroes y villanos con los chicos del barrio.

Cumplí diez, y luego empezó algo que odié: Escuela. Mis viejos eran tan ancianos, que no tendrían tiempo para cuidar mi aprendizaje académico, y al mismo tiempo querían lo mejor para mi; así que su única salida fue enviarme a estudiar fuera del pueblo; a la gran, pero pequeña ante otras, ciudad; un internado con bastante prestigio a los ojos de los pueblerinos natos, pero demasiado vulgar para la alta clase que vivía entre colosos edificios.

Odié el internado, pero la escuela si que te enseñaba cosas fabulosas... Nunca elegiría tener que volver allá.

Pero mis días no fueron malos; Possum Springs era asombroso, y siempre me animaba a volver cada fin de semana a él. Paz, tranquilidad, aislamientos... y sonrisas de niños, carcajadas de adultos; era mucho mejor que la rigurosidad latente del internado.

Jacob murió el mismo año que Will dejó atrás su infancia; fue muy doloroso de procesar, y aún me da lástima admitirlo. La única noche que hablamos como si fuéramos amigos de toda la vida, la última noche que nos reconoceríamos tan solo mirándonos a los ojos... Una noche antes de que me cambiara a vivir a aquella gran ciudad, donde estaba aquel desprestigiado internado; en un intento desesperado de que Lily no decidiera irse de mi lado junto a Jacob.

Lo odié, todo, pero Lily vivió; eso fue lo único que me importó... y cuando se acabaron mis estudios... Volví: Al Possum Springs.

Los puentes de zarigüeyas son muy complejos, te guían a lugares seguros, pero son tan viejos que es peligroso cruzar. La maldición del pueblo, era precisamente, no poder abandonarlo...

Y era triste que todos fueran conscientes de ellos; imposible huir, doloroso esconderse... Aterraba enfrentar la maldición, pero era la única salida: Los puentes de las Zarigüeyas