Canta el ruiseñor dulce al oído, canta con amor fiel amante digno. Suya es la libertad de los cielos alcanzar. En sus alas él confía no le teme a volar. Más arriba de las nubes allí le he de encontrar junto a ángeles celestiales él va a descansar. Privilegiado ruiseñor que no para de soñar; su sueño ha de alcanzar y de felicidad rebozará.
Que sutiliza, pequeño ruiseñor de gran belleza... ignoras el cansancio del aleteo constante y con voluntad fiera surcas los cielos para encontrar tus alegrías. Un poema que puede ser interpretado por el lector según sus criterios... un interesante texto en verso prima.