El lado gris Año 497 de Antes del Tratado de Curuscant “ATC”. En una fortaleza del planeta Jaguada se decide el futuro de la galaxia. “¿En verdad crees que iba a destruir el conocimiento del nuestros antepasados? Me confundes con los débiles jedi que se esconden bajo la falsa moralidad que les impone La República, no mi querida Landa, no, lo que deseaba ver era si estabas dispuesta a trascender las cadenas que nos han impuesto los maestros sith” estas eran las palabras de Lord Firus mientras observaba a su antigua aprendiz permanecer en el suelo, con un brazo amputado y con la mitad del rostro quemado por un corte preciso del sable de luz. “Eres un traidor al imperio y al lado oscuro” gritó la twilek. “El imperio es quien ha traicionado el código” repuso Firus mientras cerraba sus ojos, en ese instante Landa se lanzó lo mas rápido que pudo, pero la imagen que su sable de luz atravesó no era mas que una ilusión. “El lado luminoso es una puerta de acceso a habilidades interesantes” dijo Firus “debo admitir que lograr encontrar un estado enfocado en mi mente fue difícil, pero ahora puedo afectar el alineamiento de la fuerza de individuos como tu mi querida aprendiz, la ira en la fuerza da poder, pero disminuye otras capacidades cognitivas” dijo Firus empleando la voz de la fuerza, y su voz atacaba directamente la mente de Landa, como si se tratara de la voz de algún tipo de dios. “Ahora, te ofrezco por última vez la oportunidad se acompañarme en mi nueva misión” dijo Firus. “Tu piedad de hace débil” dijo ella mirándolo con odio. “Tal vez sea piadoso, pero no soy estúpido” repuso el extendiendo su mano y acumulando un enorme campo de fuerza, no se trataba del rayo de la fuerza, sino de otra forma que podía adquirir el plasma, de sus manos aparecieron lenguas de fuego que consumieron a la twilek en un infierno ardiente sin mas misericordia. Cuando el cadáver cubierto de cenizas se desplomó al suelo envuelto en vapores nauseabundos Firus respiró con tranquilidad, era la primera vez que mataba sin estar consumido por la ira del lado oscuro, y eso le permitía sentir todas sus emociones al máximo, ira con ella por no haber entendido que su objetivo era seguir el código al pie de la letra, tristeza por el hecho de sentirse solo nuevamente. Estos sentimientos serian disminuidos por la ira del lado oscuro, pero ahora que los podía sentir le era posible capturar con mayor agudeza la naturaleza del lado oscuro, lo cual era irónico, era como si el lado luminoso que había aprendido a emplear amplificara su conexión con su propia oscuridad. Sin embargo la traición de su aprendiz no terminaba allí, era evidente que ella había informado al alto consejo Sith sobre sus planes, así que era hora de abandonar este planeta, y enfocarse en fundar una nueva orden, y de buscar mejores maneras para el uso de la fuerza. Hecho esto se dirigió hacia su biblioteca donde tomó un holocron en el cual había estado trabajando en los años previos, años en los que todos habían pensado que se había vuelto loco, aunque la locura era un aspecto común a los adeptos al lado oscuro de la fuerza en su naturaleza mas pura. La imagen principal aparentaba ser la de un droide con una constitución bastante fuerte, sin embargo si alguien se percataba de las dimensiones, se habría dado cuenta que el tamaño era en proporción semejante al de un caza. Se trataba de los planos de una nueva arma que había divisado en sus meditaciones en el lado gris de la fuerza, el arma no tenia nombre, sin embargo el nombre del archivo era “La fuerza me libera mediante un arma de libertad”.
Droides guerreros Dos naves emergen del hipe-espacio de forma imprevista en una región desconocida de la galaxia, se trataba de las regiones desconocidas, que ni el Imperio Sith ni la República Galáctica se habían atrevido a explorar. La primera de las naves era un destructor clase terminus, una nave del Imperio Sith que había sido levemente dañada por una batalla. Los comandantes debieron sentirse aliviados por unas cuantas horas estándar hasta que se dieron cuenta que estaban rodeados, frente a ellos se encontraba una megaestructura colosal, tan grande como una luna, pero artificial de fabricación y con forma de reloj de arena, de la cual emergieron una gran cantidad de naves capitales semejantes al acorazado terminus en tamaño aunque no en diseño. Detrás de ellos emergieron tres naves de la república de clase Venator. “Almirante Acrus, hemos alcanzado al Agresor, sin embargo el sistema en el que nos encontramos no se registra en los mapas estelares, adicionalmente tenemos registros de una enorme flota dirigiéndose a nuestro encuentro” dijo el primer oficial preocupado, pues frente a ellos aparecía una flota de unas 20 naves de unos 200 metros de largo. Y mas allá lo que parecía ser una estación espacial con forma de reloj de arena de un tamaño absurdo. “Señor, están liberando cazas, aproximadamente hay unos 200, se dirigen directamente al Agressor” La batalla que prosiguió fue corta, y los cruceros de la república se prepararon para lo pero, Acrus no deseaba pelear en condiciones desconocidas, así que ordenó un salto al hipe-espacio del núcleo central de la galaxia en caso de que la situación se deteriorara. Cuando llegaron lo suficientemente cerca como para obtener información visual pudieron ver que los atacantes no eran cazas, sino droides, droides que portaban armas extrañas y aparentemente primitivas, un enorme escudo y un sable de luz como el que empleaban los caballeros jedi, solo que mas grandes. La computadora escaneó cuanto pudo de la estructura y creo una imagen aproximada de masa, y dimensiones. Al parecer se trataba de droides de unos 18 metros de altura. “Envíen señal de negociación estándar galáctica” dijo el almirante mientras se esturaba su lampiña barba que se proyectaba en su mentón, sus ojos grises deseaban saber mas de esta cultura guerrera y de esta arma capaz de inhabilitar a una de las mas feroces armas de guerra del imperio Sith en menos de tres minutos. “¡Estamos rodeados!” gritó el primer oficial cuando se dieron cuenta que habían casi 15 de estos megadroides preparado para el combate, ahora se los podía ver con lo que parecían ser rifles de plasma o iones mientras se protegían con aquellos aparentemente primitivos escudos. Sin embargo pronto recibieron un saludo con un acento gutural marcado del idioma básico galáctico. “Habla el Conde Abrahan Tesalkiu Von Zahabi de la flota libre de Ignas, se encuentran violando espacio de forma no autorizada” después de repetir esto tres veces continuó “en nombre del pueblo libre de Ignas demandamos que se retiren o que desarmen su nave para una inspección y reconocimiento. Acrus se acomodó la gorra de almirante, suspiró profundamente y dijo. “Recuerden que nuestra guerra es con el Imperio Sith, esta gente podría llegar a ser aliados importantes, así que accederemos, abran canales de comunicaciones”.
Ignas Ignas era una colonia espacial con forma de reloj de arena ubicada en un Sol desconocido cerca de de Ilum, el planeta sagrado de los Jedi, aunque claro decir cercano en términos galácticos equivale a hablar de miles de millones de sistemas solares, y eso en las regiones no exploradas equivale a hablar de millones de mundos sin vida inteligente, naciones e imperios propios. Se trataba de un sistema sin nombre, sin planetas rocosos que pudieran albergar vida, pero con una gran cantidad de asteroides de los cuales se podían adquirir recursos. Los habitantes que aquella colonia se denominaban los Hijos del Fuego o firianos. Los firianos se enorgullecen de no necesitar un planeta para vivir bien, y se burlaban del barbarismo de los demás pueblos de la galaxia de los cuales solo recordaban por leyendas de hacia 50 años, para los firianos lo mas importante de su colonia espacial era el hecho de que estaba ideada para generar un cierto confort natural, tratando se simular el ambiente de planetas rocosos ricos en vegetación. Acrus y su destacamento se encontraban completamente fascinados con la tecnología´pia que empleaban en aquella estación espacial, era como si nadie en la galaxia se hubiera molestado en desarrollar las estaciones espaciales para algo mas que matar. Acrus trató de conocer lo mas posible de esta extraña cultura, para su sorpresa no se trataba de una cultura guerrera como los mandalorianos, se trataba mas de una cultura de agricultores regidos por una clase guerrera que al parecer podían tener algunas de las habilidades de los caballeros jedi. Sin embargo lo único que pudo saber era que las unidades de combate individual que se asemejaban a droides de gran tamaño eran en realidad piloteados por miembros de la clase guerrera, se los consideraba como las armas de la libertad o en el idioma básico galáctico “guns of freedom”, nombre que acortaban a Gundam. Con el paso de los días Acrus llegó a una conclusión, esta arma era necesaria para el esfuerzo de guerra de la república, por lo qie ideo un plan para sacar ventaja. Mientras el se ponía como señuelo en medio de los nobles de Ignas, un grupo de sus soldados se infiltraron en la colonia y robaron tres unidades. Las explosiones se desataron y su nave escapó sin el. Cuando uno de los nobles encendió un sable de luz Acrus lo miró a los ojos y dijo “ustedes son sith, tal vez sean una rama diferente, pero son parte de ese mismo cáncer, tarde o temprano ustedes se expandirían con esas armas, se convertirían en un peligro para la galaxia”. Entonces una de las miembros del séquito de Acrus encendió su propio sable de luz, los dos usuarios de la fuerza se batieron en duelo. La chica era una usuaria del djem-so y empleaba la forma v inversa, era buena, pero no lo suficiente. El guerrero de Ignas empleaba la técnica de soressu, cosa que la sorprendió, ningún sith que ella había conocido empleaba un estilo de combate centrado en la defensa. La batalla se alargó y alargó y poco a poco loa chica perdía concentración debido a sus ataques frustrados, hasta que fue atrapada en un agarre de la fuerza, fue desarmada y luego puesta de rodillas. En medio de una enorme plaza se encontraba uno de los nobles firianos con un sable de luz de un intenso color carmesí, frente a el se encontraba una padawan que había viajado con el almirante Acrus, su nombre era Anaden. “Jedi, ¿a caso deseas tanto nuestro poder?” preguntó el guerrero. “Ustedes son Sith y debemos eliminar todo aquello que crea un desequilibrio en la fuerza” repuso ella. “En este lugar no hay esclavitud, la ley impera con justicia y la ley” contestó el guerrero mirando a la padawan a los ojos “¿que tiene nuestro mundo de desequilibrado a tus ojos?”. Anaden bajó la mirada, solo en ese momento el guerrero apagó su sable de luz. “Jamás me convertiré al lado oscuro” dijo ella. “Que extraño” repuso el guerrero “pues si hay alguien que emite ira en este lugar eres tu preciosa, no yo”. Luego con un gesto el guerrero recuperó el sable de luz de Anaden y lo examinó. “Interesante, aunque puede mejorar” luego se la entregó, entonces ella pensó en lo que había sucedido. “¿Tanto deseas nuestras armas?” dijo el guerrero de Ignas “bien, pero espero que no destruya los principios de la orden de los puros, todo santurrones y siempre nenes buenos de los jedi. Tal como lo escuchas preciosa, nuestro fundador dijo que esto sucedería tarde o temprano, una especie de profecía, que si algún día un jedi llegaba solicitando la tecnología de los gundam nosotros deberíamos ofrecerla con humildad o pelear hasta nuestra destrucción, y a diferencia de las profecías de ustedes y los otros, en realidad es una profecía clara que si vamos a cumplir, pero a cambio debes prometer una cosa” “¿Que es?” preguntó la padawan. “La ubicación de este sistema deberá permanecer como un secreto” dijo el guerrero “a cambio les daré tres unidades armadas y los planos del sistema de energía, y algo mas, funciona mejor con alguien que tiene contacto con la fuerza”. La padawan miró a Acrus, y este asintió. “Sin embargo me temo que solo confiamos en ti preciosa” prosiguió el guerrero de ignas “los humanos se quedan”. Anaden quiso negarse, pero Acrus asintió, para el la nueva arma era mas importante que su propia libertad. Anaden fue puesta en la nave y enviada al centro de la galaxia con una tripulación de droides de protocolo, que aunque lentos, al menos eran capaces de controlar la nave lo suficiente como para viajar por el hiper-espacio.
Despertando de un sueño Anaden despertó en medio de una unidad médica, frente a ella se encontraban droides especialistas en el cuidado de sensibles a la fuerza, pero una figura contrastaba con las demás, era un hombre alto y delgado de tez aceitunada, su cabello negro se arremolinaba formado pequeños bucles descontrolados. Estaba vestido con el manto de un caballero jedi, pero no portaba la armadura. “Anaden, ha pasado tiempo desde que nos vimos la última vez” dijo el hombre sin ocultar una enorme sonrisa, su boca era grande así que dejaba ver una enorme y prístina sonrisa, el hombre se acercó a ella y se sentó en la cabecera de su unidad médica “veo que sigues tan seria como siempre, ya verás que mi nuevo chiste si te hace reir” “Quien eres usted mi señor caballero? Como sabe mi nombre?” dijo ella desconcertada, su confusión se vio acentuada cuando observó que la sonrisa del caballero se transformaba en un reflejo de la suya propia. “Parece que ella ha olvidado casi todo lo referente a quien era ella a un nivel personal, sin embargo parece recordar detalles generales, como quienes somos los cabaleros jedi y la naturaleza de la guerra contra el imperio Sith, pero mas allá de eso es una tabla en blanco, de hecho la maestra Andu lo ha corroborado” dijo el caballero Jedi que había hablado con Anaden unas horas antes frente al consejo de los maestros. A su alrededor se encontraban los maestros mas reverenciados de la orden, guerreros de diferentes especies, razas y géneros, estaban allí por haber entrenado a poderosos caballeros jedi y por ser la cumbre de todas las aspiraciones a las que podía llegar un sirviente del lado luminoso, frente a el se encontraba el gran maestro de la orden y líder del consejo Biel Sunrider, un anciano humano de cabello rojo y bastantes pecas, que sin embargo era un experto duelista y un gran estratega. “Square tienes algo mas que decir?” preguntó otro de los maestros del consejo, mientras que el cabalero intentaba elegir sus palabras con sabiduría, sin embargo el gran maestro Sunrider elevó su mentón sonriendo. “Yo te entrené desde que eras un paje antes de enviarte con tu maestro como padawan, y aun cuando hallas aprendido a ocultar tus pensamientos aun puedo leerte niño” luego el rostro del gran maestro se hizo menos duro “se que ella no se convirtió al lado oscuro, sin embargo el hecho de que ella hubiera regresado completamente sola en una nave transportando una nueva y extraña arma, sin memorias de lo que sucedió es extremadamente inquietante”. “¿La pregunta es que haremos ahora?” repuso otro de los miembros del consejo. “Los análisis del arma estarán listos en unos cuantos días estándar, sin embargo su uso se encuentra por fuera de nuestra jurisdicción, será el gran canciller quien decida el uso de la nueva arma, no nosotros” luego el gran maestro miró a Square “mi joven Ojan, tu misión ahora será acompañar a Anaden, primero verifica si ella aun recuerda los caminos de la fuerza, y luego concéntrense en en un entrenamiento de meditación para desbloquear sus recuerdos, posiblemente se trate de una quemadura de la memoria por un evento traumático que ella se autoinflingió para evitar caer en el lado oscuro, por lo que tu compañía podría ayudarla a soportar el trauma de forma segura” “Así lo haré maestro”.
El arma “¡Así que esta cosa es la que está causando todo el alboroto!” dijo un cereano bastante viejo y gordo que observaba aquella máquina enorme con algo de ironía, para él no se trataba de algo impresionante, viendo más utilidad en la fabricación de los S-100 Stinger para la defensa de las grandes naves capitales de la flota de la República “para mí no es más que un droide inútil” “Gran Canciller Modretes es verdad que eso pensamos al inicio, sin embargo nos hemos dado cuenta de muchas propiedades extrañas” contestó el jefe de ingenieros, un zabrak de ojos de fuego llamado Linke Goster. “¿A qué se refiere señor ingeniero?” “Es difícil de explicar” repuso el ingeniero mientras seguía leyendo la información a través de un generador holográfico, las imágenes desplegadas allí no eran planos de una nave, sino algunas de las pocas imágenes que la república poseía de un jedi en batalla deteniendo disparos de blaster con las manos desnudas “¿conoce de una extraña habilidad empleada por los maestros jedi llamada tutaminus?” El gran canciller pensó un momento mientras se acariciaba su larga barba de chivo hasta que la expresión se le vino a su enorme cerebro palpitante. “¿No es esa que les permite detener los disparos de un blaster con las manos desnudas?” “Si” repuso el ingeniero “según los datos del simulador, esta cosa puede generar un campo de fuerza semejante al tutaminus contra los disparos de blaster pesados, equipado con el escudo puede resistir los cañones de iones y armamento pesado de una nave, están prácticamente blindados al armamento a distancia, especialmente desde el frente. Pero eso no es todo, al parecer el motor que mueve a esas cosas responde a los midiclorianos de todos los seres vivos, por lo que en la práctica un soldado podría experimentar capacidades semejantes a las de alguien sensible a la fuerza” “¿Un droide con los poderes de un jedi?” preguntó uno de los senadores que acompañaba al Gran Canciller, un twilek de piel azul y mucho más gordo llamado Saka. “No es un droide” repuso Linke “es un traje semejante a un caza estelar, según los datos que recopilamos de la base de datos de la nave que lo trajo, y el asunto relevante es que las capacidades especiales solo serían activadas si hay alguien sensible a la fuerza en la cabina”. “Así que aparentemente deberemos confiar una vez más en los Jedi” dijo el Gran Canciller pensativo, aunque no preocupado, mientras que Saka le susurraba al oído “con esto los jedi acumularán más poder, debemos pensar en una alternativa” Sin embargo Modretes dio un paso adelante mientras observaba la cámara principal de aquella máquina con forma humanoide. “Contacten al alto consejo Jedi, y humildemente soliciten una audiencia con todos ellos aquí en este hangar lo más rápido posible, pues el futuro de toda la galaxia podría resolverse con el uso de este nuevo sistema de armamento”. Ante estas palabras Saka se enfureció, pero solo lo expresó apretando su puño y rechinando sus dientes, el no confiaba en absoluto en los jedi, pues consideraba que la guerra que estaba asolando la galaxia no era más que un conflicto religioso que se estaba llevado por delante las libertades que defendía la República.
Mobile Suit Año 998 de la república. “Corona, la ciudad capital de Correllia” dijo Ojan a Anaden, había pasado más de un año desde que ella despertara de aquel extraño sueño, y aunque sus memorias de aquel evento no habían regresado, si lo habían hecho todas su habilidades de la fuerza, así como algunas de sus memorias de la infancia junto a Ojan, por lo que los dos habían fortalecido su lazo. El concejo jedi había decidido entonces ponerlos a los dos a realizar algunas misiones sencillas alejadas del frente, con la esperanza de que la actividad alimentara más la memoria de la padawan, además de que por su misma, ella ya empezaba a ser merecedora de la prueba para ser un caballero. La guerra se había enfriado desde entonces, y ahora solo eran escaramuzas fronterizas de ataque y retirada, nada verdaderamente serio, lo cual inquietaba a algunos militares. “Luces muy emocionado Ojan” dijo Anaden sonriendo “tu alegría va en contra del código, ¿y sabes que mas va contra el código? Tu patética excusa de avería para parar aquí mas de lo necesario, ya escoltamos al senador”. “Pareces mi maestro” contestó Ojan relajado mientras observaba por la ventana a la bulliciosa ciudad de Corona mientras el silencio se apoderaba de la habitación, se encontraban esperando un transporte VIP al centro de la ciudad, Ojan esperaba ver algo verdaderamente interesante, aunque aparentemente no lo había consultado con el consejo… aún. “¿Brudoel Cas se encuentra aquí?” dijo ella como si el nombre se le viniera a la memoria de improviso, se refería a un caballero jedi que se especializaba en pruebas de prototipos para cazas estelares, era bastante popular con las mujeres, aun incluso con las jedi por su actitud enfocada y su devoción a la orden de los jedi. Desde su regreso ella no lo había visto y Ojan no lo había mencionado, por lo que su recuerdo parecía ser una buena señal, aunque no le agradara mucho a Ojan. “Si” contestó Ojan algo molesto “el es el piloto de pruebas para un arma nueva bastante importante, de hecho nosotros estamos aquí para evaluar su desempeño”. “Pensé que solo se trataba de escolar al senador Kris de Alderan y retirarnos inmediatamente a Curuscant” dijo ella un poco exasperada. En ese momento Ojan puso una cara pálida “consideralo un presentimiento de la fuerza, puedo sentir el lado oscuro en este lugar, en dos horas hablaré con el maestro Sunrider, pues me dicen que de momento hay un extraño fenómeno atmosférico que ha distorsionado las comunicaciones con Curuscant”. En ese momento un droide de protocolo les indicó que el transporte había llegado. Un ingeniero Etti llamado Seyiars Etres se encontraba al lado de uno de los generales de la república, el respetadísimo Casamar Ruusan evaluando el desempeño de lo que parecía ser un droide de combate de proporciones descomunales, tenía aproximadamente 18 metros galácticos desde los pies hasta la cresta, y se encontraba armado con un blaster pesado y un escudo como el de algunas tribus primitivas que pululaban en la galaxia. Se encontraba combatiendo contra un grupo de cazas estelares clase Liberator piloteados por droides de combate modificados para tener una interfase cognitiva mucho mas alta. “Prototipo de mobile suit de producción en masa CEC-15a Gloster” decía el ingeniero mientras que las naves, algo mas rápidas en la atmósfera debido a su diseño mas aerodinámico rodeaban a la máquina. “Aun me parece un chiste, ¿que puede hacer un piloto al interior de un droide tan grande?” dijo el General Rusan. En ese momento los cazas lanzaron una andanada de ataques, láseres, disparos de blasters y torpedos de protones, pero los láser fueron reflejados, mientras que los blasters y torpedos de protones explotaron a una distancia prudente del Gloster, de hecho la onda explosiva ni siquiera pareció cambiarlo de rumbo, en ese momento el Gloster apuntó su rifle de plasma y lanzó un par de disparos, derribando a uno de los cazas en el aire. “No es un droide” dijo Etres quitando su atención del generador de hologramas “es un mobile suit, tecnología verdaderamente nueva para una galaxia científicamente aburrida”. Luego le mostró al general las especificaciones. “Esta cosa posee dos tipos de defensa que hemos desarrollado a partir de la unidad recuperada del espacio profundo por parte de los jedi. Una armadura que desplaza la fase mecánica del universo a unos pocos milímetros de la cubierta de la armadura, lo cual disminuye el efecto de ataques mecánicos como los proyectiles y las esquirlas, y un generador de campo de LA FUERZA que es reforzado por el dispositivo que se asemeja a un escudo de combate en su manipulador izquierdo, imita la habilidad tutaminus de los jedi, por lo que absorbe y dispersa parcialmente ataques de alta energía como el plasma” dijo el ingeniero “sin embargo la propiedad mas importante es que la combinación de la armadura de desplazamiento de fase y el campo de imitación de tutaminus le permite a estas unidades atravesar con cierta facilidad los escudos de energía de las naves y las fortalezas”. Cuando el general Rusan escuchó eso sus ojos se abrieron como platos. Un hombre de piel canela y ojos negros observaba el inmenso complejo de la Corporación de Ingenieros de Correllia, y si alguien hubiera visto sus ojos, hubiera pensado por un momento que se tornaban dorados con tonos rojizos mientras sonreía “espero un buen reto” dijo mientras acariciaba su blaster, en medio de las personas que caminaban en la calle hubiera parecido un piloto correlliano mas, con pantalones ajustados, botas altas, una camiseta blanca sin lavar, un chaleco viejo manchado de aceite y un blaster enfundado en un cinturón de cuero.
Duelo a la sombra de un arma El operario correliano encontró rara la orden de transporte, y mas por lo que se suponía que venía en el interior, se trataba de una nueva versión de cristales kyber sintetizados en una luna de un planeta de un sistema cercano, pero no decía el nombre de la luna, aunque si había una órden de embarque relacionada con el nuevo proyecto de armamento. “Creí que estas cosas eran asunto de los jedi” dijo el encargado del importe rascándose la cabeza, se veía notoriamente asustado, como si temiera que sus pensamientos pudieran ser leidos por otra persona sin que nadie lo supiera. “Que pasa, ¿le tienes miedo a unos bonachones en bata café?” contestó el encargado de transportar la carga, un hombre alto de un metro ochenta, de piel canela y ojos oscuros, detrás de el se encontraban varios hombres que rieron al unísono. “Rian lo que quieran, no han visto a un jedi pelear? Yo vi como uno cortaba a la mitad a un mandaloriano hace 5 años en Bespin que se suponía era el líder del bajo mundo, el jedi se abrió paso bajo una lluvia de blasters cortando brazos, piernas y cabezas como si fueran pasto, créanme cuando les digo que no hay mejores guerreros que ellos” dijo el hombre temblando de miedo. “Es extraño” dijo el hombre “jamás hubiera pensado que le temieran a los bonachones, sin embargo nunca has visto un sith, ¿no es así?” Dicho esto el hombre desenfundó su blaster a gran velocidad y le propinó un disparo directo en la cabeza. El plasma ardiente desfiguró el rostro del operario, pero lo que verdaderamente lo mató fue el impacto contra su cráneo. En ese momento todos los hombres comenzaron a moverse interviniendo el sistema de computadoras de las instalaciones. “Sean rápidos” dijo el hombre que lideraba a la tropa mientras enfundaba su arma. “Lakur, espero que no hallas tomado tan mal sus comentarios” dijo el lider a uno de los mercenarios que estaba poniéndose una armadura y un casco mandaloriano. “Gajes del oficio señor” contestó Lakur el mandaloriano mientras este comenzaba a elevarse con su propulsor por uno de los conducto de iluminación del complejo. “Hemos ubicado el arma señor” dijo uno de los mercenarios “todo está listo, pero hay un problema” “¿Cual seria?” preguntó el líder. “Hay un hombre que parece ser un jedi meditando frente al arma” “Solo esos bastardos hipócritas rezarían por la paz en frente de un arma de muerte” repuso el hombre. “Que hacemos señor?” “Yo me encargo del jedi” Cuando las puertas se abrieron y un presentimiento en la fuerza rompieron la profunda meditación de Brudoel Cas. “¿Quien eres?” preguntó Brudoel. “Solo soy un viajero y un soldado” contestó un hombre alto vestido como un piloto correlliano que sin mas palabras sacó su blaster y disparó, pero en este caso el plasma fue reflectado por la ignición del sable de luz de Brudoel, mas disparos fueron lanzados, pero todos fueron deflectados sin esfuerzo aparente. “Brillante” dijo el hombre quien con un movimiento cambió la configuración del blaster, transformándolo en un sable de luz con una cuchilla de plasma roja. Brudoel procedió a quitarse el manto. “Mi nombre es Brudoel Cas caballero Jedi” “Llamame Lauder” contestó el guerrero oscuro con un tono mas despreocupado, y algo fastidiado de la serena y seria convicción del jedi. Dicho esto ambos chocaron sus sables de luz en un duelo, su velocidad era tan alta que sería difícil para un humano normal seguirla. El choque de habilidades avanzó por unos minutos, Brudoel y Lauder empleaban estilos ofensivos, Bruodoel era excelente en el ataru que se caracterizaba por movimientos acrobáticos y ofensivos, mientras que Lauder parecía carecer de consistencia, inicialmente empleando un estilo ofensivo y salvaje como el jujo influido por el lado oscuro y en otros se replegaba con movimientos defensivos como el soressu, y manteniéndose así. “Que pasa bebe bonachon” dijo Lauder pasando a una posición de shien inverso y lanzando un golpe de fuerza que fue repelido por parte de Brudoel “¿Intentas parecerte a un Sith con un estulo ofensivo?” Entonces Lauder atacó con toda la ira de la fuerza, tanto que sus ojos se tornaron dorados, tanto que su presencia en la fuerza resonó en todas partes. El ataque puso a Brudoel a la defensiva, a penas si podía mantener el paso de combinaciones anormales de series de diferentes estilos ofensivos, se encontraba enfrentando a un genio de la esgrima ofensiva y defensiva, su falta de consistencia era una mera apariencia. Lauder sintió como la concentración en la fuerza de Brudoel disminuía a medida que veía que su habilidad era inferior y de pronto en un movimiento que parecía un giro defensivo el sable de luz de Lauder se transformó nuevamente en un blaster, y el disparo en esta ocasión no pudo ser anticipado por la visión al futuro de Brudoel. El impacto en su pecho aplastó sus órganos internos mientras, mientras que si piel quedaba carbonizada o hecha un muñón de sangre asada por el calor del plasma. “No era tan bueno” dijo Lauder para si mismo mientras que sus ojos se posaban en la cámara principal de aquella figura humanoide que representaba la nueva arma de la república.
