Escuchar una canción que me remite a los años más maravillosos de mi infancia. Pasar delante de la casa donde crecí, donde viví desde que naciera hasta los cinco años. Y darme cuenta, con dolor, que esa realidad ya no me pertenece, sentir esa sensación de melancolía en todo el cuerpo. Caminar durante la noche estival, ver las luciérnagas con sus luces intermitentes entre la maleza, un espectáculo natural que casi había olvidado por completo. Imágenes reflexivas que poseen el rostro de una conclusión poética. El tiempo se va, y no vuelve. Cada recuerdo es como una carta de despedida, el obituario de las horas y los momentos que hemos vivido alguna vez; cuando éramos felices sin saberlo. Y, sin saberlo ahora también, nos encaminamos hacia el recuerdo final: nuestro legado.
Coincidencia de la vida, en el año nuevo pude notarlas, y fue como ver la magia en medio de la nostalgia, despidiendo todo el año pasado para decir "hola" a un año nuevo. Mucha razón, a veces los recuerdos que se hace y vive son como despedidas, aunque no las despedidas normales, sino las despedidas de lo que fuimos, para volver a renacer y mejorar, ya que no por toda la vida seremos lo que fuimos. Mas no es un Adiós agrio, si son de despedida con sabor a nostalgia, de esas que te sacan sonrisas aunque estes triste. Te hace bien el viaje constante, estas mas reflexivo, pero, una sola cosa diré: "No hay mal que por bien no venga." Quizas esos recuerdos de la despedida fueron lo máximo, quizas ahora se quiera dejar para crecer, pero no para sentirse viejo, sino para encontrar la plenitud en cada recuerdo que venga como viento a acariciar tus mejillas, quizás hubo malos recuerdos entre ellos, pero gracias a eso, eres lo que sos hoy en día. Gracias a tus escritos y tu amistad, escritor encapuchado, he crecido, te ha agradezco por cada escrito lleno de reflexión, misterios y lecciones nos ofreces cada vez que el boomerang logra estirarte con su cuerda hasta estos rumbos. Muy buen escrito. ¡Salud y mucha lokura!~
Un escrito corto pero muy reflexivo. También pude sentir melancolía tras leerlo porque es cierto, el tiempo va pasando al igual que uno y éste no se detiene. Y como el tiempo se va y no volverá, debemos de aprovecharlo bien y vivir de la mejor forma posible.
¿Quieres saber la verdad? Esto lo escribí luego de caminar durante dos horas por Luque, al anochecer. ;)!! Muchas gracias por tus palabras. Se siente muy bien que hayas comprendido lo que traté de conceptualizar en esas líneas. Un saludo.