Microrrelato Soledad

Siempre tan solo él se retuerce como gusano, siempre tan solitario él piensa que la vida es una bolsa de basura, siempre tan ordinario él piensa que merece morir. Siempre tan solo él piensa en acabar todo, aterrorizado de lo que se convierte, teme mirarse al espejo, piensa que no hay consuelo en el duelo que pasa. Fuera de su mente todos lo miran horrorizados.

Siempre tan solo él piensa en dejar de respirar, siempre tan desilusionado. Cruza sus brazos y se enoja con la noche, piensa en morir por décima cuarta vez. Siempre tan solo, se desliza en su miseria, siempre tan solo él devora su propia alma, aterrorizado de lo que puede dejar ver.

Siempre tan solo él piensa en morir.

Nunca pensó que hasta este punto llegaría, siempre tan solo. Los gritos, la sangre, la suciedad, y él mismo de Minnesota, las risas, los clavos y aquel cuchillo. Él caminó con seguridad en su cueva, la suciedad no le importaba porque ya tenía lo que quería, el pobre tipo tan solo cómo siempre, aterrorizado de lo que podría encontrar al final.

Siempre tan solo, acercándose al hilo de cordura, el cuchillo, su dignidad tirada y apunto de
desvanecerse en la oscuridad. Siempre tan solo, él piensa que ángeles guardianes no hay,
siempre tan aterrorizado de lo que puede encontrar, se pierde en sí mismo.

Siempre tan solo odiando a Dios.

Disparado por extraños, el pobre tipo se pregunta qué más puede pasar, ¿destruido por sus
propios miedos? Él piensa que no puede ser peor. Siempre solo, cruza la avenida con la remera manchada de sangre, los transeúntes no le prestan atención, no ven sus ojos muertos ni sus muñecas goteando. Siempre tan solo por la vida, él necesita esperanza.

Aterrorizado de que alguien se acerque, en un idiota se convierte. Malas palabras, actitud
decaída, pronto empiezan a pensar que substancias comienza a consumir. Pobre tipo, si tan
solo supiera que necesita salir de un hoyo, no ser empujado.

Sangre, suciedad, cerveza y un poco de oxicodona, siempre tan solo, el pasa aquellos vidrios
por su muñeca, aterrorizado de seguir vivo, da su último suspiro y muere tan solo cómo él sabe estarlo.

Siempre tan solo, aterrorizado del mundo, por fin se va.