One-shot de Naruto - Soleado

Soleado.

A pesar de que ya había regresado a la aldea el entrenamiento siempre sería lo más importante para él. No había más, para ello vivía; era y seguiría siendo el más fuerte de Konoha.

Sin embargo, el entrenamiento diurno de aquél día había culminado forzosamente en un desenfrenado y catastrófico accidente… Ahora se encontraba con el brazo izquierdo ensangrentado, hipersensible y levemente hinchado, claramente ataviado con incontables granos de tierra y muy diminutas e insalubres rocas.

Había acumulado chakra de más en su chidori y por ende perdió el control, su puño se estamparía contra una de las montañas causándole fracturas en el brazo y en los nudillos; por lo tanto, decidió amortiguar el golpe con el otro brazo y así fue como terminó.

Aunque su rostro suscitase amargura en el interior se sentía colapsar del dolor. Ahora su meta era llegar a la aldea Uchiha y atender sus heridas en cuanto antes. Se adentró a Konoha y caminó en mínima velocidad a lo largo de una soleada, ancha, alargada y desierta calle.

Ahora el camino parecía haberse prorrogado más de lo normal. Era una hipótesis falaz de la cual Sasuke no era omnisciente. El sendero no había crecido ni en lo más mínimo, sino que su mente le torturaba en esos instantes.

Uchiha por fin llegó a la esquina de un edificio, se recargó en ella y jadeó moribundo para así aglutinar las casi nulas y opacadas “energías” que le quedaban. Sonrió arrogante y cabizbajo para acto seguido erguirse y sostenerse a duras penas de pie. Sus piernas titilaron y su cuerpo se tambaleó. Ignoró todo ello, dobló la esquina a la derecha y chocó con un esbelto cuerpo, el cual fue a dar con el áspero suelo.

—¡Fíjate por dónde caminas!—vociferó Sasuke acompañado de un colosal mohín de dolor, puesto que el reciente choque le provocó un dolor hasta la médula espinal.

—P-perdón—se escuchó decir de una aguda vocecita, proveniente de la persona con la que había chocado.

Sasuke agachó levemente la cabeza y su abismal mirada se topó con una jovencita cuyas orbes eran irrefutablemente opuestas a las de él.

—Una Hyuuga—llegó a su mente instantáneamente mientras le miraba entretenido.

—¡Sa-Sasuke-Kun!—exclamó apanicada al ver el estado insalubre de su compañero—.¡Ne-necesitas ser curado!—Uchiha se recargó nuevamente en la construcción y jadeó crítico.
Hinata, quien acarreaba en esos instantes varios equipajes tomó uno de ellos y corrió el cierre dejando así asomarse varios ungüentos y vendajes.

—No—susurró a duras penas—.La aldea ya está cerca—mintió.

Hinata sintió sus estómago revolver ante la situación, comprimió sus rosados labios trémulos y trató de apaciguar su carcomente ansiedad.

—Si no se cura en cuanto antes, la herida se infectará—afirmó palidecida, a lo que él sacó a flote un gutural y penetrante alarido—.Vamos, debajo de aquél árbol para curarte—el varón no dijo nada, sólo dejó de apoyarse en el gélido muro, caminó cojo, lento y encorvado en dirección a la flora ya antes mencionada.

Una vez ahí Sasuke se dejó caer y se resguardó jadeante bajo la amplia sombra del árbol. Hinata por su parte, tomó los ungüentos y medicamentos necesarios para después arrodillarse a lado del joven.

Uchiha descubrió su torso con ayuda de Hinata y la curación dio inicio en cuanto antes. Todo había sido rápido, pero doloroso. Ahora se sentía mejor, no obstante seguía extenuado…

—Gracias—pronunció seco mientras cubría nuevamente su torso a lo que ella asintió con timidez.

—¿Quieres comer?—cuestionó con los pómulos teñidos rosa pálido debido a que el hambre le había alcanzado de improviso.

Sasuke asintió esbozando una tenue sonrisa de casi nula prepotencia. Hinata sacó de su equipaje dos almuerzos y le dio el más grande y pesado a su compañero.

Sasuke le acogió y comenzó a desenvolverlo de manera grata. Después de ello se dio inicio a una febril conversación, una que se alternaba con silencios cómodos y bocados de comida.

Después de almorzar la joven de cabellos alargados, sedosos y azulinos empacó todo y se despidió. Sasuke, quien le miraba alejarse con movimientos gráciles, sentado en él húmedo pasto le miró con una solitaria sonrisa.

¿Quién era ella? Recordó a la Genin de cabello corto que no veía desde hace años. ¿Sería ella? El ver su cabello mientras le curaba le recordó a Mikoto, incluso quiso acariciarlo y cautivarse más con su fino perfume.

Ahora que lo pensaba, era la primera vez que almorzaba con una fémina en absoluta comodidad. Ella… No había mostrado interés en él, cosa que captó su atención.

Miró al cielo y estaba soleado, demasiado para su gusto.

—Hinata… Hyuuga—susurró—.Qué coincidencia—sonrió.

Le miró alejarse y quiso que le acompañase más tiempo. Sasuke Uchiha consideró inconsciente al recién encuentro como una primer cita…

N/A: Sasuke dice "Qué coincidencia" porque el día es soleado y de alguna manera Hyuuga asi se traduce.