Snack Falcon

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Se trata de la pequeña tienda de conveniencia del pueblo desde que hace años el Food Donkey cerró. Aquí se encuentras alimentos básicos, como latas de conserva, algunos granos, bebidas y, claramente, snacks. Para comprar carnes se debe ir por fuerza al Ham Panther.

El Snack Falcon es atendido por una chica joven, nieta de la centenaria Mrs. Crangler que falleció el año pasado. A veces dicen que deja su puesto a media jornada, pero realmente nadie le importa demasiado.

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Contenido oculto: Objetos disponibles.

• 
  
  
  • Bocadillos de maíz con queso ($1,25)
  • Refresco ($2)
  • Paquete de baterías ($3,75).
  • Vela ($1)
  • Encendedor ($1)
  • Desodorante ambiental en spray ($7,45)

 

Brooklyn Lester

Entré a la tienda con un poco de miedo, asomando solo la cabeza para mirar a mi alrededor. Finalmente, acabé por armarme del suficiente valor para entrar por completo, encontrándome la tienda igual que siempre.

Di un paso breve por el lugar, observando las cosas que vendían, hasta que al final me dirigí hacia el mostrador.

—¿Hola?

 

Al escuchar tu voz, una gata blanca y gris sale de debajo del mostrador, parece un poco más joven que tú, tiene unos preciosos ojos verde limón. Come un paquete de bocadillos de maíz con queso, que muy seguramente no pagó. Sobre su blusa tiene una etiqueta con su nombre: Luna Crangler.

—Oh, ¡hola! —saluda animosa, mientras se limpia la pata en una servilleta sobre el mostrador—. ¿Qué te ofrezco?

Opciones para Brooklyn:

• Preguntarle sobre Kira Hackett.

Contenido oculto

Actualicé el primer post con la lista de objetos disponibles pero por ahora Brook no tiene dinero, así que F, por eso tienes solo una opción.

 

William Baxter

Entré con calma, escuchando la clásica campana colgada en el techo, antes de ver a dos personas presentes y deteniéndome un momento... No parecía que llevaran mucho charlando, creo... Esta visitante... Es mi vecina de hecho... ¿Brooklyn Lester era?

—Oh... Disculpen, no quería interrumpir. ¡Buenos días!—. Exclamé con ánimos, mientras me dispuse a mirar los mostradores... ¿Comparía algo? Ni idea... Igual iba a esperar a que terminaran de atender a mi vecina.

 

Brooklyn Lester

Di un pequeño respingo cuando la pequeña gata blanca salió de detrás del mostrador. ¡No me esperaba eso! Necesité un par de segundo para intentar recuperar el aliento, pero cuando lo hice, le dirigí una sonrisa amable a la chica.

—Hola... ¿Luna? —dije tras ver como su nombre estaba en una pequeña etiqueta sobre su camiseta—. Hey, hace mucho que no vengo aquí y acabo de leer una noticia sobre la desaparición de Kira cerca de aquí... me preguntaba si tú sabía algo, ¿quizás?

Intenté sonar lo menos curiosa posible, pero lo cierto es que no podía evitar estarlo.

Mientras esperaba una respuesta, otro chico entró, al que saludé con una leve sonrisa y un movimiento de mano. Aquel joven... juraría haberlo visto por el barrio. Sí, debía ser un vecino... ¿William se llamaba?

 

—Eres la hija de los Lester, ¿no? —pregunta al reconocer al Brooklyn—. Te fuiste para estudiar, qué envidia.

La chica no parece haberse dado cuenta del mohín que está haciendo, pero pronto su atención se dirige a William. Distraída y con poco filtro, eso resumía bastante a la chica Crangler.

>>¡Bienvenido! —le dice igual que animosa que cuando Brooklyn entró—. ¿Necesitas algo?

Luego regresa la vista hacia Brook, se lleva la pata izquierda a la cara, pensativa y con la derecha se lleva otro bocadillo a la boca.

—¿La vecina? —Atina a preguntar, pues ella también vive en Chestnut Street, aunque pasa más tiempo en casa de una de su tía, en el centro—. Yo fui la última que la vio, sí, pasó justo frente al local y... no sé qué pasó después. No me molesté en ponerle mucha atención, no parecía nada raro, al día siguiente fue que sus padres pasaron por todo el pueblo preguntando por ella y finalmente llegaron aquí. Algunos piensan que quizás se perdió en el bosque, pero vamos, todos aquí conocemos bastante bien el bosque, al menos los árboles que nos rodean y no creo que esa chiquilla se internara más allá sola.

Opciones para Brooklyn:

• Intentar indagar más, quizás sobre si antes de eso había visto algo fuera de lo normal en el pueblo.

Opciones para William:

• Comprar algo.
• Entrar a la conversación e intentar indagar más, quizás sobre si antes de eso había visto algo fuera de lo normal en el pueblo.

 

William Baxter

Escuché con atención la discusión pese que miraba los distintos productos de la tienda, no la culpaba. Seguramente salió de su rango de visión antes de que pudiera ver acción alguna. Si en verdad fue secuestrada. El que lo hizo actuó cuando Kira se alejó lo suficiente, no se arriesgaría a asaltar en medio de un local.

—¿A cuanto están estas frituras?—. Pregunté con calma mientras pensaba en una duda que fuese lo suficientemente útil...

—¿La calle estaba desierta cuando eso pasó? ¿O llegaste a ver gente cuando la viste? Creo que eso seria útil si en verdad se pudiera sospechar de alguien y tenerle cuidado, inclusive alguien parado en el otro la de la calle—. Pregunté con calma.

 

—¿Esas? —La chica se fija en su propio paquete de bocadillos antes de decirle el precio—. Están a $1,25.

En cuanto Luna escucha tu siguiente pregunta, sus orejas se agitan un poco, alerta.

>>Creo que no, como te digo. Nada parecía realmente fuera de lo normal ese día, si había alguien... no era nadie diferente. Supongo que habría gente saliendo del Click Clack, pero Kira parece haberse esfumado siquiera antes de llegar allí.

La gata guarda silencio, en espera de si William preguntaba el precio de la frituras por pura distracción o si realmente las quiere.

 

William Baxter

La escuché atento, asentí y saque mi billetera para pagarle las frituras. ¿Era yo o me veía un poco extraño? Bueno... Daba igual.

—De acuerdo, simple curiosidad después de todo... ¿A que hora la vio?—. Dije mientras veía la bolsa y la puse en mi mano izquierda.

Sin en cambio... Abruptamente alguien llegó literalmente de la nada haciendo preguntas extrañas, inclusive sacando una credencial de FBI... Espera. ¿Las letras habían sido escritas con un bolígrafo? Creo que lo mostró convenientemente rápido.
Aunque ver el resto de la escena era obvio que no era detective... Aunque me sonaba su nombre... "Montana". Creo que he oído que esta loco, dios. Esto se torna incómodo para mi...

Me rasco nervioso, ¿y si trama algo? Esa noche del asalto el sujeto estaba loco, no es el mismo, claro está... Pero las memorias me atormentan.

¿Porque tuve que hacer una pregunta mas?

—Los... Esquimales sobreviven porque con el equipaje adecuado y... Con la suficiente inteligencia y cuidado para inclusive andar en zonas clave, es como... Sin problemas uno... Viaja por esos inhóspitos... Sitos...—. Intenté no mostrar nerviosismo y obviamente estaba fracasando terriblemente en el intento...

—El cielo... Es azúl por la capa de ozono... ¿Que porqué respondo eso? Porque hay... Más respuestas a esas cosas que a lo de la niña...
>>Solo saben que se vio aquí y... La señorita aquí presente dice no haber visto nada raro... Solo que la vio pasar enfrente y una vez salió de su radio de visión... Desapareció—. Dije, tratando de mantener la compostura.

Dios, si algo me incomoda en el mundo es ver a alguien así, no me importa que se acerquen a mi precipitadamente. Pero esto me ponía muy tenso... " Peligro Montana" ahora recuerdo...

 

Luna Crangler toma el dinero de William y mientras lo está colocando el la caja, sus orejas se aplastan hacia atrás al escuchar entrar a Peligro.

—Mierda, aquí vamos de nuevo —murmura para sí misma.

El intercambio entre Baxter y Montana la hace soltar un pesado suspiro, mientras saca un bate de debajo del mostrador y se lo pasa sobre los hombros.

>>Vale, Montana, si no paras el carro para dejar a la gente hablar voy a tener que echar a alguien de aquí y no van a ser ellos. —Definitivamente no todos en el pueblo tienen la paciencia para lidiar con el loco de turno y Crangler es una de ellos—. La chica Hackett no fue vista más allá de este punto, lo que sea que haya pasado con ella, fue entre este local, el abandonado Food Donkey y, finalmente, el bosque. Ya sabes, chico, tu casa. Así que si de alguien tuviéramos que sospechar sería de ti, metido en una de las condenadas bocas de la mina haciendo vete tú a saber qué.

Antes de continuar, le dirige una mirada a William, como si no estuviese segura de si decir la única otra cosa que sabía, pero bueno al menos uno de ellos le había comprado algo, por mínimo que fuese. En algunos días el Snack Falcon no vendía pero ni un refresco.

—Corren rumores, saben, extraños. Un grupo de chicos descubrió algo hace años, cuando desapareció el chico Hartley, o eso creen algunos... Todos viven fuera ahora, pero algunos de sus amigos siguen en el pueblo, quizás puedan decirles algo. Uno de ellos vive en el bosque, ¿cómo se llamaba? Jeremy, creo que le llaman Germ, la otra es esa chiquilla rara, Lori Meyers, debe tener la edad de... creo que tiene tu edad, Brooklyn. Lori pasa tiempo en el subterráneo.

Parece que realmente la chica Crangler no tiene más que decirles.

 

Brooklyn Lester

Asentí con la cabeza levemente, sonriendo con amabilidad al escuchar su primera pregunta. Entendía muy bien ese sentimiento, ese deseo de irse del pueblo por mucho que uno quisiese su hogar.

Escuché después con atención sus palabras, y también escuché la conversación que mantuvo con el chico, asintiendo de vez en cuando ante sus palabras. Y en ese momento, irrumpiendo la tranquilidad... Montana.

Oh, lo conocía. Todo el mundo lo conocía en el pueblo, mis padres me habían hablado de él en alguna ocasión, incluso. No pude evitar la expresión de escepticismo al seguirlo con la mirada, sobre todo en el momento en el que se dirigió a mí... momento en el que por supuesto perdí la sonrisa.

—Gracias por todo, Luna —dije al final, hacia la gata—. Y esos bocadillos tienen buena pinta, veré si traigo algo de dinero la próxima vez —añadí con un guió de ojo.

Me alejé así del mostrador, dirigiendo otro vistazo a los chicos que había ahí.

>>Un gusto verte de nuevo, William —le dediqué otra sonrisa al joven antes de mirar a Montana, algo más seria—. Yo volví anoche al pueblo, así que eso, entre muchas otras cosas, hace imposible que sus suposiciones sean ciertas. Saludos.

Eso último lo dije con una inclinación leve de cabeza, a modo de despedida, antes de darme la vuelta y salir del lugar con las manos en los bolsillos de mi gabardina.

 

William Baxter

"No te pases de listo conmigo, muchacho. Eres mi segundo sospechoso de la lista."

Dios dame paciencia... Este sujeto definitivamente podría darme un golpe o peor si se atrevía... Si fuese armado, no me sorprendería.
Terminé de escucharlo, era obvio que hablaba entre sarcasmo y realismo... ¿Envidia? Era viable...

Poco después me empecé a asustar en ver la pequeña acción, inclusive incliné mis orejas hacia atrás, preocupado. Los traumas regresaban...
Aunque suspiré aliviado al recibir una respuesta clave... ¿Debería indagar más?

—Ya estoy en esto... Después de todo—. Me murmuré, rezando que Montana no me escuchase, en realidad ni me percaté que pensé en voz alta...
Después de todo, si no me involucro este sujeto seguramente me va a tener el ojo encima... Hijo de puta, lo admito, me ha involucrado de una manera tan indirecta en esto...

Luego ver a i vecina retirarse, hizo que sonriera ligeramente, asentí y antes de poder decir nada, Montana estaba hablando de nuevo... Vaya, menuda agresividad... Pero, santo cielo... ¡¡Si a esa niña la conocía de vista!! Pero explícale esto a un loco...

—¡¿Acompañarte?! Santo cielo... ¿Si quiera así podrás quitarme esos ojos locos de encima? De detective no tienes nada... Aunque puedo admitir que intuyes cosas... Tal vez demasiado rebuscadas, pero. Intuición al fin y al cabo—. Me crucé de de brazos, ¡¿Qué estoy haciendo?! Esto es nuevo en mí, supongo que parte de la adrenalina por haber descubierto algo yo mismo y que bien o mal puedo ser la parte calmada cosa totalmente contraria a Montana... Sonaba bien, digo. Nunca sabes que clase de loco puede cruzarse.

Así que bufé, con obvio asco. Pero extendí mi mano aunque después lo retiré de inmediato.

—Solo... Por favor, dejame intentar hablar con la gente antes que tú. Los vas a asustar, Montana—. Dije sudoroso, aunque hice lo posible por mantener la postura.

En serio... ¿Porqué tuve que hacer una pregunta mas? Supongo puedo presumir que conseguí algo del caso.

 

William Baxter

Lo miré y escuché en silencio, aunque si bien se denotaba que era un asesino en potencia (O si no es que ya lo era) me acerqué a la cajera y le susurré:
—Si de la noche a la mañana ya no hay rastro de mí... Vayan por él, ya tienen al asesino de Kira—. Dije con firmeza, antes de escuchar lo último, eso de alguna forma me hizo reír, acercándome a él...

—"Socio..." Si fuese marica en verdad, ¿crees que me juntaría contigo en este caso? Sí, puede que aparente ser alguien sensible pero es porque no quiero problemas con nadie. Es respetable que apliques "los callados son los más peligrosos" pero en este caso te aseguro que no será así. ¿Quieres ponerme a prueba? Adelante, vamos al bosque entonces. Al fin y al cabo... Si desaparezco bajo tu tutela... ¿A quién crees que buscaran, batman?—. Pregunté con seguridad, era al menos mi seguro de vida contra este loco... o al menos eso esperaba.

>>Y no, no estuve en el ejército, aunque si tuve una vida algo ajetreada de pequeño, pero eso no es importante. Si dices conocer el bosque, anda, vamos. Yo te seguiré entonces, será divertido...—. Dije con calma, en serio... Esto era nuevo en mí, aunque seguramente entrando al bosque empezaría a rebajarme, pero bueno. Si él en verdad era el asesino, ya tenía algo con que ir más determinado al menos.

Así que abrí la puerta y antes de salir lo miré un momento, era obvio que era hora de irnos, así que simplemente abandoné la tienda.

 

Luna Crangler sale de una pequeña puerta tras el mostrador y agita las orejas al verte.

—¡Bienvenido al Snack Falcon! —saluda con su amabilidad usual, mientras toma un envase con refresco que tiene sobre el mostrador y le da un trago. Definitivamente no ha pagado por eso—. ¿Te puedo ayudar en algo?