The Hunger Games Sinsajo

Sinsajo
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Katniss Everdeen. Katniss Everdeen, nunca pidió ser la voluntaria para su hermana, nunca pidió conocer a Peeta, nunca pidió perder amigos en unos “juegos”, nunca pidió ser la chica en llamas, nunca pidió matar a personas, ni perder a personas en sus brazos, nunca pidió que su distrito fuera bombardeado y destruido, nunca pidió ser el Sinsajo, nunca pidió eso. Nunca, la palabra que la atormentaba, día, noche. Casi ya no dormía, ya no comía, desde que esa maldita palabra apareció en su vida.

Desde que ella tenía memoria, nunca ha sido una chica segura, siempre reservada, con sus ojos azules te decía todo, siempre fue sarcástica por la situación que pasaban los distritos, a casi ningún niño le quedaba inocencia. Se volvían fríos, violentos, sin sueños que perseguir, pero inseguros, siempre con esa inseguridad que el capitolio les proporcionaba. Cuando alguien le salía a flor de piel la seguridad, el cambio y todo lo que conlleva la palaba libertad, con una bala o con un castigo cruel lo callaban y la seguridad los abandonaba, cual viento entre los dedos.

Pero había ocasiones en las cuales a Everdeen la envolvía la seguridad, ocasiones en las cuales lanzaba su flecha con un pedazo de alma, por el simple hecho de proteger a su familia y amigos se volvía podía rebelde, grosera, más sarcástica que nunca, se podría inclusive volver el Sinsajo, solamente para proteger a los que ama.

Una flecha más voló en el cielo para detener un bombardeo en otro distrito, no lo soportaría más, no soportaría más muertes. Y al ver que cayó el bombardero con una flecha explosiva entendió que nada más ella podía llevar a cabo aquello que por años se planeaba, derrotar al capitolio, y hoy lo derrotaremos a costa de nuestra vida, porque nuestra vida, dará la libertad anhelada.


-¡Cuento contigo Katniss, cuento contigo Sinsajo! –Alcé mi voz, en un grito de guerra para decirle unas últimas palabras antes del ataque definitivo al capitolio y empecé a silbar como los Sinsajos común mente lo hacen, y todos empezaron a imitarme, ese era nuestro himno, el cual nos erizaba la piel. Empezamos a marchar.

Me volteo a ver con sus ojos azules, clavados no sólo en mis ojos cafés, si no en mi alma, y eso era lo que provocaba que ella fuera el Sinsajo, todas las acciones que hacía se clavaban en el alma. Esta rebelión la ganaríamos cómo diera lugar. Le hice una reverencia y ella entendió que podía depender de mí. Nos lanzamos al ataque.

Un honor conocer al Sinsajo y pelear a su lado por la anhelada libertad.
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¡Que tal!
Esto lo hago para la actividad: "Katniss forever and everdeen"
Elegí la faceta de Sinsajo, no se si este bien, pero bueno, me esforcé mucho, puesto que es la primera vez que escribo sobre los Juegos del Hambre. Lo escribí desde el punto de vista de una guerrera. :D Espero que les guste ¡Saludos!