Drama Sin sentimiento

Bueno, pues esto fue un reto de @MGH y... espero que te guste, personita <3 He hecho lo mejor que he podido teniendo en cuenta lo mal que se me da escribir sobre amor (?
Y a los demás también espero que os guste~

~SIN SENTIMIENTO~​

— Te quiero.


— Y yo. Nos vemos.


Hermosas palabras. Claro que lo son, sobre todo al estar acompañadas por aquel dulce beso y esa sonrisa cálida.


¿Pero por qué me engañas? O peor aún… ¿por qué yo te sigo la mentira?


Ambos sabemos que ya no hay nada que nos una. Tus palabras pueden parecer sinceras y cariñosas pero yo puedo notar la frialdad y la falsedad que desprenden. No puedo ser menos, así que te respondo con el mismo desinterés enmascarado.


Aun así, muevo la mano en señal de despedida mientras te veo partir hacia tu casa, para segundos después entrar en la mía, abrazándome a mí misma.


Apago la tele después de quitar el disco del DVD y recojo las cosas que hemos dejado tiradas por la mesa mientras veíamos la película. “La vida es bella”, tu favorita.


…


Me siento en la cama, mordisqueando una barrita de chocolate, mirando el móvil.


“Buenas noches, cariño” y el emoticono del beso.


— Cliché — murmuro, rodando los ojos antes de responder con exactamente lo mismo, de hecho copio el mensaje y lo pego.


Justo cuando acabo de responder al texto, mi teléfono sueña, provocando un leve susto en mí.


>> Lily, buenas noches — saludo tirándome a la cama, mirando al techo con una sonrisa. Hablar con mi amiga es lo único que realmente me relaja y hace feliz.


— Aún no, ¿verdad? — pregunta, haciendo que suspire como respuesta, negando con un conciso “no” — ¿Cuánto más vas a tardar? Claire, no te hace bien esta relación. Estás haciendo que Jim se canse de esperar por ti. Y es un amor de persona, te arrepentirás mucho si no salís ya.


— Lo sé, lo sé. Pero es tan difícil — replico, dándome la vuelta para coger un cojín y abrazarlo — Han sido muchas cosas buenas…


— Y otras tantas malas. Mira, me tengo que ir — empieza a hablar más bajo y apresurado tras escucharse un grito alejado — Nos vemos mañana en la cafetería. No te olvidas, ¿eh? Ahí podréis acabar ya.


— Está bien… adiós, Lily.


— Adiós, cariño — me manda besos antes de que ambas colguemos.


Suspiro, abrazando con más fuerza la almohada, sintiendo como mis ojos se llenan de lágrimas inevitablemente.


…


— ¡Claire! ¡Ven! — un chico de más o menos veinte años grita, moviendo la mano para llamar la atención de su compañera.


— ¿Qué pasa? — aparece la muchacha, sonriendo de forma deslumbrante.


— ¿Te gusta este peluche? — pregunta el chico, señalando mediante el cristal de la tienda un muñeco de felpa con forma de conejo — ¡Te lo compro!


Y sin ni siquiera dejar a la castaña responder, el moreno entra a la tienda en menos de un segundo, apareciendo en el mismo lapso de tiempo con una bolsa en sus manos.


>> ¡Toma cariño! ¡Un regalo por tu cumpleaños! ¡Es algo que no te esperas! — el entusiasmo de las palabras de Tom hace que Claire no pare de reír, cogiendo el presente al rato para después abrazar a su novio con cariño.


…


— ¡Maldito asqueroso! — grita la joven de pelo rizado, tirándole el regalo recibido a su amante — ¿Cómo te atreves? ¡Te odio! — saladas gotas resbalan por las mejillas de ella, quien no puede aguantar más y se derrumba. El llanto desgarrador que escapa de sus labios después de tanto soportarlas hace que, de alguna forma, se sienta más liberada.


— Claire, cariño…


— ¡No me llames así!


— ¡Fue un error! ¡Estaba borracho y ella se aprovechó! ¡Yo te quiero! — se excusó el joven. Y hubo algo en su tono de voz, o en la debilidad de la chica, que hizo que ella lo creyera y perdonara.


…


— Maldita sea — murmuro dando un golpe a la cama con mi puño — ¿Por qué siempre acabo pensando en esa escena? Fui una estúpida. A partir de ahí nos empezamos a distanciar — me recrimino poniéndome en pie.


Miro el reloj. 3:15. Me he quedado dormida llorando. De nuevo.


>> Tengo que acabar con él. Lily tiene razón. Han sido demasiadas cosas malas.


…


Y sí, eso declaró convencida Claire. Pero pasaron días y ella seguía sin poder dar el paso. Obviamente él tampoco estaba dispuesto a perderla, ¿quién sabe cuáles eran sus razones? Pues bien es cierto que Tom ya no la quería, por lo que siempre acababa haciendo algo que la volvía a ilusionar.


Finalmente, hizo falta que la castaña volviera a descubrir a su novio engañándola para dejarlo. Y esta vez de verdad.


…


— ¿Sabes? No le tengo odio. Me ha enseñado a no confiar en todos los tíos buenos que hay por ahí — declaro, tomando una gran cucharada de helado de chocolate.


— Puedes verlo así… — asiente Lily, imitando mi gesto — Lo importante es que sepas cortar la relación a tiempo, porque no tiene sentido sufrir por miedo o pena — opina, haciendo que asintiera con la cabeza repetidas veces, diciendo varios “¡Tienes toda la razón del mundo!”.