de Inuyasha - Silencio

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Kourei, 8 Septiembre 2009.

  1.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Silencio
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    Silencio

    Este es un one-short que publique hace algún tiempo, solo que no me acordaba en donde lo había guardado, el original (que publique en ayuda de una amiga… ¡perdóname hermana!, no me acuerdo como se escribe tu nick) lo escribimos juntas, pero como ella es de EUA lo publicamos en ingles, pero aquí les dejo esta traducción, con las modificaciones pertinentes.

    Es especialmente por una petición que acepten, perdón por tardar varios días.

    Silencio.

    Era, sin duda alguna, el peor día de su vida. O, por lo menos, lo que le ocurría aquella mañana era lo peor que le podía haber pasado. Bueno, lo segundo peor, pero no importaba. Aún así la situación era bastante desfavorable. Después de todo y comparándolo, era peor (eso es lo que ella decidió) que levantarse y encontrarse que su nariz goteaba como el grifo de la cocina; peor incluso que descubrir ese extraño pitido en su oído derecho; mucho peor que esa sensación de picor y sequedad arraigada en su garganta. (Y si consideramos que esas tres horribles cosas se encontraban presentes en ella cuando se despertó por la mañana, es decir mucho).
    Tapándose hasta la barbilla con su edredón de cuadraditos, Kagome intentaba (fallando) dejar escapar un pequeño gemido. “¿Por qué hoy?” se preguntaba desesperada, viendo el día tan bonito que se había levantado a través de la ventana de su habitación. ¿Por qué se tenía que poner enferma hoy?
    ¿Y por qué tenía que perder la voz precisamente ahora?
    Soltando un mudo suspiro, la chica se levantó de la cama (incluso ella tenía que admitirse que se encontraba lo bastante bien para poder andar) y se empezó a quitar el pijama, maldiciendo mentalmente su mala suerte. “¡Por qué ha tenido que ocurrir hoy!”
    Oh, no. No ha podido ser el martes, cuando tuvo que dar ese discurso delante de toda la clase; uno para el que no se había preparado. No ha podido ser el jueves, y así haber evitado tener que ir a ver esa sensiblera película americana de romance con Eri, Yuca y Ayumi. No, no, no. Ha tenido que ser el viernes, el día en el que…
    “¿Lista para marcharnos, perra?”
    …Inuyasha venía a recogerla.
    Kagome sintió un gruñido atascarse en su inútil garganta, removiéndose rápidamente y de forma instintiva para sentar al medio demonio por ser tan descortés, cuando se llenó de consternación al recordar que se había quedado sin voz. “¡Oh vaya!” Su cara se encendió, cogiendo bruscamente el camisón de franela de la cama y tapándose de cintura para abajo con él, evitando miradas indiscretas. Unas orbes doradas la miraban con ira.
    Inuyasha, que se había dado cuenta de la poca ropa que llevaba la chica momentos antes de que lo notara ella misma, se sintió enrojecer, los ojos abiertos de par en par, desviando su vista rápidamente de una forma que decía: Yo, er… ¡no he visto nada! “¿Qué…qué diablos…?” intentó decir entre tartamudeos, evitando mirarla a toda costa; los hombros en tensión, esperando su inevitable castigo. “¡Esta vez mi espalda no se curará, estoy seguro de ello!” “No me mires tan enfadada, ¡yo no era quien se estaba desnudando!”
    “Podías haber usado la puerta” la miko rugió como respuesta (o, al menos, eso intentó). Tal como estaba, el único sonido que abandonó sus labios fue un pequeño y casi imperceptible chillido. Un chillido que, desafortunadamente, no era en lo más mínimo intimidante. Ella hubiera tenido más suerte si hubiera intentado comunicarse con un hámster. Y aunque brillante no era una de las palabras con las que describirías a Inuyasha en circunstancias normales, incluso él notó que esa réplica era un tanto extraña. Como consecuencia posó su vista en ella mirándola de manera confundida. “¿Uh…? ¿Ow?” Su cabeza voló hacia atrás debido a que la papelera le dio de lleno, dándole a Kagome el tiempo suficiente para ponerse encima un ligero vestido de verano. “¡Mierda!... ¿Por qué hiciste eso, mujer?”
    ¿Que por qué hice eso? Ella intentó responder fríamente “Por entrar en mi habitación sin llamar ¡por supuesto!”…pero se encontró con que las palabras, simplemente, no salían de su boca. En vez de eso, ella tosió algo que sonó más bien como el lamento de una foca moribunda que como una respuesta. Sus mejillas subieron de temperatura, dándose un manotazo en la frente “¡Mierda!”.
    “¿Y bien?” moviendo su plateada melena, Inuyasha se puso derecho, masajeando la zona dolorida mientras pensaba en la chica delante suya, doradas piscinas la escrutaban. “Repito: ¿a qué demonios” murmuró, sonando bastante molesto “se debe ese sonido?” Ella simplemente le miraba fijamente, su cara granate y sus dedos asiendo firmemente la azulada tela de su falda. “¿Y bien...?” presionó, dejando caer sus manos, los labios formando una mueca. “¿No tienes nada que decir?”
    Por supuesto que sí lo tenía, pero no dijo nada (simplemente porque no podía). Así que, para dejar claro lo que pensaba, ella gruñó y se giró sobre sus talones, cruzándose de brazos y dando la espalda al chico (básicamente porque no iba a poder soportar su sonrisa socarrona cuando él se diera cuenta. ¡Qué humana más débil y más frágil que era!) Haciendo un vago gesto indicando su cuello.
    Esto no tuvo ningún significado para Inuyasha. Él se quedó a cuadros mirando fijamente a la reencarnación de la sacerdotisa, totalmente desconcertado. ¿Ella estaba enfadada con él? ¿Incluso lo suficientemente enfadada para no sentarle? (¿Acaso era eso posible?) ¡Venga ya! Además, no es como si no la hubiera visto antes en ropa interior. Maldita sea, él incluso la ha visto desnuda cuando lucharon contra el ermitaño Tôkajin y sus frutos de Testa. ¿Por qué estaba actuando tan estúpidamente por esto ahora? “Kagome” intentó de nuevo, un poco más suave esta vez. Su mano dudando cerca del hombro de ella, luego la dejó caer a un costado. “Kagome, yo…er…Esto…” Él la miró con esperanza, pero, sorprendentemente, ella no se había movido. ¡Dios mío! ¿De verdad iba a tener que decir las palabras? Inuyasha bufó furioso, las mejillas encendidas,… ¡ella sabía que él lo sentía! ¿Es que acaso eso no cuenta? “¡Feh! ¿Cuál es tu problema?” el soltó frustrado, aunque mentalmente se daba un portazo a sí mismo. “¡Mierda! ¡Eso no es lo que quería decir!” “¿Y tú me llamas a mí inmaduro? ¡Vale! ¡Bien! Si no vas a hablarme, entonces ¡yo tampoco te hablaré!”
    Y, una vez dicho eso, se revolvió sobre sí mismo apoyando su espalda contra la de ella; las manos dentro de sus grandes mangas rojas, del haori.
    Se hizo el silencio.
    “…” Kagome, que no había prestado mucha atención a las quejas del chico (después de todo, lo hacía muy a menudo) miró al cielo con una expresión que claramente decía ¿Por qué yo? Mientras metía la mano dentro de su bolsillo buscando un pluma. Encima de su mesa había un cuaderno…así podría deletrearle lo que pasaba (literalmente)…
    “…” Al otro lado de la pared invisible, Inuyasha se estaba crispando. Dedos, cejas, labios…apenas podía soportar la situación…Kagome nunca le sometía a este tipo de cosas. ¡Nunca! Ella siempre ha sido más una chica de acciones y de palabras. Estaba claro que esta vez había hecho algo grave y que se había pasado de la raya… ¿pero qué? No es ni siquiera que hubiera venido un día antes o algo de eso…vale, él entró cuando ella se estaba vistiendo, pero eso ya había pasado en otras ocasiones “aunque quizás no suficientes vec… ¡no! ¡Para de pensar eso!...” El medio demonio frunció el ceño. ¡Él no se merecía esto!
    Un reloj en la esquina hacía tictac…un segundo…dos segundos…tres segundos…
    ‘¡Ah!’ La chica de ojos azulados sonrió victoriosa, los dedos se enrollaron alrededor del tubo que formaba el bolígrafo que sabía que tenía. Dejándolo al alcance, trató de hacerse con el papel en el mismo momento en el que…
    “¡ARGH! ¡Ya no puedo más!” dándose la vuelta tan rápido que por casi pierde el equilibrio, Inuyasha cogió a Kagome por los hombros, obligándola a mirarle. “¿Qué demonios he hecho esta vez? ¿Qué pasa? Sea lo que sea, yo no preten…preten… ¿qué?”
    Parpadeando tontamente, él cambió la vista de la expresión de la chica, que no le delataba nada de lo que estaba pasando, al mensaje escrito en un trozo de papel que ella estaba sujetando: He perdido la voz, ¡estúpido!
    ¿Qué…? “¿Has perdido la voz…?” el chico arrugó la nariz, mirándola con fastidio (y sintiéndose un poco idiota porque por casi se disculpa innecesariamente. “Creo que voy a ir suave” “Bueno, ¡pues encuéntrala, mujer!”
    Y fue entonces cuando la nota se estampó contra sus orejas “¡Ow! ¡Maldita…!” pero se quedó callado cuando Kagome empezó a garabatear otra vez, el gesto fruncido a modo irritado.
    ¡No es literal! Decía la hoja, la chica puso los ojos en blanco, tapando el bolígrafo Quiero decir que me duele la garganta y estoy un poco enferma y por eso no puedo hablar. O tú no me puedes oír cuando yo hablo. Estaré bien en unos días.
    Inuyasha abrió los ojos desmesuradamente, una pizca de preocupación notándose (sin su consentimiento, claro) en su voz. “¿Estás enferma?” repitió, llevó una mano a la frente de la chica. Es gracioso, ella no actúa, se ve, o huele muy enferma, al menos no como la última vez. Pero Kagome no miente así que…
    Ella sonrió ligeramente, escribiendo un nuevo garabato. No mucho. Solo es mi garganta, por lo demás estoy bien. Bueno, y mi oído…pero no es nada importante. Hubo una breve pausa Así que podemos volver hoy mismo. Sólo déjame coger algunas medicinas y nos pondremos en camino.
    ¿Volver? ¿Cuando ella recién acaba de admitir que no está del todo bien? El medio demonio frunció el ceño. “¡Ni hablar! No si estás enferma… ¡se lo pegarías a todo el mundo!” Él puso una sonrisa socarrona para demostrar que solo bromeaba, pero Kagome permaneció impasible.
    ¡Lo digo en serio! ¡Me siento bien! Argumentó por medio del cuaderno Y deja de meterte conmigo. ¡Solo porque no puedo usar esa palabrita contigo no significa que vayas a salir inmune! La chica le miró con el ceño fruncido de forma peligrosa (o eso es lo que ella pensaba) para enfatizar lo que había dicho. Pero realmente, a los ojos de Inuyasha, ella solo había terminando poniendo una cara muy linda.
    No es que se le vaya a decir.
    Enarcó las cejas. “¿De verdad?” se burló él, sin cambiar de expresión. “Estás pensando en hacer que lleve un gran peso encima, ¿a que sí?” Una risita se le escapó, socarrona. Las manos sobre su cintura “¿Tú y quién más? Por lo que puedo ver voy a pasar una semana bastante relajada de ti y de tus quejas…” Se estiró con un aire de superioridad, el medio demonio se situó al lado de Buyo, que dormía plácidamente en la cama y le envió a la chica una mirada que claramente decía que aceptaba su reto. Kagome se mordió el labio inferior, cruzándose de brazos…
    Inuyasha levantó al dormido (o comatoso, es difícil de decir) felino por sus patas delanteras moviéndole, parecía que bailaba.
    …Bueno, podía haber sido peor. Podía haber intentado leer su diario, otra vez (…). La verdad, esto apenas era un problema (a los ojos de la chica, claro. Buyo seguramente no estaría de acuerdo). Y hay que admitirlo, Kagome podía dejar que el medio demonio jugara un poco, él nunca le haría daño al gato. Esto solo lo hacía para burlarse de ella. Pero…no podía evitar estar frustrada. (Además, ella tenía una reputación que mantener, ¿no?) Kagome escribió rápidamente ¡Sabes que no debes molestar a Buyo de esa forma! Recuerda que la última vez te pegó un mordisco en el dedo y ¡casi te lo arranca! Bueno vale, no fue para tanto…pero se vio obligada a enseñarle a usar una tirita. Pero bueno, ella solo asintió con la cabeza, un gesto más bien para sí misma, y alzó la hoja con la nota…
    …y fue completamente ignorada. No, es que él ni siquiera se dignó a mirarla. Lo que hizo fue empezar a silbar en un tono que, extrañamente, sonaba como la canción My Will.
    Kagome sintió un tic en su ojo, echándole una ojeada de forma enfadada, intentando captar su atención. No funcionó, a no ser que su bostezo significase algo parecido. Las mejillas hinchadas, llena de frustración…hasta que le tiró el cuaderno a la cabeza.
    Desafortunadamente, él ya estaba esperando algo parecido, y lo cogió, muy hábil, antes de que le golpeara. “Creo que has tirado esto” ronroneó en una voz dulce y burlona, devolviéndoselo.
    Humo le salía por las orejas “¡Oh! ¡Ese idiota…!”
    “Sabes Kagome” le interrumpió, en ese mismo tono vil y divertido “Te ves un poquito ofendida. ¿Hay algo que te está molestando? Vamos, dime” Buyo maulló audiblemente (como si quisiera señalar que estaba de acuerdo) ya que finalmente había sido despertado de su apacible sueño (estar moviéndolo continuamente de arriba abajo por medio de una de sus patas es claro que tendría ese efecto en el animal…)
    Totalmente furiosa, la joven se lanzó hacia delante, cogió el cuaderno del suelo, y tomó a Inuyasha por uno de sus mechones plateados, dándole un buen tirón. El chico se quejó, encarando la mirada de ella…pero pronto volvió a situar en su rostro esa sonrisa de triunfo. “¿Sí, Kagome?” inquirió de manera inocente. “Suéltalo… ¿o acaso es que Buyo te ha comido la lengua?”
    Le pegó; el puño contra la cabeza, lo suficientemente fuerte como para dejar una pequeña herida. O la hubiera dejado, si la cabeza del medio demonio no estuviera tan dura. En cualquier caso, doliese o no, Inuyasha permaneció exasperadamente indiferente. “¡Bien, oh!” dijo arrastrando las palabras, apoyando la barbilla en el dorso de su mano, mirándola, indiferente. “No tenías ningún motivo para eso, perra”
    Eso provocó que estallara de furia. ¿Perra? ¡NO ME LLAMES ASÍ! Ordenó la chica, farfullando repetidamente, moviendo un dedo en señal de enfado.
    El hanyou ladeó la cabeza, leyendo el papel por segunda vez. “¿Que no te llame qué?” preguntó “¿Perra?”
    El cuaderno de dibujo calló al suelo produciendo un sonoro SMACK, Kagome asintiendo frenéticamente.
    “¿Sí?” vocalizó Inuyasha, una sonrisa socarrona dibujándose en sus labios. “Sí, ¿que te llame perra?” expresión burlona en su rostro “Bueno, si insistes…perra, perra, perra, perra…”
    Una indescriptible cantidad de quejas intentaron atravesar la garganta de Kagome, doradas piscinas brillaban mientras que la cara de la chica se iba poniendo cada vez más colorada debido al enfado. Fuego casi bailando en la yema de los dedos. ¡Para! Es lo que decía su expresión. ¡Para ahora mismo! ¡Esto no es gracioso!
    ¡Oh!, pero Inuyasha no pensaba lo mismo “¿Cuál es el problema, perra?” se mofaba, puso un mechón de pelo negro detrás de la oreja cuando se escapó cayendo sobre el hombro de ella y empezó a hacerle cosquillas en la nariz. “Pensé que eso es lo que querías. Si querías otra cosa, solo tenías que decírmelo. Yo no soy Goshinki, no puedo leer la mente. ¡Ah!” se reía para sí mismo, cogiendo las manos de ella cuando se lanzaron a tapar la boca de él. “Eso no ha sido muy amable…” la regaño el chico de cabellos plateados gratamente “De verdad que puedes ser una perra”
    Esto era el colmo. Kagome iba a matarlo. Gruñó haciéndose notar, muy enfadada. “Él se está divirtiendo de lo lindo. ¡Maldito idiota!” gritó en su mente, su interior torciéndose, removiéndose con furia, a la vez que el chico empezó a cantar una versión alterada de La mamá de Kyle es una perra (adivina el nombre de quién ocupaba el lugar de la mamá de Kyle). “Vale, ¡no más South Park para Sota o Inuyasha!” ¡Dios mío! ¿Qué demonios iba ha hacer para que se callara? Lo ha intentado hablando (o más bien escribiendo), golpeándole…no puede sentarle, aunque quisiera. Y aunque lo intentara, no había forma de librar sus manos del agarre del medio demonio.
    ¿Qué le dejaba eso? ¿Tendría que escuchar Kagome es una perra todo el día? Puso tanto la mandíbula, nariz y frente dibujando un gesto de enfado mientras que Inuyasha seguía “¿qué puede hacer ella?...” y seguía “… ¡no tiene manos, ni armas o hechizos!...” y seguía…
    “…Espera…” y seguía “…en las películas (como la que le hicieron ver sus amigas) ellos no hacen siempre…” y seguía “… ¡Pero no! ¡Eso no funciona en la vida real! Y Además ella…” y seguía “…ella…” y seguí…
    “¡Basta!”
    Y con eso, se echó hacia delante…y pegó con fuerza sus labios a los de él en un inquietante y profundo beso.
    “!...?”
    Los ojos del medio demonio se abrieron de golpe; dejándole en shock, pues casi se cae de la cama; todo pensamiento y razón escapando a través de una puerta invisible. La lengua de Kagome atravesando y rompiendo la barrera de los labios de Inuyasha, la chica no pudo evitar sonreír cuando notó que él le respondía…
    Minutos después se apartó, perfectamente consciente y contenta por haber dejado al hanyou sin palabras, los ojos vidriosos de un desconcertado Inuyasha, riéndose de verle con la boca abierta, aflojado el agarre de sus dedos… ¡Wow!...Como en las películas!
    “Bueno” a Kagome se le dibujó una sonrisa socarrona en los labios, feliz, quitando polvo invisible de sus manos “…eso le hizo callar”.

    Espero que les guste.
     
  2.  
    kagoinumari

    kagoinumari Iniciado

    Escorpión
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    Re: Silencio

    hola!!
    wow estuvo genial!! te felicito, muchas gracias por avisarme de este fic
    mm tengo una duda, tiene continuacion?? o aqui termina??
    por favor respondeme en cuanto puedas adios :D
     
  3.  
    KaSsUmIiI

    KaSsUmIiI Entusiasta

    Piscis
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    Re: Silencio

    h0la!!, me gusto mucho XD jaja ese inuyasha se pasa jajaja me recuerda a un amigo mio ¬¬ lo bueno es que kagome lo hizo callar, y valla que se lo merecia jajaja me hubiera gustado que kagome si alcanzara a darle al cuaderno con la cabeza jaja se lo merecia XD es genial que lo haya callado con un beso y bueno me despido por que ya es muy tarde, cuidate
    adios
     
  4.  
    silvi_chan

    silvi_chan Iniciado

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    Re: Silencio

    Hola!!
    wow e gusto mucho jajaja Inuyasha se ha pasado
    pero Kagome le ha hecho callar al final[​IMG][​IMG][​IMG]
     
  5.  
    silvi_chan

    silvi_chan Iniciado

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    Escritor
    Re: Silencio

    wala perdon no se que es eso je
     
  6.  
    KaSsUmIiI

    KaSsUmIiI Entusiasta

    Piscis
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    Re: Silencio

    hola! me encanto tu one-short jaja pobre kagome, si yo hubiera estado en su lugar no se como le hubiera hecho para poder gritar y darle un monton de abajos que se lo merecia ¬¬ jaja me dio risa cuando casi le tira el cuaderno en la cara, lastima que no le dio u.u ubiera sido divertido jaja pero estuvo exelente, cuidate sayo atte: kassumiii
     
  7.  
    razon

    razon Usuario común

    Tauro
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    Escritora
    Re: Silencio

    ¬¬ eso si le hizo callar no creen? xD
    me guto
    mi gustarle tu one-short (creo que asi se escribe xD)
    por que no le dio en la cara? mi queria ver que asia jajaja
    mi gustarle(que repetida xD)

    atte:razon
     
  8.  
    inuyassha

    inuyassha Entusiasta

    Virgo
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    Re: Silencio

    hola

    jajaj que manera de callar a n jiji
    me encanto inuyasha es un montador
    jeje que burlon no c
    como lo fue aguantar por tanto tiempo
    pero que decision tan savia jeje
    yo aria lo mismo

    pues me gusto mucho amiga
     
  9.  
    inuykagXever

    inuykagXever Iniciado

    Virgo
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    Pluma de
    Escritora
    Re: Silencio

    hola como estas
    gracias por decirme lo de la fics
    que genial la forma en que kagome hizo callar a inuyasha jajajajajajaj le devio haber tirado el escritorio en la cabeza
    y esto tiene conti o es solo este capitulo, si tiene espero que me avises para seguir leyendo esta muy interesante
    y ¿desde cuando mi inuyasha le dice perra a kagome?
    de que deriva esa palabra de perra animal por ser la novia de un demonio perro o de .....
    nose el otro significado de perra
    bueno esta muy interesante te felicito
    espero la continuacion sayonara
     
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