Song-fic Show me. [Banana Fish/Yuri On Ice]

Tema en 'Crossover' iniciado por Temarii Juuzou, 15 Noviembre 2018.

  1.  
    Temarii Juuzou

    Temarii Juuzou Maestre

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    Escritor
    Título:
    Show me. [Banana Fish/Yuri On Ice]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2567
    Autor: Temarii Juuzou.
    Actividad: Un drabble, una canción.
    Advertencia: la verdad es que a me complicó un poco, pero le puse mi mayor esferzo, esperando haya salido bien.


    ________________________________________
    Show me.

    Yuri y Viktor habían llegado al aeropuerto al mismo tiempo que Jessica, la ex mujer de Max, y el hijo de estos, sólo que de diferente forma. Ellos iban llegando y ella saliendo. Ninguno llegó a verse y cada par siguió su camino. Los patinadores realmente no tenían nada a que tener, New York era sólo una pequeña parada que harían, mientras que Jessica estaba nerviosa y lo que más deseaba era salir pronto de aquel lugar. A fuera del aereopuerto habían cuatro hombres, uno de ellos era Max, quien se aseguraba de que su ex mujer llegaba al aereopuerto a salvo, a su lado se encontraban Ash, Eiji e Ibe-san, quienes le hacían compañía.

    —Bien, viejo, ya se fue, ahora me llevaré a Eiji —Habló el rubio mientras tomaba del brazo al nipón más joven.

    —De acuerdo, nosotros también nos iremos. Mucho cuidado. —el rubio sonrió de lado y comenzó a caminar fuera del aereopuerto, pero una pequeña mano lo hizo detenerse antes de llegar a la salida.

    —Ash... quiero ir al baño —el nipón miró con sus mejillas levemente sonrojadara al rubio quien le regreso la mirada con un leve tic en el rostro. Con un suspiro, el rubio dejó que Eiji fuese al baño, quien no tardó en tomarle la palabra y salir corriendo directo a los sanitarios.

    —Estos viejos sólo retrasandome... —comentó Ash mientras tomaba asiento a la espera del nipón.

    Eiji entro al baño con velocidad mientras los dos patinadores salían de este; Viktor le hablaba animadamente al moreno sorn prestar atención a nada más a su alrededor, para él, sólo existía Yuri. Este le escuchaba con atención, admirando cada facción del ruso, entonces su panza soltó un gruñido, provocando que su entrenador dejase de hablar y mirará al pequeño nipón con ternura.

    —Iré por algo de comer ¿Te parece Yuri? Espérame cerca de la salida.

    Y se fue, con ambas maletas en mano. Con las mejillas sonrojadas, el castaño tomó asiento cerca de la entrada, donde ya estaba sentado alguien más. Se quitó por un rato sus anteojos y los limpio antes de guardarlos en su estuche, que por suerte, estaban en la pequeña mochila que Viktor le había permitido cargar; su panza aun hacía ruidos raros y esperaba que el rubio sentado a su lado no se diese cuenta, pero eso sería imposible, porque aquél chico tenía la mirada clavada en otro sitio. Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Yuri, aquél rubio parecía preocupado y su instinto estuvo a punto de hacer que le ofreciera su ayuda, pero en ese momento otro nipón apareció.

    —Perdona, Ash, todos los baños estaban ocupados cuando entre —el nipón le sonrio al rubio y Yuri observó con asombro como ese simple gasto había echo calmar el rostro del rubio, cuyo nombre ya sabía.

    —Esta bien... sólo vámonos.

    Entonces se levantó y caminó hacía la salida con el castaño a su lado, ninguno de había dado cuenta de la presencia de Yuri, quien no podía evitar no mirarlos fijamente. Entonces Viktor llegó con dos bolsas de comida y esa bella sonrisa en su rostro. Caminaron casi a la par de los otros chicos, quienes iban algo lentos y mirando paranoicamente por todas direcciones, aunque sin verlos realmente, porque cuando el rubio le aseguró a su compañero que era seguro salir, este término chocando con Viktor y tirando una de las bolsas. Al final, sólo Ash y Yuri habían salido del aereopuerto, quienes al darse cuenta se dieron la vuelta para regresar, pero entonces dos hombres tomaron a Yuri.

    — ¿Qué...? —Ash vió como el chico, del cual a penas notaba su presencia, era aventadó a una camioneta y como esta se alejaba. Memorizó la placa antes de perderla de vista.

    — ¡Ash! —Eiji salió del aereopuerto con el peli blanco detrás de él —mira, me encontré a Viktor Nikiforov.

    El emocionado nipón señalaba al ruso a su lado, quien le sonreía y saludaba con diversion antes de ponerse en modo alerta.

    —Disculpa ¿No salió contigo un chico? También es nipón.

    Ash miró a Eiji, quien con rapidez pudo interpretar aquélla mirada; Viktor observó con un poco de envidia aquella comunicación tan profunda y aquélla mirada tan directa, eso era algo que él aún no lograba con Yuri... y que no lograría si no averiguaba donde se podría encontrar. Entonces intentó, en vano, captar la atención del rubio, quien al parecer fue la última persona que lo vió.

    —Te daré las placas del auto que se lo llevo, ve a la Policía y buscalo —el rubio escribió en un papel los números y la entregó al ruso. Tomó la mano de Eiji y se alejó de allí con prisa.

    —Ash, deberíamos ayudarlo...

    —No es nuestro problema —el rubio caminaba sin mirar hacia atrás.

    —Sabes que lo mas probable es que intentarán secuestrarme a mi...

    —No lo sabes ¿Qué no son famosos? Seguro buscan dinero —Eiji le jaló el brazo para hacerlo voltear.

    —Entonces ¿Por qué tanta urgencia en irnos?

    El rubio clavó sus ojos en el nipón con el ceño fruncido. Eiji le sostuvó la mirada y mostró un pequeño mojin con la boca, Ash pudó sentir su corazón estremecerse y supo que si no desviaba su mirada sederia a ayudar aquel extraño solo para que el nipón ya no sintiera la culpa; así que desvío su rostro y continuó caminando, con Eiji siguiendo sus pasos.

    ☆☆☆

    Lo que Eiji no le comentó a Ash es que en la pequeña plática que había tenido con el ruso antes de salir del aereopuerto, es que le había dicho que vivían cerca, por lo que Viktor había decidido seguirlos, asi que después de haber echo la denuncia, fue directo a casa de los otros dos, en busca de ayuda. Tocó la puerta y esperó a que alguien le abriera.

    — ¿Qué haces aquí? —le dijo Ash al abrir la puerta, a la defensiva.

    —En verdad necesito ayuda —le contestó Viktor.

    —No podemos ayudarte —el rubio intentó cerrar la puerta, pero el ruso colocó su pie entre esta y la pared para evitarlo.

    —Me dijeron que no podrían hacer nada, porque la camioneta pertenece a un tal Yut-lung... Que ahí no me podían asegurar que este bien para cuando lo encuentren y, la verdad es que no se que haría si algo le pasa a Yuri...

    —Sigo sin entender porque piensas que puedo serte de ayuda —el rubio frunció el ceño.

    El ruso se sorprendió al darse cuenta de que no tenía razón alguna más que la de no conocer a nadie en New York más que a esos dos, aunque si lo pensaba, realmente no los conocía de nada.

    —Tienes razón... —el ruso le regaló una sonrisa al rubio —lo haré por mi mismo.

    —Suerte —y cerró la puerta sin dejar que este respondiera.

    Entonces se dió la vuelta y quedó frente a Eiji, quien tenía sus manos en la comtutra y el ceño fruncido, le miraba con un puchero en la boca. Y ahí, ellos solos en aquél departamento, le fue imposible rehuir de aquella mirada. Soltó un suspiro y volvió a abrir la puerta, el ruso seguía ahí.

    —Te voy a ayudar, pero los dos deben quedarse aquí... Solo me estorbaran.

    —Ash, voy contigo.

    —No, tu te quedas —y tomó su arma para luego salir de ahí.

    Miró sobre su hombro a ambos hombres y continuó su camino. Si tenía suerte, Yut-Lung soltaria a aquel chico al ver que no tenia nada que ver con él, también había una posibilidad de que tuviese que quedarse, pero no era una mala idea... después de todo, que hubiesen fallado secuestrando a la persona equivocada no los detendría de ir en busca de Eiji una vez mas. Y no estaba dispuesto a que le hicieran daño a su nipón.

    Aquello no lo hacía por el tal Yuri, lo hacía por Eiji y su bienestar.

    ☆☆☆

    Eiji no estaba dispuesto a dejarlo ir sólo, sobre todo al darse cuenta que lo estaba mandando a la boca del lobo y no era justo. Ash estaría dispuesto a cualquier cosa por él y parecía que se aprovechaba de ello, cuando no era así. Miró al ruso con una mirada penetrante, este se la mantuvo.

    Sorry if it's hard to catch my vibe, mmm
    I need a lover to trust, tell me you're on my side
    Are you down for the ride?
    It's not easy for someone to catch my eye
    But I've been waitin' for you for my whole damn life
    My whole lifetime

    —Tenemos que ir... —porque Eiji no dejaría sólo a su lince y si tenía que salvarlo lo haría de nuevo, todas las veces que fuese necesario. Viktor asintió y le indicó con la cabeza que lo siguiera, porque tampoco iba a dejar a Yuri a su suerte, no cuando aún no se sinceraba con el nipón y le decía lo que en verdad sentía por él.

    Don't be afraid to tell me if you ain't with it (you ain't with it)

    Ninguno sintió miedo en cuanto subieron al auto y siguieron al rubio desde una distancia prudente; no estaban asustados, estaban preparados para todo siempre y cuando pudiesen ayudar... porque así como Eiji no podría vivir sabiendo que algo malo le paso a Ash sin haber hecho algo para evitarlo, Viktor sentía que debía salvar a Yuri.

    ☆☆☆

    Yut-lung estaba furioso, Ash tan sólo necesito echarle un vistazo para darse cuenta. Los aficionados que había contratado no habían sido capaces de cumplir su tarea bien y le habían llevado a un nipón diferente. Claramente los había matado, porque la explicación de "todos se parecen" sólo lo había echo enojar más, sin embargo, el semblante del chico pálido cambio al ver entrar al rubio. Al final, había logrado lo que quería, atraerlo.

    —Parece que te gustan mucho los nipones, Ash —le dijo en tono burlón al rubio en cuanto lo vio.

    —Déjalo ir, no tiene nada que ver.

    —Y sin embargo, aquí estas.

    Yuri miraba al rubio sin decir palabra alguna desde la silla donde se encontraba atado, Ash desvío su mirada y fue directo a Yut-Lung, con pistola en mano.

    Entonces escuchó sirenas de Policía, lo que alertó a los guardias del líder de los Lee. Este gruñó y apretó los dientes.

    —Esto no se quedara así, Ash Lynx —Y sacó su arma para apuntarle, no al rubio, más bien al nipón, justo en el hombro.

    Luego desapareció, en el momento exacto en el que la Policía llegaba y las balas contra los hombres de Yut-Lung comenzaban a danzar en el aire. Con aguilidad, el rubio soltó al nipón y lo hizo ocultarse en un sitio seguro donde pudiese descanzar. El chico gimoteaba de dolor y por primera vez Ash se fijó en él: no se parecía en nada a Eiji más allá del color del pelo.

    Entonces Ash se quedó oculto, a la espera de que los policías se fueran, con un nipón lastimado a su lado. Si los Policias no se daban prisa, el chico se desmayaria y las cosas se le complicarian aun más al rubio, porque estaba seguro de que Yut-Lung no había huido del todo. Entonces una cabellera blanca se acercó a ellos y fue directo al nipón, a quien abrazo sacándole un quejido de dolor.

    Ash observó como ambos se miraban con ternura, pero a la vez había temor en sus ojos, un temor que lo hizo molestar. Ellos, después de ese mal rato, no volverían a sufrir algo similar y aún así... tenían miedo de decirse lo que sentían. Entonces unos brazos lo acorralaron y su corazón se calmó. Siempre era así cuando estaba Eiji cerca.

    Yuri miró a Viktor con emoción y las lágrimas salieron de sus ojos. Había tenido miedo, incluso había comenzado a creer que no volvería a ver a su familia de nuevo, que moriría sin decirle a Viktor lo que realmente sentía. Entonces abrió la boca para hablar, pero los labios del peli blanco se estrellaron contra los suyos y ningúna palabra fue necesaria para expresar lo que sentía en ese momento.

    ☆☆☆

    Al salir, Ash se puso en modo alerta, ya que ahora no sólo estaba cargando con un nipón herido, también tenía que proteger a Eiji y a aquel ruso. Por suerte, no estaban tan lejos de un lugar concurrido donde pudiesen mezclarse entre las personas. Entonces, giró su rostro al sentir una mirada fija en él, era Eiji, quién le miraba con una intensidad diferente en él.

    —Te fuiste sólo... y pensé que algo podría pasarte y que yo... No volvería a verte —los ojos del nipón se llenaron de lágrimas que evitaba sacar.

    —Ya te dije que aún no estoy listo para morir...

    —Lo se...

    Y en ambos crecieron las ganas de besarse, pero no era el momento y los dos lo sabían; era peligroso, lo mas importante era poder salir de ahí, sin ningún rasguño.

    ☆☆☆

    No habían tenido problema alguno al escapar, así que después de eso, Viktor llevó a Yuri a un hospital, donde fue atendido con rapidez. No se separó de su lado en ningún momento en cuanto el nipón estuvo estable y era capaz de recibir visitas.

    Y cuando estuvieron solos, sin ninguna enfermera rondando, Yuri lloró. Lloró como aquella vez en el baño, pero con un sentimiento mas fuerte... porque se sentía vacío y triste al imaginar que podría haber muerto con la idea en su cabeza de que Viktor jamás le amaría. Y luego recordó el beso, y su llanto cambio. Viktor lo abrazó y acarició su cabello, podía sentir algo similar; miedo, alivio... tantas cosas, tantos sentimientos mezclados. Pero de lo que si estaba seguro era que debía proteger a Yuri aún más.

    Sobre todo, porque ya no tenían que ocultarse sus sentimientos mutuamente. Tan sólo deseaba que hubiesen sido capaces de sincerizarse sin haber tenido que llegar a aquellos extremos.

    ☆☆☆
    Ash entró a su departamento y soltó un suspiro, luego miró a Eiji y pudo darse el lujo de tirarse en su cama a descansar. No estaba cansado, al final, no había sido tan complicado como había pensado, pero se sentía mal. Sobre todo, porque sabía que Eiji no podría andar por las calles de forma despreocupada.

    Necesitaba protegerlo.

    —Deberíamos irnos de una vez.

    El rubio levantó su rostro hacia el nipón y lo miró con intereogativa en su rostro, este le sonrió y se acercó, echándose un lado; se atrevió a acariciarle el pelo y de admirar sus facciones.

    —A Japón... donde podemos vivir sin armas, sin preocupaciones... —juntos, deseo poder decirle. Pero las palabras no salían, tenía miedo de ser rechazado por tan cursis pensamientos.

    — ¿Juntos? —Entonces su corazón se detuvo y sonrió mientras asentía. Los ojos de Ash brillaron fue capaz de regresarle la sonrisa.

    Entonces juntaron sus frentes y ambos le pidieron al universo que los dejará ser felices, poder escapar juntos a una mejor vida. Lo único que deseaban era poder ser libres, juntos; ver el amanecer, el anochecer, caminar por las calles sin necesidad de un arma. Juntos, sólo ellos dos, sin preocupaciones ni temor... en Japón.
     
    Última edición: 16 Noviembre 2018
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