Historia larga Seven Worlds (2da Temporada de Los Guerreros Legendarios)

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por VeraWolfe, 30 Junio 2016.

  1.  
    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

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    Título:
    Seven Worlds (2da Temporada de Los Guerreros Legendarios)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    2349
    Capitulo 1: "El último..."

    Las leyendas jamás cesan; con el final de una, otra nueva nace, y con el final de un capítulo, otro comienza, con nuevos protagonistas, secretos y misterios, aventuras, desafíos, etc. Existes casos muy especiales, y además raros, en varias leyendas se unen entre sí sin tener nada en común, como por ejemplo la historia, el tiempo en que transcurrió, sus protagonistas, en resumen, hablamos de una leyenda dentro de otra leyenda.


    —Me llamo Frankling—se presentó el joven ante los cuatro guerreros— Pero díganme Frank.

    —Por lo visto es cierto, no eres un humano común y corriente—dijo Vera observándolo.

    — ¿Y tú tampoco verdad linda? —inquirió el chico.


    Cada protagonista y cada personaje, ya sea primario o secundario posee su propia historia, que tarde o temprano sale a la luz convirtiéndose así, en una leyenda.
    Los Guerreros Legendarios, cuenta la historia de seis jóvenes provenientes de seis naciones que se encontraba en constante guerra, los cuales unieron fuerzas para vencer a un poderoso demonio dragón que esclavizo sus tierras. Tanto la bestia como los jóvenes guerreros unidos, poseían el mismo nivel de poder, hasta que con su último aliento, ellos lograron sellar al demonio, pereciendo pocos minutos después, y es ahí, donde la leyenda nace.
    Pasaron miles de años y nuevos guerreros nacieron, junto con ellos, el despertar de la bestia. Los nuevos guerreros tenían como meta destruir al demonio de una vez por todas. Durante la ardua batalla y entrenamiento, los jóvenes fueron pasando por momentos duros y dolorosos, y otros felices e inolvidables, fueron conociendo nuevos amigos y aliados y sobretodo, nuevos amores.
    La más joven del grupo, pero a la vez segunda al mando del equipo de nuevos guerreros, encontró el amor en quien parecía ser, a simple vista, un joven ordinario, cuando la verdad, este chico poseía secreto al igual que ella, sus hermanos y sus primos. El secreto yacía dentro de un misterioso y antiguo anillo de oro en su dedo, muy poco los guerreros sabían de la historia de aquel anillo y él, poco hablaba sobre este.
    Cinco años transcurrieron desde la completa destrucción del demonio dragón conocido como Jigoku, los guerreros ahora habían hecho su propia vida: Daiyou, el mayor de todos, guerrero del fuego y líder, formo una familia con una híbrida de nombre Yukiri y la encargada de una de las tantas aldeas híbridas lobos. Juntos, concibieron un hijo al que nombraron Ren.
    Darrien, el segundo hermano y guerrero del espíritu e Inali, guerrera del agua y siguiente a Darrien, contrajeron matrimonio con dos jóvenes híbridos de la aldea llamados Engel y Sierra. La primera pareja, Darrien y Sierra, concibieron también un hijo varón al que llamaron Tenshin, mientras que Inali y Engel concibieron una pequeña niña a la que nombraron Aika.
    Vera, la menor de los cuatro hermanos, guerrera del rayo y segunda al mando del equipo junto con Daiyou, contrajo matrimonio con Frankling, el joven del misterioso anillo con el cual tuvieron a sus mellizos Jiro y Akane, y una pequeña niña de nombre Mika. Por otro lado, los gemelos guerreros de la tierra y el aire, Breimian y Nayeli, primos de Daiyou, Darrien, Inali y Vera, no formaron pareja ni tampoco sus hermanos menores Makya y Shon.
    Todo parecía estar en paz y tranquilidad luego de la derrota de Jigoku, nada malo había ocurrido en cinco años, no obstante, la actitud de Frank cambio en este último año, y aquello, Vera lo había notado.


    —También lo siento Roshi, no falta mucho para que nos reencontremos con los demás—musitó Frank hablándole a su anillo.


    Cuenta sobre la existencia de seres que durante sus vidas lograron conquistar una meta que ningún guerrero ser humano creyó posible: superar a los mismos dioses. Dominaron habilidades, poderes que por naturaleza los dioses tenían y los hicieron suyos, sin embargo, había algo que los dioses tenían y ellos no: la inmortalidad.
    Aquellos guerreros querían que sus dones no se desperdiciaran, por lo que decidieron sellar sus almas en unos objetos que se mantendrían escondidos hasta que la persona correcta los hallara: los anillos. Estos guerreros no tenían relación entre ellos, puesto que pertenecieron a épocas totalmente distintas, y cada uno, destaco a su propia medida.
    Los anillos son reliquias de la misma naturaleza, pero, los espíritus que habitan en ellos no guardan relación con el pasado, según dicen, existe un total de siete anillos: oro, plata, cobre, esmeralda, rubí, zafiro y platino. Al igual que Los Guerreros Legendarios, quienes existieron y todavía existen con un único propósito, los denominados "Portadores" de los anillos, también poseen un objetivo que por el momento, desconocemos.


    — ¡Mierda! Y yo que creí que mi nueva apariencia híbrida me escondería de todo y todos—masculló Frank molesto mirando el cielo nocturno desde su habitación.

    —Chico, no sé porque te quejas si sabes la maldición que conlleva el anillo—replicó una voz proveniente del anillo en su dedo—Aun con esta nueva vida sabes que no hallaras paz hasta resolver "ese" asunto con los demás portadores.

    — ¡Cállate Roshi! —bramó Frank revolviéndose el cabello— ¿Qué hago? No quiero poner en peligro a Vera ni a mis hijos.

    —Escucha, se sinceró con ella y con los demás, sabes bien que si no les cuentas ahora, se van a enterar por los otros cuando lleguen y ahí las cosas se pondrán feas—volvió a hablar el anillo—Aparte, te recuerdo que como portador tienes responsabilidades Frank, si decides cerrar la boca el resto vendrá y te llevara a la fuerza y créeme, no querrás ver una batalla en donde los peleadores son los portadores y los guerreros.


    Nuevamente Frank suspiró frustrado, como odiaba que su anillo tuviera razón, sus compañeros, más que nada dos en particular, estarían felices de la vida el llevárselo por la fuerza sin importar que su esposa, cuñados o hijos estuvieran presentes, y ahí sí, la batalla a desatarse entre guerreros y portadores prometía ser brutal y sangrienta conociendo a su mujer y su cuñado Daiyou. Aun con el alma por salirse de su cuerpo, Frank se sentó en su cama y abrió uno de los cajones de su mesa de luz, del cual saco un anillo con una piedra de zafiro en el centro.
    "El" anillo de zafiro que su abuelo le obsequio junto con el que llevaba puesto, lo habita mantenido oculto de los demás portadores hasta hallar a la persona quien merecía llevarlo, y hasta el día de hoy, solo conocía a una persona capaz de llevarlo. Viéndolo Frank por unos instantes vacilo, solo si el anillo de zafiro conseguía un dueño, los demás harían acto de presencia en la isla de inmediato y solo allí, comenzaría una batalla aún más brutal que la de los portadores y guerreros.


    — ¡Papi! —exclamó una niña de cinco años de edad— El primo Shon y la prima Makya llegaron.

    —Ah...okey hija, voy—dijo guardando rápidamente el anillo.


    Jiro y Akane, sus hijos mellizos eran idénticos a él, mismo color de cabellos, tono de piel, aunque con los bellos ojos de Vera, en cambio, Mika, su hija más pequeña hasta el momento, era la viva imagen de su esposa solo que con sus ojos. El portador del anillo de oro bajo con su hija a la sala en donde estaba su esposa con su bebita en brazos, Jiro y otros dos jóvenes adolescentes, una chica y un chico.
    La joven era Makya, quien contaba con diecinueve años de edad, creció hasta tal punto de convertirse en toda una señorita híbrida, el cabello ahora lo se lo había teñido de un color rubio claro con mechones negros. En cuanto al muchacho, era Shon, quien acababa de cumplir catorce años de edad, se dejo crecer el cabello a tal punto en que le llegaba hasta el cuello al igual que sus primos y hermano y de estatura casi igual que su hermana.
    Makya y Shon eran los niñeros de los hijos de sus primos cuando ellos querían dar un paseo o tener momentos íntimos con sus parejas, no les molestaban en lo absoluto, a decir verdad les divertían. Tanto Vera como Frank se despidieron de Makya, Shon y sus hijos y se marcharon.


    — ¿Vas a decirme que te ocurre? —preguntó Vera seria.

    —Ya me decía yo que te tardabas en preguntar si algo me ocurría o no...—rió Frank con ironía— Lo siento corazón pero por el momento no me siento con ánimos para hablarlo.

    —Está bien, tienes suerte de que te ame mi amor—suspiró Vera.

    —Mucha suerte—sonrió besándola.


    Ambos continuaron regalándose besos y abrazos, cuando de pronto, una extraña sensación invadió a Frank, interrumpiendo unos de sus tantos besuqueos. Este permaneció quieto unos segundos hasta salir corriendo en dirección de regreso a la casa, seguida por su mujer quien se encontraba completamente confundida.
    Makya y Shon jugaban con los hijos de su prima cuando justo en ese momento, los dos hermanos sintieron algo acercándose a ellos, inmediatamente metieron a los niños dentro de la casa cerrando la puerta con ellos fuera. Unos extraños seres comenzaron a aparecer, rodeando la casa y destruyéndola poco a poco, se escuchaba el llanto de los pequeños cuando Frank apareció.
    Con facilidad derrotaba a cada uno, sin vacilar también entro a la casa, siendo abrazado por sus hijos, como pudo, puesto que prácticamente los tenia encima a sus pequeños, fue al cajón de su mesa y tomo el anillo y se decidió a salir lejos con él para alejarlos. Lamentablemente, en cuanto salió, se vio rodeado por muchos mas nuevamente, aunque grata fue su suerte al ver llegar a su esposa con Daiyou, Darrien, Inali, Breimian y Nayeli.
    Inmediatamente el guerrero del espíritu creo un campo alrededor de la casa, con el cual purificaba a esas cosas que intentaban acercarse a la casa, los demás intentaban derrotarlos pero tal parece que solo los poderes de Darrien y Frankling eran los únicos que los afectaban. Entre los dos acabaron de inmediato con ellos, y fue ahí cuando Vera bombardeo de preguntas a su marido, seguida de sus hermanos y primos.
    Frank suspiró esta vez realmente frustrados, no solo estaba ahora soportando la presión de sus cuñados y su mujer, sino también el hecho de que otra vez esas cosas aparecían. Cada vez estaba más y más nervioso, observo el anillo en su mano y a Darrien debilitándose por mantener el campo de fuerza, tenía que tomar una decisión ya. Sus únicas opciones eran no entregar el anillo, resolviendo todo el mismo y arriesgar su propia vida o, dar el anillo, hacer desaparecer a los seres salvándose el y su familia y dar su ubicación al resto de los portadores y alguien más.


    — ¿Qué piensas hacer? —inquirió la voz de Roshi dentro de su anillo.

    —Al diablo... ¡Shon! —vociferó Frank lanzándole el anillo y saliendo del campo de fuerza y volviendo a combatir con esas cosas— ¡Di que aceptas! ¡Di que aceptas ser su portador!

    — ¿Eh? Yo... ¡Acepto ser tu portador! —chilló asustado el joven Shon una vez que se colocó el anillo en el dedo.


    El anillo en su dedo hizo presión, palpito y emitió un brillo que hizo desaparecer a todos los seres de inmediato, al instante en que ya se aseguraron que no había más de edad cosas volvieron a bombardear de preguntas a Frankling, este, ya sabía que era tiempo de decirles la verdad a todos. Aquellos seres eran conocidos como "Errantes", espíritus humanos frustrados que murieron en un determinado momento en el que no querían morir, buscaban el anillo para devorarlo para poder volver a la vida. Obviamente que solo podían hacerlo solo si aquel anillo no poseía dueño, por así decirlo.
    Les detallo la existencia de los siete anillos y del poder que estos poseían, ahora que Shon era el séptimo y último portador por ningún motivo debía quitarse el anillo o de lo contrario habría graves consecuencias. Dudo en si revelarle a su familia que ahora que ya estaban los siete portadores, su ubicación y la de Shon ya estaban reveladas y solo era cuestión de tiempo para que los otros cinco portadores hicieran acto de presencia en la isla.
    Breimian y Nayeli se molestaron con Frank por la carga que ahora debía soportar su hermanito menor además de la de ser hibrido, pero se tranquilizaron cuando el marido de su prima les aseguro que él personalmente se encargaría de entrenarlo para que no haya problemas y nada malo pase. Antes de irse a dormir se decisión a contarles lo de los demás portadores, eso provoco que tanto Daiyou como Darrien quisieran matarlo debido a que la paz que lograron en cinco años sean interrumpidas por amigos de este.


    — ¡Okey ya basta! ¡Dejarme viuda y a mis hijos sin padre no resolverá nada! Lo hecho, hecho esta—habló Vera— Ya no se puede hacer nada con el anillo ahora en el dedo de Shon y mucho menos con la llegada de los demás portadores o como se llamen...Ahora Frank se encargara de entrenar a Shon con el anillo para que pueda dominarlo así como el maestro Roku nos enseñó a controlar nuestros poderes y Yukiri nuestros lados híbridos.
    >>Si esos portadores se aparecen bien, que lo hagan, pero solo si causan problemas nosotros nos haremos cargo de ellos, así que tu amor más te vale controlarlos, porque si vienen acá me parece que no es por los errantes. Ahora, a descansar.


    Cada uno asintió y se marchó a su casa, Vera estaba enojada y ni siquiera le dirigió palabra alguna a su marido, cosa que lo entristeció bastante. Al día siguiente, Frank se llevó a Shon un poco lejos de la aldea híbrida, más específicamente a una cascada y una vez allí, empezaron a entrenar.


    —No sé ustedes hermanos, pero esta vida tranquila comenzaba a ser aburrida—dijo Vera viendo como Shon y su esposo se alejaban.

    —Normalmente estoy en desacuerdo contigo Vera, pero hoy no, por lo que nos contó Frank, su historia se oye...interesante—sonrió Inali.

    —Supongo que tienen razón...será interesante conocer a los amigos de Frank—opinó Breimian.
     
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    VeraWolfe

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    Seven Worlds (2da Temporada de Los Guerreros Legendarios)
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    8
     
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    1931
    Capitulo 2: "Espíritus y Portadores (Parte 1)

    Período Sengoku.

    El Periodo Sengoku fue un periodo muy largo en la guerra civil de la historia de Japón. Comenzó a finales del Periodo Muromachi en 1467 con la guerra de Onin hasta el periodo Azuchi- Momoyama. Fue una época de inestabilidad y continúas luchas de poder donde los samuráis tenían su mayor participación, por lo que esta etapa de la historia de Japón era referida como "Periodo de los Estados en guerra"

    Los SAMURAIS fueron guerreros del siglo X, pero su mayor conocimiento tuvo lugar en el Periodo Sengoku. Al principio fueron soldados imperiales encargados de la defensa del emperador o guardias personales. Sus armas principales, en los primeros tiempos, fueron el arco y la flecha.

    A medida que éstos clanes se organizaban, se creaban tensiones y guerras entre ellos, y, con el paso del tiempo, debían encontrar armas más poderosas para su defensa. Poco a poco, el uso del arco y la flecha se fue dejando atrás, dándole lugar a la espada, conocida como katana, comenzando así, un culto por ella.

    El alma del samurái era su espada, a la cual rendían respeto y tributo, y eran una de sus posesiones más valiosas. Un samurái nunca abandonaba su espada, aun en tiempos de paz, su espada, era el mejor regalo que podía recibir un samurái.

    Los vínculos familiares, así como la lealtad, eran sumamente fuertes, y eran estos los factores que regían sobre la estructura de un ejército samurái. Cualquiera que naciera en una casa de guerreros, eran entrenados desde su niñez con el fin de convertirlo en un representante digno de sus antepasados.

    A mediados del siglo XVI, al término de las campañas, el ejército se disolvía y la gran mayoría de los samuráis regresaban a sus labores del campo. No fue sino hasta el Periodo Sengoku, que en algunos guerreros con suficientes recursos mantuvieron un ejército estable y buscando un grado de especialización en el ejército incluyendo la infantería.

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    Arashi Roshi Kin fue un samurái que estuvo al servicio del emperador, combatió desde muy joven hasta el día de su retiro, en donde vivió feliz con su amada esposa y su pequeño hijo. Su aldea fue invadida, sobreviviendo él a duras penas, sin embargo, todo su mundo se vino abajo al ver a su esposa y a su pequeño hijo perecer en el ataque.

    Años han pasado, Roshi se dedicó a perfeccionar su cuerpo y mente, desafío a todo enemigo que se le cruzo, ganando fama y reconocimiento, ya nada le importaba en lo absoluto. Aquel samurái se había vuelto un hombre frio y de mirada perdida, unos se jactaban de que era inmortal, otros, de un guerrero de Dios, pero para él, absurdos rumores.

    —Eres un oponente formidable, Arashi Roshi Kin, pero, aun así eres ambicioso—hablaba con sabiduría un samurái desenvainando su katana—La ambición es un camino que jamás debes seguir mi buen camarada, todavía, estas a tiempo de retirarte.

    —Te venceré Liu, aun si me cuesta la vida—mascullo Roshi.

    Liu, al igual que Roshi, era un samurái retirado, un poco más mayor que él, no obstante un oponente verdaderamente fuerte, pues había conseguido derrotarlo en varias ocasiones, llegado a un determinado punto en que Roshi, comenzó a obsesionarse con él.

    —No siempre puedes ganar mi amigo, uno debe aceptar la derrota, así como la victoria—intento persuadirlo Liu

    El gran samurái saco su katana, dándole a entender que sus palabras no tendrían sentido, y en su mente y corazón, sabía que esta sería la pelea definitiva. Fue una pelea muy dura, la cual muchos presenciaron al gran Roshi como vencedor, sin embargo, un vencedor de una manera no muy noble.

    — ¡Querido! —grito horrorizada una mujer corriendo hacia el cuerpo inerte de Liu.

    — ¡Papi! —sollozo una niña de unos cinco años.

    — ¡Querido! ¡Resiste! ¡Querido! —Lloraba la mujer— ¿Por qué...? ¿¡Porque tuvo que llegar a esto!? ¿¡Acaso no tiene corazón!? ¡Me arrebato a mi marido! ¡Le arrebato el padre a mi hija!

    En ese momento, Roshi quedo paralizado viendo como esa mujer no se apartaba del cadáver de su oponente, el jamás supo que Liu tenía una mujer y una hija; por unos momentos, vio en aquella señora y en esa pequeña niña el recuerdo de su difunta mujer e hijo. Salió corriendo de allí, no podía creer lo que había hecho, logro lo que tanto deseaba, derrotar a su oponente, pero a la vez, le había quitado la vida a un padre de familia.

    Arashi Roshi Kin desapareció ese mismo día, la batalla con el samurái Liu fue la última de su vida, nunca más nadie supo de él, por lo que muchos pensaron que ya el viejo samurái, había fallecido. Nadie sabe, la realidad de su misteriosa desaparición.

    —Ya está todo listo...Roshi-sama—musito una voz masculina desconocida colocando frente al viejo Roshi, un anillo de oro.


    Cuerpo y alma son la esencia humana

    Un don muy poderoso para que Dios de y se la lleve por nada

    Mi alma y espíritu en este anillo preservare

    Y así mis dones jamás desperdiciaré.




    Año 2006. República Dominicana.

    Un par de niños recibían a su abuelo con abrazos y saltos, puesto que siempre venia su abuelito de visita, este siempre traía regalos para ellos. Para la pequeña niña de nombre Kimiko, un bello collar antiguo con un ángel como dije, mientras que, para su nieto Frankling, un antiguo anillo de oro puro.

    Al momento en que se lo dio, el dulce anciano parecía nervioso y tenso, por otra parte, su nieto lo observaba curioso e intrigado, sin siquiera prestarle atención a las advertencias de este diciéndole que bajo ninguna circunstancia se sacara el anillo. Esa misma noche, se escucharon gritos, gritos de horror, el cuerpo del dulce viejito yacía en el suelo sin vida; a su lado, el pequeño Frank, cubierto de su sangre, con lágrimas en sus ojos y temblando, tratando de convencerse así mismo que esto era solo un sueño, que él no lo mato.

    Inmediatamente, huyo de su hogar, tratando de ignorar los gritos de sus padres y su hermana menor llamándolo. Corrió, corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a las afueras de la ciudad, deteniéndose a descansar y a llorar con todo lo que sus pulmones daban. En ese mismo instante el anillo brillo, y de él emergió un espíritu con apariencia de antiguo guerrero samurái.

    —Oye mocoso, no llores, eres un hombre, los hombres no lloran—le reprendió aquel anciano dejando atónito al niño.

    — ¿Qui-qui-quién eres? —interrogo el chico sin salir todavía de su asombro.

    —Mi nombre es Roshi, Arashi Roshi Kin.

    Año 2010.

    Pasaron cuatro años, Frankling, con quince años de edad, daba un paseo por una ciudad, luego de aquel incidente de hace cuatro años, escapo y ahora actualmente se encontraba vagando por el mundo, entrenando y aprendiendo a controlar los poderes y secretos del anillo, e inclusive, conociendo a otros portadores. Según Roshi, eran un total de siete portadores, y hasta ahora, solo conoció a los portadores del anillo de rubí, esmeralda y platino.

    Una llama de fuego apareció repentinamente, la cual logro esquivar zafando por poco, en frente de él, hizo acto de presencia un muchacho de un año mas joven que él, tenía una sonrisa maliciosa y una apariencia bastante ruda. Inmediatamente noto un anillo en su dedo, así que no tuvo duda alguna de que este era otro de los tantos portadores.

    Roshi le explico desde el interior del anillo que aquel muchacho era Bass, portador del anillo de plata que, según cuenta una leyenda, entre los siete portadores existe lo que se conoce como el Dios furioso, el cual era uno de los siete portadores, más específicamente aquel que lograra derrotar al resto. Los que antiguamente eran portadores del anillo de plata y oro lograron derrotar al resto, y al momento de la batalla final entre ambos, ésta acabo en empate y con la muerte de ambos guerreros, por lo tanto, los portadores futuros del anillo de plata y oro están destinados a pelear hasta que haya un vencedor.

    — ¡Oh por favor! —se quejó Frankling—¡¿Luego de que finalmente me logre liberar de Tsubasa tengo que lidiar con él!?

    —Así es la vida niño—habló una tercera persona acercándose a ellos.

    — ¿Quién es él? —pregunto Frank.

    —Él es Claus, portador del anillo de bronce y el árbitro tuyo y de Bass—contesto Roshi—Aunque claro, no por elección propia o el destino, sino por decisión de su espíritu.

    —Mátenme—resoplo el portador del anillo de oro.

    —Con mucho gusto—sonrió Bass.

    Ambos portadores iniciaron una pelea en la que los dos salieron gravemente heridos, por lo que Claus dio por finalizada la batalla a pesar de las protestas del portador del anillo de plata. Los espíritus de los anillos se llevaron a sus dueños lejos y para recuperar fuerzas, habían destruido casi media ciudad y debían escapar lo antes posible.

    Roshi y Frank terminaron en un frondoso bosque, el portador del anillo de oro ahora se encontraba inconsciente, había perdido mucha sangre, le era imposible moverse y sus sentidos le fallaban, pero no todos. Permaneció allí por varios días, sintiendo como era atendido por lo que deducía que era una joven, todos los días temprano venia, a la mañana, al mediodía y a la noche. Deseaba poder conocerla y preguntarle quien era, sin embargo, su estado era tan grave que apenas podía emitir un gemido alguno.

    —Descuida, te aseguro que dentro de poco te sentirás mejor—aseguro la voz de la chica.

    — ¿Quién...eres? —logro finalmente cuestionar Frank.

    Año 2012. Aldea Híbrida.

    Frankling acababa de cumplir dieciocho años de edad, su aspecto cambio por completo, sus ojos marrones ahora eran grises, su cabello había crecido, poseía en sus manos garras, en su boca se notaban colmillos, pero lo más extraño, eran dos orejas de lobo sobre su cabeza y una cola también. Un año completo tuvo que esperar para reencontrarse con la joven que lo cuido, enamorándose perdidamente de ella y casándose.

    Hoy, nueve meses después de haberse casado, ansioso esperaba a su primer hijo o hija. En cuanto atravesó la puerta después de que los gritos de su mujer cesaran, grata fue su sorpresa al ver a su esposa con, no uno, sino dos bebes en brazos, mellizos, una niña y un niño, a los cuales llamaron Jiro y Akane.

    —Mi familia...—sonrió Frank viéndolos dormir plácidamente.

    —Felicidades chico, por fin has logrado lo que tanto has querido—lo felicito Roshi desde el anillo.

    —No todo Roshi, finalmente tengo paz y felicidad, pero sé que no me durara para toda la vida—replico Frank apretando con fuerza sus puños—Todavía...nos falta hacernos cargo de "él"

    —Cierto, tienes razón, pero, de eso ya depende de ti—volvió a hablar—Tienes el anillo de zafiro en tu poder y solo consiguiéndole un portador lo atraerá, a él y al resto de los demás.

    —Sí, y si eso no pasa, desgraciadamente hay otras...cosas que desean con locura el anillo—dijo mirando las estrellas.

    Cinco años más tarde...

    — ¿Qué piensas hacer? —inquirió la voz de Roshi dentro de su anillo, viendo a los errantes rodearlos.

    —Al diablo... ¡Shon! —vocifero Frank lanzándole el anillo y saliendo del campo de fuerza y volviendo a combatir con esas cosas— ¡Di que aceptas! ¡Di que aceptas ser su portador!

    — ¿Eh? Yo... ¡Acepto ser tu portador! —chillo asustado el joven Shon una vez que se colocó el anillo en el dedo, emitiendo este, una potente luz y palpitando.

    "Se acabó...ya...no hay vuelta atrás" pensó Frankling.
     
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    Kao

    Kao 

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    Me parece una historia muy interesante y que de ello se puede sacar mucho es muy buena continua con ello buena suerte
     
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    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

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    1904
    Capitulo 3: "Espiritus y Portadores" (Parte 2)

    El Imperio Persa es el nombre que se utiliza para referirse a las diversas dinastías que gobernaron el país de Persia (ahora conocida como Irán) Se extendió por los territorios actuales de Irán, Irak, Afganistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Turquía, Cipria, Siria, Líbano, Israel, Grecia y Egipto que inicio durante el reinado de Ciro II entre los años 559-530 A.c.

    Alcanzo su máximo apogeo en el año 500 A.c cuando llego a abarcar parte de los territorios actuales de los estados de Libia, Grecia, Bulgaria y Pakistán, así como ciertas áreas del Cáucaso, Sudan y Asia Central. El primer reino persa conocido fue el Proto-Imperio Elamita, seguido por el medio, pero fue el Imperio Aqueménide, el cual surgió tras la rebelión de Ciro II el Grande contra los dominadores medas de la región en el año 550 A.c al que se le conoce apropiadamente como "persa".

    Los Aqueménides fueron la primera dinastía de gobernantes de Persia, fundada por Aqueménes, líder persa hacia el 700 a.c, fue el primer rey oficial de los persas. Ellos eran un núcleo de pueblos con identidad propia que habitaban al sur de Irán, sometidos por los medas hasta el año 559 a.c cuando asume el trono de Persia Cirro II.

    Los persas no tenían rivales militares gracias a su gran ejército, excepto los griegos que eran superiores en sus tácticas. En la historia de Occidente, el Imperio Aqueménide era conocido por su rivalidad con los antiguos griegos; en Grecia el poder estaba dividido en ciudades estado mientras que Persia era un imperio.

    Alrededor del año 350 a.c el rey de Macedonia emprendió una política expansiva de su reino logrando unificar amplias zonas de Grecia e incorporándolas a su reino a excepción de Esparta. Formo una liga de estados griegos que formarían un ejército para invadir el Imperio Persa, siendo asesinado al poco tiempo de tener todo preparado, siendo su hijo Alejandro, quien asumiera el trono y realizando la expedición en el año 334 a.c.

    El Imperio Persa llego a su fin en el 330 a.c cuando el último de los reyes aqueménide, Dario III, fue vencido por Alejandro Magno.

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    El sonido de las cadenas hacían eco en lo que parecía ser una sucia celda, mojada w infestada de ratas e insectos, una pareja trataba de hacer lo posible por alimentar a su pequeño y único hijo de siete años de edad. Las puertas de la celda donde se hallaba la familia se abrieron, soldados de aspecto griego tomaron al pequeño y a sus padres llevándolos hacia las afueras del calabozo hasta llegar a un gran precipicio.

    En aquel momento, los tres integrantes temieron lo peor, uno de los soldados sostuvo al niño mientras que los padres eran acercados brutalmente del precipicio. Al ver aquello, el niño comenzó a llorar y gritar, siendo silenciado por el hombre que lo tenía.

    —Su hijo será liberado, pero a cambio, deberán pagar su liberación con la muerte—sentenció el soldado a cargo.

    Lo siguiente a continuación dejo al pobre chico sin habla, sus dos padres fueron atravesados con lanzas y sus cuerpos cayeron al vacío. Con lágrimas en los ojos y el corazón lleno de odio, como pudo, se liberó del agarre de aquel soldado logrando escapar a lo más profundo de un bosque mientras era perseguido por los soldados griegos.

    Corrió con todas sus fuerzas, y al asegurarse de que ya no lo seguían, cayo inconsciente al suelo, siendo encontrado al anochecer, por un hombre que palideció al ver lo desnutrido que se encontraba. Despertó encontrándose en lo que parecía ser una carpa, sus heridas habían sido curadas y vendadas, estaba aseado también, pero hambriento.

    Una mujer ingreso revisando al pobre niño para después depositarle un plato de comida, él la miro con desconfianza, no parecía estar en manos de los griegos, no obstante, tampoco debía relajarse mucho. En ese instante, una segunda persona ingreso a la carpa, un soldado, pero no era de los griegos, este dio una orden, la mujer se retiró y otros dos hombres ingresaron con otro encadenado.

    El niño, al verlo lo reconoció en seguida, lleno de ira no aparto su vista del sujeto aquel, sin siquiera importarle sus heridas, o que la espada era pesada, quiso tomarla y arremeter contra aquel hombre, acto que el soldado inmediatamente lo detuvo.

    — ¡Suéltame! —gritó furioso—¡Déjenme matarlo! ¡El me quito a mis padres!

    —Tienes agallas y valor niño, pero entrenamiento es lo que te falta, sin eso, morirás de inmediato y después... ¿Quién vengaría la muerte de tus padres? —inquirió el soldado—¿Cómo te llamas?

    —Kidou...—contestó.

    —Joven Kidou, únete a nosotros, el Imperio Persa, te enseñaremos a luchar y a vengarte del Imperio Griego—prosiguió en hablar—Este hombre aquí, permanecerá encarcelado hasta el día en que tu entrenamiento finalice, y así, podrás matarlo.

    El pequeño Kidou solo observo al sujeto y se tranquilizó, miro al comandante y acepto el trato. Pasaron los años, y el joven Kidou creció junto a lo que se conocía como el Imperio y el Ejército Persa, lo entrenaron arduamente, logrando convertirse en un formidable soldado y capitán del ejército a la edad de los quince años.

    El día que tanto anhelo llego finalmente, le trajeron al antiguo soldado del ejército griego hecho un vejestorio, el muchacho lo observo y sin siquiera pensárselo dos veces o tener algún sentimiento de compasión, lo atravesó tal y como él lo había hecho con sus padres años atrás, acabando con su vida. A partir de aquel momento, prometio solemnemente la aniquilación completa de todo el Imperio Griego, era admirado y respetado, pero sobretodo, temido por muchos, entre ellos sus propios hombres.

    El odio y rencor hacia los griegos transformo al pequeño niño en un hombre de personalidad sanguinaria y caníbal en el campo de batalla, sobre todo cuando veía a sus camaradas caer, lo que le daba a los persas la victoria en las guerras. Llego lo que sería la batalla decisiva, Kidou y sus hombres tenían al ejército griego acorralado cuando uno de sus hombres, lanzo hacia su capitán lo que parecía ser un anillo de plata.

    — ¿Qué demonios...?—musitó Kidou.

    Cuerpo y alma son la esencia humana

    Un don muy poderoso para que Dios lo de y se lo lleve por nada

    Mi alma y espíritu en este anillo preservare

    Y así mis dones jamás desperdiciaré.

    — ¡Capitán Kidou! —exclamaron sus hombres.


    El anillo brillo, y una luz blanca rodeo al joven capitán del ejército persa, su cuerpo cayo inerte al suelo junto con el anillo en su mano, dándole la completa victoria al rey de los griegos, Alejandro Magno.


    Ciudad de Nueva York.

    Un niño de apariencia de unos doce años corría riendo con malicia por los callejones de los barrios pobres de la gran ciudad con una bolsa en su mano y con la otra sosteniendo su gorra mientras le sacaba la lengua a dos hombres que lo perseguían. Llego hasta lo que parecía ser un callejón sin salida, los hombres pensaron que lo tenían acorralado, pero no era así.

    — ¡Bass! ¡Sal de una vez maldita rata asquerosa! —exclamó uno de los hombres.

    — ¡Zorro tramposo! ¡Ven aquí cobarde! —vociferó el otro.

    —Como quieran inútiles—rió el niño arrojándoles botes de basura desde las escaleras de emergencia de los edificios— ¡Jajaja debieron ver sus caras!

    —Pequeño diablillo...—rechinaron los dientes ambos señores.

    Bass era un niño pobre, no tenía padres ni hermanos, criado desde muy pequeño por un anciano el cual le enseño de los juegos de azar para sobrevivir, volviéndose ambicioso. Lo llamaban Bass The Foxy Trick, "El Zorro Tramposo", pues se había vuelto bastante astuto en el arte de engañar.

    Con el paso de los años se volvía cada vez más listo, llegando a robarles dinero a los barrios más ricos de la ciudad, hasta que un día, al cumplir los catorce años, un hombre se apareció ante él, apostando en uno de sus juegos, un anillo de plata antiguo, el cual, claro, perdió. Extrañado pero a la vez fascinado con su nueva adquisición valiosa, muchas veces intento venderlo, pero, sin saber porque, retiraba la venta al final.

    Se puso el anillo un día, sintiendo una extraña sensación recorrerle el cuerpo, y se lo saco antes de irse a dormir, despertando a la mañana siguiente, cubierto de sangre y rodeado por una pila de cadáveres. Aterrado, dejo las calles de Nueva York para que nadie lo encontrase, una vez que estuvo solo, un espíritu salió de su anillo.

    —Mi nombre es Kidou, ex comandante del ejército persa—se presentó el espíritu.

    —Ba-Bass, me llamo Bass—tartamudeó el chico.

    Con el paso del tiempo, Bass y Kidou entablaron una buena amistad, una buena y extraña amistad, el comandante del ejército persa le explico al joven adolescente toda la historia sobre el anillo, pero fue la historia del Dios Furioso la que llamo la completa atención del chico. Le recalco que para convertirse en Dios Furioso debía encontrar y derrotar al portador del anillo de oro.

    Sin siquiera dudar, salió de América con la intención de buscar a dicho portador, encontrándolo tiempo después, en un país de Asia un poco alejado de China. Este vio que no entendía por qué le atacaba sino hasta que su espíritu dentro del anillo le explico el tema de Dios Furioso.

    — ¡Oh por favor! —se quejó Frankling—¡¿Luego de que finalmente me logre liberar de Tsubasa tengo que lidiar con él!?

    —Así es la vida niño—habló una tercera persona acercándose a ellos.

    — ¿Quién es él? —preguntó Frank.

    —Él es Claus, portador del anillo de bronce y el árbitro tuyo y de Bass—contesto Roshi—Aunque claro, no por elección propia o el destino, sino por decisión de su espíritu.

    —Mátenme—resopló el portador del anillo de oro.

    —Con mucho gusto—sonrió Bass

    Ambos portadores iniciaron una pelea en la que los dos salieron gravemente heridos, por lo que Claus dio por finalizada la batalla a pesar de las protestas del portador del anillo de plata. Los espíritus de los anillos se llevaron a sus dueños lejos y para recuperar fuerzas, habían destruido casi media ciudad y debían escapar lo antes posible.

    Una vez que el portador del anillo de plata se recuperó, inmediatamente se dedicó a buscar nuevamente a Frank, sin embargo, esta vez nunca más lo encontró, lo cual le desespero. Según Kidou, este aseguraba que no estaba muerto, ya que sentía la esencia del anillo en manos de un portador, eso le daba fuerzas para no rendirse, lo único que maldecía, era el hecho de que Kidou no tenía ni la más remota idea de donde podría estar.

    Un año paso, Frank y Bass volvieron a enfrentarse en diversas ocasiones, hasta que misteriosamente, el portador del anillo de oro volvió a desaparecer y de allí, transcurrieron cinco años.

    —Maldito...cobarde...—refunfuñó Bass—Cuando lo encuentre no dejare ni un pedazo de él...grandísimo idiota.... ¡Le romperé todos los huesos!

    —Si es que lo encuentras antes que Tsubasa—habló Kidou dentro de su anillo.

    —No empieces Kidou—replicó el chico de la gorra.

    De pronto, una luz color azul inundo el cielo, el anillo de Bass hizo presión en su dedo, mientras que Kidou salía de su anillo con una mirada seria.

    —Alégrate y apresúrate Bass, apareció el séptimo portador...y tienes el paradero de Frank y Roshi—dijo Kidou.

    —Si...—sonrió con malicia—Solo espérame...Frank.
     
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    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

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    Seven Worlds (2da Temporada de Los Guerreros Legendarios)
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    1931
    Capitulo 4: "Espíritus y Portadores" (Parte 3)

    Edad Media

    La Edad Media fue un periodo histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo V y el siglo XV. Su comienzo se sitúa en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente, llegando a su fin en 1492 con el descubrimiento de América.

    La Edad Media fue el periodo en que nació y se construyó Europa, y una época muy violenta en la historia del continente europeo; los bárbaros se desparramaban furiosos, reinaba un hambre y una peste espantosa, obligando a la raza humana a dedicarse al consumo de su misma especie. Esto provoco lo que hoy se conoce como CANIBALISMO y LA PESTE NEGRO.

    Un CABALLERO era una persona que montaba a caballo y tenía una gran riqueza; en cuanto a significados, era cambiantes en las distintas etapas historias. El papel de los caballeros medievales fue muy destacado en la Época Medieval, su deber era aprender a luchar y a manejar las armas para poder así, servir a su señor feudal de acuerdo con el Código de Caballería.

    El caballero medieval no siempre fue un hombre con título de caballero, eran tres tipos de hombres de guerras: caballeros, soldados de infantería y arqueros. Estaba cubierto de varias capas de blindaje, conocidas como armaduras, y era muy difícil de enfrentarlo ya sea de a pie, parado o quieto.

    Generalmente los caballeros eran de una familia de buena posición económica, puesto que eran sumamente caros conseguir armaduras y el caballo idea para las batallas. En la práctica de armas se incluían las habilidades del manejo de la espada con ambas manos, el hacha, daga y lanza.

    Código de Caballería: se comprometían a defender a los más débiles, ser corteses con todas las mujeres, ser leales a su rey y servir a Dios en todo momento. El Código de caballería también exigía que un caballero tuviera misericordia de un enemigo vencido, sin embargo, muchas veces no se cumplía esta última parte del código debido a que los caballeros eran hombres de guerra.

    -------------------------------------------------------

    El fuego se extendía y crecía cada vez más y más, devorando todo un pueblo a su paso y cobrándose varias vidas inocentes consigo; valientes y audaces caballeros intentaban salvar a tantas vidas como les fuese posible, todos y cada uno de ellos era guiado sabiamente por una joven caballera. El fuego comenzaba a rodearlos, la que lideraba a la caballería intentaba salvar a dos niñas entre los escombros, una de ellas, la más grande, protegía como podía a su hermanita de apenas unos meses.

    — ¡Señorita Lilian, es ahora o nunca! —exclamaba uno de sus soldados, su mano derecha, Lord Sir Lockswill—¡Dese prisa!

    — ¡No me marchare hasta haber salvado a estas pobres criaturas! ¡Estas dos almas aún tienen mucho por vivir! —masculló la joven cargando a ambas niñas en su noble caballo—¡Es mi deber como caballera del rey salvar a estas dos pobres y moribundas nenas!

    Lilian deGrey fue hija de uno de los capitanes de la caballería del rey en aquella época, mientras que su abuelo fue uno de los primeros caballeros en conformar la mesa redonda durante el reinado del Rey Arturo, siendo su padre, el sucesor de su abuelo y ella ahora, la sucesora de su padre. Desde muy pequeña fue entrenada por su papa, muy a pesar de haber nacido mujer, a pelear con valentía y honor, llegando a sorprender un día al mismo rey, y ahora, con tan solo catorce años de edad, pertenecía a la caballería real.

    Lilian era una mujer valiente, una chica de palabra, siempre acatando las reglas del Código de Caballería como era debido, siendo la primera y única mujer caballero en toda la historia de la Edad Media. Era muy honrada y respetada por todos, pero a la vez envidiada por sus hombres, no obstante, no por ello era despreciada y maltratada, pues era una chica de un gran corazón y sus hombres la protegían a toda costa.

    — ¡Señorita Lilian, el pueblo se derrumba, vámonos de aquí! —exclamó nuevamente Sir Lockswill.

    — ¡Entendido! —dijo Lilian una vez que subió a las dos niñas.

    El único camino que tenían libre de llamas ardientes se iba cerrando, Lilian y Sir Lockswill apresuraron el paso salvándose justo a cambio. En sí, Lilian era no era muy sociable desde temprana edad debido a las críticas que recibió en de su pueblo en un comienzo por el hecho de ser una mujer caballera, sin embargo, como caballero, tenía un gran corazón.

    La joven era una guerrera formidable, no solo su rey reconocía su talento, sino también reyes de otros reinos, ella, por su parte, se sentía orgullosa de sí misma y de sus habilidades, y de alguna forma deseaba preservarlas para siempre, cosa que le fue concedido por uno de los reyes vecinos de su tierra. Le fue entregado un anillo de bronce y un conjuro con el cual podría preservar su alma junto con sus habilidades dentro de este, pero para ello, solo podría lograrlo si en verdad deseaba hacerlo y si estaba completamente decidida y segura.

    Cuerpo y alma son la esencia humana

    Un don muy poderoso para que Dios la de y se la lleve por nada

    Mi alma y espíritu en este anillo preservare

    Y así mis dones jamás desperdiciaré.


    Argentina. 2005.

    El reloj marcaba la media noche dentro de un orfanato, entre las sombras del mismo, una persona caminaba a hurtadillas por sus pasillos como objetivo la puerta principal. Intentaba contener las ganas de gritar de la emoción debido a que le faltaban unos pocos metros para llegar a la puerta y salir de allí, lamentablemente, su felicidad no duro mucho.

    — ¡Claus! —gritó furiosa una señora encendiendo la luz y agarrando al chico del cuello de su remera.

    — ¡Maldita sea vieja gruñona! —masculló el niño con apariencia de diez años de edad tratando de liberarse de su agarre.

    Claus era un niño huérfano que vivió y creció en el orfanato de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, desde el momento en que nació, según sus "niñeras", la familia de él no tenía ni idea de que existía, o mejor dicho que de estaba con vida. Su madre, embarazada de él y una niña a la vez, es decir su hermana melliza, sufrió una perdida en el octavo mes y los médicos al sacarlo, creyeron que él había nacido muerto.

    Sus padres y hermanos se marcharon con la niña quien había salido ilesa, y cuando estuvieron a punto de arrojarlo a él a la basura, escucharon como tosía soltando mucosidad y rompía a llorar. Inmediatamente intentaron contactar con su familia nuevamente, no obstante, tal parecía que la madre cayó en un estado de depresión y por ello se mudaron, así que mandaron a Claus al orfanato.

    Desde entonces, y desde que Claus aprendió a caminar y a hablar, ha intentado escaparse en más de una canción para regresar a su casa, desgraciadamente, siempre era atrapado cuando casi llegaba a la perta.

    — ¡Claus, baja y conoce a tu nueva familia! —masculló la señora a la que Claus llamaba vieja gruñona o vieja bruja.

    — ¡Ja! ¡Sobre mi cadáver! —replicó Claus.

    El joven no estaba interesado en tener otra familia, por ende, rechazaba a cada pareja que quería adoptarlo, al ser obligado o llevado a la fuerza por una familia, lograba burlarlos y escaparse, era momentos lindos hasta que era agarrado por la policía y llevado nuevamente al orfanato. Por mucho que todos le decían que esperara a sus dieciocho años para buscar a su familia, este parecía estar empeñado a encontrarla antes de su mayoría de edad.

    ---------------------------------------------------

    Argentina.2008.

    Claus acababa de cumplir trece años de edad, y para su total desgracia fue obligado a ir de paseo con los niños de su orfanato y la mujer a la que llamaba vieja gruñona, maldiciendo y gruñendo, ignorando obviamente los regaños de la mujer diciéndole que no dijera malas palabras frente a los demás niños, algo logro llamar su atención. En el suelo encontró lo que parecía ser un anillo de bronce bastante antiguo, curioso lo tomo y lo observo, sintiendo una extraña sensación recorrer su cuerpo y finalmente lo guardo.

    Ya de regreso al orfanato, Claus pensó que vendiendo el anillo tal vez podría recaudar algo de dinero e irse lejos de aquel lugar al que llamaba prisión, para irse e ir con su familia. Primero se decidió a probárselo y ver si en verdad valía la pena venderlo, viendo que sí, se lo quito y se fue a dormir, despertando horas después no en su habitación, sino en la de la señora que tanto odiaba. Tenía el cuerpo cubierto de sangre y la mujer, inerte en la cama, cruelmente asesinada.

    — ¿¡Qué demonios hice!? —chilló asustado Claus.

    — ¡Claus! ¿Qué fue ese grito? ¿Otro de tus intentos de escape? —inquirió la voz de una de las ayudantes del orfanato.

    "Mierda, lo que menos quiero ahora a parte de estar encerrado aquí es estar encerrado en la prisión" pensó Claus tratando de buscar una solución.

    —Pues déjame ayudarte joven Claus—dijo una voz que provenía del anillo.

    — ¿Eh? —fue lo único que llego a pronunciar antes de desaparecer.

    Nadie del orfanato volvió a saber de él, muchos de los niños allí que lo conocían pensaban en cómo es que había logrado escapar luego de tantos años fallando, ni siquiera la policía logró interceptarlo nunca después de su huida como era de costumbre. Tal parece que finalmente, después de catorce años de intento, logró burlarlos a todos.

    -----------------------------------------------------

    Año 2012.

    Claus desarrollo una personalidad fría, solitaria y seria debido al tiempo que ando por el mundo buscando a sus padres, la caballera Lilian, la espíritu de su anillo, le ayudaba de todas las maneras posibles a encontrar a sus padres y hermanos. Aprendió a ser muy calmado en las situaciones más difíciles y a manejar su rol de mediador entre Frank y Bass, comportándose como un hermano mayor para ellos.

    Muy pronto, la idea de continuar su búsqueda iba quedando atrás, comenzando a centrarse en sus responsabilidades como portador por la reciente presencia maligna que amenazaba con destruir los anillos.

    —Bass, Claus, es suficiente—sentenció Claus deteniendo la pelea entre los dos.

    — ¡Ya casi lo tenía Claus! —bramó Bass.

    —Te recuerdo que en la situación en la que nos encontramos necesitamos de todos los portadores...VIVOS—aclaró el portador del anillo de bronce.

    Pasaron cinco años, Claus acababa de cumplir veintidós años y justo ahora, junto con los demás portadores, se encontraban en una búsqueda desesperada de uno de sus miembros, Frankling, quien llevaba cinco años desaparecido. De no ser por la criatura por la cual todos y cada uno de los portadores eran perseguidos, preferiría no estar o no tener que buscarlo, pero, no tenía más alternativa.

    — ¿Estas segura Lilian? —preguntó Claus en medio de la nada.

    —Claro que si amo Claus, los demás anillos podemos sentir cuando otros están activos, y en estos cinco años, Roshi ha estado activo siempre—respondió Lilian saliendo del anillo.

    —En resumen, Frank sigue vivo...—pensó en voz alta Claus suspirando— ¿Pero dónde carajos estará?

    De repente, una luz color azul zafiro lo cegó, su anillo palpito y le recorrió una extraña sensación por todo el cuerpo, ante ello, Lilian inmediatamente se puso seria mirando a Claus. Este trago con nerviosismo al ver que su espíritu asentía con una mirada más que segura, ahora sí, ya podían deducir donde se encontraba Frank y el séptimo portador.

    —Tal parece...que lo hallamos, Lilian llévame hacia allá—pidió Claus.

    —Entendido—sonrió la chica, acto seguido, ambos desaparecieron.
     
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    VeraWolfe

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    1854
    Capitulo 5: "Espíritus y Portadores" (Parte 4)

    Los aborígenes australianos junto con los isleños del Estrecho de Torres fueron los descendientes de los primeros habitantes del país australiano. Ambos pueblos constituyeron el conjunto de los indígenas australianos. Su territorio se extendió por Australia, Tasmania y algunas islas cercanas.
    Existen más de cuatrocientos pueblos aborígenes australianos, cada uno con rasgos diferenciados y una localización geográfica propia. Se les identifica por el nombre de su lengua indígena o por la palabra con la que ellos se autodenominan.
    La cultura aborigen se desarrolló dando lugar a una gran variedad de lenguas y culturas con rasgos comunes, y es la cultura viva más antigua del planeta. Los aborígenes llevaban una vida de cazadores-recolectores, vivían en grupos semi nómades que recorrían amplios territorios, cazando con lanzas y bumerangs, pescando en canoas y recolectando plantas.
    Desde la antigüedad, las tribus aborígenes han creído posible comunicarse con los espíritus de los muertos a través de lo que conocemos como espiritismo. El espiritismo establece que, los espíritus, seres sin cuerpo material, puedan entrar en contacto con los seres humanos.
    Los principios del espiritismo son: la existencia y unicidad de un Dios, de espíritus, reencarnación y comunicabilidad espiritual, es decir, mediumnidad, que es la facultad de la que dispone un médium para ponerse en contacto con personas ya fallecidas, puede ser un individuo de cualquier género, edad, educación, cultura y/o religión.
    En las tribus aborígenes el don de la espiritualidad eran usados principalmente para guiar el alma de los muertos a su destino en el más allá. En la mayoría de los casos el espiritismo era practicado por mujeres con habilidades en medicina, es decir, curanderas.

    ---------------------------------------------------------------

    Australia. 3000 años atrás.

    —Es una niña...—musitó la partera de una de las tribus australiana.

    —Siena...—sonrió la madre cargando a su niña.

    Siena fue una niña australiana nacida en una de las tantas tribus australianas y la única en todas ellas con la habilidad de ver a los muertos. En aquellos tiempos, no era común ver a los fallecidos, por ende, Siena fue la primera australiana que nació con dicha habilidad.

    —Desaparezcan...no más gente muerta, no más gente muerta, desaparezcan—susurraba la niña temblando.

    — ¡Siena ya basta! —bramó el padre.

    —Deja de decir mentiras—ordenó la madre.

    Nunca nadie creyó que ella pudiera ver las almas de los muertos, ni siquiera sus propios padres, creció aislada de los demás habitantes de su tribu y fue tratada como una habladora. A sus veinte años se volvió una mujer con grandes conocimientos en medicina, pero, todavía seguía siendo tratada como una chica rara.
    Caminando mientras recolectaba plantas medicinales para sus remedios, se encontró con un pequeño niño que la miraba fijamente. Ese niño no era humano, era espíritu, Siena podía distinguirlos muy bien, este le pidió que la siguiera, cosa que ella, dudando en un principio, decidió hacerlo. Durante el trayecto Siena intento hacerle preguntas como por ejemplo quien era, que quería o porque quería que ella lo siguiera, sin embargo, el niño se mostró callado y sin ninguna intención de responder, por el momento.
    Llegaron los dos hasta una cueva en donde el pequeño respondió a las preguntas de la chica, era un mensajero enviado por el Dios que le otorgo a ella la habilidad de entablar comunicación con las almas de los fallecidos y tenía un mensaje para ella. En un par de años más adelante, se haría presente una enfermedad con muy pocas probabilidades de ser curada, y las personas que no sobrevivirían, tenían que partir con el corazón y el alma en paz y ser guiados a su destino en el mas alla.
    Pasaron ocho años, la profecía del Dios se cumplió, una enfermedad grave azotó la tribu de Siena, la joven sin vacilar trato a cada enfermo haciéndolos marcharse en paz y guiando sus almas a la otra vida. Con tan solo veintiocho años, Siena se volvió una excelente espiritista y medica en su tribu, los habitantes dejaron de tratarla como una mujer loca y rara gracias al don que su Dios le otorgo.
    El Dios estaba satisfecho con su labor, lamentablemente, sabía que ella al ser humana, su don desaparecería con la llegada de su muerte, así que decidió darle la oportunidad de seguir con su labor, sellando su espíritu en un anillo de esmeralda.


    Cuerpo y alma, son la esencia humana
    Un don muy poderoso para que Dios la de y se la lleve por nada
    Mi alma y espíritu en este anillo preservare
    Y así mis dones jamás desperdiciaré.



    Japón. Año 2006.

    Un grupo de niños entrenaban en un dojo en la ciudad de Tokio, Japón, entre el grupo de niños se podía observar a una única niña entrenar junto a ellos, ella se llamaba, Tsubasa. El dueño y maestro del dojo era el abuelo de Tsubasa, un hombre que veía tanto a las mujeres como a los hombres, capaces de aprender el conocimiento de las artes marciales.
    Tsubasa era una niña impulsiva y con una enorme facilidad para molestarse, siempre respetaba las tradiciones, el juego limpio, todo gracias a su dulce abuelo. No obstante, odiaba perder, y eso era lo que encendía su carácter agresivo e inclusive, la volvía algo rencorosa. Después de finalizar sus clases, el abuelo de la niña, tenía un pequeño presente para su nieta.
    Ella vivía solo con sus abuelos, su madre y sus dos hermanos, uno mayor y uno menor, su padre había fallecido hace años, les gustaba el estilo tradicional del antiguo Japón, el dojo, también era su casa y hogar. En su familia, como las antiguas, tenían una tradición familiar, las mujeres de la familia de Tsubasa eran rudas, tenían derecho a retar a hombres a un combate, si estas perdían, debían contraer matrimonio con el vencedor, y solo venciéndolo, se podría romper dicha unión. En caso contrario de que el hombre rechace el matrimonio, la mujer debe seguir entrenando y desafiarlo hasta que logre derrotarlo.
    Esa era la tradición no por el lado materno de la familia de Tsubasa, sino por el lado paterno, su padre, fue el único varón que nació en toda una línea de mujeres de dicha familia. A pesar de que para el padre, era una absurda tradición que solo debían cumplir sus hermanas, su hija Tsubasa nació muy respetable con las tradiciones, y hasta el momento, en sus peleas, salía invicta.
    Su abuelo deseaba que se olvidara de esa tradición, pero conocía la terquedad y seriedad de su nieta, sabía que solo podría olvidarse de aquella tradición, cuando encontrara al hombre del cual en verdad se enamorara.


    —Tsubasa...—la llamó su abuelo.

    —Dime abuelo—sonrió Tsubasa con una edad de diez años.


    Su abuelo tomo su mano depositando un bello anillo antiguo con una bella piedra de esmeralda, tan maravillada quedo la niña con aquel objeto que no presto atención a las advertencias de su abuelo de no quitarse del anillo bajo ninguna circunstancia. Esa noche, antes de dormir, se lo quito, y despertó a mitad de la madrugada, en la habitación de su abuelo y manchada con su sangre.

    — ¡Abuelo! —sollozó asustada y llorando Tsubasa.

    Desde aquel momento y para honrar la memoria de su abuelo, Tsubasa se decidió hacerse cargo del dojo, defendiéndolo invicto durante cinco años.

    --------------------------------------------------

    Tokio, Japon.2011.

    Una joven Tsubasa de quince años de edad corría por las caller de Tokio, tenía una mirada furiosa, no hace mucho llego un hombre al cual reto y logro vencerla, pero más que nada, quebranto su orgullo no solo derrotándola, sino también rechazando la tradición.


    — ¡No te escaparas tan fácilmente de mi Frank! —gritó furiosa Tsubasa.

    — ¡Ah por el amor de Dios Tsubasa! —se quejó Frankling—¡Déjame en paz maniática obsesiva!

    — ¡No hasta que te derrote! —replicó ella.


    La derrota provocó en Tsubasa que saliera su carácter agresivo, sin embargo, en todas las veces que luchó contra Frank, portador del anillo de oro, no ha podido ganarle ninguna en lo absoluto, lo que la llevó a competir contra Bass, portador del anillo de plata, por quien debería derrotar a Frank, cosa que eso ocasionaba muchos más problemas. En algunos casos, en la mayoría, tenía que pelear con Bass para ganar derecho a una pelea con Frank, lo cual el aprovechaba para escapar.
    Cinco años habían pasado, Frankling desapareció, Claus había reunido al resto de los cinco portadores y todos se dividieron para buscarlo, ella, se fue junto con Janne, mientras que cada uno de los hombres se iba por su lado. Empezó inmediatamente y a toda velocidad porque no quería que Bass le ganara encontrarlo y comenzar la pelea él.
    Era cómico ver como Janne, simplemente preguntaba con educación a las personas mostrando unas fotos mientras que Tsubasa destruía todo a su paso y preguntaba de una manera muy agresiva sin siquiera prestarle atención o tomarle importancia a las quejas de las personas.


    — ¡¿Dónde se metió ese maldito?! —vociferó furiosa Tsubasa—Tenia que desaparecer justo cuando "eso" nos está buscando a todos... ¡No pierdas el tiempo preguntando con amabilidad Janne! ¡Hay que encontrar a ese idiota antes de que Bass lo haga!

    — ¡Tsubasa cálmate! —ordenó una voz en su anillo.

    — ¡Cállate Siena! —replicó la chica.


    Los espíritus de ambas chicas aseguraban que el anillo de Roshi seguía activo desde hace cinco años, lo que significaba que Frankling todavía seguía vivo, solo que les resultaba difícil localizarlo, debido a que el lugar en el que estuviera pareciera que no era en el mundo humano. Obviamente esa respuesta solo hacia enfurecer más y más a la portadora del anillo de esmeralda mientras su amiga, portadora del anillo de rubí, intentaba calmarla en vano.
    De pronto, las dos sintieron sus anillos palpitar, una extraña sensación recorrerles el cuerpo y una luz azul en el cielo las cegó, esa era una luz que solo los portadores podían ver, y que solo significaba una cosa. Ante tal luz, Janne puso un rostro de seriedad mientras que Tsubasa sonreía con malicia mientras se tronaba los dedos.


    — ¡Finalmente! ¡Cinco años y por fin llega este gran día! —exclamó Tsubasa saltando de la felicidad—¡Vamos! ¡Tenemos que llegar y yo darle una paliza antes de que Bass!

    — ¡Tsubasa! —le reprendió nuevamente Siena.

    — ¡No sigas molestándome Siena! —protestó Tsubasa.


    La relación entre Siena y Tsubasa se podría decir que eran ami enemigas, la mujer espiritista estaba en total desacuerdo que tanto su portadora como Bass quieran arreglar sus problemas con Frank mediante la violencia, obviamente no lo hacía por pesada, sino porque le preocupaba la seguridad de los tres. No obstante, cada vez que Siena se lo recordaba, solo lograba enfurecer más a su portadora, sin embargo, cuando estaban solas, ella era la única persona a la que consideraba Tsubasa su amiga y la que la consolaba en momentos difíciles.


    —Tsubasa por Dios niña, tu padre y tu abuelo no desearían verte así solo por la tradición familiar—intentó ser suave Siena—Solo te estás haciendo daño a ti misma.

    —Cállate Siena y llévame hacia el lugar donde están—ordenó Tsubasa.

    "Parece que el señor tenía razón, Tsubasa solo dejara esto, cuando su corazón le pertenezca a alguien" pensó Siena.
     
  7.  
    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

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    Seven Worlds (2da Temporada de Los Guerreros Legendarios)
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    1741
    Capitulo 6: Espiritus y Portadores (Parte 5)

    El Viejo Oeste o Salvaje Oeste

    Fué un período que tuvo lugar en el siglo XIX durante la expansión de la frontera de los Estados unidos de América hacia la costa del Océano Pacífico. Aunque la colonización del territorio comenzó en el siglo XVI con la llegada de los europeos con el objetivo de alcanzar la costa oeste. Esto se debió principalmente a la iniciativa gubernamental del presidente Thomas Jefferson tras la compra de Luisiana en 1803.
    Este periodo tuvo varios avances en la industria, las comunicaciones y la agricultura a costa de una intensa explotación de los recursos humanos y naturales.
    A principios del siglo XX, el Oeste era considerado un territorio salvaje e inhóspito con escasas posibilidades de ser habitado. Esta opinión no influía el hecho de que los pueblos amerindios llevaban varios milenios viviendo en él.
    Se estima que los antecesores de las etnias amerindias empezaron a vivir en Norteamérica hace treinta mil años. A lo largo de su historia, estas tribus lograron diferentes grados de organización. Con la llegada de los europeos en el siglo XVI, se rompió el equilibrio natural de estos pueblos. La explotación indiscriminada de recursos y propagación de enfermedades drenaron drásticamente la población nativa.

    Vaquero: principalmente fue el encargado de las tareas relacionadas con la ganadería en los Estados Unidos. Su figura adquirió trascendencia en la segunda mitad del siglo XIX con el surgimiento de las rutas ganaderas luego de la Guerra Civil, cuando el transporte de los animales por tierra requería de jinetes de gran destreza y resistencia.
    Los vaqueros no siempre fueron personas dedicadas al ganado, algunos eran llevados por mal camino convirtiéndose en bandidos saqueadores y/o asesinos, mientras que otros, se convertían en cazadores de recompensas. A parte del caballo, que era el medio de transporte típico en aquella época, el vaquero portaba siempre consigo una cuerda que usaba para amarrar al ganado y/o a personas, en el caso de bandidos y cazadores de recompensas, y armas de fuego, principalmente pistolas.

    ---------------------------------------------------------

    Lejano Oeste. Ciudad de California.

    Los habitantes yacían inmóviles, reinaba el silencio completo y eso se debía a que, a la ciudad ingresaba un vaquero montado en un gran caballo negro, que, sin prestar atención a las miradas de las personas, se encamino hacia la comisaria. El silencio se rompió con el fuerte golpe de un cuerpo sin vida contra la pared, haciendo caer un cartel de "Se Busca" con la misma cara que el cadáver
    .Inmediatamente, el sheriff, ingreso adentro de la comisaria y salió entregándole la recompensa asustado. En cuanto tuvo el fajo de billetes subió a su caballo nuevamente y se marchó del pueblo.
    El vaquero desconocido se internó en el desierto, en donde a los pocos minutos un grupo de bandidos lo rodeo.


    —Así que... ¿Tú eres al que todos llaman "Clay"? —inquirió el hombre que parecía ser el que lideraba el grupo de bandidos.

    —Muévanse...me estorban—dijo el vaquero sin asustarse ni retroceder.

    —Tu no me das ordenes vaquerito—replico el líder— ¡Mátenlo!


    Los bandidos se abalanzaron sobre Clay, este solo encendió su cigarrillo, lo fumo, desenfundo su arma y a los pocos segundos, toda la banda, incluyendo el líder, yacía en la arena del desierto bañados en un charco de sangre. A rastras, se llevó los cuerpos al próximo pueblo en donde cobro otra recompensa y se fue.

    Clay era un vaquero equivalente al llanero solitario; inteligente y astuto, un hombre de apariencia de entre cuarenta y cincuenta años de edad, conocido como el mejor caza recompensas de todo el Salvaje Oeste. A diferencia de uno ordinario, Clay era conocido por volarle la cabeza de tres simples tiros no solo a sus enemigos, sino también a cualquiera que le cayera mal.

    Se dedicaba no solo a ser caza recompensas, sino también a las exploraciones que le proporcionaban grandes riquezas, de las cuales le solían atraer las riquezas antiguas de origen extranjero que tenían que ver con dioses, puesto que esas eran las más valiosas de todas. No obstante, Clay tenía el anhelo de vivir eternamente junto a sus riquezas, pues conforme iba avanzando el tiempo, él iba envejeciendo y aquello era algo inevitable.


    — ¡Danos todo! —exclamo un bandido apuntándole con un arma.

    —Como molestas—mascullo Clay desenfundando su arma y matándolo en cuestión de segundos.


    Husmeando en las provisiones del bandido fallecido, encontró un anillo de rubí bastante antiguo, fue entonces cuando recordó, en un viejo bar hace unos días, otro caza recompensas le hablo sobre un conjuro para preservar su alma en un anillo. En un principio pensó que solo era pura habladuría, ya que no creía en magia, primero que nada, y en segunda, no tenía ningún anillo.

    Miro aquel accesorio por un largo rato, lo guardo, subió a su caballo, tomo las riquezas del bandido, cobro recompensa y se encamino hacia su escondite donde guardaba todas sus riquezas.


    Cuerpo y alma, son la esencia humana

    Un don muy poderoso para que Dios la de y se la lleve por nada

    Mi alma y RIQUEZAS en este anillo preservaré


    Y así mis dones jamás desperdiciaré.


    Cádiz, España. Año 2009.

    Llovía en la ciudad de Cádiz, España, una pre adolescente derramaba lagrimas sobre una tumba reciente, parecía no importarle el mojarse y mucho menos enfermarse, nada de eso podía compararse con el dolor que ahora estaba sintiendo. En su mano yacía un anillo, un anillo antiguo con una piedra de rubí en el centro.


    —Señorita Janne, es hora de volver, su tía vendrá mañana—le dijo una joven de unos años más grande que ella.


    Janne pertenecía a una familia, o a la familia mejor dicho, más adinerada de toda Cádiz, España, su padre fue un famoso explorador y su madre directora de un museo donde se exponían reliquias del explorador. A diferencia de las demás familias ricas de Cádiz, la de Janne eran personas humildes y para nada frívolos, anteponían todo lo importante antes que la riqueza.

    Hacía un año su padre llego con nuevas reliquias antiguas descubiertas, entregándole a Janne un anillo antiguo con una piedra de rubí en el centro del mismo. A la semana siguiente su padre nuevamente volvió a marcharse a explorar, pero lamentablemente, esta vez solo llegaron las cosas descubiertas, no él. Un año transcurrió y la madre de Janne falleció debido a un ataque al corazón, la joven quedo sola, y al ser menor de edad, su tutora legal paso a ser su tía paterna.


    — ¡Ya déjate de lloriquear niña! —rezongó una voz dentro del anillo—No puedo creerlo, yo el vaquero más famosos en la historia de América termino en manos de una niña llorona.

    — ¡Cállate Clay! —masculló Janne molesta—¿¡Que acaso no puedes estar ni un minuto sin insultarme!?


    Janne y Clay comenzaron prácticamente con el pie izquierdo al conocerse, luego de que su padre se lo diera, a diferencia de los demás portadores esta no se lo saco, y un día después de habérselo puesto, Clay emergió del este. Ambos se llevaban como perros y gatos y después de mucho tiempo juntos, nada había cambiado en ellos.

    Clay, a pesar de tener más de mil años encerrado en el anillo, seguía siendo un viejo necio, vanidoso y grosero, y casi siempre suele ser él el que inicia con las constantes peleas entre él y su portadora. La mayoría de los casos el tema de pelea entre ellos es por el hecho de que Clay tuviera no solo una portadora mujer, lo cual considera demasiado vergonzoso, sino porque no soportaba que fuera tan sensible.


    — ¡Querida Janne! —grito una mujer de felicidad entrando a la casa de Janne y abrazándola

    —Hola tía...—saludo ella tratando de sonar lo más amable posible.


    Dos años pasaron, Janne, literalmente vivió un infierno, su tía malgastaba todo el dinero de sus padres, incluso una vez, trato de arrebatarle el anillo a ella y venderlo, lo cual la joven, respondió de muy mala manera. Una noche, una semana después de haber cumplido dieciséis años, Janne no lo pudo tolerar más y escapo, renunciando a su herencia a toda costa.


    — ¿En serio? ¿Escapar? ¿Piensas escapar luego de lo que esa vaca obesa quiso hacer conmigo? —Inquirió Clay ofendido— ¡Tu padre tenía una colección de armas antiguas, bastaba con tomar una y...!

    — ¡Ya cállate pesado! —chilló Janne ya perdiendo la paciencia nuevamente—¡Entiende que no estamos más en el Lejano Oeste, no todo se arregla con la muerte!


    Los años pasaron, la joven portadora se volvió una mujer independiente, obtuvo varios trabajos, entre ellos camarera, asesora, conserje, albañil, etc. El anillo solo lo usaba en casos de emergencia y era la única portadora que era amiga de todos los demás, no tenía rivalidad con nadie e incluso, podía admitir que se sentía atraída por uno de sus compañeros.

    Hasta hace poco se reunieron los cinco portadores para buscar a uno de los suyos el cual había desaparecido hacía cinco años y por alguna extraña razón, el resto de los demás anillos no podían ubicarlo, como si no se encontrara en un lugar de la Tierra pero si en la Tierra. A ella le toco buscar junto a Tsubasa, mientras ella preguntaba con amabilidad, Tsubasa buscaba de una manera algo violenta.


    —Me agrada esa chica—pensó en voz alta Clay— ¿Por qué no fui yo quien terminó con ella en lugar de Siena?

    —Oye...deberías ser más agradecido, todo esto lo estamos haciendo no solo para salvarnos sino también para salvarlos a ustedes—le reprendió Janne con un tic nervioso.


    Ambas chicas continuaban buscando a Frankling sin tener éxito alguno, Clay y Siena aseguraban que el anillo de Roshi seguía activo, por lo que Frank estaba vivo en alguna parte, la pregunta era donde rayos se encontraba. De pronto, una luz color azul zafiro cegó a ambas portadoras e hizo a los anillos en sus dedos palpitar haciendo una fuerte presión, ante esto, Janne puso rostro serio mientras que Tsubasa sonreía con malicia tronándose los dedos.


    —Bien...parece que encontramos a Frank—musitó Janne.

    — ¡Finalmente! ¡Cinco años y por fin llega este gran día! —exclamó Tsubasa saltando de la felicidad—¡Vamos! ¡Tenemos que llegar y yo darle una paliza antes de que Bass!

    —Y cuando lleguemos, podrías ayudar a Bass o a Tsubasa, quienquiera que llegue primero, a castigarlo cortándole los...—sugirió Clay siendo interrumpido por su portadora.

    — ¡Que no maldito pesado! —vociferó Janne partiendo junto a Tsubasa.
     
  8.  
    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

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    Seven Worlds (2da Temporada de Los Guerreros Legendarios)
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    2025
    Capitulo 7: Espiritus y Portadores (Parte 6)

    La historia de China fue una de las civilizaciones más antiguas del mundo con continuidad hasta la actualidad. Se divide en tres eras: Era Antigua, Era Imperial y Era Moderna. Nosotros nos adentraremos en lo que se conoce como El Imperio Chino o también llamada la Era Imperial.

    El Imperio Chino fue un extenso periodo de China que se encontraba gobernado por un emperador. Esta etapa de la historia se sitúa en los gobiernos de las Dinastías Qin y Quing con breves interrupciones por guerras civiles o fragmentación del territorio en diversos reinos. Por siglos, China estuvo dividida en tres periodos: Imperio Temprano, Imperio Medio e Imperio Tardío.

    El Imperio Temprano inicio con la unificación de China por Qin Shi Huang en el año 221 a.c que puso fin a cinco siglos de constantes guerras y se comenzó la construcción de la colosal obra arquitectónica conocida como La Gran Muralla China. Es la primera dinastía de una China reunificada; lo que da a lugar por primera vez en la historia de toda China, un estado fuerte, unido y centralizado.

    La Dinastía Qin llego a su fin en el año 206 a.c siendo sustituidos por la Dinastía Han que gobernó durante unos cuatrocientos años, en la cual se destaca la prosperidad inmediata de la agricultura, la industria y el comercio.

    El dragón chino fue una criatura conocida por su habilidad de sentir con precisión, cambios en el aire, anticipando la llegada de la lluvia, su apariencia era descripta principalmente como un ser con el tronco de una serpiente, las escamas de una carpa, la cola de una ballena, los cuernos de un cierno, cara de camello, garras de un águila, orejas de un toro, pies de un tigre, ojos de langosta y bigotes de un bagre. Se creía que estos seres mitológicos poseían una gama casi ilimitada de poderes sobrenaturales, entre ellos, la inmortalidad tan apreciada por los seres humanos y están relacionados fuertemente con cuerpos de aguas en movimiento, como por ejemplo, ríos, cascadas, mares, etc.

    Otra cosa que destaca a los dragones es que en los mitos se afirman que son sabios y solo en raras ocasiones establece conexión con el ser humano. Se dice que si un humano es capaz de vencer a un dragón, éste, a cambio de dejarlo vivir, le otorgara cualquier deseo, incluyendo la inmortalidad misma y sus amplios conocimientos en magia.

    -------------------------------------------------------------

    —Se muere el emperador, y todos crean un alboroto y diversos problemas surgen...cielos—resopló un hombre caminando por la fría nieve de las montañas—Ni que fuera el fin de la era.

    — ¡Señor Taiyou! —exclamó un niño saliendo de una pequeña cabaña seguido otros tres niños y una niña.

    — ¡Volvió! —exclamo la niña.



    Taiyou fue un guerrero del Imperio Chino que nació, creció y entreno en las montañas nevadas conviviendo con más animales que con personas; aislado de todos los pueblos y todo lo relacionado con su emperador. Un guerrero formidable que luchaba del bando que le ofreciera más dinero, llegando a crear ejércitos completos bajo su control total gracias a sus diversas formas de controlar a los animales y personas.

    Con una actitud de un veterano de guerra, se le consideraba un hombre orgulloso y de respuestas muy cortantes, decía mucho con muy pocas palabras. Jamás estuvo casado o estuvo en pareja, pero a medida que viajaba, adopto a cinco niños a los cuales crió, educo y entreno el mismo.


    — ¡Señor Taiyou! ¿Logro encontrar y derrotar al dragón malo? —pregunto la única niña de la familia al joven guerrero a lo que el negó con la cabeza.


    La principal meta de Taiyou en los últimos años era la de buscar y derrotar a un dragón escondido en un manantial subterráneo en las montañas, muy cerca de donde él vivía junto a sus hijos. Llegado un determinado momento, Taiyou empezó a obsesionarse debido al hecho de que aún no lo encontraba y el con cada día que pasaba, envejecía cada vez más., hasta que finalmente, lo encontró.

    Desenvainando su espada, la batalla contra aquella bestia prometía ser brutal, no obstante, Taiyou resulto salir victorioso. Con su espada en la mano se subió en el vientre de la enorme bestia y le apunto al rostro dispuesto a sacrificarlo allí mismo.


    —Si la vida me has de personar, cumpliré el deseo que tu corazón más ha de anhelar: te otorgare la inmortalidad—habló el dragón.

    — ¿Inmortalidad? —inquirió Taiyou.

    —La inmortalidad vas a poseer, pero el precio es en la eterna soledad perecer—prosiguió en explicar el dragón—Si aceptas, el conjuro yo te lo voy a explicar y tu alma en un objeto podrás sellar, y así la inmortalidad obtendrás.

    >>Pero tú alma en el objeto tendrás que controlar, para así no ser devorado por la oscuridad, tu historia...en leyenda se convertirá.


    Taiyou quedo petrificado ante las palabras del dragón, este le tendió su garra en la cual yacía un anillo de platino, la decisión debía ser tomada de inmediato; por un lado, el deseo de ser inmortal chocaba con su felicidad que lo esperaba en casa, sus cinco hijos. Apretó el anillo con fuerza, observando al dragón quien esperaba paciente una respuesta, a los pocos minutos acepto, pero al dragón una condición agrego.


    —Tu oferta...la voy a aceptar—dijo Taiyou— Pero a cambio...a mis hijos vas a cuidar.

    —Te doy mi palabra de que así será—aseguró el dragón.


    Cuerpo y alma son la esencia humana

    Un don muy poderoso para que Dios la de y se la lleve por nada

    Mi alma y espíritu en este anillo preservare


    Y así mis dones jamás desperdiciaré.


    Rusia. Ciudad de Moscú.

    Una pareja de gran status y posición social le gritaba con desprecio y odio a su único hijo, éste, con apenas cinco años de edad, escuchaba en silencio aquellos gritos; sin temblar, sin llorar, mostrando un gran vacío en sus ojos. Los gritos cesaron para dar bienvenida a los golpes, y finalmente, silencio y oscuridad completa se presenciaron.

    ---------------------------------------------

    El mismo niño, ahora convertido en un joven pre adolescente de catorce años de edad, se encontraba en un avión, nada había cambiado en su mirada, en su mirada vacía, su rostro apenas se estaba recuperando de unos golpes que recibió semanas atrás. En cuanto la noche se hizo presente, el avión comenzó a mostrar ciertas turbulencias, hasta que uno de los motores, de repente, estallo y en picada este cayo, estrellándose.

    Despertó al amanecer, con todo su cuerpo lastimado, lo primero que hizo fue a ver si encontraba algún otro sobreviviente del accidente, pero nada, todos perecieron, él fue el único que sobrevivió. Como pudo se incorporó y por la isla desconocida en la cual termino a parar, se decidió a explorarla, hasta que un viejo anillo en la arena su atención llamo.

    Con cuidado entre sus manos agarro el anillo y se lo coloco en el dedo, tal vez con este anillo lo podría intercambiar por dinero y que un médico viera sus heridas. Continuo vagando, perdiendo sangre durante el camino, llego un momento en que no pudo más y bajo un árbol cayó débil, la vista se le nublaba y su respiración era bastante agitada.

    Los ojos volvió a abrir nuevamente, el cielo estaba nublado y no sabía qué hora era, se levantó, quedando sorprendido al ver que sus heridas estaban sanas, no entendía nada hasta que del anillo que llevaba puesto en su dedo, un espíritu emergió.

    —Taiyou—se presentó el espíritu.

    —Daken—musito sorprendido el joven.

    ------------------------------------------------------------

    Daken fue criado desde temprana edad en un internado, ignorado por sus padres y maltratado también, oprimiéndolo sin darle opción a elegir de lo que el en verdad quería debido a ser el único heredero de una gran fortuna. A los catorce años, terminando su educación con notas sobresalientes, pero con un corazón totalmente ajeno a lo que fuera el amor de un padre o una madre, fue llamado a casa para terminar continuar con su educación en bachillerato.

    Sin embargo, durante el vuelo de regreso a casa, el motor del avión estallo, estrellándose en una isla cercana a Chica siendo él, el único sobreviviente de dicho accidente. Solo, y herido de gravedad, encontró en las arenas de aquellas islas un anillo antiguo de platino, con la intención de venderlo y pagar un doctor que lo sanase, continuo vagando, perdiendo mucha sangre hasta caer inconsciente en la arena, creyendo que su hora había llegado, despertó un día de tormenta, con sus heridas sanadas, conociendo al espíritu de su anillo: Taiyou.

    Al momento en que comprendió de lo que llevaba en su dedo no era un anillo ordinario y viendo el enorme poder que este poseía, rápidamente vio su boleto de regreso a casa; no obstante, recordó lo que sería salir de aquella isla y regresar a su hogar: el maltrato y desprecio de sus padres. Decidió ponerles una pequeña prueba y en aquella isla permaneció durante un año, nadie se dignó en encontrarlo o siquiera buscarlo, y así otros cinco años pasaron.


    —Ya no hay mas razón para quedarnos en esta mugrosa isla Taiyou...es hora de volver—dijo Daken.


    Durante esos cinco años, Daken había descargado todo el odio y resentimientos que llevaba en su corazón hacia sus padres, por lo que se decidió a regresar a su hogar para saber si su familia en verdad se había dignado a buscarlo a pesar de no ver nada de rescate en estos seis años. En cuanto puso pie en Moscú y frecuento una de las tantas casas de sus padres, con cuidado, antes de entrar, logro divisar a dos niños de entre seis y cinco años de edad estudiando de igual forma severa como él en ese entonces.


    —Desgraciados...—masculló Daken apretando con fuerza una de las paredes.

    — ¡Oye! ¿Quién eres? —interrogó el mayor de los niños en cuanto lo descubrió en su escondite.

    —Daken...el primogénito de esta familia y su hermano mayor—contestó con un semblante frío y total calma.


    Daken frecuento por un tiempo la casa de sus padres puesto que aquellos niños no creyeron sus palabras aquel primer día, paso un año y medio para que ellos confiaran en él y creyeran que era su hermano mayor. Decidieron huir juntos, esperando que no nacieran más bebés en esa familia, encontrando un hogar en donde ninguno de los tres fue encontrado por sus padres ni nadie relacionado con ellos los encontraran.

    Aunque el joven portador del anillo no sabía lo que era ser padre, los cuidó, protegió y educo como pudo, salvándolos de que se convirtieran en personas como él había sido convertido por sus padres. Nunca entablo una relación de amistad verdadera con los demás portadores ni tenía contacto o conexión con ellos a menos que el tema a tratar fuera de suma importancia.


    —Así que desapareció...—dijo Daken recostado bajo el árbol del patio de su casa mientras sus hermanos almorzaban adentro.

    —Sí, no sabemos que fué de el—habló Claus parado frente a él—Necesitamos tu ayuda para encontrarlo Daken.

    —Si es para derrotar a "eso" supongo que no me queda alternativa—dicho y hecho se incorporó suspirando frustrado.


    Los hermanos de Daken, ambos eran ahora mayores de dieciocho años y por ende podían cuidarse solos cuando él no estaba en casa; el joven portador dijo que se marcharía por un tiempo y durante ese tiempo, junto a los demás portadores estuvo buscando al portador que faltaba en su grupo. Cada portador, a excepción de Tsubasa y Janne, buscaban por separado y por su cuenta, Daken se encontraba en algún lugar de Europa buscando sin éxito alguno.

    De pronto, su anillo palpito e hizo presión en su dedo, seguido de una brillante luz azul en el cielo que lo cegó por completo. Al esfumarse dicho brillo, se refregó los ojos para luego mostrar una mirada seria y preocupante, sin lugar a dudas conocía ese brillo a la perfección.


    —Parece que lo hallamosTaiyou—dijo Daken viendo el cielo—Al igual que los otros, hallamos a Frank y...al séptimo portador.

    —Allá vamos—afirmó Taiyou desde el interior del anillo.
     
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    VeraWolfe

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    Seven Worlds (2da Temporada de Los Guerreros Legendarios)
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    Fantasía
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    1841
    Capitulo 8: Espíritus y Portadores (Parte 7)

    Los vínculos familiares, así como la lealtad, eran sumamente fuertes, y eran estos los factores que regían sobre la estructura de un ejército samurái. Cualquiera que naciera en una casa de guerreros, eran entrenados desde su niñez con el fin de convertirlo en un representante digno de sus antepasados.

    -----------------------------------------------------

    Arashi Roshi Kin fue un samurái del Periodo Sengoku que tras perder a su amada mujer y a su único hijo durante un ataque de bandidos, y luego de asesinar a un formidable oponente y a la vez padre de familia, desapareció misteriosamente.

    Diez años luego de la completa desaparición del samurái, nació un muchacho llamado Kenta, hijo del único hermano menor de Roshi. Desde pequeño fue curioso, quería saber a toda costa que le había pasado a su tío pues por lo que escucho de él por parte de su padre y muchos otros término admirándolo muy fielmente.

    Creció hasta que a los 15 años se encontró con un hombre que al principio le dio mala espina, pero que le aseguraba que le diría todo sobre el día en que su tío desapareció, pero solo si escuchaba todo lo que tenía que decirle. Durante diez años, el hombre tomo a Kenta como discípulo enseñándole técnicas que solo se podían imaginar en manos de un dios, y con un increíble talento el muchacho domino cada técnica sin problema.


    "Un samurái debe ser paciente a la hora de la verdad, por años he querido saber que había sido de mi tío Arashi Roshi Kin...este hombre me daría respuestas, pero a su debido tiempo" pensó Kenta que actualmente contaba con veinticinco años.


    La hora de la verdad llego, y el hombre le revelo lo sucedido el día en que su tío desapareció y también quien era él. Resulto que era un dios desterrado de su reino y condenado a tener un tiempo limitado de vida sin alargue alguno, por lo que le dedico el tiempo que le quedaba para enseñarle a Kenta todo lo que sabía para que tuviera un heredero.

    En cuanto finalizo el entrenamiento y la explicación, le propuso al sobrino de Roshi, que si quería conocerlo podría encontrarse con el sí sellaba su espíritu en un anillo de zafiro que le entrego, tal y como lo había hecho su ti. Ante sus palabras, Kenta lo pensé hasta el día en que su maestro falleció y aceptando su voluntad como pago por haberle dicho la verdad, tomo el anillo entre sus manos y encerró su espíritu en él aceptando ser su heredero.


    Cuerpo y alma, son la esencia humana

    Un don muy poderoso para que Dios la de y se la lleve por nada

    Mi alma y espíritu en este anillo preservare

    Y así mis dones jamás desperdiciaré.


    — ¿Quién eres tú? Eres demasiado joven para sellar tu alma en un anillo—habló una voz.


    — ¿Tío Roshi? —inquirió Kenta.


    Oro, plata, bronce, esmeralda, rubí, platino y finalmente, zafiro. Siete anillos, y siete portadores.

    Aldea Híbrida.


    Frank sabía que este día tarde o temprano tendría que afrontar, le había dado a Shon el anillo de zafiro, el último y único anillo que no poseía un portador, y al aceptar el contrato, su paradero también había sido revelado. Muy pronto, el resto de los demás portadores, Bass, Claus, Tsubasa, Janne y Daken harían acto de presencia en la aldea híbrida con la intención de llevárselo a él y al primo de su esposa. Ya...marcha atrás no se podía dar.

    Al amanecer temprano Frank se llevó a Shon a la cascada para que comience a practicar con sus nuevos poderes, mientras que los guerreros, serios, los veían alejarse. El espíritu del anillo de zafiro apareció apenas llegaron a la cascada, presentándose ante Shon como Kenta, sobrino de Roshi, espíritu de Frank.

    Kenta era el segundo espíritu más joven después de Lilian; un joven enérgico, optimista y a veces, casi siempre desde el punto de vista de Roshi, un tanto cínico, algo que según Frank, iba perfecto con la personalidad de Shon. Entre él y Roshi, intentaron explicarle de la forma más brevemente posible la historia de los anillos comenzando desde el principio para que entendiera y llegar a la parte que verdaderamente importaba: el enemigo en común de los siete portadores.


    —Taiyou, el espíritu que resguarda en el anillo de platino, fue quien originó la leyenda de los anillos así como los príncipes y princesas de las seis naciones originaron la leyenda de Los Guerreros Legendarios—explicó Roshi a Shon—Y así como la de los guerreros tiene al dragón Jigoku como villano...

    —Nosotros, los anillos, tenemos a Ness—prosiguió en explicar Kenta.

    — ¿Ness? —inquirió Shon confundido.


    Ness es un ser nacido de la energía negativa de los anillos que se empieza a juntar cuando el anillo tiene un nuevo poseedor y este se lo quita antes del tiempo establecido que es de seis meses luego de colocárselo y aceptar el contrato. Muy irregularmente aparece, no está claro cuando lo hace, casi siempre cuando los siete anillos tienen un portador, rara vez suele hacer acto de presencia en cuanto faltan uno o dos portadores, como mucho.

    Es una entidad opuesta a los anillos, pero no se le puede considerar un demonio o espíritu maligno, busca a los portadores y a los anillos por instinto, no le hace falta razones, es un ser sin propósito ni razón de existir. Suele darse que de generación en generación los poseedores de los anillos sean capaces de sellarlo, pero solo se puede lograr si los siete portadores trabajan en equipo, cosa que es difícil ya que en la mayoría de los casos, pocas veces los dueños deciden trabajar juntos aunque tengan este enemigo en común. Debido a esto, muchos acaban muertos a manos de Ness.

    Se puede estimar un tiempo en el que este ser aparece, luego de ser sellado de nuevo si aparece un nuevo portador suele tardar 10 años en volver, si son 2 el tiempo se acorta a 7 años, en el peor de los casos si en el mismo año todos los anillos consiguen un mismo dueño este ser tardaría menos de un año en hacerse presente.


    — ¿Ustedes jamás lo han sellado? —preguntó Shon.

    —No hemos podido, no sin un séptimo portador, lo único que podíamos hacerlo en aquel entonces era debilitarlo—explicó Frank.

    — ¿Qué clase de habilidades tiene este sujeto Ness? —continuó preguntando.

    — Ness tiene gran cantidad de poderes, todos los poderes que los portadores dominen él los dominara igual de bien, o a veces en menor medida, es muy veloz y su estilo de combate es impredecible—contesto el portador del anillo de oro— La habilidad que más suele usar con nosotros es la de cambiar de forma.


    Continuaron explicándole unos últimos detalles sobre los anillos, Kenta y Roshi estaban impresionados por lo bien que Shon entendía la situación y comprendía la historia de los anillos, en menos de media hora, toda la historia había sido resumida. Solo faltaba explicarle y comentarle sobre los demás espíritus y portadores, pero sabiendo que no tardarían mucho en presentarse, pasaron directamente al entrenamiento.

    Kenta primero le enseño a él de las habilidades que le otorgaba su anillo mientras que Frank y Roshi observaban atentos, en un principio les costó un poco dominar sus habilidades, más que nada por la falta de concentración del muchacho. Justo cuando comenzó a dominar sus habilidades y a concentrarse, Roshi y Kenta regresaron al anillo de inmediato.


    — ¿Eh? ¿Pero qué? ¡Ah! —se quejó Shon sintiendo una presión en su dedo debido al anillo al igual que Frank.

    —Prepárate Shon, los demás han llegado—dijo Frank serio.


    Cinco luces resplandecieron en el cielo, cinco presencias podían sentirse que arribaban al mundo hibrido y también a la aldea misma, finalmente, el resto de los portadores habían llegado.

    Desde la aldea, Daiyou, Darrien, Iali, Vera, Breimian y Nayeli, pudieron sentir aquellas presencias y ver como estas se dirigían al lugar de entrenamiento de Frankling y Shon. Dejaron a Makya cuidando de sus hijos, empuñaron sus armas y sin pensárselo dos veces, se dirigieron hacia allá también.

    Frank tomo a Shon en brazos inmediatamente logrando esquivar a tiempo una columna inmensa de fuego, la cual al disiparse, mostró a un chico que portaba una gorra y con una sonrisa maliciosa en el rostro. A los pocos segundos, le cayo, literalmente, una chica aplastándole la espalda para después propinarle una patada el en abdomen, no dándole tiempo de reaccionar y que Shon saliese volando hacia el borde del lago.


    —Malditos sean...Bass, Tsubasa—mascullo Frankling adolorido.

    — ¿A que no estas feliz de verme Frank? ¡Ha pasado mucho tiempo bro! —exclamó el chico de la gorra.

    — ¡Bah! Ya no eres tan rápido como antes... —replicó Tsubasa aburrida—Estos cinco años parece que no te favorecieron.


    Una tercera persona se acercó con la intensión de ayudar a Shon y revisarlo de que no estuviera lastimado, segundos más tarde, una cuarta observaba recostada sobre el tronco de un árbol como Bass y Tsubasa discutían entre ambos por ver quién sería el primero en darle una paliza a Frank. En ese momento, Shon aprovecho para contarlos, con él y Frank eran dos, el chico de la gorra y la chica que lo aplasto ya eran cuatro, la chica que lo ayudo cinco y el chico bajo el árbol seis...faltaba un portador.

    El portador faltante no tardaría en llegar, sin embargo, Bass ni se molestó en esperar y se lanzó sobre Frank a toda velocidad contra la cascada. Este la congelo, quedando ambos en el medio mientras que el portador del anillo de plata intentaba estrangularlo.

    De pronto, un campo de fuerza mando a Bass a volar haciéndolo estrellarse contra Tsubasa, lo cual, alarmo a los otros dos, incorporándose y poniéndose en posición de pelea.


    —Daken, Janne, tranquilos—intentó tranquilizarlos Frank.

    —Bueno, bueno, bueno... ¿Qué tenemos aquí? —inquirió una voz acercándose al campo de batalla.


    Una ráfaga de viento elevo a Shon y lo alejo de Janne, siendo atrapado por Breimian, quien venía acompañado de Nayeli, Inali, Vera, Daiyou y Darrien. Los guerreros se colocaron en frente de Frank, a excepción de Vera quien no dudo en ir hacia su marido y ayudarlo a reincorporarse.

    Frankling temblaba de miedo, no por el hecho de que el resto de los portadores lo hallaran a él y a Shon, sino por el hecho de que Darrien había lanzado a Bass contra Tsubasa y ahora los dos, furiosos, se preparaban para comenzar una pelea. Por otro lado, Janne solo se acercó a la pareja con una buena sonrisa y se presentó ante ellos de buena onda, lo cual, aun así no disminuyo la desconfianza en la joven guerrera del rayo, y ante la mención de que ella era la esposa de Frank, solo logro enfurecer más a la portadora del anillo esmeralda.


    — Siempre lo mismo con ustedes cada vez que nos reunimos...—dijo una quinta persona apareciendo y suspirando frustrada

    — Llegaste Claus...—musitó Frankling poniéndose serio al ver llegar al portador del anillo de bronce.
     

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