Seven: La Tercera Guerra [Episodio 1]

Seven: La Tercera Guerra [Episodio 1]

Nuevamente comenzaré a publicar Seven, pero esta vez no me quedaré con un par de capítulos. Tengo capítulos de sobra para publicar, pero igual tomaré varios días entre capítulos [Primeramente unos 3, después podría ser uno semanal].

Seven: La Tercera Guerra es lo que yo llamo el 'Libro 3' de 7 que tiene contemplada esta historia. Por ende, este no es el verdadero comienzo de la historia. Sin embargo, será totalmente entendible. Considérenlo como hizo George Lucas con Star Wars, comenzando con el Episodio IV.

Me da un poco de gracia colocarle Long-fic, ojalá hubiera un prefijo Extreme-Long-Fic. Esto va para largo, así que comenzaré de una vez.

Por favor disfruten mi relato, y comenten todo lo que puedan. Críticas buenas y malas serán bienvenidas, que quizás influirán en futuros capítulos. Sin más que agregar, aquí comienza, otra vez, y con Prólogo y Capítulo 1, Seven.

Prólogo · Nace la Quinta Conciencia
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Desde hace mucho tiempo, las 4 Conciencias existían en perfecta armonía, sin la necesidad de intervención divina. Mens Mentis, Amare, Festinatio y Vis Vires eran hogares de futuro, pero las cosas no podían seguir así para siempre.

Ya habían pasado 4 exones desde la Gran Batalla entre Elissyus y Abssyus, cuando Lucifer fue manchado con el poder de los Oscuros. Lucifer, un yitángel de Elissyus, el más poderoso e importante de ellos, había sido seducido por el poder que Abssyus podía darle, y fue exiliado de la Tierra Iluminada. Habían pasado 4 exones desde entonces, cuando Lucifer comenzó a aprovechar el nuevo poder que Abssyus le había otorgado. Creando una Puerta Dimensión, ingresó a la Primera Conciencia, Festinatio. Los Dioses tenían prohibida la entrada a las Conciencias, en especial los Dioses de Abssyus, pero Lucifer, al tener el poder de ambas Tierras, logró lo imposible, y causó la furia de Elissyus.

Comenzó una nueva Batalla, para detener a Lucifer, quien amenazaba a toda la existencia al producir el desequilibrio de las Fuerzas. Sin embargo, ningún ser de Festinatio era capaz de acercarse al Ángel Caído. Con el tiempo, Elissyus tuvo que aceptar que Abssyus había dominado una de las Conciencias.
Pero no todo estaba perdido. Elissyus aceptó la idea de crear una nueva Conciencia, una capaz de detener hasta al más poderoso ser que pudiera existir. Una Conciencia que no se rendiría ante nada: Fides. La Conciencia Definitiva sería creada para contrarrestar el desequilibrio producido por la invasión de Lucifer a Festinatio, pero no esperaban que el Oscuro ocupara su nuevo poder para sacar provecho de este acontecimiento.

Cuando el espacio para Fides fue creado, hubo un lapso diminuto de tiempo antes de que fuera sellado. Lucifer, quien adquirió un sorprendente control sobre el tiempo al invadir Festinatio, pudo aprovechar esa pequeña cantidad de tiempo para ingresar a Fides antes de que ésta fuera sellada. Lucifer había burlado por segunda vez las Leyes de la Caelum, lo que produjo la preocupación de Elissyus. Para ingresar a Fides, Lucifer tuvo que ocupar bastante poder, lo cual Elissyus quiso aprovechar.

Los Guardianes Divinos son 7 seres de poder divino, encargados de proteger la Conciencia en la cual son creados. Sin embargo, éstos no son creados hasta que la armonía en la Conciencia es estable. Elissyus se vio obligado a crear a los 7 Guardianes de Fides mucho tiempo antes, para que ellos enfrentaran a Lucifer. Sus nombres eran Silva, Unda, Lux, Igmen, Amnis, Terra y Caliga. Cada Guardián Divino poseía un Planeta Guardián y un Poder Único y Significativo. Estos poderes eran especialmente para detener a Lucifer, ya que se basaban totalmente en el poder de batalla.

Lucifer se dio cuenta de esto y logró esconderse mientras recuperaba algo de poder. Pero al mismo tiempo, los Guardianes adquirían poder. Por lo que Lucifer no espero mucho tiempo para enfrentarse a su único obstáculo para invadir una nueva Conciencia.

Los Guardianes sabían bien qué hacer, pero no sabían que Lucifer era muy inteligente para ellos. Lucifer sabía que ellos se refugiaban en sus Planetas, donde adquirían más poder. Para Lucifer eso no era un problema, ya que era más poderoso que un Guardián. Acabó con Silva, Unda, Lux, Igmen, Amnis y Caliga fácilmente. Llegó al planeta Tierra, hogar de Terra. Terra había destacado por ser el más fuerte de los Guardianes, y lo demostró en su lucha contra el Ángel Caído.

La lucha provocó grietas en todo el planeta. Terra y Lucifer tuvieron una lucha pareja y larga. Sin embargo, al utilizar sus poderes máximos, Lucifer demostró ser superior levemente. Aún así, Lucifer no destruyó a Terra.

Elissyus ya no sabía cómo contrarrestar el poder de Lucifer, el cual crecía cada vez más. Los Dioses de Elissyus decidieron guardar las esencias de cada Guardián en unas pequeñas Piedras llenas de poder divino. Terra observó este suceso, y se escondió en una Piedra también. Las 7 Piedras divinas fueron escondidas en la Tierra ante la presencia de Lucifer, quien estaba molesto por no poder absorber el poder de los Guardianes. Sin embargo, gracias a su poder, logró apropiarse de una de las Piedras. La Piedra de Caliga, también llamada la Piedra de la Oscuridad, cayó en manos de Lucifer.

El Dios Oscuro se dio cuenta de la intención de Elissyus al crear las Piedras. Cuando existieran seres racionales en la Tierra, éstos portarían las Piedras y detendrían a Lucifer, gracias al poder que acumularían con el tiempo. Lucifer entendió esto, y no se quedó tranquilo. Comprendió que de las Piedras surgirían los seres capaces de enfrentarlo, así que se escondió en la Piedra de Caliga, para que de ella surgieran seres llenos de maldad, llamados Almas Oscuras, y así tuviera un ejército para enfrentar a los nuevos Guardianes. Su idea era permanecer dentro de la Piedra hasta el momento en que los 7 nuevos Guardianes estuvieran listos para enfrentarlo, para así absorber su poder, y adquirir el suficiente para derrocar a Elissyus.

Después de muchísimo tiempo, en la Tierra existe una gran cantidad de seres, entre ellos, los que serían capaces de enfrentar a la amenaza oculta, Lucifer.

 

Capítulo 001: Último Día

Episodio 1: Despertar


Capítulo 001 - Último Día
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En la tierra pacífica de Nihon, país del continente Aisan que está ubicado al oeste extremo del mundo, vive Minti Saigo. Minti es un joven de 15 años que vive cerca de Shimaikomu, un pequeño pueblo fundado hace solo 20 años.

- [Es extraño... Ese sueño... Y ahora esa cara... ¡Ah! Maldición... Debería dejar de preocuparme por eso y pensar más en la excusa que le daré ahora a Sensou...] - Pensaba Minti.

El joven se encontraba sentado justo al borde de un acantilado que estaba cerca de su casa. Minti no era muy alto, tenía una musculatura medianamente desarrollada, un cabello negro a la altura de sus ojos pardos; ropa normal, camiseta sin mangas blanca arriba, y pantalón negro abajo, vendas en los tobillos, y muñequeras de color burdeo. Su mirada era seria, casi no tenía expresión en su rostro. Sin embargo, dentro de sí mismo pensaba en muchas cosas; entre ellas, el sueño que tenía seguidamente desde hace años. Observaba como un espectador, siete siluetas de personas frente a una solitaria, y luego solo eran una frente a otra. Ambas siluetas peleaban, causando enormes explosiones en lo que parecía ser la Tierra en una época muy remota, sin vegetación, casi un desierto. Cada silueta tenía un brillo diferente. Mientras una era blanca y brillante, la otra tenía un rojo oscuro y siniestro. Después de un rato, las siluetas comenzaban a brillar mucho más, hasta que causan una enorme explosión debido a un choque entre ellos. Luego de eso, Minti despierta, y así había sido por más de 10 años. Sin embargo, la noche anterior había diferente. Aunque todo era igual hasta el final, después de la explosión apareció un rostro femenino que causaba una sensación muy extraña en Minti; eso lo había tenido pensando toda la mañana.

- ¡Minti! ¡Entra ya! – Gritó Heiwa, su madre.
- [Mi madre.] – Minti estaba intranquilo.

Era tarde... Minti sintió la preocupación de su madre en su voz, así que corrió. Su madre, Heiwa Saigo, era una mujer paciente y tierna pero triste; el padre de Minti, Sensou, era serio, terco, autoritario y frío. Eran completamente diferentes. Minti sufría por esta situación desde siempre, sabiendo que su madre sufría y que su padre era un tirano. Ya estaba cansado de soportar todo eso e iba decidido a enfrentar lo que no había enfrentado en 15 años de vida.

Minti entra a su casa, podía sentir la tensión apenas había entrado. Su madre estaba ahí, al borde de las lágrimas, esperándolo.

- Mamá... ¿Qué sucede? – Pregunta muy inquieto el joven.
- Tu padre... Él... – Responde Heiwa, casi sin voz.
- No me digas que... – Minti parece entender.

Su madre solo agacha la cabeza. Minti guardó silencio por algunos segundos…

- No te preocupes. Hablaré con él. – Minti tranquiliza a su madre.
- Está furioso, Minti. Más que nunca. Ten cuidado. – Le advierte ella.

El joven muchacho atravesó el pasillo principal de su casa llegando al pasillo secundario, donde se encontraba, en el centro de la habitación, una armadura que tenía algunas grietas pero que estaba bastante bien conservada. Minti conocía la historia de esa armadura.

- [Sí, la armadura de un Samurai Tsuyoi es imponente... Pero de nada sirve si su portador es un miserable como Sensou.] – Se lamenta Minti en su mente.

Los Samurai Tsuyoi fueron una tropa elite de guerreros en Nihon que existió algunos años atrás; Sensou fue uno de esos 7 guerreros que son considerados una leyenda en Nihon y en el mundo, debido principalmente a una batalla que tuvo lugar 20 años atrás. Lo que Minti sabe es que fue una batalla entre Nihon y Grenicia, un país del continente Eupen, y que la victoria fue para los nihones. Aún así, Minti no siente ningún orgullo por su padre; muy por el contrario, lo odia.

Minti voltea hacia la puerta de la habitación de entrenamiento. Allí, el joven ha recibido el único aprendizaje que le ha dado su padre: habilidad con las artes marciales, y práctica básica con la espada. Ciertamente a Minti no le gustaba estar con Sensou, pero aprender artes marciales era algo que encontraba necesario e incluso interesante. Pero a pesar de todo, Minti no podía dejar de odiar a su padre; todo era debido a que Sensou nunca mostró cariño con Minti, ni siquiera le sonrió una vez. Además de eso, era muy autoritario y Minti no soportaba que alguien le diera órdenes. El odio que Minti sentía por Sensou era el sentimiento más fuerte en el corazón del joven.

El chico de 15 años entró a la habitación de entrenamiento. Al otro lado del gran cuarto estaba Sensou, un hombre de unos 50 años, alto, musculoso, pero de postura relajada y, en cierta forma, decadente; su rostro era serio y duro, con arrugas y algunas cicatrices muy marcadas; sus ojos eran profundos y negros; su cabello blanco era muy corto, muy al contrario de como lo tenían los Samurai Tsuyoi. Sensou tenía puesta su ropa de entrenamiento, lo que causó cierta incertidumbre en Minti.

- ¿Por qué nunca me obedeces? – Sensou habló con su poderosa voz.
- ...No tengo porque obedecer a quien no respeto. – Dijo Minti luego de unos segundos.
- Soy tu padre y tu maestro, deberías respetarme. – Replicó el padre.
- No respeto a los desgraciados. – Afirmó el joven.

Sensou no se inmutaba ante los insultos de Minti, aunque en realidad le dolían.

- Ya sé muy bien lo que sientes, Minti. – Continuó Sensou.

Por su parte, Minti guardó silencio.

- Sé que me odias, y que lo que más deseas es irte de este lugar. Pero la permanente amenaza no te lo ha permitido, ¿cierto? – Dice Sensou con sus ojos fijos en Minti.
- [Bastardo... Amenazarme con matar a mi madre si me voy es lo peor que ha hecho.] -
- Sin embargo, hoy voy a hacer algo diferente. – Continúa el antiguo Tsuyoi.
- ¿Mmh? – Minti reacciona.
- Los Samurai Tsuyoi teníamos una forma de mantener nuestro nivel de guerreros elite... Para que un nuevo hombre ingresara al grupo, debía derrotar a uno de los 7 y reemplazarlo. – Explica Sensou.
- [¿Por qué de pronto empezó a hablarme de los Tsuyoi?] – Minti trata de explicarse la extraña actitud de Sensou.
- Haré algo similar ahora. Si eres capaz de derrotarme, te permitiré dejar esta casa sin cumplir con mi amenaza. – Concluye el padre.

Minti se sorprendió ante tal propuesta. Nunca en su vida había peleado con Sensou y nunca lo había oído tan magnánimo; su reacción inmediata fue dudar.

- ¿Qué tramas, Sensou? -
- Tienes 15 años, es hora de que empieces a formar tu camino. – Responder firmemente el samurái retirado.

El joven quedó pensativo varios segundos.

- Si te derroto... ¿No matarás a mi madre, y además me librarás de tu tiranía? – Preguntó el aprendiz, escéptico.
- Así es. – La respuesta de Sensou fue simple y clara.
Minti no podía creer esta oportunidad.
- [Aunque hace ya 10 años dejó a los Tsuyoi, no dudo que aún tenga mucha fuerza... No creo que pueda derrotarlo ahora, pero si me da la oportunidad...] Si solo tengo que derrotarte, daré mi vida por ello. – Minti se alista a pelear, colocándose en posición de pelea con una mirada decidida. Sensou hizo lo mismo al instante.
- [Sin duda, todo está ocurriendo como debía.] – Pensó Sensou.

El ambiente estaba tenso… Por primera vez, después de 10 años de entrenamiento, Minti iba a tener un combate con su padre. La posición de pelea era idéntica en ellos: la mano izquierda recorría horizontalmente el pecho, con la mano abierta y los dedos doblados; la mano derecha estaba delante, a la misma altura de la otra pero estirada con el pulgar hacia el cuerpo y el meñique hacia adelante; las piernas estaban levemente dobladas, con la pierna derecha adelante y la izquierda detrás. Claro que ambos eran diestros… Todo estaba listo.

- Ataca. – Sensou da comienzo al combate.

Minti recibió esa provocación como el inicio de la pelea. Quitó la postura y corrió a toda velocidad hacia Sensou, con los brazos abiertos y gritando.

- [Me siento... extraño...] – Minti comienza a recordar.

Flash-back
En el mismo lugar 10 años antes, Minti se sentía confundido estando en el mismo lugar donde su padre entrenaba, y donde nunca había estado.
- ¡Minti! No te quedes ahí como imbécil. Ya te dije que desde ahora serás mi alumno, aprenderás todo sobre las artes marciales, especialmente lo que aprendimos los Samurai Tsuyoi. – Le grita Sensou a su hijo de 5 años.
- ¿Y para qué, viejo feo? – Minti responde con firmeza.
- ¡Cállate y respétame! Ahora me tienes que llamar Maestro. ¡Lo primero será la postura adecuada para todos los ejercicios que harás! – Continuó gritando Sensou.
- [Este viejo feo me molesta cada vez más... No quiero estar con él...] – Minti comienza a sentir odio por su padre.
Fin Flash-back

- ¡Prepárate! – Grita Minti mientras se acerca a su padre.

Minti lanza un golpe con su brazo derecho. Sensou fácilmente lo bloquea con su mano derecha mientras con la izquierda le da un golpe suave en el pecho con la mano abierta. Minti retrocede algunos metros y queda sin aire por varios segundos, durante los cuales Sensou se coloca en la postura inicial nuevamente.

- [¿Qué sucedió? De pronto sentí un peso enorme en mi pecho, pero no vi el movimiento de Sensou...] – Minti busca explicaciones en su mente.
- Eres muy lento. – Dice Sensou con mucha tranquilidad.

El joven se encoleriza nuevamente y lanza una patada contra Sensou, pero éste la esquiva y rápidamente se coloca detrás de Minti y repite el golpe suave con su mano izquierda. Esta vez Minti cae al suelo sintiendo un gran peso en su espalda. Al levantarse, ve a Sensou nuevamente en la postura inicial.

- [Que rápido es... Nunca pude conocer su poder, nunca lo vi pelear... Maldito viejo, debo concentrarme y buscar un plan.] – Minti sigue pensando y recordando.

Flash-back
- Minti... Nunca te desesperes en una pelea. Es la peor estrategia de un guerrero. – Son palabras de Sensou durante el entrenamiento a Minti.
- ¡Cállate! – Grita un enfurecido pequeño.
Minti, de unos 8 años, trata de golpear a Sensou pero la rabia que siente el pequeño no le permite realizar movimientos certeros ni calculados.
- ¡Siempre busca un plan! ¡Analiza los movimientos de tu enemigo, y crea un plan bajo ese análisis! ¡Mantén la cabeza fría durante una pelea! ¡Si no lo haces, morirás! – Sensou sigue sus enseñanzas mientras esquiva fácilmente los ataques de su hijo.
Minti recibe una fuerte patada y acaba en el suelo, exhausto.
- Nunca permitas que la rabia te supere. Cuando no sabes nada de tu enemigo, no es malo comenzar a la defensiva para poder crear una estrategia después. Un combate no se define solo con la fuerza de los combatientes. – Continúa el Tsuyoi.
Minti se desmaya.
Fin Flash-back

- [A pesar de todo, tiene razón... No debo desesperarme] – Se dice Minti en su cabeza.

Minti se coloca en la postura inicial de pelea... Sensou se da cuenta de que Minti ahora irá más en serio y decide atacar esta vez. Avanza rápidamente y lanza una patada derecha por detrás, pero Minti se da cuenta y se agacha.

- [¿Qué?] – Se pregunta un sorprendido Sensou.

Minti lanza una patada hacia atrás, que Sensou detiene con su brazo izquierdo, y salta por encima de Minti dándole una patada al chico mientras estaba en el aire, Minti cae varios metros más atrás.

- [Solo por calmarse, mejoró mucho sus reflejos... Tal parece que sí está listo para partir, pero aún es muy pronto para decidirlo.] – Piensa Sensou.

Minti se levanta sintiendo algo de dolor. Aún así, se coloca en posición nuevamente.

- [Creo que estoy entendiendo su estrategia, pero aún necesito comprobarlo... una vez más.] – Reflexiona un decidido Minti.

El chico ataca esta vez, corre hacia Sensou y en el último momento se detiene y empieza a correr alrededor de Sensou.

- [¿Qué trama?] – Se dice el padre.

Sensou lo sigue fácilmente y de pronto lanza una patada que Minti logra detener con sus dos brazos.

- [Impresionante.] – Sensou no puede creer la rapidez de su hijo.

Inmediatamente Sensou se mueve y lanza un puñetazo al estómago de Minti. Sin embargo Minti, con mucha dificultad, logra detenerlo con su pierna izquierda, Sensou se sorprende ante el reflejo de Minti.

- [¡Ya lo tengo! Ahora te derrotaré, desgraciado.] – Reacciona el joven.

Minti trata de darle una patada a Sensou pero éste se aleja con un salto. Sin embargo, Minti ya estaba detrás de él cuando aterrizó.

- [¿Tan rápido ha...?] – Alcanzó a pensar Sensou.
- Ya entendí tu estrategia, Sensou... Buscar los puntos ciegos del oponente, ¿no es así? – Dijo Minti con voz firme.
- [Sí, se dio cuenta.] – Concluyó Sensou en su mente.
- Al bloquear mi primer ataque, mi brazo me impidió ver lo que hacías. También dedujiste que al patear nunca miraría hacia atrás. Después me hiciste pensar que me atacarías de frente, y saltaste porque mi posición no era cómoda para voltearme. Finalmente, después de protegerme de tu patada quisiste atacarme por debajo, donde no tenía visión debido a mis brazos. – Continuó Minti.

Sensou se voltea y observa a Minti.

- [Me has hecho avanzar al siguiente nivel...] Entonces, te demostraré lo que un Tsuyoi puede hacer... de verdad. – La voz de Sensou se volvió más grave y profunda.

Minti se asusta y salta hacia atrás, se da cuenta que Sensou pelearía mucho más en serio esta vez, así que necesitaba concentrarse mucho mas también. La pelea estaba llegando a su clímax.

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¿Cómo terminará esta pelea? ¿Logrará Minti la libertad que tanto desea?
Próximo Capítulo: Adiós Hogar.

 

Capítulo 002: Adiós Hogar

Alex Meister: Muchas Gracias por el comentario :) y sí, Nihon se refiere a Japón.
Pami: Te agradezco los consejos, espero poder ir mejorando cada vez más ;)

Ok, nuevo capítulo hoy.

Capítulo 002 - Adiós, Hogar
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Algo extraño ocurría... El ambiente estaba ridículamente denso y Minti se daba cuenta de eso, pero no podía desconcentrarse. Observaba cuidadosamente a Sensou; aunque su apariencia seguía idéntica, Minti sentía que había algo distinto en él.

- [No sé qué estará planeando, pero sin duda cambiará su estrategia. Debo analizarlo muy bien para poder contraatacar.] – Pensó sin dudas.

De pronto Minti sintió, desde arriba, una fuerte patada en la cabeza y cayó al suelo dejando grietas en la madera. Sensou estaba parado a su lado.

- [¡¿Qué diablos...?! ¿En qué momento se comenzó a mover?] – El chico se preguntaba mientras estaba entre las maderas del suelo.

El chico trata de levantarse, pero Sensou le da una patada en el estómago con la que sale arrastrándose varios metros… Minti se levanta apenas.

- [Es imposible... su velocidad y su fuerza han aumentado... Así... ni siquiera puedo planear una estrategia.] – Minti comienza a analizar la situación.

Minti avanza un poco pero rápidamente recibe un golpe en el estómago. Minti escupe sangre y recibe 5 golpes más en el mismo lugar; termina en la pared detrás de él, respirando con dificultad y escupiendo más sangre.

- Vamos, niño... ¿Acaso no quieres irte de este lugar? – El maestro provoca a su aprendiz.

Minti parece reaccionar, levanta la mirada y se aleja de la pared, pero sus pasos demuestran que apenas puede mantenerse en pie.

- Con solo unos golpes ya quedaste agotado. Eres débil y patético. – Sensou continúa su provocación.
- ¡Cállate! – Grita el muchacho.

El enojo de Minti parecía crecer cada vez que Sensou hablaba. El ex-Tsuyoi parecía notar eso y pretendía provocar aún más a su hijo.

- No puedes derrotarme... ¡Acepta tu derrota, Minti! – Sensou provoca a Minti al límite.
- ¡Te dije que te calles! ¡Cállate, maldito! – El chico se enfurece.

El rostro de Minti solo demostraba furia y odio, el cansancio y el dolor ya habían desaparecido de su expresión. Sensou titubeó por un instante pero no se detuvo.

- No quieres ver la realidad, ¿cierto? La realidad donde no eres más que un gusano frente a mí. Eres inferior e inútil, ¡reconoce que nunca serás un guerrero como yo! ¡Nunca podrás ser como yo! ¡Nunca me superarás! ¡Nunca serás algo más que una patética escoria para mí! – Grita ferozmente el padre mientras apunta a su hijo.
- ¡Basta ya! ¡Bastaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...! – Se agrieta el suelo bajo Minti.

Sensou recibió el grito de Minti junto a una fuerte ráfaga de viento. Cuando acabó, Minti no estaba frente a su padre. Sensou se sorprendió pero rápidamente se dio vuelta y vio a Minti al otro lado del cuarto, pegado a la otra pared a media altura.

- [¡No puede ser! No esperaba que esto sucediera ahora... Sus brazos...] – Sensou se asusta.

Las muñequeras de Minti ya no estaban, en lugar de ellas había una luz que emanaba de los brazos mismos. Además, el rostro de Minti estaba casi irreconocible; no había más que odio en un rostro que usualmente solo demostraba seriedad y desinterés.

- ¡Minti! – Sensou trata de hacer reaccionar a su hijo.

Instantáneamente Minti saltó de la pared a escasos centímetros de Sensou, y aún con el rostro enfurecido lanza un golpe lleno de furia sobre la cara de Sensou.

- [¡Maldición! ¡Me va a matar!] – Es el pensamiento instantáneo del ex-Tsuyoi.

Una luz surge del cuerpo de Sensou… El suelo se agrieta fuertemente, y de pronto Minti sale volando hacia la pared de donde saltó, chocando violentamente con ella y cayendo al suelo, inconsciente; en el centro del cuarto, Sensou respira agitadamente con ambos brazos hacia adelante, mientras debajo de él la madera había desaparecido. Sensou baja los brazos y observa a Minti.

- [Increíble... Logró despertar ese poder gracias al odio que siente por mí... No creí que sería posible... Ciertamente, es imposible que él me gane ahora, pero con esto he comprobado que está listo para irse.] – La reflexión de Sensou le permitió tomar una decisión.

De pronto Minti se comienza a mover. Con muchísima dificultad se levanta, ante los ojos estupefactos de su padre.

- [Minti...] – Sensou está sorprendido.
- [¿Qué pasó...? Solo recuerdo la rabia que sentí de pronto y que iba a golpear a Sensou, estaba seguro de que lo iba a golpear, pero... ¿Qué pasó?] – Minti trata de recordar.

El joven mira la pared, viendo una gran grieta a media altura.

- [Sí... Iba a golpear a Sensou, cuando sentí una fuerza inhumana que me empujó hasta aquí... Por alguna razón la pelea se había alejado mucho de mi entendimiento racional, pero... yo estaba a punto de golpearlo.] – Minti insistía en su mente acerca del golpe que le iba a dar a su padre.

El chico vuelve la mirada hacia Sensou, pero él le daba la espalda.

- Minti... – Dijo de pronto el maestro con una voz mucho más suave y tranquila, pero igualmente firme.
- ¿Eh? – El chico se extrañó.
- Vete. – Una simple palabra que dijo muchas cosas atravesó el alma de Minti.

El muchacho no podía estar más sorprendido… Trataba de entender la decisión que su padre había tomado pero no encontraba más que dudas y confusión, se había dado cuenta que desconocía totalmente a su padre. Minti buscó las palabras para responder a algo tan inesperado, pero en realidad quería saber la razón por la cual Sensou lo estaba liberando.

- ¿Por qué? – Preguntó el chico, decidido y confundido.
- ¡Tan solo vete! ¡Ya no necesitas más de mi entrenamiento! – Gritó Sensou, sin voltear.

Minti entendió que no encontraría la razón a la prematura decisión de Sensou. Por alguna razón sintió más pena que alegría.

- Hasta nunca... Sensou. – Sentenció así, Minti, la relación entre ellos.

El chico salió de la habitación. Sensou no se movió de su lugar, mirando hacia el suelo; unos segundos después miró hacia arriba.

- [Espero que... Haya sido suficiente... Dioses...] Adiós, Minti. – Murmuró el padre.

Minti le explica todo a su madre; él quiera llevarla pero ella se niega.

- No te preocupes, estaré bien... Pero tú, ¿qué harás? – Pregunta muy preocupada Heiwa.
- Irme lejos de este país, iré por algunas provisiones al pueblo y después veré en qué barco me iré. – Minti estaba decidido a irse lo más lejos posible de Sensou.

Minti abrazó a su madre. Ella no pudo evitar llorar, mientras Minti quiso evitar las lágrimas, pero no pudo contener una pequeña que Heiwa sintió en su rostro.

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¿Qué pasará con Minti ahora? ¿Será satisfactoria su búsqueda de una nueva y mejor vida?
Próximo Capítulo: Revelación Secreta​

 

Capítulo 003: Revelación Secreta

Después de casi un mes actualizo xD

Capítulo 003 - Revelación Secreta
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Era un día soleado y tranquilo. En la entrada de su casa, Heiwa le entregaba unos ahorros a su hijo mientras contenía las lágrimas.

- Cuídate mucho. – Dice Heiwa entre sus sollozos.
- No te preocupes, mamá... No será la última vez que nos veamos, te prometo que volveré pronto. [Además, me lo dijo ese extraño gato.] -

Flash-back
Minti arreglaba algunas cosas en su habitación antes de partir.

- Así que ha llegado el gran día, Minti.- Dijo una extraña voz.

Minti se asustó y volteó rápidamente. No vio a nadie, pero de pronto miró hacia el suelo y vio un gato de color rosa pálido y de ojos verdes.

- ¿Tú... tú me hablaste? – Preguntó Minti aún sorprendido.
- Soy Cilio, me alegro de que por fin nos podamos conocer. – Dijo el gato.
- [¿Será que los golpes me dejaron mal la cabeza?] ¿Cómo es que un gato como tú puede hablar? – El chico trata de entender la bizarra situación.
- Eso es lo de menos, ésta no es mi verdadera forma, Minti. – Aclaró la criatura.
- ¿Eres... un mago? -
- más o menos pero no importa. Solo quiero decirte que debes ir con cuidado, hay cosas que no conoces pero que se te aparecerán y no serán cosas pequeñas. Tu vida está a punto de cambiar para siempre. – Las palabras del gato se tornaron mucho más serias.

Mientras el gato le hablaba Minti seguía ordenando.

- No sé qué estará tramando el mago que te hizo gato, pero no me asustas… Ya déjame tranquilo que estoy muy ocupado. – Minti mostró desinterés por las palabras de Cilio.
- Como quieras pero ya nos veremos de nuevo... Solo te advierto una cosa: volverás a este lugar mucho antes de lo que piensas. – Culminó Cilio.

Minti reaccionó y volteó hacia el gato pero ya no estaba.

- [¿Qué fue eso? Ese gato...] -
Fin Flash-back

- Tú cuídate mucho, mamá. No dejes que Sensou se aproveche de tu bondad. – Minti estaba preocupado por su madre.

El chico le da un beso a su madre que ella sintió y guardó como un tesoro. Minti partió en dirección a Shimaikomu, el pueblo cercano a la casa de Minti, solo con su ropa habitual y su espada.

Shimaikomu era un pueblo grande, el más grande de Nihon. Allí vivía gente importante como Gurikan, un guerrero tan poderoso como los Tsuyoi, o Akira, que era considerado el mejor mago del continente Aisan. Minti los conocía como su padre también era un personaje famoso en todo el país, así que pensó que quizás podría obtener ayuda de alguno de ellos. La entrada al pueblo era una enorme puerta en forma de arco hecha de piedras claras y brillantes, con el nombre del pueblo grabado en lo más alto de la estructura; el pueblo entero estaba rodeado por una muralla más alta aún, construida con piedras más opacas. Detrás del pueblo estaba el Bosque Odayaka, famoso en todo el mundo, mientras que hacia el frente estaba el sendero también llamado Odayaka, que conduce al Templo Sora. Mientras Minti estaba parado bajo la gran puerta pensaba en el extraño día que había tenido hasta ahora: su sueño había cambiado levemente, su padre lo dejó ir mostrando algo de humanidad, y un gato le habló. No sabía si alejarse lo más rápido posible de ese lugar o simplemente enloquecer. Pero aunque su mente estaba indecisa, el cuerpo de Minti comenzó a moverse por su propia cuenta, caminó por varios lugares, calles angostas y anchas, limpias y sucias, pobladas y vacías, cosas propias de un pueblo tan grande. Finalmente se detuvo frente a una casa bastante grande aunque algo descuidada, la puerta tenía grabado el nombre ‘Nahirigo’.

- [Gurikan… El solo verlo me da escalofríos… Aunque no llega a ser tanto como Sensou… Espero que me ayude aunque sea un poco.] – Pensó Minti mientras estaba parado frente a la puerta.

El muchacho golpea la puerta. Casi al instante recibe un poderoso ruido en su oído que casi lo deja inconsciente.

- ¡PASE, ESTÁ ABIERTOOOOOO! -

Minti se levanta con dificultad. Nota que la puerta ya estaba abierta y lentamente entra a la casa; ve a un hombre sentado comiendo su almuerzo.

- ¡Oh! ¡Minti! ¡Qué sorpresa ver al hijo de Sensou por aquí! ¡Ah, y disculpa por el grito, je, je, je! – Gurikan saluda al muchacho con una gran sonrisa.
- [Este tipo es muy raro.] – Pensaba Minti mientras ingresaba a la casa.

El hombre se levanta, y más que levantarse pareciera que se alzara sobre un altar de 200 metros. Tenía una estatura majestuosa, Minti lo observaba con asombro aún cuando ya lo había visto de pie muchísimas veces en su vida; nunca dejaba de sorprenderse de ese hombre.

- Suelo gritar porque soy una persona muy conocida. Mucha gente viene a robarme o a probar su fuerza conmigo, solo con el grito he evitado a más del 70% de los que vienen por esos motivos. – Gurikan explica lo de hace un momento.
- [Insisto, que tipo más raro.] – Minti no parecía interesarse mucho por la explicación del guerrero.

Los 2 metros de Gurikan no eran lo único que intimidaban a Minti: los brazos y piernas de Gurikan, además de contener un gran número de cicatrices, demostraban demasiado ejercicio y fortaleza; el pecho del guerrero era aún mayor. Tenía un cabello dorado hasta el cuello y usaba una cinta roja en su frente; su ropa estaba bastante rasgada y no era muy ideal para alguien que suele ejercitarse cortando árboles.

- ¿Mmh? - Gurikan se da cuenta del silencio de Minti, y de su rostro levemente triste. - [Así que ha comenzado…] Minti, ¿qué ha ocurrido? -
- …Sensou… - Fue lo único que alcanzó a decir.

El guerrero pareció reaccionar.

- Pasa y almuerza conmigo. Está delicioso. – Aún así, el guerrero no quiso preguntar de inmediato sobre ello.
- ¿Eh? E… está bien. – Aceptó Minti, algo confundido.

La casa de Gurikan era desordenada y algo sucia, no pareciera que el guerrero contara con mucho dinero o que fuera muy persona muy preocupada del aseo. Luego de un rato Minti estaba comiendo en la misma mesa de Gurikan, Minti se sorprende pues el plato estaba delicioso y no veía una mujer cerca.

- ¿Quién preparó esto, señor Gurikan? Está delicioso. – Preguntó el chico.
- Ja, ja. Es normal que pienses así Minti. Este mundo es bastante machista pero déjame decirte que los hombres podemos hacer cosas de mujeres y las mujeres hacer cosas de hombres sin problemas. – Explicó Gurikan, aún sonriendo.
- ¿Quiere decir que…? – Minti no podía creer lo que escuchaba.
- Así es, yo cocino mi propia comida. – Concluyó el guerrero.

El chico estaba confundido, estaba muy acostumbrado a la vida de su casa donde Sensou mandaba por sobre todos los demás, incluso Heiwa.

- Siempre creí que era el hombre el que mandaba y la mujer la que hacía todo. -
- …No todos los hogares son como el tuyo, pequeño. – Dijo Gurikan, en un tono más grave. Minti guardó silencio. - Así que… Te has ido de tu casa. -

Minti levanta la mirada y mira con sorpresa a Gurikan, no había mencionado nada de lo que había ocurrido pero Gurikan ya lo sabía.

- Sí, lo supe desde que llegaste… Tu cara es muy evidente, además, es una fecha bastante adecuada para que ocurra. – Explicó Gurikan.
- ¿Qué? – Preguntó el muchacho.
- No, nada, pensaba en voz alta… Termina tu almuerzo, mira que necesitarás mucha energía desde ahora en adelante. -
- ¿Por qué? – Mientras Minti preguntaba, seguía comiendo.
- Créeme que esto no es algo que quiera hacer, pero es necesario. – Dijo el guerrero con una mirada seria.
- ¿De qué está hablando? – Minti no entendía nada.

El guerrero respira profundamente antes de seguir hablando.

- ¿Has oído hablar del mito de los Guardianes y del Diablo? – Pregunta el guerrero.
- ¿Mito? No, no me interesan esas cosas. – Minti parece desinteresarse rápidamente.
- Pues es una historia que te podría parecer interesante. Tú sabes que en este mundo hay muchos países y muchas religiones diferentes, ¿no? -
- ¿Mmh? Sí, pero, ¿qué tiene que ver? – El muchacho no entiende nada.
- Cada religión tiene sus propias creencias e historias, pero existe una historia que se repite en todas, una historia que es común entre todas las creencias existentes en el mundo. – Explica Gurikan.
- ¿Una historia… común? -
- La historia habla del único de 7 hermanos que sobrevivió a un ataque lleno de fuego y Maldad en su hogar. Su hogar era un planeta muy grande según el mito, un hermano de la Tierra. – El guerrero comienza a contar el mito.
- [¿7 hermanos…? ¿Maldad?] – El chico sigue sin entender mucho.
- Esa Maldad atacó con mucha crueldad a los 7 hermanos. Uno a uno fueron cayendo al suelo, muertos; el último de ellos logró detener a esa Maldad ya que la energía de sus 6 hermanos muertos lo protegió y la Maldad no tuvo más opción que retirarse, dejando con vida al séptimo hermano. – Continuó Gurikan.
- [Esto… esto se parece a mi sueño…] – Minti comienza a relacionar la historia con el sueño que ha tenido toda su vida.
- El hermano sobreviviente juró, en el nombre de sus hermanos fallecidos, que se encargaría de impedir que esa Maldad volviera a cometer asesinatos tan crueles. El mito termina diciendo que la energía de los 7 hermanos contenidos en uno de ellos está esperando el día en el que la Maldad vuelva a surgir en la Tierra para acabar con ella de una vez por todas. - Gurikan acaba su relato, y Minti se coloca de pie.
- ¡No puede ser! ¡Es como el sueño que he tenido toda mi vida! – Grita el muchacho.

Aunque no se mueve, Gurikan se da cuenta de que esa es una señal.

- Este mito no es muy conocido en algunas religiones pero está presente en todas, claro, con sus diferencias en cada versión pero con una misma base. Se dice que contiene un mensaje oculto pero nadie ha sabido decir cuál es. – Gurikan admite no saber todo acerca de esta historia.
- Pero… ¿por qué yo sueño con algo muy parecido? – Pregunta Minti aún muy confundido.
- Puede que ese sea el significado oculto. Hay alguien que conoce muy bien este mito así que deberás ir y preguntarle. – Explica levemente el guerrero.
- ¿Quién? -
- El Emperador Kanren. -
- ¿El Emperador? Él no va a atender a alguien como yo. – Declara Minti.
- Tan solo di que eres Minti Saigo y podrás hablar con él. – Gurikan lo anima a ir con el Emperador.
- ¿Eh? – Esto confunde mucho más al muchacho.
- Recuérdalo bien, di tu nombre completo. – Repite el guerrero.

Gurikan acaba su almuerzo y se levanta mientras Minti se queda pensativo. No entendía muy bien lo que ocurría, ahora estaba más confundido que antes.

- Pero antes… - Dice Gurikan mientras iba a la cocina.

Minti se voltea.

- Ve a ver a Akira, él te ayudará un poco y luego vas donde el Emperador. -
- ¿…por qué? – Minti sospecha.
- Me gustaría poder explicarlo pero no puedo. Digamos que simplemente estoy cumpliendo con mi deber. – Concluye el guerrero.

El chico estaba muy confundido y al parecer Gurikan no iba a aclarar nada.

- Está bien… Gracias por la comida, señor Gurikan. – Dice Minti mientras se levanta.

El chico sale de la casa de Gurikan mientras él no voltea ni mira a Minti retirarse.

- [Minti… Las cosas aún no se complican… espero que estés preparado para lo que venga porque ni siquiera yo podría soportarlo.] – Piensa el guerrero.

Minti camina casi hasta el otro lado del pueblo y llega a la casa de Akira; la ve por fuera, es muy grande y bien cuidada. Se empieza a preguntar qué más pasará en este día y cómo acabará.

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¿Qué relación existe entre esta historia y el sueño de Minti? ¿Por qué ahora debe ir con Akira y con el Emperador?
Próximo Capítulo: Siete Auras