Crepúsculo Sentimientos no compartidos.

Bueno espero les guste, este es el primer escrito que hago para este foro, y también es el primero que hago para en este tipo de narración.

Gracias a Pire por la actividad, espero te guste e hice todo lo que pude, sin más que decir...

Sentimientos no compartidos.​

—Ella no se puede casar con ese… ¡Con ese vampiro!

—Jacob, debes de controlarte, ella así lo quiso, ella lo ama..

—¿Lo ama?, de verdad crees ¿qué lo ama?. No Leah, él no la ama, simplemente le quiere quitar la vida, la quiere convertir en alguien como ellos.

Él se veía tan alterado, simplemente no sabía que decir, como ayudarlo. Él no merecía esto y menos por alguien como Bella.
Ya habían transcurrido algunos días, y cada vez que miraba a Jacob se veía perdido, desilusionado, enojado… Destrozado.

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—Vayámonos, que llegaremos tarde a ese lugar….

—Pero Jacob, seguro que quieres ir, eso te va a lastimar.

Nuestras miradas se cruzaron y sólo afirmamos con la cabeza, tendríamos que ir a la boda de ella, al final del amor que él le tenía.

Podría notar como él sufría a cada momento, al verla sonreír, al verla besar a ese vampiro, juraba escuchar como su corazón se rompía a cada segundo.

“Jacob” susurre al viento, el cual simplemente se llevó mis palabras.

Nos quedamos lejos mientras él hablaba con ella. Podíamos mi hermano y yo adivinar que él se imaginaba esa escena, el casamiento de ellos dos, el verla a su lado con aquel vestido de novia que aunque él lo negara, sabíamos que le daría el vestido de su madre, aquel que nuestro clan le hizo con tanto cariño a una verdadera mujer.

El aire tenía un horrible olor a vampiro, no podíamos soportarlo, pero simplemente no lo dejaríamos solo.

—Bella…

—Jacob… Sabes que yo…

—No digas nada, somos amigos así que siempre lo seremos… —“No, jamás seré nada para ti”
Aquel chico, el marido de Bella se acercó, sabíamos que Jacob lo odiaba a muerte y cuando sus miradas se cruzaron el aire se tensó.

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Las semanas que ellos se fueron de luna de miel, Jacob era una bestia incontrolable, siempre llegaba lastimado, cansado y casi moribundo. No sabíamos que hacer, desaparecía en las noches y regresaba a los dos días, la frustración se apodero de su padre quien me pidió que hablara con él, ya que yo era quien curaba sus heridas.

—Antes de que te vayas y no vuelvas a regresar Jacob… Quiero hablar contigo —le dije mientras salía del árbol del cual estaba escondida.

—No tengo tiempo, luego hablamos —simplemente me dio la espalda, y siguió su camino.
—¡Idiota! —y con ello obtuve su atención, sabía que él podría ser paciente, pero en estos momentos la paciencia le sobraba.

—¡Leah, calla, no sabes lo que siento, lo que perdí, lo que no podre tener nunca más! —en su mirada después de varios días pude verlo de verdad, ese era el Jacob, ese era mi amigo —. Ella se quedó con él y simplemente yo me quede sin ella… Así será siempre, soy alguien que no amara sin importar lo que yo de por los que amo… —dio la vuelta enojado y se marchó de nuevo.