Mentes Criminales Segundas Oportunidades [Mentes Criminales]

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Fénix Kazeblade, 5 Noviembre 2013.

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    Fénix Kazeblade

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    Escritor
    Título:
    Segundas Oportunidades [Mentes Criminales]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1820
    Esta historia la iba a incluir en "Clues and lovers" pero terminó demasiado larga para entrar en los drabble que eran los otros, igual es parte de la misma temática, ese romance que se da entre lineas. Si te encontraste con esta historia y no conoces el fandom, puedes leerla he tratado de que se sea entendible para el publico en general.

    Spencer Reid tomó con cierta melancolía el libro que le iba a obsequiar a aquella chica llamada Maeve ese día que se encontraría con ella en el restaurante, en esa cita que jamás había culminado, luego de que la captura de ella hubiera terminado en desgracia en manos de su raptora. Seguía pensando que todo había ocurrido tan rápido, apenas unos días atrás había consentido un encuentro luego de meses de solo hablarse en teléfonos públicos, cosa que era mucho más íntima y cercana que lo que muchas parejas llegan a tener en años de estar juntos, porque el hablar así les permitía a ambos entenderse, en el mundo turbio donde sus vidas eran solo un enigma más, entre las palabras de otro encontraban un refugio de un corazón igual y así silencioso, secreto y taciturno como sus mismas mentes, el amor había comenzado a filtrarse entre postulados científicos y teorías de conducta, parecía que era una de esas historia en las que podía planearse un futuro, más no fue así. Casi la había tenido, había hecho todo posible por salvarla, había hasta ofrecido tomar su lugar, aunque escuchaba a aquella mujer que los mantenía atrapados a ambos en ese ambiente de tensión e incertidumbre, no entendía sus motivos, no podía concebir que nada malo, aunque fuese una torcida ilusión de una persona con una mente inestable, le era difícil aún ahora analizar cada por menor de los hechos que habían culminado en el deceso de quien quería, mientras el recuerdo de su silueta desvaneciente ya sin vida caía al piso y se sepultaba en la sombra de sus memorias, unos segundos más habrían bastado, pero no era así.

    Estaba perdido en sus pensamientos cuando una mano se posó sobre su hombro y levantó la mirada para encontrarse con Derek Morgan; Derek era un chico alto, de piel oscura, cuerpo atlético y una barba cerrada, al voltear le ofrecía aquella sonrisa pasiva y cariñosa como los buenos camaradas que eran, comúnmente este detective se la vivía gastándole todo tipo de bromas a costa de su genio o en situaciones que eran incómodas para él, pero aun así lo protegía y orientaba cada que podía, para Spencer era como un hermano mayor.

    —Aaron nos busca, expondrá el perfil del criminal, con algo de suerte daremos con él a tiempo para salvar a la chica, andando—le dijo chico moreno mientras le daba una palmada.

    Spencer dio un suspiro y se dispuso a levantarse, Derek detuvo y se le quedó viendo como intentando ordenar algunas palabras en su cabeza.

    — Pensabas en ella, ¿verdad?...

    —Será mejor que vayamos, el caso importa más…—respondió evasivamente.

    —Cuéntame— le dijo mientras lo observaba fijamente, dándole a entender que no dejaría de insistir— resguardamos el bienestar de las personas, dime que clase detective puedo ser si no comienzo por mis amigos…

    —Es solo…sigo pensando que pude haberlo evitado, ¡la tenía frente a mí!, yo…yo…creo que hubiera podido ser distinto.

    Se guardó un poco de silencio, se miraron por un segundo y comenzaron a salir de la habitación donde estaban a la sala general, podía verse a través del vidrio a Aaron explicando algunas cosas frente a unos monitores.

    —¿Sabes?, algo que he aprendido de la vida es que el desear querer hacer algo no basta, hay cosas que terminan ocurriendo, cosas realmente malas, pero no por eso te debes derrumbar, siempre queda más en la vida…—diciendo esto levantó un poco su mano señalando a sus amigos y sonrió, Spencer logró esbozar una leve sonrisa también— y a veces hasta una segunda oportunidad.

    Concluían estas palabras cuando ambos se pusieron en sus respectivos lugares y dirigieron su atención a las pantallas. Spencer miró un poco a Derek y esbozó una sonrisa pasiva para sí mismo, tenía razón.

    —El análisis el sujeto y su modo de operar, indican que es un hombre de 35 a 40 años, de aspecto caucásico y con un empleo que él considera mediocre, está divorciado y su ultimo matrimonio terminó de una manera frustrante para él, el trato de las mujeres hacia él no ha sido bueno por lo que ha desarrollado cierto rencor, sin embargo señala una especie de idealización hacia la mujer que tiene cautiva en estos momentos…

    — ¿Algo así como un remplazo de ella?, ¿Alguien en quien descargar todo esa frustración? —preguntó David, otro de los analistas, un hombre que había vuelto a la acción para resolver algunos asuntos pendientes, hasta entender que su lugar era allí.

    —Así es, además que se cree que tiene la colaboración de una…—respondió Aaron—si se le suma el avistamiento del Tsuru rojo que se había visto por quienes acompañaban a las víctimas, la búsqueda se reduce a tres sospechosos— cuando decía esto en la pantalla se ponían las fotos de los tres personajes así como algunos datos generales de los mismos.

    Spencer levantaba la mano, solía hacer eso siempre que pedía la palabra.

    —Los atracos no han sido discretos, dos de las víctimas tenían oportunidad de defenderse, escaparse y salvarse, pero tal vez no tenían a donde ir— señaló a la pantalla—él, su taller se localiza a las afueras de la ciudad, cerca de una terminar de un tren de carga, no nada más que eso a kilómetros.

    Aaron afirmó con la cabeza con cierta satisfacción.

    —Vamos por él…

    ****************************************

    —¡Policía! —gritaba un oficial mientras derribaba la puerta con uno de esos rodillos de contención.

    Esta caía hecha trizas así como parte de la pared de madera ya un tanto podrida que la sostenía, casi al mismo tiempo, al menos unas diez unidades se desplegaban para revisar cada rincón de la casa, entre ellos se encontraba parte del equipo: Alex, Derek y Spencer.

    —En el piso de arriba no hay nadie—anunció una voz desde arriba

    —La casa esta despejada no están aquí…

    Se escuchaba el rechinar de un carro, por la ventana podían ver a un Tsuru color rojo acelerando hacia la carretera, Alex corrió hacia él y dando un tiro certero a los neumáticos logró que se estrellara en un árbol cercano, varios policías junto con ella fueron a arrestar al secuestrador.

    —¿Qué hay de la víctima? — preguntó Derek a modo de murmullo.

    —¡El granero! —gritó Spencer mientras se habría paso hasta este que estaba en el patio de atrás de la casa, dos policías y Derek lo siguieron detrás.

    La puerta estaba abierta y en el fondo iluminada por él sol se observaba una figura en una silla, su respiración era queda y su mirada baja. Él no pudo evitar que esto detonara un recuerdo en él, su cabello sobre el rostro, esa silueta suspendida en la silla, se detuvo por un segundo para poner sus ideas en orden más el recuerdo de ella se superponía a cada instante. Meneó la cabeza y se apresuró a desatarla.

    — Soy de la policía estarás bien…—dijo mientras concentraba en los nudos de sus manos.

    La chica balbuceaba algo que no se escuchaba más que como un gemido, con la mordaza que tenía en la boca, la miró y la retiró al instante, ya con las manos desatadas y la boca libre la muchacha abrió sus ojos asustada.

    —¡Cuidado!

    Spencer apenas tuvo tiempo de esquivar un tajo a toda velocidad de un hacha que terminó partiendo la madera del piso. El arma la portaba una mujer de totalmente de desaliñada y andrajosa que había surgido del piso, de uno de esos refugios anti-tornados que estaba justo en medio del granero.

    —Ahora mismo lo van a devolver…es mío ¿lo entienden?, él debe de quererme a mí, se suponía que sería así, pero siempre hay otras mujeres…yo buscaba servirle para que me mirará pero ahora se lo han llevado…¡Al menos acabaré con ella!...

    En ese momento Derek entraba por la puerta estaba por lanzársele encima pero Spencer lo detuvo, había algo en sus ojos, su amigo lo entendió, esta sería su forma de redimirse, no perdería a nadie de nuevo de la misma manera, Spencer no era precisamente el mejor atleta, siempre llegaba al final en las competencias desde la primaria hasta el bachillerato , pero de alguna forma antes de que pudiera el arma llegar hasta la chica cautiva había corrido hacia la atacante y la había embestido arrastrándola varios metros, había tomado sus manos y golpeó la que portaba el hacha contra la pared provocando que la soltará, la volteó de espaldas y tomando sus manos le puso las esposas, se mantuvo así por un segundo agitado por la maniobra, Derek se acercó a él y tomó a la agresora en custodia.

    Spencer pudo observar a la chica con más detenimiento en esta ocasión, ella le sonreía, tenía el pelo largo un poco rizado, la cara delgada, ojos grandes, labios finos, él también le sonrió, terminó por desatar sus pies y sus manos, ya estando libre, ella se abrazó a él y lo beso en la mejilla, el no pudo evitar sonrojarse.

    —Me salvaste, me salvaste…—no dejaba de repetir la mujer mientras se abrazaba más a él.

    ****************************************

    No existía mayor satisfacción para ellos que poder llegar a tiempo, que lograr hacer justicia, que si bien no habían podido salvar la vida de todos, habían logrado salvar una y la persona que había causado ese daño estaría pagando por eso siempre, era una pequeña luz en medio de una inmensa oscuridad, pero después de todo eso son las estrellas en el firmamento nocturno y entre todas llegan a iluminarlo.

    Spencer observaba sonriendo a la chica que había rescatado reunirse con quien era su hermana, les había contado que su padre los había dejado y su madre había perecido en un accidente, por lo que era lo único que le quedaba y ese día, ella había vuelto a la vida, la abrazaba como si llevará años de no verla.

    — Por lo que escuché ella es soltera—dijo Derek

    Spencer lo observó.

    —¿No estarás hablando enserio o sí?

    —Por supuesto que hablo enserio amigo, anda ve hablarle, noté como la mirabas.

    —Yo, yo no lo sé…

    —Ya pasado suficiente tiempo…

    —No se me da muy bien hablar con chicas…

    —Es por eso que le he hecho por ti—dijo mientras le entregaba un papelito—su teléfono, te espera el día de mañana en “Devie” es un buen restaurante—le da una palmada y se retira.

    —¡Espera! ¡¿Qué hiciste que…?!,de-debe de ser una broma ¿de qué hablaremos?...

    —Su hermana dice que tiene un coeficiente intelectual de 189, seguro tienen mucho que hablar, a veces la vida te da segundas oportunidades…
     
    Última edición: 5 Noviembre 2013
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