One-shot Secreto [Gakkou Roleplay | Joey & Alisha]

Título: Secreto
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Alisha Welsh, Joey Wickham.
Palabras: 1090
Summary: "Si Joey se estaba duchando, tendría tiempo para seguir con su misión, ¿cierto?"
N/A: so tuve esta conversación con Gigi y la verdad, me hizo tanta gracia imaginarlo que tuve que hacerlo fic porque adoro a estos pendejos y su amistad JAJA | Gigi Blanche <3 Prácticamente me salió como lo que hablamos por wa pero bueno igual y espero que te guste uwu

A Alisha se le escapó un gruñido de molestia cuando abrió los ojos por la mañana, siendo recibida por los potentes rayos de sol colándose por la ventana.

¿Cuántas veces le había dicho a Joey que no abriese las cortinas mientras ella dormía? Pft, seguro lo hacía a propósito.

Se incorporó en la cama, bostezando, y se estiró en su totalidad al mismo tiempo. Con un suspiro dirigió su vista hacia el reloj que había en la mesilla e hizo un mohín.

Muy temprano.

Tras unos segundos acabó por levantarse de la cama, dirigiéndose después hacia el armario del chico para coger una camiseta cualquiera y colocársela por encima de la ropa interior. Mientras lo hacía, sin embargo, escuchó el sonido del agua colándose a través de la pared contigua y una sonrisa traviesa se plasmó sobre sus labios.

Si Joey se estaba duchando, tendría tiempo para seguir con su misión, ¿cierto?

El sueño prácticamente se esfumó de su cuerpo al haber tenido aquella idea y se vio envuelta por una nueva determinación. ¡Estaba decidida a conseguirlo!

Así pues, comenzó su búsqueda en el armario que tenía delante, pero no encontró nada. Rebuscó por prácticamente toda la habitación: en los cajones, bajo la cama, detrás de algún mueble, en la estantería junto a otros libros… pero nada.

Tras varios minutos de búsqueda infructuosa, acabó por rendirse con un suspiro. Nunca lo encontraría, ¿verdad? Ese sería siempre el mayor y mejor guardado secreto de Joey.

Decepcionada, acabó por coger un libro cualquier de la estantería y se dejó caer sobre la cama, en dirección contraria a cómo normalmente debería ponerse, y con las piernas subidas hasta apoyarlas en la pared, comenzó a hojear el tomo de sus manos.

Un libro sobre fotografía, ¿huh? Qué tierno.

—Rise and shine, honey~ —la voz masculina se coló en la habitación al mismo tiempo que el chico abría la puerta, sonriente como siempre—. El desayuno está listo, Ali-chan~

La chica estaba bastante metida en la lectura, a decir verdad, así que tardó un poco más de lo esperado en reaccionar. Cuando lo hizo, sin embargo, solo fue capaz de soltar un “¿huh?” mientras levantaba la vista, mirándolo boca abajo.

Aun así, fue capaz de distinguir la sonrisa juguetona que se le plasmó en los labios y, repentinamente, la rubia sintió como sus mejillas se sonrojaban.

>>Ah, no me digas Ali-chan, ¿de nuevo buscando mi porno? Qué cabezona~ —se estaba riendo de ella y ni siquiera podía disimularlo porque su tono de voz era demasiado obvio—. Y bien, ¿lo has encontrado~?

La joven infló las mejillas mientras cerraba el libro en sus manos de golpe, dejándolo en la cama mientras ella misma se incorporaba. Podía sentir la mirada divertida de Joey sobre ella, sabiendo perfectamente la sonrisa de suficiencia que tenía que tener, y aquello solo la ponía más nerviosa.

Sabía la respuesta a eso, el maldito.

Soltó el aire de golpe mientras volvía a bajarse de la cama y decidió entonces cambiar de técnica, adoptando una expresión mucho más provocativa que le sacó una sonrisa curiosa al moreno.

Se acercó con paso sinuoso hasta el mismo, juntando su cuerpo al contrario sin dudar. Se presionó sobre Joey y agarró sus muñecas, obligándolo a colocar las manos sobre sus glúteos.

—Venga, ¿por qué no me lo dices…? —se había inclinado hasta rozar su oreja con los labios y utilizó aquel tono empalagoso que nunca le fallaba—. ¿Sabes? Si me lo enseñas, podría hacerte lo mismo que hacen ahí, ¿no te gustaría~?

Oh, a tanto estaba dispuesta, ¿eh?

Pero a Joey le divertía demasiado verla intentándolo cada vez, inventándose nuevas métodos para intentar sacarle la información, sintiendo que tenía el poder sobre ella al poseer una información que tanto deseaba.

—Oh, pero Ali-chan… ya consigo que lo hagas sin enseñártelo~

Qué jodido cabrón.

La rubia resopló mientras se separaba, ciertamente con algo de brusquedad. No le bastaba con molestarla, ¿no? También tenía que avergonzarla.

>>¿Pero sabes qué, Ali-chan?

En aquel momento, fue él el que volvió a recortar las distancias con movimientos felinos, llevando un mechón de pelo de la chica detrás de su oreja para poder susurrarle cerca de la misma.

>>La última vez estuviste muy cerca de encontrarlo, así que tuve que cambiarlo de sitio.

Alisha sintió como el mundo se le caía encima ante aquella revelación y no pudo evitar fruncir el ceño, molesta, al ver que él seguía con aquella sonrisa triunfadora en su rostro. ¡Odiaba que se divirtiese tanto a su costa!

Aprovechando la cercanía y sus cualidades físicas, Alisha consiguió atrapar a Joey de nuevo con las manos y lo tiró sobre la cama, colocándose sobre él con ambas piernas a cada lado. El chico pasó de estar sorprendido a mostrar una sonrisa coqueta para finalmente volver a la sorpresa cuando vio que la rubia se hacía con la almohada.

Oh, no.

—You cheater! That’s not fair, not fair!

Las quejas fueron saliendo de los labios de la chica mientras lo golpeaba con la almohada, pero lo cierto era que, a pesar de todo, Joey no podía parar de reír, frustrándola aún más.

¡Maldito inglés!

Aprovechando que la chica comenzaba a cansarse, el moreno fue capaz de agarrarla de las muñecas, parando su ataque y cambiando de posición, tumbándola a ella sobre la cama y colocándose él encima.

—Ali-chan~ Eres tan tierna, quiero comerte~

La chica forcejeó, intentando escapar de su agarre, pero le fue imposible. Para no ser especialmente bueno en los deportes, Joey podía ser bastante fuerte si quería.

Fue capaz de mantener el agarre con una sola mano mientras dirigía la otra por debajo de la camiseta, rozando con la yema de sus dedos su piel.

>>Me pregunto, linda, si sigues teniendo cosquillas por aquí…

Una pregunta completamente estúpida, por supuesto; Alisha prácticamente le estaba suplicando con la mirada que no siguiese.

La tentó un poco más, viendo hasta qué punto sería capaz de aguantarse las ganas de reír, para soltarla en el momento adecuado. La conocía a la perfección ya, había aprendido a leer todas las reacciones de su cuerpo y no le era difícil saber cuándo podía seguir y cuándo debía parar.

Depositó un beso juguetón sobre sus labios antes de levantarse, dejándola finalmente libre, y dirigirse hacia la puerta dispuesto a salir.

>>Vamos, vamos, que el café se te va a enfriar~

Recibió por respuesta un último almohadazo en la cabeza y salió del cuarto riendo, cerrando la puerta tras de sí.

Por supuesto, sabía que aquello significaba un “ahora voy, estúpido.”