Searching Mr.Reason

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Buenas queridos lectores, sean bienvenidos a mi primer fan fic el cual le tengo cariño (siempre las cosas que hago las tomo con cariño). Espero que sea de su agrado y que lo disfruten

Capitulo 1: Agitación​

Eran las seis de la mañana, el sol iniciaba a asomarse de la penumbra, ¿quién lo imaginaría?, el comisario Anthony McKlein había sido masacrado, pero lo más interesante era de que solo se encontró su torso y la cabeza. Una nota colgaba en ella en la arteria carótida. "Queremos justicia, y si mancharnos las manos va a ser la única forma que lo lograremos, así se hará. –Mr. Reason". Aquella noticia sorprendió a todos en la comisaría. – ¿Reason?, Pero, eso es razón en inglés, no veo ninguna conexión.- Comentaba el inspector Teddy Alrebus, vaya apellido.

Yo mientras tanto, tendría que pedirle el caso al nuevo jefe de policía de la localidad. –Yo trabaje más tiempo con el policía McKlein que todos estos vejestorios, por favor señor Bluedge, déjeme investigar esto.- Le suplicaba a gritos, al parecer, el no creía que en mí. –Lo siento Michael, pero, el caso ya se lo asigne al agente Smoke.- Ese apellido, que me ha estado tirando desde que estaba en la academia.

-Bien hecho Smoke, volviste a ganar- Pensaba una y otra vez, mientras veía sentado en mi escritorio como era felicitado por su anterior caso. "El robo a la casa blanca." Que no era otra cosa que la desaparición de unas joyas, y para variar, resulto que la hija se las había llevado a sus vacaciones a la playa. Él sonreía, con su sonrisa brillante, su rubio resplandor y su masculinidad, como si fuera el mayor guapo que ha existido en toda la tierra. Me daba rabia el tipo.

Pasaron las horas y por lo mismo ya no tenía nada que hacer en la comisaría, así que, tome mi chaqueta y me retire de esta –Vaya día, ¿verdad oficial?- Decía Amy, antigua amiga y camarera del Dude´s Café. Ella se veía hermosa como siempre, cabello lacio moreno, con un cuerpo delineado, aunque claro, siempre la considere más una hermana que nadie. –Amy, te he dicho mil veces que me puedes llamar por mi nombre.- Ella mientras me servía una taza de café. –Y yo te he dicho mil veces que me gusta llamarte así.- Se detuvo para ponerse la mano en la cara. –Aun así, no puedes enojarte conmigo- Siempre decía esa frase cuando veía que me empezaba a enfadar, y siempre lograba su objetivo. –Tienes razón- Tome mi café y me levante de mi asiento. –Como siempre, te dejo la propina- Pase a salir del café.

Llegando al departamento que tengo como casa, me encontré con la casera. -¡¡MICHAEL!!!- Oía mientras subía las escaleras. –Dígame señora- Asomándome casi a punto de llegar a la puerta del hogar. –Sabes muy bien que el agua y la electricidad no se paga gratis.- Gritaba a tal punto que vibraban las ventanas. –Ya le entendí, mañana le pago- Contestándole, sin embargo, eso no permitió hacerla feliz –Espero que este mañana, que un año entero con lo mismo y sigo siendo sumisa, que te voy a matar un día de estos si no me pagas.-

Cerró la puerta de un portazo que se escuchó hasta la azotea. – ¡Bien!- Hice la misma acción, solo que un poco más leve, luego de esto pase a sentarme en el sillón para ver las noticias en la tele. –McKlein- No podía dejar pensar en el cómo mentor. Además de que la televisión no me apoyaba, pues la mayoría trataban de McKlein. De repente sonó la puerta del refrigerador, apague la televisión y desenfunde mi arma. -¿Quién anda ahí?- Pregunte, sin recibir ninguna repuesta. -¿Quién anda ahí?- Volví a preguntar, pero ahora si conseguí una repuesta. –Creo que sabes quién es- Apunte hacia la cocina, pero no había nadie. Luego la televisión se encendió. -Que programación más mala- Regrese a la sala y me encontré con un tipo flaco y largo, cabello castaño. Tenía en su mano izquierda el control y la mano derecha una lata de refresco.

-¿Quién eres?- Pregunte, a lo que me respondió –Tu deberías saberlo, me conoces- Abrió la lata. –No, la verdad es que no lo sé.- Seguía apuntándole a la cabeza. –Tal vez yo sea la razón- Justamente con esa palabra entro una brisa por la ventana. -¿Razón?, no te entiendo- El se burló. –Tal vez lo entiendas cuando termine, pero por ahora, contesta- Me dejo sorprendido, pues en ese momento llamaron por el celular. –Felicidades Michael, necesito que vengas rápidamente a la estación, ahora tienes 2 casos.- Voltee hacia donde estaba aquella persona, sin embargo, había desaparecido. Decidí ir de urgencia, así que olvide mi chaqueta. ¿Dos casos?, que pudo pasar para que Smoke lo abandonara.