San Valentín.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Shampii, 13 Diciembre 2010.

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    Shampii

    Shampii Iniciado

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    Título:
    San Valentín.
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1980
    (Sé que está fuera de época, pero es uno de mis escritos favoritos... espero les guste. ^^)

    Esta vez he llegado muy temprano a casa… Mi jefe me ha dejado salir antes con el pretexto de que debería ir a festejar San Valentín con los demás, pero no es algo que me agrade mucho.

    Hace dos años, igualmente por estas fechas, asesiné a alguien. Y no me avergüenza decirlo… Realmente lo disfruté.
    Era ya de noche cuando llegué a su departamento, tenía todo a oscuras. Sólo se podía apreciar la tenue luz de la enorme pecera que tenía junto a uno de los muebles de la sala. Caminé hacia el comedor, y dejé sobre la mesa los chocolates y un pequeño y dulce oso negro de peluche que le había comprado a mi único amor, en ese día tan "especial".
    Como de costumbre, me fui hacia la cocina y busqué algo líquido en el refrigerador, saqué un poco de leche y la bebí. Después me dirigí hacia la alcoba donde él solía dormir, pero no estaba. Confundida, traté de llamarlo varias veces a su teléfono celular, pero no obtuve respuesta alguna. Finalmente me quedé dormida al pie de la cama… hasta que escuché varios ruidos.
    Exaltada, corrí hacia la entrada y era él. Estaba empapado por la furiosa tormenta, que al parecer, había iniciado una vez que caí profundamente dormida.

    Corrí a buscar una toalla y ropa limpia y seca, realmente me preocupaba el hecho de que fuera a enfermarse. Lo ayudé a que se cambiara y lo esperé a que recuperara un poco el aliente después de tanto correr.
    Minutos después, capté que ninguno de los dos habíamos pronunciado palabra alguna. Así que me acerqué a la silla donde él se encontraba para darle un abrazo… pero él me apartó. Después de eso, fue aún más complicado mover los labios y articular una oración o cuando menos, pronunciar consonantes y vocales…

    Él se quedó mirando al suelo… callado, pensativo, con un rostro que para mí era algo desconocido en ese momento. Entonces comencé a temblar y a respirar aceleradamente. Sabía que algo andaba mal.

    Por fin me miró. Sus ojos llenos de lágrimas sólo me hicieron sentir aún más desesperada y confundida. "¿Qué sucede?!" Le grité. Pero lo único que hizo fue levantarse y caminar hacia la ventana. Pasaron los minutos… uno, dos, tres, cuatro minutos y el silencio me enloquecía.
    Pero de pronto… comenzó a hablar.

    "Sabes…? Hoy he descubierto que ya no te amo. He entendido que todo este tiempo ha sido una total y completa farsa. No significas nada para mí. No eres especial. No me ayudaste en nada. No llenaste mi cuerpo ni mi corazón. Ya no te amo Aliney. Tus besos no producen sensación alguna… tus abrazos y caricias parecen roces de mero papel… y debes saberlo, lo intenté. Intenté de todo corazón amarte y querer que estuvieras conmigo toda la vida… pero no fue posible. Quizás al principio sí me enamoré de ti, pero esa magia terminó. Sólo hay nada…"

    Me quedé paralizada. Sentí como cada una de sus hirientes palabras destazaron brutalmente mi corazón. De pronto estaba fría, helada, muerta. La vista comenzó a nublarse lentamente… y los mareos combinados con una acidez estomacal tan infernal, que creí que me estaba quemando por dentro. Mi rostro se llenó de lágrimas rápidamente, cayendo desesperadas sobre el suelo que yo miraba fijamente sin poder pestañear.
    Levanté las manos y las presioné contra mi pecho, el corazón estaba desangrándose, estaba ardiendo acompañado de un latir estruendoso y anormal.

    No me pude mover… Dejé de respirar, dejé de pensar.

    Hasta que él se acercó y me sacudió delicadamente por los hombros. Entonces comencé a pensar.

    ¿CÓMO? ¿CÓMO FUE QUE SUCEDIÓ? TODO FUE UNA MENTIRA… UN SUEÑO QUE AHORA SE HA VUELTO PESADILLA…

    "Perdóname", me decía repetidas veces. Pero apenas si mis pensamientos dejaban percibir su voz.

    De pronto grité. Grité con todas mis fuerzas colocando mis manos sobre mis oídos y cayendo bruscamente sobre mis rodillas. Grité hasta que mis pulmones lo permitieron. Grité hasta sentir cómo se desgarraba violentamente mi garganta… Después, paralizada otra vez, decidí hablarle. Pero de mis labios sólo se pudo escuchar ¿POR QUÉ? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué..? ¿por qué?! ¿POR QUÉ?!, y él me interrumpió jalándome del brazo izquierdo. Lo miré fijamente hacia los ojos y me puse de pie.

    Yo sí te amo Álex, yo sí entregué todo por ti. Le dije en voz baja. "Discúlpame Aliney…" Decía una y otra vez. Caminé hacia la recámara y con él detrás de mí.

    No paraba de hablar. De decirme cómo había acabado ese falso amor de la noche a la mañana. Cómo había decidido estar solo. Prácticamente me explicó la manera en forma detallada de cómo me iba a abandonar.

    Harta de sus estúpidas palabras sin sentido. Arranqué la lámpara que estaba sobre el buró y lo golpeé en la cara.
    Para mi sorpresa cayó inconsciente en el piso y con el cuerpo medio recargado en el clóset. Comencé a llorar otra vez. No sabía qué hacer con su cuerpo inerte a mis pies. Estaba comenzando a enojarme… No quería volver a verlo en mi vida. Y sólo por la insignificante razón de que lo amaba con todo mi cuerpo, mente, alma y corazón. Así que tomé la pistola que tenía guardada en uno de los cajones del otro buró y le disparé en la cara hasta que quedó completamente deforme. Todo quedó bañado en su asquerosa sangre.

    Fui hacia la puerta de entrada y forcé la chapa. Rompí varios vidrios y ciertas cosas, y regresé a la recámara con Álex. Después lo único que hice fue darme de tiros también…. entonces llamé a la policía. ‘Había entrado un extraño. Álex y yo, indefensos ante aquel ladrón, fuimos víctimas de su locura y blanco fácil de su aberrante tiroteo.’

    No ha sido el mejor San Valentín que haya tenido en toda mi vida.

    Una vez saliendo del hospital, mi vida volvió un poco a la normalidad. Me quedé con el departamento de Álex y todo aquello que en su testamento aún me pertenecía.

    De nuevo estoy trabajando… y como verán, tendré que buscar algo qué hacer… porque como les mencioné….

    Hoy mi jefe me ha dejado salir temprano.
     

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