One-shot Salvación[Resident Evil 6: Mercenary no Mercy- Torneo]

Para la actividad Momentos creada por Kushina Uzumaki y Sweet . Para los que creen que el genero zombi solo tiene que ver con el terror, pues les muestro no una, si no dos historias de amor en medio de esto. Agradezco a Lucy Cain siendo siempre mi musa en estas historias, mi propia salvación en tantas ocasiones.

Introdución:

En el año 2013, el presidente de los Estados Unidos, Adam Benford, había decidido revelar oficialmente la verdad sobre el incidente de Raccoon City en 1998, creyendo que iba a frenar de alguna manera un posible ataque bioterrorista. Pero cuando el lugar fue atacado por zombies, Leon S. Kennedy, amigo personal del presidente y superviviente al desastre en Raccoon City, se adentró en esta historia teniendo que tomar una decisión muy dura, junto a su nueva compañera Helena Harper, además de descubrir a los responsable.

Cuatro sobrevivientes: un mecanico llamado Ellis, un entrenador retirado llamado Coach, una reportera llamada Rochelle y un apostador llamado Nick, inmunes al virus emprenden una cruzada por su supervivencia para escapar de Savannah, Georgia, cuando un brote de la infección surge en esta, cuando llegan finalmente al puerto de Rayford, Georgia. Una vez ahí los supervivientes se tuvieron que abrirse paso a través de un terrible accidente ferroviario, una fábrica de ladrillos y un gran barco repleto de infectados hasta encontrar un velero para dirigirse a unas islas. Una vez encontrado el velero y acopiado provisiones suficientes, el grupo debía encender tres generadores para elevar el puente para despejar el paso del velero al mar, pero una vez ahí, el ruido provocado por el puente atrajo a cientos de infectados. Casi a media tarea, un generador falló y Nick se dispuso a sacrificar su vida para re-encenderlo, pero antes de que ocurriera fueron rescatados por agentes de la milicia, terminando en el mismo camino de Leon y Helena.

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Permanecía en el suelo totalmente aturdido por la ultima explosión, se forzaba por empuñar la mágnum que llevaba en sus manos mientras a lo lejos observaba las sombras de infectados que entre sus alaridos se dirigían a pasos erráticos hacia él, por más que se forzaba en moverse, su cuerpo no le respondía, era más fuerte una especie de zumbido agudo que se resonada en sus oídos a causa de la detonación, él era Leon S. Kennedy.


— Tenemos que seguirnos moviendo estas malditas cosas, son demasiadas…—dijo Helena Harper mientras detonaba unos disparos y unos no muertos que caía en un sonido sordo al piso— ¿Están todos? — dijo moviendo la cabeza esperando ver a sus compañeros en medio de la avenida.


— Te sigo el paso linda, eso ultimo me ha aturdido un poco, pero me encuentro listo y dispuesto—contestó Nick encima de un autobús escolar semivolcado. — ¿Qué hay de ti compañero son calles muy levantadas seguro que podrás llevar el paso? —preguntó un risita.


Coach lo miró frunciendo el ceño y pero sonrió irónico, al menos sus bromas hacían el camino menos tétrico para todos. Un podrido salía detrás de él, pero terminaba aniquilado por uno de sus disparos, luego de eso lo miraba y asistía.


—Me encuentro en perfectas condiciones, no olvides que alguna vez fui un gran deportista— se justificó— ¿Qué no estaba con nosotros un muchacho enviado por la CIA también?


— ¡Leon! — exclamó Helena, al recordar que no estaba con ellos cuando ocurrió el incidente .Intentaba recordar donde lo había visto antes de la explosión.


El resto de los compañeros también emprendieron una búsqueda entre los escombros para dar con su paradero.


Su cuerpo yacía bastante lejos de donde se encontraban, en su intento por querer salvar a unas personas que se encontraban dentro de uno de los edificios y había terminado muy próximo a onda explosiva en este momento parte del edificio yacía sobre él.


Flash Back:

Por unos segundos como fragmentos dispersos de su mente, el agente recordaba algunas partes de su vida, partes que especialmente, buscaba borrar.

Le pareció por segundo tan real, la media luz del sol mantinal se filtrada en las ventanas, la bandera con franjas y estrellas en el extremo derecho de aquel escritorio, esa extraña melancolía que solo los que han vivido esa situación como él pueden sentir, al recordar algo sobre un ser querido y debatirlo con la figura sombría y monstruosa en la que se terminó convirtiendo éste. Estaba allí una vez más Adam, el presidente de los Estados Unidos, pero para él, su mejor amigo.

—Leon, realmente creo que es momento de revelar la verdad…

Mientras lo veía su mente parecía mezclar estos recuerdos con los ocurridos unas horas después. Entre unos destellos similares a los de un flash de una cámara fotográfica, evocaban la figura torcida del hombre que le hablaba en esos momentos, pululando sangre coagulada de una víctima que devoraba a su llegada, arrastrando sus pies hasta él pronunciado sonidos inteligibles, ya sin conciencia alguna.


— Pero ¿crees que sea lo mejor? — cuestionaba abstraído por el recuerdo original.


—Leon, no hay otra manera. Sé que hay mucha gente que no le parece buena idea y esto terminará con varias implicaciones— hizo una pausa— pero es algo que se tiene que hacer, hay decisiones que se deben tomar— hizo una mueca— eso lo aprendí del ejercito…

Nuevamente a él sobreponía esa segunda memoria de quien fue su mejor amigo, lanzando un alarido muerto mientras se dirigía hacia ellos. Por un momento se detenía y se encontraba con él algunas horas antes, frente a frente.

—Leon, siempre he valorado tu amistad— decía con una sonrisa ponía su mano en su hombro.

Seguido de este fragmento de recuerdos surgía de nuevo esa figura tortuosa haciendo que penetrará está ocasión totalmente en el segundo recuerdo.


— Por favor Adam, amigo…no me obligues a hacer esto…—dijo Leon mientras su voz temblaba.


La figura zombificada de aquel hombre se movía ya sólo motivada por el hambre y no escuchaba.


— Por favor, no quiero disparar…—dijo tensó.


El monstruo en el que ahora se había transformado se lanzaba contra Helena, había ocurrido un ataque biológico en Oak Fall como varías partes en todo el mundo. Y él había caído víctima como la población del lugar, en la que diseminaba por segundo.

Ese sonido fulminante del disparo de su revolver resonó en su cabeza como si hubiese detonado en ese momento y así Leon S. Kennedy perdía a alguien más en su vida…

Fin del Flash Back.

Leon tenía una contusión en la parte occipital de la cabeza, nada grave pero sí significativa, de alguna manera había paralizado su cuerpo pero podía sentir dolor, le molestaba, había un bloque de concreto presionando su esternón y cortándole la respiración. Su conciencia iba y venía por intervalos de tiempo. No podía evitar traer consigo de tantas memorias de personas a las que había querido proteger y no había podido, demasiadas personas mas de las que quisiera, en estos últimos años.

De pronto, escuchó a alguien cerca, había alguien en esa habitación.

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El hombre de treintantos años de traje blanco y camisa de azul, era un antiguo apostador empedernido que de forma increíble el apocalipsis había traído a él, algo bueno. En su vida pocas o ninguna vez se había preocupado ni un poco por alguien que no fuera sí mismo, mientras que obtuviera lo que quería no le importaba por encima de quien tuviera que pasar, haría lo que fuera. Encontró entonces a unos compañeros enfrascados en la misma desventura que él, buscando salir de una ciudad que había caído a manos de una plaga de volvía los muertos a la vida, varias ocasiones ellos se pusieron en peligro para salvarlo sin ninguna obligación, esto, le dio un nuevo sentido a ella y a su forma de verla, si debía sobrevivir lo haría protegiendo a los que ahora les tenía aprecio y se enfrentaría de la misma manera a cualquier cosa como ellos lo habían hecho tantas veces.

—No creo que este tan lejos, estoy seguro que venía detrás de mí—dijo Helena.


—¡Chicos!, ¡hay unas personas aquí, ayúdenme a sacarlas! — indicó Nick mientras se esforzaba por abrir las puertas de un deportivo hecho trizas.

En realidad era distinto.

— Ya voy amigo— respondió Coach que intervenía con una barra de acero torcido.


Con algo de esfuerzo, entre los dos terminaban por soltarla.


— ¡Listo!— exclamó— ayúdame a ponerlos a salvo…


Él observó por un segundo a quien era su mejor amigo en ese momento y no pudo evitar pensar en sus otros dos compañeros que habían tomado caminos distintos.


—Espero que se encuentren bien…


— Ya hemos pasado por mucho Nick y recuerda que la idea es que fueran hasta un lugar libre de infección para que enviaran ayuda—le recordó el hombre de piel oscura.


Nick suspiró no contento con esta respuesta.


—Es que…


Coach sonrió mientras ponía a una de las personas heridas en el piso, Helena se acercaba para revisarlas.


—Esa cara, la conozco, debiste decirlo, antes de que se fuera…


Las mejillas de Nick de pronto se tornaron carmesí.


— ¿Es así de evidente?...


Helena sonrió en ese momento, era grato ver algo así y escuchar que cosas como un enamoramiento podían ocurrir aún en medio de esta destrucción.


— La forma en la que te sanó en varias ocasiones, esa devoción en sus ojos y su preocupación por ti, esas caricias camuflajeadas entre eso, yo me había enamorado también— rio un poco— es una chica linda además, por fortuna para ti, me considero demasiado viejo para Rochelle.

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La figura se movía hacia el agente Kennedy lentamente, Leon se obligaba a moverse sin ningún éxito, ya estaba más consiente, pero igual suspendido por ese tramo de concreto. Al buscar levantarse solo pudo sacar un quejido.

La figura comenzó moverse más rápido y llegó a él, el intento permanecer un momento quieto hasta que vio que esta, llevaba una lámpara.


— Los muertos no llevan lámparas Kennedy, solo debes de averiguar si esta de tu lado…—se dijo a sí mismo.


Llevaba una blusa roja, cabello negro hasta el cuello, una calza color negro y zapatillas, esa mirada penetrante, sagaz, atrevida; la recordaba, al igual que esos labios rojos pequeños pero carnosos.

—Kennedy…—murmuró— ¿por qué será que cada vez que nos encontramos, tú estás en una situación así?


— Tal vez he malinterpretado algunas cosas, pero leí algún artículo que a las chicas les gusta que uno se vea vulnerable.

Ada sonrió un poco, le parecía de cierta manera encantador como el chico terminaba encontrando humor en situaciones tan precarias.


—Buscaré levantar esto…—susurró la chica.


Usando una varilla como polea con algo de esfuerzo terminó tirando el pedazo de concreto al piso causando un gran estruendo, por el ruido al menos unos tres infectados llegaron atraídos, pero Ada los abatió a tiros.


—Gracias— dijo Leon mientras buscaba levantarse con algo de esfuerzo.


—Había alguien en peligro ¿No es así?— dijo Ada Wong mientras lo recostaba en sus piernas y abría su camisa para ver la herida.


Sonrió levemente e hizo un gesto lascivo a lo que la chica le dio un pequeño golpe y se calmó.


—Sí, aunque no llegué a tiempo…—bajo la mirada y se puso serio.


La chica notó que le afectaba esto, siempre lo había considerado una persona noble, valiente y bondadosa, tal vez demasiado para el mundo en el que estaba.

Suspiró.


— Yo, lo lamento…—observó la herida y la revisó— no es, tan grave, vivirás…


—Por más que sigo enfrentando a estas cosas, siempre surge un nuevo demente, creando un nuevo virus más letal y efectivo, las gentes cercanas a mí, sigue muriendo.

Ada recordó el informe que había hecho hace tiempo de él.

“No creo que haya motivo para preocuparse: Leon ha estado en situaciones peores y siempre sale fresco como una rosa. Su increíble suerte es uno de los motivos por lo que tengo tanta fe en mi visión de lo que le espera.”

Pensó en lo que era en ese entonces y la visión del chico que veía ahora, esa suerte lo mantenía vivo, pero se notaba que no peleaba con la misma intensidad, no es que no quisiera hacerlo es que tal vez le faltaban motivos, en su vida solitaria entendía eso cuanto valoraría la perdida de una persona querida, sobretodo para alguien como él.

De alguna manera no quería que eso se desvaneciera y aunque no lo quería admitir le preocupaba demasiado.

Lo rodeó con sus brazos y se acercó a él, esto a él pareció extraño pero también muy cálido y sonrió.

— Haz salvado también a muchos, Leon— susurró—a esa niña Raccoon y la chica, a la hija del presidente…a mí…— estás últimas palabras fueron más como un susurro.

Leon la miró extrañado, ella tenía cierto brillo en la mirada que no había visto en nadie más, ni ella misma, hasta ese momento.

— Después de ese momento, cambio la forma en la que veía la vida, estaba dispuesta a tirar todo por la borda pues estaba convencida que nada valía la pena, era un mundo sucio, corrupto, la vida era un chiste, solo restaba unirse a eso, ganarle el paso para sobrevivir, ¿qué importaba trabajar para un tirano que buscaba apoderarse del mundo con armas biológicas?, si pagaba y salía bien librada, muchas veces busqué seguir ese camino pero…ya no podía hacerlo…

— ¿Qué momento?...


— El señor X, Raccoon City, creíste que iba a morir, yo también…entonces tú…pues…

Leon sonrió ampliamente, no podía creer que lo recordará luego de tantos años.


Flash back:

Se escuchaban alaridos a lejos, el fuego de varios cohetes aún ardía a lo lejos, el cuerpo inerte del ultimo Tyrant estaba cerca, ella yacía malherida en el piso, él buscaba sostenerla.

— ¡Con que eres una agente!, ¿trabajas para ellos? los responsables de esto—preguntó Leon


— Mi trabajo consistía en robar el virus G para alguien, terminé cometiendo esa tontería de ayudarte y terminé así, me lo merezco…


—No tenías por qué hacerlo, no tenías por qué arriesgarte por mí— quito un poco de cabello de su rostro— por favor no mueras…


— Tienes que irte…estoy segura que estaré bien, hay gente que te espera…

Esto Leon lo sabía, Claire y Sherry podían encontrarse con algo tan peligroso como lo que los había atacado o morir en la detonación mientras lo esperaban, sentía en el estómago una fuerte sensación de malestar provocada por impotencia, presionó los puños y se acercó a ella, por breves segundos sus labios permanecieron unidos, con esto en ella surgían sentimientos que casi había olvidado, era como un arcoíris entre el cielo tormentoso que era su vida. Cuando terminó su conciencia casi la abandonaba y el chico corría alejándose de ella, momentos después sintió un punzón en el cuello y como la vida volvía ella, pero se había ido.

Fin del Flash Back.


— El beso…— susurró Leon.

El rostro de Ada en ese momento se dirigía a él, casi podía probar su aliento, una suave fragancia ha jazmín lo envolvía, sintió sus labios de nuevo, disfruto de esa sensación que emanaba de este tan extraña y tan hermosa como lo sería una rosa en medio del desierto, como una luz del faro entre noche tormentosa, pareció detenerse el tiempo y olvidarse de donde estaban, parecía que sería eterno.

Leon no sabe en qué momento perdió la conciencia, pero despertó varios minutos después y Ada se había ido, alguien hablaba sin parar a lo lejos.


— Creo haber venido alguna vez a este lugar, algunos amigos preparábamos unas vacaciones pero a Rubén se le olvido llenar el tanque hasta el tope, te imaginaras un grupo de chicos entrando a rastras a esta ciudad, era graciosísimo.


— Ellis, para ya— se escuchó la voz de un chico.


Leon se paró y fue hacia las voces. Se encontró con un chico que llevaba una gorra y una chica de blusa rosa y piel morena.


— Una chica de rojo nos dijo que te encontraríamos aquí, la encontramos en el camino— dijo Rochelle.


—Tío, tienes una suerte de que llegáramos a tiempo…— agregó Ellis.


Leon se quedó pensando, “tal vez”, la vería de nuevo, realmente lo esperaba.


— ¡Ey! — Se escuchó otra voz a lo lejos— ¡amigos, están bien! — vieron a Nick que se acercaba a ellos— encontré a Leon, Rochelle y Ellis están con él.


— Tenemos que movernos, la infección se sigue expandiendo— dijo Helena.


— Tenemos un montón de cosas que contarles, en varias partes del mundo está ocurriendo lo mismo lo peor está China, sin embargo parte del país están libres de la infección, podríamos ir haya… — narraba Ellis.

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Un hotel en ruinas le sirvió de refugio esa noche, atrancaron las puertas de una de las habitaciones del segundo, después de tomar unas provisiones.

Nick, yacía en una de las camas luego de haberle ganado ese derecho a Coach en un juego de cartas, su amigo no sospechaba que había hecho trampa, dormitaba un poco cuando sintió que alguien se aproximaba él, unos brazos delicados lo rodeaban con cariño mientras se introducía en las sabanas, al darse vuelta se daba cuenta de que era Rochelle.

—Encontramos a una chica que dio paradero de Leon, me aconsejo que dejará ir tiempo pues podría haber instantes que no van a volver…

Nick sonrió, la rodeo con sus brazos de la cintura y la beso lenta y pasionalmente, sabía que tenía razón.

" El mismo mundo puede caerse a pedazos y todo quedar en la oscuridad, pero entre tus brazos, puedo encontrar salvación"