Salón

Un espacio cálido, decorado en tonos terrosos, dedicado a las reuniones sociales y a los ratos de ocio. Posee una estufa hogar fabricada en mármol negro, candelabros antiguos y sillones victorianos, además de la extensa alfombra circular de lana que reposa en el centro de la habitación.

Conecta tanto con el pasillo, afuera, como con la cocina a la derecha.

En esta habitación hay un sujeto que parece pertenecer al servicio doméstico de la mansión, permanece recto y en silencio junto a la mesa de bebidas. ¿Qué hará ahí?

Conecta con: Pasillo (Planta Baja)
Conecta con: Cocina​

 

Me di un golpecillo en la cabeza en cuanto seguí el movimiento de la mano de Altan y distinguí el enorme portón justo en frente de mis narices. Eh, pero que despistada, anda que no darme cuenta que eso daba al salón... what a shame~

También podría dármelas de desinteresada, pero al final la curiosidad sí que me acabó controlando y eché un último vistazo sobre mi hombro en lo que dejaba las manos sobre los pomos de la puerta. La imagen me sacó una risa nasal vaga, porque Sasha no dejaba de confirmarse como una tonta y de verdad que me preguntaba cómo es que el destino era tan cabrón para tirarme a esa clase de estúpidas encima justamente a mí.

Y hablando de estúpidos, Joey apareció junto a Katrina no mucho después y el idiota no tardó en ocupar mi espacio delante del alemán. Mira que el pobre apenas me toleraba a mí y solo porque nos habíamos mandado una cagada importante, pero a Joey que ni con agua se lo tragaba y este lo sabía... en fin, que sabía que era un cabrón, solo no esperaba que fuese a molestarlo tan pronto.

Eh, none of my bussiness tho~

Busqué a Katrina también con la mirada, parándome un segundo extra a detallar su vestido porque estúpida de mí ni se había parado a ello antes. Oye, qué perra iba y qué ganas de quitárselo, la verdad.

El caso es que no parecía dispuesta a interrumpirme, o si lo hacía pues no me importó mucho, porque tardé un segundo en volver la vista al frente y abrir finalmente la puerta que daba al salón.

—Well, then, it's showtime~ —murmuré, para mí misma, en lo que entraba en la habitación.

¡Pues sí que iba a ser la primera, toma!

O bueno, en teoría...

Como si tuviese alguna especie de radar o piloto automático, mis pasos se dirigieron directamente a la mesa donde estaban dispuestas las bebidas y me incliné hacia un lado cuando alcancé a encarar al chico que estaba parado cerca del lugar.

>>Eh~ ¿Katty-chan nos ha puesto camarero y todo, o qué pasa contigo~? —pregunté, picándole la mejilla con el dedo índice.

Pero si parecía una niña pequeña curiosa y todo.

 

Entré al pasillo como si fuese mi casa, le eché un vistazo general y distinguía un par de siluetas conocidas, poco que valiera la pena de ser nombrado realmente.

Pedazo de casa eso sí.

Los extranjeros eran bien puto exagerados con sus mierdas, a muchos de ellos no les interesaba adecuar su estilo de vida al Japón al que venían a meterse. Tampoco era que me interesara, cada quien vivía su vida como le saliera de los huevos, sobre todo si tenía dinero para derrochar.

Eris entró junto a mí, sus pasos siguieron directo hacia el salón y realmente sólo me fui detrás, porque ese pasillo no parecía tener nada interesante. De refilón noté el cabello de Yumemi y apenas entrar al salón no hizo falta que conectara muchas neuronas para que reconociera a la barbie.

—Buenas noches~

Pero mira nada más, que ya íbamos a empezar a beber.

 

—¡Ah! ¡Eri-chan, Ara-kun! Al fin algo de diversión~

Nada más el par cruzó la puerta del salón, me giré sobre mí misma para seguirles de nuevo hacia el interior del mismo. Los de afuera sí que se estaban haciendo de rogar, eh~ Pero bueno, no pasaba nada, no me iba a molestar porque la noche era joven. ¡Sí que sí!

Usé la mano que tenía libre para enganchar la muñeca de Arata, aunque no ignoré a Eris porque le indiqué que me siguiese con un movimiento de la cabeza, y los llevé a ambos hacia la mesa de las bebidas.

>>¡Nos tenemos que beber esta botella! Para jugar a algo divertido~ —expliqué, con cierta emoción colándose en la voz mientras señalaba al muchacho que se encargaba de eso—. ¿A qué vosotros me vais a ayudar con la misión~? —pedí, haciendo una puchero porque sí, y sin esperar respuesta alguna me giré hacia el chico de servicio—. ¡Mozo! Sírvele dos copas a mis amigos, pretty please~

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Luego traigo a la otra pendeja, que es un post medio express (?)

 

Justo antes de mí entraron un rubio y la jodida de Tolvaj al salón, donde Alisha aguardaba sola. Bueno, ella y el tío extraño del bigote. Daba igual. Me acerqué con pasos livianos a la reunión y con un breve movimiento de cabeza le indiqué al empleado que también trajera una copa para mí. Bueno, no para mí exactamente.

—Evening~ —saludé, risueño, echándole un brazo a Alisha sobre los hombros y aprovechando la distracción para robarle la copa de las manos y apropiármela. Le di un sorbo y regresé la mirada a la rubia—. Eh, Ali-chan, you look gorgeous~

Luego enderecé el cuello hacia los otros dos, al rubio no lo conocía de nada y bueno, con Eris había tenido un único encontronazo para nada bonito. Aún así les sonreí como si fueran amigos míos de toda la vida.

—Cariño, ¿vas a presentarme a tus amigos? —le pregunté a Alisha, pero sin correr la vista de los otros.

Cathy se subió al carro de mi estupidez sin pensárselo demasiado, cuestión que acomodé el jazmín en su oreja y se inclinó suavemente para presionar los labios en mi mano. La observé con la serenidad usual, aquella sonrisa pequeña que bien podía pecar de modestia, condescendencia o incluso ser una pantalla. ¿De qué? Bueno, muchas cosas.

Me dejé arrastrar por ella, se veía tan contenta con todo el evento que no veía por dónde negarle algo o pinchar su burbuja de fantasía. Dentro del pasillo había cierta concentración de gente y noté que varios se dirigían al salón. Le dediqué una sonrisa ligeramente más ancha al oírla y luego repasé a los presentes con la vista, identificando como mucho la cabellera pelirroja de Maze.

No dije nada, inicié el camino hacia el salón y me llevé a Cathy conmigo. Ahí andaban Joey y Alisha, haciendo el tonto como siempre. Había un mozo junto a la mesa de bebidas y me giré hacia Cathy, acercándome a su oído pero no demasiado.

—¿Tomas alcohol, linda? —inquirí, en una mezcla de seriedad y curiosidad—. Porque esa botella de champaña recién abierta tiene muuuy buena pinta.

---

El mozo, entre tanto, fue atendiendo a las personas que iban llegando. Le alcanzó copas a Arata, Eris y Alisha y las rellenó con movimientos precisos y fluidos. Estuvo atento a Morgan y Catherine, pero de momento no parecían interesadas y, por lo tanto, regresó a su posición original. La botella seguía en sus manos.

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Contenido de la botella: 11/15

Los personajes pueden tomar más de una copa, btw

 

No tenía ni la más mínima idea de que Joey me había reconocido antes en los jardines sin ninguna clase de pista de que podía ser yo; si lo hubiese sabido, me hubiese hecho bastante gracia el asunto porque algo muy parecido me pasó a mí también en ese momento. Estaba centrada en Arata y Eris, pero acabé girando la cabeza en una especie de acto reflejo y apenas un segundo después lo vi aparecer para echarme el brazo por los hombros.

Lo recibí con una sonrisa alegre que desapareció tan pronto como la copa de mis manos, provocándome un quejido casi infantil al verlo beber como si nada. Le di un golpecito en el pecho con la mano abierta, pero no pasó a más la cosa y logró que de nuevo cambiase de expresión al halagar mi aspecto. Siempre dando en el punto~

—Thank you, honey. You too~

I mean, no era exactamente todo lo que quería decir al respecto de su traje pero había que controlarse~

Recibí la nueva copa que el mozo me extendió, agradeciéndole con una sonrisa, y bebí un poco en lo que escuchaba la pregunta del moreno.

>>¿Hmm? Should I? ¿No perdería toda la gracia lo de las máscaras entonces? —cuestioné un poco al aire, dándole golpecitos al cristal con el dedo índice, ciertamente pensativa—. Oh, well, whatever. This is Eris Tolvaj, la conocí el viernes pasado en la academia y luego salimos por ahí~ Y aquí tenemos a Arata Shimizu, es amigo de... you know what? Nevermind. Oficialmente nos conocimos este miércoles~

Mientras hablaba, y sin darme cuenta realmente, había acabado levantando una mano para juntarla con la que tenía colgada de mis hombros, jugando de manera distraída con sus dedos con los míos.

>>Y este de aquí es Sir Joseph Benjamin Wickham, que de sir tiene bastante poco y todos le decimos Joey~ —acabé, mirando a los otros dos con una sonrisa.



Para mi sorpresa, la chica aceptó la oferta, y eso me ensanchó la sonrisa. Seguí escuchándola mientras comenzaba a dirigir el paso hacia el interior del pasillo con dirección al salón, sacándome un risa por la nariz con ello.

Al menos era consciente de que no se iba a adaptar tan fácilmente a todo el ambiente.

Distinguí la figura de Arata entrando justo delante de nosotras y aquello subió más mis ánimos. Al final sí que había venido, ¡era más que suficiente por el momento! Podría quedarme un rato con Margarita con aquella información en mis manos.

—¿Sabes que puede ayudarte a amoldarte mejor? —le pregunté, una vez dentro de la habitación—. Un par de copas~ ¿Bebes? ¿Quieres que te traiga un poco de ese champán que acaban de abrir? Porque yo sí que voy a servirme una o dos copas~

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Mori uwu

 

No conocía a la réplica de Sonnen de nada y me faltaba conocer el lore del Sakura para saber que era casi una extensión de Akaisa y Welsh, porque la primera ni lo había mencionado.

Negué con la cabeza a la pregunta.

—Nací en Estados Unidos —resolví simpleza—. Y sí, soy nuevo.

La diversión de Altan me estaba lanzando vibras casi tan peligrosas como su violencia pura, esa que había visto más de una noche, y si me preguntaban por qué no tenía ni idea. Quizás fuese por lo raro de su reacción, siendo que no parecían llevarse bien ni de puta coña, pero no era yo quién para estar juzgando nada todavía.

Lo dejé irse y Sonnen hizo lo mismo, aunque tampoco tardamos demasiado en decidirnos a seguir la invitación para el champagne caro.

Ni que fuéramos idiotas.

---

Fue cosa de entrar y que Alisha nos cayera encima, que era lo menos que esperaba de por sí. No se tardó nada en estirar la mano y hacerse con mi muñeca, así que solo me subí al tren como siempre hacía con todo Dios en tanto me sirviera de algo.

Escuché pasos detrás de nosotros.

—¿Bajarnos la botella? Bueno, difícil no suena con esta puta manada de borrachos. —Quien habló fue Dunn, se había aparecido por la puerta poco después que el amigo ese de Alisha pero había cazado las palabras de la rubia al vuelo, siendo que se había acercado a la entrada del salón.

Me solté del agarre de la chica y me acerqué al pelirrojo, ya con copa en mano y le eché el brazo sobre los hombros. Reconocí los ojos de fuego de Kurosawa con rapidez, había entrado junto a él.

—Vamos, vamos. Es tu momento de brillar en la fiesta, enano.

—El primer trago no mató a nadie, ¿o sí? —respondió con cierta suficiencia y me arrebató la copa antes de que le diese un trago, se bajó la mitad antes de regresármela—. En un rato te paso la hierba, Arata.

—¿Me sirves una a mí también? —preguntó Kurosawa—. Bueno, dos que ya dejaron a senpai sin nada.

Soltó una sonrisa de las suyas, tranquilas, y luego desvió la vista hacia Welsh y el chico que no conocía de nada pero ya estaba asumiendo que parecía su llavero.

—Hola, Welsh-senpai —saludó como si nada, trató de conectar neuronas antes de saludar al otro—. Wickham-senpai.

Cosa de un minuto después aparecieron por la puerta otros dos, la figura de Sonnen consumió algo de la luz como era usual y el otro pelirrojo le siguió los pasos como si fuese normal.

—Otras dos copas, supongo —dijo el que tampoco ubicaba.

—¿Bajarnos una botella antes de la hora? What a nice evening —escupió Sonnen sin realmente dirigirle la mirada a nadie.

La barbie no tardó en presentar a su llavero que para variar no era japonés y le dediqué un saludo bastante liviano, alzando la copa a medio vaciar en su dirección.

—Un placer, Wickham.

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Me salió bastante raro but lo escribí super lento y se me atravesaron dos post antes de tirarlo así que sowwy si algo parece extraño, cualquier cosa me dicen y edito la wea

 

El mozo siguió haciendo su trabajo, repartiendo copas y tragos; esta vez cinco: para Riamu, David, Altan, Cayden y Shiori. La habitación se iba llenando de gente y la botella se iba vaciando, parecían ser las condiciones ideales para darle comienzo al juego. La señorita Akaisa sí que estaba en todos los detalles.

Le sonrió amablemente a la muchacha rubia que se acercó a la mesa de bebidas, al parecer algo indecisa.

—Buenas noches, señorita —saludó de regreso.

Pensó que quizá la ayudaría ofreciéndole algo de beber, pero entonces regresó sobre sus pasos junto a otra de las chicas y la dejó ir sin más.

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Contenido de la botella: 06/15

 

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Pau la borracha así de: voy a bajarme esta botella con todos mis hijos como que soy admin (?)

Entorné la mirada al captar la voz del pelirrojo aquel al que Kat le había encargado todo el rollo de las invitaciones y que había decidido apropiarse de la idea en las mismas, ladeando ligeramente la cabeza sin poder esconder el tinte felino que mi sonrisa había adoptado. Pero qué cabrón, apareciéndose con esa máscara, ¿no? So freaking obvious~

Igual tampoco había ganas de molestar por molestar (aún) y la voz de otra chica llamó mi atención con la suficiente fuerza para ignorar a Cayden. Mi rostro se iluminó de nuevo, claro, al distinguir su voz y todo, aparte de que poca gente podía aparecerse por ahí que nos pudiese saludar como senpai.

—Shio-chan, hola linda~ —saludé, sin perder la sonrisa—. Eh, ¿te has quitado la mecha? That's too bad, siempre pensé que era muy cool.

¿Que si se me pasó por la cabeza que tendría que ver con su novio desaparecido? Pues claro. Y por dentro me estaba muriendo por saber qué demonios había pasado con ese asunto, aunque mejor meterse en eso en otro momento~

Le di otro sorbo a la copa en lo que Altan y Maze también entraban al salón. Pero bueno, de repente tanta gente reunida ahí a nuestro alrededor, so satisfying~

>>Tranquilo, sunshine, aún quedan botellas para que puedas bajarte tres cuartos de ella tú solito~ ¿O quizás quieras superar tu marca hoy~?

Me encogí de hombros ante la respuesta de la chica y por mi parte no tardé en dirigirme hacia el chico que estaba sirviendo las copas para hacerme con una para mí. Observé las botellas que había dispuestas por la mesa entre tanto y no pude evitar soltar una exclamación divertida. Qué alcohol más fino, oye, sí que no habían escatimado en gastos~

—¿Bailar, dices? Supongo que sería divertido, sí~

No es que tuviese mucho problema con ello, las clases de danza siempre habían sido mis favoritas aun cuando las mismas eran de música contemporánea y nada de vals o algo por el estilo... ¿aunque qué tan diferente podía ser? Era cuestión de dejar que la música te hablase y ya~

Le di un trago a la copa justo después y me quedé con el cristal ahí, sobre los labios, mientras escuchaba la pregunta de Margarita. Me crucé de brazos, soltando una risilla, y dirigí mi vista hacia el grupo que se había formado no mucho más lejos. Todos... parecían conocerse de alguna manera u otra, ¿no? Habría que ver como integrarse, parecía bastante divertido~

>>Un par de personas, sí —contesté sin más, encogiéndome de hombros—. Tampoco llevo mucho tiempo en la academia, no me ha dado tiempo a conocer a mucha gente.

Estaba Sakuya que se había aparecido con un traje de maid, Arata claro, también había distinguido a la tal Hotaru, la chica de mi clase con las mechas y el tipo que me había encontrado hablando con ella quitándome el sitio. Ah, ¿tendría que disculparme con ellos en algún momento por mi mal humor de aquella mañana? Quizás lo hiciese luego~

>>¿Y tú? ¿Reconoces a alguien?

Si igual era más que obvio que lo de las máscaras era por mantener el teatro. Había sido obvio desde antes del evento, de hecho.

 

Alisha me presentó a sus amigos realmente sin mucho problema, pese a la duda inicial. A Eris ya la conocía, obvio, aún así fue divertido mantener el teatro y fingir que la jodida no había intentado arrastrarme a su hueco en el Tártaro o lo que fuera. Le quité el brazo de los hombros a Alisha únicamente para inclinarme hacia la castaña y besar el dorso de su mano. Digamos que me apetecía mantener el teatro de Lord por un rato más.

—A pleasure, m'lady —murmuré, detallando sus ojos a medida que me erguía, y luego regresé la atención al rubio.

¿Hmm? ¿Conque el miércoles? Pero bueno, si hacía cuentas y ataba algún que otro cabo podía deducir un par de cosas.

—Lo mismo digo, wednesday boy —respondí a su saludo como si nada, con la sonrisa risueña de siempre.

Arata Shimizu.

Incluso con el traje caro y lo que fuera, la peste le salía de los poros y resaltaba como pintura fluorescente. No lo miré más de lo necesario, sin embargo, además varias personas fueron entrando y mi atención se distrajo por doquier. Mi sonrisa se ensanchó al creer reconocer aquella cabellera rubia y los ojos avellana. Su vestido era kinda gloomy, un poco me recordaba a Morticia y encima el contraste con la cabeza chicle que iba a su lado no ayudaba mucho. Le piqué el costado de la cintura a Alisha disimuladamente, esperando sus ojos, y con una mirada casi imperceptible le indiqué en la dirección de las chicas. Luego solté una risa silenciosa y, tras corresponder al saludo de Kurosawa, me desprendí del grupo, acariciando la cascada dorada de Welsh con un toque vago y a la pasada. No le había pedido su apoyo logístico ni nada, era más bien una invitación en primera fila al espectáculo.

Enjoy, darling.

—Hola, hola —saludé a Margarita y Riamu, risueño, y alcé la copa en su dirección para luego darle un trago—. Eh, linda, ¿cómo que no tomas nada? ¿Acaso no te ofrecieron nada? ¡Eso no puede ser! ¡Mozo, necesitamos una copa aquí!

Dejé que me arrastrara hacia la posición del mozo, echando un vistazo a la congregación que se había generado ahí. ¿Era todo por la botella de champagne? Eh, pero si no seríamos unos animalillos estúpidos. Mi sonrisa permaneció allí al recibir la pregunta de Cathy y meneé suavemente la cabeza, jalándola sin fuerza real para que caminara a mi lado.

—Descuida, de todos modos no suelo beber mucho —la tranquilicé—. Conozco mis límites como la palma de mi mano.

Lo cual era cierto. Podía pecar de cabrona, egoísta, manipuladora o lo que fuera, pero imprudente no era. Si salía con el coche era consciente de la responsabilidad, especialmente si llevaba a alguien, y por ende bebía un poco y ya. Jamás tocaría el volante luego de haberme descontrolado como un imbécil impulsivo. Eso era para los idiotas.

Miré al mozo un momento mientras Cathy le pedía las bebidas y luego regresé la mirada a ella, cuando me habló nuevamente. Mi sonrisa se ensanchó y asentí.

—Claro~ ¿De momento te gustaría conocer a alguien de aquí? Puedo presentarte a un par de personas y si no, bueno, tampoco tengo problema de romper el hielo. Tú sólo tienes que pedirlo.

Pero bueno, si no estaría generosa esa noche.

¿Arrojando un conejillo a la madriguera de serpientes?​

Qué va.

Nada nuevo bajo el sol.​

Escuché su propuesta como si fuera la mierda más interesante del mundo y una chispa competitiva opacó la ilusión realmente infantil que parecía dominarme desde que Sanji había iniciado su show. Pero bueno, no podían ofrecerme un reto, una apuesta, y pretender que no me saliera la vena orgullosa y perfeccionista que dominaba casi todos los ámbitos de mi vida. Alcé la barbilla, con una sonrisa pequeña impresa en el rostro, y estiré la mano para que la estrechara.

—Acepto, hon.

Era probable que perdiera, a juzgar por sus habilidades, pero sonaba super divertido, negarse sería de aburrido ¡y ya lo había dicho! Estaba ahí para desconectar, despejar, y olvidarme un rato de todo. También podría incluir en la lista alguna que otra locura.

Seguía hablando y hablando, y aunque realmente no me molestaba para nada tampoco veía acotaciones importantes que agregar, de modo que solía limitarme a sonreír, mirarlo y asentir alguna que otra vez. Apenas ingresamos al salón noté la gran cantidad de personas que había ahí, y que estuvieran todas apiñatadas le concedió un verdadero aspecto de fiesta. Sólo faltaban los camareros repartiendo aperitivos en bandejas de plata y cosas así.

Bueno, espera, ¡allá al fondo había uno!

Arrugué brevemente el ceño al oírlo, algo confundida. ¿Abejorros? Comprendí a lo que se refería tras seguir la línea de su mirada y solté una risa floja, valiéndome de mi confianza nata para alzar el brazo y darle unas palmaditas encima de la galera.

—Sanji, cariño, también es de mala educación llamarle así a las personas —lo reprendí sin molestia real, relajando el brazo.

Lo cierto era que me daba un poco igual, ya podríamos charlar luego si la ocasión lo ameritaba. Además, no lo sé, igual no quería pensar mucho en que realmente no me habían regresado la sonrisa y se me ocurrió la estupidez de que mi huida les hubiera molestado o cualquier cosa. Eran estupideces, obvio, así que aproveché todas las distracciones a mi alrededor para patear el asunto y eso me permitió advertir que todos llevaban una copa encima. ¡Eh, yo también quería!

Sanji se encargó del asunto, como si me hubiera leído la mente o algo, y acepté la copa con mucha elegancia. Era tan divertido montarse el numerito, oye.

Probé mi copa con un sorbo moderado mientras echaba un vistazo alrededor, entretenida con el flujo de gente. Hmm, ¿algo interesante sobre mí? En sí no utilizaría la palabra interesante para definirme, mi vida era bastante normal e incluso aburrida. Escuela, trabajo, familia, no mucho más.

—¿Qué te parece si intentas adivinar algo? —propuse, con cierta coquetería, agitando suavemente el contenido del cristal—. Quiero decir, con las excelentes habilidades que has demostrado creo que serías capaz de hacerlo, Sherlock~

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Contenido de la botella: 01/15

GO GO YA QUEDA POCO GOOOOO

Tenía este post iniciado desde ayer a la noche, me lleva la verga

 

No dudaba de las capacidades de Joey de hacer dos más dos y saber quién era el tal Arata, aunque en todo momento siguió actuando con la normalidad de siempre. Es decir, con el teatro extra que se estaba montando, pero nada más.

Llamó mi atención mientras le estaba hablando a Altan y tardé más o menos medio segundo en abocar toda mi atención en él. Seguí su mirada y una sonrisa divertida se me plasmó en los labios al distinguir... bueno, todo. La cabellera de Margarita, las intenciones del chico y su invitación a dejarme ver el espectáculo de primera mano.

So thoughtful~

Desconecté un poco del grupo que se había creado para seguir los movimiento del chico, sin dejar de beber de la copa en ningún momento. Observé la interacción sin perder detalle alguno de la reacción de la chica y una carcajada ligera se me escapó de los labios con la misma, porque... eso había sido un poco inesperado.

Also a lil' bit underwhelming.

Ni siquiera necesité escuchar completamente lo que decía, solo con ver la posición y actitud que había tomado me bastó para captar el ambiente. Tampoco necesité quedarme mirando para saber que no era eso en absoluto lo que Joey esperaba y que seguramente había perdido su interés en molestarla casi de igual manera que yo de ver la escena.

¡Pero justo a tiempo!

Cuando volví la atención hacia el grupo, una nueva chica se había incorporado y había acabado con la botella de champán. Con una sonrisa sugerente rodeé el cuerpo del mozo hasta quedarme a su espalda y pasé los brazos por sus hombros, meneando mi copa vacía delante de su vista.

—Con esto hemos cumplido, ¿verdad, míster~?

Imaginaba que no iba a reaccionar, pero la verdad... ¿no lo hacía eso más divertido?

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¿Este post era necesario? Pues obviamente sí (?)

 

El mozo siguió con su trabajo, pues ni modo, sirvió las copas pendientes y tomé la mía sin complicación, dándole un trago. Era licor fino, no era que yo bebiera pura mierda, pero estaba acostumbrado al sabor del ron y el vodka puros que nos bajábamos en el Hibiya o en Bunkyo como si nada, me quedé allí bastante a mi bola y me di cuenta bastante al vuelo de la sonrisa de mierda que le bailó en la cara a Dunn cuando Alisha le puso los ojos encima.

Si no sería suicida, el jodido cara de bebé.

Alisha le regresó el saludo a Shiori y esta siguió a su rollo también, se hizo con la copa que le tocaba y le pasó la otra a Cayden con movimientos casi calculados, cuidados como era usual de por sí.

—¿Ah? —preguntó un poco distraída—. Sí, no quería tener que estar retocando el tinte la verdad. Por cierto, te ves muy linda con ese vestido, senpai.

Cuando la gringa se dirigió a mí solté el aire por la nariz y me encogí de hombros, no era que planeara queda hasta el puto culo en realidad pero que si le iba a sacar alcohol a la jodida de Akaisa, pues sí.

Lo que había empezado a tocarme un poco los cojones ya desde hace un rato es que había sentido una mirada encima, quizás más insistente de lo que me hubiese gustado, esperé un momento a dejar de tener la sensación de que me estaban mirando y busqué al acosador con la vista mientras me bajaba otro trago, di con una cabellera rubia, un vestido tipo Morticia y los ojos color miel de Margarita Nieves.

Qué pesada, vamos. Si parecía no recordar una mierda cuando me regresó el blazer.

No le presté mucha atención al pelirrojo que había entrado con Sasha, me traía sin cuidado, además tenía ese problema con doña Miraditas así que me acerqué a Dunn y Shimizu, agarré al segundo de la corbata y prácticamente lo atravesé en el campo de visión de Nieves, me arrastré a Dunn por rebote dado que Shimizu no le había sacado el brazo de los hombros. Bueno, a ver si la jodida dejaba sus manías un rato.

—¿Pero qué cojones, Sonnen? —soltó de mala gana.

—Estabas estorbando. Deja que la gente pase. —Mentira no era como tal, así que me valía.

En todo el intermedio Wickham había seguido con su numerito, esta vez con Tolvaj y para qué mentir, la hija de puta parecía en su puta salsa, se regodeó con la atención a pesar de que era puro teatro y hasta tomó la falda del vestido con las manos para hacer una reverencia de princesa, la muy idiota.

—El gusto es mío, sir —respondió para luego hacerse con su copa.

Arata atajó el inglés de Wickham un poco al vuelo, era un imbécil pero en sí los idiomas no parecían dársele tan mal como para no entender esas dos palabras sencillas, y soltó una risa nasal de lo más floja. Como a Welsh le daba bastante igual follarse un árbol a Shimizu le daba igual que se enterara media escuela

El imbécil regresó la vista a mí y me sonrió con la eterna diversión que se cargaba, el resto lo murmuró para mí, aprovechando la distracción del inglés.

—Es este, ¿no es así? —preguntó y noté la tensión de Dunn a su lado, como si hubiese atajado todo al vuelo—. Tu detonante.

Kurosawa estaba de chusma tirándose todo el rollo, lo suficientemente cerca de nosotros como para hacerlo sin problemas y noté que estuvo por escupir el licor, había hecho dos más dos y pensado lo peor posiblemente.

Me había quedado en el pasillo un rato luego de separarme del inglés, había atendido un par de llamadas y unas quejas por teléfono en los intermedios del gorila de la entrada sobre un mocoso con una bandolera o no sé qué, como fuese le dije que lo dejara entrar. Estaba guardándome el móvil cuando entró el grupo de Meyer, Amery y los dos enanos, y seguí mi camino hacia el salón sin detenerme a mirarlos ni darme cuenta que eran ellos.

Noté a la chica de pelo negro con aires de vete a saber qué realmente y me hizo gracia que todos se hubieran hecho tan del rogar por bajarse una copa, pero lo cierto era que no pretendía cederle la última copa de alcohol que iniciaría uno de los desastres de mi fiesta siendo que la tenía en mis narices, de forma que me acerqué, le saqué la copa de la mano y seguí mi camino hasta el grupito de Sonnen, el tatuado y Swallowtail. Estiré la mano hasta hundir los dedos en la cascada de carbón de Kurosawa, como una genuina hija de puta, aunque tuve la decencia de no joderle el peinado, y me bajé media copa de un par de tragos.

—Bien, comencemos.

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Upsies Hotaru-chan