Sabor a Mandarinas y Menta.

Tema en 'One Piece' iniciado por Eternatus, 15 Noviembre 2013.

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    Eternatus

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    Escritor
    Título:
    Sabor a Mandarinas y Menta.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3022
    Sabor a Mandarinas y Menta.

    La nueva pelirroja.
    La luz de la mañana se colaba por las rendijas de unas trabajadas y hermosas cortinas de estilo moderno y de un color anaranjado. Poco a poco se abría paso por la pacífica y ordenada habitación, dónde solo podía oírse la apacible respiración de una relajada mujer pelinaranja. Los pequeños indicios del nuevo día jugueteaban traviesos con el pelo corto y sedoso de la mujer, para después posarse sobre su suave tez y despertarla de su sueño como la más placentera de las caricias.

    La mujer abrió los ojos con parsimonia mientras sonreía al nuevo amanecer. Hoy sería su primer día en el bachillerato, nuevos retos, nuevos profesores y, lo más complicado de todo, nuevos amigos. Pero aquella joven muchacha no quiso amargarse la mañana con aquellos pensamientos, contando con el tiempo de sobra se levantó lentamente de su lecho y caminó hacia la ventana, corriendo las cortinas al llegar, para observar como la ciudad despertaba.

    Con una sonrisa esperanzada se dio la vuelta y avanzó por la habitación, cogiendo una toalla de un pequeño armario y dirigiéndose al baño para darse una bien merecida ducha. Después de media hora de relajante y purificante baño, la mujer dio la tarea por terminada y, emocionada, salió de la bañera para secarse.

    Sin ninguna prisa la muchacha se secó y a continuación se dirigió hacia su espacioso armario para seleccionar la ropa del nuevo día. Colgado de una de las perchas, se encontraba perfectamente planchado su antiguo uniforme; lo había guardado meramente como un recuerdo y por nostalgia. Acarició una de las mangas del jersey mientras recordaba su dulce infancia y de los momentos pasados en la secundaria. Hoy empezaba un nuevo día pero, a la vez, el nuevo año se cernía sobre la tranquila chica.

    Después de diez minutos pensando lo que iba a ponerse, que no hay que olvidar mencionar que esta hermosa mujer era muy coqueta, la muchacha se decantó por unos pantalones cortos blancos, una camiseta sin mangas negra semitransparente y, por encima, otra de un estilo similar y también sin mangas azul. Combinó todo esto con unas sandalias negras y un ligero rubor. Dejó su pelo suelto, cepillándolo con cuidado. Para terminar, colocó en su brazo derecho una muñequera negra de la que nunca se separaba y tomó su mochila para salir de la habitación.

    Como siempre a esa hora, la casa estaba en completo silencio. El rostro de la hermosa mujer se oscureció al aparecer por el umbral de una de las puertas del apartamento un hombre alto y moreno, musculoso y de mirada fría. Tenía una nariz puntiaguda y sus ojos parecían los de un tiburón. En sus labios se formó una mueca de burla, mostrando sus dientes afilados como los de un depredador. La muchacha se estremeció, cuánto añoraba a su padre. Desde que su madre había muerto y a su padre lo habían arrestado por un crimen que no había cometido, su único familiar restante era su tío Arlong; un hombre despiadado y frío, con un comportamiento salvaje y violento, era en definitiva un tirano.

    —Buenos días, tío Arlong—. Habló ella mientras bajaba la cabeza sumisa.

    —Prepárame el desayuno, tengo hambre—. Fue lo único que recibió como respuesta. La chica se tensó, sabía que si desobedecía su tío la golpearía sin piedad, por eso debía cumplir con todos sus caprichos—. ¡Muévete, estúpida!—Aquello no era nada nuevo para la pelirroja, los insultos por parte de su tío eran lo único que salía de su boca cuando se dirigía a ella.

    La mujer presta caminó hacia la cocina y comenzó a preparar el desayuno. Encendió la cafetera y puso un par de rebanadas de pan en la tostadora, a continuación colocó una sartén sobre el fuego encendido previamente y con cuidado volcó un poco de aceite sobre su superficie. Mientras se calentaba sacó la exprimidora y cortó naranjas, después de colocar cuatro huevos en la gran sartén se dispuso a exprimirlas bajo la atenta mirada de su tío. Sacó dos tazas de un armario y las llenó de café, añadió un poco de leche y las depositó en la mesa con una cuchara para cada una y un tarro de azúcar a su lado. Sirvió el zumo y colocó los huevos en un plato, añadió sal y cogió un par de cubiertos.

    Sacó el pan de la tostadora y se llevó su taza a la boca, bebió el café de un trago y se comió sus tostadas, todo esto de pié; su tío no le permitía sentarse en la mesa cuando él estaba presente. Cuando el hombre se llevó el primer bocado a la boca Nami se terminó sus tostadas, bebió a toda prisa su zumo, agarró su mochila, las llaves y el móvil y salió corriendo por la puerta; no quería escuchar las quejas de Arlong y menos que le tirara los huevos encima. Sus gritos no se hicieron esperar, resonando en todo el pasillo.

    —¿Qué es esta mierda?, ¡no sabes hacer nada bien, estúpida!—Los gritos del hombre alentaron a la mujer a bajar corriendo las escaleras, pues no quería ser golpeada nuevamente por su tío. Al salir por la puerta del portal, se apoyó en éste y soltó un suspiro cansado; ya se le había arruinado el nuevo día, pero aquello no era nuevo para ella así que se tranquilizó y se dijo mentalmente que debía empezar con buena cara el año, o por el contrario espantaría a todo aquel que se le acercase.

    La muchacha comenzó a caminar con una sonrisa nuevamente impresa en su rostro, aún faltaban cincuenta minutos para que empezara la presentación, pero ella tenía treinta minutos de caminata hasta el instituto, por lo que fue a ritmo fluido y tranquilo. Quería llegar un poco antes pues ella era nueva y no quería perderse el primer día, así que si llegaba con tiempo podría empezar a conocer el colegio y a los profesores.

    Estuvo en los grandes portones del instituto media hora después, con una sonrisa de satisfacción en el rostro y estando algo cansada. La pelinaranja se tomó unos minutos de descanso por la larga caminata y se dispuso a entrar en el gran edificio.

    Lo primero que tenía que hacer era encontrar a su tutor de curso. Según el papel que le habían mandado por correo se llamaba Shanks y daba clases tanto en bachillerato como en el edificio contiguo, la universidad Shin Sekai. Por su parte, el instituto se llamaba Grand Line y era extremadamente grande, siendo fácil perderse en los pasillos de éste.

    Después de equivocarse en tres pasillos distintos y terminar en el despacho del director Sengoku, el aula de música y la sala del conserje, en ese orden, llegó a la sala de profesores. Desde dentro se escuchaban risas y grititos divertidos.

    —Se nota que este instituto no es como otro cualquiera…—Se dijo a sí misma la mujer para después dar unos suaves golpes sobre la puerta de madera maciza. Dentro de la habitación cesaron las risas y un hombre pelirrojo abrió la puerta con una sonrisa divertida en el rostro. El hombre bajó la mirada a la altura de la pelinaranja y la analizó para después dedicarle una sonrisa sincera y pasarle un brazo por el hombro para después meterla dentro de la sala de profesores en las que un hombre serio y de apariencia peligrosa y un hombre demasiado alto para ser normal y cara de retrasado miraban hacia la puerta por la que el pelirrojo y la chica acababan de entrar.

    —Tú debes de ser la chica nueva, ¿verdad?—El hombre pelirrojo le tendió una silla para que se sentara mientras rebuscaba en una estantería sus papeles—. Veamos… Te llamas Nami y tienes… 17 años, ¿correcto? Bien, tu clase será 1ºC y yo seré tu tutor. Ahora faltan unos minutos para que empiece la presentación así que, ¿por qué no te acompaño a clase y te voy enseñando el instituto? Estoy seguro de que te adaptarás enseguida—. Habló comenzando a caminar hacia la puerta. Shanks siguió hablando de los diferentes sitios de interés del instituto y sobre los profesores y alumnos hasta que llegaron a la clase de 1ªC—. Esta es tu clase, yo vendré en unos minutos, que aún tengo que terminar algunos papeles y…— Dicho esto salió corriendo.

    —Papeles, ¿eh? Que profesor más rarito… —La pelinaranja entró en clase y se sentó en una de las mesas más apartadas de la puerta, en la última fila, al lado de la ventana. La mujer distraída miraba el paisaje al tiempo que los alumnos se iban sentando. Una chica de pelo azul de piernas largas se abalanzó sobre su amiga al verla, sorprendiéndola.

    —¡Nami!—Exclamó una alegre mujer peliazul.

    —¿Vivi?—La nombrada estaba sorprendida, pues su amiga se marchaba a un internado en China. Tardó unos segundos en asimilarlo, pero después le devolvió el abrazo con ganas a su amiga—. ¡Vivi! Oh, Dios, que bien que estés aquí. Ya pensaba que estabas en el internado.

    —Al final pude convencer a mis padres y dio la casualidad que mientras venía a ver este colegio reconocí tu nombre en una lista y me dije, “A este colegio vendré” ¡Jajaja!—Ambas se rieron con ganas mientras Vivi se sentaba al lado de Nami. En los asientos de delante se sentaron un chico narigudo y un hombre que se durmió nada más tocar la silla. A su lado había un niño pequeño, o eso parecía.

    —U-ussop, ¿tú las conoces?—Preguntó el niño al chico de nariz larga. Ambos las estudiaron durante unos segundos y a Ussop se le encendió una lucecita en la mente.

    —Estas deben de ser las chicas nuevas, Chopper—. Hablo para luego dirigirse hacia las chicas—. Soy Ussop, el mejor tirador del mundo, encantado de conoceros, chicas. Este niño que veis aquí es Chopper, aunque no lo aparente, también tiene diecisiete años, jeje…—Dijo con una risita burlona—. Y este dormilón de aquí es Zoro Roronoa, es buenísimo en Kendo y le encanta dormir.

    —Encantada de conoceros, chicos. Soy Nami y ella es Vivi Nefertari. Las dos venimos de la misma secundaria, jiji—. Se presentó Nami por las dos. Vivi les dedicó una sonrisa amable mientras levantaba la mano en forma de saludo. Chopper zarandeó de un lado para otra a un dormido Zoro, que se despertó de mal humor maldiciendo al niño.

    —¡Zoro, despierta y preséntate a nuestras nuevas amigas!—Gritó autoritariamente el niño para después encogerse de miedo por la mirada asesina dedicada por el peliverde.

    —¿Eh? Soy Zoro, encantado—. Dicho esto siguió durmiendo, dejando a cuadros a todos los presentes. Vivi, Nami, Ussop y Chopper siguieron hablando mientras la clase se iba llenando Y, finalmente, el tutor entraba.

    —¡Buenos días, clase!—Los pocos alumnos que seguían hablando se callaron y prestaron atención—. Como podréis observar yo seré vuestro nuevo tutor y profesor de japonés, jeje… A algunos ya os conozco del año pasado, ¿no, Alvida y Zoro? Y también tenemos a Bellamy… Vaya. Ya os habréis dado cuenta de que contamos con dos alumnas nuevas, ¿verdad? Presentaos, chicas—. Dijo con voz juguetona mientras se sentaba en la punta de la mesa de Alvida, que estaba en el lado contrario al de Nami. Las dos chicas se levantaron y se presentaron.

    —Me llamo Nami y me encantan las mandarinas y el dinero, espero que nos llevemos muy bien—. Habló con una sonrisa mientras todos tenían una gotita en la frente. Después se presentó una Vivi muy dicharachera.

    —¡Hola! Soy Vivi Nefertari y me gustaría hacer muchos amigos, divertirme ¡y conocer mucha gente nueva!—Dijo con una gran sonrisa plasmada en la cara mientras algunos de los chicos se sonrojaban.

    —Pues muy bien, dicho esto ahora solo cabe mencionar que los profesores irán viniendo a deciros el material para cada asignatura y los horarios. A parte de eso, recordando el “accidente” con el antiguo profesor de biología—apuntó mirando inquisitivamente a Zoro—, contamos con un nuevo y joven maestro. Espero que no le generéis problemas sino…—Habló con voz sombría mientras abría la puerta—. ¡Qué tengáis un buen día!—Grito entre risas mientras corría cual niño pequeño por el pasillo.

    Todos se quedaron en silencio durante unos instantes, algo confundidos por la bipolaridad de su nuevo tutor, pero al momento gritos emocionados y cuchicheos especuladores hicieron eco en el salón de 1ºC.
    Nami y Vivi estaban un poco confusas, puesto que ninguna de ellas había estado allí el año pasado para saber qué había sucedido con el anterior profesor de biología y por qué Zoro parecía ser el culpable.

    —Esto… Usopp, ¿qué pasó con el profesor de biología el año pasado?—inquirió una extrañada Nami mientras miraba al de pelo verde de reojo.

    —¿Lo preguntas por cómo miraba Shanks-sensei a Zoro hasta hace un momento? —ante un asentimiento por parte de ambas chicas el de nariz larga continuó su explicación.—El año pasado, justo a finales de curso, la clase de Zoro fue al laboratorio, pues tenían que hacer un experimento, pero este vago de aquí—lo empujó un poco y se apartó tembloroso cuando éste le dedico una mirada envenenada—, se quedó dormido sobre unas probetas que contenían productos químicos y, justo cuando el profesor pasaba por allí, se despertó de repente y las probetas le cayeron encima al sensei. Tuvieron que llevarlo al hospital y, si ahora nos ponen un profesor nuevo de biología, debió ser grave.

    Las chicas compartieron una mirada confundida, ¿cómo alguien podía ser tan torpe? Aunque viendo a Zoro ahora mismo, tampoco habría de qué sorprenderse. Si ya se dormía de buena mañana…

    El variopinto grupo estuvo hablando un rato más, pero tuvieron que detener su charla al entrar un profesor con pinta bastante… extraña.

    —¡Buenos días, alumnos! Mi nombre es Kizaru y seré vuestro profesor de lengua e informática. Espero que este sea un ameno curso. —si aquel iba a ser su profesor de lengua, por favor, Nami esperaba que fuera más listo de lo que aparentaba. —Ahora apuntaré todo el material que necesitaréis para mis asignaturas, así que atentos y a copiar.

    Tal y como Kizaru hizo, todos los demás profesores fueron haciendo su entrada, presentándose y dándonos el listado del material necesario. Había profesores normales, dentro de lo que cabe, como Mihawk, el profesor de latín y griego, o Kuzan-sensei el profesor de inglés y lenguas extranjeras. Pero si Nami pensó en algún momento que Kizaru era el profesor más extraño, estaba muy equivocada. El profesor de tecnología y carpintería, Franky, era un pervertido que iba en tanga y camiseta hawaiana, muy raro. Y el de música… Brook-sensei sí que era raro. ¿Qué era eso de los 45 grados? Y qué decir de su afro gigantesco donde guardaba su violín… Nami tuvo que contenerme para no darle un mamporro cuando le pidió, muy amablemente, si cabe decir, que le enseñase su ropa interior.

    La mañana pasó sin más contratiempos y, como era el primer día, les permitieron salir antes. Nami y Vivi salían comentando con Zoro, Usopp y Chopper lo raros que eran algunos profesores y el miedo que daban otros cuando unos chicos que estaban parados en la puerta se pusieron a gritar en su dirección. Por las caras que los chicos pusieron, seguramente fueran amigos, pero les había tocado en clases distintas. De entre los gritos se podía notar uno en particular, más potente y emocionado que los demás. Pertenecía a un chico moreno, de altura media y ojos color carbón, con una cicatriz debajo del izquierdo.

    —¡Zoro!, ¡Usopp!, ¡Chopper!—los aludidos sonrieron ante el llamado y se apresuraron a llegar junto a sus amigos, llevando a ambas chicas con ellos. —¡Hola, chicos!

    —¡Luffy! ¿Qué tal el verano?—el de nariz larga se apresuró a entablar conversación, mientras que Zoro se puso a pelear con un chico rubio y de cejas extrañas, y Chopper sonreía ante los mimos de una mujer que Nami supuso que era universitaria.

    —¡Genial! Ace y yo fuimos a visitar a la familia de Marco en la playa, ¡me encantó!—el chico moreno comenzó a brincar por el lugar hasta que se percató de la presencia de las dos chicas nuevas.

    —Oe, Usopp, ¿quiénes son ellas?—inquirió señalándolas. Los demás instantáneamente dejaron lo que estaban haciendo para prestarles atención.

    —¡Oh, cierto! Ellas son Vivi Nefertari y Nami, son amigas de la infancia y vinieron juntas a este bachillerato, son muy majas. —las presentó Usopp ante sus amigos, quienes las miraban con atención.

    —¡Pues yo soy Monkey D. Luffy y seré el rey del bachillerato!—se presentó el, muy emocionado. Los demás lo miraron con una gotita en la sien, como si aquello fuera algo típico.

    —¡Luffy, baka! ¿No ves que las estás asustando? A ver si aprendes a hablarle bien a una mujer, bueno para nada. —le gritó el chico rubio al tiempo que le pegaba. Cuando se dio la vuelta y se dirigió a ellas su actitud había cambiado completamente.— Bienvenidas al bachillerato Grand Line, chicas, soy Sanji y dios, estoy encantado de conoceros.

    Empezó a moverse como un calamar a su alrededor, con corazones en los ojos y un sangrado nasal bastante severo. Ante esto, la chica universitaria tomó la palabra y las alejó un poco del extraño grupo.

    —Soy Nico Robin, voy a la universidad de aquí al lado, Shin Sekai, decidme si necesitáis algo, o si ellos se ponen pesados… a veces son así. —habló ella, con una sonrisa un tanto inquietante en el rostro.

    Ambas chicas asintieron ante las palabras de la hermosa mujer y dirigieron su atención a sus nuevos amigos. Zoro y Sanji ya se estaban peleando de nuevo, mientras que Luffy, Usopp y Chopper saltaban de aquí para allá diciendo tonterías.

    —Así que esto es el bachillerato Grand Line… —dijo Nami para sí misma—, me encanta.

    Ante esto los demás la vitorearon y siguieron haciendo de las suyas, integrando a las dos chicas en sus juegos.

    Tal vez Nami no lo supiera en ese momento, pero aquel año en Grand Line cambiaría su vida para siempre.
     
    Última edición: 15 Noviembre 2013
  2.  
    SusanDMerry

    SusanDMerry Entusiasta

    Aries
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    7 Mayo 2013
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    Buenas!! Acabo de leer el primer capítulo de tu fic y me ha gustado mucho. Estoy intrigada en que pasará así que te animo a que me invites en cuanto vayas subiendo los capítulos :)
    Como siempre Arlong molestando.. pero dejémoslo a un lado. En el género has puesto comedia romántica, así que supongo que Nami se enamorará de alguien, el caso es.. de quien? Supongo que será de la pandilla que acaban de formar el primer día, pero nunca se sabe. Espero que sea Luffy jaja
    Bueno, no tengo mucho más que decir, lo siento. Espero que nos leamos pronto! ^-^
     
  3.  
    Mellorine

    Mellorine Usuario popular

    Capricornio
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    Pluma de
    Escritora
    Oh, espero planees seguirlo, se me hace entretenido. Ahora que soy One Piece fan, amplié mi universo de fandoms así que me estoy dando vueltas por estos lares.

    ¿Los chicos en la escuela? Típico, sí, pero divertido y con millones de opciones, quiero ver qué ideas tienes con esto.

    Como siempre de ortografía y demas cosas técnicas estás siempre genial, y sobre la historia en sí, una buena introducción y presentación de personajes.

    Saluods y espero una conti pronto~

    "Empezó a moverse como un calamar a su alrededor", best movimiento ever. Ojala un Sanji me bailara así ;-;
     
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  1. SusanDMerry
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