One-shot de Naruto - Sálvame [One-shot]

Sálvame [One-shot]

¡Hola!

Último one-shot que me queda por el ataque repentino de inspiración. Este también anda narrado en primera persona; es que me gusto hacerlo así, xD.

Me inspire con una canción de RBD, que de hecho, tiene el mismo título que el one-shot. Por favor, se que a muchos les desagra RBD, pero no odien al one-shot, el es inocente de su odio, xD.

Bueno, sin mas que decir, leanlo y opinen:

Título:​

Sálvame.​

[One-Shot]​

Por Anelys.​

Es una sola suelen decir todos; por eso no la podemos desperdiciar, como yo lo ice. Daba por cierto que algún día él se fijaría en mí, y nunca se paso por mi mente que cada segundo que dejaba pasar, era una gran oportunidad para confesarle mis sentimientos.

Ahora, ¿para que decir que lo amo?, si ya no vale la pena. Como lo extraño. En mi gris habitación me encuentro con su sonrisa traviesa, con sus ojos llenos de picardía. Lo único verdadero que tenía, lo que me impulsaba a seguir me había abandonado sin estar enterado.

Pierdo la fe, mis esperanzas decaen, ya no hay más nada. Esta zozobra aun habita mi desdichado corazón. Daría mi vida insignificante por cambiar el destino cruel. Desde que se invento el mundo; siempre he estado sola. Estoy mintiendo, he estado acompañada de la mejor amiga de cualquier persona solitaria, todos la conocen como: soledad. Ella esta conmigo pero no me alienta.

Deseaba ser invisible, pero no para él, si no para mi padre quien maldecía el hecho de que yo su hija, fuera tan débil. Y que mi primo siendo de la rama secundaria de nuestro clan me superara. Ahora si que estaba herida de gravedad, la poca confianza que había ganado se esfumo junto con él.

Aunque ahora no escuchara la voz de mi padre, sabía bien que me llamaba desde la puerta ordenándome que le abriera. No obstante, no tenía fuerzas para levantarme pues sabía bien que me desplomaría con facilidad. La voz de mi padre no llegaba a mi órgano receptor. Solo pensaba en el hecho de que ya no estaba el individuo que mas admiraba en esta tierra.

Y simplemente, la sencilla yo, ahora es un asco. Mi cabello azulado ha crecido considerablemente, pero ya no lo cepillo ni lavo. Mi rostro esta totalmente demacrado y esas ojeras no desaparecen de mis ojos, parezco a simple vista una muerta viviente.

Estoy sentada en el suelo teniendo mis brazos cruzados sobre mis piernas y recostando mi rostro sobre ellos, no quiero ver el piso, ya que no deseo ver como se refleja mi rostro en el mientras lágrimas salen de mis ojos.

Un nudo se hace en mi garganta, tan grande que se de seguro a de tener telarañas. El habla se fue de mí, antes apenas podía transmitir un sonido, ahora ya no es así. Apenas pronuncio una sílaba y ese nudo se apodera de mí, ahora si doy lástima.

Ya no recuerdo cuantas lágrimas habrán caído sobre mis mejillas, han de ser más de cien, quizás. Cada una de ellas representa mi impotencia al no haber podido hacer nada por él.

Hoy, después de tanto tiempo de mantenerme toda descuida, me arreglare. Hoy es un día especial para mí. Me miro al espejo y me hecho un poco de polvo, sombra, brillo labial, para estar lo mas lucida posible.

Se puede ver como hace milagros el maquillaje, pues recupero mi color de años atrás. Peino mi cabello y lo dejo así de suelto, me gusta que el viento frió juegue con el.

Me levanto de la silla de mi peinadora y sigilosamente salgo de mi habitación; no tengo intenciones de verle la cara a mi padre y que comience con sus sermones de día a día que ya no hacen efecto en mí.

¿Y se preguntaran porque me he arreglado?, se supone que debo verme hermosa, pues al sitio que iré así lo requiere.

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Están frías las calles de Konoha. De seguro es mi imaginación que anda volando a mil por horas. Ya que a todos les agrada el clima de esta villa, nadie se queja, ¿o será acaso que yo no quiero olvidar que antes su clima era calido?, que me elevaba hasta el cielo sin tener alas. Observo detenidamente aquel lugar donde él solía venir solo o acompañado, donde se comía esas tantas tazas de su comida favorita, eso me causa melancolía.

Me acerco al negocio y compro el mejor tazón de ramen que ofrecen en aquel pequeño restaurante. Luego prosigo mi camino por aquellas calles frías sintiendo las miradas indiscretas de la gente, quienes ya me ven como un bicho raro o como un extraterrestre venido de otro mundo.

No les presto mi atención, por ahora, yo tengo cosas más importantes que hacer ¡Al fin llegue a ese sitio para el cual me prepare! Cuando por fin me introduzco en aquel lugar, me dirijo sin perder tiempo en buscar lo que buscaba. Ya sabía donde estaba, escondidas entre mi abrigo estaban dos rosas las cuales saque.

Me puse de rodillas delante de una lápida a la cual odiaba ver tan de frente y de cerca, pero ya debía acostumbrarme, por mucho que me costara. Coloque aquel tazón a mi costado sobre el césped, quien aun se mantenía vivo.

Mi mente se tele transporta al mundo del olvido, buscando entre mis memorias, algo que marco mi vida para siempre…

Flash Back.

Ella abrazaba con fuerza aquel cuerpo manchado de sangre, la ropa que cargaba estaba rasgada y sucia, y más aun lo estaba la de ella. En ese momento mis ojos no recibían la información que era visualizada, mi boquita temblorosa no fue capaz de lanzar un suspiro; y mi cuerpo temblaba desde los pies a la cabeza, la vida se me iba en ese mismo instante.

— ¡Naruto!, ¡por esta vez, solo por esta vez, pido que hables y fastidies!, ¡no quiero que mueres! —exclamaba cierta pelirrosada dueña del corazón de la persona que yo mas amaba.

—Discúlpame —murmuro con una voz casi audible el dueño de mi vida.

— ¿Por qué? —preguntó entre lágrimas mientras abrazaba más a “mí Naruto”.

—Por fallar… —respondió al mismo tiempo que esos ojos que me hicieron suspirar se apagaban como luces. Estaba muerto, ese fue el peor de mis traumas.

Recuerdo que era una misión en la que todo daba a deducir que resultaría sencilla. Por confiarnos paso lo que paso, perdí al amor de mi vida, ellos perdieron a un gran amigo y la villa se deshizo de aquel ninja que causaba tantos problemas. Lo que ellos nunca vieron en Naruto fue su gran corazón y el hecho de que siempre aspiraba en superarse para ser el mejor Hokage que la injusta vida no le permitió.

Aún no se me olvida la expresión en el rostro del gran amigo-rival de Naruto, estaba molesto, nunca pudieron terminar su enfrentamiento y ahora el muy tonto, según lo dominaba él, se vino a morir. Yo supe bien y entendí los sentimientos que podían llegar a estar presentes en los corazones de Uchiha Sasuke, y Haruno Sakura, pero nadie supo entender y ver los míos.

Corrí, corrí, corrí, y corrí huyendo de la realidad. No se cuanto tiempo dure corriendo y menos, si mis pies se cansaron. Nunca pude aceptar lo que mis ojos me dieron a ver.

The end flash black.

Mis sentimientos son más allá de lo incomprensible. Beso las dos rosas que están sobre mis manos ahora. La primera: es de color blanco y la segunda: es de color amarillo.

Pienso que la primera representaba mi pureza y delicadeza mientras que la segunda muestra lo activo y radiante que era mi querido Naruto. Siempre que vengo a este lugar no se me pueden olvidar tales rosas, sería una deshonra para él.

Hace tiempo que no pruebo un bocado de comida, solo lo hago cada mes que visito la tumba de Uzumaki Naruto, como dice en ella. Y la única comida que soy capaz de consumir: es un ramen, se ha vuelto mi platillo favorito. Mientras esos días que pasó sin comer, me alimento de mi propia soledad.

¿Y por qué sobrevivo?, ni yo misma soy capaz de contestar tal pregunta. Esa palabra “amor” que hace tan felices a todos, esa que se recuerda bien, esa que nadie olvida. Hoy me mata a mí y no desaparece por un instante de mi mente. Coloco mis brazos encima de aquella lapida y recuesto mi cabeza en ellos.

—Sálvame que estoy hecha a tu voluntad —susurro con mi voz dulce mientras un líquido salado brotaba de mis ojos perlados.

Sentí mis parpados pesados, los cuales comenzaron a cubrir mis ojos sin poder yo evitarlo. Mis mejillas empezaron a enrojecerse levemente sin explicación. No pude describir lo que sucedió –reí ligeramente- pero encontré esa paz que tanto había estado buscando. Una sonrisa se dibujo en mis labios y de allí nunca me moví.

No se si fui salvada por él, pero, flotaba en la imitación del mismo cielo -tal vez- en donde solo podía ver nubes blancas. Ahora, se muy bien, que no estoy sola. Ahora me doy cuenta que él nunca me abandono. Fue un especie de ángel guardián. Él me salvo sin necesidad de hablar tanto, como solía hacerlo. Solo basto con que se presentara en espíritu, ni siquiera hubo necesidad de verlo, fue tan invisible como el viento, fue tan fresco como la brisa.

Naruto me levanto. No. Él nunca me dejo caer, por mas extraña que le pareciera yo. Me salvo desde hace tiempo sin yo darme cuenta. Solo quiero que “ese”, aquel que nadie respeto, aquel que fastidio, me salve, me salve de no olvidarlo.

“Sálvame de no olvidarte”, solo esa petición te hago.

Fin.


Aquí reflejo mi pareja favorita de Naruto: Yo y él, nah, no se crean, es Hinata Hyuuga (creo que se escribe así su apellido) y obviamente que Naruto. Aunque no les negare que amo a Naruto, :baba:, bueno saldre de eso mejor.


Como pueden observar, Hinata es la que narra. Y Naruto ya lleva años de muertos, piensa que perdió mucho tiempo en esperar a declararse que cuando ya estuvo muerto descubrio que fue demasiado tarde, también hay otras cosas, pero bueno... esto basta.


Espero sea de su agrado, y ya saben, cualquier critica, sugerencia, tomates, ok no, pero rosas si xD, serán bien recibidas.


Saludos.

Se despide:

Anelys.