Romántico Roland

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Antonionoventayseis, 5 Septiembre 2017.

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  1. Threadmarks: C01 - Roland
     
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

    Géminis
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    25 Abril 2016
    Mensajes:
    115
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    1371
    ---CAPÍTULO 1---
    ---Roland--


    Roland, ese es mi nombre. Desde pequeño tuve una hermosa familia, una madre que me cuidaba y se preocupaba, un padre que me enseñaba y protegía y una hermana que me molestaba mucho pero nos llevábamos de lo mejor. Mis compañeros de la universidad no se quedaban atrás, cada uno era un mundo distinto de personalidades y costumbres que le daban brillo al más oscuro evento...

    Pero aún así sentía soledad en mí, no importa que tan rodeado de personas yo esté. Solo está ahí. No quise platicarlo con nadie porque yo sé que a ninguno de ellos les importa, solo pretenden que les caigo bien para salir del medio.

    He llegado a un momento de mi vida en la que confiar en alguien es un trabajo duro y sin recompensas que solo me ahoga en soledad cuando lo intento. Me rindo en el momento en la que no puedo ser original y los demás pierden interés en mí.

    Reviso mis mensajes en las redes sociales y solo veo 3 notificaciones, uno pertenece al grupo de la universidad hablando entre sí pero sin mencionarme a pesar de que sea el único restante. El otro pertenece a un grupo de dibujantes al que entré para no sentirme tan solo y así terminar un comic que aún trato de finalizar cada fin de semana... El último es sobre un amigo que conocí en un foro de ayuda para aquellos que creen que el suicidio es la única forma de ver como el mundo sigue su rumbo sin tí en él.

    ---8:45pm---
    AC-96: ¡Tío! ¿Qué me cuentas?

    Es el único mensaje allí del último miembro que quedó, los otros no regresaron después de rendirse. Este chico es algo distinto a los otros, siempre anda con sus bromas para subir el ánimo, creo que responderé... Sí, lo haré.

    ---9:32am---
    Rol&: Sigo vivo, jajaja.

    Envío el mensaje teniendo en mente que lo envió anoche, no quiero darle una mala imagen.

    ---9:33am---

    A: Claro que lo estás, eres alguien resistente.

    R: Debo salir a casa de mis padres, vuelvo más tarde.

    A: Vale, no te preocupes, yo seguiré por aquí un rato más, tal vez entre alguien nuevo.

    Me sorprende que esté conectado cada vez que le escribo, es como si viviera en un su pc o donde sea que esté escribiendo. Cerré mi cuenta y me dispuse a levantarme de cama.

    Vivo en un apartamento no muy grande con una sala el cual comparto con la cocina, una habitación donde duermo y el baño. Acogedor dirían aquellos que no buscan mucho.

    Caminé hasta la cocina asegurándome de que las cortinas estén cerradas. No es que no me guste el sol, es que me molesta recibir su luz como lo primero al despertar. Observo hacia todos lados en la sala pero no sé lo que quiero ver, no espero que nadie se aparezca a gritar "Feliz cumpleaños" por algo que ocurrió ayer.

    Mientras preparo mi desayuno no dejo en pensar sobre mi edad y las cosas que pude haber hecho antes de tocar los 23. Cada día salen niños en las noticias que crean aparatos que mejoran la vida diaria al mismo tiempo que otros descubrían nuevas moléculas o resolvían los misterios más obscuros de las matemáticas.


    Siempre me imagino como uno de ellos recibiendo un premio por haber creado algo... Pero eso solo me ha dejado una extraña sensación de vacío muy dentro de mí. Una sensación que deseo desaparezca apenas comienzo a sentirla. Intento aguantar mis lágrimas cada vez que sucede con la ayuda de los videojuegos y la música, es lo único que me sumerge en ese mundo de fantasía en donde me imagino poderoso y reconocido por todos... El golpe llega luego de darme cuenta de lo que hago.

    Intentando dejar mis pensamientos a un lado, me siento en el sofá frente al televisor comiendo el pan que me preparo por las mañanas, hay un nudo en mi garganta que me dificulta tragar mi alimento.

    Termino, me cepillo y me visto con mi camisa verde de mangas cortas y mis blue jeans. Al verme frente al espejo veo esa hebra de cabello que siempre está dispareja al resto, mi oscuro cabello cae liso hacia los lados casi ocultando uno de mis castaños ojos.

    Salgo a la calle en dirección a casa de mis padres para saludarlos y luego... Bueno, luego de eso nunca hago nada que no sea caminar dentro de los centros comerciales buscando algún que otro videojuego o álbum musical. Tal vez me toque encontrarme con un compañero que de seguro está deseoso de contarme su vida diaria sin tener las ganas de escuchar la mía.

    Si de verdad no les importo ¿para qué se la pasan hablándome de algo que nunca presto atención y solo asiento con la cabeza y hacerles creer que me importa lo que oigo? Para ellos solo soy alguien más en su lista de amigos en Facebook. Exactamente eso. Nada. Más...

    Llegando a casa me encuentro con mi hermana llegando en su vehículo, una mujer de buen cuerpo y cabello oscuro ondulado. Estoy muy seguro que su actual esposo se casó con ella solo por el hecho que papá es jefe en un sector de Clarity, una compañía de medicinas.

    --¡Roland!-- Me saludó con un fuerte abrazo al mismo tiempo que me ahogaba con sus senos --Perdón, nunca me gustó ser tan alta--

    --No importa, ya estoy acostumbrado-- Me liberó y traté de darle una sonrisa.

    Entramos a la casa y saludé a todos allí, mi padre es casi idéntico a mí, tanto que pudiese ser mi hermano a no ser por la cantidad de vello en su mandíbula. Mi madre sigue siendo una bella mujer como mi hermana pero cabello liso y una leve coloración roja de los tantos tintes que mis tías le ponen para mejorar su imagen... En mi opinión, eso no me gusta mucho que digamos.

    --Bendición-- Saludé como es de costumbre recibiendo la respuesta de los dos.

    --¿Cómo está mi bebé?-- Me abrazó mi madre alegre --¿Alguna novedad por ahí?--

    --Bueno, creo que avancé algo-- Mentí, no quiero que sepan las cosas que hago en casa, los decepcionaría --Anoche hablé con alguien que verá si me ayuda en la búsqueda de un trabajo-- Sonreí ante todo ocultando la mentira.

    --Ese es mi hijo-- Agradeció papá --Te daría un puesto en Clarity pero hasta ahora todo está lleno--

    Me reí --No, no importa, creo que lo mejor sería buscarlo por mí mismo--

    --¿Cómo puedes decir eso cuando dijiste que alguien te está buscando uno?-- Mi hermana siempre es así, nunca escucha bien y pregunta cosas como estas.

    --Dije que ayuda en buscar uno-- Respondí serio --Trata de escuchar bien al menos una vez--

    --Ya ya ya-- Se levantó mamá --No me gusta molestarme en momentos como estos y ustedes lo saben--

    --Sí, mamá-- Respondimos mi hermana y yo.

    Me quedé allí por una hora escuchando todo lo que tenía que decir mi hermana sobre sus viajes con el esposo y las puntas que me arrojaba, las historias de amor que relataba eran dirigidas hacia mí, tal vez era una de sus formas de hacerme sentir mal por lo solo que he estado toda mi vida.

    Odio cosas como estas, el amor es algo que nunca he experimentado ya que esa media naranja del que todo el mundo habla aún no se presenta en mi vida. Tampoco es que me llame mucho la atención las mujeres. Sí, muchas son hermosas pero no todas encuentran llamativos mis gustos y costumbre. Aparte, tampoco es que mi estado de ánimo actual les atraiga.

    Veo la hora desde mi teléfono y digo que ya es tiempo de irme, beso en la mejilla a mi madre y hermana y un apretón de manos a papá. Salí de casa con la mano sobre mis ojos provocando sombra a la vez que siento una leve punzada detrás de mi cabeza. Estos dolores se hacen cada vez más frecuentes. A veces me marean tanto que debo quedarme en cama pero eso no ha pasado en una semana... Juro ir al doctor uno de estos días.
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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  2. Threadmarks: C02 - Mis Asuntos
     
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    33
     
    Palabras:
    1930
    ---CAPÍTULO 2---
    ---Mis Asuntos---


    Caminando por las calles el calor se vuelve insoportable, el vapor de mi sudor sale del cuello y rodea mi rostro, el clima habitual de Florencia. Faltan unas semanas para que llegue el invierno y todo esto se tiña de blanco gracias a la nieve.

    --Como quisiera estar con alguien...--

    Solté casi como un suspiro. Últimamente he dicho cosas similares sin darme cuenta pero en un tono tan bajo que nadie escucha. Me detengo en la parada esperando el bus que me dejaría frente al centro comercial y así entrar a RetrO's, mi tienda de videojuegos y canciones clásicas. Solo imaginar que tendré otro juego nuevo me hace revelar una sonrisa tonta que tanta pena me da mostrar al público.

    Sentado aquí veo que una pareja se aproxima, espero no se queden aquí a esperar. No soporto como otros son felices con alguien a su lado... Son celos, lo sé. Celos de no tener lo que ellos consiguieron.

    Para ahogar mi dolor aprieto los puños intentando ignorarlos pero su conversación de besos, romance y mierdas como esa entran en mi mente con tanta facilidad y se quedan allí por un largo tiempo. Siento que voy a llorar, me he vuelto un quejica de los grandes con el pasar de los años.

    El bus llegó y la pareja se quedó allí, punto para mí. Exhalé aliviado, pude haber enloquecido en ese lugar con su compañía. Me imaginé sentado en la parada con una camisa de fuerza. La imagen me hizo reír, no mucho pero sí lo suficiente como para soltar un solo "ja" que callé de inmediato. Una chica me miró y rodó sus ojos en decepción... Estúpida.

    Llegué a mi destino. Entré a RetrO's y saludé a Ricky, un chico alto con melena y a la vez el dueño del local. Es un buen hombre y al mismo tiempo me mantiene informado sobre videojuegos.

    --Roland-- Llamó sosteniendo una cajita en su mano --Aquí tengo el juego que me pediste aquel día--

    --¿Test Drive: Unlimited?--

    --Ese mismo-- Mi corazón se aceleró un poco. Buscaba ese juego desde hace un buen rato --Tienes suerte de que era el último en aquella tienda--

    --Excelente-- Reí --¿Cuánto?--

    --35 Mastos, ya sabes, como siempre--

    Le agradecí y pagué, pero no vine para eso. Mi amor por los videojuegos clásicos es eterno, pero claro, eso no quería decir que no me gustaran los actuales. Caminé de pasillo en pasillo hasta llegar al área de la NES, el otro juego que quiero tener en mis manos es el Batman de la consola ya mencionada... Y allí estaba la sagrada cinta reposada en el anaquel, si tuviese brazos de seguro me recibiría con un fuerte abrazo.

    Lo tomé pero antes de dirigirme al mostrador, un muchacho me llamó. Primero miré hacia los lados y luego señalé mi pecho a lo que este asintió. Raro, primera vez que alguien me llamaba en las tantas veces que he visitado RetrO's.

    --Necesito una sugerencia-- Dijo dudoso. Me acerqué a él.

    Parecía un muchacho buena onda, delgado y cabello corto marrón, casi de mí mismo tamaño.

    --¿En qué te ayudo?--

    --Verás, mi madre adora jugar y me mandó a que le buscara un Beat'em Up para la NES que sea entretenido--

    Lo miré serio, esto es un poco incómodo, primera vez que alguien pedía mi ayuda. Dudé por un momento creyendo que se trataba de una broma pero un no-sé-qué en él me decía que no era así... Accedí a ayudar.

    --Te recomiendo este-- Cogí la cinta de TMNT The Manhattan Project --Un Beat'em Up muy entretenido que mantendrá a tu madre frente al televisor por horas--

    --Sí, ya lo sé-- Se rió --Ya lo tenemos, veo que tienes un buen gusto... Pero quisiera otro que sea igual de bueno--

    --Ah...- Volví a ojear y uno apareció, lo levanté --Mighty Final Fight--

    --¿Hmm...?-- Se escuchó sorprendido -¿Había un Final Fight para la NES?--

    Me reí con él allí como si fuésemos compañeros desde hace tiempo, y eso que apenas lo acabo de ver. Conversamos un rato más sobre lo detallado que eran algunos juegos en consolas de potencia limitada, en especial de las antiguas. Este chico sabe mucho, creo que incluso más que yo, nos reímos de los chistes que nos mencionábamos y de la lógica de algunos juegos.

    --Bueno-- Se arregló el cuello de la camisa y asintió --Debo irme, ya nos veremos luego por ahí--

    --Claro-- Respiré profundo, no he tenido una conversación así desde que el chat estaba lleno con las 24 personas que lo conformábamos.

    --Cierto-- Levantó la mano llamando así mi atención --Soy Frederick--

    --Roland-- Respondí.

    --Roland... bien-- Levantó el pulgar --Hasta la próxima, Roland--

    Se despidió el muchacho con la mano para luego pagar los juegos que le había recomendado. Me siento un poco emocionado, no creí encontrar a alguien que tenga los mismos gustos en videojuegos que yo, tal vez pueda aprender algo de él en el futuro. "Hasta la próxima" fue lo que dijo antes de irse... eso espero.

    Sonriente llegué al mostrador y le mostré el juego que iba a comprar a Ricky. En su cara se veía que quería hablarme sobre lo que había ocurrido pero se lo mantenía para él. En un momento quería preguntarle si Frederick venía muy seguido por aquí, sin embargo me quedé callado al igual que él, me siento un poco alegre por lo que ocurrió hoy.

    Muchos dirán que fue algo simple hablarle y reírnos... Pero ese es su punto de vista, no el mío. Para una persona que casi nunca sale de su rutina que es salir de casa, visitar a los padres, ir al centro comercial, comprar músicas o videojuegos, ir a casa, conectarse a la internet, dormir y repetir, es algo que puede cambiar el estado de ánimo, en especial para mí que estoy que beso el piso.

    Salgo de la tienda y me detengo en la entrada del centro comercial, el calor sigue ahí. Como deseo que se hagan las 5 de la tarde para que la fría ventisca golpee la ciudad y así sentirme relajado. Me tallo los ojos y sigo mi camino hacia una parada para tomar el bus que me deje cerca de casa, el día fue algo agradable a diferencia de los que he vivido, conocí a alguien nuevo hoy.

    Navegando en mis pensamientos escucho el claxon de un vehículo que me hace saltar del susto. Abro mis ojos, para mi sorpresa me encuentro con mi hermana, Megan. Se asomaba por la ventana del conductor saludándome con su mano acompañada de una sonrisa. No quiero entrar pero de seguro me obligará a hacerlo.

    --Roland, yo te llevo-- Me decía feliz.

    --No, tranquila...-- Miré al piso --No quiero ser una molestia-- Dije sin darme cuenta a lo que ella salió, me paró y me llevó al auto.

    --Nunca serás una molestia para mí--

    El viaje era callado, no tenía nada que pudiera hablar con ella. He estado mucho tiempo sin tener una conversación frente a frente con un miembro de la familia por lo que saber sus temas de interés era casi imposible para mí. Miré por la ventana observando las calles tranquilas de Florencia, muy pocas personas se encontraban afuera debido al calor, pero por las noches esa es otra historia. Cuando el sol se oculta y el frío reina, la gente sale a hacer sus comprar, asistir a cenas familiares y los clubs se hacen la moda.

    --Quiero hablar contigo-- Dijo mi hermana con la mirada en el camino. ¿De qué quiere hablarme? No tenemos mucho en común.

    --¿Sobre qué?--

    Redujo la velocidad del carro --Estos últimos días te he estado observando-- Confesó --Y quiero decirte que no me gusta lo que veo--

    --¿A qué te refieres?--

    --Sabes perfectamente a lo que me refiero, Roland-- Levantó un poco la voz --Esa rutina tuya, la que haces todos los días--

    --¿Me estás espiando?--

    --No me cambies el tema, el asunto aquí eres tú-- Frenó y dirigió su mirada en mí --Papá y mamá están preocupados por ti, te han visto cansado y triste desde hace un tiempo, incluso tus compañeros--

    --No vengas con ellos, esa gente no son mis amigos-- Me molesté al mismo tiempo que siento algo duro dentro de mi pecho --Ellos solo pretenden serlo...--

    --No es así, algunas veces me preguntan por ti ya que no te ven--

    --¿Y entonces por qué no me lo dicen directamente? Cada vez que los veo por ahí nada más me saludan desde lejos y desaparecen en el público para no volverlos a ver... Ni siquiera un mensaje por las redes--

    --Alguna razón tendrán para no haberlo hecho-- En eso se me acercó y reposó su mano en mi hombro --Aparte, Roland--

    --Ugh... Dime--

    --Investigué un poco y sé que no andas buscando trabajo, ¿por qué les mentiste a mamá y papá?--

    --¿Q-Que hiciste qué...?-- Algo en mí pareció estallar, que ella haya averiguado cosas sobre mi vida me saca de quicio.

    --Tampoco te he visto hablar con alguna chica o tratando de entablar una relación con una-- Mi corazón se saltó un latido para volver con fuerzas --¿O será que eres...?--

    --¡NO!-- Le grité a todo pulmón --¡Por qué mierda te metes en mis malditos asuntos!--

    --Es por tu bien--

    --¡Nada de eso!-- Volví a gritar --Nunca le importé nadie, todos me ven como una cara más. Tú solo quieres llegar a casa de nuestros padres con esa maldita sonrisa tuya y decir que me has arreglado, que mi depresión se ha ido. ¡TODO. GRACIAS. A TI!-- La señalé con odio --Nunca se trató de mí--

    --N-No... Roland, cálmate un poco. Sé cómo te sientes...--

    Allí me llevé las manos a la cabeza --No, no sabes cómo me siento-- Solté una lágrima --No sabes lo que es sentirse solo desde pequeño, mamá y papá te daban más atención a ti--

    --Roland, por favor--

    --Nada... Déjame aquí-- Quise abrir la puerta pero el seguro no se quitaba --Dije que me dejaras--

    Vi a mi hermana reposar de la ventana secando sus lágrimas antes de tomar el volante y suspirar --Te llevaré a tu casa--

    --Quiero que me dejes aquí, dije--

    --Te llevaré, tal vez así te des cuenta que sí me importas--

    Se me hizo un nudo en la garganta apenas terminó de decir eso. Me había desahogado completamente hace unos segundos y ahora me siento como la mierda por decir lo que sentía. Mi hermana condujo hasta llegar a la entrada de apartamentos y al final detenerse frente al edificio donde vivo. Nos quedamos ahí sin decir nada por un buen tiempo, mi única distracción era ver como el sol se escondía a la vez que las sombras de los edificios iban ganando tamaño. No nos dirigimos ni una palabra hasta que escuché el seguro de las puertas desactivarse. Suspiré. Al momento de coger la bolsa que contenía mi juego, Megan tomó mi mano.

    --Me preocupo por ti...-- Quebró en llanto --Aunque no quieras creerlo--

    La miré a ella con un dolor inexplicable en el pecho. No hice nada. No dije nada. No pensé en nada. Tragué saliva y me dispuse a bajar del coche. Subí a mi apartamento con las llaves en mano y entré, me reposé sobre la puerta pensando en todo lo que le había dicho. Unos minutos más tarde, caí rendido a llorar.
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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  3. Threadmarks: C03 - Rutina
     
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Título:
    Roland
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    Romance/Amor
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    33
     
    Palabras:
    1258
    ---CAPÍTULO 3---
    ---Rutina---


    Caí al piso en posición fetal ahogándome en mis lágrimas por un largo rato. Me siento horrible, no sé qué me pasó allí que solté todo lo que tenía en mi mente. La verdad que no era mi intención, pero la culpa fue suya, ¿por qué decide espiarme?

    Desde la puerta de mi apartamento puedo escuchar que aún sigue allí abajo gracias al sonido del motor. No piensa irse, pero no quiero que suba hasta el cuarto piso para que me vea así. Quiero disculparme pero sé que no le importará y para mañana ella se irá con su esposo a donde sea que se la pasan viajando.

    Seco mis lágrimas con la manga de mi camisa, después me arrastro hasta la ventana y así asomarme a ver lo que hace. Está afincada de frente en la puerta del conductor mientras se cubre el rostro con la mano y habla por el teléfono, desde aquí no puedo oír lo que dice. La observé un tiempo más a la vez que me escondía detrás de la cortina. Al rato Megan miró hacia mi ventana sonriendo y saludó para luego mandarme un beso, entrar en el coche e irse de ahí. Al parecer sabía que yo estaba allí mirándola.

    Me tiemblan las piernas y mis manos se vuelven frías de los nervios. Retrocedo con la garganta seca hasta la nevera e intento beber agua, todo me sabe mal. Entré a mi baño y me desnudé frente a la regadera pero no abrí la llave, solo me quedé allí parado sin pensar en nada más que lo sucedido. Me pesa el alma. Me pesa el cuerpo.

    Se me dificultó un poco abrir la llave de la regadera, las gotas de agua fría me golpeaban como agujas. Al terminar me preparé la cena cuando recordé que no había almorzado y recién sentía el estómago vacío. ¿Cuánto tiempo estuve en el coche? Fue lo que pensé. Decidí cocinar un poquito más para llenarme.

    Me senté en mi cama y saqué mi laptop para reposarla sobre mis piernas y así abrir Facebook. Hay 3 notificaciones como siempre. Abrí el primero, era el grupo de la universidad y hay una mención mía.

    ---3:22pm---
    Érica: jajajja muy gracioso
    Érica: y roland
    Érica: ?

    George: Quien
    George: No no importa ya me acorde
    George: No lo he visto hoy

    Érica: ok como te decia

    Los ignoré por completo, pero antes de revisar las otras notificaciones hice una prueba. Escribí mi nombre en el buscador del chat y aparecieron 10 coincidencias. Sería algo bueno si 9 de estas no sean el típico "Hola, Roland" cuando me ven el chat.

    Abrí la segunda notificación, la del grupo de arte y dibujo, solamente estaba un mensaje de una chica que preguntaba si el chat estaba muerto, el mensaje había sido enviado hace unos 15 minutos, hice una mueca y respondí que no, que algunos estaban en clases y los demás dormían por la diferencia de horarios.

    Proseguí a abrir el chat de ayuda, allí estaba él subiendo fotos de algunos dibujos que había hecho, tenían 3 horas que los había mandado, sonreí de a poco y traté de cerrar sesión cuando un nuevo mensaje llegó.

    ---7:54pm---
    AC-96: Welcome back!

    Rol&: Que tú no duermes?

    A: Nop, dormir es para hembras XD

    R: Pobre de mí entonces.

    A: Uy, tuviste un problema, no es así?

    ¿Cómo lo hace? Casi siempre que me pasa algo, él lo sabe. Es como si supiera por lo que he pasado. ¿Acaso es un acosador y ya descubrió donde vivo?

    R: Cómo haces eso?

    A: Hacer qué?

    R: Eso, lo de saber los problemas que tengo.
    R: La última vez adivinaste sobre mis dolores de cabeza.

    A: Ah, ya, eso... Te lo digo?

    R: Bueno... Sí. Es para quitarme una duda.

    A: Crees que soy un depredador sexual?

    Bueno, esta no la adivinó.

    A: O un acosador, tal vez?

    Sí, sí lo hizo.

    R: Dímelo.

    Di enter. Espero su respuesta mientras miro los otros apartamentos desde la ventana del cuarto. A un lado de la pantalla apareció un cuadro indicando que me está escribiendo aunque se tarde en mandarlo.

    ---7:57pm---
    A: Te sentirás estúpido después de decírtelo.

    R: No me sentiré peor después de lo de hoy.

    A: Oh... Ya ya
    A: ._.
    A: Bueno, aquí va...
    A: Nunca apagas la webcam y puedo ver tus expresiones, tío. Cuidado para la próxima.

    En ese momento recordé que el bombillito que me indicaba que la webcam estaba encendida se quemó hace ya unos meses y ahora no sé si está encendida o apagada. Me reí un poco de mi estupidez y se lo comenté, él entendió. No hubo mensajes por unos minutos hasta que volvió preguntando por el problema que tuve hoy. Como es la única persona allí, accedí a contarle lo que pasó y el cómo me siento todavía.

    ---8:22pm---
    A: Entiendo... Aunque tiene un poquito de razón.

    Dudé al leer ese último mensaje. ¿Qué razón tiene ella? Nadie le pidió que me vigilara, le escribí eso.

    A: Sí, ya sé, eso de que te vigilara violó tu privacidad. Pero míralo de este modo, Roland.
    A: El chat en donde estamos sirve para ayudar a aquellos que creen que suicidarse es la única salida que hay, tú has vuelto tu vida algo rutinario, apareces aquí nada más para iniciar una conversación por las noches (Y a veces en la mañana), aparte de eso, qué haces?
    A: Disculpa si no entiendes lo que intento decir, soy un hombre de pocas palabras.

    Me quedé pensativo, aparte de esto siempre estoy visitando a mis padres, después salgo al centro comercial para ver los videojuegos y luego... Regreso... Aquí, al chat... A leer los mensajes de los otros esperando que alguien me mencione. Y así casi todos los días.

    ---8:31pm---
    A: No fue mi intención tocar un nervio, perdón.

    R: Creí haber apagado la webcam.

    A: Y lo hiciste, solo adiviné lo que pasaba, aparte, te tardabas en responder.

    Me reí sin ganas. Soy un caso perdido, con razón nadie habla mucho conmigo. Suspiré acostado en mi cama y vi la ventana de chat abierta con el último miembro vivo de lo que solía ser un grupo que se entendían unos a otros. ¿Cómo sé que están muertos? Al visitar sus perfiles este muestra poquitos mensajes que tienen allí escrito. La mayoría es de familiares dando sus pésames y rogando volver a verlos pronto.

    Hay una leve punzada de dolor en mi nuca, no es nada serio, casi siempre las tengo, lo único que me molesta es que de vez en cuando se queda ahí por mucho tiempo que al final me termino acostumbrando. Quiero ir al doctor pero no me decido cuándo hacerlo. Me despedí de mi amigo y apagué laptop para guardarla y leer un libro.

    Mi mente está tan poblaba que leer se me dificulta, la única imagen que tengo es la de mi hermana llorando a mi lado. Me sujeto el tabique de la nariz tratando olvidar. Pero no es así. Me enfrasco más en eso. Lo que le dije... No era yo en ese entonces. Rasco mi nuca y cierro mi libro, no tengo ganas de leer, tampoco tengo ganas de terminar mi comic. Creo que si lo inicio nada me saldrá bien.

    Salí de mi cama, apagué todas las luces, cerré las ventas y bajé las cortinas, luego encendí la radio con el volumen en bajo con mi estación favorita. Algo me dice que no dormiré bien esta noche.
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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  4. Threadmarks: C04 - That Special Somenoe
     
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    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    1990
    ---CAPÍTULO 4---
    ---That Special Someone---


    Una fuerte punzada detrás de mi cabeza me despertó inmediatamente y me senté a orillas de mi cama. Mi corazón se acelera y trato de calmarme pero mis manos se sienten tan frías y mis pies no paran de temblar. El mundo me da muchas vueltas como si estuviese en un barco en medio de una tormenta. Intenté pararme pero caí al piso y vomité todo lo que había comido anoche. Ya me parecía extraño no haber sufrido esto, sabía que me atacaría esta semana.

    Me limpié los labios a lo que el mal olor me despertaba poco a poco de la peor forma. Miré a los lados buscando algunas servilletas, no tengo ninguna, debí comprar ayer cuando estaba en el centro comercial comprando videojuegos. Aparte, como lo supuse, no pasé muy bien la noche, soñé en mi hermana de la misma forma que la vi ayer, llorando frente al volante de su coche solo que ahora sus llantos estaban dentro de mi cabeza únicamente.

    Busqué el cepillo para limpiar el piso y algunos aromatizantes para ocultar el mal olor, cuando mencioné que casi todos los días mi rutina era igual, me refería a esto. Sí, he despertado muchas veces así desde que tenía los 12 años y no se lo dije a nadie, siempre limpiaba todo antes de que mis padres despertaran. Desde esos días que juré ir al doctor a revisarme pero no lo hago, pierdo mi tiempo frente a la computadora.

    Miré el reloj al terminar de limpiarlo todo solo para darme cuenta que son las 11am, ¿cuánto tiempo estuve dormido? Esa era la pregunta que tuve en mente por un largo rato. Ya no tengo tiempo para ir a casa de mis padres, es más, si voy allá posiblemente esté mi hermana y al final terminaré sintiéndome peor de lo que me siento ahora. Desayuné y vi el noticiero. No hay nada nuevo, lo mismo de siempre.

    Recordé lo que puso mi compañero en el chat ayer, esta rutina que tengo la hago mucho y nunca salgo del molde, debo hacer algo diferente si no quiero sentirme deprimido, ¿pero qué puedo hacer? ¿Conseguir a alguien con quien tener una vida? ¿Cómo iniciaría eso? Es muy raro llegar frente a una chica y pedirle que sea mi novia, las asustaría.

    --Que sea lo que Dios quiera...--

    Deseché la idea de conseguir a alguien, no tengo el valor de iniciar algo así, y creo que nunca lo tendré. Terminé de comer y me vestí no antes de bañarme, claro. Cogí mis llaves y abrí la puerta de mi apartamento, detrás de esta había una cajita rosada en el suelo, ¿Qué hace ahí? Espero que esto no sea una broma de mal gusto. Al ver más de cerca me encuentro con que tiene una tarjeta de Megan, mi hermana.

    En esta decía que sentía meterse de esa forma en mi vida que no fue su intención violar mi privacidad, detrás de la tarjeta había una carita feliz. No está molesta... o eso quiere aparentar. Abrí la caja con cuidado para no romper el papel, dentro había un chocolate, mi dulce favorito y creo que el de muchos también, dentro había otra tarjetita más pequeña que decía que ella sí se preocupaba, que si tenía un problema, que hablara con ella.

    --¿Qué hice?--

    Me repetía a cada segundo que lo que había dicho ayer salió así, de verdad que no quise hacerlo pero que Megan me dijera que estuvo vigilándome y que haya descubierto que no estoy buscando trabajo en ningún lado despertó algo en mí que me molestó por completo. Mi cabeza se calentó en ese momento que estuve a su lado y procedí a gritarle de que no se metiera en mis asuntos.

    Me llevé una mano al pecho, mi corazón estaba acelerado y por eso sentía que mis manos temblaban por dentro. Me sequé una lágrima y guardé el chocolate en mi bolsillo. Quiero dejar esta rutina pero es lo único que puedo hacer si no quiero quedarme en casa como un hikikomori o como sea que le digan en Nippon. Estiré un poco el cuello de mi camisa porque creo que me ahoga por más que estoy aquí parado frente a mi puerta.

    Salí del edificio y caminé hasta llegar a la parada, ya no puedo visitar a mis padres porque no sería la hora perfecta. La ruta se demoró un poco en llegar pero me subí, el viaje fue de lo más calmado. Me bajé frente al centro comercial como ayer y pensé otra vez en el chico del chat. Esto se ha vuelto algo más que una rutina, me llevé una mano a la frente y suspiré. No sé cómo sentirme hoy.

    --Juro que mañana hago algo distinto--

    Entré otra vez a RetrO's y saludé a Ricky quien ahora estaba hablando con una señora mayor, parecía tener unos treinta y tantos... no soy bueno adivinando edades. Esta volteó en mi dirección, sonrió para luego estrechar la mano de Ricky y salir con una bolsa que contenía un álbum de Pearl Jam. Si los CDs son para ella, entonces tiene buen gusto para la música.

    --Vaya, vaya-- Ricky miró el reloj --Una hora tarde por lo que veo-- Bufó.

    --No desperté muy bien que digamos, ¿Cómo estás?--

    --Bueno, todo bien, el día está algo calmado y frío-- Miró afuera --Tal vez el invierno llegue antes--

    --Que solo venga el frío, no quiero a los muertos vivientes--

    --Joder, ni yo quiero eso--

    Me reí --¿Quién era esa señora?--

    --Ah, ella es la señora Clarissa, es nueva aquí en Florencia, vino a comprar un álbum de...--

    --Pearl Jam-- Interrumpí.

    --¡Venga hombre!-- Chocamos las manos --La señora tiene un buen gusto-- Meditó un segundo --Y buenos ojos, tío, quedarías locos si ves ese verde cristal--

    Asentí y terminamos la conversación. No diré que la señora es bonita, pero mejor no me voy por ese camino, no quiero hacerme una mala idea y que mi cerebro decida fantasear con eso. Esta vez fui por los pasillos de CDs buscando algo que me llamara la atención y pueda comprar... El anaquel de Pearl Jam está vacío, creo que la señora se llevó el último. Bueno, con otro me conformaré. Tal vez me vuelva fan de alguien más... Nah, Pearl Jam es imposible de reemplazar, me quedaré con las ganas.

    Caminé por la tienda buscando algo pero ese "algo" no aparecía. Conseguí unos juegos que ya tenía, no sé qué hacer. ¿Será que salgo a comer algo? Este dolor que tanto me molesta se ha calmado un poco, estoy seguro que vendrá más fuerte en unos días. Ya ni en mi cabeza puedo confiar. Ahí seguí mi camino decidido a que en vez de iniciar algo distinto mañana podría hacerlo hoy.

    --Tal vez deba ir al cine... ¿pero al mediodía? Mejor a un restaurante--

    Me siento un poco apenado pensar en cómo cambiar mi rutina, no es algo que siempre hago. Respiré profundo, no sé en qué decidirme. Rasco mi nuca y veo a los alrededores al mismo tiempo que atravieso la salida de RetrO's. Allí veo como una muchacha camina en mi dirección y me aparto para dejarla pasar en caso que quiera entrar. No... viene hacia acá, ¿me preguntará algo? Miro hacia atrás no vaya a tener a alguien allí conmigo y no me haya dado cuenta.

    --Disculpe-- Preguntó con un tono suave. Es muy hermosa --¿Trabaja aquí?--

    --No... él sí-- Señalé a Ricky quien arreglaba algunos cajones --Puedes preguntarle a él si tienes algunas dudas--

    --Ah...-- Miró al dueño y luego volteó su mirada a mí --¿Puedes ayudarme tú?--

    --Claro...--

    Más raro no pude iniciar este... ¿cambio, tal vez? La seguí adentro esperando llegar al pasillo de pop... no me gusta ese género, no es lo mío. Pero no fue así, entramos al de los videojuegos. Cada vez más creo que esto se trata de una mala broma. ¿O es así cómo mi vida piensa darme una sorpresa? La seguía mientras ellas revisaba cada cartucho que tenga un dibujo bonito... novata, creo.

    --Soy nueva en esto, ¿puedes recomendarme uno?-- Ok, sí, esto es extraño, ¿Qué las mujeres no veían novelas y leían libros?

    Ahora que lo veo... estoy confundiendo muchas cosas, hasta ahora lo único que sé de ellas es por parte de este muchacho en el chat de ayuda. Hmm, no quiero terminar loco con esto. Me da pena responder y que me vea como un adicto más a los videojuegos. ¿Pero qué puedo decir?

    --Te ves nervioso, ¿pasó algo?-- Sonrió.

    Creo que responderé --¿Pero de qué tipo... quieres...?--

    --No sé, algo de navecitas y destruir aviones, tú lo sabes, tienes cara de experto-- Me dio un empujón --Vamos, no me dejes mal--

    --S-Sí, entiendo-- Bajé el rostro con pena --Shoot'em up...-- Dije en voz baja a lo que ella se me acercó tratando de oírme.

    --No escuché, repite, por favor--

    --S-Shoot'em ups, así se llaman-- Tal vez no sea una broma, ella se ríe y voltea a ver los anaqueles otra vez.

    --Churemups!-- Repitió, no sé, pero eso me dio risa.

    ¿Podría ser esto un cambio? Me cuesta creerlo un poco, no estoy acostumbrado a vivir esto, ¿será normal? Le pedí que me siguiera a ver si le encontraba uno de su gusto, estoy seguro que elegirá el que tenga una caja con un dibujito anime o algo por el estilo... Y así fue, directamente corrió lejos y se quedó mirando una cinta, la cogió y me la enseñó.

    --Éste, éste-- Dio brincos --Estaba en la categoría de churemups y me gusta la portada, ¿es recomendable?-- Lo sabía, sabía perfectamente que tomaría el Cotton, asentí y se alegró.

    --Es uno muy bueno-- En ese momento me miró a los ojos y me siento algo... no lo sé, extraño, tiene un color maravilloso, un verde cristal que me encantaban.

    En eso ella volvió a ver la carátula y se dio la vuelta, caminó hasta estar un poco apartada de mí, quise seguirla pensando que necesitaría otra recomendación pero ella me dijo que no con el dedo. Creo que ya la asusté, no duré mucho. Allí sacó un block de notas pequeño junto a un lápiz y anotó algo, miró hacia arriba golpeando su barbilla con la borra y siguió escribiendo. Luego volvió a donde estaba yo parado.

    --Toma esto-- Me entregó un papelito que tenía un número escrito --Es mi número de teléfono--

    Lo tomé y traté de memorizar pero ella seguía ahí mirándome la cara --¿Hmm...?-- No sé qué hacer ahora... ¡OH! --P-Perdón... sí, sí, ya voy-- Revisé mis bolsillos buscando algo cuando ella me dio otro papel --Disculpa, debo darte mi número también-- Reí nervioso.

    Escribí mi número en el papel y se lo entregué con una sonrisa que me salió por sí sola, ¿cómo? No sé. Ella lo leyó y me miró otra vez para luego fijar la mirada en el número nuevamente. En eso me sorprendió con un tierno abrazo y se alejó unos pasos.

    --Me llamo Eleonor, no lo olvides--

    --Roland... un placer conocerte hoy--

    --El placer es mío-- Me mandó un beso y siguió hasta el mostrador a pagar el juego.

    Me quedé allí parado viendo cómo se iba despidiéndose con la mano. De pronto me siento tíbio, no estoy tan "vacío". Ni sé cómo explicarlo, creo que las cosas cambiarán un poco, pero no sé... Sonreí viendo el número. Fue muy fácil... Sí... fue fácil... No, no te pongas a pensar sobre esto, ahora no. Debo aprovechar este momento, no siempre ocurrirá algo así, debo ir a casa y arreglar las cosas un poco, si algo cambió esta vez entonces mis alrededores deben estarlo también. Me reí y salí contento de la tienda, hoy fue un buen día.
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Roland
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    Romance/Amor
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    33
     
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    1841
    ---CAPÍTULO 5---
    ---Cita---


    Llegué a casa lleno de alegría, no recuerdo cuando fue la última vez que llegué. Todo lo veo algo colorido, ¿caí en drogas? No, ni siquiera comí algo mientras estaba afuera. Me siento hiperactivo. No estoy cansado. Quiero hacer algo pero no tengo idea de qué hacer. Caminé por toda la casa, abrí la nevera una y otra vez esperándo encontrar algo que me calmara un poquito. Miren eso... hay un helado de vainilla, no recordaba que lo tenía ahí guardado, lo tomé y guardé el chocolate que había guardado en mi bolsillo esta mañana.

    Encendí la tv y puse las caricaturas, debe de haber algo que haga reír en esa caja. Moví mi cabeza al ritmo de una canción imaginaria, me perdí en el tiempo, me distraje por completo. Las horas pasaron volando y yo sin haber probado el helado, ya se había vuelto liquido... bueno, no tanto, aún está duro en el fondo, pero ya no lo quiero, mejor voy a preparar mi cena. Guardé el helado y encendí la cocina.

    No tengo nada que hacer y no tengo ganas de comer arroz otra vez. Me puse una chaqueta, cogí mis llaves y abrí la puerta de mi apartamento. ¿A dónde voy? Me quedé parado ahí como un tonto sin saber qué hacer. No, momento, ya me acordé, en el segundo piso hay una señora que vende comida, ¿qué hora es? 7pm. Me da tiempo... espero... sí, sí me da.

    Bajé corriendo las escaleras de dos en dos, pude haberme caído y así morir, pero no me importó, tengo hambre, mucha hambre. El corazón me va a millón, espero no sea malo. Lo que en verdad no quiero que pase es que todos cambien su forma física y esto se convierta en una caricatura clásica de Mickey Mouse en donde cada uno tenía problemas de suspensión, digo, míralos, no paraban de dar esos brincos.

    Oh oh, tengo esa sonrisa tonta en la cara otra vez, puedo sentir como el aire golpea mis dientes frontales. Llegué a la bodega de la señora y toqué la ventana, ella se asomó, la saludé y pedí lo mío antes de irme. Se veía rara, no alejaba sus ojos de mi cara. Es la sonrisa, lo sé. Me siento bien, de verdad que sí. La última vez que me sentí así fue... emm... ¿la graduación, tal vez?

    Como sea, llegué a mi apartamento otra vez y encendí la cocina, monté el agua para calentarla para seguir con la radio, la encendí y coloqué mi pendrive con mis músicas, lo puse en aleatorio. La primera que sonó fue Let the Records Play de Pearl Jam. Fluyó una calidez por mi espalda y moví mi cuerpo al ritmo de la música antes de seguir la letra.

    --When the Kingdom comes he puts the records on and with his blistered thumb hits play!-- Imité tocar la guitarra --And with the volume up he goes and fills his cup and lets the drummer drum take away the pain, the pain!--

    Estuve así cantando todo lo que se reproducía hasta que mi cena estuviese lista. No paro de repetírme en mi cabeza lo feliz que estoy, juro que de ahora de adelante seré más social, me olvidaré de los chicos de la universidad y saldré allí a buscar una nueva vida... pero antes de todo eso, creo que debería observar un poco más el cómo se mueve todo, no vaya a ser que me haga ilusiones y termine reventado contra el piso. Ignoré los malos pensamientos y apagué la cocina... Cociné mucho más de la cuenta.

    Fuí hasta mi habitación con la comida en mi plato y me senté en la orilla de mi cama con la laptop a un lado esperándo a que prendiera, debo contarle a este chico, AC-96, por obligación debo decirle, desde que estoy metído en ese chat, él ha sido el único que quería levantar el ánimo en todos, es una lástima que solo quedaramos nosotros dos allí con la ilusión de que alguien más aparezca. El administrador del grupo le dio el puesto a él luego de irse y no volver.

    Abrí el facebook y vi 3 notificaciones, lo normal. El grupo de la universidad hablaban sobre sus estupideces, di click a la ventana para que sepan que estaba allí. Solo uno saludó y los demás ni se inmutaron en decir algo. Nuevamente los ignoré. El grupo de dibujo tenía un mensaje del administrador pidiendo que no escribieran nada hasta que encontrara algo que se dijo hace un tiempo, no sé qué será, soy alguien casi nuevo allí.

    Abrí la última notificación, era él. Había un mensaje que había enviado hace como 3 horas si mal no saco cuentas.

    ---4:51pm---
    AC-96: Nadie nuevo... no hay trolleos hoy, regresen a casa, niños.

    Esos comentarios los pone de vez en cuando, hasta ahora no me provocó mucha gracia, pero es él. Puedo esperarme de todo.

    ---7:57pm---
    A: Borra esa sonrisa y aparta el plato, me da la idea que te drogas y me da hambre.

    R: Perdón, olvidé lo de la webcam.

    A: Mas te vale.
    A: XD
    A: TE vi feliz, pasó algo?

    R: Qué no pasó...

    A: Juego nuevo.

    R: Tampoco.

    A: Me rindo.

    R: Muy raro de tí.

    A: Bueno, dímelo entonces.

    R: Conocí a alguien hoy, una chica.

    Se sorprendió, me pidió que le dijera cómo había pasado y le conté con detalles. Le dije que estaba feliz por lo ocurrido y que esta podría ser una oportunidad para cambiar la forma en la que vivo y posiblemente mi depresión desaparezca. Le describí su erizado cabello rubio y sus brillantes ojos verdes cristal. Casi de mi estatura, pero no pude decir mucho, no sé su edad. También le dije que me dio su número telefónico y él bromeó que no le había dado el mío cosa que corregí.

    Ahí escuché el teléfono sonar, era una llamada. Al revisar vi un número desconocído, ¿quién será? Al atender escuché una respiración y habló Eleonor.

    --Eres malo--

    Me asusté, ¿lo arruiné? ¿Cómo? Ni siquiera dije o hice algo malo --¿Q-Qué...?--

    La escuché reírse al otro lado de la línea --¿Te asusté, verdad? Disculpa, no fue mi intención--

    --Oh... ya-- Suspiré aliviado --Me asustaste, creí que había hecho algo malo--

    R: Me está llamando.

    A: Y qué haces diciéndomelo? Sigue la conversación, pero no menciones lo nuestro.

    Me reí y ella me escuchó --¿Qué haces?--

    --N-Nada... viendo algo en mi laptop--

    --Ya veo... pero hay algo de cierto en lo que te dije--

    --¿Sobre lo de que era malo?--

    --Sí-- Se escuchó como inflaba los cachetes --Ese juego, la portada era bonita pero los monstruos me dan miedo--

    --Ah, ya, sí sí, disculpa, es que Cotton es así, los enemigos son cosas muy raras--

    --Sí, creí que era algo colorido, pero me topé con calaveras y cementerios y wah... ¿tú sabes, no?--

    --Sí, yo sé-- Me reí --Me pediste que te recomendara uno, más no que te lo describiera--

    --¡Churemups!-- Gritó al otro lado a la vez que subía el volumen de su tv. Es como una niña.

    A: Invítala a salir!

    R: Qué?!

    A: Vamos, hazlo, que sea una cita.

    Vi el mensaje y pensé... una cita... ¿funcionará? --¿Estás ahí? ¿Hola?--

    --Sí... estoy aquí-- Tragué saliva --Esto... quiero decirte algo-- Mi corazón está como loco.

    --Adelante, te doy permiso-- Bufó.

    --Esto... quería saber si tú...--

    --¡NO!-- Me interrumpió, ¿sabía lo que le iba a pedir? --Disculpa, es que perdí, ¿Me decías?--

    --Creí que... no, el asunto es que...-- Inhalé profundo --¿Q-Quisieras salir conmigo?-- Ya, lo dije, espero que AC esté contento, porque si no...

    --Sipi-- Respondió alegre --Me encantaría--

    --¿De verdad...?--

    A: Estás muerto?

    --Claro, me agradaste cuando te vi a lo lejos. A decir verdad, te iba a llamar más temprano para invitarte pero me ganaste--

    No sé qué decir. Ya repetí muchas veces que soy feliz y seguro eso aburre al lector. Me siento... ¿más mejor? Espero pueda decir eso porque de verdad que no tengo palabras.

    --¿Puedo elegir yo el lugar?--

    --Claro, eres tú quien me invita-- Se empezó a reír.

    --Esto...-- Miré los alrededores de mi cuarto y vi una cajita de comida para llevar --¿Qué te parece en Amano?--

    --Allí será entonces--

    --Perfecto--

    A: Ya me había encariñado de tí, loco...
    A: T_T

    --¿Qué te parece ir a esta misma hora mañana, Roland?--

    --Mañana a esta hora...-- Medité un rato, momento... ¿por qué pienso? Nunca hago nada a esta hora --Sí, me gustaría--

    --Es un hecho, mañana a las ocho y veínte en el restaurante Amano, te espero, Roland--

    Colgamos al mismo tiempo... Ay... Ay... Ay... creo que me dañé, mis manos comienzan a temblar y siento ansias, ¿qué hago ahora? No me queda más que esperar a mañana a que se haga la hora. ¡La ropa! Debo lavar lo más formal que tenga, no quiero parecer un loco en el restaurante. Abrí el armario y tomé una mi traje de gala... no no no, algo más normal, no quiero ser pingüino. Como a estas horas ya hay frío, mejor llevar mi chaqueta y una camisa roja de cuadros debajo. Tomé la ropa y fuí al baño, lavé todo en la tina y encendí la lavadora para hacer que secara nada mas. Limpié los zapatos y les saqué brillo.

    Colgué todo de la ventana justo al lado del aire acondicionado del apartamento vecino para que el aire caliente lo secara otra vez por si habría quedado algo mojado.

    --I wanna ROCK you-- Canté la letra de I Wanna Rock You de Giorgio Moroder, aún no había apagado la radio.

    Al asegurarme de que todo esté caliente y seco, entré y planché todo, bueno, no todo, un poco más y planchaba los zapatos, que torpe de mí. Luego corrí emocionado a mi cuarto y me vestí frente al espejo de mi armario... No no, wait wait wait... ¿Me visto? Pero si eso es mañana. Respiré hondo y me desvestí, creo que la adrenalina me ganó. Guindé todo en el techo de la sala y apagué la radio junto al televisor.

    Entré al cuarto cuando recordé que nisiquiera había comido, me senté y vi el chat abierto... también olvidé que hablaba con él. Le respondí.

    ---9:12pm---
    R: Perdón, olvidé todo.

    A: Nah, no te preocupes, pero creo que ya es algo tarde para mí y debo ir a dormir... tienes la cita?

    R: Claro, mañana a las 8:20pm me encuentro con ella frente a un restaurante.

    A: ENHORABUENA!
    A: Lucky bastard.
    A: Mejor ve a dormir, debes descanzar para mañana.

    R: Sí, a eso voy.

    Nos despedímos y cerré sesión. Terminé de comer, estaba frío el plato pero aún así lo disfruté. Acabado todo lavé el plato y me acosté, caí dormido rápidamente, de verdad que hoy fue un gran día.
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
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    2835
    ---CAPÍTULO 6---
    ---Me Preparo---


    Desperté ligero. Nada de dolores de cabeza, mareos o vómitos. Me estiré y vi la hora, 6:30am. Salgo a la sala y abro las persianas viendo como la luz del sol ilumina los complejos de apartamentos donde vivo. Me alegra la vista, ¿cómo es que pude evitar esto?

    Reviso mi teléfono y encuentro un mensaje nuevo. Es de Eleonor, se me olvida todo, aún no tengo su número guardado... Listo, ahora debo comer, tengo hambre y me siento ansioso. Tengo una cita hoy, asombroso, creí que me tomaría una vida hacer un cambio... Bueno... Mejor paro con estos pensamientos si no quiero deprimirme.

    No, momento... tengo una idea. Iré a casa de mis padres y les contaré la noticia... ¿o mejor me espero? Quién sabe lo que pueda pasar hoy, tal vez la asuste con mi timidez, o lo callado que soy... estoy sacando cada punto negativo de mí, no debo ser así. En las películas dicen que debo ser yo mismo y todo saldrá bien. Eso espero. Vuelvo a emocionarme y sonrío otra vez.

    --Ser yo mismo, ¿fácil?-- Me repetí.

    Por ahora será mejor seguir con mi rutina para no llamar tanto la atención. Me vestí y me miré al espejo. Mi piel es tan blanca, parezco un espíritu o algo así, espero que no le moleste eso. Abrí la nevera y vi el chocolate que guardé ayer, el mismo que me había regalado mi hermana. No tengo ganas de verla hoy, estoy molesto pero a la vez triste con ella, no debió haber hecho eso. Sostengo el tabique de mi nariz y cierro la nevera, mejor dejar el dulce allí.

    Tomé las llaves y salí de casa pensando ir con mis padres, ayer no lo hice si mal no recuerdo. No, no lo hice, aparte que desperté tarde y vomité todo en el piso de mi habitación. Lo que menos quiero es sufrir un dolor de cabeza en plena cita, me preocupa mucho. Hoy la parada de buses está sola, no hay nadie agarrándose de las manos o repartiendo besos. ¿Debería ir a RetrO's otra vez hoy? No me haría mal, me encariñé mucho con esa tienda. Frederick, lo recordé, tal vez esté allí.

    Tomé el bus que me llevó hasta unas cuadras de la casa de mis padres. Desde allí caminé a paso lento pensando en las cosas que podría decirle a Eleonor cuando la vea hoy en la noche. Me rasco la nuca, no puedo hacerlo, las respuestas que ella pueda darme son imposibles de adivinar. Le regalaré algo... ¿el chocolate de Megan? No, sería algo así como hacer trampa.

    Tapé la luz del sol con mi mano, no escandila pero sí molesta... mucho. Llegué a casa de mis padres y subí los primeros escalones hacia su puerta, estaba a punto de tocar al momento que escuché un vehículo aproximarse y frenar en la acera tras de mí. Volteo y la que veo salir es mi hermana, siento el corazón pesado.

    La vi y ella me sonrió --¡Roland!-- Me abrazó con fuerza pero hoy no siento tanta alegría en ella --¿Cómo sigues?--

    --¿Yo...? Bien, eso creo...-- ¿Qué le pasa? Ayer estaba destruída por las cosas que le dije, pero hoy... es como si no hubiese pasado --Megan...-- La llamé para intentar disculparme pero me silenció posando su dedo índice en mis labios.

    --Na-ah-- Me dio la vuelta y abrió la puerta de la casa --Hay que entrar, ayer mamá se preguntó el porqué no habías venido--

    --¿Estabas aquí ayer?--

    --Sí, estaré en casa esta semana, ¿qué es mejor que eso...?--

    --Escuchar música, no?--

    --...-- Me miró callada --Tú ganas, entremos-- Me empujó.

    Entré a casa con ella empujándome hasta la sala, mamá estaba allí leyendo una revista pero a papá no lo veía en ningún lado. Se levantó del mueble y caminó hacia mí diciendo lo preocupada que ayer porque no me había visto. Me besó varias veces en la frente y me llevó hasta la cocina donde comenzó a preparme algo. Quería detenerla pero seguro que me escupe fuego si le digo que no tengo hambre.

    --¿Y papá?-- Preguntó mi hermana --Creí que a esta hora estaba aquí--

    --Está en su trabajo, lo llamaron para avisar que tenía una reunión con alguien de Vecelía-- Dijo mientras cocinaba --¿Quieres arroz, Roland?--

    --No, gracias, no tengo tanta hambre así--

    --Estás delgado, te llenaré el plato-- ¿Entonces para qué preguntas...?

    Asentí nada más, no puedo negarme a lo que ella me sugiera, sobre todo en comida. Comí allí hasta quedar lleno y di las gracias, eso al parecer llamó su atención porque me miró algo sorprendída. No sonreí, no siento el "molde" de una sonrisa en mi rostro así que fue el agradecimiento. Me limpié la punta de la nariz y me lavé las manos. Mama y Megan están riéndose.

    Incomodidad a mil. ¿Será que descubrieron que pasó algo? ¿Se enteraron de Eleonor? Las miré otra vez, mamá iba a hacerme una pregunta pero era como si no supiera cómo hacerla, miraba a mi hermana la cual no paraba de sonreír. No quiero interrumpir porque de seguro me bombardean con preguntas... Por cierto... tal parece que Megan no les contó nada de lo que hice, no está molesta.

    --¿Ocurrió algo ayer?-- Me preguntó mamá --¿Algo que hizo que no vinieras?--

    --Pregunto lo mismo, Roland--

    ¿Y ahora qué hago? No quiero contarles sobre ella porque aún no estoy seguro si tendré una relación amorosa o algo por el estilo. Intenté disimular que había escuchado algo arriba y subir al segundo piso, pero ellas se interponían. No me iban a dejar así tan facil. Pensé en todas las formas posibles de evadir la pregunta.

    --N-No escuché la pregunta...-- Me rasqué la nuca. Soy un puto genio.

    Mamá me tomó de las manos y me llevó acompañado de mi hermana hasta la sala, me sentó en un mueble y cerró las cortinas, no quería que algún chismoso se asomara. Entre ella y Megan se susurraron unas palabras y me miraban por poquitos segundos antes de seguir murmurando. Al terminar llegaron conmigo y se sentaron a mis lados. Megan en la izquierda y mamá a la derecha. Bombardeo.

    --Te veo muy feliz hoy, Roland-- Comenzó mamá --Incluso me agradeciste por la comida, casi nunca lo haces-- Sonrió.

    --Es verdad, dinos lo que pasó ayer-- Megan tomó mi mano, su palma está muy fría.

    Las miré a las dos buscando una respuesta, estoy seguro que si les miento se darán cuenta... bueno, mamá y papá creen que estoy bien, solo un poco descuidado y no saben nada sobre la depresión que me viene comiendo desde un largo tiempo ya junto a los dolores de cabeza. Eso dependiendo si Megan les llega a contar sobre lo primero... no debí haberle gritado ese día... ¿Les digo?

    --Bueno...-- Allí voy --S-Sí... pasó algo ayer y... amm...-- Que pena siento.

    --Dilo dilo dilo dilo-- Repetían las dos.

    --C-Conocí a una chica ayer...- Listo, ya lo dije, no me dejarán en paz, lo sé.

    Se volvieron a mirar a la cara sonriendo. Mi corazón se acelera, de alguna forma pienso que no debí haber dicho nada sobre eso.

    --¿De verdad? ¿Y cómo es?-- Se me acercó Megan --¿Es linda?--

    --Sí, es linda-- Tengo la cara caliente, debo estar rojo --Tiene bonitos ojos y es divertida-- Me reí un poco.

    --Oh...-- Mamá se cubrió la boca con asombro --Dime, ¿conseguiste su número?-- Asentí --Perfecto, ahora, el punto, ¿cuándo piensas invitarla a salir? No dejes que los nervios te coman y hazlo cuanto antes--

    --Bueno... sobre eso... la invité ayer para asistir hoy a un restaurante--

    --Wow... nos ganó de rápido, mi esposó me invitó al quinto día-- Comentó mi hermana.

    --Y tu padre me invitó al tercer día porque estaba de viaje-- Meditó mamá y me vio a la cara, estaba feliz --¿A qué hora debes estar en tu cita?--

    --Debo estar antes de las 8:20 esta noche-- Jugué con mis dedos --Creo que mejor me voy a arreglar en mi apartamento--

    --Entiendo... que te lleve Megan-- La señaló --Recuerda, quiero nietos--

    Ok, no me esperaba eso... bueno, sí, me lo esperaba, se lo dijo a mi hermana el día que conoció a su esposo. Me paré del sofá y salí hasta la entrada dispuesto a irme a casa de una vez pero la puerta tenía llave. Mi hermana se apareció y abrió la puerta, me dijo que me llevaría a casa cosa que negué pero ella insistió. Al final tuve que acceder y entré al coche con ella.

    Igual que la última vez, el viaje estaba calmado, ninguno de los dos nos hablamos. Sentía miedo de hablarle sobre las cosas que le dije, estoy seguro que ahora me odia y que no quiere meter a nuestros padres en esto, creo que esa es la razón por la que mamá no estaría hoy molesta. Me enderecé un poco en el asiento y miré por la ventana, la señora Clarissa trotaba por ahí, por eso tiene un cuerpo tan atlético.

    Llegamos a mi edificio y me bajé del coche, ella no se despidió, bajó también --¿A dónde vas?-- Le pregunté.

    --Estaré contigo hasta que se haga la hora y te llevo al lugar de tu cita, más nada--

    ¿De verdad intenta olvidar aquello? Me siento mal por ella, debo disculparme. Subimos las escaleras hasta llegar a mi lugar. Colgué las llaves y acomodé un poco los adornos. No sé qué hacer para disculparme. Megan se sentó frente al televisor pero no lo encendió, se puso a leer una revista que tenía allí y no me había terminado todavía.

    --Megan...--

    --Son las una de la tarde, ve a dormir un poco, Roland, estaré aquí para cuando despiertes-- Me interrumpió --Espero que le tengas un regalo a esta chica--

    --El regalo... no, no tengo ninguno-- Debo comprarle algo para no llegar con las manos vacías.

    --No te preocupes por eso ahora, solo descanza y por el camino me detengo en alguna tienda de dulces-- Miró a los lados --¿Te comiste el chocolate que te dejé ayer?--

    --No, lo iba a hacer pero se me olvidó, disculpa--

    --No te disculpes tanto, pareces sumiso-- Se levantó y me llevó hasta mi habitación, me empujó hacia la cama y me cubrió con la sabana --Duerme, nadie quiere que te caigas frente a ella y hagas el ridiculo, ¿verdad?-- Me negué con la cabeza --Perfecto-- Salió del cuarto y apagó el bombillo.

    No sabía que me encontraba tan cansado que me dormí casi al instante que salió Megan de mi cuarto. Tuve un sueño extraño, no lo recuerdo pero al mismo tiempo sí, no sé explicarlo. Sé que se trataba de Eleonor, la vi llorando. Me desperté de inmediato, me dio mucho miedo, ¿qué significa? ¿pasará algo malo hoy? ¿por qué me pasa esto ahora?

    Abrí los ojos, me encuentro algo mareado. Recuerdo pequeñas partes de mi sueño que no me gustaría pensar, puedo enfrascarme en lo negativo y las cosas podrían salirme mal. Me levanté afincando una mano de la pared hasta encontrar la puerta de mi habitación, como pude encendí el bombillo y vi la silueta de mi hermana en una esquina leyendo otra revista de videojuegos con ayuda de la luz del teléfono. Me vio preocupada y me dio su hombro para apoyarme.

    --Por Dios-- Se rió --Mirate, tantos nervios te tienen mareado-- Bufó y limpió mis ojos con parte de su camisa --Son las seis de la tarde, dormiste mucho--

    Dormí 5 horas, me pareció muy poco, debo bañarme, no se me vaya a hacer tarde por estar medio dormido. Le avisé a mi hermana, ella asintió y salió del cuarto con la revista, tal parece que le encantó, no paraba de leer incluso cuando caminaba hasta el sofá, se recostó allí y yo seguí hasta el baño. Me miré al espejo y traté de posar un poco, soy delgado como dijo mamá, pero no soy un esqueleto. Vuelvo a imaginarme como uno y suelto un "ja" como cuando estaba en el bus hace como... unos 3 días, ¿no? No recuerdo. Megan tocó la puerta y le dije que estaba bien, que me bañaría.

    Salí completamente mojado pero... sorpresa, olvidé el paño para secarme. Se me están olvidando las cosas, ¿será por ella? He leído que cuando se está enamorado es posible que algunas cosas se me olviden o esté más distraído de lo normal. Me reí un poco, me miró al espejo nuevamente y veo mi rostro sonrojado, que pena, ¿así me veo? Parezco... un niño, sí, a eso me parezco.

    Me asomo por la puerta cubriendo la mitad de mi cuerpo tras de esta --¿Megan...? Olvidé mi paño--

    --¿Y?-- Miró en mi dirección.

    --Que estoy desnudo--

    --Lo sé, ve a tu cuarto a vestirte--

    --Que estoy desnudo y no puedo salir-- Remarqué algo molesto pero no mucho.

    --Uy sí, que grave-- Bufó --No tienes nada que no haya visto-- Se me acercó y abrió la puerta, me alejé cubriendo mis partes nobles con la mano --¿Ves? Eso no es novedad-- Se dio la vuelta --Ve a tu cuarto así y vistete--

    Estaba de espaldas a mí, no creo que se de la vuelta, primero fui lento y después corrí hasta mi habitación esperando que no me viera y cerré la puerta, busqué mi ropa pero no estaban allí... ¿Saben? Ahora que recuerdo, las colgué en la sala, escuché que la puerta se abrió, era Megan con mi ropa en la mano... Olvidé pasar el seguro, ¿cómo es que no me doy cuenta?

    --Estás muy enamorado, Romeo-- Bufó y puso la ropa sobre la cama -Aquí está... ¿ves? Nada que no haya visto-- Señaló mi entrepierna. Otra vez, olvidé cubrirme con la mano otra vez.

    --Y-Ya... debo vestirme, ya son las siete veinte-- Miré la hora, cool, adiviné. Megan salió leyendo la revista --Bueno, casi se hace la hora--

    Froté mis manos para generar un poquito de calor, ya el frío está haciendo efecto, y creo que hace un poco más que de costumbre, Ricky tenía razón, el invierno llegará antes. Tomé mi camisa de cuadros y el pantalón que llevaría, quise llevarme la chaqueta negra pero opté por la marrón, encendí la laptop para ver las notificaciones en facebook. Tengo las mismas 3 de siempre, en la de la universidad no hay nada importante. Abro la de arte y me encuentro con un mensaje del administrador diciendo que por falta de inactividad, el grupo y la página serán cerrados, que lo sentía, abajo de esto aparecían todos los miembros expulsados, de último estaba el mío.

    Tampoco es que hablara mucho allí pero recibía ayuda de algunos... que triste la verdad. Terminaré el comic con ayuda de otro lado. En la última notificación encuentro un mensaje de hace pocos segundos, es AC otra vez.

    ---7:25pm---
    AC-96: Hermoso mi muchacho!
    A: XD

    Me reí, tal vez sean los nervios que hacen que me ría un poco más de la cuenta... la webcam...

    Rol&: Estoy algo nervioso, enserio.

    A: Tranquilo, es normal, solo relajate y verás que todo te sale bien.
    A: A las 8:20, verdad?

    R: Sí, pero me voy antes para estar temprano, quien sabe, tal vez ella esté allí esperando.

    A: Tienes razón, entonces termina de alistarte y ve, yo debo ir al médico a revisarme, creo que me dará fiebre otra vez.

    R: Muy bien, suerte, mañana te cuento cómo me fue.

    A: Ok, que no te truene los huesos.

    R: ...
    R: No entendí.
    R: Qué?

    A: Nada, nada, diviertete.

    Al parecer se desconectó porque no ha escrito nada en unos minutos. Apagué la laptop y salí del cuarto, Megan seguía leyendo la revista, al verme se levantó, la enrolló y la guardó en su bolsillo. Se me acercó y arregló mi cabello para que no quedara ninguno cubriendo mi rostro, arregló el cuello de la camisa, abrió un poco el cierre de la chaqueta y alineó mis cejas. Recuerdo los primeros días de escuela.

    Salimos de casa y subímos al coche, me dio un chicle de menta y condujo. Lo primero que debo hacer es comprar algo que le guste, como es la primera vez que tengo una cita con alguien, pienso que lo mejor sería un dulce, el chocolate sería perfecto según dicen muchas personas, solo espero no haber olvidado nada. Reviso mis bolsillos, nop, no olvidé nada, que suerte.

    --Primero vamos a por el regalo-- Me dijo Megan --Luego te llevo a Amano--

    --¿Cómo sabes que es allí?--

    --Pff, es el restaurante que queda más cerca, dudo que hayas elegido uno super lejos--

    --Ah... sí-- No lo elegí por eso, ¿lo habré elegído inconcientemente? Es probable.

    --¿Estás listo para tu cita? ¿Nada de nervios?--

    --No, todo bien-- Sonreí --Estoy preparado--
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Título:
    Roland
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
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    2432
    ---CAPÍTULO 7---
    ---Happiness?---


    Ya había caído la noche y yo estaba en el coche con mi hermana buscando una tienda en donde pueda comprar un dulce para Eleonor ya que no quiero llegar con las manos vacías al reastaurante. Megan mensajeaba a cada rato a pesar de mis sugerencias de que tenga sus ojos en el camino y no en la pantalla, no me sorprendería si uno de estos días golpea el coche.

    En eso ella señaló a lo lejos un negocio para fiestas, tal vez allí encuentre algo. Se estacionó y bajé, la dejé ahí mientras hacía una llamada, ¿Que tanto se comunica? Entré al local y revisé todo hasta encontrar lo que buscaba, chocolates. Tomé uno, justo antes de irme al mostrador eché un último vistazo y encontré unos caramelos de miel, los favoritos de Megan. Desde mi lugar vi el coche, ella seguía llamando, di la vuelta y tomé una bolsa de caramelos de miel. Fuí al mostrador y pagué por lo que tomé.

    De esta forma me disculparé. No me parece justo que hiciera como si nada hubiese ocurrido, me hace sentir mal. Le di golpecitos a la ventana cosa que la asustó, guardó el teléfono y quitó el seguro. Le mostré el chocolate y luego los caramelos.

    --¿Y eso...?-- Señaló.

    --Son para tí-- Tomé su mano y abrí la palma para entregarselo --Quiero disculparme por las cosas que dije, me siento mal por ello--

    Megan sonrió y me besó en la frente --No, fue mi culpa que me dijeras eso-- Puso la bolsa por encíma del volante, me arregló un poco más las cejas --Nunca debí meterme así, ¿puedes perdonarme a mí?--

    Miré su rostro sin decir una palabra, de verdad se siente mal --S-Sí... sí puedo y...--

    --¡Mira la hora!-- Exclamó señalándo la radio donde tenía marcado los números, ya era las 8 en punto --Hay que llegar rápido, Amano está a unas cuadras de aquí--

    Pisó el acelerador con fuerza cosa que me pego contra el asiento con fuerza. ¿Por qué arranca así? ¿Acaso piensa que estamos en el Need for Speed? Llevé mi mano hasta su pierna y apreté el muslo intentando agarrarme de algo más que no sea la puerta, si sigue así de seguro que me vuelvo agua y no habrá quien me recoja. Tomaba las curvas como loca, solo bajaba la velocidad en pasos peatonales pero luego volvía a pisar con fuerzas.

    Creo que estoy teniendo alucinaciones. Miro a Megan y me parece que tiene un disfraz de cuerpo completo rojo con dos cuernos en su frente y una larga cola que sale por detrás de su asiento. Maldita sea, debí tomar el bus e irme yo solito. Apreté mis pies contra el suelo y arquee mi espalda. Tengo el corazón en la garganta, y si no lo es entonces no conozco mi cuerpo como yo creí.

    En la distancia pude observar una edificación de dos plantas con unas grandes letras en neon que decían "AMANO" acompañado de una copa que tenía un guisante atravesado por un palillo. Llegamos, uff, gracias a Dios. Mi hermana puso su mano contra mi pecho y apretó hacia atrás a lo que frenó repentinamente, ¿acaso está loca? Pudimos haber muerto en el camino.

    Bajé del coche con el poquito de equilíbrio que me sostenía en pie y me recosté a un lado del capo. Jo---der... hay una leve presión detrás de mi cabeza. No, por favor, no ahora, no quiero sufrir de nada en este momento. Respiro profundo y miro al cielo, en verdad que no sé si levantar la mirada ayude. Mi hermana bajó del coche cargada en risas, le parece muy gracioso lo que pasó, pero a mí no tanto, estuve pensando en muerte en casi todo el camino si no fuese por el jazz que tenía en mente para calmarme en esa montaña rusa. Juro que nunca antes conté postes eléctricos para ayudar a calmarme... 62 postes desde el local hasta Amano.

    --¡Wow!-- Se me acercó mareada y riéndose --Recuerdame hacer eso mucho más seguido--

    --¿Eh? Casi nos matamos allí-- Me quejé --¿Sabes lo horrible que pudo haber sido eso?--

    --Sí, lo sé, pero mira la hora, solo pasaron diez minutos desde que salimos y ahora tienes otros diez minutos para esperarla, ¿La ves en algún lado?-- Preguntó mirándo a su alrededor.

    Eché un vistazo, no la veo, tal vez llegué primero --Megan, puedes dejarme aquí, yo la espero--

    --Puedo irme, pero me estacionaré en alguna esquina a esperar que salgas--

    --Puedo llamarte al teléfono para eso, mejor ve a algún lado--

    --Nop-- Negó sonriente --Estaré en una esquina esperándote, aparte-- De su bolsillo trasero sacó unas de mis revistas sobre videojuegos --Ya tengo con qué distraerme, ¿sabías del mundo menos uno en el Mario?-- Asentí --Porque yo no, me entretuvo--

    Subió al vehículo despidiéndose con la mano y arrancó, esta vez iba lento y unas 3 o 4 cuadras más adelante se detuvo, apagó las luces y allí se quedó. Suspiro. Ahora que estoy aquí, no paro de sentirme inseguro. ¿Qué podría pasar? ¿Qué clase de preguntas o conversación puedo hacerle? No he estado conviviendo mucho con las personas, no soy tan social como mis padres creen que soy. No quiero hacer el ridículo frente a ella... Miré el letrero del restaurant, ¿por qué la traje aquí...? Ay no, estoy empezando a dudar, no debo ponerme así.

    Me sobe la frente y metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta, de verdad que hace mucho frío, ¿Será que debí escoger otro lugar y una hora en donde no haya tanto frío? No, ella fue quien dijo la hora... no debería de dudar, creo que es de mal gusto. Caminé un poco por el frente del restaurante mirándo por cada esquina esperando verla. No hay mucha gente hoy a pesar que ya es de noche. Regresé hasta la puerta por donde la luz salía. Observo a unos cuantas personas pasar con bolsas de ropa de un lado a otro, pero no hay señales de ella.

    Vuelvo a suspirar --Pobre chico-- Le escuché decir a alguien a mis espaldas. Al darme la vuelta me encuentro a Eleonor --¡Hola!-- Me dio un abrazo acompañado de un beso en la mejilla --¿Te hice esperar mucho?-- Negué lentamente con la cabeza.

    No pienso en otra palabra más que "Hermosa", vino con una chaqueta roja de camionero, guantes verdes. Su rubio cabello estaba amarrado como una cola de caballo y unos lentes pequeños cuadrados que reflejaban la luz del local sobre sus verdes ojos cristal. Me tomó de la mano y entramos al restaurant, no había mucha gente dentro tampoco. Tomamos una mesa y pedimos algo ligero para comer.

    --Discúlpame por llegar tarde, Roland--

    --No, no importa, tampoco es que te estuve esperándo por mucho tiempo-- Sonreí, me quité la chaqueta y la puse encima de mi pierna.

    --Oh, creí que estabas desde mucho más temprano, es que te vi por unos minutos viendo a los lados-- Hizo lo mismo, la chaqueta la dejó a un lado de la silla, llevaba por debajo una camisa morada con cuello de tortuga y de mangas largas, se veía algo apretada, lo digo porque... bueno... no es que me enfoque nada más ahí pero... el contorno de su sostén se puede notar --¿Pasa algo?--

    --No, todo está bien-- Sonreí un poco --Es que recordé algo--

    --Ah, sí, mira lo que me compré por internet esta mañana-- Me enseñó el dedo medio, tenía un anillo con la protagonista del Cotton... creo que le agarró cariño --Es muy bonita, la pedí ayer cuando probé el juego en la mañana, llegó hoy en la tarde--

    --Veo que le tomaste mucho cariño--

    --Demasiado, me provoca escribir sobre ella-- Escondió la mano --¿Qué me cuentas?--

    No sé cómo responder eso --Bueno... tú sabes, lo mismo de siempre-- En verdad que no puedo decir mucho porque... no es que haya hecho muchas cosas --Arreglaba mi apartamento con ayuda de mi hermana--

    --Oh, entonces eres ordenado-- Se rió --Lo veo en tu rostro-- Llegó la comida que ordenamos y fuimos comiendo poco a poco para no hablar con la boca muy llena --Entonces... quieres decir que no hablas mucho con tus amigos de la universidad--

    --Sí, es que no me conecto mucho por estar ocupado haciendo mis cosas-- Intenté no hablar de mi depresión y la razón por la que no me gusta hablar con ellos, sé con perfección que mentir está mal, pero es la única forma de que la gente no se aleje de mí.

    --No hay necesidad de eso, Roland-- Se limpió los labios con una servilleta y me miró directo a los ojos, es como si mirara mi alma o algo así.

    --¿Necesidad de qué?-- Dije esperándo que no se diera cuenta que mentí en cuanto a ellos.

    --De mentir, es obvio-- Se dio cuenta --No hay necesidad de eso... ¿sabes que tienes que ser tú mismo, verdad?-- Tragué saliva y asentí --No tengas miedo que yo no muerdo... aún--

    Esa última palabra que dijo hizo que corriera un escalofrío por mi espalda --Sí, me dije eso... pero creí que no te interesaría--

    Se cubrió la boca aguantando un poco la risa --No te preocupes por eso, no importa si no tienes mucho que decir, ambos podríamos crear nuevas historias para reírnos en el futuro--

    Me relajé un poco, tengo metída en la cabeza el pensamiento de que esto me parece un poco rápido pero es primera vez que estoy en una cita, no tengo experiencia en esto, ¿serán las cosas así? En eso Eleonor se levantó y movió su silla hasta quedar a mi lado, me apené un poquito.

    --Si no te sientes cómodo puedes decirmelo--

    --No, sí estoy cómodo, es mi primera vez en una cita y no sé qué decir--

    --Entiendo... entonces eres...-- Se dio la vuelta y aguantó la risa --Nada, nada, no quiero matarte de miedo y pena-- Creo que sé la palabra que iba a decir. Me reí con ella.

    Pasó la hora y nuestras conversaciones pasaban a cambiar de tema muy seguido. Supe un poco de ella como que tenía 21 años y que al igual que yo, estaba estaba de vacaciones. Hablamos sobre los sucesos que ocurrían en el mundo y reíamos de algunos chistes que mencionabamos sin querer. Hay calidez en ella, es como si fuese alguien hecho para mí. En ningún momento surgió el tema de mi depresión ya que intenté no mostrar tal cosa aunque estuvimos hablando de los dolores de cabeza por un rato.

    --Roland, me agradas-- Confesó en un momento --Eres calmado y algo sumiso-- No sé si sentirme insultado con ese último --Haces que me sienta un poquito maternal contígo-- Sonrió --¿Tienes mi número, verdad?--

    --Sí, lo tengo guardado...-- Marqué su número y su teléfono sonó --Tú... tú también me agradas, Eleonor-- Vuelvo a soltar esa sonrisa inconciente --Eres divertida y veo que... esto... no soy bueno con esto-- Eleonor me hizo ojitos y se recostó en mi hombro --Solo quiero decir que eres hermosa y me gustaría volver a verte, no quiero que suene cliché--

    Abrió los ojos --Eres exactamente como un niño con un dulce-- Bufó --Claro que nos volveremos a ver, Roland-- Me pellizcó la mejilla. No he sentído tanta alegría dentro de mí desde... no sé, lo olvidé --Te has puesto tan rojo...--

    --¿De verdad...?-- Toqué mi rostro --Disculpa--

    --No te disculpes más, harás que te mate con un abrazo--

    --Pe...-- ¡NO! Ya la escuchaste, Roland --Bien, no me disculparé tanto entonces-- La miré a los ojos, en serio que hay algo en ellos que me atrapan --Ya se va a hacer tarde-- Ella asintió y pagué la cuenta de ambos, me pareció haberla visto preocupada por un segundo --¿Pasa algo?--

    --No, ahora que recuerdo, olvidé apagar las luces de mi casa-- Se pellizcó la mano --¿Nos vamos?--

    Salimos del restaurant totalmente satisfechos. Aunque los temas no fueron tan profundos, siento que al menos avanzamos algo. Afuera hablamos un poco más sobre las cosas que nos divertían, me enteré que los videojuegos era algo que teníamos en común, otra cosa que me llamó mucho la atención fue algo que había mencionado dentro pero no pude elaborar porque cambiamos de tema muy rápido, esto era que ella intentaba ser escritora.

    La emoción ganó un poco el control de mi cuerpo y le mencioné sobre un comic que estaba haciendo desde hace un tiempo, esto la sorprendió, se me acercó tanto y me hizo preguntas sobre si estaba iniciando, respondí que sí.

    --¿El destino nos puso juntos, Roland, entiendes?-- Se puso algo dramática, pareció como si recitara un poema u obra de teatro --¿Podrías enviarme una copia de lo que llevas?--

    --Claro que puedo, pero ya solo me faltan unas cuantas hojas para terminarlo--

    ¿Son cosas mías o sus ojos brillaron de alegría? --A-Ahora dime... ¿piensas hacer otro al terminar éste que llevas?--

    --Bueno... no lo he pensado, tampoco es que me llegaran tantas ideas y...--

    --Con eso es suficiente-- Se sonrojó --Por Dios, Roland, uno de estos días te invitaré a mi casa a hablar sobre esto-- Me abrazó demasiado fuerte y no me soltó por un buen rato.

    Mi corazón vuela, por ese momento en el que me estuvo abrazando no me sentí tan solo como solía sentirme. La abracé también pensando en lo que había dicho, intentó decirme que piensa escribir una historia y que yo lo dibuje, muy seguro de eso. Hay un cosquilleo en mi nariz y es por las hebras de pelo que tiene suelto, aparte, su cabello tiene un hermoso aroma dulce que me encantó. Puedo estar así abrazándola por mucho más tiempo si no fuese por Megan que había tocado la bocina haciendome despertar.

    --Se ven tan hermosos juntos... una foto para mamá y papá-- Sacó su celular y tomó la foto como un rayo, es muy rápida --Listo, mañana la publico en facebook--

    Eleonor la observó y luego me miró --¿Hermana?--

    --Megan, sí-- Asentí --Sería irrespetuoso de mi parte no llevarte hasta tu casa--

    --¿Estás seguro de eso?-- Me preguntó, no parece incomodada o algo por el estilo. Afirmé --Bueno, confío en tí, Roland-- Abrí la puerta del copiloto pero ella quiso ir atrás así que abrí la otra puerta --Muchas gracias, otra cosa--

    --Dime--

    --¿Puedes sentarte aquí conmigo?--
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Escritor
    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    3168
    ---CAPÍTULO 8---
    ---Happiness---


    Hay peso en mi pecho. Mucho peso. Demasiado peso... Joder, que no respiro. Abro mis ojos y me encuentro con Megan completamente dormida encima de mí con un olor a alcohol increíble, damn, lo usaría para espantar ratas si fuera posible. No solo eso, como me encuentro justo debajo de ella, un río de baba sale de su boca justo en mi frente, puedo sentir que también hay saliva seca en mi pelo, ¿Qué pasó anoche?

    La aparto poco a poco para no despertarla y me siento a orillas de la cama, mi cuarto está algo desordenado pero no es la gran cosa, solo unos cuantos cuadernos aquí y hojas por allá, hay varias latas de cerveza en el suelo, me levanto y pateo una, debo limpiar mi habitación, no me gusta esta suciedad. Revisé cada esquina buscando algo que desconozco, ¿por qué lo hago? De verdad que no lo sé, seguro bebí anoche con Megan después de la cita.

    De pronto no puedo moverme, mis pies se quedaron congelados en su sitio y no encuentro forma de hacer que reaccionen. Unos segundos siento como mi corazón se acelera repentinamente, la cabeza me empieza a doler, no me siento bien, son estos dolores, pero ahora son distintos. Siento como las venas en mi rostro se hacen más grande y se marcan en mi cara, pareciera que mis ojos se fueran a caer.

    Ahí se presentó el horrible dolor en mi nuca, caí al piso apretándo mi cráneo, no puedo parar mi dolor. Mis labios se sienten fríos y secos. ¿Por qué me pasa esto ahora? Normalmente ocurren muy de vez en cuando. Sin previo aviso vomito en el piso, el olor era horrible esta vez ya que se sentía como el alcohol golpeaba mi cara.

    --¿Roland?--

    Mi hermana se levantó alarmada a ver lo que me pasaba, ella no sabe nada de esto, nunca le dije sobre mis dolores de cabeza. Me ayudó a pararme, tengo las manos frías y los pies no puedo sentirlos. Me tiembla todo el cuerpo como cuando hay demasiado frío. Me recostó del mueble de lado con un balde abajo en caso de que vuelva a vomitar. Vi como Megan se reía y tomaba un cepillo y varios trapos viejos para limpiar mi desastre.

    Algo no está bien, tengo miedo, trato de sentarme pero quedo en las mismas, es como si no fuera mi cuerpo. Al rato vi a mi hermana salir del cuarto para luego entrar al baño, se está lavando las manos, puedo escuchar el agua del grifo. Al final salió sacudiéndose las manos con una toalla suya.

    --Vaya, vaya, aquí tenemos al ebrio ganador--

    Respiré profundo --¿Ebrio ganador?-- Al menos puedo hablar y creo que no sabe nada --¿De qué hablas?--

    --No me digas que eres de los que olvidan-- Me miró de forma burlona --Uy, que papá no se entere de eso--

    Gané un poco el control de mi cuerpo, creo que ya se me está pasando --En serio, no sé de qué hablas--

    --Bueno, esto pasó--

    Por lo que me dice mi hermana, anoche cuando salí del restaurant con Eleonor, me senté a su lado en la parte de atrás del coche. La llevamos a casa, vivía justo en la salida sur de Florencia en una gran mansión. Hasta este punto todo bien porque puedo recordarlo. Sé que me bajé y le di la mano para que saliera como toda una princesa, me porté de maravilla según dice Megan, luego le di el chocolate que le había comprado y dije algo que la hizo sonreír, algo sobre sus ojos. Ella se despidió de mí con un beso en la mejilla que... hmmm... creo que me dijo algo sobre volvernos a ver y que recordara mandarle mi comic.

    Aquí ya no sé mucho, Megan me contaba que me quedé allí a esperar a que pasara la puerta de su casa, que quería estar seguro que llegara a salvo a su casa. Después de eso mi hermana me sugirió venir aquí a beber algo de cerveza como una celebración... No, ya recuerdo.

    -------------

    --Vamos, Roland, cuentame-- Gritaba Megan sosteniéndo una lata de cerveza.

    --No hagas mucho ruido... solo puedo decirte que es la mujer más hermosa que pude conocer en mi triste vida-- Exclamé completamente ebrio.

    --Sigo sin creer que mi hermanito haya encontrado tal ángel--

    --Pues creelo-- Bebí un poco más --Sus ojos, eso mismo es, sus ojos son maravillosos, me hipnotizan, quiero volver a verla--

    --¿Y de qué hablaron?--

    --Ah... eso... bueno, no fue mucho, no nos fuímos por algo tan profundo--

    --Al menos es un comienzo, estoy cien por ciento segura que se llevaran de lo mejor, aposté a eso--

    --¿Apostaste?--

    Me miró como si hubiese dicho algo que no debía --Sí... papá dijo que... la invitarías en tres días--

    --Lo haré perder entonces... la invitaré en dos días!-- Levanté la lata. No puedo creer que haya actuado así, no soy yo.

    --Exelente, ahora, ven aquí, te enseñaré algo que papá me enseñó para mantener alejado a los buitres de tu mujer--

    --¿Lo de los golpes?--

    -------------

    Me levanté un poco la camisa para observar un gran morado en mi pecho, sí, me hizo las tecnicas de defensa de papá. Me estiré, ya me siento mejor, ya no hay dolores de cabeza y puedo mover mis piernas. Caminé hasta la cocina a lo que vi una olla vacía, si mal no recuerdo, cuando compré comida hace poquito en la bodega unos pisos más abajos, cociné más de lo normal.

    --Ah, sí, nos comimos eso anoche, lo calenté cuando dijiste que tenías sueños--

    --Ya... gracias--

    --De nada-- Se me acercó y miró sobre mi hombro --¿Por qué había tanta?--

    --Me distraje-- Pensé en Eleonor --Ya sabes como es--

    Megan me abrazó por la espalda y me meneó de un lado a otro, en eso tarareó una música muy antígua, no recuerdo el nombre pero me uní con ella. Miré por la ventana y vi el sol salir, debo ver más este tipo de amanecer, no sabía de lo que me perdía.

    Terminé de vestirme, era hora de ir con mis padres, hoy comienzo una nueva etapa, dejaré el chico encapsulado que solía ser hace unos días. Repiro profundo y enciendo la tele esperándo que mi hermana terminara de bañarse, encendí una de mis consolas y me puse a jugar. No tocaba nada, me puse a pensar en lo que había hecho. Sí, la cita de anoche no es que sea la gran cosa pero al menos pude hablar con alguien, logré ver las cosas un poco distintas y ahora creo que me siento algo atraído por Eleonor.

    Pero eso no es todo, ¿y si lo estoy malinterpretando? Digo, no quiero ser negativo pero pareciera que eso es lo que mejor se me da. Quiero decir, tal vez quiera verme solo como un amigo... ¿serán estas mis sospechas de ayer sobre que iba algo rápido? Quiero darme una mala idea de que ella se siente atraída por mí, me dijo que le agradaba pero eso nada más.

    El ruido que provocó el control al caer de mis manos me liberó de ese abismo de pesimísmo. Miré a mi alrededor, Megan no ha salido aún. Recosté mi cabeza sobre el posamanos del sofá y miré al techo. Eleonor... estoy volviendo a quedar en las mismas, me siento mal conmigo mismo, ¿por qué soy tan negativo? Ni siquiera es algo que quiero hacer por gusto, es algo que sale así porque sí, no se me puede plantear algo porque ahí mismo imagino las mil y una cosas que pueden salir mal.

    Mi corazón se acelera, reconozco este sentimiento, ya solo es cuestión de tiempo cuando empiece a creer que ella solo verme, saludar, contarme de ella e irse para no escuchar lo que tengo que decir... Justo como mis "amigos" de la universidad. Aprieto los cojines del mueble con mi mano con tanta fuerza que pudiera romperla si me fuese posible.

    --Me asustas, Roland--

    Seguí la voz, Megan estaba vestida, solo se secaba el cabello. Me senté y sentí una lágrima correr por mi mejilla, lloraba y no me había dado cuenta. Seco mis lágrimas y veo la hora, pasaron treínta minutos. Pensar demasiado me quita mucho tiempo.

    --Estoy bien, ¿nos vamos?--

    --Sí-- Me miro más de cerca --¿Seguro que estás bien?--

    --Claro que sí-- Intenté sonreír --Es algo que recordé, nada más--


    En casa de mis padres no había nadie, sospechamos por un buen rato pero no había de otra, ya no podemos hacer nada si ellos no se encuentran en casa. Le pedí a Megan que me dejara en el centro comercial, quería visitar RetrO's pero hacer un pequeño cambio, al salir tenía que ir a otro lado que no sea mi casa. Como pedí, mi hermana me dejó en el centro comercial, me quedé en la entrada pensando a qué lugar puedo ir después de salir de RetrO's.

    Habían tienda de zapatos que podría mirar, pero ya tengo muchas suelas. Ir al cine a esta hora de la mañana es raro y dudo que haya algo bueno en cartelera. Me adentré un poco más, me encontraba a unos cuantos metros de mi tienda de videojuegos. ¿Y si me salto RetrO's completamente? Sacudí mi cabello un poco y caminé a otro sitio. Allí la volví a encontrar, venía saliendo de una tienda de ropa.

    --¿Roland?-- Se inclinó a un lado dudando de verme --¿Qué haces aquí y no en RetrO's?--

    --Quise dar una vuelta por aquí a ver lo que encuentro--

    --¿De verdad?-- Inclinó la cabeza a un lado --Tenía pensado ir allí, ¿me acompañarías?--

    --Esto...-- Miré abajo pensativo --Sí, claro que te acompaño--

    --Fabuloso-- Tomó mi mano y me arrastró por el centro comercial --Necesito un nuevo juego para mi NES--

    Intenté seguirle sus pasos mientras tenía mi mano atrapada, de verdad que es rápida, me cuesta seguirla sin caerme. Aparecímos frente a RetrO's y entramos, Ricky estaba dentro atendiendo a unos cuantos niños que no me vio entrar con Eleonor. Creo que es mejor de esa forma ya que seguro me llena de preguntas si me ve. Llegamos a los pasillos de la NES, allí nos encontramos con un amigo, Frederick.

    --¿Roland?-- Dijo extrañado --Nunca te vi a esta hora por aquí--

    --Es que siempre me aparezco temprano-- Desvié un poco la vista.

    --Entiendo, Ricky me dijo algo así-- Observó a Eleonor y luego se dirigió a mí --Vaya, ¿y ella es...?--

    --Eleonor, puedes llamarme Eli, tú también puedes hacerlo, Roland-- Respondió primero que yo --Soy su novia--

    --¿Novia?-- Sonrió --Eso es perfecto, hacen muy buena pareja--

    Novia... ¿de verdad que dijo eso? Es extraño, de verdad. Respondió como algo que estuviera esperándo desde hace un tiempo ya. Me miró con su hermosa sonrisa, apretó mi mano y se acurrucó a mi lado. Para no dejarla mal y no sentir pena, la abracé empujándola un poco a mí, ¿eso hacen las parejas, no?

    --Sí-- Me costó un poco afirmar --Es mi novia-- Al igual que ella, también mostré mi sonrisa --¿Buscas otra recomendación?--

    --Nah, la verdad que no, pasaba por aquí buscando un juego en específico--

    --¿Para tu madre?--

    --Tampoco, esta vez es para mí-- Miró la cinta --Buscaba el Uninvited--

    Me emocioné --Muy buen juego si te gusta el género...-- Me callé al recordar que Eli estaba a mi lado.

    --No importa, dile lo que ibas a decir-- Apretó un poquito más --No te prohibiré nada--

    --Bueno... es perfecto si te gusta el género de terror--

    --Lo sé-- Respondió Frederick entusiasmado --Debemos hablar más seguido, no siempre te encuentras a alguien que sabe de videojuegos--

    Estrechamos las manos y se retiró, me quedé allí con Eli por un rato más antes de seguir buscando algo para ella. Por desgracia no encontramos algo que le llamara la atención, creo que debería mostrarle unas imagenes sobre algunos juegos por si le interesa uno.

    Salimos de la tienda, relajé un poco mi brazo a lo que ella lo volvió a ajustar a nivel de su hombro, no me acostumbro a esto. ¿Debo mantenerme así por cuánto tiempo? No quiero hacerle creer que soy uno de esos que llaman "Keeper". Caminamos un momento hasta que nos sentamos frente a una tienda de comida, no me soltó, se sentó a mi lado en la mesa y esperamos nuestra orden.

    Cada vez que intentaba soltarla, ella solo apretaba un poco más. No lo entiendo. No entiendo casi nada de lo que pasa. Le dijo a Frederick que ella era mi novia y eso que apenas llevamos dos días que nos conocemos, ¿debe ser de esta manera? Miré hacia la calle pensando en esto, ¿será por la forma en la que he vivído que esto me parece extraño? He visto cosas así en películas de clase B que son similares a lo que me está ocurriendo y debo decir que no eran tan buenas.

    --Roland-- Chasqueó sus dedos frente a mis ojos, me hizo despertar --Pareces perdido--

    --N-No es nada...--

    --¿Estás seguro?--

    --Sí, no me pasa nada-- Oculté la mentira con la sonrisa pero parecía que Eli sabía todo.

    --Te dije que no mintieras-- Acarició la orilla de mi rostro --¿Fue por lo que le dije a tu amigo, verdad?-- No quise responder --Vamos, dimelo--

    --No es nada malo, en serio--

    --¿Te agrado?--

    Respiré hondo --Sí... me agradas--

    --¿Y me quieres, verdad?--

    --Sí-- La miré a los ojos --Te quiero pero...--

    --¿Entonces cuál es el problema que diga que soy tu novia?--

    --La verdad que no hay un problema, es solo que...--

    --Porque si en verdad no te sientes a gusto conmigo puedes decirmelo de una vez y hasta aquí llegamos--

    --¡No!-- Levanté la voz --No quiero que te vayas, de verdad que me agradas mucho y te quiero--

    --Problema resuelto-- Soltó una carcajada a lo que llegó nuestro pedido y comenzamos a comer --Roland, te pediré un favor y quiero que lo hagas ya--

    --¿Cuál favor?--

    --Pídeme que sea tu novia--

    Sentí el pecho duro y el corazón acelerado --¿De verdad?--

    --Claro, hazlo ahora-- Me quitó la comida de la mano y la dejó en mi plato --Debemos acabar con esa timidez tuya--

    Me temblaron un poquito los brazos, debo pedirle que sea mi novia ahora mismo como un favor. No es una broma, la expresión en su rostro me lo dice y no dudo que Eleonor sea de esas que bromean con algo así. Me levanté y me giré en su dirección, me sonreía mucho, de verdad quiere que se lo pida. Aclaré mi garganta y acomodé el cuello de mi camisa.

    --Eleonor...--

    --Eli, por favor-- Corrigió.

    --Ok... Eli, quisieras ser... quiero saber si quisieras ser mi novia-- Parece que liberé un peso dentro de mí, estoy algo ligero... Momento, lo dije, ya le dije que si quisiera ser mi novia.

    Asintió --Claro que sí, Roland-- Se paró frente a mí para darme un abrazo --Me encantaría ser tu novia--

    Su personalidad, esa actitud que tiene como el de una niña me encanta. De alguna forma no me sentí tan vacío cuando actuó así. La abracé igual, traté como pude de tenerla más de cerca en ese abrazo que de por sí pudiera romper mi pecho, ¿se escuchará eso bien? Nos separamos de a poco y nos sentamos a terminar la comida, de verdad que me liberé de un peso.

    --¿No crees que la forma en la que esta relación avanza sea única?--

    --¿Te refieres a que...?--

    --Sí-- Afirmó moviendo su cabeza de arriba a abajo --Estoy segura que creíste que esto iba rápido--

    --Es lo que he estado pensando desde esta mañana, por eso dudé sobre lo que le dijiste a Frederick--

    La forma en la que entrecerró los ojos para mirarme me da una leve sensación de "deja vu" --Lo sé, no te preocupes por eso, ya lo arreglaremos luego--

    Comimos y ella pagó la cuenta como un agradecimiento a la cita de anoche. Se volvió acurrucar a mi lado mientras caminabamos a la salida del centro comercial, el sol se estaba ocultándo ya, no me había dado cuenta del tiempo que había pasado, los días han estado huyendo demasiado rápido. Creo que puedo llamar esto como una cita, Eli no tendría problemas con eso si le preguntara, es muy positiva.

    En la salida nos miramos un rato a la cara y justo antes de separarnos, Eli me dio un beso en los labios mientras me sujetaba ambas manos --Nos vemos, Roland-- Fue un beso de "piquito" como dirían algunos --Te pusiste rojo-- Bufó.

    --Lo sé... nos vemos luego, Eleonor--

    --Eli, te dije que me llamaras así--

    Cuando llegué a casa ya todo estaba algo oscuro y la luna estaba llena. Megan estaba en mi apartamento preparándo la comida, al parecer me esperaba. Me recibió con un abrazo antes de seguir con lo suyo, me dijo que se quedaría esa noche y posiblemente la siguiente porque mamá y papá están muy "juguetones" entre ellos y no quiere estar cerca cuando el ruido empiece por las noches.

    Me fui a mi habitación y encendí la laptop, rápidamente entré al facebook y noté que habían más notificaciones que de costumbre, habían 2 avisos de mensajes, seguro que uno era de los chicos de la universidad y el otro de este chico del chat de ayuda. Pero habían 2 notificaciones de amistad, al abrirlas me di cuenta que eran de Frederick y de Eli. Acepté ambas. Al instante que los acepté, recordé el comic que debía enviarle a ella.

    Busqué entre mis cosas el escaner y las hojas del comic. La historia no es la gran cosa, se trata de 2 niños que robaron un coche para huir de sus padres y viajaban por todo el continente buscando trabajo para tener algo de dinero y liberarse del hambre. Ya voy en las últimas por lo que debo solucionar el problema que surgió por enamorarse de una chica, esta última parte no está muy elaborada ya que no sé cómo escribir romance.

    Al enviar la última hoja, sequé el sudor de mi frente, tengo un poquito de pena a decir verdad, no se lo he mostrado a alguien más que no sea la gente de internet. Antes de desconectarme vi que AC había dejado un mensaje de ayer en la que avisaba que estaría en el médico por un tiempo más ya que debe esperar cita, ahora está desconectado porque no me ha respondido un saludo que le acabo de enviar.

    --Roland, la cena está lista-- Me llamó.

    --Sí, ya voy-- Miré el perfil de Eli por un momento y sonreí pensando en lo sucedido --No fue tan malo--
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Título:
    Roland
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    2535
    ---CAPÍTULO 9---
    ---Happiness!---


    La verdad que hoy fue un buen día, pude hablar un poco más con Eleonor... bueno, me pidió que la llamara "Eli". ¿Será que luego me pondrá un apodo? ¿Qué combinará con Roland? Me recosté en la cama pensativo, me siento tan... no sé, feliz sería la palabra pero no tengo muchas que decir, no es que sea todo un poeta como aquellos que escriben libros de 100 hojas o más.

    Megan entró a mi habitación con su pijama puesto, con la mano me pidió que me apartara a un lado. No es tan incómodo que duerma aquí como creí que sería en algún momento. Me puse a una orilla mientras ella tomaba el 80% de la cama. ¿Por qué es tan alta? Su esposo le llega a los hombros.

    Al momento de cerrar los ojos, escuché mi teléfono en la sala, era una llamada, ¿quién podría ser? Me dirigí allí, era Eli, miré hacia atrás y corrí hasta la puerta, allí contesté.

    --Roland Roland Roland Roland Roland-- Repitió miles de veces.

    --¿Qué pasa, Eli?--

    --¡Me encantó!-- ¿Cómo es que alguien tan tierna como ella grita tanto? --¿Cuándo piensas tenerlo terminado?--

    --No lo sé...-- Miré el almanaque --Tal vez en unos tres días si comienzo a hacerlo ahora mismo, pero me está dando algo de sueño--

    --¡No te irás a dormir hasta que termine contigo!-- Gritó de nuevo --No recuerdo muy bien si te lo pide, pero de todos modos te lo repito--

    --Es sobre...--

    --No me cortes, estoy inspirada-- Me interrumpió... de verdad que está contenta --Como te decía, cuando termines este comic, quiero pedirte si podríamos trabajar juntos en un nuevo proyecto--

    Tallé mis ojos y los abrí con fuerza --C-Claro... por mí no hay problema--

    --Por Dios, estoy tan emocionada con esto, mañana a primera hora te paso mi historia, por suerte me faltan solo unas hojas para acabarla y publicarla en internet--

    --Me gusta la idea, estaré mañana en casa todo el día y... no, momento... te pasé el comic hace como unas horas, ¿cómo es que...?--

    --Soy rápida leyendo-- Volvió a interrumpir --¿Acaso esa niña de la que se enamoraron está enferma? Pregunto porque se ve muy pálida--

    --Ah, no, no está enferma, elegí ese color porque... bueno... la verdad que no sé--

    --Despistado-- Burló --En fin, quería que supieras eso nada más, por cierto-- Creo que se acaba de tirar en su cama por la forma en que dijo lo último --¿Le has dicho a alguien sobre lo nuestro?--

    --Eso... no, no lo he hecho todavía, pensaba hacerlo mañana en casa de mis padres pero recordé que debo quedarme a dibujar el final--

    --Oh, eso es perfecto, pero debes decirles, ya yo le dije a mi madre que tengo un novio magnífico y quiere conocerte--

    --¿De verdad?-- Respondí algo nervioso --Me gustaría conocerla también--

    --Lo sé, pero antes quiero conocer a los tuyos, así puedo comparar-- Me reí --¿Te pareció gracioso?--

    --Sí, tenía gracia--

    --Muchas gracias, me halagas, creo que sí es tarde y tengo algo de sueño, recuerda que mañana te enviaré mis escritos a primera hora, espero que hayas aceptado mi solicitud de amistad--

    --Sí, lo sé, no te preocupes, y sí, ya te acepté--

    --Bien, buenas noches, Roland-- Se quedó unos segundos en silencio, parecía estar tomando un poco de aire --Te quiero--

    Estuve allí parado unos segundos también y sonreí --Yo también te quiero, Eli--

    Colgamos los dos casi al mismo tiempo, tomé una gran bocanada de aire y exhalé agotado. "Te quiero", dijo ella y yo le respondí lo mismo también. No paro de sonreír, me siento algo extraño por dentro, es como un cosquilleo en mi pecho. Me recuesto de la pared mirándo hacia la puerta imaginándo cosas. Estoy enamorado, o eso creo. Tengo esa sensación de haber completado algo que intentaba hacer desde hace un tiempo, ¿cómo es que lo sé? muchos videojuegos difíciles que he completado, es una sensación algo similar pero esta vez es fuerte.

    Debo hacer algo, cualquier cosa ayudará. Busqué en la sala mi block de dibujo y unos cuantos lápices junto a algunos colores, estoy inspirado y no dejaré escapar esta ocasión. Me senté frente a la mesa y dibujé como una bala, nunca antes me sentí así. Listo, una página hecha. Es asombroso, debo buscar la forma de sentirme así todos los días. Otra página hecha. Acabo de tener una idea, creo que debería alargar un poco más el final, que los dos se vayan en el vehículo y que se olviden de la muchacha es algo cruel a mi parecer.

    Tercera hoja terminada. ¿Y si hago que se vaya con ellos también? Wow, tantas ideas. Ignorándo mis alrededores, muevo mi lapiz y cubro de colores opacos las montañas en la distancia. No quiero emparejarla con uno de ellos, eso haría que el otro se molestara con su amigo. ¿Y si dibujo varios finales alternativos? Sí, esa es la idea que busco, ya tengo cinco finales en mente. Solo me falta dibujarlos y...

    --Roland...-- Mi hermana me frotó la espalda, al parecer caí dormido --Ya amaneció, si no querías dormir conmigo me lo hubieses dicho--

    --No eso eso... es solo que...-- Bajé la vista, hay como unas 30 hojas en la mesa, cada una ordenada en 5 columnas --¿Esto lo hice yo?-- Revise cada una --¿Hasta qué hora estuve aquí?--

    --No sé, desperté y te encontré aquí dormido sobre la mesa--

    --¿De verdad?-- Me rasqué la nuca --No me acuerdo mucho--

    --Como sea, al menos no has vomitado-- Bufó --Voy a casa de mamá, vienes?--

    --No, gracias, me quedaré hoy aquí, debo leer algo--

    --¿De tu novia, verdad?-- Me sonrojé y asentí --Que bonito, ¿les diré a todos allá?--

    --No...-- Me callé un momento y pensé --Olvídalo, sí, puedes decirselos--

    --Se los iba a decir así me dijeras que no--

    Besó mi frente y tomó el paño para luego irse a bañar. Vuelvo a mirar la mesa, lo último que tengo en mente de lo de anoche es que me llegó la idea de hacer varios finales alternativos, luego de eso... nada... No recuerdo nada después de eso, de verdad que sí estuve inspirado. Hablar con Eli me dio ese impulso de creatividad que necesitaba y que hasta ahora los videojuegos y la música me habían dado.

    Veo el reloj, dice que son las 7am, creo que Eli ya debió enviar su historia, dijo que lo haría a primera hora de la mañana. Era tarde cuando me llamó anoche, esperaré una hora más por si está dormida. Megan salió del baño y se vistió, espero que no exagere nada con mis padres porque si lo hace no pararán de llegar llamadas como la última vez que dijo que estaba enfermo.

    Nos despedímos. Se hicieron las 8am y decidí encender mi laptop, aún sigo loco porque no me creo la cantidad de hojas que terminé, ¿ahora cómo las subo? debo decirles a las personas en la página que alargué un poquitito el final... dudo que me odien, hay 133 personas mirándolo... eso o hay clones que suben las visitas.

    Me senté en el sofá con la laptop a un lado, no tengo ganas de estar en la cama hoy. Abrí facebook a la vez que encendí la televisión y escuchar las noticias. Esto es extraño, hay 10 notificaciones sobre etiquetas, dos de estas son de mi hermana, una es la foto de una torta y la otra es sobre la que nos tomó al terminar la cita.

    Las otras 8 son de mis amigos, ¿me etiquetaron? algo debí haber hecho. Al abrirlas me doy cuenta que eran fotos de ayer, uno de los muchachos me tomó una foto en donde se veía mi beso con Eli ayer cuando nos despedímos. Las 7 estiquetas restantes son comentarios de ellos pidiendo que me conectara que querían hablar conmigo, ¿sobre qué? Afortunadamente tengo una novia... uy, lo dije. Como sea. Afortunadamente tengo una novia, ellos se enteran y de repente soy un tema importante, nunca lo fui cuando me gradué con la mejor nota en el liceo. El chat de la universidad está igual de lleno con la misma pregunta, "¿Cómo la conociste?" y similares, no quiero responderles.

    ---8:03am---

    AC-96: Webcam!

    Rol&: Perdón, es que hay muchas notificaciones que de costumbre y no me acordaba de eso.

    A: No te preocupes, pero al menos ponle un papelito encíma por si no quieres que te vean.

    R: Sí, ya tomé nota.

    A: Buenos días, de qué eran las notificaciones?

    R: Nada serio, un amigo me tomó una foto cuando Eli me besó ayer.

    A: Uy, tío, beso.
    A: XD
    A: Cómo te fue?

    R: Exelente, ayer le pedi que sea mi novia.
    R: No.
    R: Ella fue.
    R: Eli me pidió que le dijera que si quiere ser mi novia.

    A: ...
    A: No sé cómo, pero pude entender eso último.
    A: Te dijo que sí?

    R: Claro, me dijo que sí.

    En al conversación con éste chico vi que una ventana nueva se abrió, era de Eleonor, tenía un link.

    Eleonor: Buenos días, amor :-*
    E: No puedo pasar la historia por aquí así que te paso el link para que lo leas

    R: Buenos días, cariño!

    E: Me llamaste cariño

    R: Qué? No debí?

    E: No, es que me gustó, me reí incluso

    +

    A: Te está escribiendo?

    R: Sí, cómo lo sabes?

    A: Webcam, no la apagaste.

    R: Y ahora?

    A: Ahora sí.

    +

    E: Debo dejarte por un rato, mi madre quiere que la acompañe a comprar ropa nueva

    R: Esta bien, leeré el link. Hasta luego, besos.

    E: Besos para tí también

    +

    R: Se fue, saldrá con su madre.

    A: La suegra
    A: XD

    R: Puedo preguntarte algo?

    A: Lo que sea.

    R: Desde que llegué solo conozco tu apodo, cómo te llamas?

    A: Payton, un placer, olvidé presentarme cuando llegaste, disculpa.

    R: Oh, creí que comenzaba por "A"

    A: No, la idea era que buscaran por ahí y no encontraran nada, pero como somos los únicos aquí, pues, te lo digo.
    A: Debo volver a irme, al parecer mis clases han iniciado otra vez.

    R: Entiendo, yo debo ponerme a leer algo.

    A: Sale.

    Mejor me termino la historia de Eli, ella se terminó el comic en una sola pasada, ¿qué tan rápida es? Abrí el enlace a la página, era una historia de terror que hasta ahora llevaba 34 capítulos. Me embarqué en solamente leer la historia, pero no me olvidé de comer, para eso de las 3pm ya había acabado con todo. Es perfecto, una buena historia de terror, ciencia ficción y romance. Esa última parte no me lo esperaba y creo que el chico se sacrificará por ella... yo lo haría... digo, es una situación de vida o muerte.

    Tomé el teléfono dispuesto a llamarla a lo que este sonó, era una llamada de mis padres. Que raro, casi nunca llaman a esta hora al menos que... Megan haya exagerado. Contesté.

    --¿Cómo sigues? Megan me contó que vomitaste porque bebiste alcohol--

    --Hola, papá, estoy bien, dile a Megan que no exagere--

    --Como sea, aún no bebes conmigo, aguanto más que tú... al punto, tu hermana me habló que tienes novia ya--

    --Roland, cariño!-- Mi madre le quitó el teléfono a papá, de verdad que está entusiasmada --Tu primera novia--

    --Hola, mamá-- Me tallé los ojos --Sí, y espero sea la única--

    --Que hermoso, Edward te llamaba para invitarte a una cena--

    --Oh... una cena, bueno, yo acepto--

    --Pero debes traer a Eleonor-- Se metió mi hermana --La queremos conocer--

    --¿A Eli...?-- Medité, anoche me pidió que quería conocer a mis padres antes de yo conocer a su mamá --Debo decirle primero... pero antes debo saber cuándo es la cena--

    --Mamá quería que fuese mañana, pero papá sugirió que fuera para pasado mañana--

    Pasado mañana... creo que podría aceptarlo, luego se lo digo a Eli a ver que piensa, espero que no tenga planes para ese día. Le dije a Megan que primero debo avisarle a Eleonor y que después le mando mi respuesta por mensaje, colgué. ¿La llamo ahora? De seguro ya habrá llegado con su madre. Observo el teléfono, marco el número mas no llamo, tengo mi dedo sobre el verde pensando la forma en que debo pedirselo. Me leí su historia y me gustó, debería iniciar con eso.

    --Comenzaré con la historia-- Pulsé el botón y escuché el repique --Espero estés ahí--

    --Buenas tardes, cariño ¿pasó algo?--

    --Buenas tardes, y no, no pasa nada malo, es que me leí la historia y debo decirte que me encantó--

    --¿De verdad? ¿Cómo crees que me fue?--

    --No tenía muchas cosas malas, lo único que encontré fue que en una parte Katherine se contradecía en una ocación--

    --Lo sé, me lo remarcaron mucho, no es la gran cosa--

    --Pero todo lo demás sí que me gustó--

    --Entonces el final te dejará con la boca abierta-- Se rió --Ahora, Roland, dilo--

    --¿Decir qué?--

    --No me llamaste solo por eso, o sí?--

    --N-No...-- Murmuré. Espero no tenga cámaras en mi cuarto o adivine las cosas como hacía este chico, Payton --La verdad que no sé cómo decirtelo--

    --Solo dilo, no es tan difícil--

    --Es sobre algo que mis padres me pidieron y... ya sabes... me invitaron a comer en su casa pasado mañana... pero también quieren que vayas y...--

    --Acepto, allí estaré-- Eso fue rápido, aún sospecho que las cosas deben un poquito más de tiempo --Quiero reunirme contigo mañana en el centro comercial, se puede?--

    --Claro... sí se puede--

    --Vale, nos vemos mañana a eso de las ocho--

    Colgó. Recordándo lo que me dijo ayer en el centro comercial, ella mencionó que la forma en la que nuestra relación avanza es única, tiene razón, pero no sé qué opinar en verdad sobre esto. Lo único que sé de relaciones los he visto en comics, películas y canciones, nunca viví una. Hasta ahora lo único que he hecho es asentir a lo que me piden, nunca me negué. Tal vez deba tener control en algo más.

    Esto es como una montaña rusa, no tengo ni idea de cómo sentirme, quiero estar feliz pero me llegan dudas. Esto puede ser solo una mala broma pero la posibilidad que de verdad esté pasando y estemos enamorados está ahí. Me gusta Eli, tiene una personalidad "movida" y yo soy algo más calmado, ¿por eso es que somos compatibles los dos? Mañana le plantearé lo de la cena y explicaré un poco sobre mis padres, tal vez le pregunte algunas de mis dudas a ver si me las aclara, espero no sea nada serio.

    Bueno. Ya es un poco tarde, el reloj dice que ya son las 4pm, debo ir a comprar algo para comer más tarde, mi hermana seguro acabó con gran parte de la comida. Termino de vestirme y salgo de mi apartamento. Ahora que lo pienso, mañana Eli y yo podemos hablar sobre el proyecto que me propuso, tal vez se pueda iniciar esta semana.
     
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    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    1788
    ---CAPÍTULO 10---
    ---Stay--

    El día de ayer no fue gran cosa, la verdad. Sí, mis padres me invitaron a cenar con ellos, pero acompañado de eso me pidieron que llevara a Eli, la quieren conocer. Estoy conciente de mis quejas de que me parece algo rápido todo esto pero a la vez pienso en lo que Eleonor... O Eli, como quiere ella que la llame, que la forma del avance en la relación es único. Ella me gusta. Yo le gusto. ¿Por qué siempre estoy inseguro?

    Quiero disfrutar de esto, pero la costumbre me domina con facilidad, he estado esa gran parte de mi vida en una rutina que hasta ahora pude romper. Necesito a Eli, con ella comienzo a sentirme aceptado. La forma en la que me sonríe es como el aire fresco.

    Mañana es la cena con mis padres y prometí salir hoy para platicarle sobre eso, debo contarle sobre algunas costumbres de mi família para que no se sienta como "apartada". Me lleno de nervios con tan solo pensarlo, cualquier cosa puede pasar y es imposible para mí adivinar el futuro.

    --Saldré, no perdería nada con hacerlo--

    Inhalé sujetándo el tabique de mi nariz, sé exactamente lo que debo hacer pero a la vez no. Voy a salir al centro comercial y hablar con Eli, sin embargo, cuando vuelvo a pensarlo, me pierdo. Tomé las llaves y salí.

    Mis padres me están haciendo un favor ahora que lo pienso. Puedo ser más social con esta reunión, tal vez mi temor desaparezca de una vez por todas. Pensándolo a profundidad me doy cuenta que sí les puedo importar... Si sigo así terminaré siendo un loco bipolar, a cada segundo cambio mi forma de pensar, espero nadie me vea raro.

    Al llegar al centro comercial, me siento frente a una de los puestos de comida rápida a esperarla, debería mandarle un mensaje para avisarle que estoy aquí. En eso vi pasar a Ricky cargando 2 cajas llenas de papeles, le hice señas cuando miró por aquí y se me acercó.

    --¿Qué haces aquí y no en la tienda?--

    --Espero a una amiga, ¿y esas cajas?--

    --Ah, nada importante, la mayoría son revistas viejas de la epoca de la Atari2600--

    --¿Nada importante? ¡Pasame las que tienes!-- Tomé una de las cajas y la puse sobre la mesa.

    --Un poco más y me arrancas el brazo-- Suspiró --De verdad que te gusta coleccionar estas revistas--

    --Mucho, la gran parte traían guías muy útiles--

    --Se macho y termínalos sin ayuda--

    --Lo hago, es que me siento un poco nostálgico al leerlas--

    --Ya, ya... Te entiendo perfectamente... Oye, Roland, ¿te enteráste?-- Puso la caja restante en el piso, se ve preocupado.

    --¿Pasa algo?--

    --Bueno... Ya pasó, es sobre tu amigo Frederick--

    --¿Qué pasó con él?--

    --Su madre estaba en urgencias por un tumor en la cabeza desde hace unas semanas ya y...--

    --No...-- Interrumpí --No me digas que...--

    --Sí-- Asintió dolido --Murió anoche. Pobre chico, su padre los dejó el año pasado y ahora no tiene a nadie--

    --Hombre...-- Miré al suelo, no lo puedo creer, y eso que Frederick me pidió un juego para ella no hace mucho.

    --Escuché que ahora vive con Marissa--

    --Me suena--

    --Claro que te suena, es la hermana de la señora Clarissa... Según lo que me dijo Melanie, Frederick estará con ella de ahora en adelante--

    --Que fuerte... Mis mas sentidos pésames--

    --Exacto, le daré nuestro apoyo cuando vuelva por aquí-- Se secó el sudor de la frente --Cambiando de tema, si quieres te quedas con la caja y buscas la otra después--

    --Esta bien... Tch--

    Me despedí de Ricky. Que fuerte debió ser lo de Frederick, perder a su madre y él siendo tan joven... No quisiera perder a la mía, me sentiría tan mal. Eso sin imaginar la reacción de papá y Megan, me destruiría completamente por dentro. Cuando lo vuelva a ver le daré mis pésames personalmente.

    Abrí la caja sin muchas ganas, la noticia de Frederick me deprime un poco y me hace pensar en cosas como la muerte. Ya he caído en esto antes. Hubo un tiempo en la que no paré de pensar sobre la hora en la que iba a morir, éste fue uno de los puntos por la cual terminé sin socializar con las personas.

    --Roland, ¿pasa algo?--

    Me giré, era Eli --Sí, es sobre un amigo--

    --¿Es serio?--

    --Muy serio... ¿Recuerdas a Frederick?--

    --Claro, me agradó--

    --Su madre... Ella murió--

    --Ah... Ya, que triste-- Se encogió un poco de hombros --Mis sentidos pésames para él--

    --Espero volver a verlo pronto--

    --Por cierto-- Me dio un beso en los labios y compartimos un abrazo --Buenos dias, Roland--

    --Buenos... ¿Eh? ¿y ese bolso que traes...?--

    --¿Eso? Es un secreto, quiero ir a tu casa--

    --¿Cómo...?--

    --Sí, tu casa, quiero ir allá para hablar sobre nuestro nuevo proyecto--

    --¿De verdad? ¿No quieres hacerlo aquí?--

    --¿Con esta gente aquí viéndonos? Que fetiche raro el tuyo--

    Sentí calor en la cara, segurito estoy rojo --N-No me refería a eso!--

    --Ya lo sé-- Soltó una carcajada --¿Y esa caja?--

    --Me lo dio Ricky, son revistas de juegos con... Dije mucho--

    --No te detengas, sé lo mucho que amas los vídeojuegos, es algo que compartimos los dos... ¿O me crees como una de esas chicas que limitan los gustos de sus parejas?--

    --No, no te imagino así-- Trague saliva.

    --Perfecto... Ahora, a lo nuestro. Pero antes-- Me dio otro beso en la mejilla --¿Cuándo será la cena con tus padres?--

    --Eso es mañana en la tarde... ¿Crees que es raro invitarte así tan rápido?--

    --Nop, de todos modos quería conocerlos-- Me tomó de la cintura a lo que tomé la caja antes de que me arrastrara --¿Bus o taxi?--

    --Esto... El bus, los taxis cobran demasiado--

    --Bien, en bus será--

    Esperamos en la parada por unos minutos a lo que tomamos la ruta que más cerca nos dejaría de mi casa. Nos sentamos uno al lado del otro mientras planteábamos la base del proyecto.

    Primero dimos la idea de lo que se trataría en relato. Lo primero que propuso fue Terror, me gusta el género, más porque puedo usar mi imaginación para crear a las criaturas o al asesino. Pero no es todo, creo que se le puede agregar algo a esto, sin embargo, no me llegan tantas ideas.

    --Romance no pondremos porque ya escribí de eso--

    Asentí --Yo también y no soy tan bueno--

    --Entonces se descarta-- Tachó "romance" de su blog --¿Y si se hace en el futuro?--

    --Nos daría muchas ideas pero a la vez quita un poco el factor realista para generar miedo--

    --Cierto, cierto...-- Mordió la goma del lapiz --En la época antigua no había mucha seguridad--

    --Y se puede ambientar perfectamente con todas esas películas de vampiros--

    --La vieja Inglaterra--

    --Wow, me gusta esa--

    Anotamos cosas durante el viaje hasta que llegamos a mi parada, bajamos del transporte y pagué. Antes de abrir la puerta principal del edificio, la miré, se ve contenta y eso me llena de seguridad. Suspiro y abro, dentro no había mucha gente, solo estaba el viejo guardia acompañado de su nieto. Lo saludamos y subimos las escaleras.

    Frente a mi puerta nos quedamos, Eleonor seguía mirando los puntos que llevábamos a la vez que hacía unos dibujos en las esquinas de las hojas, creo que así es como se concentra. Coloqué la caja a un lado y abro la puerta con mi llave, Megan no está hoy en casa, es extraño, ya debería de estar aquí preparando el almuerzo... Bueno, me toca a mí hoy.

    Nos sentamos alrededor de la mesa, aparté los papeles que ni siquiera recuerdo cómo terminé de dibujar varios finales para el comic. That was a hell of a drug. Eli quería leer uno pero lo mantuve apartado con una sonrisa, por extraño que sea, sus pucheros de enojo son muy bonitos e infantiles.

    --A lo nuestro-- Dije --¿Se te ocurrió algo más?--

    --No mucho, la idea del asesino es muy usada, ¿estarías de acuerdo si usamos monstruos desde el principio?--

    --¿Qué te parece esto?-- Levanté el dedo índice --Hacemos creer desde el principio que es un asesino pero luego vamos revelando que en verdad son varios y que son monstruos--

    --Eso eso-- Dio brincos en la silla y anotó la idea --Bien, ahora, ¿son monstruos independientes de cada raza o tienen algún rey?--

    --Buen punto...-- Medité --Usaremos un rey y una reina--

    --Anotado-- Escribió --¿Seguro que puedes dibujar algo que de la talla?--

    Me reí al escuchar su pregunta --Tengo muchos bocetos de monstruos que nunca llegué a usar, puedo modificar algo para que pegue con el ambiente--

    --Me impresionas, ¿qué más esconde ese cerebro tuyo?--

    --De verdad que no es la gran cosa...--

    Se levantó de su silla con los ojos entrecerrados, clavó su mirada en los míos cosa que aceleró mi corazón, la forma en la que el color brillaba me atrapa en una hermosa ilusión, es como si resplandeciera. Se me acercó lentamente moviendo su cadera de lado a lado de una atractiva forma.

    --Deberías ver tu rostro-- Pareció ronronear como una gata --Eres tan lindo, Roland-- Posó su mano sobre mi pecho --No vuelvas a decir que no eres la gran cosa, no me gusta--

    Aclaré mi garganta --C-Creo que deberíamos seguir--

    --Como te gusta cortar nota-- Bufó --Ya son las una de la tarde, veré si compro algo para comer, me pareció haber visto una tienda en el segundo o tercer piso--

    --Cierto, la comida, dejame buscar algo en la nevera para hacer--

    --No voy a quitarte tiempo--

    --No lo haces-- Tomé su mano al ver que iba a salir.

    Eli me miró con una sonrisa dibujada en el rostro --Vaya... De verdad me detuviste--

    --Perdón, solo quiero que estés cómoda aquí-- Bajé la mirada algo apenado.

    --Lo estoy, Roland-- Se sentó otra vez --Esperaré el amuerzo entoces--

    --G-Gracias... Es un placer tenerte aquí en mi casa-- Murmuré, casi ni controlo mi voz con ella aquí.

    --Bueno-- Estiró su cuerpo y bostezó --Pondré unos puntos más y descansamos, vale?--

    --Sí-- Asentí.

    Abrí la nevera y saqué un paquete de arroz del montón que tengo guardado para casos de emergencia y preparé la olla. Estoy tan emocionado, creí que al traerla aquí me moriría de un ataque al corazón, pero no pasó, todo lo contrario, tenerla en mi apartamento borra mis preocupaciones. Ella es con quien quiero vivir mi vida.
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Título:
    Roland
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    Género:
    Romance/Amor
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    33
     
    Palabras:
    2404
    ---CAPÍTULO 11---
    ---Un Simple Pedido---

    Sobaba mi cuello a la vez que esperaba terminar el almuerzo y ayudaba a Eli con las notas, hasta ahora ta teníamos la época y los enemigos junto a su rey y reina. Aún no tocamos a los protagonistas, por petición de ella, lo dejamos para el final junto al motivo de su aparición.

    No es tan complicado trabajar con ella, a decir verdad, es mucho más fácil. Si me equivoco en algo, ella me corrige y viceversa. Debería pensar en la tonalidad del color que tendría nuestra historia. Sí, lo sé, los colores oscuros darían el toque pero he visto otros comics en la que se usan unos colores brillante que funcionaban de una forma creativa. Debo intentar con los opacos, tal vez dé en el clavo con esa.

    Apagué la cocina, la comida esta lista. Eleonor arregló la mesa y apartó su blog de nota para luego poner el bolso sobre el sofá. ¿Qué tiene allí dentro? No he podido ver bien, incluso cuando finjo mirar a otro lado, debe ser un buen secreto si no quiere enseñarme lo que lleva dentro.

    --Muy curioso tú--

    --¿Ah?-- ¿Se dio cuenta?

    --No paras de mirar el bolso, tranquilo, te muestro luego, no es nada malo--

    --No fue mi intención--

    --Nunca lo es-- Se rió con los ojos cerrados --Espera a que se haga más tarde--

    --Ok... Casi se me olvida--

    Serví el almuerzo en dos platos y los coloqué sobre la mesa, Eli juntó su plato junto al mío y se movió de lugar. Ahora vamos a comer uno al lado del otro, no es que me incomode. Soplo para enfriar la porción que tomé en mi cuchara y justo antes de dar la primera probada, Eli acercó la suya a mi boca.

    --Avioncito--

    Me reí --¿De verdad?--

    --Claro, ¿o acaso tienes pena?--

    --No... Para nada--

    --Bien--

    Imitó el sonido de un avión a la vez que movía la cuchara como uno. Es como volver a ser niño, abrí la boca y mordí, no estaba tan caliente, aplaudí un par de veces como una foca cosa que la hizo carcajear.

    Tomé mi cuchara e hice lo mismo, nunca antes lo intenté pero traté de hacerlo lo más relajado posible. Al menos salió bien, llevé la cuchara hasta su boca sin golpear sus labios o dientes, un aterrizaje limpio, creo. Jugabamos de esta forma hasta que Eli acabó con mi plato y yo con el de ella, muy divertido todo.

    Fui a coger los platos a lo que ella me detuvo diciendo que había hecho suficiente. Tomó los platos y los lavó, yo la esperaba en la mesa, no ibamos a seguir trabajando después de comer, claro que debíamos descanzar.

    Al voltearse Eli, me di cuenta que tenía algo de arroz pegado a un lado de la boca, ahí tomé un pañuelito y me le acerqué. Tome su suave rostro y limpié con suavidad.

    --Listo, estás limpia--

    --Oh...-- Se sobó el area donde estaba el grano de arroz --¿Crees que no pude haberlo hecho por mí misma?-- Insinuó.

    --No... Es solo que creí que no lo habías visto y...--

    --Me limpiaste como si fuera una niña-- Sonrió como hace una hora antes de comer.

    Volvió a entrecerrar sus ojos y caminó lentamente hasta mí, mi corazón se acelera otra vez. Intento retroceder con cada paso que da hacia donde estoy, me rio nervioso hasta que golpeé la pared con mi espalda, ya no tengo a donde ir.

    --¿Quién cuida a quién, Roland?--

    --N-No sé...--

    --No sabe...-- Susurró sarcástica.

    --No te juegues así, me pones nervioso, Eli--

    --¿De verdad?-- Me arrinconó en la pared --Ya te enseñaré--

    Posó su mano en mi pecho y se afincó a mí acercando su rostro al mío. ¿De verdad piensa hacerme algo así? Con su mano libre acarició mi mejilla y retrocedió rápido.

    --Ay, Marcus-- ¿Era un juego? --Eres tan inocente, ni siquiera intentaste separarme--

    --Uff...-- Respiré profundo --El corazón me va a estallar--

    --Tranquilo, aún no es la hora para hacer eso-- Se cubrió la boca --Aunque muero por darte un beso de más nivel, ¿tú me entiendes, no?--

    --Creo que... Que sí--

    --Pues yo creo que no-- Me besó a un lado de los labios --Un beso de lengua, a eso me refiero--

    --Sí... Ya sabía de eso-- Intenté calmarme --No soy tan desinformado-- Burlé.

    --Entonces sí sabes... En fin, dormiré en el sofá para pasar la comida--

    --No-- Negué rápido --Duerme en mi cuarto, yo tomaré el sofá--

    --¿Estás seguro?--

    --Segurísimo--

    --Entonces, si ese es el punto-- Tomó su bolso y entro al cuarto --Buenas tardes-- Bromeó a lo que respondí de igual forma.

    Wow... Hoy sí que fue un día movido y... Productivo... No creí que comer con ella, en mi casa, a mi lado, sea tan divertido. Es que de verdad nunca llegué a imaginar que vendría con Eli aquí, si mi hermana me llega a ver, las carcajadas que soltaría se escucharán hasta la casa de mi abuela al otro lado del mundo.

    Me recuesto satisfecho en el sofá y enciendo la tele. ¿Juego o no juego? Ese es el dilema... Juego, tampoco es que me vaya a hacer mucho daño. ¿En dónde habré puesto el Test Drive que Ricky me consiguió? Ah... Ya, está en mi cuarto en la gabeta al lado de mi cama... Bueno, no quiero interrumpir el sueño de la princesa.... Jejeje, le dice princesa.

    Mirenme, o leanme, no sé. Parezco un niño con un juguete nuevo. Me acerqué al televisor y abrí la gabeta en donde está montado, dentro tengo una de las tantas consolas que compré hace tiempo, hoy le toca a mi Neo Geo.

    Coloqué el KOF'98 para pasar el rato y ver si me duermo un poco. Observé la intro y comencé el juego, elegí mis tres personajes y así empiezo mi recorrido hasta el final, no soy un experto, es solo que solo me sé los patrones de la CPU con unos personajes.

    --Wow, ¿sigues despierto?--

    Salté del sofá, ¿Desde cuándo está ahí? Al mirar el reloj me doy cuenta que ya pasaron 3 horas desde que comimos.

    --Hmm... Mejor apago--

    --No-- Levantó la mano --Te reto-- Me señaló.

    --¿Retarme...?--

    --Claro, ¿acaso tienes miedo?--

    --Ja-- Conecté el segundo control y se lo pasé --No tengo miedo--

    --Exelente-- Enseñó su más macabra sonrisa y tronó los huesos de sus manos... Creo que pisé una mina o parecido.

    ¡Mierda! Es como un demonio, no ha dejado de ser agresiva en toda la partida. Eramos del mismo nivel, si ella fallaba un movimiento, yo venía y contraatacaba como castigo, claro, lo mismo hacía ella si yo fallaba.

    Perdíamos y ganabamos rounds tras round, era una masacre dirían los expertos en el género. No iba a perder contra ella, la emoción se podía sentir en el aire hasta el punto decisivo. Terminamos empatados a eso de las 5:50pm, es el último round y solo me queda Ryo con un 30% o menos de vida contra Yamazaki el cual tenía la mitad de su vida.

    Me deseperé, ambos nos miramos a la cara con miedo, era obvio que ella no me dejaría ganar. Mi única esperanza era usar movimientos "safe on block" si no quería que su tanque me pasara por encima, menos si ese tanque se trataba del loco de Yamazaki.

    Seguí mis impulsos. Corrí hacia ella y antes de llegar, di un "hop", como adiviné, Eli se agachó intentando cubrirse por lo que todo golpe aereo ignora esto, gracias a Dios por los "overheads". Le hice un combo de cuatro golpes por lo que la envié lejos. Bien, si le vuelvo a hacer lo mismo, le puedo ganar.

    Repetí la estrategía pero quise hacer un cambio de último segundo, en vez de saltar, me agaché pero la patada baja que pulsé no salió.

    --¡NO!--

    --Muere, bastardo-- Sacó la lengua Eli.

    Con un combo simple me dejó con una pequeña raya de vida. Ahora sí que estoy que me desmayo, si me hace al menos un movimiento especial, me gana, no importa si me cubro o no y si salto puede usar ese ataque de la palma... No... Hay algo que puedo hacer pero es muy arriesgado... Lo intentaré.

    Retrocedí unas veces cuando Eli se puso a reir, usará la navaja para acabar conmigo. Yamazaki corrió hacia mi personaje, lo va a usar, usará el maldito ataque de los navajazos... Great.

    Como adiviné, Eli acercó lo suficiente su personaje al mío y uso el movimiento, en ese momento creo que se dio cuenta de mi plan por la cara de miedo que puso, di un paso atrás e hice el especial de Ryo que borra un 75% de la vida del oponente si es un "counter".

    --IKKI...-- Me paré en el sofá, todo parecía estar en camara lenta y las voces se volvían gruesas.

    --NOOOOOOOO...-- Gritó como hombre.

    --HISSATSU!!!--

    El golpe impactó contra mi rival y de una sola acabé con su barra de vida. Gané la partida saliéndome así del empate, fue un gran juego, la verdad. Me senté aliviado con el control a mi lado, debería hacer este tipo de retos mucho más seguidos. Miré a Eli, tiene los cachetes inflados.

    --Hiciste trampa-- Me dijo.

    --No, no lo hice--

    --Sí lo hiciste-- Se cruzó de brazos.

    --Fue justo haber ganado de esa forma-- Me le acerqué un poco --Pero no te sientas mal, en verdad me asustaste-- Reí.

    --Lo sé-- Se recostó a mi lado --Estaba muy emocionada--

    Me dejé llevar un poquito y posé mi barbilla encima de su cabeza mientras miraba el anochecer por la ventana. Eli también volteó allí y juntos admiramos los edificios junto al color del cielo. La sentí suspirar a lo que me abrazó por la cintura y me apegó consigo.

    --Es una hermosa vista, no crees?-- Preguntó calmada.

    --Sí... Aunque quisiera vivir en un sitio más calmado y sin tantos edificios--

    --¿El campo?--

    --Bueno, ni tanto así-- Suspiré a la vez que acariciaba su cabello --Un pueblito sería lo ideal--

    --Me gusta la idea... ¿Es unos de tus planes futuros?--

    --Claro, es solamente uno--

    --¿Cuáles son los otros?--

    --No lo sé...-- Murmuré.

    --Hijos... Pensaste en eso?--

    --¿H-Hijos...?-- ¿De dónde sacó eso? --Oye... Se ha hecho tarde-- Intenté cambiar el tema --Te acompaño a la parada--

    --Cierto, eso... Roland, espero que no te molestes pero... ¿Puedo quedarme aquí esta noche?--

    --Repite...--

    --Quiero quedarme a dormir esta noche, en mi bolso tengo ropa, puedo?--

    --N-No sé-- Me rasqué la nuca. Estoy tan confundido --Es primera vez y...--

    --Seré gentil-- Me abrazó más fuerte --Lo prometo--

    --Esa no es la frase apropiada--

    --Por favor, te lo pido, es algo simple...--

    La miré a los ojos, es imposible para mí decirle que no a tal mirada. No puedo negarme, solo me queda decir que sí, aparte, ya está algo oscuro y no es tan seguro allí afuera... Sobretodo si se trata de alguien tan hermosa que vive en las afueras de Florencia... Al diablo, me arriesgaré.

    --Ok... Puedes quedarte a dormir--

    --Eres tan... Ugh-- Apretó mucho más fuerte que antes y recostó su cabeza en mi pecho --Gracias, gracias, gracias-- Repitió --No te arrepentirás, ya lo verás--

    --Eso espero...--

    --¿Qué significa eso?--

    --Nada, un chiste--

    --No me pareció gracioso--

    --Porque me salió mal--

    --Ah...--

    Miramos otra vez por la ventana a observar el anochecer, algunas estrellas empezaban a mostrarse entre las nubes, el frío estaba allí como todos los días y las gotas de... Lluvia? Eso es nuevo, no es temporada de lluvia todavía. Eli me miró a los ojos y dejó su control en el piso.

    --Amo la lluvia--

    --Yo igual... Pero no es época--

    Eli me sonrió --¿Y? Esa es la mejor parte--

    --Solo espero que no se ponga más frío de lo que está--

    Estuvimos allí sentados por unos minutos, no sé cuántos exactamente pero esto es tan relajante. Me recuesto un poco del mueble con Eli encima escuchando las gotas de lluviar golpear la ventana de mi apartamento. Aún sigo un poquito entusiasmado porque se haya quedado, ¿qué hago para hacerla sentir cómoda?

    Bostecé y acomodé mis brazos en caso de que la esté apretando más de la cuenta, hmm... No soy bueno en esto la verdad. But hey! Estoy haciendo lo posible, no es así? En eso Eleonor se medio levanta con la cara algo roja y me mira.

    --Quiero pedirte algo más--

    --Lo que sea-- Sonreí.

    --Cierra tus ojos un momento, por favor--

    Obedecí su petición y cerré mis ojos, de a poco siento que se mueve encima de mí como intentando pararse por lo que aparté mis brazos, ahora que me doy cuenta, no he soltado mi control. Allí me quedé sin poder ver nada a lo que unos cuantos hilos acarician mi rostro, allí sentí un poco de presión en mis labios y respiración sobre mi nariz. Abrí los ojos y observé su cara, me estaba besando.

    Una sensación de ansiedad llenó mi pecho, era como si quisiera salir de mí, en eso se separó y me observó, en su hermoso rostro se dibujaba una sonrisa.

    --¿Te gustó?-- Preguntó inocente.

    --Sí... Mucho--

    --Entonces te gustará esto-- Se arregló el cabello y se recostó arriba de mí --Abre un poquito la boca, no mucho, como una callada "a"--

    De nuevo seguí sus instrucciones a lo que me tomó por la barbilla para darme otro beso. Esta vez era muy distinto, el beso era algo un poco mas... personal... No puedo explicarlo. Unos segundos luego, su lengua entró en mi boca hasta tocar la mía, parecía estar jugando con ella. Imité su movimiento entrelazando así ambas lenguas. La abracé hacia mí sin detener el beso cuando ella me apartó unos centímetros.

    --¿Hice algo mal...?--

    --No-- Se rió --Creo que podemos seguir un poco más-- Acarició mi frente --¿Listo?--

    Tragué saliva algo nervioso --Sí... Estoy listo...--


    (NOTA: Debido a que el siguiente capítulo trata de esta clase de encuentros, sólo que un poco más desarrollado, lo pondré en el blog que fanficslandia me provee. Lo mismo va para los capítulos 27 y 28 y un trozo del final del 14)
     
    Última edición: 13 Septiembre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Roland
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    33
     
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    1793
    ---CAPÍTULO 12---
    ---Sólo Besos---



    Se me abalanzó encima haciendome ojitos, puse mi control en el piso y tragué saliva. ¿Piensa hacerlo? ¿qué hago? Su cuerpo está muy cerca del mío, su camisa roza con la mía y sostiene mis hombros contra el mueble para no dejarme ir. Pestañea lentamente mirándo mis labios a la vez que veo los de ella, me dan ganas de probarlos otra vez. Acerco un poco más mi cara hasta que la punta de nuestras narices se tocan, su dulce perfume comienza a nublar mis sentidos.

    Llevé mis manos a su cadera y desde allí subí hasta un poco más abajo de los hombros sintiendo cada una de sus curvas. Si piensa hacerlo ahora no me contendré. Dentro de mi pecho siento una cantidad de adrenalina que quiere salir y hacerla mía.

    Lentamente Eleonor frotó su mejilla a un lado de mi cabeza, juro que la escucho ronronear como una gata, apretó mis hombros y besó mi cuello, corriente sentí pasar por todo mi cuerpo, una sensacional experiencia. Hundo mi rostro en su cuello también y doy leves mordidas, Eli arqueó su espalda liberando un gemido.

    Acaricio su espalda sin parar las mordidas, creo que esto le gusta. Al final terminó recostándose encima de mí dejándose llevar por mis caricias improvisadas. La verdad no tengo idea de lo que hago, solo repito lo que he visto en las películas. Sentí como lentamente llevaba una de sus manos hasta el final de mi franela y la metió por debajo acariciándo mi pecho a la vez que comenzaba a frotar su entrepierna con la mía.

    Allí pareció darse cuenta de lo que hacía y se detuvo, se separó un poco de mí y miró mis ojos apenada.

    --Solo besos esta vez, Roland-- Murmuró --Luego tendremos tiempo para esto-- Sonrió. Me desabotonó la franela poco a poco hasta dejar mi pecho descubierto.

    Con ella aquí puedo ignorar el frío de la noche y la lluvia por todo el tiempo que quiera. Medio levanté mi cuerpo y la abracé afincándo mi rostro contra su pecho para así escuchar los latidos de su corazón.

    Eleonor se empezó a reir y tomó mi rostro gentilmente --Eres como un niño-- Acercó sus labios a los míos plantándome así nuestro segundo beso de lengua --Te amo, Roland-- Confesó.

    --Te amo, Eleonor-- Dije continuando el beso.

    Allí nos separamos un poquito revelando el único hilo de saliva que nos mantenía conectados al otro. Eli se fue subiendo la camisa de una manera que solo puedo describir como sensual mostrándome su sostén verde. Si llamar mi atención era lo que quería pues ya lo obtuvo desde que empezamos esto. Compartimos otro beso entrelazando nuestras lenguas.

    Acaricié su ombligo con mis dedos a lo que ahogó sus gemidos en el beso. Con mi otra mano acaricié su espalda provocando que se arqueara otra vez. Esto que siento ahora mismo no puedo explicarlo, mis pensamientos son interrumpidos con su imagen y pierdo la nocion del tiempo, puede que estuve pendiente de todo los primero 15 minutos, pero después de eso pudieron pasar horas sin darme cuenta.

    Por descuidados caímos al piso, el mueble era muy pequeño. Por suerte me aseguré de caer primero para que no se lastimara, la dejé a mi lado mientras nos reíamos por lo sucedido y mirábamos el techo. Fue divertido... Muy divertido, debo de hacerlo mucho más seguido. Vi a Eli, tenía una sonrisa que no se la quitaba nada en el mundo, junté mi cabeza a la de ella y juntos nos quedamos mirándo el techo.

    ----------------------------------------------------
    CENSORED -- CENSORED
    ----------------------------------------------------


    --Ya ya ya-- Repitió intentando ser seria --Me hacías cosquillas--

    --Perdón-- Tallé mis ojos.

    --Ay, ya es muy tarde y tienes sueño--

    --No, puedo aguantar, no quiero dar una mala imagen--

    --No la diste, estamos desde las seis de la tarde en esto--

    --¿De verdad? Me pareció tan poco tiempo--

    Nos levantamos del piso y limpié mi pantalón. Ambos suspiramos viéndonos a los ojos, la adrenalina no se iba pero si seguíamos ibamos a terminar en la cama completamente desnudos y no quiero obligarla a eso. Le di una de mis toallas y la vi entrar al baño, movía la cintura de un lado a otro con mucho estilo.

    Me quedé allí tratando de nivelar mi respiración. No puedo creer lo que hice segundos, estabamos tan metidos en lo nuestro que la hora pasó volando, pudo amanecer y no nos hubiesemos dado cuenta sino hasta que a uno de los dos nos diera hambre. Escucho que abre la llave y el agua golpea el piso. Me da tiempo de preparar algo ligero para comer... Ya sé!

    Corrí hasta la nevera y vi el chocolate que mi hermana me había regalado como mensaje de disculpas aquel día. Saqué el dulce, estaba frío y duro por lo que usé un poco de fuerza con el cuchillo hasta picarlo por la mitad.

    --Hmmm...--

    Escuché a Eli gemir en el baño y luego silencio, dejó de moverse, ¿cómo lo sé? El agua del baño se escucha como si no golpeara nada mas que el suelo. No voy a tocar la puerta, es su momento de privacidad y no debo interrumpir.

    --¿Roland...?--

    --¿Si?--

    --Esto... ¿me escuchaste?--

    Asentí --¿Escuchar qué?--

    --Nada... Nada... Me estoy bañándo--

    Me reí un poquito. Guardé el chocolate en la nevera para que no se derritiera. Al minuto salió Eli del baño cubierta por la toalla, se veía feliz, aparte, en su rostro se veía que quería decirme algo pero no sabía cómo hacerlo, de pronto asintió y se dio la vuelta. No entendía hasta que lentamente fue descubriendo sus hombros, luego la espalda y un poco de sus nalgas, mostró casi todo su delgada y hermosa figura. Me miró de lado con una sexy sonrisa y los ojos entrecerrados.

    --Con esto te haces una idea de lo que viene después--

    Mi corazón saltó un latido y volvió con fuerza, se formó un bulto en mi pantalón y me di la vuelta cosa que la hizo reír demasiado. Fui caminándo como un cangrejo hasta la nevera y saqué la mitad del chocolate, me le acerqué para darselo en la mano.

    --Toma...-- Me abrazó.

    --Muchas gracias, que amable eres--

    --No hay de que--

    --Voy al cuarto a cambiarme, no espíes-- Bufó antes de cubrirse por completo e irse dando saltitos a mi cuarto. Entré al baño.

    ----------------------------------------------------
    CENSORED -- CENSORED
    ----------------------------------------------------


    --Gracias...--

    --De nada-- Me miró algo alegre --Te escuché, ¿Pensabas en mí?-- Se mordió el pulgar sin separar su mirada de mis ojos.

    --Yo también te oí, no digas nada--

    --¡Dijiste que no!-- Se ve tan hermosa cuando se enfada.

    --Para que no te de pena-- Me enrollé el paño por la cintura y salí para abrazarla y darle otro beso, sus labios ahora saben a chocolate.

    --Cambiando de tema-- Afincó su cintura a la mía --¿A qué hora es la cena con tus padres?--

    --Bueno... Debido a que es una cena y contando que sigan con su costumbre... Creo que a las seis de la tarde, iremos un poquito temprano para ayudar con la comida--

    --Muy bien... Buenas noches-- Me besó una última vez y se fue a mi habitación a dormir. Me despedí igual pero entre a mi cuarto para sacar mi ropa para dormir y salir, al vestirme me comí lo que quedaba del chocolate y me acosté en el sofá. Miré el techo pensando en lo de hoy.

    No creía completamente lo que ocurrió, fue tan espectacular que me quedé con las ganas de seguir el acto. Metí las mano en mis bolsillos para evitar el frío, no paro de pensar en ella, pero lo que me asusta es pensar que pueda aprovecharme del momento y hacerle algo que no quiera. Me giré pensativo en esto. Hasta ahora lo único que tengo planeado es hacer lo que ella me pida, lo mejor es no pedirle nada y así evitar algo que sea malo, por así decirlo.

    Apagué el televisor y la consola. ¿Qué podría pedirme ella mañana? Cuando despierte tendremos tiempo libre suficiente hasta que saliesemos para la cena. ¿Seguiremos con los besos? No es que no me hayan gustado, me fascinaron pero... ¿y si pide algo más... serio?

    --¿Estás bien?--

    --¿Eli?, ¿cuánto tiempo llevas ahí parada?--

    Se recostó del sofá --Unos segundos, me paré a ver si dormías ya--

    --No, todavía no--

    --Obvio, estás en el mueble-- Regañó --Ven, duerme en la cama--

    --Pero la estás usando...--

    --¿Y?-- Arqueó la ceja --Te morirás de frío y dudo que tu familia quiera eso--

    --¿Segura?--

    --Claro-- Me extendió la mano y la tomé para luego caminar hasta mi cuarto, la cama tenía una almohada que la dividía en dos partes --Así puedes elegir tu lado-- Sonrió.

    --Gracias--

    --No me lo agradezcas, es tu casa después de todo--

    --Por cierto... ¿por qué usas una de mis camisas?--

    --Olvidé la mía en casa, tonta yo-- Se tiró a un lado de la cama --Duerme--

    --A eso voy-- Me senté en la orilla y me recosté --Buenas noches--

    --Buenas noches, Roland--

    Apartó la almohada para darme otro beso de lengua. Fue perfecto para terminar el día si no fuese por la duración de este. Nos quedamos allí sin detener el beso, al rato Eli estaba completamente arriba de mí, la idea era dormir pero ahora solo quiero continuar. Acaricié con mis dedos sus muslos hasta llegar a su braga, ahí me detuve por miedo, al menos Eli no se dio cuenta.

    --Te amo tanto, Roland--

    --Yo también te amo--

    --No quisiera que lo nuestro se terminara nunca-- Confesó a la vez que soltó unas lágrimas, allí me detuve.

    --N-No llores...-- Se las sequé.

    --Pero es verdad, no quiero que esto acabe-- Nos besamos otra vez.

    Esa noche solamente nos besamos. Ambos teníamos ganas de avanzar pero dejamos en claro que hasta ahí llegaríamos, que no era el momento, que bueno que ambos entendimos y nos limitamos. Al igual que ella, yo tampoco quería que esto terminara y verla llorar de verdad que me dio en el corazón. Una hora habíamos pasado cuando Eli recostó su cabeza en mi pecho hasta caer dormida. Acaricié su cabello para al final dejarla así y dormir yo también.


    (NOTA: Disculpenme por haber hecho la maldad de censurar algunos párrafos. Es que no quiero caer en problemas con el reglamento de la página. Pueden verlo en el blog. Si hay algún problema con el capítulo, haganmelo saber)
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    1738
    ---CAPÍTULO 13---
    ---Vándalos---


    ----------------------------------------------------
    CENSORED -- CENSORED
    ----------------------------------------------------


    --Roland-- Me llamó --Despierta, son las siete--

    --¿Ah?-- Al abrir mis ojos me doy cuenta que todo había sido un sueño, que suerte --B-Buenos días... creo--

    --Eres tan hermoso cuando duermes-- Fue a darme un beso a lo que lo esquivé girando a un lado --¿Qué pasa...?--

    --Nada... Es que... soñé algo feo--

    --Esa no es excusa-- Tomó mi rostro para darme el beso de todas formas --Y no creo que sea tan feo si tienes tal erección-- Bufó.

    Nos levantamos y abrí la cortina del cuarto, hay un leve olor a húmedo en el aire. Suspiro mientras camino a la cocina, allí Eli me esperaba en la mesa con el desayuno hecho. Comí a su lado y cuando terminamos, ella se levantó a mirarme.

    --Saldremos por un rato--

    --¿A dónde?--

    --A una tiendita por ahí, los precios son muy buenos--

    Salimos como una pareja normal, en este momento me pongo a pensar en la incomodidad que me daba al ver a esas personas agarradas de las manos dándose besos sin estar pendiente del camino. Y por lo que veo, Eli no me suelta, ¿habrá alguien por ahí mirándome y pensando lo mismo que yo pensaba?

    Esperamos en la parada hasta coger un bus que por primera vez había visto, Eli fue quien me guió. No fue un largo viaje, duró un poco, sí, pero no lo suficiente, ella avisó para que nos dejara frente a una tienda casi en la salida de Florencia que nos conecta con Malaise.

    Estaba algo desolado, habían un par de vehículos en el estacionamento y otro cargando gasolina. Mi pareja me hizo señas para seguirla cosa que asentí y obedecí. Entramos a la tienda, había una estación de Jazz puesta en la radio, un ritmo hipnotizante.

    --Por aquí-- Me tomó de la mano hasta uno de los pasillos frente al estante de dulces --Toma lo que quieras, yo me encargo de lo demás--

    Se fue a otro lado. Veo el anaquel frente a mí y me pongo a pensar. ¿Qué puedo tomar? Hay caramelos, cereales, galletas, etc... Creo que serán cereales, ya se me acabaron en casa, y unas galletas también, hace semanas que no como unas... ¿Debería comprar más? No sé si Eleonor quiera quedarse en casa esta noche otra vez.

    --Buenos días-- Se paró un oficial a mi lado a ver los productos --¿Todo bien?--


    --Sí, pensando que llevar--

    Allí se quedó tomando unas cuantas cosas, yo solo agarré lo mío mientras miraba a los lados esperando ver a Eli, ¿a dónde habrá ido? Caminé por la tienda de un pasillo a otro buscándola hasta que la encontré en el quinto pasillo hablando por teléfono.

    --Estoy con él... Claro, no pasará nada--

    --Eli--

    --¿Ah?-- Se volteó y colgó --Ahí estás-- Sonrió --¿Ya tienes lo que querías?--

    --Sí, eso creo... ¿quién llamaba?--

    --Eso... Mi madre, es que no le avisé que dormiría en tu casa--

    --Mal hecho--

    --¿Verdad que sí? Como sea, ¿pagaste?--

    --A eso iba--

    --Sabes...-- Posó su mano en mi hombro y abrió un poco la bolsa --No es mucho... Pero podemos hacer algo con eso--

    --¿Qué cosa?--

    Observé como el policía de hace rato se asomaba desde el otro lado, nos miraba con sospecha, ¿acaso cree que somos algún tipo de vándalos? También me doy cuenta que el dueño de la tienda se asoma de igual forma desde su mostrador y eso me pone nervioso, seguro que es un malentendido.

    En un instante Eli se posiciona frente a mí y señala la salida del local el cual está a unos 4 o 5 pasillos, espero que no esté pensando lo que yo creo que piensa. Sacó una bolsa blanca de su bolsillo y cogió una parte de la mía.

    --No te me acobardes ahora-- Déjà vu...

    --¿Qué?--

    --¡Ahora, Roland!--

    Eleonor salió corriendo hasta la salida serpenteando a las pocas personas que habían allí. Me quedé paralizado, ¡está robando la tienda! ¿qué mierda hago? ¡me llevarán preso!

    --Detengase ahí-- Gritó el oficial.

    --Que no se escape-- Dijo el dueño frente a la registradora.

    Se me congelaron los dedos de las manos, no me dejaré atrapar, no quiero terminar detenido en ningún lado. Respiré hondo y corrí como nunca antes había hecho, incluso ignoré la punzada de dolor en mi nuca. No sé cómo lo hice, pero esquivé a todos y salí del local sin soltar la bolsa. Genial, ahora soy un fugitivo. ¿Por qué creo que tengo una estrella encima de mi cabeza?

    Al salir recuerdo que estamos en una de las salidas de la ciudad y que estamos rodeados de árboles, ¿a dónde voy a correr? Al mirar a los lados veo que Eli está corriendo por la carretera a lo que me hace señas para seguirla, ¿de verdad? Ahí escuché la puerta del negocio y al oficial que exigía que me detuviera.

    No vi de otra más que correr con ella. Se me dificulta tanto alcanzarla, ahora me doy cuenta que es muy rápida, espero que el policía se haya rendido cosa que no creo. Medio miré hacia atrás sin detenerme, allí está, persiguiéndome.

    --No... No se ha rendido...--

    Aceleré más de lo que podía, ¿a dónde voy a correr? Estamos en medio del maldito bosque, es cuestión de tiempo que saque un arma y me dispare en la pierna para arrestarme... No, no exagero, de verdad que lo creo.

    Eleonor se metió en un caminito de tierra, claro, yo también lo hice. Árboles por todos lados, eso es lo único que veo aparte de la abundante vegetación y el vivo color verde que me rodea, a duras penas puedo seguir a Eli entre las plantas. Aún no suelto la bolsa.

    --¡Eli!-- Me detuve al perderla de vista --¿En dónde estás?--

    Por sorpresa me agarró por la espalda tapando mi boca con fuerza y así silenciarme. Eli me hizo una seña para que me callara, que me quitaría la mano, al hacerlo inhalé hondo y la miré molesto.

    --¿¿¿Sabes lo que acabas de hacer???--

    --Sí-- Dijo sonriente --Robamos una tienda--

    --¿Crees que es un chiste? ¿Y si terminamos preso?--

    --Solo espero que hagan una excepción y nos pongan en la misma celda--

    Mi respiración es rápida y el corazón me va a mil --Estoy asustado ya--

    --Es la adrenalina-- Aseguró --¿Has hecho algo similar antes?--

    --No, nunca salí de casa a no ser para cumplir mi rutina--

    --Eso es perfecto--

    --¿Qué quieres decir?--

    --No has hecho esto porque tenias una rutina que no cambiabas, verdad?--

    --Sí, es cierto--

    --Y estoy muy segura que querías hacer algo distinto para salir de ese bucle--

    --Eso también... es verdad--

    --Ahora...-- Suspiró cansada --¿Cambió esa rutina el día que me conociste?--

    La miré a los ojos, tiene mucha razón. Estuve casi toda mi vida metido en el apartamento sin hacer nada más que ver las noticias, desayunar, jugar y salir a la calle, era una costumbre muy simple después de ver el sol, llegaba a casa de mis padres a escuchar lo que sea que tengan que decir para luego irme a RetrO's.

    Y así cada día... Hasta que la conocí al instante que me propuse salir de ese molde. Desde ese entonces todo ha sido distinto e inesperado, la invité a una cita... Luego se quedó en mi casa por una noche, nos besamos y ahora estamos aquí, escapando de un oficial de la policía porque robamos algo... Ha sido emocionante. ¿Será por eso que sospeché que las cosas iban muy rápido?

    --Es verdad-- Sonreí satisfecho --Todo cambió el mismo día que te conocí, Eli--

    --Es lo que quería oír, Roland-- Se recostó de mi hombro, está sudada de tanto correr --Esto es emocionante--

    Me besó a un lado de los labios, incluso aquí puedo escuchar su corazón palpitar con fuerza. Estoy cansado, pero aún así seguí su beso, no quiero dejarla mal. Ha pasado tanto en el poco tiempo que nos llevamos conociendo. La abracé contra mí.

    --¡Las manos donde pueda verlas!-- Se apareció el policía de entre los matorrales --Quedan detenidos por robo--

    --Mierda-- Maldije --Hasta aquí llegamos--

    --No se muevan-- Nos apuntó con el arma mientras sacaba las esposas.

    --Oficial-- Me levanté con las manos arriba --Ella no hizo nada, yo la obligué--

    --Callese y mantengase en el piso con las manos sobre la nuca--

    --Pero es verdad-- Me asustaba cada vez más, incluso estoy sorprendido de no haberme caído o desmayado.

    --Le dije que al suelo--

    Se me acercó de forma amenazante y levantó su arma con intención de golpearme, me cubrí la cara con ambas manos pero el golpe nunca se dio, solo escuché al policía reírse junto a Eli, abrí mis ojos. ¿Era una broma?

    --Que valiente ese novio tuyo--

    --¿Qué pasa?--

    --Es mejor hombre que tú, Evan-- Se burló Eli.

    El policia se quitó la gorra junto a los lentes --Como sea, mejor regresemos a la tienda, tu tío debe estar muriéndose de la risa--

    --Esperen... ¿era un chiste? ¿ustedes se conocen?--

    --Claro-- Eli asintió --El es mi primo Evan, y el dueño de la tienda es mi tío Rony--

    --Un gusto conocerte, Roland--

    Los tres caminamos por la carretera hasta llegar al local, allí estaba su tío esperándonos en la puerta con una sonrisa. Esto es tan extraño, estaba muy emocionado hace unos minutos, creí que terminaría preso.

    Estuvimos dentro por un largo rato conversando sobre nuestras familias y costumbres, incluso almorzamos allí, es como si su tío viviera en la tienda. En eso entró el tema de la invitación de mis padres a una cena y les fascino la idea de que Eli fuera conmigo, que de esa forma podríamos aprovechar de conocernos mucho más.

    Al terminar de comer, Evan se ofreció a llevarnos en su coche patrulla hasta mi apartamento junto a Eli, al parecer trajo más ropa para cambiarse en casa. Con lo que sucedió hoy, mis espectativas del día han subido tanto que estoy seguro que las cosas saldrán bien en la cena... Siempre y cuando mis padres no me hagan pasar pena, claro.
     
    Última edición por un moderador: 15 Septiembre 2017
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  14. Threadmarks: C14 - La Cena
     
    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Roland
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    Total de capítulos:
    33
     
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    2995
    ---CAPÍTULO 14---
    ---La Cena---


    Llegamos a casa de mis padres a eso de las 5pm luego de que su primo Evan nos dejara en mi casa. La idea fue llegar temprano para ayudar con la cena, mi hermana iba a estar allí porque según el mensaje que me envió hace como una hora, tenía muchas ganas de hablar con Eleonor y "amenazarla" en caso de que me haga daño como salir con otro hombre.

    Eli ayudó a mi padre a arreglar la mesa junto a mi hermana mientras que yo cocinaba con mamá. Finalmente la vida me había sonreído después de tantos años de mantenerme en aquella obscuridad llamada soledad. Ahora me río de las cosas que me contaban, entiendo las razones que tienen las personas y las llevan a hacer cosas por los otros.

    Lo mejor de todo es que ahora veo que mi família sí me ama y que estarán allí para apoyarme, no esa mentire que hice para alejarme. Mamá me dio una olla con sopa para que colocara sobre la mesa, al llegar estaba Megan hablando con Eli y se calló al verme llegar.

    --¡Hijo!-- Saludó papá a lo que me dió una cerveza, como mi hermana sabe, yo no bebo, pero no quiero rechazarle algo a papá, la tomé --Eleonor es tu mujer perfecta-- Bufó.

    Eli se sonrojó, desde aquí lo veo --No lo diga de esa forma, señor, me da algo de pena--

    --No hay de qué apenarse-- Comentó mi hermana --Después de todo ya somos algo así como família-- Le dio un leve empujón.

    --Gracias, Megan, me gusta escuchar eso--

    Dejé la olla en la mesa y volví a la cocina. Mi madre está algo callada, me miraba y se daba la vuelta, traté de meterme en su campo de visión a lo que ella me abrazó con tanta fuerza que casi me ahoga.

    --Mi hijo ya es un hombre-- Dijo. ¿De verdad? ¿Es por eso? --No quiero pensar en que me vas a olvidar y te irás con ella--

    --M-Mamá-- Mire a los lados --No me iré a ningún sitio, ni siquiera he terminado la universidad--

    --Lo sé-- Se secó una lágrima --Pero nada me asegura que no desapareceras con ella--

    --Tranquila, mamá, no soy el primo George-- Acaricié su cabello --No me alejaré de nadie--

    Me apretó un poquito más --Mas te vale, Roland-- Se meseaba de un lado a otro --Quiero mis nietos--

    Me reí, allí va otra vez. El tema de los nietos la tiene a mil y no descanzará hasta abrazar al primero. Antes que nada voy a mantenerme a raya con este tipo de temas, aún debo acostumbrarme a mi relación con Eli ya que de vez en cuando siento que no hago algunas cosas bien. Solté a mamá para seguir con la comida, quiero pasar bien éste día.

    Terminamos todo en la cocina y repartí los platos en la mesa. Mamá se sentó entre papá y Megan por lo que el único espacio disponible en la circular mesa era para mí y Eleonor. Dimos las gracias por los alimentos y Megan sirvió la comida.

    --Dime, ¿qué te gustó en nuestro hijo?-- Papá fue el primero preguntar, creí que lo haría mamá pero se adelantó.

    --La primera vez que lo vi me encantó su timidez y...--

    --Entonces pensaste que era sumiso-- Interrumpió.

    --Papá, ya deja de decir eso--

    --No, Roland, tu padre tiene razón-- Tomó mi mano --Hay algo en él que me hace sentir maternal a su lado--

    --Eso es bueno-- Comentó mamá --Lo mismo ocurrió con su padre--

    --Marian, hablamos de ellos-- Papá se limpió con la servilleta.

    --No no, Edward, hay que estar claros que eras igual de sumiso o incluso más--

    --Uuuh... Papá era sumiso-- Salió Megan con su burla --Y tan macho que se ve--

    --Pero no solo eso-- Agregó Eli --Casi tenemos los mismos gustos y su personalidad me completa--

    --Mi hermanito tiene ese poder-- Se rió --Imposible no quererlo--

    --Por cierto-- Agregué --Con Eli a mi lado no me siento tan vacío como antes--

    --¿A qué te refieres?--

    --Mamá, papá-- Creo que sería mejor contarles. Dejé los cubiertos a un lado y miré a ambos --No se los dije por miedo, pero desde hace un buen tiempo que sufro de depresión-- Confesé --Sentía que todos me ignoraban porque no era alguien importante para ellos y...--

    --No sigas, Roland-- Papá me detuvo --Entre tu madre y yo sabíamos que algo te pasaba, nos extrañaba verte tan solo en tu apartamento sin realizar una sola llamada--

    --Sí, incluso con tus visitas veíamos que algo no nos cuadraba, estabas delgado y no socializabas mucho con nosotros, hace como unos meses te molestaste con tu padre por un simple error--

    --No fue mi intención, de verdad, sentía que la gente me apartaba a un lado para que no estorbara, mis amigos de la universidad solo preguntaban por mí para hablar de ellos y cuando quería explicarles por lo que pasaba... Ellos solo se iban--

    --Sabemos lo fuerte que es eso--

    --Pero ahora, justo cuando conocí a Eleonor-- Apreté su mano --Creo que puedo iniciar nuevamente y dejar esa tristeza para siempre, ¿no es así, Eli?-- La miré, ella se veía algo preocupada y luego me asintió para darme un beso.

    --Claro que sí, Roland, conmigo a tu lado podrás iniciar otra vez--

    --Sí que se ven hermosos-- Tomó una foto mi hermana --Listo, lo publico mañana--

    --Roland, el apartamento en donde vives es pequeño, ¿quieres que te busque otro?-- Sugirió papá --Pregunto para que haya espacio suficiente para ustedes dos--

    --Me gustaría, pero no sería justo... Aparte, no tenemos pensado vivir juntos todavía--

    --Tiene razón, eso se me hace muy rápido, señor--

    --Olviden eso de ser justos, te buscaré uno quieras o no-- ¿Entonces para qué preguntas? Sucedió lo mismo con mamá aquella vez que vine.

    --¿Estás seguro de eso?--


    --Pffft, tengo dinero de a cojones--

    --Ya deja ese lenguaje, Edward--

    --Pero es la mera verdad--

    --Pero no el comportamiento, ¿acaso quieres hacerle creer a Eleonor que criamos a nuestro hijo con malas palabras?--

    --No, por mí está bien, Marian--

    --Entonces es un hecho-- Dio una palmada al aire --Eleonor es família y todos por fin felices, que siga llegando la comida--

    --Es cierto, en la cocina quedó algo, ya la busco-- Mamá se retiró de allí en busca de las otras ollas.

    No fue tan difícil después de todo. Creí que formarían un drama con lo que dije pero todo estuvo normal, incluso me dijeron que ya lo sabían por la forma en la que me veían. Papá hasta me quiere buscar un apartamento para los dos sabiendo lo que le dijo Eli... cosa que para ella le parece rápido, irónico. Suspiro aliviado e inspecciono la mesa a la vez que espero la comida.

    Si de algo me di cuenta era de que Eli se ponía un poco seria con esa ligera expresión de preocupación cuando no me ve a los ojos, ¿le pasará algo? Dibuja un circulo con la punta de su zapato izquierdo en el suelo, si no está cómoda me lo debería decir, tal vez pueda hacer algo. Desde la mesa puedo ver la ventana de la sala, ahí me entero que está lloviendo con fuerza, seguro no me di cuenta porque la casa es de dos pisos con techo de bloque.

    Mamá llegó con la olla cosa que ayudé para ponerla sobre la mesa, es sopa, no soy fanático. Esta vez serví yo acompañado de papá, hasta ahora no se han dado cuenta que está lloviendo... Momento, si está lloviendo... entonces ni Eli ni yo podremos irnos y es mentira que Megan conducirá así en la noche.

    --Miren eso-- Papá señaló la ventana --Está lloviendo, no pueden irse así-- Se enteró, seguro nos pide que... --Mejor se quedan esta noche aquí-- Sip...

    --¿De verdad? Es que no queremos molestar a nadie-- Eli levantó sus hombros, ahora que lo veo, está actuando más... angelical...

    --Molestias no son-- Se rió mamá --Nos gusta tener invitados--

    --Menos al tío Yogi-- Bufó Megan, yo tampoco lo quiero.

    --Dormirás con Megan, Eli-- Ofreció mamá a lo que Eleonor negó.

    --No, dormiré con Roland--

    Me puse rojo, siento la mirada de todos en la habitación. Qué hizo, ahora me preguntarán muchas cosas apenas me encuentren solo. No quiero que se pongan a pensar en cosas locas debido a lo que dijo. Abracé de lado a Eli, me puse algo nervioso.

    --¿Dije algo malo?-- Me susurró a lo que le di dos toques en el hombro con mis dedos, espero haya entendido que fue un "no" --Uy...--

    Cambiaron la cara y sigueron con la comida. Nuestras conversaciones siguieron de tema en tema, papá nos habló sobre la nueva jefa en Clarity, la compañía en la que trabaja, ahora está bajo la supervisión de Yukino, una mujer que, según él, puede llegar a ser muy molesta. Mamá nos platicó del libro que terminaba de leer, se la recomendó a Eli cuando ella respondió que intentaba escribir uno, ese tema seguió como por media hora, papá, Megan y yo nos hacíamos señas para mofarnos de ellas dos.

    A pesar de que estaba frío por la lluvia, fue una cálida cena que nos subió el animo. Me limpié los labios con la servilleta y recogí los cubiertos de cada uno de ellos, pienso lavarlo todo hoy, es lo menos que puedo hacer por esta reunión. Eli me ayudó a pesar de las veces que le dije que podía hacerlo sólo, cuando acabamos, volvimos a la mesa de nuevo para sentarnos, papá se arreglaba la camisa mientras mamá platicaba con Megan, cuando nos vieron, mi hermana levantó la mano llamando a Eli.

    --¿Puedes venir conmigo?--

    --Esto... sí, sí puedo-- Me besó en la mejilla --Ya vuelvo, cariño--

    Las dos se fueron dejandome solito con mis padres, esto es malo, las preguntas llegaran apenas se metan en un cuarto. Mis padres se miraron a la cara y asintieron. Fingí demencia, creo que eso es lo mejor que puedo hacer y lo que muchos harían, no es así? Me giré a la izquierda en mi silla para salir pero mamá dio la vuelta y se sentó a mi lado. Que nervios. Me giré a la derecha intentando una vez más pero papá saltó la mesa y se puso a mi lado también. Que exagerado. No saben lo extraño que me siento con ellos dos quitándome la salida. Me llegan recuerdos de pre-escolar cuando no quería asistir a clases.

    --¿Cómo fue tu primera cita?-- Inició mamá.

    --No le preguntes eso-- Regañó papá, esto es como Discovery Kids --¿Ya lo hicieron?--

    --¿Qué...? No, no hemos hecho nada de nada--

    --¿Ni siquiera un beso?--

    --Sí, ya nos hemos... ¿por qué debo decirtelo, papá?--

    --Yo también quiero saber--

    --Mamá...--

    --Tal vez quiere llegar virgen al matrimonio--

    --Pa, creo que exageras mucho-- Ahora soy un ventilador que mirá a ambos lados.

    --La verdad es que yo lo estoy creyendo igual, no es que sea nada malo, claro-- Se rió mi madre y me tomó de los hombros para agitarme --¡Mis nietos, Roland!--

    Papá me hizo lo mismo --¡Yo igual!--

    --Me están mareando...-- Los detuve --Creo que Eli me llama, ya vuelvo-- Hice otro intento de irme pero me detuvieron nuevamente.

    --Dejalas con su charla de chicas, esto es con nosotros tres--

    La cantidad de preguntas que me hicieron eran incontables e irespondibles, me tranqué muchas veces porque no quería responder a nada, tengo pena... mucha pena. Eli no llegaba y esta sesión de preguntas me mata. Ay, lo que daría porque me diera un horrible dolor de cabeza, solo tengo la punzada pero nada más. Ni siquiera en un hentai hay tal cantidad de preguntas sexuales hacia una persona.

    ¿Qué es lo peor de todo esto? Los relatos que empiezan a contarme sobre la vez que se conocieron, luego cuando tuvieron su primera cita y la forma menos explicita de la tercera en casa de papá. Solo espero que no me agarren mucha confianza uno de estos días y me lo cuenten todo sin secretos. Allí me quedé asintiendo y riendo para darles a entender que les presto atención.

    Eli llegó con Megan, que suerte. Me abrazó --Volví, ¿me extrañaste?-

    --Sí, un poco--

    --Ya que estás aquí-- Se levantó mi madre --¿Dijiste que dormirías con mi Roland, no?--

    --Eso dije, ¿no se puede?--

    --Claro que se puede-- Sonrió --Arriba está la habitación de Roland, la cama es muy grande para los dos--

    --Muchas gracias, con eso me basta--

    Me tomó de la mano y corrimos escaleras arriba, en el camino me despedí de ellos. Le enseñé mi habitación, me sorprende que no le hayan movido nada, la alfombra verde sigue en su puesto, mi cama es igual de grande como la recordaba y aún están los tres posters de videojuegos que compré para mi primera consola. Todo sigue ahí.

    Eli caminó a paso lento por el cuarto mirando cada esquina. No es como el de mi apartamento en el que me tomé un poco más de libertad, aquí no hay revistas o muñecos, aparte, lo que extraño es el televisor donde veía los estrenos cuando era niño. Recuerdo que siempre me escondía bajo la cama cuando llegaba de la escuela a leer las historietas que compraba a escondidas de mis padres. Sí, cuando mis antiguos amigos me invitaban a todos lados... ahora todos ellos se fueron de la ciudad a vivir sus vidas... Como sea. Respiré profundo oliendo ese nostálgico olor en mi cuarto, es algo así como la tapa de un libro nuevo.

    --Me gusta... aunque le falta algo-- Dudó ella a lo que me vio --Se siente un poquito simple--

    --¿Eso crees?-- Miré los alrededores, para mí está completo.

    --¿Cuándo empezaste a vivir en el apartamento?--

    --Cuando toqué los 15 años--

    --¿Cómo...? ¿Tan joven así?--

    --Sí, fue decisión mía--

    --Segura que eras un hombrecito-- Me abrazó de lado y se tiró a la cama --Vamos, ya es tarde--

    Asentí, me quité los zapatos y me acosté a su lado, en eso me sugirió que durmiera como si fuese mi apartamento. No entendí a la primera por lo que ella me dio un ejemplo, se quitó el pantalón menos la camisa quedando con su ropa interior debajo. Seguí su juego solo que me quedé en shorts y camisa, con el frío nos acurrucamos cara a cara, sintiendo su cálido aliento en mis labios. La besé con calma.

    --Un momento-- Me detuvo riendose --Antes de eso, ¿qué te dijeron tus padres? ¿algo sobre mí?--

    --No, no me preguntaron nada todavía... ¿y tú? ¿qué te dijo Megan--

    Cambió la cara pero unos segundos más tarde volvió a mostrar su sonrisa --Nada, cosa de chicas-- Me besó como intentando olvidar el tema --Roland--

    --¿Si?--

    --Solo besos, vale?--

    La abrazo con un poco de fuerza como para que no escapara a la vez que empezamos con los besos. Fue exactamente como anoche, me hechizaba con cada baile de nuestras lenguas, sus leves caricias en mi costado provoca un hormigueo por todo mi cuerpo que no deja pensarme con claridad. Yo también quiero hacerla sentir bien como ella a mí. Paseo una de mis manos desde su espalda hasta el muslo donde aprieto un poco. Estabamos los dos de lado cara a cara en la cama y los besos serían lo único que ibamos a hacer esa noche.

    ----------------------------------------------------
    CENSORED -- CENSORED
    ----------------------------------------------------


    Fue suficiente por hoy, con una sonrisa en mi rostro me levanté de la cama, debo ir al baño a limpiarme. No fue malo, me gustó, la verdad... aunque sentí un leve sabor a salado, no sé, ¿será por la piel?. Me agaché para ver si debajo de la cama estaban las chanclas que usaba antes, ahí vi los píes de Eli, se había bajado de la cama, sigue un poquito temblorosa.

    --¿A dónde vas?-- Me preguntó molesta.

    --Al baño, voy a limpiarme la...-- Me cogió del cuello de la camisa para darme un beso de lengua, lo hizo incluso sabiendo lo que habíamos terminado de hacer, me estaba "limpiando" --¿Q-Qué hiciste...?--

    --Un favor-- Me pellizcó fuerte en el hombro --Te pasaste de listo--

    --Disculpa, no pensé las cosas, solo pasó--

    --Ok... solo pasó... nada más-- Bufó y me arrojó a la cama --Te la dejo pasar porque uno de estos días te haré lo mismo--

    --No-- Me negué de inmediato --No te juegues con eso, Eli--

    --¿Cómo que no? Tú me lo acabas de hacer--

    --Sí... pero es distinto... me da asco pensar en volverlo hacer--

    --¡¿Te dió asco?!--

    --N-No... digo, sí... ¡NO!-- Desvié la mirada --Ni sé cómo responder--

    --Mejor no pelear-- Suspiró seria --Tienes suerte que me da asco llevarme eso a la boca... digo, si lo hiciera y te besara es como si besaras tu propio...--

    --Ya sé, ya sé-- Interrumpí --Por eso no lo hago--

    --En fin...-- Se puso la braga --Ese regalito se adelantó un poquito-- Me dijo juguetona --Vamos a limpiarnos--

    Cuando regresamos del baño, nos volvimos a acostar. Solo nos dimos unos cuantos besos para luego ocultarnos bajo la sábana, aún sigo algo nervioso por lo que hice, salió bien después de todo pero es como si hubiese sido un gran salto, ¿me creerá un sádico? La miré, Eli parece estar pensando mucho desde que llegamos, de verdad que algo le preocupa, no quiero preguntarle nada ya que estamos a punto de dormir y lo menos que quiero hacer es que no duerma. Mañana le preguntaré, por ahora solo me enfocaré en no despertarla.
     
    Última edición por un moderador: 15 Septiembre 2017
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Roland
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    2282
    ---CAPÍTULO 15---
    ---180 Grados---


    Hubo algo en mi mente desde la medianoche que no me dejó dormir tan cómodo como siempre. No fue la punzada de dolor en mi nuca, de eso estoy seguro, es algo más... no lo sé... es una preocupación, una sensación que me dice que algo saldrá distinto hoy. El teléfono de Eli está encima de la mesita de noche al lado de la cama junto al mío.

    Escuché un crujido, alguien está abriendo la puerta de mi cuarto pero no puedo ver quién es, al segundo Eli se mueve y hunde mi cama, creo que va a algún lado, tal vez al baño porque no ha tomado su celular. Seguí con mis ojos cerrados ignorandolo todo, no creo que sea algo serio. Escucho la voz de Megan diciendo que hablarían en la cocina, cerró la puerta. Mis ventanas están cerradas y ocultas detrás de las cortinas, pero por suerte desde mi posición en la cama puedo ver que aún sigue lloviendo.

    --¿Todavía...?--

    Me doy la vuelta, es el frío perfecto para echarse una siesta que dure horas. Me acurruco sonriente en la cama con todo el espacio libre que tengo sin Eli, se escucha muy cabrón pero es la verdad. Pienso en lo de anoche y paso un dedo sobre mis labios, fue extraño, solo seguí lo que mi mente me decía que hiciera, no es que sea nada malo, ¿pero qué debió pensar ella? ¿le habrá parecido muy fuera de lugar? Me posiciono bocarriba mirando el techo sin más nada que pensar.

    Han pasado los minutos y Eli no llega, ¿qué tanto se tarda? Espero que Megan no le esté contando nada sobre mi niñez o mostrando las fotos del álbum. A pesar de mi distracción, puedo escuchar que hay un zumbido que se va y vuelve, cuando me giré, vi que era su teléfono, lo tomé, eran las 4am y tenía una llamada perdida de su madre. Tallé mis ojos, en un rato vuelve a llamar. Lo sostuve un momento esperando a que llamara otra vez y tener una excusa para ir a buscarla.

    La llamada llegó al minuto pero no respondí, me paré rápido para ponerme las chanclas y salir procurando no golpear nada en la oscurana. Por suerte conozco esta casa casi a la perfección, digo casi porque casi me llevo por delante un jarrón nuevo. Me guío con la pared para no equivocarme, las noches y madrugadas siempre fueron así de oscuras, ni siquiera un rayito de luz que me de una idea de por dónde voy. El pasamano de las escaleras es igual de frío que cuando era un niño... Mi dolor de cabeza se hace un poco más fuerte, la punzada me jugará una mala pasada hoy, ¿será por eso que tengo la idea de que algo malo va a pasar? Es como una mala vibra.

    La luz de la cocina está apagada pero siento la presencia de alguien allí, son ellas y hablan muy bajito, como compartiendose secretos. ¿Y si las asusto? A esta hora las mato del miedo, más si creen que están solas. El teléfono dejó de vibrar, olvidé que tenía una llamada para Eli, esto de olvidar cosas ya se vuelve algo molesto. Bueno, como ya no hay nada que hacer, me dedicaré a jugarles una broma, veré si arrojo algo. Rodee la cocina a lo que pude escuchar algo de su conversación, Eli parecía estar algo molesta, ¿qué pasa?

    --Disculpame, Megan, pero no lo seguiré haciendo, ya me preocupa mucho todo esto--

    --Mira, amo mucho a mi hermanito y haría lo que sea para que esté feliz, pero para eso necesito que sigas con lo que haces--

    Hablan sobre mí, y el asunto parece muy serio. ¿Qué clase de ayuda le exige Megan a Eli? Mi respiración se agita y me siento algo mareado, no creo que sea algo malo, tampoco creo que... no no no, no voy a pensar en nada malo, estoy seguro que ya saben que las vigilo y dicen esas cosas, sí, debe ser eso...

    --¿Acaso quieres más dinero? Puedo dartelo-- Fue lo que dijo mi hermana.

    --Olvídalo todo, Megan-- Negó --Ya me duele mucho haber conocido a tu hermano solo para darte información de él--

    --No puedes hacerme esto, Eli, no ahora--

    --No voy a seguir, ganate su confianza y que te diga él todo lo que pasa... no te diré más nada sobre Roland--

    Sentí un golpe en mi pecho, ahora me cuesta mucho respirar bien. Esta es una broma, me jugaron una broma, no puede ser posible que Eli le dijera cosas de mí a Megan, ambas no se conocían sino hasta la vez que me llevó a la cita... ¿no? Algo muy posible es que esto sea un sueño, eso es, por eso me siento algo ligero hoy.

    ¿Pero si esto es verdad...? Dijo que le dolía mucho haberme conocido nada más para hablarle de mí, entonces quiere decir que... no la conocí por cosa del destino... y esto está... ¿arreglado? Quiero irme tanto por el lado de creer que se trata de un chiste pero no sé cómo olvidar esto que oigo. Creo que sé cómo desmentir esto, el teléfono de Eli. Revisé la lista de contactos a lo que me topé con un nombre, "Megan-amiga" decía, no puede ser Megan mi hermana, de eso estoy seguro.

    Me pongo a revisar las llamadas realizadas y recibidas, hay una de esta llamada a la misma hora cuando estaba en la tienda de su tío, era de esa tal Megan. Juro... realmente juro que me había dicho que era su madre, tal vez se llama Megan también... ¿pero por qué el "amiga" al final? No solo eso, hay varias llamadas, una de hoy en la madrugada, otra de ayer en la noche, pero la que más me había llamado la atención fue una que llegó antes de siquiera conocer a Eli.

    Esto no me dice nada, las llamadas son solo eso, llamadas, charlas entre ellas, no pueden ser cosas sobre mí, es imposible! Ya sé, los mensajes, puedo revisar los mensajes mientras ignoro lo que se hablan ellas en la cocina. El primer mensaje que veo de ella fue leído hace como dos semanas según la fecha que me da la app.

    Megan: Necesito un favor tuyo.

    Eleonor: Que no sea ropa, ya me queda muy poca.

    M: Nada de ropa, esta vez es sobre mi hermanito, recuerdas lo que te dije sobre él?

    E: Que era muy solitario con la rutina de una máquina, sí, lo recuerdo.

    M: Bueno, este es el asunto
    M: Hay algo que me preocupa de él y quiero que lo descubras.

    E: Como quieres que haga eso?

    M: Hazte su amiga, no sé, pero quiero saber lo que le pasa.

    E: Quieres que lo haga ya?

    M: No, cuando tenga lista el horario de su rutina, te lo paso e inicias.

    E: Esto no me gusta mucho, es muy cruel.

    M: Lo sé, por eso hay que hacer que Roland no se entere de nada
    M: Se escucha muy mal, pero de verdad que necesito saber
    M: Te pagaré 2.000 Mastos

    E: Wow, eso es mucho XD
    E: Vale, te ayudaré porque necesito el dinero para comprarle algo a mi madre en su cumpleaños
    E: Pero ahora quiero saber algo
    E: Como piensas terminar este "plan" tuyo?

    M: Ya se me ocurrirá algo

    Y muchos mensajes más. También descubrí que se mensajeaban el día de mi primera cita, y cuando me la encontré en el centro comercial, otro el día que le presenté a Frederick... en cada momento que nos reunimos tenía un mensaje antes y después. El que más me llamó la atención fue el del primer día, Megan le había dicho que yo ya debería estar en RetrO's según su horario, ella confirmó.

    Todo estuvo arreglado, por eso se encariñó mucho conmigo, por eso me extrañaba que las cosas estuviesen llendo tan rápido. Cosas como estas nunca pasan... Me caí sentado apoyando la espalda de la pared cuando las escuché venir. Eli se asomó desde la pared cuando expresó miedo en su rostro, no esperaba verme ahí. Ya sabía yo el porqué todo me parecía ir muy rápido... estuvo arreglado... solo fue para sacarme información...

    --¿Roland? ¿D-Desde cuándo estás ahí?-- Sonrió nerviosa --Es muy temprano para que estés despierto, ven aquí-- Intentó levantarme a lo que aparté su mano con fuerza.

    --¡No me toques!-- Me llevé las manos a la cabeza a la vez que corrían lagrimas por mis mejillas --Me duele la cabeza--

    --¿Llevas tiempo ahí?-- Me dijo Megan.

    --Sabía... sabía que había algo--

    Eli observó a mi hermana a lo que la escuché susurrar --¿Nos habrá escuchado?--

    --¡SÍ!-- Me levanté dolido --Escuché todo y lo más que quiero creer es sea una mala broma--

    --Es que eso fue... de verdad, sabíamos que estabas allí--

    --No, esto me lo va a decir--

    --Mi teléfono, ¿por qué lo tienes?--

    Abrí la lista de contactos y marqué el número de mi hermana el cual me sabía de memoria, al cabo de unos segundos de haber pulsado el verde, en pantalla apareció que llamaba a "Megan-amiga", eran el mismo número, en eso sonó el suyo. Ambas se pusieron pálidas, sabían que no podían ocultar más ese secreto que descubrí de la peor forma. Los dedos se me pusieron fríos y mis piernas se congelaron en su sitio como cuando me daban esos dolores de cabeza horribles, el celular cayó al piso cuando bajaron mis padres apurados.

    --¿Qué pasa aquí?--

    --Le pagaron...-- Dije callado --Nunca fue una relación real...--

    --Roland, no digas eso-- Eli volvió a acercarse a mí pero la volví a alejar con rabia.

    --¡PUTA!-- Grité --Eso es lo que eres... te pagaron para estar conmigo... nunca me amaste y yo... yo-- Escupí el suelo --Yo te hice todo aquello creyendo que... maldición-- Ella retrocedió atemorizada, estaba a punto de llorar.

    --¿Cómo se enteró?-- Preguntó papá molesto --Megan, dijiste que nunca lo sabría--

    --Edward, calmate-- Lo calmó mamá.

    --"¿Cómo se enteró?"-- Repetí --¿Eso dijiste...? Es decir... que también lo sabías--

    La mirada de papá sobre mí era de seriedad, se había delatado él mismo. No quiero estar aquí, quiero irme, quiero encerrarme en un cuarto y no volver a salir nunca más. No paro de llorar y el dolor de cabeza extremo que ahora tengo no me está ayudando, casi ni puedo moverme, estoy tieso del miedo y dolor.

    --Roland, cariño...--

    --¡NO!-- Grité otra vez --No me llames así, nunca me quisiste, estás conmigo solo porque te dieron dinero--

    Estaba muy débil pero pude llegar a la puerta de la casa, mis piernas no paran de temblar y cada paso que doy es un arduo trabajo. La lluvia cae formando ríos en la calle que subían a la acera, de todas formas voy a irme, no me voy a quedar, no con esta gente. Mamá me tomó por el cuello de la camisa pero me incliné hacia atrás cosa que me quité la camisa con facilidad.

    Me encuentro fuera de mi casa invadido por el frío con solo un short, chanclas y sin camisa. Estoy helándome aquí afuera, sin embargo, en estas condiciones caminé tratando de ignorar todo lo demás. Tras de mí venía Megan con Eli cubiertas por un solo hipermeable sobre sus cabezas, no me van a detener, ya no conozco a esa gente.

    --Roland, detente, no sabes lo que haces-- Me pidió Megan --Vuelve a casa y hablaremos--

    --Ya dijeron mucho-- Me cubrí el rostro de las gotas pero las lágrimas nublaban mi vista --Solo quiero ir a casa y no volver a verlos...-- En eso Eleonor posó su mano en mi hombro.

    --Por favor, escucha lo que quiero decirte--

    La arrojé con fuerza, la acción me dio en el pecho pero ahora estoy tan molesto que ya no pienso muy bien. Me asusté de lo que había hecho y aceleré el paso sin mirar atrás.

    --Escucha a Eli, por favor--

    --No, ella ya no es nadie para mí-- Ahí Megan me tomó de los hombros y me golpeó contra la pared --Sueltame--

    --Solo quiero que la escuches... por favor--

    --Roland-- Se levantó adolorida --Regresa a casa y hablaremos sobre esto--

    --Dime la verdad-- La observé --¿De verdad me amas?--

    --Sí-- Asintió --Te amo mucho, no era parte del plan... pero al final me enamoré de tí--

    Negué lentamente con la cabeza --¿Por qué ya no te creo? ¿Ahora cómo sé que no es parte de otro plan?--

    --Porque no lo es-- Comentó mi hermana --Queremos lo mejor para tí--

    --Ese es el problema-- Respondí --Con esto ya no sé qué creer... estoy confundido, ¿creen que creeré algo? ¿creen que ahora veré al mundo como antes?--

    --No digas eso--

    --Te creí más inteligente, Megan, eres mi hermana... decirte que ahora te odio es muy poco-- Me reí --Muchas gracias, hermana-- Remarqué lo último.

    Megan me soltó, ahora creo que ya sabe como me siento. Y pensar que todo se había resuelto, que mi vida había dado un giro extraordinaro... que ridiculez, no era más que un maldito plan. Apoyado de la pared me alejé a paso lento, al metro me detuve, no puedo aguantar más, vomité en el suelo y me limpié los labios. Creo que esto está empeorando cada vez más.

    --Roland-- Se me acercó Eli --Perdóname, por favor, no fue mi intención--

    --Recoge tu bolso de mi apartamento y olvídate de ese proyecto tuyo... ya no te conozco-- Seguí caminando.
     
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    Roland
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    2069
    ---CAPÍTULO 16---
    ---Black...---


    Una semana ha pasado desde que dejé de hablarle a mi familia y a Eleonor. No he salido de mi habitación desde ese entonces, mi vida se arruinó completamente cuando me enteré de todo aquella mañana en casa de mis padres. Como el apartamento me lo compró papá, él es quien ha estado viniendo a hacer la comida ya que no puede entrar a mi cuarto, no tiene la llave, esa lo cargo yo porque cambié una cerradura defectuosa del cual no les conté.

    Se podría decir que estoy peor que antes, no he salido de aquí tampoco. Lo único bueno fue que los dolores de cabeza no han vuelto, no es que me alegre, pero es un problema menos... siempre y cuando se mantenga así. Solo siento un vacío en mi pecho que me mata, Eleonor nunca vino a buscar su bolso y ha estado llamándome por días, no le voy a responder.

    Mi mente se ha inundado con pensamientos de suicidio, me digo a mi mismo que sería la única salida a este dolor pero nunca me da el valor de hacerlo. De por sí podría tomar un cuchillo y cortarme las muñecas, sin embargo me acobardo y los arrojo lejos, no sé lo que en verdad quiero hacer. Estoy apretado, me siento ligero, siento que algo me está comiendo rápidamente por dentro y no puedo decir a ciencia cierta. No creo que sea culpa, rabia no puede ser, es como antes pero potenciado.

    No puedo ver la televisión porque destrocé la pantalla cuando le arrojé la radio, así que hoy no hay distracción con el noticiero. Mi consola se volvió chatarra cuando la tiré por la ventana hacia la calle, así que tampoco tengo distracción con los videojuegos. Solo me quedaría mi laptop, ¿pero qué mierda voy a hacer con eso? El chat de ayuda está solo sin contar a Payton quien ahora tiene clases.

    Mis animos cayeron horriblemente. Mi garganta se pone tan seca que me cuesta tragar saliva y mi cabeza me da vueltas. Saqué mi laptop y la encendí para colocarla en la cama al lado de mis piernas. No voy a volver a caer en depresión, es de las peores cosas que pude pisar en esta patética vida mía, nada de esto hubiera pasado si Eleonor no se hubiese aparecido frente a mí en RetrO's... maldición. Vuelvo a llorar como un crío. Aparte de susurrar esas malditas estúpideces me pongo a llorar cuando menos me lo espero. Aprieto tanto el puño que lastimo mi propia palma con las uñas, aún así comienzo a escribir en un block de notas, espero no me tome tanto tiempo.

    "--Disculpe-- Preguntó con un tono suave. Es muy hermosa --¿Trabaja aquí?--" Recordé.

    Se veía tan inocente... Aclaro mi garganta, me duele mucho. Debí haberla ignorado aquel día como ignoré a mis compañeros otras veces. ¿Por qué ahora la vida me juega tan feo? Nunca hice algo para merecerme esto... tal vez mi destino desde un principio fue sufrir. Las cosas que llegué a pensar cuando estuve a su lado, esa alegría que me llenaba, que me hacía sentir vivo... se fue... Ahora por culpa de ellas dos me será imposible creerle una palabra a alguien más. No puedo confiar en nadie, si lo hago puedo caer en algo parecido y no reaccionaré bien cuando eso suceda.

    De pronto siento otra vez la punzada detrás de mi cabeza y me doy la vuelta en la cama para vomitarlo todo en el piso. Estoy tan asustado ahora, mis manos están frías otra vez y no puedo sentir las piernas. El mundo me da vueltas, justo cuando creí que se había ido todo eso, tal parece que no puedo confiar ni en mí mismo... que loco. Seguí escribiendo ignorando el mal olor, me falta poco para terminar esto, cuando acabe, lo limpio.

    "--S-Shoot'em ups, así se llaman--

    --Churemups!--"

    Golpeo la almohada. No quiero seguir recordando nada de eso, no quiero pensar en nada que la tenga a ella, nunca me amó, lo hizo todo por dinero, todo fue una mentira, nada más que eso. Aprieto los dientes. ¿Por qué es tan difícil? Las cosas iban tan bien y ahora... todo es negro. Me sentí utilizado, es como si no tuviese un valor para alguien. Ella tenía ese montón de mensajes en su teléfono, cada uno antes y después de estar juntos, me monitoreaba.

    --Terminado-- Susurré.

    Me levanté de la cama con debilidad a buscar un cepillo para limpiar el desastre que dejé al lado de mi cama. De lo que no me di cuenta es que estaba demasiado débil, a penas afinqué el pie, me caí. Soy una mierda, ni pararme puedo. Me arrastré hasta la sala donde tomé el coleto, voy a limpiar incluso si no puedo usar mis piernas. Subo a la cama e intento limpiar, lo más que hice fue regar el vómito por casi todo el suelo y el mal olor ya se hace insoportable.

    --Maldita sea--

    Tiré el coleto a un lado con furia. No sé qué mierda estoy haciendo, tengo mucha rabia dentro que no sé cómo descargar, cada vez que mi cabeza palpita siento un horrible dolor, podría aguantarlo de no ser porque sea culpa de mi corazón, cada latido es una palpitación y a la vez ese dolor infernal. Por más que me duela debo hacerlo, ya no hay nadie en quien pueda confiarle algo, solo me van a ignorar, eso lo sé.

    Así como la vida me dio ese giro, yo también puedo darle otro giro repentino. Me conecté al facebook en donde vi varias notificaciones de mensajes, eran de Megan, Eleonor, el chat de la universidad y el grupo de ayuda. Los ignoré todos menos el de ayuda en donde estabamos Payton y yo. Pensé por unos minutos antes de copiar lo que había escrito, estoy decidido, que se moleste quien sea pero no van a hacer que cambie de idea, fue algo personal que yo mismo tomé sin ayuda de nadie. Le di al Enter.

    ---8:33pm---

    Rol&: Me disculpo por tener que publicar este mensaje de una forma repentina pero quiero hacerles ver que fue algo que decidí luego del mal momento por el que pasé y sigo pasando. La vida me ha jugado una mala jugada y estoy seguro que eso fue lo que aceleró mi decisión, aunque siendo realista, esto iba a ocurrir tarde o temprano. Quisiera despedirme de todas aquellas personas con la que pasé parte de mi vida con una sonrisa en el rostro, fueron los mejores momentos de mi vida. Ahora es tiempo de irme, estoy seguro que nadie me extrañará y terminarán olvidándome al cabo de dos semanas, tal vez menos. Payton, te deseo lo mejor en tu vida y no termines como yo, no lo intentes, solo hazlo. Mucha suerte, sé que eres fuerte. Disculpa que no sea mucho, soy un hombre de muy pocas palabras.



    Suspiré alegre, es lo mejor que pude haber hecho hasta ahora. Gané un poco de fuerzas y salí de la cama, estoy mareado todavía pero puedo caminar, tomé la toalla. Hoy me toca ir al distrito Red Light, un barrio peligroso localizado en el área norte casi saliendo. Me baño tranquilamente como todo día normal, sin preocupaciones. Intento como puedo no pensar en nada, no pienso en mi decisión, no pienso en lo que debo hacer mañana, no pienso en lo que comeré, y sobretodo, no pienso en Megan, Eleonor, Mamá ni Papá.

    Esto seguro me hace ver egoísta, muchos pensaran que es un catigo a ellos pero no es así, más bien es un favor al mundo, nunca va a haber espacio para una persona como yo en la realidad, eso lo sabe todo el mundo. Creo que se podría decir que estoy satisfecho con mi decisión, por fin serviré para algo y entiendo el porqué los demás en grupo de ayuda lo hicieron. Esa sensación de que hago lo correcto, que por fin alcancé una meta.

    Salí del baño para luego vestirme lo más elegante posible para el momento, me pongo un reloj de oro que llevaba guardado desde hace meses. Entré a mi habitación y me asomé en la pantalla de la laptop, habían mensajes de Payton.

    ---8:49pm---

    AC-96: Roland, que ni se te ocurra, responde de una vez!
    A: Roland!
    A: Maldito, responde!
    A: Roland!
    A: Roland!
    A: Sé que andas ahí, responde por favor!!!
    A: No te juegues de esa forma.
    A: Roland!!!


    Respiré hondo y cerré la tapa. Ya no me voy a echar atrás, ya me vestí para la ocación, solo me faltaría salir de casa. Tomé mis llaves y me paré frente a la puerta para ver atrás. Se ve tan pequeño mi apartamento desde aquí, siempre me lo imaginé de gran tamaño, ahora no tengo razones para volver aquí, apenas salga por esa puerta, dejaré la llave bajo la alfombra y que venga quien sea que tenga que venir, yo no les abriré más.

    --¿A dónde va?-- Me preguntó una de las señoras que vive en el piso.

    --De viaje-- Mentí --No volveré por un buen tiempo--

    Bajo las escaleras con un poco más de fuerza para no caerme, iré caminando hasta Red Light, así por el camino me dará tiempo de pensar lo que haré. Hace mucho frío aquí afuera, es una lastima que no vea el invierno llegar, como me gustaría ver la nieve una última vez, hacer esos pequeños muñequitos en la ventana porque la nieve suele agruparse allí.

    Empiezo mi caminata, calculándolo todo me daría una hora en llegar allí. Tiempo suficiente para replantear las cosas y los pasos. No me embriagaré, ya sería mancharme más de lo que estoy. No creí que suicidarse sea tan... difícil, digo, podría arrojarme de un puente o desde la azotea del edificio donde vivo, pero no, que lo haga alguien más, cuando llegue a Red Light, buscaré el río que pasa detrás de los burdeles y allí me tiro, la fuerte corriente hará el resto. Que no encuentren mi cuerpo, solo desaparecí.

    Miro a los lados y atrás, nadie me sigue y tampoco he visto ninguna cara conocida que sirva de testigo, así está mejor, que todo ocurra de la noche a la mañana, nadie me vio, nadie oyó nada. La única excepción ahora es la señora del piso, pero eso no será problema, casi nunca habla con alguien. Desde aquí veo que atrás de las montañas se asoma la punta del edificio donde trabaja papá, Clarity. Que sigan con sus medicinas, eso no los va a salvar de algo grande.

    Miré hacia atrás de reojo porque oí que alguien pisaba algunas hojas secas, me viene siguiendo alguien alto que oculta su rostro bajo una capucha azul oscura. Creo que habrá un cambio de planes, aún no acelera su paso. Levanto mi manga un poco para que vea el reloj de oro, no puedo sacar el teléfono porque lo dejé en mi cuarto la semana pasada. Camino un poco más lento y se acelera mi corazón, esto es tenebroso pero a la vez tan emocionante, hasta aquí voy a llegar.

    El tipo me tomó del hombro y me dio la vuelta con fuerza --Dame todo lo que tienes-- Exigió e imitó coger un arma debajo de su chaqueta.

    Muy bien, tranquilo, Roland... Apreté mi puño y le di en la quijada, mi golpe ni siquiera lo movió pero sí pude verle la cara, un tío blanco de ojos café. Me miró con odio a lo que recibí un horrible golpe en la mandíbula, fue tanto el impacto que al parecer desconectó mi cabeza del cuerpo porque ya no siento nada. Caí arrodillado cuando recibí otro golpe en el estómago. Esa noche llovieron golpes sobre mí, de verdad que está encabronado este tipo, ahora me encuentro en el suelo mirándo al cielo esperando que mi vida se apague, recibí patadas a un lado de la cara, en el pecho y en las piernas.

    Poco a poco me cuesta sentir lo que ocurre. De pronto, todo se va apagando, lo más que veo es un vacío negro. No oigo. No veo. No siento. Es como no estar más en mi cuerpo. Lo logré, por fin pude acabar con mi vida, ahora podré ver lo que los vivo no pueden... Esto sería mi último adiós.
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Título:
    Roland
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    Romance/Amor
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    33
     
    Palabras:
    2866
    ---CAPÍTULO 17---
    ---...& White---


    Floto en medio de un oscuro vacío del cual no sé si tenga fondo, todo es muy relajante y tranquilo, ¿será éste el lugar al que los otros han llegado? No es la gran cosa, pero la sensación de estar libre de pesos es de lo mejor, por fin pude hacerlo aunque no de la forma que quería, seguro ya habrán encontrado el cuerpo tirado por allí sin nada encima.

    Mirando hacia los lados no veo más que obscuridad, una habitación infinita cubierta de negro. No puedo negarme, de alguna forma iba llegar hasta aquí tarde o temprano, éste es el lugar de descanzo de todos aquellos que han muerto... pero... no lo sé... ¿esto es todo? ¿aquí es dónde estaré por toda la eternidad? Tampoco puedo moverme ni ver a ver a alguien en la lejanía. Lo único bueno es que ya no tengo punzadas de dolor en la nuca, ya no me darán esos ataques que sufría desde niño... ¿por qué no estoy satisfecho? ¿esto era lo quería, no?

    --Roland--

    Abrí con fuezas mis ojos al escuchar la voz de Eleonor. No sé en dónde estoy, es una habitación de paredes amarillas con algunos adornos, como el cuarto de alguien de la clase alta. Me encuentro sobre una cama blanca muy suave con mi cuerpo lleno de vendas y un yeso en mi pierna izquierda que solo ocultaba desde mi rodilla hasta el tobillo. ¿Estoy vivo? Intento moverme pero mi cuerpo comienza a dolerme, estoy demasiado débil, a duras penas puedo sentir algo pesado sobre mi ojo izquierdo, como una inflamación.

    Hace momentos juré haber escuchado la voz de Eleonor que llamó mi nombre, ¿será esta su habitación...? No lo creo, es imposible que me hayan encontrado. El lugar donde se supone que me mataron estaba muy lejos, casi a mitad de camino de Red Light, justamente en ese lugar no pasan muchos vehículos debido a la baja seguridad en esa calle o carretera. Aprieto los dientes molesto. ¿Quién me sacó de allí? Ni morir puedo hacer bien.

    Seguro que la voz que oí es de alguna lesión cerebral, la golpiza que me dieron fue horrible, eso lo sé, la recibí yo... Tal vez fue un recuerdo que siempre me llega cuando menos me lo espero. No sé qué es peor, en serio, no he muerto y es lo que más quería hacer pero ahora me encuentro despierto en la habitación de un desconocido.

    --Oh...-- Giré la cabeza como pude a un lado, había una señora que solo conocía de lejos parada allí en la puerta, Clarissa --Has despertado, esa es una buena señal, Roland-- En sus manos traía una bandeja pequeña con pan y queso --Muy buenos días-- Me dijo.

    --¿En dónde estoy?-- Intenté moverme un poco más pero era tanto el dolor y la inflamación en mi cuerpo que tuve que quedarme allí acostado --¿Qué hago aquí?--

    --No te muevas mucho, estás destrozado-- Se acercó a la cama y se sentó en la orilla --Estás en mi casa, no te preocupes--

    --Eso ya lo sé... pero también pregunté el qué hago aquí-- Remarqué.

    --Sobre eso... bueno, mi chofer me traía a casa junto con mi hija una noche cuando vi que alguien te golpeaba en el suelo, como buen samaritano, mi conductor bajó con su arma y le apuntó-- Dramatizó tomar una pistola --Obviamente este corrió-- Se rió --Y allí estabas, tomé el pulso cuando me di cuenta que seguías vivo--

    --Tch...-- Miré a un lado --Nada me sale bien--

    --¿Qué quieres decir?--

    --¿Tú qué crees? ¿qué te llega a la mente cuando ves a alguien caminar solo por tal sitio?--

    --Que sería un suici... ah...-- Hasta que por fin se da cuenta --¿Por qué? No pareces alguien con problemas--

    --Usted no me conoce, señora-- Otra vez trato de levantarme a lo que me detuvo apretando su mano en mi pecho --¿Ahora qué?--

    --No te irás de aquí, estás gravemente herido--

    --Mireme hacerlo-- Con fuerzas levanté el cuerpo con ayuda de mis brazos cuando un fuerte calambre dejó adolorido mi mano, caí a la cama otra vez.

    --Te lo dije-- Me ayudó a apoyar la espalda de la pared y luego ponerme la bandeja encima de mis piernas. Allí me di cuenta de algo.

    --Espere, ¿cómo sabe mi nombre?--

    En eso me tomó por sorpresa una persona que entró a la habitación --Aquí está el jugo de Ro...-- Se le cayó el vaso a Eleonor cuando me vio despierto --¡R-Roland!--

    Se aceleró mi corazón al verla --¿Qué hace ella aquí?-- Señalé con odio.

    --Es Eleonor, mi hija-- Con una sonrisa dirigió su mirada a mí --¿Y a la vez tu novia, no es así?--

    ¿Hija? Por eso el color de sus ojos son iguales... ¿Pero novia? Veo que no le ha dicho nada, me llena tanto de odio, ¿qué creyó que iba a pasar? ¿Que le daría las gracias por haberme salvado? Se equivoca.

    --Que se vaya-- Pedí.

    --Mamá, ¿puedo quedarme a solas con él? No tardaré mucho--

    --¡NO!-- Grité --Que ni se me acerque--

    --Oye, calmate, no hay que ponerse violentos-- Se levantó --¿Qué pasa ahora?--

    --¿Quieres saber por qué quise suicidarme?-- La señalé --Preguntele a ella lo que hizo--

    --Roland, no, por favor-- Se sujetó de la puerta Eleonor --Solo quiero hablarte--

    --¿Eleonor, de qué está hablando?--

    --No fue mi intención, lo juro-- Se aguantó las ganas de llorar a pesar de estar largando lágrimas ya --No quise hacerlo--

    --Dimelo, Eli, si es demasiado malo y me entero por alguien más la cosa se pondrá peor--

    --No puedo-- Miró al piso avergonzada, debería de estarlo.

    --Por suerte yo sí-- Afirmé, Eleonor me miraba con miedo --Su hija aceptó dinero de mi hermana para hacerse pasar por mi novia, tan simple como eso-- Puse a un lado la bandeja, no quiero ni verle la cara a esa mujer --Me hizo creer que me amaba y yo de imbécil le creí, sabía que las cosas iban muy rápido, sospeché sobre eso... pero aún así seguí con la conciencia borrosa por esa cara de inocencia que tenía ella...-- Apreté el puño tratando de no llorar --Esa es la razón por la que caminé allí... su hija me jugó una mala pasada, ¿no pensaría en suicidarse si lo mismo le pasara a usted? Porque esa fue la mejor decisión que pude haber tomado--

    --¿Es verdad lo que me dice, Eli?-- Se paró moviendo la cama, parece que se molestó.

    --Quiero habla...--

    --¿Es verdad?-- La interrumpió, se hizo un silencio que de por sí daba mucho miedo. Eleonor no respondía --¡Dime!--

    --¡Sí!-- Afirmó a la fuerza --Es verdad--

    --Por Dios...-- Se volvió a sentar.

    Ninguna de las dos se habló por un buen tiempo. Hay mucha tensión en la habitación, casi no puedo ni concentrarme. No me siento mal por ella, todo lo contrario, me alegra que esté pasando por tal momento, espero que se haya dado una idea de lo que en verdad me está pasando... me siento incómodo por alguna razón.

    --Dijo que se te dio un dinero-- Mencionó su madre --¿Para qué era?--

    --Yo... yo lo acepté y...-- Balbuceaba cobardemente --Pensé usarlo para... tu regalo... el de cumpleaños pero...--

    --No quiero nada de ese dinero, Eli, devuelvelo--

    --Ya lo hice-- Respondió algo callada --Lo devolví el primer día que lo conocí--

    --Perfecto-- Suspiró Clarissa --Ve a tu habitación, no hablaras con Roland, de ahora en adelante te lo tengo prohibido--

    --Pero debo...--

    --No-- La volvió a callar --No vas a hablarle más hasta que yo te lo pida-- Otra vez se paró de la cama, por lo que puedo escuchar, Clarissa va hacia ella cuando de repente escucho un golpe como el de una cachetada --¿Por qué has hecho tal cosa? Yo no te crié así-- Exclamó.

    Ambas me dejaron solo en la habitación sin nada que hacer. A mi lado está el desayuno que me había traído Clarissa, aún no me decido si comer algo o no, mi garganta está dura y seca, muy difícil será tragar el pan. Miré el techo pensativo, no me sentí muy bien con eso que acaba de ocurrir, creí que hacer que se sienta mal por lo que me hizo haría que me relajara un poco... pero no fue así, en un principio me gustó, pero... terminé sintiendome mal, ¿por qué?

    Es como si las cosas pasaran como quiero pero de alguna forma quedaran incompletas, no tengo las palabras exactas para describirlo... ¿impotencia? ¿será esa? de verdad que no lo sé. ¿Ahora? No tengo nada en mente para hacer. Mis dibujos ya no los puedo seguir, tengo la mano tan lesionada que me tomará días volver a mover un lápiz como solía hacerlo. No podré caminar porque tengo un yeso en la pierna izquierda que duele mucho... pero sobretodo, aún tengo la punzada en mi nuca, esa maldita mierda tenía que quedar ahí, se nota que le gusta joderme.

    Ya no puedo hacer nada de nada. Como a unos 2 o 3 metros de mí hay un armario con un espejo pegado a la puerta, si me levanto lo suficiente creo que podré ver la gravedad del daño que recibí. Me apoyé con los brazos nuevamente temiendo que me diera otro calambre, ahí vi el periódico a mi lado encima de una mesita de madera. Veo la fecha y me mareo un poco, saco la cuenta en mi mente y llego a la conclusión que la golpiza no pasó anoche como creí. Estuve una semana encerrado en mi cuarto desde que supe aquello... osea... que tengo 2 días dormido... no es sorpresa...

    Afincó la espalda en la madera tras de mí, al verme al espejo me veo a mi con el ojo hinchado y varios morados en el rostro, algunas curitas estaban encima de las cortadas. También hay vendas sobre mi pecho, casi no tengo ropa, solo un short azul que no es mío sin ropa interior, tampoco estoy sucio, no hay tierra en mi pelo o bajo las uñas, de seguro alguien se encargó de bañarme también. Le agradezco todo a Clarissa, pero creo que eso fue suficiente, mañana, si es que despierto mejor, me iré de aquí, ¿a dónde? no tengo idea, cualquier lugar será mejor, ya luego pensaré si intento suicidarme u olvidar todo y buscar un trabajo simple con el que pueda tener una miserable vida estable.

    Miré la bandeja --Eso no se va a perder...-- Me dije para luego comer... ¿cómo me habrán mantenido alimentado durante estos 2 días?

    Las horas pasaron volando y la noche cayó, estaba tan cansado que caí dormido al instante. Pensándolo ahora, creo que no me han llevado al hospital, las vendas que tengo encima parecen haber sido puestas por alguien de poca experiencia, algunas partes están un poco sueltas y no están esos ganchitos que sujetan las puntas de la venda. Mañana será otro día... uno que no quería ver, al menos podré presenciar la nieve si me da tiempo. Aprieto el puño en mi pecho, sigo preocupado por algo...

    En medio del sueño, a la habitación entra una leve ventisca gélida y la cama se hunde a mi lado, como si alguien se recostara allí. Hay peso aquí junto a mí, mis sospechas se confirman al escuchar a una chica llorar, me desperté buscando al que estuviese allí. Era Eleonor, estaba llorando cuando me vio asustada.

    --Roland...-- Se secó las lágrimas con la manga de su pijama amarillo --N-No digas nada... por favor-- Quiso sonreír pero como que no le salía.

    --¿Qué haces aquí?--

    --Quiero decirte que... que de verdad lo siento y...--

    --Pierdes tu tiempo, retirate de una vez-- Le di la espalda.

    --Escucha... me siento tan mal con esta culpa--

    --Obvio, ya vete-- Quiero terminar esta conversación pero ella no quiere irse, ni ganas tengo de llamar a alguien para que la saque de aquí.

    --Solo quiero hablarte sobre lo ocurrido--

    Exhalé cansado, parece que me tocará escuchar toda su charla --Bien, si eso quieres...--

    --Gracias-- Se acercó para darme un beso en la mejilla pero la detuve.

    --No lo intentes, no quiero llamar a nadie... menos a estas horas--

    --Sí...-- Se sentó en la orilla. Miré la ventana, estaba abierta, así fue como entró --De verdad quiero explicarte bien las cosas... Es cierto que acepté el dinero pero lo devolví el mismo día que te conocí, Roland... nunca creí que terminarías gus...--

    --¿Estuvo todo arreglado?-- Pregunté ignorando lo que tenía que decir --Quiero la verdad nada más--

    Se calló unos segundos y asintió --Sí-- Tragó saliva --Megan me pidió que hiciera algo así de tu vida como una aventura... algo divertido que te alegrara... pero lo que iba a decirte...--

    --La cena con mis padres... ¿también fue parte del plan?--

    Ella misma se limpió unas lágrimas --Tus padres me hablaron sobre eso y...--

    --Entonces ya los conocías-- Asintió ella en respuesta --¿Hubo algo que no estuviese en ese... "plan"?--

    --Enamorarme... eso no estaba previsto--

    --Y el problema que me ocacionaron aún sigue-- Asentí apretando el tabique de mi nariz --No te creo nada... no hay nada que me justifique si esto es otro plan o no--

    --Porque en verdad no es uno, creeme-- Tomó mi mano, solo me aparté de ella.

    --No puedo creerte, hagas lo que hagas no me vas a convencer, ya no confío en tí, Eleonor-- Me miré en el espejo --Esto, las cosas por las que estoy pasando... fue culpa tuya y de Megan--

    --Dejame mostrarte que digo la verdad, por favor--

    --¿Con qué? ¿Besos?-- Levanté la voz --No, gracias, ya tuve suficiente, me ensuciaste mucho con eso... y ni siquiera menciono lo que hice esa noche...-- En eso me limpió una lágrima que salió sin avisar --Retirate, Eleonor-- Dije asustado, me aterra sentir sus dedos en mi piel.

    --Pero no terminé de decirte lo que...--

    --No fue una sugerencia... retirate, Eleonor--

    Al escucharme se negó con la cabeza, no tiene pensado irse del cuarto. Apretó los puños en el pantalón de su pijama a la vez que se mordía los labios con tanta fuerza que de por sí pudo haberselos roto. Ahí se me arrojó encima abrazandome hasta que caímos en la cama, ella se posicionó arriba llorando de dolor, ¿qué tiene pensado hacer? ¿acaso no ve que por su culpa tengo este millón de heridas?

    --Haré que te sientas mejor que nunca-- Sus lágrimas cayeron en mi rostro mientras reía nerviosa --Ya lo verás, todo será como antes y...-- Tragó saliva --Recuerdo que te dije... algo... aquello que te dije...-- La miro a los ojos, sus lágrimas resaltan ese verde cristal que me enamoraron la primera vez que los vi --Dije que no quería que esto terminara nunca-- Terminó recordando... yo también recuerdo eso... fue cuando me pidió dormir en mi apartamento... --Lloré esa vez--

    Me tomó por sorpresa el beso que me dio, no me lo esperaba. Me apretó contra su cuerpo provocando que mis heridas dolieran un poco, su lengua jugaba con la mía y su saliva parecía estar mucho más espesa de lo que recordaba. Su corazón palpitaba tan rápido y fuerte que sentía los golpes justo en mi pecho, de verdad que lo dice en serio... ¿pero cómo creerle? Se soltó el cabello haciendolo caer a los lados para que ella sea lo único que yo viera. Paseaba su mano por encima de mis vendas evitando apretar y lastimarme más de lo que estoy.

    --Eli...--

    Me silenció --No hables, tú quedate tranquilo que yo...--

    --No...-- Intento separarla de mí pero comienza a besar mi cuello con tanta delicadeza que... no... no puedo dejarme llevar, no después de lo que me hizo --Me lastimas--

    --No lo hago-- Siguió con sus besos pero logré empujarla a tiempo --¿Qué haces...?--

    --Eleonor-- Me limpié los labios con los dedos para luego señalar la puerta --V-Vete... por favor...--

    --Pero--

    --¡YA!-- Terminé gritando, algo que no quería hacer a esta hora --Vete, Eleonor... n-no quiero que te regañen...--

    Se paró de la cama ocultando su rostro para que no la vea llorar y caminando aguantaba el llanto --Puedes... puedes decirme "Eli", Roland--

    --Lo sé... Eleonor, retirate-- Señalé la puerta otra vez a lo que Eleonor solo asintió y se fue cubriendose la boca para no gritar de dolor.

    No me siento bien... estoy peor que antes, no creo que pueda dormir tranquilo hoy. Es una culpa la que me come por dentro... ¿pero por qué? ella y Megan fueron quienes arruinaron mi vida de esta forma... incluso estoy dudando de mi condición mental. No puedo estar sano. Recostándome en la cama solo me pongo a pensar en ella, esto no está bien, definitivamente algo me pasa... Ya comienzan las lágrimas a correr por la coletilla de mis ojos hasta la oreja y luego a la almohada.
     
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    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    Título:
    Roland
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
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    2647
    ---CAPÍTULO 18---
    ---All Sparks---


    Hace frío, la ventana de la habitación sigue abierta porque Eleonor no la cerró cuando se fue anoche, me hizo una visita que no pedí. Solo le hice preguntas... pero no siento que hubiese dicho todo, le dije lo que quería pero aún así tengo metido en la mente que me faltaba algo por decir. No me siento aliviado, estoy peor que ayer, las inflamaciones en mi cuerpo pareciera que aumentaron en número porque casi ni puedo moverme... me hace falta algo... Recuerdo sus besos y los fuertes latidos de su corazón... ¿estará diciendo la verdad? estaba muriendo de culpa...

    Miré a la ventana, hay puntos blancos que veo caer con lentitud, es nieve. Está nevando ya, mi época favorita del año, el invierno. Sonrio, no tenía planeado volver a ver como la nieve cubría de una gruesa capa blanca las calles y techos de Florencia. Si tan solo pudiera caminar bien, aunque sea por hoy, podría verlo todo.

    Me arrastro por la cama hasta llegar a la orilla, allí me siento con delicadeza, no vaya a darme otro calambre, no me gusta que me den. Respiro hondo, al menos logré hacerlo, me afinco con la pierna derecha mientras me sostengo de la mesita al lado de la cama, hasta el momento las cosas van bien, lo malo es que no me han dejado aunque sea un bastón con el que pueda pararme... Aunque podría usar aquella silla que está como a un metro frente a mí.

    Intento mi plan. Usé la silla como apoyo para llegar a la ventana, saco mi mano para poder sentir el frío y los copos de nieve caer en mi palma, es una lástima pensar que nunca volvería a ver tan relajante color afuera. Algo más que me es completamente relajante es el hecho de que estoy en una mansión a las afueras de la ciudad, por lo que estamos rodeados de arboles nada más. Justo como la escuela a la que asistí y gradué.

    --Buenos días-- Entró Clarissa con un bastón en mano y algo de mi ropa, ¿cómo la consiguió? ¿entró a mi apartamento? --Esto es para tí--

    --Muchas gracias-- Le agradecí y me afinqué de este luego de vestirme, ya no me será un problema caminar... aunque quitarme la ropa cuando llegue a casa será un gran problema porque sufrí para ponermela hace rato --Pero no se preocupe, pienso irme apenas camine sin ayuda--

    --Eso ya lo sé, yo iré contigo a tu apartamento para cuidarte y vigilarte--

    --...-- Me quedo callado, ¿de verdad piensa hacer eso?

    --Por cierto-- Suspiró --Me disculpo por la estupidez que mi hija provocó-- Asentía --No sé qué le pasó, yo no la crié así... de verdad que me tomó por sorpresa--

    --No te disculpes, ella es quien provocó esto, usted no sabía nada--

    --Igual, me hago responsables de sus actos... pero también me encuentro molesta por ella-- Arregló su franela mientras miraba por la ventana --Intenté alejarla de todas la cosas malas desde que su padre murió hace tres años... pero nunca creí que te hiciera esa... estupidez...--

    Revisó las vendas en mi pecho mientras me acomodaba el cabello. Clarissa sonreía con gentileza, como una madre. Por un momento me sentí cálido, como si ella fuese una persona en la que podría confiar... pero aún así no puedo creermelo, me cuesta un poco más de lo normal. Me dijo que el desayuno estaba servido, que bajara antes de que se enfriara y que, además, había alguien que quería verme, un viejo amigo. ¿Quién será?

    Salí del cuarto, había una pasillo larguísimo afuera con muchas puertas, las paredes era de color piel y el suelo yacía con una alfombra roja, creí que era un mal cliché en las películas pero de algún modo daba juego con la casa. Hay vasijas con flores que parecían nuevas y muchos cuadros en la que se veían a Clarissa junto a Eleonor y un señor, posiblemente su padre, los demás son de otras personas el cual creo son familiares o antepasados. Frente a mi están las escaleras.

    Antes de bajar completamente, levanté la mirada hacia la puerta de donde salí, esta era de madera y tenía una placa con mi nombre y justo al lado de está, había otra puerta de un color amarillo que decía "Eli" en la placa.

    --...-- Sobé mis labios recordando.

    Es su cuarto... dormí al lado de su habitación. Seguro que por eso no se preocupó en entrar al mío anoche. Al llegar a la cocina me encuentro con Clarissa sentada frente a la cuadrada mesa y frente al lavamanos estaba Eleonor limpiando los utensilios para dejarlos en la mesa al lado de los platos. Allí me vio a la cara y dirigió la mirada a los platos otra vez, estaba apenada.

    --Buenos días-- Me dijo a lo que se sentó, no vi de otra que responderle.

    --Buenos días-- Repetí.

    Veo como se pellizca la mano intentando no llorar, ya la había visto antes hacer lo mismo y ya me doy la idea del porqué lo hace. Me senté con tranquilidad, me pesa mucho el cuerpo pero por suerte las nachas parecían estar ilesas, es un avance.

    --T-Tú hermana...-- Dijo ella pero Clarissa levantó la mano haciendola callar.

    --Yo se lo digo--

    --¿Decirme qué?--

    --Sé que no te importa, pero es una noticia de tu familia... Tu hermana, Megan, se divorció, al parecer encontró a su esposo con otra mujer--

    Sonreí, era obvio lo que iba a pasar entre ellos dos --Ya lo sabía, lo veía venir desde hace un tiempo-- Le di un bocado al pan --Ese tipo está con ella solo porque Edward es jefe en un sector de Clarity--

    --Bueno, solo sabemos eso... No, eso nada más no-- Recordó.

    --No quiero saber nada más de ellos... disculpe--

    --Oh... ya, entiendo, buen provecho--

    --Gracias-- Di otra mordida --¿Quién es este amigo?--

    Allí entro Ricky cargando dos cajas de cartón, una era la que había tomado cuando lo vi en el centro comercial y la otra era la que me dijo que buscara luego, creo que encontraron la llave de mi apartamento.

    --¿Ricky?--

    --El mismo que ves y escuchas-- Se rió.

    --¿Qué haces aquí?--

    --Ahora trabajo como chofer de Clarissa cuando no estoy en RetrO's-- Me confirmó alegre --Fui yo quien le disparó al tío que...--

    --¡Lleva una carta por mí!-- Interrumpió Clarissa --Es para...-- Miró a los lados --Reika Nanase--

    --¿Otra vez?--

    --Sí, dile que... que...-- Balbuceaba mientras miraba la habitación --Que me traiga flores, sí, me hacen falta más--

    --O...K... A eso voy-- Asintió y dejó las cajas en el piso --Ahí están las guías que querías, Roland, nos vemos-- Ambos nos despedimos y miré a la señora.

    --¿Disparar?--

    --Muchos videojuegos, se confundió--

    Terminamos de comer a lo que Clarissa comenzó a leer el periódico en su teléfono, ella no habló y yo tampoco. De a poco podía observar que Eleonor me miraba y volteaba la vista a su madre, como para ver si ella la estuviese observando también. Ya no sé qué hacer aquí, dormí, comí, e incluso me cuidaron, con eso ya es suficiente, mejor debería ir preparándome para ir al apartamento... luego... como dije, no sé. Solo puedo buscar trabajo... o desaparecer, no puedo levantar nada pesado en este estado físico.

    --Tengo una pregunta-- Dije para acabar con el silencio. Clarissa asintió --Estuve dos días "dormido", no?--

    --Así es, ¿por qué?--

    --¿Cómo me alimentaron?--

    --Bueno... inconcientemente podías beber y masticar... pero estabas débil, así que... Eli-- La señaló, ella solo suspiró --Es un método que usan las aves-- Sonrió, creo que ya entendí.

    --Creo que pregunté mucho... les agradezco a ustedes tres por haberme cuidado todo este tiempo, de verdad, pero ya fue mucho, debo irme--

    --Lo sé-- Afirmó Clarissa --Primero debes bañarte, te acompaño al baño--

    Fue extraño que yo asintiera a su pedido, pero no había de otra, necesitaba ayuda para subir las escaleras porque nunca llegué a usar un bastón. Pasamos frente a muchas puertas las cuales, según ella, eran habitaciones y algún que otro armario para guardas materiales que ya no utilizan, de verdad que es grande todo esto, por fuera no sé veía así cuando traje a Eleonor aquel día.

    Me detuvo frente a una puerta y entramos. Vi el suelo con placas de cerámica azul y paredes de igual color pero más claro, había una alfombra redonda verde frente a la tina en donde me paré, al igual que una habitación, el baño era inmenso. Me recosté de la pared para quitarme la ropa cuando me di cuenta que Clarissa seguía aquí conmigo, la miré extrañado y ella me mira a mí.

    --¿Y bien? ¿No te vas a bañar?--

    --Sí... pero yo puedo solo-- La verdad que no puedo, cuando me dio la ropa esta mañana sí que me tomé un buen rato en vestirme, me dolía todo cada vez que intentaba ponerme una parte.

    Clarissa levantó los hombros riéndose de mí, incluso ella sabe que no puedo hacerlo. Fingir no me ayudará esta vez, así que suspiré y me senté a la orilla de la tina, la señora se aguantó la risa. Se me acercó para quitarme la camisa con cuidado para no quitarme las vendas en el camino, por un momento se quedó mirando mi pecho buscando algo pero no me lo decía. Luego me quitó ambas medias y al final el pantalón, ya con esto último me pongo incómodo, la detuvé allí con las manos.

    --Ya ya ya, ahora sí puedo hacerlo yo solo--

    --Bien, entonces solo te quitaré las vendas, es más, el yeso es algo casero, con el agua se va a caer-- Señalaba mi pierna --Y sé perfectamente que no podrás levantar la pierna--

    Me rio de ella --De verdad que quiere ayudarme--

    --Claro, es lo menos que puedo hacer-- Acarició mi cabello --Ahora, entra a la tina y te quitas el short, no voy a mirar-- Se dio la vuelta para luego arrojarme una esponja --Cubrete con eso-- Como que la esponja no hará el trabajo bien...

    Ella abrió el grifo de agua tíbia hasta que se llenara a la mitad, acto siguiente, me quitó las vendas. Tengo muchas marcas en el torso, raspones y algunas cortadas pequeñas, por suerte no tengo ningún hueso roto sin contar el de la pierna... Estoy pensando mucho, más sobre mi decisión y el giro que quería darle a mi vida... destino... pude haberme suicidado con facilidad pero ese hombre se apareció atrás de mí, también pudo haberme matado sin ningún problema... pero aquí estoy, en casa de Clarissa, maltratado pero vivo.

    Si de verdad mi destino es solamente sufrir, pues ya lo está haciendo. Me siento horrible por lo que Eleonor me hizo, pero de alguna forma me siento con culpa cuando la veo. Confirmé que no es odio, cosa que me confunde más, ¿qué me pasa? hasta ahora es la única pregunta que me hago porque no tengo una respuesta que me calme. Anoche se negó cuando dije que saliera de la habitación, me costaba creerle eso de que me amaba... y aún así me besó como si nada hubiese pasado, como si aquello nunca se dio.

    Recuerdo que en un principio no me negué a su beso, seguí su acto, estaba a punto de dejarme llevar... pero me detuve, la aparté de mí. Esa era su forma de demostrar que me amaba, sus besos eran evidencia de eso. Esto me está mareando tanto, solo suspiro en la tina mientras Clarissa enjuagaba mi cabello para quitar el jabón, ya estamos terminando.

    --Listo-- Me levantó por los hombros para ayudarme a ponerme en pie y luego secarme con la toalla --Cuando te trajimos aquí la primera vez para bañarte, Eleonor me dijo quería hacerlo ella misma-- Siguió secando me cuerpo --Estaba asustada, pensé que era por la cantidad de heridas que tenías... pero nunca sospeché que la verdadera causa hubiese sido aquella--

    --No estoy con animos para hablar de esto--

    --Lo sé, yo te entiendo-- Me sonrió --Por cierto, quería decirte algo cuando comías, pero Eli estaba allí... anoche la vi salir de tu habitación, estaba llorando--

    --Eso... sí, me visitó-- Recordé --No pasó nada, solo... me dijo que se sentía mal y... eso...--

    --¿Y le creíste?--

    --Yo... no sé si creerle... me cuesta mucho y...--

    --Ya ya-- Asintió lentamente --A mí también me cuesta creerle un poco lo que me dice y pongo en duda las cosas que me ha dicho anteriormente... pero si de verdad se siente tan mal por hacerte eso...-- Respiró profundo --Darle otra oportunidad la ayudaría... quien sabe lo que podría hacer--

    --Disculpa, pero me es imposible regresar con ella después de lo que me hizo... señora, disculpeme, pero su hija me hizo vivir una mentira en la cual caí con facilidad--

    --Yo solo decía--

    --Aparte-- Agregué --No creo que pueda perdonarla--

    Me miró a los ojos, se veía preocupada por ella a pesar de decirme que tampoco le creía... pero si algo me dejó dudose fue eso de que no sabe lo que ella podría hacer, apenas lo mencionó me llegaron unas ideas y la que más posibilidades tenía era la del suicidio. Lo pensé por un rato, si Eleonor llegara a caer en una depresión como en la que estuve, entonces optaría por suicidarse ya que no tendría la confianza de su madre... y si era cierto lo que me decía, tampoco me tendría a mí... ¿Es esa la razón por la cual me siento mal por ella? Creer que podría quitarse la vida en algún momento porque de verdad no quería que esto terminara me llena de preocupación...

    --Te ayudaré a vestirte-- Me dio su hombro para apoyarme y me guió hasta la habitación donde dormí.

    Allí me vestí con su ayuda a lo que llegó Ricky con las flores, Clarissa le pidió que me llevara a mi apartamento pero que ella se quedaría allí también para vigilarme unos días. De verdad que quiere asegurarse de que no salga lastimado.

    Salí de la mansión acompañado de ellos dos hasta un BMW blanco que se camuflaba con la nieve que caía, sí que hacía mucho frío. Miré atrás, Eleonor estaba en la puerta cuando en eso sacó algo de su bolsillo y corrió hacia nosotros, al llegar me entregó mi teléfono en las manos, no quería aceptarlo pero ella me susurró.

    --Quiero darte mis más sinceras disculpas, Roland-- Se aclaró la garganta --Me creas o no, me siento terriblemente mal por lo que te hice y quiero desearte suerte en tu futuro, estoy segura que piensas que nunca debiste conocerme frente a RetrO's aquel día... pero si de algo te sirve, quiero hacerte saber que siempre te amé-- Fue una disculpa que no me esperaba en ese momento...

    --Eli-- Llamó su madre.

    --Ya sé, un momento... puedes decirselo a tu hermana, ella lo sabe muy bien-- Se me acercó un poco para darme un beso en los labios y sonrió --Espero volver a vernos uno de estos días... como amigos si es así como lo quieres--

    La miré por un largo rato y asentí, no tengo palabras que decirle más que darle las gracias --Muchas gracias... Eli--

    Sentí miedo la forma en la que me dio la espalda, era como si nunca la volviera a ver después de esto. No puedo decir que le creí porque la verdad que no puedo hacerlo, todo esto es confuso para mí. Clarissa me llamaba mientras que yo solo veía a Eleonor irse hasta entrar a la mansión. Entré al vehículo en el asiento trasero acompañado de se madre y volví a ver la entrada de la casa, Eleonor ya no estaba allí.
     
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    Antonionoventayseis

    Antonionoventayseis Antoniodel96

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    ---CAPÍTULO 19---
    ---Hospital---


    "--Pero si de algo te sirve, quiero hacerte saber que siempre te amé--"

    Desperté de una ligera siesta en el coche mientras iba camino a casa, Clarissa hablaba con Ricky sobre la tienda, al parecer hoy está atendiendo su novia, Melanie. Nos detuvimos frente a mi apartamento y corrimos hasta la puerta principal, allí estaba el vigilante solo mirando por el cristal de la puerta, nos dio la bienvenida y nos dejó pasar, claro, no antes de preguntarme sobre lo que pasó. Solo respondí que tuve un accidente pero nada serio.

    Subimos las escaleras hasta llegar a mi apartamento, Clarissa tenía las llaves. Sí, han entrado aquí antes, seguro fue Megan quien les dio las llaves, mi casa está arreglada, el televisor no está, la radio tampoco. Hay comida hecha en la mesa con un mensaje de mamá en él, otro de disculpas... no van a parar hasta que hable con ellos en persona.

    --Acogedor-- Me dijo Ricky --Eso quiere decir que debo traerte las cajas aquí otra vez--

    --Tranquilo, yo las buscaré luego... solo necesito descanzar por hoy--

    --Muy bien, ¿nos vamos, Clarissa?--

    --Dije que me quedaré con él, quedate con Eli un rato más y te vas a casa, vale?--

    --Por mi está bien, jefa--

    Cogió las llaves y se retiró. Me dirigí a mi habitación, todo estaba en orden, habían limpiado y ordenado todo, revistas, videojuegos, incluso las hojas del comic que debí publicar hace unos días ya... Es una suerte que no soy de los que se molestan cuando les mueven las cosas. Mi cama está bien tendida y a la vez muy suave, me arrojo sobre esta, es muy temprano para dormir, pero el frío que hace ya es excusa suficiente.

    Al darme la vuelta me doy cuenta que el bolso de Eleonor sigue allí, todavía no se lo han llevado. Sí que es persistente, ¿pero qué se va a hacer? Clarissa está aquí por lo que le puedo decir que se lo entregue a ella, no saldré de casa hasta que piense que pueda hacerlo, cosa que no será hoy... y mañana tampoco me parece. Bostezo, tengo mucho sueño, con algo de suerte estaré aunque sea un poquito aliviado para cuando despierte. Eso es lo que espero.

    Otra vez vuelvo a sentir que algo no saldrá bien hoy, siempre y cuando esto no se vuelva una costumbre de todos los días, todo estará bien... no, no puedo, algo me da miedo. Abro mis ojos y veo el reloj, he dormido por dos horas, apenas toqué el suelo con los dedos de mis pies, la cabeza me dio vueltas. No fue tan fuerte como los ataques anteriores pero es suficiente para saber que es culpa de esas punzadas de dolor en mi nuca. Por lo menos hoy podré caminar hasta el baño y vomitar allí.

    Con ayuda de la pared me arrastré hasta el baño, Clarissa estaba en la sala preparando algo ligero para comer. Vomité en el inodoro y bajé la palanca. Me rio entredientes porque creo que puedo estar mejorando, no fue mucho lo que boté ahí, me limpié la cara en el lavamanos a lo que me veo en el espejo. No estoy tan inflamado, juro que bajó bastante desde ayer, solo está algo morado.

    --¿Ocurre muy seguido?-- Al girarme veo a Clarissa recostada del marco de la puerta --Eli mencionó algo sobre dolores de cabeza en ti--

    --No es nada serio... iré al médico uno de estos días...--

    --Podríamos ir hoy, ya sabes, para estar seguros--

    --No, tranquila-- Sonreí --Que sea otro día--

    Me recosté en el sofá de la sala, pero perdí el viaje, ya no tengo televisor. Tengo la punzada todavía pero casi siento que está ahí, espero que sea por el frío. Clarissa me miraba a la cara, ¿tendré algo?

    --¿Qué pasa?--

    --Nada... solo pienso en lo que les pasó--

    --Sobre eso... Clarissa...-- Sonó mi teléfono cortando la conversación, al mirarlo me doy cuenta que es papá... le colgué --Como decía, hay algo--

    Ella me miró un poco molesta pero cambió la expresión --Soy todo oídos, puedes decirme--

    --Lo que Eleonor me hizo es imposible de dejarlo pasar, sí, estoy molesto y asustado... pero eso no es todo, creí que si me veía así se daría cuenta del daño que me hizo--

    --Y lo vio-- Confesó --Mi Eli llegó a casa un día con los ojos aguados, no me saludó así que la seguí a su habitación, lloró como nunca antes la vi llorar, estaba destrozada... Tardó dos días en hablarme, me dijo que todo estaba bien... que nada había pasado, claro, yo sospeché pero me convenció-- Se sentó a mi lado --Eli no me había mentido antes, fue por eso que lo dejé pasar, me hice la idea de que solo tuvo un mal día--

    Tal vez sea cierto... --Clarissa... la verdad que no sé... ahora estoy peor, no estoy aliviado con verla de esa forma... no puedo sentirme así... mierda, me duele--

    Me llevo las manos a la cabeza, de pronto me ha comenzado a doler demasiado. Hay fuertes palpitaciones detrás de mis ojos, tantas que parecieran que van a salirse en algún momento. Respiro más rápido de lo normal, esta es mucho más fuerte que las que me han dado anteriormente, Clarissa corre hacia mí y saca su teléfono para llamar a alguien, ya casi ni escucho bien, todo se ve tan borroso ahora... Siento que alguien carga mi cuerpo y todo se vuelve negro.

    Con cada segundo que pasa mi pecho se pone más frío, pierdo el control de mi cuerpo, ya casi ni siento mucho más allá del cuello. Sé que respiro. Me aterro, ¿por qué me da tal cosa en este momento? Mi corazón va tan rápido como una locomotora, no puedo hacer que se calme. Mi alrededor está tan callado, pero no como la vez que estuve en aquella obscuridad del día de ayer, lo sé porque logro sentir a alguien hablar cerca de mí, pero no puedo entender lo que dicen, el sonido está tapado.



    Es como si hubiese pasado una eternidad cuando tomé una gran bocanada de aire. El ambiente sigue igual de frío, con lentitud abro mis ojos para tener una vista clara de lo que hay a mi alrededor, es una habitación blanca con muchas maquinas que monitorean mi pulso y respiración, estoy en el hospital. Por lo que veo en la ventana, es de día, Clarissa duerme en una silla a mi lado.

    --¿Qué hora es...?-- Dije pero ella no despertó, me tocará esperar entonces.

    ¿Cómo es que las cosas cambiaron así tan rápido? Solo vomité un poquito en casa, no debió darme otro de estos hasta luego de unos días. Pero ahora que estoy en el hospital, creo que podría pedirle a un médico que me revise... Sí, pude haberlo hecho antes, pero es que nunca vi una hora libre, solo espero que no sea algo grave... pero ¿y si lo es? ¿terminará matándome? es lo que venía buscando aquel día, pero ahora... ya no sé si hacerlo otra vez... Estoy tan confundido, ¿qué es lo quiero de verdad? ¿Morir? ¿Vivir? No puedo decidirme...

    --Disculpen-- Entró un doctor con carpeta en mano cosa que despertó a Clarissa --¿Roland Müller, verdad?-- Asentí en respuesta --¿Cómo se siente?--

    --Cansado--

    Es lo único que puedo decir, también estoy algo adolorido, pero no creo que importe, tal vez sean las inyecciones que seguramente me han puesto cuando estuve inconciente.

    --Hmm...-- Miró sus papeles --¿Hermano de Megan Müller?-- Me dijo con tranquilidad.

    Lo miré confundido, ¿la conocera? --Sí... ¿por qué?--

    --Ya veo... se lo explico en un rato, primero dejeme decirle lo que sabemos de usted--

    --¿Es malo, doctor?-- Preguntó Clarissa.

    Este cambió la cara para luego fijarse en mí --Lo hemos visto mucho y por suerte hemos tratado esto anteriormente, pero no podemos descartar que sea peligroso para...--

    --¡Ya digamelo!-- Grité --Deje el drama--

    Suspiró antes de cerrar la carpeta --Roland Müller, le hemos hecho una tomografía por petición de la señora Clarissa, y temo decirle que le detectamos un pequeño tumor en la cabeza--

    En eso sentí un abismo muy dentro del pecho que me sacaba el aire. Bajé la mirada sin ver nada más que mis manos las cuales se empezaban a sentir frías... no es un ataque de esos... es miedo... Un tumor, eso fue lo que me dijo el doctor. Inhalé profundo buscando un pensamiento con el cual distraerme y hacer como que nunca oí eso... pero no puedo. Un tumor, sabía que de alguna forma tendría que joderme la vida, y yo buscando un método para quitarme la vida de forma instantanea para que me vengan con esto.

    Clarissa se cubrió la boca mirando al suelo, allí se le acercó a él --Dijo que han tratado con eso antes, verdad?--

    --Sí, hemos tenido a muchas perso...--

    --¿Qué es lo malo...?-- Pregunté interrumpiendolo.

    --¿Qué quieres decir?--

    --Es un tumor...-- Respiré profundo --Y si se opera, algo debe hacerme--

    --Bueno... si a eso te refieres-- Se limpió la punta de la nariz, sabía que algo había en esto --Ha pasado pocas veces, pero...--

    --Pero qué-- Dijo Clarissa seria.

    --Hay una posibilidad de que termine... puede terminar paralítico después de la operación-- Hasta que por fin lo soltó.

    La cara de miedo en la señora heló mi sangre, fue una expresión que no había visto ni en las películas... --No quiero... no me decido...--

    --¿Repite?-- Se dirigió a mí el doctor.

    --Que no quiero la operación--

    --¡¿CÓMO?!-- Me tomó la mano ella --Roland, no seas así, estamos hablando de un tumor--

    --Lo sé... es solo que... no sé--

    --No, tienes que hacertela-- Se puso frente al doctor --¿Qué tan grave es si no se trata a tiempo? ¿Puede morir?--

    --Eso dependerá... ¿Desde cuándo tienes esos sintomas? Ya sabes, dolores de cabeza, vómitos, escalofríos...--

    --Desde los doce años--

    Este me miró con cara de "¿Qué mierda?", no creía lo que le dije, claro, yo tampoco lo creería, desde los 12 años que tengo estos ataques que llegan casi al azar. No, no me di un golpe en la cabeza, y si fue así, no lo recuerdo. La primera vez que me pasó, fue en la noche, dormía tranquilo a lo que sentí frío en mis piernas, al levantarme busqué una sábana más gruesa pero apenas toqué el suelo, mi cabeza se puso pesada. Caí con fuerza ya que no pude mover nada más que mis ojos para ver a los lados, estaba muy asustado.

    No recuerdo cuánto tiempo pasé así exactamente, pero cuando lo vomité todo, me relajé. Mi nuca se puso tíbia y fue ahí cuando pude moverme, creí que era algo que solo pasaría una vez. No fue así. Al cabo de una semana, lo mismo. A medianoche desperté con unas ganas tremendas de vomitar, lo deseché todo apenas hacía el esfuerzo de levantarme y caminar.

    Nunca se lo dije a mis padres, siempre lo limpiaba todo antes de que alguno de ellos despertara. Creí que Megan se había dado cuenta el día después de la cita con Eleonor cuando desperté de igual forma, pero ella solo lo vio como un efecto del alcohol que habíamos bebido...

    --Tiene que ser una broma-- Dijo serio --¿¿Once años viviendo con eso??--

    --Megan... ¿por qué la mencionó?--

    --Ese no es el asunto, Roland, ahora pregunta por tí--

    No, no es solo eso. ¿Por qué me preguntó si era hermano de Megan? ¿Estarán mis padres aquí también? Solo quiero saberlo, aparte, papá me llamaba esta mañana en el apartamento.

    --Que me responda, ¿por qué me preguntaste eso?--

    --Ok, ok... Pregunté porque hace cuatro días ingresó una chica que estuvo en un accidente automovilístico, la policía sospecha que fue un intento de suicidio--

    Suicidio... no... no lo creo, debe estar confundido --Debe ser alguien más, no puede ser Megan--

    --Sus padres están aquí con ella, decían que llamaban a su hijo--

    Me llevé la mano al pecho, por eso llamaba mi padre... para avisarme sobre lo de Megan. Sé las cosas que me hicieron, pero al igual que con Eleonor, me duele saber esto, sobretodo cuando me dicen que sospechan de un intento de suicidio.

    --¿En dónde la tienen?-- Me paré débil de la cama.

    --Está bien, tú descanza-- Intentó detenerme, pero no quiero que lo haga, quiero ver a Megan ahora mismo.

    --Roland, debes quedarte en reposo, ¿acaso no oíste lo que te acaban de diagnosticar?--

    --Sí, sí lo oí, pero quiero ver a Megan... quiero verla--

    Clarissa me miró a los ojos, estaba preocupada por mí, pero sabía muy bien que no iba a quedarme quieto hasta que no la vea. Suspiró cansada antes de asentirle al doctor, los dos me dejarán ir a verla. El doctor anotó el número en mi mano con su lapiz tinta, Megan está en la 3-3. Cogí el bastón que Clarissa me había dado para apoyarme, pero justo antes de salir, le hice señas a ella para que me siguiera y susurrarle al oído.

    --No quiero que nadie sepa nada... por favor, aún no me decido--
     
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  20. Threadmarks: C20 - Megan
     
    Antonionoventayseis

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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    33
     
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    ---CAPÍTULO 20---
    ---Megan---


    De pasillo en pasillo fui buscando la habitación 3-3 que el doctor me había anotado hace unos momentos. Aún no me creo eso de que Megan intentó suicidarse, pero lo que más me enreda, es el hecho de que estoy asustado por ella que por lo que me detectaron... ¿por qué? Al final solo supe un "depende" cuando Clarissa preguntó si era grave. Subí otro piso para buscar nuevamente, en uno de los blancos pasillos veo que a lo lejos se encuentra papá parado frente a una puerta con dos abrigos en sus brazos. Clarissa se quedó detrás de una esqina en el pasillo.

    Giró su cabeza hacia mí y abrió los ojos, estaba paralizado, obviamente preguntará por la cantidad de golpes que tengo en la cara y la razón por la cual cargo un bastón para caminar bien. La cabeza me duele un poco de tanto correr de un lado a otro en busca de mi hermana, me le acerqué como si nada sin mirarlo a la cara a lo que a papá se le cayeron los abrigos y extendió sus brazos para abrazarme fuerte. Está muy asustado.

    --Roland-- Me mecía de un lado a otro --Mirate... ¿qué te pasó?--

    --No quiero hablar de eso, ¿y Megan?--

    --Está allí-- Señaló la puerta a lo que me dispuse a ver sobre su hombro.

    Megan yacía recostada en la cama con una mascarilla para respirar, mi madre estaba a su lado sosteniendo su mano mientras parecía caer dormida, ¿desde qué hora están ellos aquí? Papá no me suelta todavía, parece que no me dejará ir así tan fácil.

    --¿Cómo pasó?--

    --Cuando te fuiste de casa...-- Suspiró aguantando las ganas de llorar --Megan se metió a tu cuarto a llorar, se negaba a salir, un par de días luego, su personalidad cambió-- Papá señaló unas sillas al lado de la habitación y nos sentamos --Estaba muy seria, la dejamos tranquila para que se relajara, pero luego tu madre me dijo que escuchaba a Megan hablarse a sí misma diciendo que no merecía vivir, se insultaba sola y esas cosas--

    Me imaginaba la escena y obviamente lo que me decían no cuadraba con algo que ella haría... quiero decir, conozco a Megan, somos hermanos, pero pensar que su personalidad pasó a ser esa... no me da, va en contra de la alegría que siempre emanaba... es igual a aquella vez que le grité, nadie le pidió que me vigilara, pero luego de gritarle, me sentí mal. ¿Por qué ahora me preocupo por alguien que jugó tan feo con mi vida? No le encuentro sentido... ¿por qué?

    --Aparte... no sé si te has enterado-- Mi padre observó el techo secando una lágrima --Pero su esposo la dejó por otra... la engañaba cuando nos visitaba--

    --Lo sé, papá, era obvio--

    --Y yo no te creí... me molesté contigo ese día porque pensé que se trataba de una mala broma--

    Suspiro hondo mientras estoy sentado al lado de mi padre en el pasillo. No espero a nadie más que a mi madre para poder entrar, enfermeras y doctores pasaban de un lado a otro sin ni siquiera dirigir sus miradas a nosotros, no le importamos, mucho menos los problemas por lo que ellos están pasando y que ahora siento tener yo también. No quiero decir que los extraño mucho porque entraría en un conflicto dentro de mí, los culpo por joderme así... pero aún sigo en las mismas, estoy muy mareado, los odio, los extraño, no quiero verlos, pero así quiero tenerlos cerca.

    --Hijo, estás llorando--

    Toqué mis mejillas hasta mojar las puntas de mis dedos, tiene razón --Sí...--

    --¿Te pasa algo?--

    --Nada-- Evadí la pregunta, nadie sabrá sobre lo que me acaban de encontrar --Solo estoy preocupado por Megan--

    La perilla de la puerta se movió hasta que se abrió mostrando a mi madre al otro lado, en sus manos tenía uno de los tantos peluches con los que Megan adornaba su habitación. Al verme respiró profundo y se arrodilló frente a mí abrazándome de lado por la cintura.

    --Ya te extrañaba-- Comenzó a llorar --Me hacías tanta falta--

    --Que conste que aún sigo enojado por lo que hicieron-- Quise dejar en claro frente a ellos --Hoy solo será la excepción por la situación en la que Megan está--

    Mamá asintió, ellos dos saben perfectamente lo que hicieron --Tu cara...-- Arreglaba mi cabello --¿Qué sucedió?--

    --Un accidente, nada grave--

    Me miró a la cara inspeccionándome de arriba a abajo a lo que suspiró profundo --No es eso... tú tienes algo...--

    --Es solo eso, no tengo más nada--

    --Roland, no me mientas-- Por la forma de su mirada parecía que veía a traves de mi mentira. Nadie se va a enterar y punto, esperaré otro momento.

    Al rato que levanté la vista, observé a Clarissa venir hacia acá, estaba muy seria y miraba a mis padres nada más, me evitaba. Papá se sorprendió al verla llegar también, por la expresión en su cara puedo deducir que ambos se conocen.

    Cuando se paró frente a mí, señaló la puerta --Roland, puedes ir con tu hermana-- Me ordenó con un tono fuerte --Quiero hablar con ellos un rato--

    El asunto será muy serio como para pedir que entrara a la habitación. No vi de otra que obedecer, me paré de la silla y entré al cuarto cerrando la habiación tras de mí, allí estaba mi hermana inconciente, sus parpados cerrados no se movían como cuando alguien mueve los ojos bajo estos. Me invadía un horrible escalofrío por los brazos, la habitación estaba muy callada sin contar los pitidos constantes del aparato que muestra los latidos del corazón.

    Era parecido a una funeraria, algo muy sureal, ver a Megan allí acostada sin signos de despertar pronto me incomoda mucho, parecía estar muerta, eso era lo que me mataba del miedo, creer que ha fallecido. Su pecho se inflaba levemente indicándome que aún respiraba, eso es un alivio. Me senté a su lado y aparté unas hebras de cabello que tenía en su rostro, seguro siente un hormigueo en la nariz pero en su estado no puede hacer nada... ni hacerme bromas yo mismo puedo...

    Tomé su mano, está muy fría, de a poco puedo sentir los ligeros pulsos de su corazón. Es como si hubiese sido ayer la vez que eramos niños, Megan jugaba conmigo en mi habitación hasta muy tarde por las noches, nuestra hora comenzaba a eso de las 5pm después de haber cenado. No las pasabamos mucho entre la consola y los muñecos, si eso nos aburría, veíamos alguna que otra serie en la televisión. Tenía apenas 8 años y ella ya había entrado a la universidad, pero fueron buenos tiempos... ¿seguirá siendo la misma cuando despierte? ¿se hará creer que esto nunca pasó al igual que la vez que le grité en el coche? Dudo demasiado de estás dos preguntas, por un lado quiero creer que sí, pero obviamente cambiará y no sé si será peor.

    Ya empiezo a dudar de mi estado, no puedo molestarme con ella al igual que con Eleonor y mis padres. Pero sigo sin entenderlo, me detengo ahí a pensarlo, me duele por dentro, no tengo idea de lo que debo hacer, necesito más tiempo, necesito pensar las cosas, necesito ordenarme... ¿qué necesito en verdad? Ya en mis hombros me hice cargar el secreto del tumor. No se los diré hoy a mis padres porque puedo empeorar las cosas, ya están devastados con ver a Megan así, decirselos ahora... no sería bueno.

    --Megan-- Le dije esperando al menos una sola respuesta, pero nada.

    Desde ahí veo por la rectangular ventanilla de la puerta hacia el pasillo, Clarissa está molesta de brazos cruzado, creo que está regañando a mi padre ya que este está mirando el piso con pena. La señora me señala a mi y luego posa el puño en su palma, mi madre respira profundo a la vez que se recoje de hombros, no puedo escuchar nada desde aquí, necesito acercarme un poco más.

    Justo en el instante que me decidí a ir, algo me detuvo, al voltearme me doy cuenta que aún sostengo la mano de mi hermana, pero eso no es todo, no soy quien aprieta, relajé la mano para aclarar mis sospechas, es ella quien me sostiene, no con mucha fuerza, pero lo hace, Megan está despierta. Hay ligeros movimientos en sus parpados, esto me indica que está a punto de despertar.

    Miré a los lados buscando algo para llamar a los doctores para que la revisen, pero no hay nada, solo veo maquinas con miles de botones pero ninguno para eso. Allí se me ocurrió una idea, no era la mejor de todas pero de algo debe servir. Giré hacia la puerta y extendí mi mano libre hacia arriba y moví de lado a lado para así llamar la atención de Clarissa. Agité con más fuerza, que me vea rápido. No fue sino hasta el minuto que volteó a verme, me señaló y abrió la puerta.

    --¿Qué pasa?--

    --Un doctor, Megan está despertando--

    --Ya busco uno-- Exclamó papá y se fue.

    --¿Cómo lo sabes?-- Mamá se me acercó.

    --Su mano, me está sosteniendo-- Le enseñé cosa que la dejó sorprendida.

    --¿Megan, me escuchas? Soy yo, mamá, despierta por favor-- La tomaba del rostro para hablarle al oído --Aquí estamos todos... por favor, abre tus ojos--

    Me quedé a su lado sin soltar su mano, por alguna razón me llena de alegría saber que puede despertar, verla ahí dormida y creer que ha fallecido me pareció una horrible pesadilla, ¿habrá escuchado que llamé su nombre? Mamá está feliz de saber que despertará, lleva 4 días aquí metida según el doctor... Hablando del diablo, es él quien se asoma por la puerta acompañado de mi padre.

    --Bien, ¿qué tenemos aquí?--

    --Está sosteniendo mi mano-- Le señalé --Va a despertar--

    --¿De verdad? Creí que no lo haría hoy-- Observó las pantallas y se dio la vuelta --Sí, está despertando, pero por ahora está ganando control de su cuerpo, tal vez no abra los ojos sino hasta unas horas más tarde, o es posible que lo haga mañana, como verán, es un proceso que puede llevar tiempo--

    --Muchas gracias-- Dijo mi madre --Roland, si quieres puedes irte, me quedaré con Megan esta noche, a tu padre que te lleve a casa--

    --Cierto, cierto-- Se dirigió a mí el doctor --Cuidate, si algo pasa, regresas aquí--

    --¿Qué quiso decir, Roland?--

    --No se preocupe-- Fingió --Es sobre medicinas para el dolor, espero verte pronto por aquí--

    --Ok, ya le diré-- Salí de la habitación acompañado de papá y Clarissa.

    Mi padre se ve algo tenso, me ve de reojo a mí y luego a Clarissa, el regaño debió ser muy fuerte como para dejarlo así, está viviendo trauma se podría decir. Al segundo me detuvo posando su mano en mi pecho, me quiere decir algo pero Clarissa habló primero.

    --Roland, tu padre y yo acordamos que no deberías regresar a tu apartamento--

    --¿Y eso...? ¿A dónde iré?--

    --Vivirás conmigo hasta que se calmen las cosas, Edward trabajó para mí en Clarity, yo fui su primera jefa--

    --Sí, me sorprendió verla aquí... pero para que tu madre no se desmayara, me contó lo que te pasó por mensajes...--

    --Entonces te dijo lo que intenté hacer...--

    --Sí, me lo dijo, no puedo molestarme contigo porque ambos sabemos que no tengo ese derecho después de lo que hicimos... pero Eli tampoco está muy bien, es quien se llevó una gran parte del dolor-- Allí está su nombre otra vez.

    --No la menciones, no me llevo bien con ella--

    --Eso ya lo sé... pero lo mejor que podrías hacer es tomarte un tiempo para pensar las cosas, piensa sobre tu futuro y lo que pasaría si nos tuvieses, o no, a tu lado-- Me dio un último abrazo --Por favor, quiero que lo pienses muy bien... nos vemos otro día, Roland--

    Con unas palmadas en mi espalda, papá se regresó a la habitación donde descanzaba mi hermana. Fue extraño haber recibido tal consejo de él, papá no es de esos que abren sus sentimientos tanto como mamá, él es algo duro. Tal vez haya sido el regaño que Clarissa le dio, ¿lo habrá amenazado de alguna forma?

    Claro que voy a pensarlo, me tomaré un tiempo... pero primero tendré que acostumbrarme a vivir con Clarissa, pero sobretodo, debo acostumbrarme a ver a Eli todos los días, no me voy a negar porque seguro ella no me lo permitirá. En casa no tengo televisor, así que no hay noticiero. En casa ya no hay radio, así que me quedo sin mis músicas. En casa ya no hay consolas, así que no tendré donde probar las cintas y CD's. Puedo pedirle que me deje en casa unos minutos para buscar mi bolso con los dibujos junto a mi laptop... ya luego me llevaré el escaner.

    Observé a Clarissa, estaba pensativa, no la culpo, le dije que no quería hacerme una operación que podría dejarme paralítico, no quisiera hablar de ese asunto, pero de verdad que estoy asustado por eso también. No quiero terminar en una silla de ruedas por el resto de mi vida, sería una horrible tortura para mí y para los que tendrían que cuidarme, me verán más como un estorbo que llegó para joderles la vida y no quiero que sea Clarissa la persona que tenga ese trabajo. Ya es una mujer mayor y no debería estar desperdiciando su vida con algo así...

    En planta baja esperamos a Ricky llegar con el vehículo que me llevaría a mi apartamento a recoger las muy pocas cosas útiles que me quedan.

    --¿Cómo te sientes?--

    --Con sueño--

    Me hizo una mueca de enojo --¿Quién te crees que eres para no querer una operación?--

    --El dueño de mi propia vida-- Respondí --Y sería un buen favor que esperaras a que me decidiera--

    --No me basta con eso... me costó mantenerselo oculto a tus padres--

    --De verdad que lo siento mucho, Clarissa, pero es mi decisión y de verdad que quisiera algo de tiempo para plantearmelo... es grosero decirlo, pero hace poco decidí acabar con mi vida y esto es... me choca mucho-- Inhalé profundo --Tiempo, es lo único que pido--

    --¿Y si no tienes mucho tiempo? ¿Has pensado en eso? Tal vez mañana...--

    --Lo sé-- Mi voz está a punto de quebrarse --También pienso en eso... pero no pido más... aunque sean minutos, pero quiero tiempo--

    --Bueno...-- Me abrazó con cariño y señaló a Ricky quien se estacionaba en la entrada --Desearía no haber escuchado el diagnóstico, pero tampoco quisiera que dejaras pasar desapercibido esto, Roland... hay alguien que espera por tí--

    --Tampoco quiero que ella lo sepa, ya me hago una idea de lo que siente--

    Si no quiero que Eli sepa algo de lo que tengo, entonces debería distanciarme de ella, por más que me sienta mal, es lo único que puedo hacer... Como ya le dije a Clarissa, creo que... creo que ya me hago una idea de las cosas por las que está pasando Eleonor y alejarme haría que me olvide con el pasar de los días, con el poco tiempo que la estuve "conociendo", puedo saber que no tendrá problemas en encontrar a alguien más con quien estar, alguien mejor que yo...
     
    Última edición: 17 Septiembre 2017
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