Long-fic de Naruto - Robame... si es que puedes (ShikaTema)

Tema en 'Fanfics de Naruto' iniciado por Kuro Neko, 30 Agosto 2015.

  1.  
    Kuro Neko

    Kuro Neko Entusiasta

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    Escritora
    Título:
    Robame... si es que puedes (ShikaTema)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1818
    Espero les guste, jamas había trabajado con esta pareja pero la inspiración llego y pues esto nació.
    ******************************
    ¿De que color ves el mundo?

    El mundo es de un color diferente para cada persona, podría decirse que las personas comunes lo ven todo a color, los empresarios en blanco o negro, los músicos… bueno, los músicos tiene muchas tonalidades pero yo lo veo brillante, tan brillante como una gema preciosa o el mismo oro.

    Lo exótico no es lo mío, a pesar de mis gustos, pero para muchas personas el tener objetos valiosos, raros o artesanales es toda una novedad dentro de las colecciones privadas. Estoy en un noventa y ocho porciento segura de que los autores de dichas obras estarían sumamente enojados, pues el trabajo de toda una vida se encuentra bajo llave o tras un vidrio de seguridad fuera del alcance de muchos.

    Tan triste ver tan magnificas creaciones añorando ser usadas y ver la luz, así que mis acciones son justificadas por ese simple deseo.

    ¿El objeto que ‹‹salvaría›› esta semana? Nada más y nada menos que el Patek Philippe’s Platinum World Time, no era el diamante esperanza pero si el tercer reloj más caro del mundo y casualmente dueño visitaba Japón, se hospedaría en la suite del Okura Tokyo. La tentación venía a mi ciudad, iba a ser una falta de respeto no pasar a saludar.

    Tan perturbada había quedado mi mente con tan solo pensar en aquel reloj que comencé con la investigación. El sujeto A, futuro ex dueño del reloj, llegaría a la ciudad en dos días. Tenía el tiempo suficiente para hacer los preparativos, iniciando con la seguridad del hotel, un sistema de Axxon Intellect algo complejo pero no inquebrantable. El personal capacitado y adiestrado contra accidentes comunes como incendios o terremotos, quizá el problema sería la seguridad personal del sujeto A. Transporte, en una ciudad de mucho movimiento y gran tecnología se necesitaba velocidad, también lo tenía cubierto. Por ultimo los lugares de fuga inmediata, el primero a unas cuantas calles del hotel, el jardín Hamorikyu y el segundo un poco más lejos, el distrito de entretenimiento Roppangi y claro la herramienta básica, las ganzúas no pueden faltar.

    Un perfecto día nublado para la llegada del sujeto A, ese reloj realmente deseaba despegarse de su muñeca, lo pedía a gritos.

    Sábado en la noche, nadie sospecharía de una joven que entra sola al bar del hotel con un vestido bastante elegante ¿Quien podría imaginarlo?

    Lo difícil no era entrar, salir con el botín era lo divertido.

    Y ahí estaba, caminando con su seguridad pisándole los talones a la mitad del bar, algo torpe al andar por algunos tragos quizá. Me acerque a él, seductora y segura de mi misma con un cosmopolitan en la mano, pasé rosando su hombro, como reacción se giro de inmediato derramando mi trago a lo largo del vestido que llevaba puesto.

    —Oh I’m sorry. Es decir, mil perdones madam. No fue mi intención, permítame ayudarle.

    Paso uno, completo.

    —Que torpe soy, no fue su culpa. Debí prestar mas atención, me iré a cambiar y todo estará bien —le sonreí mientras veía la gran mancha en la prenda.

    —Pero su vestido, no es cualquier prenda. Un Tarik Ediz como ese no lo podría limpiar cualquiera. Asumiré la responsabilidad de los gastos para quitar la mancha. Solo dígame ¿En que habitación se hospeda? —preguntó cortésmente el hombre frente a mi.

    —Vaya, es impresionante que un hombre sepa de diseñadores. De acuerdo, mi habitación es la número once, pídale al botones que vaya en treinta minutos.

    Paso dos, completo.

    Todo iba de acuerdo al plan, me siguió sosteniendo la mirada un par de minutos cuando noté que alguien más me veía con sumo detenimiento, un joven, quizá parte de la seguridad privada. No le tome tanta importancia y seguí mi camino hasta la salida del bar. Ahora debía conseguir la habitación.

    Lo bueno de los hoteles cinco estrellas es que son bastante amplios y pude perderme entre los pasillos de la parte trasera también que nadie quiere las habitaciones de la planta baja y las reservaciones son archivadas por el sistema electrónico al cual ya tenía acceso por cualquier inconveniente. Hice la reservación, guarde mis cosas en una pequeña maleta de viaje y fui directo a recepción.

    —Buenas noches señorita en que le puedo ayudar —dijo de inmediato señor tras la computadora.

    —Tengo una reservación a nombre de Lucy Voleur.

    El señor ingreso una serie de códigos, dio media vuelta y saco una llave de la estantería.

    —Bienvenida al hotel Okura, que disfrute su estadía.

    Faltaban alrededor de cinco minutos para la hora acordada, abrí la habitación y deje mis pertenencias en la cama me quite lo más rápido posible el vestido, en su lugar tomé una bata de baño de estilo tradicional. Al cabo de unos instantes tocaron a mi puerta, era el botones.

    Mi misión aún no terminaba, pero tenía tiempo de sobra. Los planes estaban completos y solo quedaba esperar a la profundidad de la noche para poner el plan en marcha. Mientras tanto, admiraba el paisaje desde mi ventana, el césped verde recortado con sumo cuidado, los arboles frondosos moviéndose al compas del viento, el sendero de piedra con bambú a los costados, el sonido del agua chocando con las rocas de aquel arrollo artificial. Era como estar en el paraíso, un mundo diferente dentro de la ciudad. El espesor de las nubes grises por la contaminación y el smog limitaban mi visión a solo un color gris opaco. Detestaba ese color, era lo único que veía en la ciudad además de las fluorescencias de los espectaculares, el negro del asfalto, el gris en todo… nada era hermoso en aquel lugar.

    Mi vida no era sencilla y buscaba siempre el lado brillante de las cosas. Crecer en el bosque, rodeada solo del verde pasto, azul celeste que hay en el cielo y en los ríos, admirar la naturaleza en todo su esplendor. Las flores brotando de simples retoños, las luciérnagas iluminando la oscuridad lúgubre del bosque, los animales corriendo en busca de refugio contra la lluvia y el cielo estrellado de cada noche, todo por muy colorido que pareciera era brillante para mi.

    Ahora, en esta jungla de asfalto, los cosas ‹‹brillantes›› solo quieren ser poseídas y no admiradas.

    Sonó la alarma del despertador, me había quedado dormida en la silla junto a la ventana, era tiempo de actuar.

    Salí por la ventana de mi habitación y escondí una maleta pequeña entre los arbustos, regrese a la habitación por la ropa “adecuada” para la ocasión y un kimono para ocultarlo, até el obi algo flojo para quitar lo más rápido posible y fuí tras mi objetivo al penthouse.

    Toqué el timbre de la habitación, él joven que atendió la puerta era parte de la escolta personal y curiosamente también quien me había visto fijamente pero sinceramente era demasiado sencillo para ser guardaespaldas.

    —Buenas noches, se que es algo tarde pero mañana me iré de la ciudad y quisiera recuperar mi vestido —expuse mi situación lo más humilde que pude.

    —Nara ¿Who is?

    —The owner of the dress , Sir.

    —Oh waiting! Let her go. Oh I will do it.

    Ingles para variar he.

    Si tan solo se hubieran dado cuenta de que podía entenderles perfectamente y no solo eso, también notaba la emoción e impaciencia que emitía su voz por el deseo de verme.

    —Disculpe que lo moleste, pero saldré de la ciudad y quisiera mi vestido —repetí.

    —Disculpe usted a mi empleado, dejar a una señorita esperando así en la puerta, que descortés. Pase por favor.

    Como esperaba no dudó un instante para invitarme a entrar en la suite. También le ordeno a su protector salir de la habitación e incluso me invito a beber con él. Todo iba tal cual, solo quedaba esperar a que el virus que había descargado al servidor del hotel se activara y juego daría inicio. Mi anfitrión comenzaba a portarse algo ‹‹cariñoso›› conmigo, entendía muy bien sus insinuaciones así que le seguí el juego un par de veces e intercambiamos miradas coquetas, algunas caricias y porque no algunos besos. Después de todo no era feo y jamás tendría que verlo de nuevo.

    Las luces se apagaron, el show comenzaba. Saque una jeringa del interior del obi, inyectando así una pequeña dosis de somnífero. El teatrito había terminado, no necesitaba más el estorboso kimono y los tocados que iban junto con el. Solté mi cabello y cubrí mi cara con una mascara de neopreno para ciclismo, después de todo quedaba perfecto con el atuendo negro que llevaba.

    El sujeto A había caído rendido ante la droga y mi reloj estaba a la vista sobre la mesa de noche junto a la cama.

    Algo tan pequeño valía cuatro millones de dólares y solo decía la hora en diferentes países y ahora era mío.

    —Señorita, le recomiendo que deje el reloj en su lugar —me advirtió una voz tras de mí y en seguida el seguro de un arma saliendo de su lugar.

    —¿O vas a disparar? —reté mientras me giraba despacio para ver a mi captor, no lo distinguía, estaba demasiado oscuro.

    —Sería complicado si lo hiciera así que ¿Por qué mejor no me entregas el reloj? —extendió su mano sin dejar de apuntarme, esperando que le diera mi tesoro.

    —¿Y dejar que lo vendas al mejor postor? Tu no sabes la pieza tan hermosa que tengo en la mano ¡Vago oportunista!

    Él solo sonrío, era mi fin. Un tonto sin cultura alguna por las grandes piezas de este mundo iba a matarme. Que forma tan patética de morir, todo mi esfuerzo para nada, un novato se llevaría la gloria.

    —Es curioso, se más de ese reloj de lo que te imaginas señorita Sabaku No —se acercó lentamente hasta que pude distinguirlo en la luz con una media sonrisa.

    —El guardaespaldas ¿Tu… cómo sabes mi nombre? —un niñato me había dejando entre la espada y la pared, fue humillante.

    — "Voleur" ¿Cierto? Ese fue un toque bastante francés, igual que en tus robos anteriores con el Ferrari Enzo en Italia, el violín Stradivari en Madrid fue una obra de arte pero el Van Gogh realmente no supe como lo hiciste y otros tantos objetos.

    —¿Quién demonios eres? —estaba desconcertada, sabía de mis actos más importantes, él aún seguía con la mirada fija y sin parpadear. En mi vida lo había visto pero cada vez me daba más curiosidad, pocas personas se habrían dado cuenta de esos pequeños detalles. ‹‹Voleur›› era mi firma, ladrona en francés se escuchaba más elegante pero era la única huella que dejaba. Dejar que el mundo me conociera y a la vez no.

    —Sabaku no Temari, queda arrestada por el cargo de múltiples robos a propiedad privada, trafico de arte y venta de la misma.

    **********************************
    Espero les haya gustado. Por favor comenten que les pareció.
     
  2.  
    Samantha

    Samantha Saa Comentarista Top

    Piscis
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    Joo, es interesante, me recuerda a una peli que vi hace años, de esas inglesas a blanco y negro. Sin mencionar que tengo preferencia por el cine mudo... me encanta. Claro, esto no tiene mucho que ver con la trama, sólo se me pareció a lo que mencioné.

    La trama suena interesante, este primer capitulo ha estado muy bien, misterioso y con algo de suspenso, muestra a una Temari descarada, claro, se asemeja al caráctaer del canon, aunque ella no es tan así, digamos que ella y Shika son el uno para el otra, yo la veo como alguien sarcástica. Ya veremos como lo vas desarrollando a medida que vayas publicando los capitulos.

    Noté una buena ortografía y una buena redacción, aunque trata de narrar un poco más, no te enfoques tanto en los diálogos, el narrar es más importante para darle fluidez a la lectura.
    No lo único que noté es la repetición de esa palabra, tiende a redundar, de resto todo esta bien.

    Actualiza pronto. :)
     
    Última edición: 7 Septiembre 2015

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