One-shot Rin y Luki

Tema en 'Vocaloid' iniciado por Ruki V, 22 Junio 2013.

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    Ruki V

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    Rin y Luki
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    ((Hola. Bueno creo que me tomó toda la semana pero terminé la tarea de la Academia Meltdown. Antes que nada quiero especificar que separé el relato en tres puntos de vista:
    -Rin
    -Luki
    -Len
    También quiero advertir que no hice mi escrito con la intención de ofender a algún personaje o a un rolplayer. He hecho esto con mucho cariño, haciéndome mis ideas raras del rol. Y que conste que no tiene mucho que ver con el rol original, solo me basé en él y me robé algunos post. Ojala les guste))

    Esta era una hermosa chica de 14 años llamada Rin. Era bajita, no tanto para su edad; tenía cortos cabellos rubios y hermosos ojos celestes. Estudiaba en el instituto, mantenía notas regulare, tenía una vida muy tranquila. Era una chica bastante linda y agradable; la mitad de los alumnos del instituto, tuvieran la edad que tuvieran, eran sus amigos. Con los profesores se llevaba bastante bien, y no como si fuera su consentida ni cumpliera con absolutamente todas las tareas: era simplemente por ser ella. Desbordaba esa sensación de positividad que no te podía no agradar.

    Su tranquilidad se comenzó a romper por momentos cuando fijo los ojos y el corazón en un chico: su nombre era Len y tenía su misma edad. Era también rubio de ojos azules Él la sacó completamente de sus casillas en el breve instante en que cruzaron miradas. Después de ese fugaz encuentro, y de no volverlo a encontrar, volvió a la normalidad; estando alegre, tratando de estar al día con las tareas, etcétera.

    Un buen día, su mente se encontraba atrapada pensando en Len. ¿Cómo sabía su nombre? Lo averiguó al día siguiente de “conocerlo”: preguntando a sus múltiples amistades, alguien lo tenía que conocer. En los primeros días no estaba tan obsesionada con él, pero de pronto su mente no podía pensar en algo más.

    “Vamos Rin” pensaba. “No eres esa clase de chica. No crees en esas tonterías del amor a primera vista, jajaja, supéralo y sigue adelante” se dijo y casi lo logró. Aún traía a Len en su mente, pero se fue calmando y olvidando poco a poco de él. Se reía de si misma por esas raras veces en que lo recordaba y lo halagaba en su mente por su apariencia. Pero enseguida se bloqueaba de esos pensamientos y volvía a lo suyo.

    Un Lunes por la mañana había notado una nueva presencia en su clase de música: se trataba de un chico llamado Luki, de 18 años. Era algo más alto que ella, su cabello era rosa, corto, y sus ojos eran celestes muy claro. Lo encontró mal sentado en un pupitre, con los ojos entrecerrados, perdido en la música que brotaba por sus audífonos hasta sus oídos, que ligeramente se escuchaba fuera de ellos por el alto volumen; parecía decaído o triste. A Rin le llamó la atención la tonada de la canción y se sintió libre de quitarle uno de sus audífonos y colocárselo ella. Él estuvo a punto de mal reaccionar, pero cuando se dio cuenta de que era Rin quien traía su audífono, sólo se le quedó mirando fijo.

    —Es una canción bastante buena, ¿cómo se llama?— dijo ella.
    —Kilómetros… es curiosamente una letra muy bonita, aunque no me llega.— respondió él muy serio.
    —Supongo que a veces las canciones no llegan pero atrapan de un modo u otro.— sonrió —Por algo la tienes en el MP3.
    —Si, supongo…— accidentalmente oprimió un botón cambiando la canción a una que tenía una letra algo… “inapropiada” por así decirlo. Se sonrojó y lo apagó.
    —¿Eh? ¿Por qué lo apagas? Sonaba bastante bien.
    —Perdona. No se porque tengo esa canción aún, debo borrarla.
    —¿Pero por qué habrías de borrarla?
    —¿Por qué habría de dejarla? No me parece conveniente tenerla... por lo que trata.— su expresión volvió a alargarse; se desanimó, se veía como cuando Rin entró al salón.

    —¿Estás bien?
    —¿Qué? Si, claro, estoy… bien…— estaba distraído, suspiró viendo por la ventana, no estaba bien.
    —A mí no me parece que estés bien. Te ves pálido. ¿Tienes hambre? Porque yo moriré si no como algo pronto.
    —Puedo compartirte algo de lo que traigo...— de su mochila saca su almuerzo: era un obento de buen tamaño, lo podían compartir dos personas
    .
    —¡Gracias! Iba a tomar algo con Len después, pero...
    —¿Len? ¿Es algo tuyo?
    —¿Algo... mío? No. ¿Qué quieres decir?
    —Nada linda. Comamos.


    Luki toma un poco de su obento y empieza a comer.
    Rin también come porque se muere de hambre, en silencio, pero no puede evitar sentir cierta curiosidad.


    —¿Hmm? ¿Hay algo que quieras decir?— sigue comiendo, presiente que ella lo mira con curiosidad.
    —¿Qué? No. ¿Tú quieres decir algo?
    —No.— siguió comiendo, de ratitos tarareaba la canción Meltdown.
    —Yo solo quería agradecerte que compartas tu obento conmigo, es...— se sonroja levemente, desviando la mirada —...muy lindo de tu parte.
    —N-no es nada.— desvía por completo la mirada sonrojándose también, aunque Rin no lo notó.
    —Claro que es algo. Salí corriendo de casa y no pude ni desayunar. ¡Estaba a punto de morir de hambre! Pero tú me has salvado, eres algo así como mi héroe, supongo.
    —Descuida, es un placer.— sin ser capaz de voltearle a ver por la pena, sonrió —Para eso somos los amigos ¿no?— sin que Rin supiera, volvió a decir la apalabra "amigos" en voz baja.
    —¿Quieres decir que somos amigos? Wow, apenas nos conocemos... es lindo que pienses eso.
    —Perdona si me equivoco de pensarlo. Me pareces una chica bastante linda y agradable.

    —G-gracias... tú también pareces una persona agradable... *Desvía la mirada* y eres lindo.— se sonroja sin poder evitarlo mientras piensa “Aunque no tanto como él...¡¿qué?!
    —Por cierto… cof cof, mi nombre es Luki.
    —Oh, pero que descortés fui, lo siento. Yo soy Rin.


    Las palabras “Aunque no tanto como él...¡¿qué?!” resonaban en su cabeza.De pronto, como un repentino ataque de imágenes, Len apareció de nuevo para invadir los pensamientos de Rin. Antes le frustraba realmente y no le importaba quejarse en voz alta de lo estúpido que le parecía tener esos ataques de enamoramiento, pero en esos momentos solo se dejó llevar y su mirada se perdió en la ventana, pensando en él. Luki la notó distraída y agitó su mano frente a su rostro hasta hacerla reaccionar.

    —Oh, Luki, lo siento, me distraje.
    —Descuida pero, fue casi como si entraras en coma, solo que sonriendo. ¿Qué piensas?
    —¿E-eh? No, nada.


    Ella lo creyó disimular muy bien, y tal vez otra persona se lo hubiese creído; pero Luki, desde ese momento, no se sacaba de la cabeza la pregunta de en qué estaría pensando que la hacía irse espiritualmente a la nada y físicamente lucir tan feliz.

    Al día siguiente en clase de música, Luki llegó temprano y dejó su tarea junto al piano. Era realmente aburrida la clase para él; no la clase en si, sino sus compañeros a los que jamás les hablaba. No era su culpa, él vivía enchufado porque sentía que nadie más lo entendía, y nadie hacía por entenderlo porque al verlo siempre enchufado lo creían imposible. Tampoco es que quisiera forzar a alguien a entenderlo y a apoyarlo. La mayoría de la música en su MP3 no le llegaba porque si le llegara se hundiría en su tristeza: la música con letras sin sentido o “inapropiadas” era un escape de su realidad a la realidad fantasiosa que todos odian o no entienden o no creen posible. Una vez que alguien veía su lista de reproducción, lo tachaban de loco, de depravado, y no le volvían ni a mirar. Por eso quedó impactado de su encuentro con Rin. “Ella es especial,” pensó “pero no... tal vez no sea bueno que se enrede conmigo”. Era muy complejo, y él mismo se lo repetía. “por eso nadie te quiere Luki” se decía casi a diario. No se había dicho esa frase al día siguiente de que conoció a Rin. “Debo estar loco” pensó.

    Ese segundo día en la clase de música, le valió todo lo demás y se quedó enchufado en su pupitre. Notó que Rin entró al aula, pero apenas y pensó en ir a hablarle, la encontró muy entretenida con otro compañero.

    Para la desdicha de la paz mental de Rin, ahora había otro chico integrado a su clase de música: Len. Le ha visto y se ha quedado pensando “¿Destino, por qué me haces esto? O si es karma ¿a quién le he hecho algo que merezca tan terrible castigo?”. Len se encontraba hablando con otra persona, peor de pronto se acercó a ella y comenzó a hablarle.

    —Hola, acabo de ingresar a esta clase. Mi nombre es Len, ¿y el tuyo?— dijo él; ella quedó inmóvil, ligeramente sonrojada por unos segundos.
    —Mi nombre es Rin, mucho gusto. Espero la clase sea de tu agrado.
    —Por supuesto. Me encanta la música. En verano estuve tomando cursos para tocar guitarra.
    —¿Sabes tocar la guitarra? Genial.
    —Sólo un poco. Dejé de pagar los cursos cuando supe que daban clases de música aquí. Vaya que hice buena elección con esta escuela.
    —¿Cómo? ¿Antes no estabas en esta escuela?
    —No, ni siquiera vivía en esta ciudad. Me está gustando mucho más que en la que vivía antes.
    —¿Y por qué te has mudado?
    —…


    Rin no se podía creer el hecho de estar sosteniendo tal conversación con Len. Sólo lo había visto de lejos en una ocasión y ahora se estaba haciendo su amiga. Pero por alguna razón la conversación se detuvo por un instante, luego de su pregunta.

    —¿Quieres oír lo que se?

    Len evadió la pregunta tomando una guitarra del aula y comenzando a tocar despacio lo que debía ser algo animado. Rin estaba maravillada y por la nada comenzó a tararear a ritmo, y len también.

    —Jajaja, wow, tocas increíble. Yo también espero aprender a tocar algún día.
    —Podría darte unos consejos básicos.


    Len se descolgó la guitarra y se la colgó a Rin, poniéndose detrás de ella y posicionando sus manos en los acordes para mostrarle. Rin se sonrojó ante el roce de sus manos. Intentó con naturalidad seguir los pasos que él le marcaba, peor no pudo con la emoción, los latidos acelerados y la pena. Se descolgó la guitarra y se la dio para luego salir prácticamente huyendo.

    Len se quedó contemplando su partida, con la mirada fija en la puerta de entrada. “Tuve una buena oportunidad y la he aprovechado… pero ¿por qué huyó?” se preguntó. Secretamente, él también había estado interesado en Rin desde que sus miradas se cruzaron aquel día. Tuvo la mala suerte de estar más interesado que ella: había querido preguntarle directamente su nombre, pero desde entonces no la volvió a encontrar. Hasta que un día, el día anterior a este de las clases de guitarra, la siguió hasta su clase de música, y rato después se inscribió, para tenerlo de pretexto para conocerla y pasar tiempo con ella. Pero antes de inscribirse, se quedó espiando fuera de la clase la conversación que tenía con Luki. ¿Estaba celoso? ¿Aún no hablaba con ella y ya tenía rivales? La curiosidad lo tentó. Luego de que Rin corriera fuera de la clase, Len decidió caminar a donde estaba Luki y hablarle de frente

    —Hola, ¿nos conocemos?— pregunta pareciendo muy contento
    —Creo que no…— Luki se quitó los audífonos y lo miró de arriba abajo curioso.
    —Pues mucho gusto, mi nombre es Len ¿y el tuyo?
    —Mi nombre es Luki, un gusto, supongo.
    —Oye, ¿tú también conoces a Rin?
    —Claro, me parece una chica bastante linda y agradable.
    —Lo sé. Platicaron mucho ayer, ¿no?
    —¿Perdón? ¿Cómo lo sabes?
    —Pasaba por aquí y los vi. Supongo que estuvieron así un buen rato ¿no?
    —Si, hablamos un rato y oímos música pero… ¿eso a ti que?— dijo enchufándose un audífono.
    —Oh, ¿y sólo eso? ¿N o pasó nada más?
    —¿A qué te refieres con eso?— se sonrojó muy poco.
    —Que si no hubo…— sonrió de forma falsa. —química entre ustedes o algo así.


    A Luki le desagradó Len desde el primer instante. Ante la pregunta alzó una ceja y le miró fijo, para luego ponerse el otro audífono y volviendo a acomodarse en su pupitre, evadiendo la pregunta.

    —No lo sé, pregúntale a ella, parece que ahora son amigos.

    Len se enoja, borra su sonrisa falsa y empuña una mano en alto.

    —Sé que me oyes y sé que ella te gusta. Veamos qué decide ella ¿no crees?— después se va a su asiento.


    Por supuesto que podía oírlo. Se quitó los audífonos de un jalón y se dio media vuelta en su asiento para mirarle con rabia. No se permitió a sí mismo sonrojarse, pero se permitió una pequeña risa y burlarse del niño en “voz alta”.

    —Ja, ¿qué se cree este niñito?— luego se puso de vuelta un audífono.

    Len se dio vuelta una vez más y miró a Luki con una amplia y auténtica sonrisa.

    —No estoy creyéndome nada, simplemente estoy yendo al grano contigo. Quiero a Rin para mí, y no quiero que te entrometas. ¿La quieres también? Vale, ella es linda y no es sorpresa que ambos la queramos, pero la decisión final está en ella. Ten cuidado donde pisas chico.
    Le ve de reojo y oye atentamente su discurso. Se río a morir en su interior ante la seguridad y el escepticismo del chico.

    En la noche, Rin estaba soñando despierta: reviviendo una y otra vez el momento de su primer encuentro formal con Len. Y digamos formal porque hablaron, se presentaron, pasaron un rato juntos. Pero por un momento sus pensamientos se vieron interrumpidos por otra imagen: Luki, el otro amable chico al que conoció antes. “Vaya que era amable… y yo hablé mucho con él para saberme su nombre hasta el final” pensó. Ciertamente ella no era muy cortés o no le molestaba mucho en iniciar conversaciones como persona normal. “Él tomó bastante bien que le quitara sus audífonos… debe ser una persona muy paciente. Todos mis amigos deben ser personas muy pacientes”. Se rió de sí misma pensando en cómo la aguantaban sus amigos.

    Rin seguía pasando tiempo con Len en las clases de música. De vez en cuando se acordaba y charlaba con Luki, en dado momento que Len no estuviera en el aula o estuviera ocupado en otra cosa. El viernes ocurrió algo muy extraño: Luki llegó a clase realmente cabizbajo, con un aura que emanaba de todo. Estaba triste, cansado, enojado, todo lo que una persona pudiese pensar. Rin lo miró, cómo se tiraba en su pupitre como si fuera un zombie. Se acercó a él.

    —¿Luki? ¿estás bien?
    —Ugh…— gimió y alzó la mano para hacer notar que estaba vivo.
    —¿Estás enfermo o algo?

    Él alzó la mano de nuevo en seña de que esperara. Se talló los ojos y revolvió el cabello, para luego sacar una botella de agua de su mochila y vaciársela encima. Luego volteó de nuevo con Rin y le sonrió.


    —Ah, mucho mejor.— dijo con una refrescante sonrisa.
    —Pe-pero… estabas como zombie…— Rin de pronto de enojó y golpeó a Luki en la cabeza.
    —¡¿Auch?!— exclamó él.
    —¡¿Cómo te atreves a preocuparme de este modo?! ¡No te atrevas a hacerlo de nuevo?!
    —¿Preocuparte?

    Rin se dio media vuelta con el ceño fruncido y una venita saltada. Luki ahora resplandecía. “¿Preocupada por mí?” se preguntaba. Lo hacía infinitamente feliz pensar que le importaba a alguien, especialmente si era ella. Se acercó a ella, aunque aún le daba la espalda, y la intentó calmar.

    —Vamos Rin, no te enojes ¿si? No creí que te fuera a preocupar tanto.
    —Claro que si idiota, eres mi amigo.— se da la vuelta y lo ve de frente; está muy cerca con una expresión seria.
    —¿Sabes? Me alegra oír esto de ti. Porque ¿sabes? Un día llegaré peor a clase; a rastras, llorando, como un verdadero zombie come cerebros. Ahí, preocuparte al doble por favor, lo necesitaré mucho.
    —¿E-en serio podrías ponerte peor? ¿Por qué Luki? ¿Tienes… problemas o algo así?
    —Digamos algo así. He aprendido le contagio mi tristeza a la gente. Prefiero tratar de siempre sonreír. ¿No es mejor?


    Luki se aparta hasta su pupitre repentinamente. Rin se entristeció un poco de pensar que un amigo suyo tenía problemas y no quería contarlos. Sin embargo, por no agobiarlo, ahora sonreiría y esperaría a tener más confianza mutua para poder preguntarle a Luki sobre su vida y su pasado. Engrandeció su sonrisa cuando Len entró al aula, sin notar como Luki le miraba con desprecio. De pronto sonó la campana, las clases terminaron y Rin y len se salieron juntos de la clase.

    “Qué nervios, qué nervios” pensaba Len. “¿Debo atreverme, cuando no tenemos mas que una semana de conocernos?” los nervios se lo comían vivo, pero estaba realmente decidido. Encaminó a Rin hasta su casa (un día descubrieron lo cerca que vivían el uno del otro) y al llegar a la puerta lo soltó sin más.

    —¡¿Q-quisieras ser mi novia?!— prácticamente lo gritó, sonrojado, temblando.

    Rin reaccionó igual: sonrojada, temblando, al intentar articular palabra o responderle, empezó a tartamudear hasta que le dijo…


    —L-lo voy a pensar.

    Él sonrió y se atrevió a abrazarla. Ella se sonrojó correspondiendo el abrazo. Luego se despidieron, prometiendo verse en clase de música el lunes. Len estaba muy feliz. Hasta recordar a su rival. “¿Por él lo tienes que considerar?” pensó.

    Rin subió hasta su cuarto y gritó tapando su rostro con su almohada. Cuando su garganta se agotó, se quitó la almohada de la cara: estaba toda roja, jadeando, casi llorando. “¿P-por qué estoy así? Si le gusto y si me gusta, ¿por qué respondí eso?” Y aunque Rin se hizo todas estas preguntas, no pudo responderse ninguna. En la noche recibió un mensaje de Len al celular (se dieron sus números unos días atrás) y decía “buenas noches”. El mensaje la hizo realmente feliz, pero inmediatamente dejó su celular a un lado cuando sus angustias la volvieron a invadir. “Grr, no se, me voy a dormir” y a dormir se fue.

    Al día siguiente, Rin caminó hasta la clase de música con sus ánimos de siempre: parecía que lo de ayer no sucedió. Se encontró a su buen amigo Luki mirando por la ventana, apoyando su cabeza en su puño, suspirando. Rin se acercó a su pupitre y se inclinó para verle de cerca: ¿estaría triste o había tenido una mala noche de nuevo? No quería volver a preocuparse por nada.

    —¿Luki? ¿Te sucede algo?
    —¿Hmm?— volteó a ver a Rin: sus ojos brillaban, alegres, aunque él no sonreía. Ella se sonrojó.
    —Luces algo decaído.— dijo ella y él sonrió.
    —Para nada. Estoy bastante contento. Sé que tú lo estás.
    —¿Eh? ¿Cómo podrías saberlo?
    —Oí por ahí que…— no, su alma no le permitía decirlo.
    —¿Oíste qué?


    De pronto una chica muy simpática llegó corriendo detrás de Rin y la abrazó muy contenta. Era bajita como Rin, aunque le llevaba dos años de más. Tenía el cabello corto que combinaba con sus ojos azules.

    —Kaiko, me asustaste. Hace días que no te veo.
    —Perdóname Rin, estuve enferma.
    —Ah, Luki, ella es mi amiga Kaiko.
    —Mucho gusto, soy Luki.
    —Igualmente, soy Kaiko.
    —¿Sirvió de algo eso si acabo de decir sus nombres?
    —Ejem… ¡Luki! Jaja ¿qué edad tienes?
    —Tengo 18.
    —Kyy~ yo tengo 16.
    —Eres algo bajita.
    —¡No es cierto!
    —¡No empiecen a pelear!
    —¡Oh Rin! ¡Casi olvido por qué vine! ¡Felicidades!
    —¿Por qué?
    —Ya sabes, porque ya andas con Len.
    —N-no, no exactamente.


    Luki volteó lentamente la mirada. Rin se sonrojó por completo. Probablemente eso era a lo que él se referiría, y es que quizás no fue la mejor idea decírselo a Neru, tan chismosa. Rin le explicó a Kaiko, quien tuvo que retirarse. Luki se alivió de oír que no era del todo cierto que eran novios formalmente.

    —Kaiko es muy buena amiga mía.
    —¿En serio? Qué extraño.
    —¿Por qué lo dices?
    —La conozco un poco. He oído que es bastante… sociable…
    —¿A qué te refieres con eso?
    —Probablemente lo he oído de la gente equivocada y no es nada.
    —¿Cómo quién? ¿Qué no es nada?
    —Mucha gente y… nada.


    Rin comenzó a enojarse de que Luki anduviera con rodeos. Pero tenía que ser cierto que lo oyó de la gente equivocada: ¿quién mejor que Rin para conocer a Kaiko? Rin se asomó a un grupo que comentaban algo de una tarea y mientras tanto Luki cantaba una canción que traía en su MP3. Cuando lo ha escuchado, ha vuelto a acercarse.

    —Tienes una voz muy bonita. ¿Qué cantas?
    —N-no me gusta mucho cantar en público. La canción se llama “Tú mi poesía”.
    —¿La tienes en el MP3? ¿Puedo escucharla?


    Sin dudarlo, Luki le cedió su MP3 y sus audífonos y le puso la canción.

    Entonces Len entra al aula. Lo primero que enfocan sus ojos es a Rin, que está muy cerca de Luki, muy feliz oyendo música de su MP3, y él también sonriendo como idiota, viéndola fijo. Ese Luki se estaba quedando con Rin, y a ella parecía agradarle bastante el chico. No, él no podía intervenir, Rin lo creería loco y quizás terminaría por decidir no quedarse con él o si quiera volver a hablarle. Se dirigió echo una furia a los sanitarios. Se lavó la cara en el lavabo y se miró en el espejo. ¿Qué es lo que veía en el espejo, por qué su rostro se veía así? Casi a punto de estallar en llanto, con el ceño fruncido y mordiéndose con fuerza los labios.

    Ninguna persona lo había puesto nunca de esa manerar. Una lágrima finalmente rodó por su mejilla y frenéticamente comenzó a tallarse los ojos con los brazos, tragando saliva, sintiendo cómo se iba formando un amargo nudo en su garganta. Se puso cabizbajo, el cabello le tapó los ojos y sonrió, una sonrisa fría y enloquecida era lo que ahora se veía en el espejo. No, él no podía aguantar más, después de todo era un débil y sentimental chico, mediocre lo vieran por donde lo vieran. Con la sonrisa aún dibujada en los labios, las lágrimas empezaron a brotar de él sin parar, hasta que aquella sonrisa se rompió y en su rostro se veía reflejada una horrenda mueca de dolor. Cuando ha salido del baño ha chocado con Kaiko.

    —¡Ay, lo siento!— dijo ella.
    —No, fue mi culpa, no me fijé— la ayudó a levantarse.
    —Oye ¿tú eres Len?
    —Si ¿por qué?
    —Mi nombre es Kaiko, soy amiga de Rin.
    —Oh, ¿en serio?— suspiró, ya no quería escuchar ese nombre.
    —Luces decaído… ¿no quieres ir por un helado?
    —¿Eh? Oh, me encantaría.
    —Ah, pero…— urga en su bolsa —¡Diablos! He dejado mi cartera.
    —No es nada, yo pago.
    —¿Hablas en serio?
    —Si, ya me diste antojo, ahora no queda más remedio que saciarlo.
    —Jajaja, está bien, pero la próxima vez yo pago.
    —Ni te preocupes. Solo, ¿podrías traerme mi mochila del aula de la clase de música; es una roja oscura con un llavero de banana.
    —Claro, enseguida vuelvo.— dijo Kaiko: Len se rehusó a volver al aula.


    Rin y Luki seguían hablando, comentando sobre canciones y cantantes. Entonces Rin se da cuenta de que Kaiko entró y se llevó la mochila de Len. Se le hizo en sobre manera extraño, así que le devolvió su MP3 a Luki y le pidió que la disculpara, sacándolo un poco de onda. Se fue tras Kaiko y a mitad del pasillo se quedó de pie mirándola con Len.

    —Muchas gracias Kaiko.
    —Un placer Len.
    —Vamos a por esos helados.
    —Oh, pro tal vez más tarde porque me tengo que ir.
    —Claro, si gustas en la tarde nos vemos. ¿Conoces algunos muy ricos?
    —Si, bastante cerca de la escuela.


    Rin no podía creer lo que veía. Len y Kaiko se marcharían a una especie de cita. ¿A eso se refería Luki sobre Kaiko? Lo averiguaría de una forma u otra. Temía enfrentar directo a Len y a Kaiko, así que corrió de vuelta al aula. Luki estaba de pie frente a su pupitre buscando algo en su mochila; de pronto Rin se lanzó a sus brazos empapada en lágrimas.

    —Pero Rin ¿Qué ha pasado?— dijo correspondiendo el abrazo.
    —Él… ella… ¿por qué?— Rin hablaba entre lágrimas.
    —Vamos, cálmate un poco y explícate— Luki le limpió las lágrimas de las mejillas.


    Rin logró calmarse y le explicó a Luki lo que vió en el pasillo. Entonces le ha vuelto a preguntar a Luki que si anteriormente se refería a Kaiko como una ****, a lo que Luki sin remedio a contestado que si. En segundos Rin ha roto en llanto de nuevo. Él la volvió a abrazar y a secarle las lágrimas; le partía el alma verla así, y le llenaba de rabia que fuera culpa de ese imbécil.

    Al día siguiente, Rin se ha topado con Len antes de la clase de música. Él la saludó pero ella lo ignoró Estaba bastante enojada por lo de ayer.

    Mientras tanto, Luki había llegado temprano como siempre a la clase de música. Estaba como de costumbre oyendo música muy tranquilo en su pupitre y recibió una visita de Kaiko. Ella arrastró un pupitre vacío cerca del suyo y le sonrió.

    —Hola Luki, ¿me recuerdas de ayer? Soy Kaiko.
    —Claro que te recuerdo. Eres la “amiga” de Rin.
    —¿Por qué “amiga” entre comillas?
    —Ayer no te aguantaste y te fuiste en una especie de cita con Len ¿o no?
    —No fue exactamente una cita, de hecho él no se presentó.
    —Pero tu muy gustosa, te iba a pagar un helado ayer.
    —¿Cómo sabes que ibamos por un helado?
    —Rin me dijo que los oyó decir eso ayer.
    —Con que se dio cuenta…


    Luki miraba a Kaiko con indiferencia mientras ella no dejaba de sonreírle.

    En otro lado, Len se fue corriendo tras Rin después de que lo ignoró. ¿Estaba enojada con él? ¿Por qué? Finalmente, la alcanzó, tomándolas por un hombro en el pasillo antes de que llegara al aula de la clase de música. Rin se volteó a verle sin ocultar que de hecho estaba enojada.

    —Hola Rin, ¿qué ha sido lo de hace rato? ¿Acaso estás enojada conmigo?
    —¿Por qué habría de estarlo? No somos novios formalmente; no podría decir que estoy celosa.
    —¿Pero de quién estarías celosa? Si yo solo tengo ojos para ti.
    —Mentiroso,— se sonorjó peor seguía enojada. —ayer estabas muy contento y dispuesto a pagarle un helado a Kaiko ¿no?
    —Pero Rin, Kaiko me ha dicho que es tu amiga, y al verme decaído quiso animarme. Además, ni si quiera pude ir.
    —¡Mientes, mientes!


    En lo que ellos dos discutían; en el aula, Kaiko se ponía cada vez más cerca de Luki. Comenzaba a ponerlo algo nervioso; trataba de retroceder pero ella insistía.

    —¿Te importa? Invades mi espacio personal.
    —Pero qué poca hombría y caballerosidad. ¿Así tratas a cada chica que se te insinúa?
    —Si no estoy interesado y es alguien como tú, si. Como si merecieras mi caballerosidad.
    —Oh vamos ¿qué? ¿Vas a negar que no has oído hablar de mi?
    —Si claro, tus docenas de exnovios me han contado maravillas y atrocidades.
    —¿Por qué no haces caso a las maravillas?


    De un momento a otro, Kaiko se levantó de su pupitre y se sentó en la paleta del de Luki, poniendo su rostro muy cerca del suyo.

    —Por favor, quítate de encima.
    —¿O si no…?


    Rin ya no quería escuchar hablar a Len, así que se dio la vuelta y corrió al salón. Al entrar se encontró con una comprometedora escena. Otra gran decepción, no lo soportó y también huyó de ahí.

    Len había ido tras ella, y al verla salir del aula llorando, se asomó por un segundo antes de volver a seguirla. Se dio cuenta de lo que sucedía y se dio la vuelta para correr tras Rin de nuevo.

    Kaiko de forma inadvertida se lanzó sobre los labios de Luki. Él, al haberse dado cuenta de que Rin había entrado, pero sin darse cuenta también de que ya se había ido, apartó con algo de cuidado a Kaiko y se levantó del pupitre enojado.

    —¿No puedes tener algo de autorrespeto?
    —¿Y tú no podrías ser un poco más hombre?


    Kaiko se acercó a Luki tomándolo por las ropas para intentar besarlo de nuevo. Acto seguido, Luki había llegado al límite; le dio una cachetada apartándola definitivamente. Kaiko se quedó con la mano en la mejilla, mirando fijo a Luki.

    —¡¿Qué te sucede, imbécil!?

    Luki no reaccionaba. Estaba inmóvil, sin ninguna expresión en el rostro. Las palabras de Kaiko resonaban en su mente. Sintió como las miradas de todos en el aula penetraban en su alma. De pronto todos comenzaron a susurrar. Dentro de su mente estaba vuelto loco: “¿Qué me sucede? Soy un imbécil. ¿Por qué todos me miran? ¿Por qué murmuran? ¡Cállense!”. Después Kaiko lo sacó de su trance con una cachetada y salió indignada del aula. Luki se quedó de pie, aún irritado por las miradas y los murmuros hasta que su paciencia se volvió a desbordarse. —¡¡Cállense!!— decidió finalmente gritarles a los presentes para luego huir hasta alguno de los jardines poco frecuentados del instituto.

    Mientras tanto, en ese jardín menos frecuentado del instituto, estaba Rin llorando. La gente a quien más quería la habían traicionado. De pronto toda su alegría se había venido abajo y ahora estaba llorando cual catarata. “No vale la pena llorar por gente que no te quiere en verdad, me dijeron una vez…” se dijo, pero no podía detener sus lágrimas. De pronto, se dio cuenta de que alguien más llegó corriendo a donde ella estaba.

    Luki se quedó de pie a unos metros de Rin: no la había visto, corrió con los ojos cerrados sabiendo muy bien a dónde iba. Respiraba agitado y se intentaba limpiar la cara con una de sus mangas.

    Rin se quedó viéndolo. No podía dejar de llorar y fruncirle el ceño aunque el parecía no haberla visto. ¿Y él por qué lloraba?

    Luki seguía respirando de manera agotadora, tallando una y otra vez sus ojos con la manga: hasta que por fin se retiró el brazo del rostro y se dio cuenta de la presencia de Rin, que le miraba fijo empapada en lágrimas y con el ceño fruncido.

    —Rin, ¿por qué lloras?
    —Me gustaría preguntarte lo mismo.
    —Yo… es una estupidez.
    —¿Acaso a Kaiko no le pareció que la besaras?
    —¡¿Qué?! ¡No puedes decir eso en serio! ¡Ella fue la que me besó!
    —¡Si claro! ¿Entonces me vas a decir que a ti no te gustó?
    —¡De haberme gustado, no hubiese golpeado a la grandísima ****!
    —¿La golpeaste?


    Luki se revolvió los cabellos frustrado y suspiró. No le gustaba recordar tal atrocidad que cometió minutos atrás. No había más que explicar un poco de su complejidad, sino, terminaría alejando a Rin de él.

    —Si, la golpeé, pero no es que yo sea algún salvaje o algo así…

    ¿Por qué decía eso? Rin en ningún momento había pensado eso de él. Siempre vio a Luki como un pacífico chico con uno que otro problema en su vida privada, pero en definitivamente no lo creía capaz de ser una clase de psicópata.

    —La verdad es… que desde hace un par de años tengo un desorden mental. No tuve una niñez muy sana. Mi padre era muy malo conmigo y con mi madre. Comencé a crecer en un mejor ambiente apenas a los 10 años, y a los 11 me dí cuenta de que con una seria alteración de mis emociones podría volverme loco. Por eso golpeé a Kaiko, porque estaba seriamente presionado y enojado. Alcancé a ver que entraste y saliste corriendo del aula: temí que pensaras lo peor de mí.

    Rin comenzaba a cesar su llanto, pero lo que Luki le contaba la hiizo entristecer más. Tampoco quería sentir pena o compasión por él, o que él pensara que era así. Sólo supo ponerse de pie y abrazarlo lo más fuerte que pudo.

    —Lo siento mucho Luki. Jamás creí que tuvieras un pasado así. Debes haber sufrido tanto.

    Luki siguió llorando teniendo a Rin en sus brazos. Ya nada le importaba, ni lo que acababa de pasar; estando con ella se sentía bastante bien.

    Entonces Len, luego de estar buscando a Rin por todo el instituto, llegó a encontrarse esta encantadora escena. Rin y Luki abrazados: ¿por qué ambos estaban llorando? Esta vez no pudo más con el dolor y se acercó.

    —¿Qué está sucediendo?— preguntó en seco.
    —¿Quién te crees que eres para venir así?— dijo Luki, apenas soltando a Rin.
    —Quiero una explicación.
    —¡Yo soy la que debería pedirte una explicación!— dijo Rin.
    —No puedo creer que no creas en mí. Después de que él y kaiko se besaron ¿es en mí en quien no confías?
    —¿Y tú como te atreves a ser tan hipócrita? Ella a mi me besó y yo no fui con ella en una cita.
    —¡No era una cita! Kaiko sólo trataba de animarme y ni siquiera pudimos vernos.
    —¡¡Basta Len!! No me importa lo que digas, no voy a creerte nada. Eres un insensible, preguntándome si quería salir contigo y pretendiendo a Kaiko también.
    —Veo que jamás vas a entenderlo. ¿Pero sabes qué? No es lo que me importa. Porque yo te quiero y quiero estar a tu lado.

    Rin estaba algo sonrojada, aún con los ojos llorosos y el ceño fruncido. ¿La quería? ¿y por qué se sentía tan lastimada por él? Aún si lo de Kaiko fue un malentendido, y si él en verdad estaba decaído, ¿por qué no la buscó a ella?

    —Vamos Len, déjate de cosas. Si decaído estabas hubieses buscado a Rin directamente para animarte ¿no?— tal vez no fue la mejor opción, pero aún así Luki se atrevió a decir lo que Rin tenía en mente.
    —Luki tiene razón. Si tanto dices quererme, hubieses venido a contarme qué te tenía triste ¿no?
    —Lo hubiese hecho, de no ser porque tú eras la causante.
    —¿Y yo que te hice? ¿No corresponderte a la primera que te me declaraste?
    Lo que me duele es que no me dijeras que lo tenías que pensar porque había otra persona.
    —¿De qué estás hablando?— Rin titubeó un poco. —No hay otra persona.


    Luki se quedó mirando fijo a Rin. Estaba mintiendo, se notaba en su voz. Pero entonces ¿a él lo estaba considerando? Len se quedaba viendo fijo a Rin por unos momentos, peor luego desviaba su mirada a Luki, para volver a clavarse en Rin. Ella lucía bastante confundida y sin saber que decir. Luki se cansó de tratar de adivinar lo que pensaban; Rin estaba prácticamente dándole la espalda, así que le dio la vuelta, puso sus manos en sus mejillas y la vio directo a los ojos.

    —Rin, yo estoy enamorado de ti.

    Rin estaba impactada de las palabras que acababa de escuchar. Se sonrojó y sus ojos brillaron. Se podía decir que se sentía feliz. Probablemente era verdad, pero lo ignoraba, el hecho de que le dijera a len que lo tenía que pensar. Quizás ella no sentía exactamente lo mismo por Luki, pero había percibido sus sentimientos tiempo atrás. Sin saber que decir, se aferró a Luki, guardando silencio por un momento.

    —Y-yo… to también te quiero, Luki.

    Luki estaba realmente sorprendido y feliz. Sus ojos brillaron como los de ella y la abrazó con más fuerza. No estaba soñando, no era mentira. ¿Y ahora? Len seguía ahí de pie, mirándolos con una mezcla de rabia y tristeza.

    Len realmente no se esperaba eso. ¿Por qué? Tenía la idea que le gustaba a Rin y él en verdad la quería mucho. ¿Por qué entonces? Se quedó mirándolos con unos terribles celos. De rato solo pudo bajar la mirada; su cabello cubriendo sus ojos de nuevo, llorando de manera inevitable, apretando los puños. Se dio la vuelta para que no lo vieran llorar.

    —Ojala… sean felices…— y se fue despacio.

    Rin lo miró alejarse y pensó “Perdóname Len”. No sabía por qué; ¿por haberle dado alas? ¿por no haberle creído que no se había fijado en Kaiko? Al menos Luki se abrió con ella, le contó su pasado, le advirtió de su “amiga”, lloró frente a ella. Se aferró más a él por un momento; no quería que ese momento acabara.

    Luki también contempló como len se marchaba. ¿Significaba que la victoria era suya? Debía admitirlo, tuvo un buen contrincante. Vio como Rin se aferraba a él cada vez más.

    —Me gustaría quedarme siempre así.— dijo Rin.

    —A mi también.— dijo Luki.
     
    Última edición: 12 Febrero 2015
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    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

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    ¡Por fin lo subiste! *O* Aasgsgasggags, ok, ahora me pongo en mi yo de crítico profesional y empiezo con el comentario:

    Me hizo mucha ilusión que copiaras algunos de mis post en el rol para tu escrito.
    La verdad, es como dices, te alejaste bastante de la trama que llevamos en el rol para centrarla más en tu personaje, osea, en Luki, lo cual está bien. ¿Tu parte favorita del rol fue cuando se conocieron Luki y Rin? Awww, eso es muy tierno... para lo que está sufriendo ahora el pobre u_u

    Me gusta la idea de que Kaiko y Rin sean o fuesen amigas, pero le tomé un poco de manía a Kaiko en este fic X'D (Broma Sheik, sabes que yo te quiero (?))

    Me dio pena que Rin no se quedara con Len, lo siento... lo sufro porque adoro el RinxLen, ¡son el uno para el otro! ¡Distintas caras de una misma moneda! Pero al mismo tiempo me esperaba que pasase esto, no solo por el título, que prácticamente engloba todo el escrito... (no sé, veo este título como un enorme Spoiler sobre la trama del fic...) sino porque era algo que se veía venir. Peeero, me gustó. Sí, fue lindo ^^

    Con respecto a lo técnico tal vez debiste detallar un poco más los diálogos, algunas partes se me hacían confusas y no entendía quién decía cada cosa :S

    Pero por lo demás me gustó, oh, otra cosa... gracias por avisarme ¬¬U muchas, muchas gracias...

    Atte: Nya-chan
     
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    Ruki V

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    Muchas grcias por leer mi fic y por dejar tu comentario (;/^;/) Ejem, tengo unas cosas que decir.
    Pues, si, debido a que tomé a Luki pensando "es un chico tímido, amante de los libros, del atún... como Luka, pero hombre" así que realmente no sabía que hacer con él. Sólo lo tomé porque se me olvidaban los derivados de los Kagamine, me quitaron a Luka y no quería a Miku ejem ejem... Así que sí, me gustó bastante como Rin fue y fue tan linda y así >/////< También que, lo sé, yo también amo el RinxLen, pero me dije a mi misma otras obviedades:
    -Luka terminará con Gakupo
    -Gumi también es posibilidad con Gakupo
    -Miku no me gusta es exnovia de Len
    -Otras chicas vocaloid no llaman mi atención soy tan racista (?)
    Ejem ejem ejem... Sobre Kaiko x'D jajajajaja no sabía como justificar los celos de Rin hacia ella con lo de los helados y al mismo tiempo hacer que quedara con Luki al final, así que se me ocurrió que tenía que ser una **** (por eso tuve que pedir disculpas antes de que lo empezaran a leer :s) Sobre las partes confusas... si escribía más, iba a ser como.... idéntico a los post del rol, largos y explícitos por eso se me ocurrió separarlos en tres puntos de vista con las negritas y las cursivas. De nuevo muchas gracias por tu comentario y me alegro que igual te haya gustado.
     
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    Lova Ravengood

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    Hola Rukatoku, leí el fic por que Sheik me lo pidió, me pareció ALGO interesante al principio y está bien, me gustó bastante la introducción y todo eso... Pero a la vez me llené de indignación y justamente estaba hablando con Sheik de ese tema, que va acerca de Kaiko... Simplemente no puedo creer que convirtieras a Kaiko en una ****, no me gustó en lo más mínimo. Ya se que escribiste antes que no pretendías ofender a nadie ¿pero qué crees? lo hiciste. Tampoco digo que está mal lo que escribiste, la verdad es todo lo contrario, solo que tu elección para el papel de **** no fue muy bueno que digamos y la verdad eso si me y nos molesta un poco, ahora si me permites diré: ''No es para ofender.''
    Espero que esto no lo tomes a mal, ni tampoco se tome como un spam
     
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  5.  
    Ruki V

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    En verdad lo lamento. Supuse que me tenía que sirgir un comentario así. Realmente no está ni un 90% basado en el auténtico rol. Me enfoqué en el primer día, en cuando se conocieron Rin y Luki y Len y Luki. Como no sabía que pretexto darle a Rin para separarla de Len Estúpida pareja jodidamente perfecta y sucedió esto de los helados con Kaiko y los celos de Rin, me inventé todo ese mugrero. Además soy algo psicópata y siempre le echo algo de "inhumanidad" a mis escritos.. No me bastó con la personalidad de Luki (yandere, wiiiiiiii ya quiero ver sangre en el rol verdadero) ejem.. Además me tomó una semana hacer esto y pedí permiso para entregarlo tarde porque le puse todo mi empeño. Al menos aqui tengo mi final feliz, aunque sea por metodos drasticos, pero lo obtuve. Con respecto al rol no hay nada escrito, pero esta historia asi la definí. Mis mas sinceros agradecimientos por los comentarios, de todas formas ♥
     
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