Relatos de una vida >>Renesmee<<

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por HarukaAle, 12 Noviembre 2009.

  1.  
    HarukaAle

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    Relatos de una vida >>Renesmee<<

    Hola, bueno este es mi primer, fic, o mas bien long- fic, pero necesito saber que opinan ustedes y en que puedo mejorar, pues cuando sea grande espero llegar a ser una gran autora de libros y no quiero empezar desde mediana edad con el pie izquierdo.

    Esta historia es la continuacion de amanecer y relatada por Renesemee--Nessie. Aqui va.

    Prefacio
    Las lagrimas se resbalaron de mis parpados, pero trate de no sollozar, no porque fuera obligada, o no porque era que no quería, tenía las ganas, aquel sentimiento que te hace llorar con tal de reconfortar aquella cosa perdida, pero me acuerdo, desde muy niña que ÉL me dijo: no está mal llorar, es bueno desahogarse, y quitarse la tristeza, pero recuerda esto…. Después de la lluvia, siempre llega… El arcoíris.

    Capitulo 1. Recuerdos
    -¿Te gusta este vestido, Nessie?- pregunto la tía Rosalie.
    -Yo digo que le queda mejor el rosa, combina con su piel y el tono de sus ojos- decía Jacko.


    >>aclaración, Jacko es Jacob<<
    -Tu cállate!, si hubiera querido tu opinión la hubiera querido- mire a la tía Rosalie.
    -Tía Rosalie, Jacko es mío, de acuerdo?, así que no lo critiques y no lo regañes…- le replique y luego sonreí dulcemente. Jacko rió. La tía Rosalie le lanzo una mirada fulminante. Y yo seguí sonriendo, aunque sabía que esto iba a pasar de nuevo…

    -Hola a todos- dijo la tía Alice junto con el tío Jasper entrando por la puerta de mi habitación- Oh que hermosa, Nessie, pareces una reina igual que tu madre!
    -Oigan, hablando de eso, donde esta Bella?- pregunto Rosalie sacando otros tres vestidos del armario.
    -Hum, creo que se fueron de caza, Edward estaba algo bajo, y Bella, obviamente lo iba a acompañar- respondió Jacko.
    -Y por qué no se llevaron a Nessie?- inquirió la tía Alice.
    -Pues porque la Barbie insistió en que justamente hoy tenían que decidir que vestido usaría para la millonésima boda de la Barbie y Emmet.
    -Para tu información, cachorrito- Jacko arrugo la nariz- es la ciento cuarenta y uno, así que no hables- replico la tía Rosalie.

    Ella obviamente quería que su, boda ciento cuarenta y uno fuera perfecta, más de la que fueron las otras, y en especial ya que su única sobrina estaría presente.
    Bueno no se puede discutir con la familia…
    Fin----
    q les parecio?​
     
  2.  
    Likhuh

    Likhuh Guest

    Re: Relatos de una vida >>Renesmee<<

    Me ha gustado aunque me ha sabido a poco. Hay pocas descripciones y para mí es algo muy importante (pero no lo tomes en cuenta porque los fics suelen tener pocas descripciones, a veces).

    Hay frases que no he entendido como esta:
    He visto algunas faltas de ortografía con los acentos y alguna coma mal situada. Pero nada que no se pueda arreglar. Por lo general, espero la continuación :D
     
  3.  
    HarukaAle

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    Re: Relatos de una vida >>Renesmee<<

    a sobre eso, si lo de si hubiera querido tu opinion la hubiera querido, esq me confundi y cuando lo puse ya asi de fic, no lo pude quitar, pero gracias, me estoy esforzando,
     
  4.  
    HarukaAle

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    Re: Relatos de una vida >>Renesmee<<

    Capitulo 2. Digan “Hola” Al desconocido
    -No corras, no te hare daño- decía el extraño de facciones blancas, y ojos color rojo, un escarlata, que asustaba, y estoy segura de que si un niño humano lo hubiera visto se habría espantado.
    -Pero, y si me lastimas?- decía la voz en mis sueños.
    -Te prometo que todo saldrá bien… ven conmigo- y le tendió la mano a la voz.

    Pero al agarrar a aquella voz, no dudo en despedazarla y la voz grito y aúllo como loba, hasta no poder mas, y morir…
    Desperté asustada, al abrir los ojos vi la cara de Jacko, quien me tenía en sus piernas acostada, y él también dormía.
    Mami y papi no habían llegado de caza, y no sabía la causa de la demora, eso me molestaba e irritaba, pero de todas formas intente mantenerme calmada.
    -Jacob, porque no llevas a Nessie a dar un paseo con Alice?- decía la abuela Esme.
    -Si, por supuesto, qué opinas Nessie, quieres venir?- me pregunto Jacko.
    -Me parece estupendo! Sí, hay que comprar los zapatos de Nessie, que combinen con el vestido rosa- me interrumpió la tía Alice antes de que pudiese responder.
    -Pero si ella ya tiene los dorados que le combinan muy bien Alice!- decía el tío Emmet en tono de queja.
    -A mi me parece buena idea, porque no salen todos a dar un paseo a Port Angeles?, hay pueden comprar los zapatos y ver otras cosas, Carlisle y yo nos quedaremos a cuidar de la casa- decía la abuela otra vez.

    Al final la ida a Port Angeles no fue mi decisión, si no la de todos, y bueno, que le puedo hacer?
    Jacko me cargaba en sus piernas, como de costumbre, íbamos en el asiento trasero, junto la tía Alice y el tío Jasper, porque la tía Rosalie pensaba que era peligroso que me sentara adelante ya que si nos chocábamos podría salir lastimada, por tanto el tío Emmet y ella se sentaron adelante.
    La tía Alice se puso a tararear una canción, y yo le preste atención, me gusto mucho, era muy linda, aunque la tía Alice no pareciera darse cuenta de que yo la miraba… Esa canción emanaba algo de nostalgia…
    -Tocas?
    La chica negó con la cabeza.
    -No, en absoluto. Pero es tan hermoso… es tuyo?
    -No- se rió la señora- ¿no te ha dicho Edward que es músico?
    -No- entrecerré los ojos antes de mirarlo-. Supongo que debería de haberlo sabido.
    La mujer arqueo las cejas, confundida.
    -Edward puede hacerlo todo, no?- explico la chica.
    Uno de los hombres rió con disimulo y la mujer le dirigió una mirada de reprobación.
    -Espero que no hayas estado alardeando… es de mala educación- le regaño al joven.
    -Sólo un poco- el joven rió con ganas; el rostro de la mujer se suavizó al oírlo y ambos intercambiaron una rápida mirada cuyo significado no comprendí… ni tampoco la joven humana de tez pálida, aunque la faz de la mujer parecía casi petulante.
    -De hecho- rectifico la joven-, ha sido demasiado modesto.
    -Bueno, toca para ella- animo la mujer al joven.
    -Acabas de decir que alardear es de mala educación- objeto el joven.
    -cada regla tiene su excepción- le replicó.
    -me gustaría oírte tocar-dijo la joven.
    -Entonces, decidido- le dijo en respuesta el joven a la chica.
    La mujer empujó al joven hacia el piano; él arrastró a la chica e hizo que se sentara a su lado en banco. Le dedicó una prolongada y exasperada mirada antes de concentrarse en las teclas.
    Luego de eso, la chica se puso de contenta, escuchando pacientemente la melodía que el joven escribió para ella.


    Al llegar a Port Angeles fuimos al primer departamento de ropa que vimos, la tía Alice se fue con la tía Rosalie en menos de lo que entramos a la tienda, para ver los zapatos; y el tío Emmet se fue con el tío Jasper al local siguiente: UNA TIENDA DE MAQUINAS PARA HACER EJERCICIO, otro reto para el tío Emmet.
    Jacko y yo nos sentamos en el sillón más cercano a mis tías.
    -Nessie! Nessie! RENESMEE!- gritó la tía Alice sin que yo me diese cuenta.
    -Si, tía Alice?- pregunte luego de salir de mis pensamientos.
    -Ven a ver cuales zapatos de estos dos te quedan mejor.

    Jacko me bajo al suelo y yo fui corriendo hacia ella, me senté en el banco donde se miden los zapatos.

    Luego de una media hora salimos de la tienda, Rrrrrrgggg- era mi estomago- todos mis tíos y Jacko me miraron.


    -Perdón…- dije avergonzada. Todos me miraban con una cara de ternura, al parecer me había sonrojado, sentía como el rubor corría por mis mejillas.
    -Te pareces a tu madre cuando se ruborizaba- comento Jacko.
    -Si Nessie tiene hambre, hay que llevarla a un restaurante- comento Emmet.
    -Así es, no podemos ir de caza por estos bosques, menos con la gente que se va de campamento.

    Al fin y al cabo decidieron llevarme a comer a un restaurante italiano que se llamaba La Bella Italia. Al entrar al restaurante nos atendió una señora, y nos miro de arriba abajo a todos, prácticamente nos inspeccionaba, si no fuera porque papi hubiera estado aquí, él me diría que estaría pensando ella. Pero lo que más me molesto fue que miro a Jacko con una cara de antipatía, eso hizo que mi piel se erizara hasta la medula.
    -Buenas tardes, yo soy Amber y los atenderé esta noche, una mesa para seis?
    -Si, por favor- dijo el tío Jasper.

    Al llevarnos a la mesa nos ofrecieron la silla para menores de edad, y eso me disgusto bastante, pero Jacko la paso y dejo que me sentara en sus piernas.
    -Bueno y que desean de tomar?- pregunto Amber.
    Todos respondieron con un “Gracias, pero nada para mi” o un “No tengo hambre”, menos Jacko y yo.
    -Yo quiero una malteada de vainilla, y tu Nessie?- pregunto Jacko.
    -una malteada de chocolate- la joven tomo las ordenes y se fue.

    -Oh vamos- dijo la chica de ojos marrones y pelo castaño con efusividad- tienes que saber el efecto que produces en los demás.
    Él chico de ojos dorados y cabello cobrizo ladeo la cabeza con ojos llenos de curiosidad.
    -Los deslumbro?
    -No te has dado cuenta? Crees que todos ceden con tanta facilidad?
    Pero el chico ignoro la pregunta.
    -Te deslumbro a ti?
    -Con frecuencia- dijo la chica.

    -Nessie! Nessie!- alzaba la voz la tía Alice- eh... ya prestaste atención? Jacob te ha estado hablando desde hace quince minutos y no haces caso, que te pasa hoy? Esta un poco despistada, no crees, Rosalie?
    -Algo así, mas o menos, por que? Te pasa algo, Nessie?- pregunto la tía Rosalie.
    -No, no es nada- busque algo que distrajera la tención- oh, ya llego la malteada, que bien!- y empecé a beber de la malteada.

    Al rato había llegado “Amber” con nuestras ordenes, o más bien lo que habían ordenado para mi… ravioli de pollo, que rico!, seguramente había sido la tía Rosalie, ella conocía mis gustos con mucha facilidad.
    Agarre un tenedor y lo inserte en el ravioli metiéndolo a mi boca y masticando, sinceramente prefería la sangre, en especial la de los coyotes, pero también podía comer comida de humanos, para mi suerte.

    Luego de acabar de “cenar”, nos dirigimos directamente a Forks, pues ya iba a ser de noche y mami y papi ya debían de haber llegado…
    — ¿Puedo hacerte sólo una pregunta más? —imploro mientras aceleraba a toda velocidad por la calle desierta. No parecía prestar atención alguna a la carretera.
    Suspiró.
    —Una —aceptó. Frunció los labios, que se convirtieron en una línea llena de recelo.
    —Bueno... Dijiste que sabías que no había entrado en la librería y que me había dirigido hacia el sur. Sólo me preguntaba cómo lo sabías.
    Desvió la vista a propósito.
    —Pensaba que habíamos pasado la etapa de las evasivas —refunfuñó la JOVEN.
    Casi sonrió.
    —De acuerdo. Seguí tu olor —miraba a la carretera, lo cual me dio tiempo para recobrar la compostura. No podía admitir que ésa fuera una respuesta aceptable, pero la clasifiqué cuidadosamente para estudiarla más adelante. Intenté retomar el hilo de la conversación. Tampoco estaba dispuesta a dejarle terminar ahí, no ahora que al fin me estaba explicando cosas.
    —Aún no has respondido a la primera de mis preguntas —dijo para ganar tiempo.
    La miró con desaprobación.
    — ¿Cuál?
    — ¿Cómo funciona lo de leer mentes? ¿Puedes leer la mente de cualquiera en cualquier parte? ¿Cómo lo haces? ¿Puede hacerlo el resto de tu familia...?
    La cara de la joven parecía estúpida al pedir una aclaración para a lo que ella debería parecer una fantasía.
    —Has hecho más de una pregunta —puntualizó. Ella se limito a entrecruzar los dedos y esperar—. Sólo yo tengo esa facultad, y no puedo oír a cualquiera en cualquier parte. Debo estar bastante cerca. Cuanto más familiar me resulta esa «voz», más lejos soy capaz de oírla, pero aun así, no más de unos pocos kilómetros —hizo una pausa con gesto meditabundo—. Se parece un poco a un enorme hall repleto de personas que hablan todas a la vez. Sólo es un zumbido, un bisbiseo de voces al fondo, hasta que localizo una voz, y entonces está claro lo que piensan... La mayor parte del tiempo no los escucho, ya que puede llegar a distraer demasiado y así es más fácil parecer normal—frunció el ceño al pronunciar la palabra—, y no responder a los pensamientos de alguien antes de que los haya expresado con palabras
    Le miró con ojos enigmáticos.
    — ¿Por qué crees que no puedes «oírme»? —preguntó con curiosidad.
    —No lo sé —murmuró—. Mi única suposición es que tal vez tu mente funcione de forma diferente a la de los demás. Es como si tus pensamientos fluyeran en onda media y yo sólo captase los de frecuencia modulada.
    Me sonrió, repentinamente divertido.
    — ¿Mi mente no funciona bien? ¿Soy un bicho raro?
    Esas palabras le preocuparon más de lo previsto.
    —Yo oigo voces en la cabeza y es a ti a quien le preocupa ser un bicho raro —se rió—. No te inquietes, es sólo una teoría. .. —su rostro se tensó—. Y eso nos trae de vuelta a ti.
    Suspiré. ¿Cómo empezar?
    —Pensaba que habíamos pasado la etapa de las evasivas —le recordó con dulzura.
    Apartó la vista del rostro del joven por primera vez en un intento de hallar las palabras y vio el indicador de velocidad.
    — ¡Dios santo! —gritó—. ¡Ve más despacio!
    — ¿Qué pasa? —se sobresaltó, pero el automóvil no desaceleró.
    — ¡Vas a ciento sesenta! —siguió chillando.
    Eche una ojeada de pánico por la ventana, pero estaba demasiado oscuro para distinguir mucho. La carretera sólo era visible hasta donde alcanzaba la luz de los faros delanteros. El bosque que flanqueaba ambos lados de la carretera parecía un muro negro, tan duro como un muro de hierro si nos salíamos de la carretera a esa velocidad.
    —Tranquilízate, Bella.
    Puso los ojos en blanco sin reducir aún la velocidad.
    — ¿Pretendes que nos matemos? —quiso saber.
    —No vamos a chocar.
    Intento modular el volumen de su voz al preguntar:
    — ¿Por qué vamos tan deprisa?
    —Siempre conduzco así —se volvió y le sonrió torciendo la boca.
    — ¡No apartes la vista de la carretera!
    —Nunca he tenido un accidente, Bella, ni siquiera me han puesto una multa —sonrió y se acarició varias veces la frente—. A prueba de radares detectores de velocidad.
    —Muy divertido —estaba que echaba chispas—. Charlie es policía, ¿recuerdas? He crecido respetando las leyes de tráfico. Además, si nos la pegamos contra el tronco de un árbol y nos convertimos en una galleta de Volvo, tendrás que regresar a pie.
    —Probablemente —admitió con una fuerte aunque breve carcajada—, pero tú no —suspiró y vi con alivio que la aguja descendía gradualmente hasta los ciento veinte.
    — ¿Satisfecha?
    —Casi.
    —Odio conducir despacio —musitó.
    — ¿A esto le llamas despacio?
    —Basta de criticar mi conducción —dijo bruscamente—, sigo esperando tu última teoría.
    Se mordí el labio. La miró con ojos inesperadamente amarillos—No me voy a reír —prometió.
    —Temo más que te enfades conmigo.
    — ¿Tan mala es?
    —Bastante, sí.
    Esperó. Tenía la vista clavada en sus manos, por lo que no le pudo ver la expresión.
    —Adelante —le animó con voz tranquila.
    —No sé cómo empezar —admitió.
    — ¿Por qué no empiezas por el principio? Dijiste que no era de tu invención.
    —No.
    — ¿Cómo empezaste? ¿Con un libro? ¿Con una película? —la sondeó.
    —No. Fue el sábado, en la playa —se arriesgo a alzar los ojos y contemplar su rostro. Pareció confundido—. Me encontré con un viejo amigo de la familia... Jacob Black —prosiguió—. Su padre y Charlie han sido amigos desde que yo era niña.
    Aún parecía perplejo.
    —Su padre es uno de los ancianos de los quileute —lo examiné con atención. Una expresión helada sustituyó al desconcierto anterior—. Fuimos a dar un paseo... —la chica evitó explicarle todas sus maquinaciones para sonsacar la historia—, y él me estuvo contando viejas leyendas para asustarme —vacilé—. Me contó una...
    —Continúa.
    —... sobre vampiros.


    Me desperté perpleja del sueño, al parecer… me había asustado, la minima idea de que esas personas supieran de los vampiros nos pondría en peligro, a mi y a mi familia, a todos nosotros, como la comunidad vampirica de Forks.

    Al llegar a casa me di cuenta de que mis papás si se encontaban—que alegría!—pero, aparte del abuelo Carlisle y abuela Esme, había un sujeto, alguien que llamaba la atención y eso no era todo, no era ni mi abuelo ni mi abuela no era… humano. Era, esa persona que se encontraba en el sillón no era mas que un vampiro.
     
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    HarukaAle

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    Re: Relatos de una vida >>Renesmee<<

    Capitulo 3. Explicaciones

    -Bella!- grito la tía Rosalie y se torno a mí, mirando a Jacob para que me protegiera- estás loca o qué? Como se te ocurre traer aquí a un vampiro?
    -Y en especial neófito Bella!- decía mi tío Jasper enfadado- no sabes lo que le puede pasar a Nessie?
    -Aguarda Jasper- grito mi papi molesto, debió ser porque el tío Jasper le había alzado la voz a mami- te lo explicaremos con calma, pero no hables sin saber nada de lo que está pasando…- el tío Jasper simplemente se quedo en silencio.
    -Jacob, dame a Nessie, la llevare a dormir- decía mi mami.

    Cuando se acerco a mi le tendí los brazos con entusiasmo y alegría, fugazmente ella me agarro, pero me dejo aturdida al moverme tan rápido.
    -Edward, mientras duermo a Nessie, explícales a todos quien es él- enfatizo mami, mirando al chico de facciones claras, clarísimas, ojos escarlata y cabello marron.

    Al llegar a mi cuarto de color rosa, mi mamá se propuso a buscar mi pijama en el cajón pegado al norte de la habitación, al lado de la ventana. Luego se me acerco y me puso en mi cama, ayudándome a ponerme el pijama.
    Luego fuimos al baño, para que me cepillase los dientes, ella me ayudo tiernamente, puesto que yo aun no tenía mucha experiencia con el cepillado.
    -Por qué siempre tengo que cepillarme los dientes, mami? Después de todos mis dientes son los de un vampiro- le dije algo molesta.
    -Porque, mi querida Nessie, aunque tengas los dientes de un vampiro, comes alimento de humanos y eso te llega a pudrir los dientes, y además- dijo ayudándome a bajar del mesón del baño- Nunca es mala la salud bucal.

    Al llegar de nuevo a mi habitación me acomodo en la cama, me dio un beso de las buenas noches y acomodo el dosel blanco con chispas rosas para que no me picasen los mosquitos en la noche. Luego apago la luz y salió de la habitación, pero como siempre dejando la puerta un poco abierta para que no me asustase.
    Sin embargo, algo andaba mal aquí, ella no me leyó mi cuento como de costumbre: Hamlet, era el de esta vez, algo andaba mal.
    ¿Por qué mami andaría tan apurada como para no leerme Hamlet? ¿Por qué se apuro en acomodarme en la cama? ¿Y por que cuando nos fuimos hacia mi habitación le dijo a mi papi “explícales”? Eso me dejaba ciertas sospechas.
    Decidí bajarme de la cama, pero primero tenía que quitarme el dosel de encima, así que lo que hice fue montarme a lo más alto de esta y luego solté el lazo que lo ataba a la pared, el dosel entero cayó al suelo.
    No importa, lo levanto cuando vuelva-pensé.
    Me puse mis pantuflas moradas, y abrí la puerta lentamente, ya que ella rechinaba, y eso podría hacer que todos los vampiros de abajo y “el” neófito se diesen cuenta de que no me encontraba en cama, si no que andaba husmeando por donde no se debía.
    Me pare en la varilla de la escalera del segundo piso-donde se encontraba mi habitación-para mirar hacia abajo, pero no se veía nada o nadie, puesto que todos estaban en la sala que se encontraba debajo del segundo piso.
    -Ah, con que Antonio está huyendo de los Vulturi- decía el tío Jasper. Antonio debía ser ese vampiro neófito que se encontraba escaleras abajo.
    -Si, al parecer ellos le interesa en mucha escala Antonio-explicaba la voz de mi abuelo Carlisle.
    -Nunca escuche que los Vulturi tuvieran tanto interés en uno de los nuestros, ni menos un neófito, ¿Qué don tiene Antonio?- decía la tía Alice.
    -Ese es el problema… no sabemos, al parecer Antonio tiene algo que lo hace incomparable con todos nosotros juntos…-decía mi papi.
    -Y entonces ¿Cómo Aro sabe cuál es su don?- preguntaba la tía Rosalie intrigada por el asunto, se le notaba en la voz- porque si no, no estaría buscándolo ¿ó si?
    -Cierto, pero recuerda que Aro puede leer las mentes y en esas puede rastrearla por completo, me imagino que leyendo recuerdos de él averiguo su don, o eso creemos- explico el abuelo.
    -Es lo más probable Carlisle- concluía mi papi de nuevo.
    -Creo que deberíamos ir afuera y averiguarlo-dijo el tío Emmet levantándose de su asiento- podemos tener una pelea y ver como se defiende.

    Se escucho un gruñido proveniente de alguno de los varones que se encontraba.
    -Tranquilízate Jacob-decía la voz de mi querida mami.
    -Si, Bella-luego Jacko se quedo mudo.
    -No, ni hablar-dijo en tono de susurro-Nessie está durmiendo y lo que menos necesitamos es el ruido de uno de nosotros peleando como relámpagos, sabes que los relámpagos asustan y molestan a Nessie-.Eso era muy cierto, con solo pensar en uno de esos… me recorre un escalofrió.
    -Eso es cierto, Emmet, toma asiento de nuevo- dijo el abuelo- es más, me parece una buena idea, y si a Antonio no le molesta mañana pelearemos con él. ¿Te parece buena idea Antonio?- le preguntaba el abuelo a el neófito.
    -En lo absoluto, Carlisle, lo único que deseo es saber mi don- decía una voz suave y dulce como el caramelo, una voz tierna- quiero usar mi don para el bien, o eso espero, sea como sea yo no quiero ser un Vulturi- decía el muchacho.
    -Nosotros tampoco, si tú eres tan impresionante y fuerte como dicen los Vulturi, serías una carga para cualquier clan de vampiros- pronuncio serio, mi padre.
    -Lo más impresionante de todo esto es que… nadie más posee el don que Antonio, es único, como el de Nessie- comento mi padre.
    -¿Quién es Nessie?-pregunto la voz de Antonio, de pronto me sonroje.
    -Es la pequeña que entro con nosotros hace un rato- hablo mi tío Jasper.
    -¿Hablas de la humana? Lo siento, creí que era su cena, por alguna razón me parecía extraño su color de ojos, y más extraño me pareció ver a una nena aparecer, mas… una nenita humana, al principio creí que la habían raptado y pensaban cenársela-dijo el vampiro. ¡Qué rabia! ¿Cómo podría pensar que MI familia me cenaría?
    -Lo sé, leí tu mente en ese instante- dijo papá- en verdad creía que el que se la iba a tratar de cenar serias tu, pero de todas formas, un monstruo, como tú, como todos nosotros, e incluso yo…
    -¡Edward!-grito mamá.
    -No te íbamos a dejar avanzar ni un paso hacia Nessie, aunque uno de nosotros muriese, no dejaríamos que Nessie saliera lastimada, en especial, por un vampiro.
    -¡Silencio!- grité bajando por las escaleras.

    Al verme, todos se quedaron sorprendidos y a la vez molestos por verme despierta tan tarde.
    -Nessie, tu…
    -Espera mami, tengo que decirle algo a papá- me acerque a mi padre, y trate de verlo sería cuando me pare frente a él y levante la cabeza con la mayor fuerza que podía tener- yo…
    -Espera un momento… Nessie, piensa en algo ahora mismo, lo que sea.
    -¿Qué?- pregunte enredada y confundida.
    -Solo limítate a hacerlo.

    Asentí confundida, pero lo hice, pensé en una imagen que recordaba al sueño que había tenido, a la hermosa chica humana y el chico de piel pálida.
    Luego mi padre se acerco a mi mami y le dijo:
    -No puedo…-dijo en jadeos mientras se tocaba las sienes.
    -Edward ¿Qué pasa? ¿No puedes qué?- preguntaba mi mami preocupada.
    -No puedo, leerle la mente a Nessie.

    Todos me miraron con la cara que menos me gustaba, esa cara que demostraba asombro y rareza, pero seriedad y angustia a la vez, es como si yo fuera un bicho raro.
    -Alto- decía el tal Antonio. Mirándolo, mi padre empezó a correr en dirección mía.
    -No, no la toques- decía.
    -Tranquilo- dije- no me hará daño, lo siento- y trate de quedarme quieta.
    -Nessie, ¿si te puedo llamar Nessie?- me dijo. Asentí- bien, esto no te dolerá, solo quiero probar algo contigo, pero si sientes algo, dime.
    -Sí.

    Luego cerró sus ojos color escarlata y su frente toco la mía lentamente. Al principio no paso nada, pero luego. Mis pensamientos corrieron lo más rápido que podían, todas las imágenes pasaban por mi mente a toda velocidad, sentía como si fuese a morir, ya que dicen que cuando mueres, toda tu vida pasa frente a tus ojos. Pero eso no paso, luego después de recorrer cuatro cortos años de vida, las imágenes hicieron reversa aun más rápido, y todo se volvió oscuro. Un minuto después, aparecieron ciertas cosas de las que no me acordaba.
    Primer recuerdo: Una chica humana, la chica humana, de hermosos pelos ondulados, sonreía en un vestido frente a un espejo, aunque algo colorada, salía frente y luego seguía, un hombre, la esperaba en una iglesia decorada de miles de rosas, flores deliciosas, sentía el aroma, por alguna razón uno se sentía en el ambiente, luego de eso, al bajar las escaleras de la iglesia un muchacho apareció, un hermoso joven de unos veinte años con pelos dorados y ojos pardo, se acercaba a la joven, la joven, esa humana. Luego de unas horas en la iglesia, ambos se tomaron de las manos, y se dieron un apasionante beso de bodas, luego se viraron ante los expectantes del momento, y sonrieron, en la primera fila del lado de la novia, habían una mujer de pelo oscuro y con un hombre con un yeso en el pie agarrados de la mano, y a su lado se encontraba un señor de pelo rizado y sólo. Del lado del novio se encontraba una señora de una hermosa sonrisa, ojos celestes y pelo café, y a su lado un hombre de ojos marrones y pelo amarillo, agarrando fuertemente la mano de la mujer, y detrás tres jóvenes que parecían parientes del novio.

    Segundo recuerdo: La joven humana, que ya se encontraba algo más vieja, estaba en una camilla, gritando de dolor, luego de eso, el hombre, su esposo apareció para tomarla de la mano y ambos miraban hacia el frente, esperando, en aquel parto, a que ese ó esa bebé naciera. ¡Una niña! Que linda bebé, luego de horas de grito y agonía, la feliz humana agarro a aquella niña y pronuncio su nombre: Anella. El hombre y la humana sonrían ante aquella niña hermosa de ojos marrones y pelo rizado dorado llamada ANELLA.

    Tercer recuerdo: La niña ya estaba grande, mínimo siete años de edad, se despedía de su madre y se iba corriendo hacia el autobús escolar, y luego al entrar saludaba a una compañera, y se sentaba a su lado, luego su madre se sentaba cansada, y llegaba su esposo a la casa, se daban un apasionante y amoroso beso y luego, él con afecto le tocaba la barriga, así dándole un fuerte abrazo a la mujer humana, que estaba de nuevo embarazada.

    Luego de que Antonio soltó mi frente, yo caí al suelo en agonía, aquellos recuerdos, cosas que yo no recordaba, cosas que eran de otras personas, eso me dolía, y hacia sollozar.
    Lo último que vi antes de cerrar los ojos, era la cara de Antonio, vuelta en agonía y dolor.
     
  6.  
    HarukaAle

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    Relatos de una vida >>Renesmee<<
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    Re: Relatos de una vida >>Renesmee<<

    Espero que la lean! la eh hecho para que ustedes comenten y me ayuden a mejorar! Kyaa!
     

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