One-shot de Naruto - Ramen [Hinata]

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por Jaizmar, 21 Septiembre 2019.

  1.  
    Jaizmar

    Jaizmar Usuario popular

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    Título:
    Ramen [Hinata]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    987
    Esta historia particpa de la actividad ¨Otro día, otro ninja¨ organizada por Pire .


    Ramen

    Si bien el embarazo es una etapa común en la vida de muchas mujeres, cada experiencia es distinta la una de la otra; puesto que no todas tienen los mismos padecimientos o lo aprecian de igual manera. Debido a esto, es imposible saber con exactitud qué debes esperar de ellas y aún más cuándo nunca has convivido directamente con una.

    Como era el caso de cierto rubio, quien ciertamente estaba considerando una verdadera lástima el que nada de eso viniera incluido en su entrenamiento ninja. Los preparaban para enfrentarse a las situaciones de mayor riesgo posible, a los enemigos más peligrosos, condiciones climáticas extremas e incluso para la posibilidad de perder su vida en misión, pero nunca para lo que le acontecía. La mayor amenaza posible:

    Su mujer estaba embarazada. Hormonalmente inestable. Y tenía antojos.

    —Naruto-kun, ¿podrías traerme un poco de ramen? —pidió la pelinegra con su usual tono de voz dulce y mirada inocente.

    —¡Claro, espérame un momento! —exclamó, saliendo de la casa con prisa queriendo complacerla—. ¡No tardo!

    Una vez fuera y estando de camino al Ichiraku, la complejidad de sus emociones lo asalto. Estaba feliz, nervioso y aterrado. Le causaba una gran alegría saber que iba a ser padre, y al mismo tiempo sentía mucho miedo por lo que aquello implicaba, puesto que ser o tener padres era un tema que él desconocía por completo; pero en esos momentos todos esos nervios eran ligeramente opacados por el actual estado de su esposa.

    Lloraba por momentos y se enojaba terriblemente en otros por los motivos más absurdos posibles, lo que a él le causaba un poco de pánico al no saber cómo reaccionar y de qué manera debería tratarla (no es como sí los consejos que los demás le habían dado hubieran sido muy útiles), estaba irascible y nunca la había visto de esa manera, además de que odiaba ser el causante de sus lágrimas en varias ocasiones.

    Era como caminar sobre un campo minado, cualquier palabra podría ser su perdición y sabía que ella luego se sentía culpable por reaccionar de esa manera y hacerlo pasar por eso, pero él comprendía que no era algo que pudiera controlar. Además de sus constantes antojos... por ramen.

    No era algo que le disgustara en realidad, quería contentarla en todo lo que pudiera, pero sí le preocupaba ser el centro de su enojo por hacerla esperar, como ya le había pasado antes. Y es que cuando le pedía un poco de ramen él ya sabía que lo mejor sería regresar con cantidades casi industriales o terminaría durmiendo nuevamente en el sofá.

    —¡Oh, Naruto! ¿De nuevo por aquí? ¡Pero si no hace muchas horas que te llevaste más de 45 tazones de ramen! —comentó el viejo Teuchi sorprendido—. Sé que te encanta el ramen muchacho, pero deberías esperar a hacer una buena digestión antes de volver a comer tantos más.

    El aludido soltó una risa nerviosa sin saber muy bien qué responder.

    —Si, bueno, ya me conoces, yo siempre tengo espacio para más.

    Con un pequeño suspiro resignado el mayor se dispuso a prepararlos mientras posteriormente Ayame le entregaba nuevamente una gran cantidad de ramens, lo que ya se estaba convirtiendo en una rutina para ellos las últimas semanas. Recibiendo su pedido junto a un clon de sombras para ayudarse, se despidió con una gran sonrisa para así emprender el camino de regreso.

    Una vez que llegó, entró y se anunció.

    —¡Hinata, ya estoy en casa! —avisó, llevando todos los tazones a la cocina— Traje el ramen, lo dejaré aquí para que puedas comer.

    —Mmm, Naruto-kun —llamó desde la entrada—; ¿podrías alejarlos un poco? El olor me está dando nauseas.

    —¿Eh? —parpadeó incrédulo— ¡Oh, claro, dattebayo! ¡Como quieras!

    —Mejor vayamos a dormir, ya es algo tarde —sugirió sonriente, extendiendo su mano para tomar la de él.

    Asintiendo sin poner objeción alguna, ambos se dirigieron a su dormitorio donde se prepararon para descansar y así comenzar un nuevo día. Estando ya en la cama, la rodeó con su cuerpo, atraiéndola en la posición de la cucharita mientras entrelazaba una de sus manos con la de ella y la apoyaba en la curvatura de su vientre ligeramente abultado.

    Con el cansancio haciendo mella en él dejó que el sueño le venciera y se entregó a los tentadores brazos de morfeo.

    A la mañana siguiente, se levanto temprano para iniciar sus labores; tomándose un momento para contemplar desde el quicio de la puerta a Hinata dormir apaciblemente con la mano que antes tenía entrelazada con la suya aún en su vientre, sintiendo el lugar donde su hijo se estaba gestando.

    Con una leve sonrisa, salió despacio y sin hacer ruido de la habitación para no despertarla. Camino a la cocina su estomago rugió con la usual protesta característica del hambre. Abrió la nevera y entre leves bostezos extendió la mano para tomar uno de los tazones de ramen instantáneo, pero solo sintió el vacío.

    Extrañado, observó que ya no había ni uno solo de todos los que había traído la noche anterior. Giro su rostro en dirección al sonido que escuchó detrás suyo, encontrándose con una recién levantada Hinata que se refregaba uno de sus ojos de una manera que la hacia ver adorable.

    —N-Naruto-kun, se acabó el ramen, ¿podrías traer un poco más, por favor? Tengo hambre.

    Con que por eso era que había dejado de sentirla junto a él por un momento en la madrugada, se había despertado a comerse el ramen.

    —P-Por supuesto, Hinata.

    «Sera mejor que te pongas a trabajar más Naruto, porque a este paso tu rana quedará totalmente vacía antes de que acabe el día», se burló Kurama.

    «Lo dirás jugando...»


    Poco después de ese día Konoha tenía oficialmente una nueva reina comedora de ramen.
     
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  2.  
    Luix

    Luix Fanático

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    La maternidad es una bomba de tiempo justamente, es adorable verlo a Naruto complaciendo a su novia a más no poder, aun quedándose pobre en algún momento. Me encanta que hayas dado lugar a Kurama, me hiciste acordar también a uno de los ending donde sale Kushina, en parte se me hizo adorable y nostálgico.

    Fue entretenido leerte, saludos uwu~
     
  3.  
    Rahzel

    Rahzel Usuario popular Comentarista empedernido

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    Me encanta que Naruto sea tan, pero tan paciente con Hinata y haga todo por complacerla en su embarazo. Y me sorprende también que con la venta que tiene gracias a Naruto y Hinata, Teuchi no haya logrado expandir su negocio en ese tiempo ¿en qué se lo gasta? XD
    ¡Un abrazo!
     
  4.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

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    La personalidad de ambos se amolda perfectamente....Hinata puede ser un mar de emociones pero Naruto tiene bastante paciencia con ella y la tendrá siempre, cumpliendo todo lo que ella quiera.

    Eso es muy dulce de su parte t habla bien del gran padre que es a pesar de su trabajo como Hokage que su hijo no agradece maldito(?

    No me imagino a Hinata comiendo tanto xD es que supongo que si se da antojo de comer cosas perooo diferentes a la vez y pocas cantidades para que entren otras cosas luego. Ver llorar a Hinata me hubiese encantado para ver a Naruto intentar calmarla, esos embarazos son un dolor de cabeza para todos.

    Dulce pero realmente adorable.
     
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