Harry no podía creer lo que sus ojos veían, delante suya y a pocos metros, se encontraba ella, Bellatrix, la asesina de Sirius, con esa estúpida sonrisa en su cara, con ese pelo sin ordenar, mientras muestra sus dientes gritando que fue ella quien mato a Sirius Black. Enrabietado, el chico bajo las escaleras y salio en su busca, deseaba matarla con sus propias manos, daba igual el peligro en ese momento, solo importaba una cosa, matarla.
Matar a aquella que le quitó la poca esperanza que Harry tenía de tener una familia. Para alguien que creció sin padres y sin nadie que se preocupara por él, Sirius era una bandita sobre esa herida. Y tan rápido como llegó, Bellatrix lo arrancó de él. Merece toda su ira y su odio.