Que te quiero. NaruHina y ShikaTema (:

BUEEEEEEEEEEENAS! :) Bueno, pues aquí estoy otra vez! ^^
Pues nada, publico el primer capítulo del Long-fic que estoy escribiendo y que se lo dedicó a MILI HYUUGA, y recordarle que soy su fan número uno! :D
Bueno, os invito a todos a leerlo y a que me digais mis errores! :)

Que te quiero​

—Quizás sea buena idea que paremos a descansar Kiba, Akamaru parece cansado...—susurró una chica de pelo azulado y ojos claros.
—Si Kiba, Hinata tiene razón...—afirmó Shino, un chico reservado, que se tapaba la cara con unas gafas de sol y una gabardina que le llegaba hasta cubrirle la boca.
—¡¿Pero es que no veis que Naruto nos necesita!? ¡Tenemos que ayudarlo!—respondió alterado un chico moreno con dos marcas rojas en las mejillas.
—Kiba, yo también quiero ayudar a Na... Naruto, pero tenemos que descansar...
—Bueno... ¡pero mañana a primera hora salimos a por él!
Los tres ninjas montaron el campamento en cuestión de minutos y se fueron a dormir.
Hinata Hyuga, la chica de pelo azulado, se encontraba en su tienda contemplando una foto. La foto era pequeña y en ella se veían una chico rubio y una chica muy blanquita con el pelo azul. Eran muy pequeños, de unos cinco años y aun así ella recordaba ese día como si hubiera sido ayer.

Hinata Hyuga, una chica reservada y muy mona, estaba jugando con la arena del parque más conocido de Konoha. Miraba a su alrededor como buscando a alguien y una pequeña sonrisa asomó en su cara cuando contempló a un rubio pateando un árbol.
Él era Naruto Uzumaki, un chico hiperactivo al que nadie quería tener cerca. Pero la pequeña Hyuga estaba fascinada con él. Era muy pequeña, apenas tenía cinco años, pero ella ya tenía claro que Naruto iba a ser el amor de su vida durante mucho tiempo.
De repente, el pequeño se giró hacia ella, cansado de darle patadas al árbol. Hinata se quedó en blanco, bajó la cabeza y siguió haciendo un castillo con de arena. Naruto sabía que nadie quería estar con él, pero había visto como ella lo miraba así que se acercó lentamente hasta donde Hinata jugaba.
—¡Hola!—gritó sonriente el rubio.
—E... esto... Hola...
—¿Puedo jugar contigo?
—Cla... claro...
Y entonces, mientras los dos pequeños jugaban, una muchacha de otra ciudad les hizo esa foto y se la regaló a la pequeña.

Tumbada en aquel saco de dormir y mirando aquella foto, Hinata no podía contener las lágrimas. Ella y su equipo estaban allí porque Naruto había desaparecido. Lo único que sabían era que Naruto se había enterado de que Orochimaru pasaría cerca da la villa de la Arena y él había salido sin que nadie se enterase de Konoha para ir a pelear con él.
Por supuesto, Hinata no podía permitirlo, pues Orochimaru podría matar a Naruto en cualquier momento y si eso ocurriese ella no tendría ningún motivo para seguir adelante. Porque ella lo amaba con todo su corazón, y no se podía imaginar vivir sin él.
Y así, con estos pensamientos en su cabeza, Hinata se quedó dormida.
A la mañana siguiente Kiba se levantó el primero y despertó a los otros dos. Cuando recogieron el campamento e iban a comenzar otra vez su viaje una voz conocida sonó detrás suya.
—Tss, ¿Ya os ibais? ¡Anda que vais a esperar eh!
El que dijo esto no era ni más ni menos que Shikamaru Nara. Shikamaru era un chico muy vago, al que todo le parecía problemático. Tenía el pelo negro, recogido en una coleta que aparentaba una piña y los ojos oscuros.
—¡Ostia! ¡Pero si es Shikamaru! ¿Qué haces tú aquí?
—Pues me envía Tsunade, dice que sois demasiado problemáticos para ir solos, sobretodo tú Kiba.
—¿En serio? Bueno, da igual, ¡cuántos más mejor!
—Ho... hola Shikamaru-kun...
—Buenas Hinata. Shino...
—Buenos días...
Y así, los cuatro ninjas continuaron su viaje hacía la villa de la Arena para dar con Naruto.
A las dos horas de viaje encontraron unas marcas de hoguera y un bote de ramen instantáneo en el suelo.
—Este Naruto...—comentó Kiba.
—Que problemático, yo no pienso recoger esto...
—¡Vamos a seguir! ¡Sino, no lo cogemos!
—¡De acuerdo!—gritaron todos.
Hinata no podía dejar de pensar en Naruto mientras saltaban de árbol en árbol. Estaba deseando volver a verlo cuando...
—¡Naruto!—gritó Hinata de pronto.
—¡¿Qué?!
—Vale, vale... Me has pillado Hinata...
—¿Pero, Naruto qué haces ahí?—preguntó Kiba.
—Pues que quería despistaros me quedé dormido...
—Idiota...—suspiró Shikamaru.
—Bueno, da igual. ¡Sigamos!
—Na... Naruto... Tenemos que... volver a Ko... Konoha...
—¡Hinata! ¡No te había visto!
En ese momento Naruto se abalanzó hacia ella y le dio tal abrazo que ella cayó desmayada en sus brazos.
—Bien Naruto, ahora volver nos va a costar el doble... Que problemático—dijo Shikamaru.
—¡Yo no he hecho nada!
—Bueno da igual, que alguien la llevé en los hombros hasta que despierte—sugirió Shino.
—¡Ni de coña! ¡Tenemos que ir a por Orochimaru!
—¡Anda, no la líes Naruto!—gritó Kiba.
—Que si Kiba, que tenemos que ir a por él.
—Mira Naruto, por muy problemático que sea, Tsunade nos ha dicho que vengamos a por ti y te llevemos de vuelta a la villa.
—Por favor chicos...
—Naruto, no insistas.
—¡Es que ya tengo reservado una semana en el balneario de la villa de la Arena!
—¿Por eso querías ir?
—Si...
—¿Y todo lo de Orochimaru era mentira?
—Un poco...
—¡NARUTO ERES IMBECIL!—gritó Kiba soltándole un puñetazo a Naruto en la cara.
—Lo siento... ¡Pero podemos ir todos al balneario!
—Naruto, no digas tonterías, anda... Habría que volver, avisar a Tsunade y luego regresar aquí... Y claro, se nos acloparían Sakura, Ino, etc... No podemos hacer eso...—razonó Shikamaru.
—Podemos ir a la villa de la Arena y mandar un mensajero. O puedo hacer una multiplicación de cuerpos para que mi otro yo vaya a Konoha y avise a Tsunade.
—Eso... eso estaría bien. Shikamaru, ¿Cuánto hace que no te relajas tío?—lo intentó convencer Kiba.
—Pero...
—Shikamaru... ¿Quién estará en la villa de la Arena?—dijo Naruto.
—Uuuuuh... ¿Una rubita quizás?—siguió Kiba
—Con... ¿Cuatro coletas?
—¡Callaros ya!—cortó Shikamaru—Está bien. Naruto, manda una copia tuya a Konoha y vámonos... ¡Y no lo hago por Temari!
—No, seguro...—le susurró Kiba a Naruto.
Y así, los jóvenes ninjas de Konoha pusieron rumbo hacia la villa de la Arena.


Pues hasta aquí lo que he escrito hasta ahora! :)
Un besito y espero vuestros comentarioooooooooooooos! :D

 

Hi! ^^
Muchas gracias a todos por los comentarios, de veras! :D Me alegro que les haya gustado :)
Nahi Shite... Tienes razón, ahora que lo he vuelto a leer me he dado cuenta de que quizás me pasé con los puntos suspensivos! ^^' Un pequeño fallillo, no me lo tengáis en cuenta xD!
Pues nada, sin más dilación, el siguiente capitulo! :D


Los chicos siguieron su camino hasta la villa de la Arena. Cuando llegaron a la villa, Hinata se despertó.
—¿Dó.. dónde estoy?
—¡Hinata!—gritó Naruto entusiasmado—¡Pues estamos en la villa de la Arena!
—Kiba... Me puedes soltar ya...
—¡Ostia! ¡Perdón!—se disculpó el joven con una gran sonrisa en la cara, aun que nadie notó en sus palabras una pequeña mueca de tristeza.
—No... No importa...
Naruto se quedó boquiabierto. No estaba seguro de qué le pasaba, pero se sentía con ganas de matar a Kiba.
—Hinata, ¿qué coño estás haciendo con ese imbécil? Vamos Naruto, tranquilízate... Pero, ¿por qué ha pasado de mí? Si siempre intenta hablar conmigo, aunque le tiemble la voz y tartamudee... ¿Por qué ahora no? Estamos todos yendo a casa de Gaara y, míralos, están los dos ahí delante, riéndose demasiado... ¿Y si a Hinata le gusta Kiba? ¿Y si a Kiba le gusta Hinata? Pero eso da igual, porque a mí me gusta Sakura... A mí me gusta Sakura... A mí... ¿seguro qué me gusta Sakura? Hinata está preciosa ahí delante... Tiene una sonrisa muy bonita, una voz preciosa, un pelo muy lindo, unos ojos...
—¡NARUTO!—gritó Kiba—¿En qué estás pensando que pasas de nosotros así?
—Pues... En nada, en nada... ¿Qué pasa?
—Ya hemos llegado a casa de Temari— dijo Shikamaru.
—También es la casa de Gaara...—susurró Naruto.
—Si, si... Y de Kakuro...—terminó Kiba.
—¡Qué si! ¡Dejadme ya!— Shikamaru comenzaba a desesperarse. Los dos crios estos lo sacaban de sus casillas. Pero pensó que tenía que seguir así y rezó para que no dijeran cualquier tontería de esas delante de Temari.
—¿Quién es?—dijo Temari asomándose a la puerta—¡HINATA!
La rubia se abalanzó hacia Hinata y la abrazó muy fuerte. Llevaban mucho tiempo sin verse y tenían muchas ganas de pasar tiempo juntas, de contarse sus cosas...
—Temari, tenía muchas ganas de verte.
—Si Hinata, ¡yo también a ti! Anda, pero si vienen también Naruto y Kiba y el chico ese que parece un yonki
—Shino, Temari, se llama Shino...—dijo Hinata presentando a sus amigos.
—¡Ah! Pues encantada cariño. Dos besos, ¿no?
—Encantado.—Fue lo único que pudo decir Shino antes de que Temari le soltara los típicos dos besos.
—Bueno, pues entonces somos cinco... Un número impar, no me gusta.—se quejó la rubia con desesperación.
—Aprende a comtar rubita, somos seis.—puntualizó Shikamaru.
—¡No! ¡También vienes tú!—gritó Temari. Ahora si que estaba desesperada, aquel imbecil la sacaba de sus casillas.
—Yo también me alegro de verte Temari...—respondió él, con una sorisilla dibujada en la cara. En el fondo los dos se alegraban de verse, pero ninguno lo iba a demostrar en público.
—Cambiando de tema, ¿qué hacéis aquí?
—¡Pues que nos venimos al balneario que acaban de abrir!—dijo Naruto.
—¿Si? ¡Yo iba ahora mismo para allá! Es que estoy sola, ¿sabéis? Kakuro y Gaara se fueron ayer de misión y yo me aburro... ¡Menos mal que has venido Hinata!
—Bueno, vámonos ya, ¿no?
—¡SI!
Dos horas después de acompañar a las chicas de compras y de darse una buena comilona, por supuesto los chicos se quejaron de las compras pero no tenían nada que hacer contra una rubia con un abanico gigante, llegaron al balneario. En la entrada les mostraron las invitaciones y les dieron habitaciones.
—¡¿CÓMO QUE NO TIENEN HABITACIONES INDIVIDUALES!?—le gritó Temari al dependiente.
—Lo... Lo siento señorita, estamos llenos... Les podemos ofrecer tres ha... habitaciones dobles...
—¡Yo con Hinata!—aclaró la rubia.
—Problemático, muy problemático...
—Naruto, tú conmigo— afirmó Kiba con una amplia sonrisa.
—Ni de coña, yo con este cabrón para que me cuente lo mucho que quiere a Hinata no me pongo— pensó Naruto —Esto... Yo prefiero dormir con Shikamaru, que hace mucho que no lo veo...
—Bueno, pues yo iré con Shino entonces.
—Claro Kiba— susurró el nombrado.
—Pues vámonos. ¡Rápido Shikamaru, que les ganamos a estos y llegamos antes a los baños!—propuso Naruto.
—Che, che, che... Ni en broma cariño, ¿vosotros os creéis que las bolsas se van a subir solas? ¡Ayudadnos caballeros!—dijo la jönin de la Arena.
—Eres una problemática.—le reprochó Shikamaru. Por supuesto, él lo único que quería con aquel comentario era enfurecer a Temari, le encantaba verla así.
—¡¿Qué?!—definitivamente, aquel muchacho la sacaba de sus casillas.
—Pues eso, que eres una problemática.
—Estoy harta de ti. ¡Sube mis cosas y no me vuelvas a dirigir la palabra!
—Yo no te pienso subir las cosas.
—Shikamaru, no me toques lo que no me tienes que tocar...
—Fíjate Kiba, su primera pelea de enamorados...—comentó Naruto.
—Si Naruto, que bonitos los novios...
—¡No es mi novio! Por dios... Además... Yo... Yo ya tengo novio.

Pues hala, aquí os dejo! ;) Espero que les haya gustado este capítulo! :)
Un besito a todos y, otra vez, gracias por leer! ^^

 

Bueeeeeeeeenas! :]
Gracias a todos por pasaros y por leer, sinceramente me ayudan muchísimo sus comentarios para seguir escribiendo! :D
Bueno, espero que este capítulo me haya quedado con algo más de narración, que como haeis comprobado es mi talón de Akiles! -.-
Por cierto, he leido algunos fics en los que al final ponían preguntas y la gente respondía y tal... Pues yo me he copiado y voy a poner preguntas al final! :D Respondedlas si? Gracias! :D
Vale, veeeeeeeeenga. No me entretengo más. El tercer capitulo de Que te quiero aqui está! :)


Los cinco ninjas de Konoha se quedaron boquiabiertos después de la revelación de Temari.
—¡¿Si Temari-san?! ¿Y cómo que no me lo habías dicho antes?—dijo Hinata.
—Ji ji ji... Vamos arriba y te cuento. ¿Me vas a subir las bolsas o qué?
—E...está bien... Problemática. Novio... Tiene novio... ¡¿Quién será el mamonazo!? Ella es mi rubita, mi problemática... ¿Novio? Pues muy bien, haz lo que te de la gana...
Naruto y Shikamaru les subieron las bolsas con las compras a las chicas mientras ellas iban detrás. Hinata quiso hablar con Temari sobre su novio, pero ella le dijo que mejor esperaban a llegar a su habitación.
Las chicas tenían la habitación número 220, Naruto y Shikamaru la 221, que estaba al lado de la de ellas, y Kiba y Shino dormirían en la habitación 121, debajo de la de los otros dos chicos.
Las habitaciones eran muy amplias. Todas ellas tenían dos camas juntas al final de la estancia con la ventana encima. Dos mesitas de noche al lado de cada cama con una lamparita y dos libros en cada una. A la derecha estaba un pequeño escritorio donde se encontraban cuatros toallas y un armario totalmente vacío. A la izquierda estaba una puerta que daba al baño, que no era demasiado grande.
Los primeros en llegar a su habitación, dado el lugar que ocupaba ésta, fueron Shino y Kiba. Rápidamente Kiba comenzó a desahogarse con Shino.
—Shino-kun, ¿tú crees que tengo alguna posibilidad con Hinata-chan?— empezó Kiba, casi en un sollozo. Las palabras se agolpaban queriendo salir de su boca pero él deía ponerles orden fuese como fuese.
—Kiba, ¿de verdad quieres que sea sincero?
—Por favor, no lo dudes ni un instante— dijo Kiba sin poder evitar tragar saliva.
—Lo siento amigo, yo la veo demasiado enamorada de Naruto. ¿Recuerdas cuando en el camino hacía acá estuvieron hablando? Ella no dejaba de mirar hacia atrás y no creo que nos mirara ni a mi ni a Shikamaru. Te comprendo, no sabes cuanto, pero aun así ni tú ni yo podemos hacer nada.
—Shino-kun... ¿te gusta alguien?
—Ni la nombro amigo, no se merece ni que la nombre.
—¿Seguro? Me lo puedes contar... Peor que lo mío no puede ser...
—Ella ni siquiera sabe que existo... Da igual Kiba, dejemos nuestras cosas y vamos a bañarnos, no quiero pensar en mujeres durante mucho tiempo, y menos en ella. Pero... ¿dónde está Akamaru?
—¡Ah! No te preocupes, no quiso venir y se volvió a la villa cuando encontramos a Naruto.
—Bueno, vámonos.
Después de esta conversación, los chicos se dedicaron a organizar sus cosas y a cambiarse.
Un piso más arriba, otros jóvenes acababan de llegar a su habitación.
—¡Woah! ¡Está muy bien Shikamaru! ¡Yo me pido la cama que está más cerca de la habitación de las chicas!—gritó Naruto entusiasmado.
—Naruto, ni siquiera está pegada con su pared, ¿de verdad crees que importará de algo? Además, ¿a ti que más te da estar cerca de ellas?
—Shikamaru, tengo que decirte algo... Le tengo que contar a alguien lo que me está pasando, no me lo puedo aguantar más...
—Pues dime. Que problemático, como a este se le ocurra soltarme que le gusta Temari le arranco la cabeza de un puñetazo... No, eso sería demasiado cansado...
—Es que... creo que me gusta alguien... Claro, Sakura... O... ¿Hinata?
—¿Eso es algo malo? Si, como le guste Temari si es algo malo.
—No, pero es que yo siempre he pensado que sentía algo hacia Sakura... Pero ahora... ¡Ahora no se que coño me pasa!
—Ahora ¿qué? Lo mato, lo mato... Después de descansar un rato, lo mato.
—Creo que me he puesto celoso al ver hablar a Hinata y a Kiba... Pues hala, ya lo he dicho...
—¡Ah, coño! Pues díselo a ella. Y yo preocupándome... Tss... Problemático...
—¡¿Cómo que se lo diga?! ¿Así, por las buenas?
—Pues si.
—Pues yo no veo que tu se lo digas por las buenas a Temari.
Naruto acababa de tocar la vena sensible de Shikamaru. Él amaba a Temari. Sabía que si salía con ella no iba a ser un rollo de dos días, como pensó la primera vez que la vio, porque había aprendido a amarla con sus defectos y sus virtudes. Le daba igual la distancia, le daba igual lo que pensaran sus hermanos, le daba igual tener que agarrarle las bolsas de las compras el resto de su vida, le daba igual subirle la compra hasta su habitación y le daba igual que fuese tan problemática como era, porque Shikamaru la quería sobre todas las cosas.
Los ojos se le humedecieron, no podía evitarlo. Solo pensar en que algún gilipollas estaba con ella, que se habrían besado y quien sabe si algo más le hacía quererse morir. Una pequeña lágrima surco su rostro y él, rápidamente, se la secó con el dorso de la mano.
Esto no pasó inadvertido por Naruto, pero prefirió no decirle nada, porque entendía como se sentía. Él había estado así muchas veces por culpa de Sakura.
—¿No la has oído? Ella tiene novio...—se decidió a decir Shikamaru.
—Ya, pero eso no importa, si te gusta díselo tío, el no ya lo tienes. Pero no me has resuelto la pregunta.
—Y, ¿cuál es tu pregunta?
—¿Crees que me gusta Hinata?
—... Creo que te gusta Hinata.
—Y... ¿qué hago?
—Piénsatelo bien. Lo que tienes seguro es que es tu amiga, y no quieres hacerle daño.
—Pues si, eso lo tengo claro...
Al margen de todo esto, las chicas también habían llegado a su cuarto. Las dos jóvenes se quedaron encantadas pues su armario era el doble de grande que el de las otras habitaciones y enseguida comenzaron a pelearse por el sitio.
Cuando terminaron de colocar sus cosas, de comparar los vestidos que se habían comprado y de probarse zapatos la una de la otra, Hinata decidió que era el momento de que su amiga le contara que estaba pasando.
—Temari-chan, cariño, ¿no crees que va siendo hora de que me cuentes quién es el afortunado?

SE ACABÓ! :D Preguntitas:
Shino parece estar enamorado... ¿De quién creeis?
Aiiiiiiish, Shika-kun es muy mono! *.* ¿Qué pensais que le hará al novio de Temari si lo ve?
¿Os pensabais que os iba a contar lo de su novio ya? PUES NO! ;D Os dejo que me digais: ¿Cómo se llamará? ¿Cómo será? ¿Se querrán de verdad o será solo un rollete?
¿De verdad Kiba no tiene nada que hacer con Hinata? Pobrecillo... :confused:
¿Y Naruto? ¿Le gustará Hinata o solo será imaginación suya? Ö

Pues venga, me despido! Un besito a todoooooooooos! :)

 

Hola a todos! :D
Perdon por la tardanza! LO SIENTO MUCHO! :( Esque estuve de examenes está semana y apenas pude escribir! ToT
Aun así aquí está la cooooooooonti!

—¡Pues si! La cosa es que...—comenzó la Subaku No —Yo tengo un amigo que... ¡Mierda!
—¿Qué pasa Temari?—preguntó Hinata. No se podía creer que su amiga todavía no le hubiese contado quien era su novio, y necesitaba una explicación rápido.
—Lo siento Hinata... Yo... no puedo contarte nada...—le dijo tristemente a su amiga.
—Pero, ¿por qué no?
—Lo siento tía, es un secreto, te juro que te lo cuento antes de que vuelvas a Konoha. ¡Aun nos quedan dos días!—sentenció la rubia con una sonrisa de oreja a oreja.
—Está bien... ¿Nos vamos a los baños?
—Para eso estamos aquí, ¿no?
Quince minutos después, las chicas disfrutaban de un relajante baño con vistas a las hermosas dunas del amplio desierto que rodeaba la villa en la que se encontraban aquella tarde. Cualquier persona podría decir que no era una vista demasiado agradable, pero cualquier persona se equivocaría. El desierto tiene algo que hace que todo el que lo ve se quede embobado con su belleza. Eso es lo que siempre le pasaba a Temari, y eso es lo que le estaba ocurriendo en ese momento a Hinata.
Las dos chicas observaban aquellas montañas de arena y no podían evitar pensar en los chicos que se encontraban a escasos metros de ellas.
En los pensamientos de Hinata solo se asomaba un rubio hiperactivo al que en aquellos momentos de tranquilidad escuchaba gritar. Lo escuchaba perfectamente gritarle a Kiba que él le había ganado, que nadie aguantaba más tiempo que él bajo el agua. Aquel chico, que estaba enamorado de una de sus mejores amigas, era el único que había conseguido robarle el sueño más de una noche. Naruto Uzumaki era el amor de su vida, ella lo tenía muy claro... Y también tenía muy claro que nunca iba a poder conseguirlo... Cuando llegó a pensar en eso, otra persona se cruzó en su mente: Kiba Inuzuka, su compañero de equipo. Se parecían bastante... Kiba era algo hiperactivo también, muy mono, simpático y siempre estaba cuidándola. Quizás era el momento de pensar en otros amores... Quizás era el momento de olvidarse del rubio... Si, quizás ya era hora, pero ella no lo podía olvidar, porque estaba verdaderamente enamorada.
Temari no parecía escuchar los gritos de los dos jóvenes. Sabía que aparte de ellos también estaban otros dos chicos, mucho más silenciosos. Pero solo uno merecía la pena. Shikamaru Nara, su amor secreto desde los exámenes a chünin. Aun así, él nunca se debería enterar y gracias a Akihiro conseguiría disipar cualquier sospecha. Claro, ella sabía que él estaba loco por sus huesos y sino era así, aun que nunca llegasen a salir debido al orgullo de la rubia, antes de que regresaran a Konoha Shikamaru no podría vivir sin ella. Y su plan comenzaría... en ese mismo momento.
—Hinata, ¿tienes pensado algo para esta noche?—le preguntó Temari con un toque de malicia en su voz y lo suficiente alto como para asegurarse de que en el otro lado la escuchaban.
—¿Cómo?—Temari acababa de sacarla de sus pensamientos.
—Que si esta noche tienes pensado hacer algo.
—Pues no... ¿Por qué preguntas?
Temari sonrió. Naruto y Kiba se habían callado en cuanto ella le había vuelto a hacer la pregunta a Hinata. Se sentía orgullosa, feliz... Sabía que Shikamaru también la estaba escuchando, lo presentía... y aquel chico extraño, el único que no se había quejado de la tarde de compras... Shino, eso es. Estaba segura de que Shino también le prestaba atención.
—Pues porque esta noche he quedado con... Bueno, con él y digo yo que te puedes venir.
—¿Él?—preguntó Hinata.
—Aish, mi tontita. Akihiro cariño, mi novio.
Bien, acababa de dejar caer la primera bomba. En el otro baño se despertaron las alarmas.
—Así que... Akihiro ¿eh? Es posible que yo también me apunte a esa salida... Ella es mi problemática y punto.—fueron los pensamientos de Shikamaru.
—¡Yo, si va mi Hinata, también voy!—por extraño que parezca, los dos chicos en los que Hinata había pensado momentos atrás estaban pensando exactamente lo mismo.
—¿Qué está diciendo la loca esta ahora? Yo paso, si van los demás me quedaré aquí a pensar en mis cosas y... en ella.—pensaba Shino.
Temari lo sabía, todos se habían callado de pronto y eso era que le prestaban atención.
—¡Ah! Akihiro... Me gusta su nombre.—contestó ella extrañada, pues antes no le había querido decir nada, y ahora le soltaba que si quería quedar con ellos.
—Bueno, pero entonces te vienes ¿no?
—Si, no tengo nada mejor que hacer.
—¡Pues yo también me apunto!—soltó Naruto. No lo pudo evitar, le salió solo.
—Vaya, así que están escuchando ¿eh?—segunda bomba, fuera. Sabía que Shikamaru hablaría justo en ese momento para desmentir lo que ella acababa de decir.
—No hables por todos problemática.—mierda, a Shikamaru también se le había escapado. Ahora ella sabría que también estaba pendiente de su conversación.
—Buah, lo que tú digas. Pero, ¿os queréis venir todos está tarde? He quedado con Akihiro y con una amiga nuestra.
—Vale —se oyó aceptar a Kiba.
—¡No lo dudes!—exclamó Naruto.
—Que remedio...—dijo Shikamaru, aun que en el fondo estaba deseando ir y ver quien era el asqueroso ese.
—Yo paso, me quedaré descansando— respondió Shino—. Además, yo ya me vuelvo a mi cuarto, si sigo aquí un minuto más seguro que me duermo.
Y así, los cinco muchachos decidieron lo que iban a hacer aquella noche.

Yaaaaaaa está! ^^
Bueno, os dejo unas preguntillas si? Y GRACIAS A TODOS POR LEER! :)
¿Por qué no le ha contado a Hinata antes lo de Akihiro? ¿Qué esconderán estos dos? Ö
¿PODRÁ SER QUE NUESTRA HINATA SE ESTÉ ENAMORANDO DE KIBA? :confused:
A Temari le gusta Shikamaru... Que tieeeeeeerna! *-* Y entonces... ¿Por qué tiene novio? Pobretico el niño! :/
¿Que creeis que pasará esa noche? ;)
Pues hala, repito que muchas gracias por leer vale? Un beso a todos! (:

 

Bueeeeeeeeenas! :D
Perdon por tardarme tanto en poner la conti! ToT Esque ando un poco liada con los exámenes y apenas tengo tiempo de coger el ordenador! :/
Por cierto... SOLO SE MUESTRAN DOS DE CINCO COMENTARIOS QUE ME DEJASTEIS! Ö Cuidado con el spam gente! -.-
Y, sin tardarme más, aqui os dejo la conti! :D

—¿¡Chicas queréis salir de una puñetera vez!?—gritó desesperado Kiba.
—¡Joder, esperad que ya estamos terminando!—Temari odiaba a muerte que le metieran prisa y eso era exactamente lo que estaba haciendo Kiba.
—Tío, déjalas ya —le dijo Naruto a su amigo con cara de cansancio—. No van a ir más rápido porque tú les metas prisa...
—Naruto, estar en el mismo cuarto que el vago no te está haciendo ningún favor... Mírate, estás tumbado en el suelo con cara de: No tengo ganas de hacer nada. Has cambiado tío...
—¡Kiba! Si tenemos en cuenta —empezó Naruto levantándose como pudo del suelo—, que Temari me acaba de pegar una paliza que no se como no se ha cargado el edificio, ¡¿cómo coño quieres que esté?!
—¡Callaros ya! Sois dos problemáticos.
La situación era bastante cómica. Los chicos, muy arreglados, se peleaban entre ellos mientras que las dos jóvenes se dedicaban a terminar de pintarse.
Shikamaru Nara, el muchacho de la coleta, llevaba unos vaqueros negros y una camisa verde, marrón y blanca de manga corta por encima de los pantalones. En su muñeca izquierda lucía una muñequera verde Además se había añadido un pendiente más en su oreja derecha. El pendiente, que se había comprado aquella mañana, era un pequeño aro de madera con un corazón tallado dentro y el símbolo de la arena dibujado en blanco por fuera. El joven estaba tirado en el suelo con cara de cansancio, como solía hacer.
Naruto Uzumaki, el rubio hiperactivo, llevaba una camisa de rayas azules y blancas metida dentro de unos pantalones vaqueros muy parecidos a los de Shikamaru pero del típico color azul de todos los vaqueros. Un pequeño mechón de pelo hacía juego con su camisa, pues Kiba y Shino le habían gastado una broma al salir de los baños y ahora no dejaba de toquetearse aquel mechón rebelde. Por extraño que parezca viniendo de él, no podía evitar estar tirado en el suelo junto a Shikamaru, pues la rubia le había pegado una buena paliza por meterle prisa. El pobre estaba echo polvo y apenas se podía levantar del suelo.
Kiba Inuzuka iba mucho menos arreglado que los otros dos. Usaba una camiseta de tirantes blanca con una camisa de cuadros rojos y blancos abierta encima. Los vaqueros que él usaba solo le llegaban hasta las rodillas y no parecía que se hubiera peinado. Aun así, estaba muy mono. Se había remarcado los dibujos de sus mejillas, que ahora resaltaban más que nunca. Él era el único al que aun le quedaban fuerzas para aporrear de vez en cuando la puerta de las chicas para que se decidieran a salir.
Dentro de la habitación Hinata estaba sentada en la cama. Hacía ya rato que ella había terminado pero Temari aun se retocaba los labios de rojo.
Por fin, la chica miró por última vez su reflejo, se lanzó un piropo a ella misma y besó el espejo.
—Cariño, estamos buenísimas— dijo dando una vuelta sobre si misma—. Vamos a arrasar.
—Tu tienes novio— le recordó Hinata levantándose de la cama.
—Lo sé Hina-chan, ¡lo sé!
Temari abrió la puerta y observó las caras sorprendidas de sus amigos.
—Po... Po...—tartamudeó Kiba— Po... Por fi... fin...
Sonrió. La Subaku No esbozó la mejor sonrisa que tenía dejando a la vista sus preciosos dientes resaltados por el rojo de sus labios.
Ninguno de ellos podían apartar los ojos de la muchacha. Usaba un vestido negro muy ceñido de manga corta. Era bastante corto, apenas un palmo debajo de los cachetes del trasero, el cual estaba resaltado por aquel precioso vestido. Sus piernas, no demasiado largas pero lo suficiente como para que los chicos se sintieran inferiores, acababan en unos hermosos tacones a tiras negros.
Shikamaru se sintió desfallecer. No podía creer lo bella que estaba la muchacha. Se levantó con cuidado, apoyándose en la pared y, poco a poco, se acercó a ella.
—Problemática, ¿no pasarás frío? —dijo el chico intentando mantener la calma. Procuraba mirar a los ojos verde oscuro de la joven pero su mirada no podía evitar caer hasta el prominente escote que la jönin lucía y que realzaba su pecho.
—Tranquilo Shikamaru —Temari se acercó al oído del nombrado—, me se de uno al que no le importaría subirme la temperatura.
Entonces se separó de él y pudo observar como sus mejillas habían tomado color. Cuando el muchacho se decidió a mirarla a los ojos ella le dedicó un guiño. Shikamaru abrió mucho los ojos y se dio cuenta de que sus mejillas habían cogido demasiado color así que le sonrió y alcanzó a hacerle una pregunta.
—Y... ¿dónde está la guapa?
Se notaba claramente aquel tono que ponía Shikamaru en la voz cada vez que quería picar a Temari. Y lo consiguió, pero la rubia no se iba a permitir darle el gusto de demostrarlo así que se apartó, moviendo exageradamente sus caderas, para dejar paso a Hinata.
Shikamaru la observó de arriba a abajo y le sonrió. Hinata le respondió con otra sonrisa y entonces él se apartó poniéndose al lado de Temari, dejando que los otros dos muchachos pudiesen observar a la chica.
Kiba no pudo evitar un suspiro y Naruto reprimió a duras penas un grito de asombro.
Hinata estaba preciosa. Vestía una camiseta de tirantes básica blanca y una falda desde la cintura hasta por encima de las rodillas negra con flores. Ella no usaba tacones, sino unas simples sandalias blancas.
—¡Hinata-chan! ¡Estás hermosa! Nunca te había visto así... —esta vez Naruto no pudo contenerse y dijo esto con una enorme sonrisa.
—Naruto-kun... —la joven sacó fuerzas de donde pudo para conseguir cierta firmeza en sus palabras— Es que mi pa... padre no me deja vestir así en Konoha. Dice que... que no es correcto.
Poco a poco, las mejillas de Hinata se fueron sonrojando hasta que observó como Kiba bajaba la mirada al suelo y apretaba los puños. Justo cuando la chica se disponía a acercarse a él, Temari propuso salir ya y todos estuvieron de acuerdo.
Comenzaron a andar por la calles de la villa, que por la noche era totalmente distinta. Todos los jóvenes salían de fiesta en la noche. Las discotecas y pubes estaban repletos y en los bancos de los diferentes parques se podían observar a parejas hablando acarameladamente.
—¡Temari-chan, cariño, estamos aquí!
Un chico sentado en un banco movía la mano para llamar la atención de la nombrada. Se veía que era un chico fuerte con los ojos negros como la noche. El chico era algo peculiar. Tenía el pelo rubio, pero con mechones rojos y azules y su chaqueta de cuero con distintas cadenas y pinchos, al igual que los pantalones, no pasaba desapercibida.
—Hola Aki-kun —dijo Temari dándole un beso en los labios.
—Vaya... Así que este es mi rival...

Y se acabó el capitulo! ^^ Preguntas:
Aquí tenemos una pequeña descripción física del novio de Temari... ¿Cómo será se forma de ser?
Shikamaru lo tiene claro, Akihiro es su rival! xD ¿Qué creeis que hará con el en las próximas horas? ¿Quizá se proponga matarlo? ê.ê Estoy muy loca, todo es posible! xD
¡Kiba tartamudeando! ¿Dónde se ha visto eso? Ö ¿Podrá ser que al final acabe liando a Kiba y a Temari? jujuju! ;)
¿Qué parte a sido la qué más te ha gustado?
¿Sugerencias para el próximo capi?

Por último quería decir que muchísimas gracias todos por leer! MUCHAS GRACIAS, de verdad! :D
Una última cosilla (xD), es posible que el próximo capitulo también tarde, pues esta es la última semana de examenes y me tengo que poner las pilas! >.< LO SIEEEEEEEENTO! ToT
Un beso a todos y, otra vez, gracias por leer! ^^

 

Hello! :D
Bien, se que he tardado, pero por fin he terminado el último capitulo! ^^
Bueno, Michi-chan me pidió que pusiera un conflicto en el NaruHina, ¿verdad? Pues bien, lo pondré, pero en este capitulo no... En este capitulo más bien se sabrá el por qué de esa pelea, ¿si?
Otra cosa... ¡PERDÓN POR LA TARDANZA! Por fin me dieron vacaciones así que espero poder escribir más rápido y dejaros los capítulos más seguidos! :3
Y, sin enrollarme más, os dejo la conti!

—Chicos, os presento a Akihiro— dijo Temari con una sonrisa cuando el muchacho le pasó la mano por la cintura—. Akihiro, ellos son Naruto, Kiba, Hinata y Shikamaru.
—¡Buenas a todos!— saludó el joven.
—¡Hola! Tú... Tú eres... ¿gótico o algo así?— preguntó Naruto.
—Más que gótico... ¡algo así! ¡Ja ja ja!— comenzó a reír exageradamente el joven.
—Eso no lo he entendido...—dijo Naruto confundido.
—La gente me suele decir heavy... Pero eso me resbala, yo soy cómo soy, no sigo ninguna moda ni nada por el estilo.
A todos les pareció un chico muy simpático. Extrovertido, gracioso, fiel a si mismo y a su estilo... Tenían el presentimiento de que aquel joven y Naruto se llevarían bastante bien.
Entonces Temari se echó las manos a la cabeza y comenzó a pedir disculpas como una desesperada.
—¡Sukie-chan!¡Lo siento mucho tía!¡No me había dado cuenta de que estabas ahí!
Estas exclamaciones sorprendieron a todos los allí presentes.
De repente, una chica se levantó del banco. Ninguno había reparado en ella, tan callada y quieta en la esquina del banco.
—No importa Temari, no importa...
La voz de la joven era muy suave, casi como un susurro. Iba vestida de una forma muy parecida a su acompañante, un vestido vintage negro y verde con cadenas y pinchos por todas partes. Su larga melena rubia estaba recogida en dos coletas altas en las que se podían observar dos claras mechas rosas. Usaba unas botas por las rodillas completamente negras.
Su forma de vestir mostraba un carácter muy atrevido y, en cambio, su voz sonaba rasgada, tímida, como con miedo...
—¿Y quién eres tú?—preguntó sin dudar Kiba.
—Yo... Yo me llamo... emm... Atsukie... En... Encantada...—tartamudeó ella.
—¡Yo soy Kiba! Encantado.
Una mirada. Una sonrisa. Dos corazones que comenzaron a latir al mismo ritmo en ese mismo instante. Los mismos pensamientos en sus mentes. ¿Quién es él?¿Quién es ella?
El tiempo se detuvo para ellos. Lo que para los demás fueron cinco segundos de darse dos besos para Kiba y Atsukie fueron interminables momentos en los que los ojos café de ambos se encontraron.
Un sonrojo. Otro sonrojo. Dos sonrisas cómplices... Pero todo lo bueno acaba, y ese tiempo también lo hizo.
—Sukie, los demás son Naruto, Hinata y Shikamaru —terminó de presentarlos Temari y se separó de los brazos de su novio—. ¿Qué os parece si nos vamos yendo y eso?
—¿Y a dónde vamos Temari mía?— Akihiro intentó volver a abrazar a su novia, pero ella se zafó hábilmente girándose para poder mirarlo a los ojos.
—¿A la Slim?
Akihiro sonrió y echó la cabeza hacia atrás dando a entender que estaba de acuerdo y Temari se acercó suavemente dándole un hermoso beso.
Shikamaru tragó saliva. Un nudo se volvía a apoderar de su garganta. Unas ideas corrían por su imaginación. Matarlo. Descuartizarlo. Envenenarlo. Dispararle. Ahorcarle. ¿Quizás enterrarlo? Podría ser...
Comenzaron a caminar, cada uno a lo suyo. Cada uno con sus propios pensamientos y cada uno con su propio problema.
Temari sentía como Shikamaru los miraba, a ella y a Akihiro... Su plan funcionaba.
Akihiro notaba a Temari un poco distante desde que se habían encontrado, pero aun así no dejaba de mirar hacía la joven Atsukie que, callada y mirando al suelo, levantaba de vez en cuando la vista para contemplar los surcos en la cara de un ninja de la hoja.
Hinata miraba también a Kiba de reojo, mientras hablaba con Naruto, que le explicaba animadamente como una vez de pequeño se había caído a un río persiguiendo a un perro que le había robado un trozo de carne.
De pronto, alguien cayó al suelo.
—¡¿Pero que coño estás haciendo gilipollas!?
Un hombre alto y al que se le notaban todas las misiones cumplidas en aquellos brazos y abdominales se levantaba como podía insultando a Kiba.
—Yo... yo... ¡Yo no he sido!
Atsukie miró al chico sin comprender por qué había dicho aquello. Ella había visto como le ponía la zancadilla al hombre. No entendía por qué negaba lo que hizo.
—¿Y entonces quién ha sido el cabronazo que me ha tirado al suelo?—siguió el varón.
—Ese...
P.O.V Kiba
Es mi oportunidad. Estoy seguro de que el tío este le va a pegar una buena paliza. Se la merece. Se merece la paliza, porque a ella no. Ni un poco... Yo si que merezco el amor de Hinata, no el palurdo este de Naruto. ¿Pero qué le verá ella? Si es un rubio asqueroso...
Pero... es mi amigo... Y este tío se ve grande y lo suficiente fuerte como para dejarlo inconsciente. Quizás con que le hubiera pegado yo era suficiente...
Alguien se ha movido detrás. Es verdad, están todos detrás mía, incluyendo a... ¡Atsukie! Mierda... ¿por qué me mira de esa forma? Parece... decepcionada... ¿Quizás me haya visto ponerle la zancadilla? Esta chica es guapa, muy guapa.
¡Kiba! ¡Para! ¡Van a zurrar a Naruto, el mismo con el que hace un año te saltabas las clases para ir al parque a jugar! ¡Mierda, mierda, mierda! ¿¡Pero qué he echo!?
Fin P.O.V Kiba
—Vaya, vaya...—el hombre comenzó a acercarse a Naruto con una gran sonrisa en la cara— parece que los amigos no son lo que parecen ¿eh?

¡Ya está! :D Os dejo algunas preguntas:
Atsukie... ¿Quién será esta muchacha? Parece que pasó algo entre ella y Kiba! ê.ê ¿Serán estos dos los que acaben juntos?
FIESTUKI! (H) La Slim... ¿Suena bien? ¿Cómo creen que será el local? (Ideas por favooooooor! xD)
Shikamaru y su imaginación! JAJAJA! ¿Hará alguna cosa de esas que se le pasaron por la mente?
O___O! Se que Kiba-kun no es así de malo, pero me enfadé con mi hermana y lo quise pagar con alguien! xD Vale, ¿Creeis que el fin justifica los medios? ¿O sea, está bien que Kiba acuse a Naruto por algo que no ha hecho si es por amor?
¿Cómo reaccionará Hinata ante eso? Ella iba hablando con Naruto así que sabrá que él no hizo nada... ¿Qué hará? (Si, estoy un poquito pillada xD Necesito ideas! :D)
Vale, aquí se acaba la cosa...
MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS POR LEER! Sinceramente, muchas gracias, sin vosotros esto no sería posible (:
Un beso! (L)