One-shot de Naruto - Propiedad

Personajes: Suigetsu; Karin; Sasuke
Género: drama, romance
Actividad: ¡Una imagen, una historia!

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Propiedad​

«Maldita perra» pensaba rabiando en sus adentros cerrando con tal fuerza el casillero del vestidor que podría haberlo volteado del golpe que le dio. Karin lo dejó una vez más, después de una estúpida pelea por... ¡Diablos! Ni si quiera recordaba exactamente qué es lo que le había dicho. Después de insultarlo, y decirle que jamás le prestaba atención, se había perdido en sus propios pensamientos y en lo sensual que se veían ella con la camiseta entallada y sus senos amagando con escapar.

Sasuke había tenido un deseo voraz de apresarla contra la pared y hacerle el amor ahí mismo. Pero ante la furia de la mujer, se contuvo pues, llevaba más de media hora reclamándole cosas que no le interesaban en lo más mínimo.

Cansado, se levantó y se fue a su casa diciéndole que después, cuando él no estuviera cansado, seguirían con su charla. Fue cuando ella le dijo que, si se iba, no pensara en volver.

—Da lo mismo. Jamás me dejarías —fue lo último que le dijo con una sonrisa creída en sus labios, acercandose a la mujer y lamiéndole el lóbulo de la oreja. Con eso, recibió una cachetada y un portazo al echarlo de la casa.

El joven se encogió de hombros sin pensar que no la vería en el instituto al día siguiente. Y recién, el miercoles, aparecería del brazo de Suigetsu.

«Maldita perra ¿dejarme por él? »Pensaba al verlos caminar por el pasillo del insituto tomados del brazo.

Su decisión después de que ella lo ignorara al intentar solucionar ese problema por el que habían terminado, había sido ignorarla. Sin embargo, quitar de su mente y de su vida a la pelirroja era una tarea maratónica considerando que tanto él como Suigetsu estaban en el mismo equipo y tanto en las practicas como en los partidos, veía a Karin.

En el partido, la vio en las gradas. Ella estaba animando a su rival. Todo el partido sintió su chillona voz clamar por él, darle consejos y vitorear cuando conseguían la anotación. Sasuke sintió celos, tremendos celos mientras la miraba por el rabillo del ojo y hacía como que no le importaba. ¡Pero sí que le importaba! Lo estaban comiendo vivos los celos y estaba a punto de llegar al límite.

Al terminar el encuentro, ella fue a ver a Suigetsu con una toalla y una botella de agua. Lo abrazó y estaba a punto de besarlo cuando Sasuke la tomó del brazo e hizo que volteara quedando frente a él y robándole un beso de sus labios.

—Eres mía —le dijo en un susurro mientras su rival veía con la boca abierta el gesto del Uchiha: besó a su novia frente a él.

—Púdrete —espetó Karin y volvió a probar sus labios. Esta vez, Sasuke no se contuvo, la levantó del suelo y se la llevó ante la sorpresa de todos, y de Suigetsu.

—¿Y lo nuestro? —gritó Suigetsu.

Karin lo miró por sobre el hombro de Sasuke y sonrió.

—Terminamos.