Primer Bosque

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Chaos Lady, 9 Julio 2009.

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    Chaos Lady

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    Primer Bosque
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    Primer Bosque

    Hola :) Otra vez yo :) Este one chot se me ocurrió al estar semi drogada de tanta medicina, espero les guste.
    Dedicado a:
    Miyumi Savell
    Candy
    Ladyfilth
    Kinverlins
    Natsuki
    Y porsupuesto, a la Genio Yuzu, sin tí no escribiria nada bien XD

    “Primer Bosque”

    La brisa fresca, el dulce susurro de las hojas de los árboles, el cielo nublado y la fina neblina hacían que mi bosque luciera más perfecto que de costumbre…Las flores están abiertas a perfección, las mariposas revolotean entre ellas y los pajarillos están acurrucados en sus niditos.
    —¡Menta! —me llama una de mis amigas. —¡Menta, mira, uno de ellos!

    Dejo de observar todo a mí alrededor y camino hacia mi amiga Miel. Mis pies frescos sienten el cambio del pasto a la tierra húmeda.
    —¿Pero qué hace uno de ellos tan cerca de nosotras?
    —No lo sé, pero ¡mira que lindo es! —exclama Miel con los ojos rebosantes en júbilo.
    Me asomo por las ramas del arbusto, tiene razón ése es muy lindo. Tiene el cabello negro, es alto, sus ojos son grandes y tienen un color café muy profundo, pero al igual que todos ésos, su piel es blanca.
    —Brisa y Margarita fueron a avisarle a las otras chicas.
    —¿Por qué tanto escándalo por una criatura de ésas?
    —Supongo que es porque hace mucho que no veíamos uno.
    Escucho atrás de mí las ramitas del piso crujiendo, ahí vienen mis compañeras.
    —¿Es lindo?
    —¿Creen que se quedará?
    —No creo, se ve muy mayor para quedarse….
    —¡Pero si su carita es de un bebé!
    Todas están hablando al mismo tiempo, me marean. Decido que lo observaré más de cerca, me pongo de pie y camino saliendo del follaje. Él me escucha, voltea algo agitado… pobrecillo, está asustado.
    —¿Mamá? —murmura al viento.
    Busca a su mamá… que extraño, normalmente los que vienen aquí no las conocen. ¿Qué edad tendrá? Se ve pequeño, a lo mucho once años. Lo que más me preocupa es que esté aquí, no debería, nosotros sólo recibimos a criaturitas mucho menores que él.
    —¿Mamá? —vuelve a preguntar, esta vez su vocecita está quebradiza, quiere llorar.
    —¿Qué haces, Menta? —pregunta Brisa acercándose. —No debemos acercarnos a él hasta que se decida que aquí se queda.
    —No creo que se quede… es muy…grande —por alguna razón no me quiero alejar de éste pequeño.
    —En eso tienes razón —balbucea Brisa pensativa. —¿Entonces cómo entró aquí?
    —No tengo ni la menor….
    —Menta, Brisa —escucho la suave voz de La Reina. Ambas nos viramos para encontrarla a unos metros de nosotras. —Ése pequeño no debe estar aquí, pero no es tiempo de que vaya al otro jardín.
    —Entonces… ¿Qué hacemos? —Pregunta Brisa.
    —No podemos dejarlo ahí solito…
    —Menta, ve con él y duérmelo hasta que sea el momento de que se vaya.
    Asiento con la cabeza y camino hasta él.
    —Hola —aunque intenté sonar calmada no pude evitar que el chico se sobresaltara.
    —¿Quién eres? —me interroga temeroso.
    —Me llamo Menta —sonrío para tranquilizarlo. —¿Cómo te llamas tú?
    —Yo...
    Parece estar tan asustado que no recuerda su propio nombre.
    —Mi nombre es…Yulian…
    —Mucho gusto, Yulian. ¿Sabes en dónde estás? —él niega con la Cabeza. —Estás en el Primer Bosque.
    Me ve con cara de confusión y da un pasito hacia atrás.
    —No te asustes, todo va a estar bien. ¿Recuerdas dónde estabas antes de llegar aquí?
    —Si… yo estaba jugando con mi mamá en el parque. Jugábamos a la pelota, pero se fue a la calle y corrí tras de ella, entonces aparecí aquí.
    Entiendo, sufrió un accidente, pero como no es momento de que vaya al segundo jardín está aquí.
    —Bueno, no te preocupes Yulian, pronto estarás de regreso. Pero debes dormirte.
    —No tengo sueño…
    El aire se inunda de un olor tenue a hierbabuena. El viento sopla ligeramente más fuerte y las hojas comienzan a cantar. Pude ver cómo los ojitos de Yulian comenzaban a cerrarse hasta que cayó dormido en mis brazos.
    —Descansa —le susurré al oído.

    Cuando volvió en sí, estaba de nuevo con su madre, pero en una habitación de recuperación. Despertó, contento y le contó a su madre del bosque, ella estaba agradecida de que no sintiera dolor ni recordara el accidente.

    —Me alegra que no se haya quedado, todavía le queda mucho con los humanos —comenta Miel oliendo una rosa.
    —Lo bueno es que ahora está mejor.

    Me alegro de que éste pequeño haya vuelto. Ojalá todos los pequeños que recibimos en el Primer Bosque volvieran. Aunque nos gusta mucho cuidar a los angelitos, ellos nacen humanos, y así deberían quedarse…
    —Fin—​
    Autor: Dark Lady​
    Fecha: 07/01/2009​
     

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