FanficsLandia Primer Amanecer

Primer amanecer

Tipo: Two-Shot
Nº palabras: 1439
Advertencias: Fanfic del foro, personajes: Razor Takega, Akira-chan, Daimon Scorpion, Una escoria, El lobo EN y Yuukii.

Se despertó más de lo normal, se frotó los ojos con total naturalidad y se levantó, de un salto, de su gran cama. Abrió su ropero que se quedó en estado de shock, mirando hacia el guardarropa.

No sabía qué ponerse para ese día por lo que empezó a tirar prendas por todos lados hasta que se decidió por un short de jean claro con un cinturón verde que hacia juego con sus hermosos ojos. En la parte superior, una remera blanca con rayas azules cuyo hombro estaba caído. En los pies, optó por unas sandalias blancas con una joya verde, para así hacer juego con el cinturón.

Salió de su habitación entusiasmada y se dirigió hacia el living de su gran casa. Se sentó en la gran mesa de su casa, donde su desayuno estaba listo para ser comido por ella. Empezó a desayunar rápidamente sin decir una palabra, pero su cara decía todo. Decía que ella estaba totalmente contenta y que ese día no sería arruinado.

—Señorita Inori —dijo María, su ama de llaves pero también su amiga—, se la ve muy feliz hoy; ¿puedo saber por qué?

—Um. —Inori asintió con la cabeza mientras tragaba la galleta que acababa de comer—.Hoy es el primer día del año; y como padre y madre están de viaje, la pasaré con mis amigos.

—¡Oh! ¡Mire usted! —dijo María con una sonrisa—. ¿La vendrán a buscar?

—Sólo Gero —respondió ella con una sonrisa y un leve sonrojo.

—¡Ah! —dijo su ama de llaves—. No hagan nada raro por ahí ustedes. No sea cosa que cuando sus padres vuelvan usted esté embarazada —dijo esto con un tono pícaro.

—¡María! —exclamó la joven sonrojada—.¡No diga esas cosas, aún soy joven y además sólo somos amigos!

María se rió suavemente, pero luego dejó salir una carcajada, Inori siguió la risa de su ama de llaves y luego ambas terminaron riendo.

—Akito —gritó la joven—, preparé un buen desayuno para usted y para María.

—Gracias, señorita —dijo María con una sonrisa.

—No es nada. Estoy segura que padre haría lo mismo.







Mientras, en otra mansión cerca de aquella, otra joven estaba desayunando, pero ésta estaba acompañada por su hermano mayor, quien también se encontraba desayunando.

—Mmmm… ¡Delicioso, Alex! —dijo el chico más que satisfecho—. Cada día cocinas mejor.

—Max tiene razón, Alex, cada día lo haces mejor. —Lo apoyó su hermana menor.

El hombre se rió alegremente mientras seguía cocinando.

—Es gracias a ustedes, chicos —dijo mientras tiraba al aire una masa redonda.

La más joven se limpió con su servilleta, se levantó de la mesa y llevó su taza a la cocina.

—¿A dónde vas, Akira? —preguntó el más grande.

—Quedé con Razor para ir a pasear hoy y luego vamos al mirador a encontrarnos con Inori y los demás —respondió la joven mientras se hacía una trenza en su largo y castaño cabello—. ¿Acaso olvidaste lo de hoy? —le preguntó a su hermano con tono desafiante.

—Claro que no —respondió él—.Rayos, con razón ayer Inori me mandó dos mensajes ayer…y Daimon me mandó tres. Tendré que ir a comprar algo de ropa porque no tengo nada. Llamaré a Daimon para que me acompañe —dijo esto e inmediatamente sacó su celular e inmediatamente salió corriendo hacia su habitación.

—Tiene diecisiete años y sigue pensando en voz alta —pensó Akira con una gota en su frente.

Sonó el timbre de aquella casa y Akira corrió hacia la puerta. Salió al gran patio de la mansión y abrió el enorme portón que rodeaba la casa.

—Hola, linda —dijo un chico de castaños cabellos y ojos negros como la noche.

—Hola, cielo —dijo Akira, acto seguido, se acercó a su rostro par luego depositarle un dulce beso.

—¿Qué tal todo, Takega? —dijo Max indiferente, quien había aparecido repentinamente detrás de Akira asustando así a la pareja.

—¡Max! —dijo Akira mientras agarraba a su hermano y lo llevaba lejos de donde Razor estaba—. Donde vuelvas a aparecer así te pegaré con la roca que está al lado de la fuente—Lo amenazó Akira con tono amenazante y enojado.

—Listo, Razor. Pasa si quieres —dijo Akira mientras le abría el portón un poco más para que éste pudiera meter su moto.

—En realidad, quería salir lo más pronto posible ya que nos tenemos que encontrar a las seis con Inori y ya sabes cómo es ella cuando somos impuntuales…—dijo Razor algo incómodo, cosa que se notaba en su tono de voz.

—Pero si recién son las diez de la mañana —respondió Akira mirando su reloj de mano.

Razor se acercó a su rostro y le susurró al oído:

—Es que quiero estar más tiempo a solas contigo. —Esto hizo que Akira se sonroje un poco.

—Ya, tórtolos —dijo Maz interrumpiendo el momento, aunque sabía que gracias a eso se ganaría un golpe por parte de su hermana.

—Yo te avisé —dijo Akira mientras se dirigía hacia la fuente.

Max se dispuso a correr hacia dentro de la casa lo más rápido que pudo para así evitar el golpe de su hermana.

Razor tomó de la mano a Akira y le hizo un gesto con la cabeza señalando a su motocicleta, cosa que indicaba “¿nos vamos?”. Akira tiró la piedra por ahí y siguió a Razor.

Mientras tanto, Max estaba adentro de la casa tirando toda su ropa de su armario mientras intentaba comunicarse con su amigo Daimon.

Daimon atendió el teléfono algo dormido, ya que había sido despertado por el timbre de éste cuando Max llamó.

—Oye, Daimon, acompáñame hoy al centro; olvide totalmente lo de Inori y ayer mis padres donaron la mitad de mi ropa.

Daimon, del otro lado del teléfono, abrió los ojos bien grandes y terminó completamente de despertarse.

—¿Cómo que olvidaste lo de Inori? Te mataré, ¿sabes? —dijo molesto Daimon, en su voz se notaba cansancio y enojo por lo que acababa de decirle su amigo.

—Sí; sabía que me ibas a matar, pero mejor deja que me mate ella misma cuando mi hermana se lo diga —respondió Max—. En fin, te espero en frente de la estación del tres a las once —dijo esto y cortó la comunicación.

—Pero si ni siquiera le dije que sí —dijo Daimon; quien aún se encontraba en su cama.

Luego de unos diez minutos tirado en su cama y mirando el techo, por fin se levantó, lentamente pero lo hizo.

Puso unas tostadas a tostar en la tostadora y colocó un poco de agua en su pava, para luego mandarla al fuego para así preparar un té.

Si bien Daimon también era un chico con su plata, su familia prefería hacer las cosas por ellos mismo, ya que pensaban que usar a la gente para que hagan las tareas domésticas de otra persona que no fueran ellos, era vil. Además que toda la familia tenía el don de la buena cocina, por lo que no necesitaban gente para que cocinase, siquiera.

Tomó su desayuno lo más rápido que pudo, ya que ya eran las once en punto.

Terminó de desayunar y salio corriendo hacia la estación central, donde su amigo lo estaba esperando hace hacia ya quince minutos.









Sonó el teléfono de la casa donde vivía Inori, el cual fue atendido por su ama de llaves. Inori, se encontraba ahora en el baño tomando una refrescante ducha.

Cuando salió del baño, María le informó que había sido llamada del club de hockey donde ella jugaba.

—Imposible —dijo Inori sorprendida—. Yo les pedí por favor que no me hagan ir a jugar hoy.

—Dicen que los llamaron de las ligas nacionales y que necesitan confirmar el equipo y las cuatro delanteras que quedaron para eso fueron usted y otras tres más.

—Bueno, supongo que me soltarán antes de las seis. Diles que estoy yendo —dijo Inori mientras agarraba su celular.

Entró a su habitación y se cambió rápidamente, esta vez se puso una minifalda negra con un short negro también. En la parte superior, una remera deportiva marca Nike y en los pies, unas medias largas y unas zapatillas deportivas marca Gaelle.

Salió de su casa y ya en la calle, llamó a su amigo, Gero.

—¿Hola? —respondió la voz del otro lado.

—Hola, Gero. Soy Trini —dijo la joven con alegría en su voz—.Disculpa que te moleste, pero me llamaron del club y tengo que ir a jugar hoy, así que no me vallas a buscar a casa, ve al club si quieres.

—De acuerdo, linda —dijo el chico haciendo sonrojar a su amiga.

—Nos vemos —dijo esto y cortó la conversación.